Asia Sur - Edición 158

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La magia del Norte Erasmo Wong Seaone captura la esencia de Piura en sus fotos

Dama de las galerĂ­as Juana de Aizpuru es la invitada especial del ArtLima 2014

Especial Padres Mitos y verdades sobre la dieta vegetariana para los niĂąos

15 de marzo de 2014 Manuel Gold

S/.20 #158

Manuel Gold

La vida inesperada del actor de moda

ricadonna

ricadonna

Bitácora

Por Joseph Zárate / Editor general

En el camino Un plan de viaje para el fin de verano H a c e tiempo que Mario quiere largarse. Perderse. Desaparecer. Piensa: una vez ya lo había hecho, ¿por qué no hacerlo de nuevo?

Explotar y juntar tus pedazos una, dos, cincuenta veces si es necesario. ¿Quién preguntó por él aquel invierno cuando se marchó al otro hemisferio con apenas unos dólares en el bolsillo? Mario, dramático como siempre, sospechaba que al menos su madre sí. Lo cierto es que estaba otra vez harto de todo. De esta ciudad siempre gris, violenta y triste. Lo admitía y no le daba pena decirlo. Mario siempre había sido un tipo con tendencias algo depresivas y de un carácter complicado que solo quienes lo conocían muy bien –su madre, su mejor amiga y su novia– podían aplacar difícilmente. Lo cierto es que, salvo la paga, cada vez le interesa menos el periodismo –o lo que se supone que debe interesarle a un periodista: la cosa noticiosa, la primicia, la coyuntura– y sus concesiones y el horario de oficina y las amanecidas en los cierres del diario que le destruyen la espalda y lo hacen bajar de peso dramáticamente. Ah me, I knew God You / had better plans than that / So whatever plan you have for me / Splitter of majesty / Make it short / brief / Make it snappy. Estos versos de Kerouac, marcados furiosamente en su libro de tapa negra, retumbaban en la cabeza de Mario, desde que los leyó durante la madrugada. Fire just feeds / On fiery deeds. Mario ha cogido un mapa de Sudamérica esta mañana. También ha llamado a su chica. Dice: me voy en unas semanas. Solo. Ella, que también sabe de las crisis de quien se harta de todo, le ha dicho que le ayudará a hacer el itinerario. Mario, después de todo, nunca fue bueno para hacer planes, pero hay que ver lo terco que es cuando lo intenta. Ha desplegado el mapa sobre la mesa de la cocina y lo marca furiosamente con un lápiz rojo. Las ciudades son equis; las carreteras son líneas torpes e imperfectas sobre el papel. Lima-Ica-Arequipa-Puno-La Paz-CochabambaSanta Cruz-Iguazú-Curitiba-Buenos Aires-Montevideo-Córdoba-Jujuy-Antofagasta-Arica-Tacna-Lima, otra vez. ¿Cuánto tiempo tomará hacer todo el recorrido por tierra? No lo sabe. Mario ha cerrado su cuenta de Facebook, ha devuelto el celular del diario. Viaja sin cámara, pero lleva varios cuadernos en blanco para escribir. Su mochila está desempolvada. Solo le hacen falta unos zapatos de montaña nuevos y ya. What is left of a man and all his pride / but bones? / from him is heard no more. Las palabras de Kerouac, el genio beat autor de On the rOad, una de las novelas de viaje más influentes del siglo XX, explotaban en su cabeza mientras acababa su último cigarrillo del día. From him is heard no more. Mario siempre creyó que un viaje –cualquier viaje– es un nuevo comienzo de algo. Aunque esta vez no está seguro de qué. Y tal vez -piensa- sea mejor así.

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Índice

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ACTOR DESCONECTADO Para Manuel Gold, no contestar el teléfono se ha convertido en parte de la rutina. Odia tener que comunicarse a través de ese aparato. Pero más que cualquier cosa, le desespera que el resto demande de su atención en cualquier momento. Sus amigos y colegas ya se acostumbraron.

Así es Gold, concluyen todos. El actor peruano más alabado del momento tal vez hub iese p referido no d ar esta entrevista.

EL ÁLBUM DEL NORTE El fotógrafo Erasmo Wong Seoane recorrió las ocho provincias de Piura buscando personajes que le permitieran retratar esa región más allá de los clichés. El resultado fue la exposición Piura: eaLismo fantástico, un espléndido repaso por historias fantásticas de gente común.

LECCIÓN DE HONOR El esquiador Roberto Carcelén es un hombre callado. Su mejor lenguaje son las acciones. Ahora, convertido en un personaje mediático tras participar en las olimpiadas a pesar de tener dos costillas rotas, busca superar su nueva meta: llevar su relato a la mayor cantidad de gente posible.

UNA DAMA DEL ARTE La galerista española Juana de Aizpuru llegó a ArtLima por la confianza que le tiene al espíritu enriquecedor del arte en el Perú. La galería que lleva su nombre, acaba de celebrar más de cuarenta años y para esta mujer, el arte, el placer y la vida se han convertido en una misma cosa que sigue disfrutando.

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PERUANOS DEL JAZZ Sus composiciones los han hecho acreedores de doce premios del Latin Jazz Corner de Nueva York, reseñas por famosos periódicos como Los Angeles Times y el Wall Street Journal. El Sexteto del Jazz Afroperuano llegó el pasado marzo a Lima desde Nueva York para hacer una gira pequeña y mostrar que tales galardones no se han recibido en vano.

ACTRIZ EN DESPEGUE A sus veintitrés años, Fiorella Pennano ha regresado a Lima para trabajar en su taller de teatro Espacio Interior, mientras se prepara para su interpretar a Juana I de Castilla -personaje principal de la obra La Loca- en la ciudad de Toronto, donde reside desde hace cinco años. Los escenarios del mundo pronto sabrán de ella.

Nosotros

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Marzo 2014 Asia Sur es una revista de actualidad, cultura y entretenimiento dirigida a mayores de 18 años cuyos anunciantes se sujetan a las disposiciones legales vigentes en materia de contenidos publicitarios.

Próximo especial:

DISEÑO Y ARQUITECTURA Cierre: 2 de abril Publicación: 18 de abril Contacto: ventas@asiasur.com Nextel: (99) 401*4124

El arte de la fuga

Por Jeremías Gamboa

Formas de volver a casa

Ha dedicado demasiadas horas a malgastar su cerebro pensando inútilmente en casi todo lo que le ocurre. Escribir libros de ficción o columnas como esta le han permitido encontrarle un sentido a tan absurda actividad.

Acaba de publicar su primera novela.

O qué significan para nosotros aquellos espacios donde vivimos

Hace muchos años viví en una casa de locos. Bueno, no era siquiera una casa sino un edificio delirante, y para ser sinceros el único demente que vivía allí era yo. Alquilé un espacio en un momento de ceguera, desesperado por dejar la casa de mis viejos, en San Luis, e independizarme de una vez por todas. Como la primera vez que entré en él era una tarde de domingo y no tenía ninguna experiencia rentando nada, no pregunté lo esencial y caí redondo. El día que llegué con mis cosas al piso once descubrí, horrorizado, que sería el único habitante de una torre que no tenía ninguna actividad más allá de las horas de oficina; de pronto todos se iban a sus casas y los encargados apagaban las luces de todos los pasillos. Durante ocho meses resistí como un minotauro que erraba por un complejo de corredores oscuros apenas sostenido por su miedo. Por las noches escuchaba voces de personas que conversaban o los solfeos de una cantante de ópera que practicaba en algún lugar debajo de mi departamento.

Nunca entendí bien por qué aguanté tanto, por qué me obstiné en seguir viviendo en ese lugar macabro en el que cualquier persona habría perdido la razón. Recuerdo que esa pregunta se la hace un personaje a otro en un cuento espeluznante que escribí para dejar de tener pesadillas con ese lugar. Se llama El edificio de la calle Los Pinos, y es el primer relato de mi primer libro de ficción.

Cuando era muy niño, el mundo entero cabía en una pequeña casa de San Luis. Mis hermanas mayores habían vivido en Miraflores y en Lince, pero cuando yo nací, mis papás ya tenían casa propia: un espacio de dos pisos en un ordenado conjunto habitacional construido durante el gobierno de la junta militar.

Probablemente porque yo no había cambiado nunca de lugar soñaba en secreto con irme a vivir a la casa de unos tíos míos en Santa Anita, un sitio bastante más bullanguero y divertido que mi casa porque allí vivían cuatro primos hombres con los que podía jugar fútbol, hablar de temas indebidos y ver figuritas de álbumes del mundial. Un par de veces pasé los fines de semana con ellos porque pensaba que esa era mi casa y ellos mis hermanos. Muchos años más tarde, cuando me tocó escribir mi primera novela, imaginé esa casa con la que fantaseaba de niño para mi personaje Gabriel Lisboa. Gracias a una proyección mental permanecí en ella el tiempo que me tomó escribir el libro. La experiencia fue tan intensa que por ratos me parece que de veras hubiera vivido en Santa Anita.

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Pero no. Viví más de la mitad de mi vida en la casa de San Luis, y cada vez que vuelvo a visitarla, incluso ciertas tardes de domingo para almorzar con mis viejos y hermanas, algo se llena de nostalgia dentro de mí. A esa misma casa con escalera exterior y jardincito volví a los 26 años con una especie de vergüenza después de renunciar a mi carrera de periodista, y a ella retorné con alivio a los 32, después de pasarme dos años en una casa de madera asolada por la nieve y los vientos en un aislado campus universitario en Colorado, Estados Unidos. Recuerdo perfectamente aquel dúplex que compartía con un estudiante de negocios. Mi ventana que daba a los estudios de otros estudiantes y una mesa de pimpón aterida por el frío en los meses duros del invierno o anegada de lluvia cuando se terminaba el verano. Las ardillas que corrían por los cables. Cuando volvía de visita al Perú, me despertaba creyendo que aún estaba allá, pero el desayuno que mi mamá instalaba sobre la mesa para atender al hijo escuálido y ausente no albergaba dudas. La casa de San Luis era siempre la mejor de todas.

Escribo esta columna en el espacio de Miraflores donde he estado viviendo durante los últimos cuatro años de mi vida, y en el que he sido pleno como nunca antes. Aquí he pasado parte de la década de los treinta y he terminado completándome; aquí he aprendido a estar solo y bien, y también he leído y escrito como nunca antes. Desde la primera vez que vi la terracita y sus geranios, el librero y la pequeña escalera que lleva al segundo piso, y sobre todo el espacio que se extiende más allá de la habitación como la proa de un barco, estuve completamente seguro de que aquí terminaría la novela que ya había empezado. No me equivoqué. Me encanta que los vecinos sean siempre tan discretos, que se escuchen voces extranjeras en la casa de los mochileros de al lado, las tiendas en cada esquina, la brisa del mar cuando salgo al pequeño balcón al lado de la computadora, la calle José González, y el camino que termina en el malecón y en la visión alucinatoria del mar. Es extraño, pero, a pesar de todo eso, algo me dice que mi tiempo aquí está llegando a su fin porque la vida sigue su movimiento y muchas veces el lugar en el que somos no puede contener lo que seremos. Lo que intuimos que ahora nos toca vivir. Así, vivo mis días observando este espacio con una especie de nostalgia anticipada, como quien va celebrando lentamente una imperceptible ceremonia del adiós.

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Backstage

Fotos de María Belén Panizo

Vestido para la ocasión

Manuel Gold está asustado. Las sesiones de fotos no son sus favoritas, y menos cuando tiene que ponerse ropa que usualmente no usaría. Y eso sucede siempre. Manuel Gold nunca compra ropa. La última vez que pagó por alguna prenda fue por una casaca del equipo alemán de fútbol, el año pasado. Hoy ha llegado con unos shorts azules, sandalias y una camiseta negra de la banda de rock Tool. Alguien le regaló esa camiseta, como muchas de las que usa Manuel. El estilo no es algo que le preocupe. Por eso, cuando le deben tomar fotos, llega la preocupación. Los atuendos son más disfraces a los que les faltan personajes, y a Manuel, de sonrisa fácil y movimientos torpes, no le gusta disfrazarse si no va a actuar. Baja de la Van que lo ha traído y se ha cuadrado exactamente al costado del rack en el que descansan las prendas que utilizará.

Manuel Gold saluda a todos y mira las prendas. Felizmente, esta vez, no ha visto algo que lo asuste mucho.

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calvin klein

Instantáneas / Música

Por Pablo Panizo

Moldes nuevos Después de un primer disco que reflejó la exploración inicial de sonidos para Moldes, la banda peruana regresa con aGuas de Marte, un álbum con identidad propia.

El segundo disco de Moldes tiene apenas unos días a la venta, pero ya ha arrancado aplausos. De este se ha dicho, entre muchas opiniones, que presenta un sonido que pertenece a Moldes y a nadie más. Y tiene sentido decirlo. Cuando hace cuatro años debutaron con un disco titulado sencillamente Moldes, la agrupación se hallaba en lo que Katia de la Cruz –vocalista, tecladista y fundadora de la banda– recuerda como una «búsqueda de sonido». Para ese entonces llevaba ya tres años tocando junto con el guitarrista Efrén Castillo probando los sonidos de motores de juguetes malogrados, ‘micrando’ ventiladores, aprovechando lo que estuviese a la mano para crear sonidos. El primer disco es un reflejo de esa experimentación: un disco de ocho canciones distintas entre sí. «Mediante la mezcla le dimos un sonido homogéneo, pero de todas maneras no se sentía como un universo», dice Katia. Con AguAs de MArte el caso es distinto. A través de las mezclas, de las capas de sonido, de las letras e incluso a través del arte –a cargo de Héctor Delgado–, se intentó plasmar una misma personalidad de sonido.

En la portada del disco se lee «Post Punk Experimental». La banda no está completamente a favor de la definición, aunque tenía que clasificar los discos de alguna forma. Moldes tiene también pop, psicodelia y bastante noise –quizá por esto últi-

Playlist

Tres soundtracks nominados a Mejor Banda Sonora en los premios Oscar.

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mo recuerde tanto el sonido de bandas noventeras como Sonic Youth, los padres del noise rock–. En la banda, junto con el bajo de Giancarlo Rebagliati, el teclado de Katia se utiliza como un sintetizador, y la guitarra de Efrén tiene completa libertad de movimiento, en una constante experimentación de efectos. Del primer al segundo disco, sin embargo, hubo un cambio en la formación de la banda que influyó determinantemente en el sonido final: el ingreso de Ernesto Velarde en lugar de Marta Postigo, bateristas de formación distinta. «Ella toca batería como cajón, yo toco cajón como batería», dice Ernesto cuando le recuerdan que Marta –hoy radicada en Argentina– ha sido cajonera. A Ernesto le entusiasmó la idea de lo que podía surgir con un baterista como él, acostumbrado a la energía del punk, en una banda ecléctica y libre como Moldes. La mezcla funcionó: su toque intenso y presente permite a la banda tocar sobre la base de la batería. «Esta banda se trata del cambio constante», dice Ernesto, y este nuevo disco es una prueba clara de ello.

AguAs de MArte puede encontrarse en las discotiendas y en iTunes. Si desea ver en vivo a los integrantes no habrá mejor oportunidad que el 21 de marzo, cuando reabran por una sola noche La Casa del Auxilio, el local que los vio nacer, y en el que presentarán el disco.

Gravity [2013] Steven Price

La Ladrona de Libros [2013] John Williams

PhiLomena [2013] Alexandre Desplat

La magnificencia del espacio, donde el humano es más pequeño que nunca y cualquier desperfecto es una amenaza de muerte, se retrata en Gravity como nunca antes, no solo por las conmovedoras imágenes, sino también por el músico inglés Steven Price, cuyo trabajo hizo a la película merecedora de la estatuilla a mejor música original.

Acostumbrado a trabajar con los directores Steven Spielberg y George Lucas, el octogenario John Williams hizo una excepción con La Ladrona de Libros, dirigida por Brian Percival. Aplaudido por la crítica, Williams entrega un repertorio de canciones cuya profundidad retrata fielmente la tristeza de la guerra nazi y que conmueve a la vez.

La fórmula que le valió a La reina [2006] ser nominada a Mejor Banda Sonora – Stephen Frears en la dirección y Alexandre Desplat a cargo de la composición musical– se repitió en Philomena con el mismo resultado: una nominación por la misma categoría. Un apacible paseo guiado por un notable piano y acompañado por vientos y cuerdas.

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Instantáneas / Cine

Por María Alejandra López

Un cineasta fuera de orbita El aclamado trabajo de Alfonso Cuarón en Gravity ha marcado un hito en la historia del cine, con una película que requirió tecnología única para realizarla.

Los flashes del mundo cinematográfico están enfocados en el primer director latinoamericano en llevarse la codiciada estatuilla del Oscar a casa: Alfonso Cuarón. La historia que ideó con su hijo Jonás hace cuatro años fue bosquejada en un papel en medio de una conversación muy soñadora: filmemos la vida fuera de la atmósfera terrestre.

Para el proyecto reclutaron a los astronautas Ryan Stone [Sandra Bullock] y Matt Kowalsky [George Clooney]. Ambos fueron enviados a una misión espacial en un transbordador; cuando este se destruye, los deja a la deriva espacial, atados el uno al otro en una espiral hacia la oscuridad. En palabras de Emmanuel Lubezki –el director fotográfico–, la participación de Bullock fue «como actuar dentro de un iPad», en alusión a la gran cantidad de artefactos que la rodeaban durante el rodaje.

Filmar en la tierra una película que ocurre en el espacio tuvo varias sentencias negativas inicialmente: «se necesitan siete años para lograrla» o «conseguir al menos cuatrocientos millones de dólares». Con la ayuda de su hijo Jonás en el guion, Lubezki en la imagen, y la confianza total de Warner Brothers, se

El dúo

diná mico Otras obras maetras de Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki

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embarcó en una odisea tan inmensa como la que intentaba recrear.

El sentimiento despertado por la película ha sido comparado con La LLegada de un tren a La estación de ciotat [1895], de los hermanos Lumière. Una de las primeras proyecciones en la historia del cine, que en su tiempo fue una experiencia fantástica. El público parisino que se reunió en el Grand Café del Boulevard des Capucines realmente creyó que el tren iba a salirse de la pantalla y arrollarlos. El director mexicano ha demostrado que es posible asombrar al público en estos tiempos y desprenderlos de sus butacas durante 91 minutos.

Gran parte del éxito se debe al exhaustivo trabajo de Lubezki, quien también se llevó una estatuilla dorada a casa. Cuarón lo considera su mano derecha en la imagen de sus películas desde que eran jóvenes y compartían clases en un instituto de cine en México. Han trabajado juntos en seis películas. En gravity utilizaron planos de secuencia, encuadres amplios y un minucioso trabajo de iluminación, considerando que en el espacio el día dura apenas noventa minutos.

La princesita [1995] Película que catapultó a Lubezki a la fama mundial con una nominación al Oscar. Cuenta la historia de Sara, quien es separada por su padre en la guerra: él es reclamado por el ejército y ella es enviada a un internado en Nueva York. Allí es vista como una niña caprichosa y consentida, pero todo cambiará cuando a su padre lo dan por muerto.

Ella tendrá que hacer más labores para permanecer en el internado.

El trabajo más difícil consistió en conseguir la tecnología adecuada, pues la mayoría no existía. Usaron animaciones preprogramadas, como un borrador de lo que sería la película; robots con cámaras, que iban al mismo lugar en el que se efectuaban las tomas y que eran lo suficientemente pequeños como para caber en un espacio de sesenta centímetros de lado; y la caja de luz ideada por Lubezki y Tim Webber, encargado de los efectos visuales: el propósito de la caja de seis metros de altura y 4,096 bombillas era proyectar la cantidad de iluminación necesaria a los personajes para conseguir un efecto realista de la luz en el espacio.

El director mexicano decidió convertir a todos los espectadores en astronautas con un filme que se llevó siete estatuillas doradas. Cuarón sentía fascinación por la vida fuera de la tierra desde los setenta: «Este güey decía que quería ser astronauta», recuerda Carlos Cuarón, hermano menor de Alfonso, para el diario El País. A los doce años le regalaron una cámara Pentax, y su pasión encontró otro camino. Sus hermanos aseguran que se volvió insoportable cuando grababa decenas de cortometrajes caseros. Lo demás es historia. s

Grandes esperanzas [1998] Una adaptación moderna de la famosa novela homónima de Charles Dickens. Narra la historia de un joven de clase media llamado Finn [Ethan Hawke]. Cuando era un niño, se enamora de una chica llamada Estella, que se convierte en la inspiración de sus dibujos, y, a su vez, en su doloroso y obsesivo amor.

Inesperadamente Finn se convertirá en un famoso pintor, quien tiene así una oportunidad con Estella, quien tenía una posición económica más privilegiada que él.

Presentador oficial de la Liga Premier

carati

Cul i nar i as

Instantáneas / Letras

Por Pablo Panizo

La vida real de un señor fantástico El colombiano Alberto Salcedo Ramos se sumerge en la extraordinaria vida del autor de La gota fría, Emiliano Zuleta, una de las más recordadas figuras del vallenato.

La ficción suele suponer para los escritores un reto por hacer de su texto una historia verosímil. En el periodismo literario, en cambio, los esfuerzos se orientan hacia encontrar en una vida real los pedazos que la hacen extraordinaria. En el caso de el testAMento del viejo Mile, la lógica se invierte: la vida del cantante de vallenato Emiliano Zuleta Baquero es tan extravagante que el cronista Alberto Salcedo Ramos tuvo que empeñarse por hacerla creíble. A los noventa años, Zuleta, el Viejo Mile, había tenido tantas mujeres como cumpleaños, tantos hijos que no podía contarlos y tantas canciones dedicadas a su archirrival en el acordeón y el canto Lorenzo Morales, que muchas han sido olvidadas para siempre.

En el ocaso de su vida, mientras doctores y familiares lo alejaban del ron, el acordeonista habló con Salcedo Ramos

sin reservarse ninguna infidencia. «Era una catarata de palabras», recuerda el cronista colombiano. Su fina pluma hizo de sus palabras una historia inolvidable.

Parecemos estar frente a un capítulo de Cien Años de soledAd. ¿En el interior de Colombia es mágica la realidad? Es definitivamente muy distinta a la de la ciudad. La de Zuleta era «una región en la que los hombres se comparan con gallos de riña o con ceibas que resisten tempestades», un mundo donde la virilidad está determinada por el éxito con las mujeres y, en el mujerieguismo, nadie como Zuleta. Ya lo sabía su propia madre, quien buscaba a las madres del pueblo, para aconsejarles que «amarren a sus hijas, que por la calle anda suelto un gallo de pelea».

El Viejo Mile corregiría: tampoco en el acordeón ni en la improvisación hubo otro como él. La discusión entre Zuleta y Lorenzo Morales por quién era

el mejor en las noches de música duró hasta que apareció La gota fría, y con ella el duelo quedó sentenciado a favor de Mile. Me lleva él o me lo llevo yo, pa' que se acabe la vaina. Ay, Morales, a mí no me lleva, porque no me da la gana. «Si usted quiere encontrar mejores compositores que Emiliano, los va a encontrar. ¡Pero el que escribió La gota fría fui yo!», sentencia Zuleta.

La historia detrás de la canción que popularizó Carlos Vives a inicios de los noventa es también narrada con excelencia por Salcedo Ramos. Quizá por alguna extraña sinceridad que brinde la ancianidad, o quizá simplemente porque así lo quiso, el Viejo Mile no se preocupa por qué decir y qué no. «[Sus palabras] hubieran sido insoportables en boca de cualquier joven e ilustrado, pero dichas por él, un analfabeto ya anciano, sonaban graciosas. Era como ver a un abuelito tratando de derrotar

dos más del cronista colombiano El oro y la oscuridad. La vida gloriosa y trágica de Kid Pambelé [2005, Debate] El más extenso trabajo de Salcedo Ramos, una exquisita mirada a los muchos capítu Kid Pambelé los de la vida del primer gran ídolo del boxeo colombiano Antonio Cervantes, dos veces campeón mundial de peso welter junior. Cuenta con una reedición a cargo de Aguilar, publicada en el 2012.

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su propia vejez mostrando al mundo sus credenciales de conquistador», comenta Salcedo Ramos sobre el hombre que –asegura– le hizo divertirse más que nunca haciendo su trabajo.

Originalmente publicada hace una década en la revista el MAlpensAnte, esta crónica ha sido reeditada en un e-book para descargarla desde ecicero.es. Sobre su autor no hay mucho que no se haya dicho ya: Salcedo Ramos es considerado uno de los maestros de la nueva narrativa latinoamericana, y ha sido calificado por el norteamericano Jon Lee Anderson –uno de los periodistas más influyentes del último siglo– como el cronista de cronistas. Imperdible su próxima intervención en la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, cuando el 25 de marzo brinde dos charlas sobre crónica y narrativa autobiográfica, y sobre el futuro del periodismo.

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La eterna parranda. Crónicas 1997-2011 [Aguilar, 2011] Una colección de veintisiete perfiles de personajes que van desde deportistas como futbolistas, boxeadores y toreros hasta víctimas del eterno conflicto entre las FARC y las fuerzas militares colombianas. En este libro podemos encontrar nuevamente la historia de Zuleta, además de la de otro famoso cantante de vallenato: Diomedes Díaz.

Instantáneas / Arte

Por Raúl Lescano

La búsqueda de la forma El arquitecto Patrick Gardener ha visto en la escultura el camino para buscar su identidad artística.

Fotos: Santiago Barco

Hasta hace medio año, Patrick Gardener se había dedicado como arquitecto a diseñar casas, discotecas y casinos por cerca de quince años, una labor que incluso lo llevó a trabajar en proyectos en la misma Las Vegas. Pero aun así su inquietud creativa lo ha llevado a tomar una decisión radical: dejarlo todo para inmiscuirse en el mundo de la escultura. «El problema de la arquitectura es que estás amarrado por muchos lados: por el gusto del cliente, por los materiales que hay en la zona, por el presupuesto; hay muchos elementos que te limitan», dice. «No puedes fluir tanto con lo que tú quieres.

El arte es más puro, más interno, más individual».

A los 39 años, Patrick ha decidido inmiscuirse en la escultura para hallar esa libertad creativa que sentía limitada. Las piezas que ha trabajado hasta hoy y que tiene repartidas en la sala de su casa muestran esa búsqueda de identidad artística por las que ha llegado a la escultura.

Patrick, en realidad, descubrió esa pasión muchos años atrás, en la misma Facultad de Arquitectura de su universidad, en un curso electivo al cual siguió asistiendo incluso después de haber terminado la carrera. Ahí inició y aprendió a comprender el volumen de las piezas, y a cómo trabajar la luz y las sombras en sus creaciones. Esos primeros conocimientos se tradujeron en piezas abstractas parecidas a llamas de fuego que trabajó con yeso cerámico. A la escultura regresó ya con el pelo entrecano, cuando tuvo que encargarse del negocio de su padre, una fundición que le daba la oportunidad de retomar ese interés dejado atrás.

Lo abstracto quedó de lado y retomó la escultura con bustos femeninos hechos de arcilla. Unas piezas finas, minimalistas y fálicas en las que busca concentrar la pureza y sencillez de la belleza femenina. Una vez logradas esas piezas pasó a experimentar con la madera. Para ello eligió al caballo como símbolo de lealtad y devoción, un pequeño homenaje a este animal como vehículo de los dioses en distintas historias y leyendas mitológicas. Este proceso le ha permitido ramificar este concepto al caballo de paso peruano en pequeñas esculturas también de madera. Cinco de estas piezas, pensadas de una manera más comercial, van camino a Estados Unidos, a la North American Peruvian Horse Association.

Ahora el escultor se ha sumergido en un proyecto que considera potencial para su primera exposición personal: las esculturas de los samuráis, hechas de acero de una altura de 63 centímetros. Las piezas fueron moldeadas de tal manera que parecen haber sido halladas después de siglos de haber sido olvidadas. «Eran los guerreros más temidos de la historia», dice Gardener. «En todas las culturas siempre enseñan a los guerreros a enfrentarse a la

muerte, pero el samurái era el único que no tenía miedo a morir». Este plan ya cuenta con tres piezas distintas bajo la misma temática y con samuráis aun en dibujos que él mismo realiza para luego convertirlos en acero. La incesante experimentación de Patrick girando sus conceptos en una y otra dirección va hallando su norte poco a poco. Por ahora su creatividad ha encontrado en la escultura el campo ideal para buscarlo.

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El Gurú

Por Rodrigo Alomía / Fotos de Augusto Escribens

Alexander Neumann «No sentí que tenía la capacidad de pintar, así que encontré en la fotografía una manera de pintar pero con luz», dice Alexander Neumann esta mañana en Barranco. Su comentario alude a esas épocas infantiles en las que descubrió de cerca el arte: a su padre le fascinaba pintar, y siempre solía llevarlo a exposiciones de arte del Perú y del mundo. Alexander recuerda también los libros de famosos pintores que se acumulaban en su casa, pero, por sobre todo, los libros de fotografía que lo impresionaron desde que tiene memoria.

Desde hace siete años es fotógrafo profesional, y aunque comenzó en el género documental, hoy Alexander es uno de los fotógrafos peruanos de moda más reconocidos, con trabajos en editoriales que se han publicado por el mundo, desde Vogue México hasta Vogue Korea, entre otras revistas, como GQ, Harper’s Bazaar, y más.

Ha regresado al Perú hace poco más de una semana, pero ya tiene planeado viajar nuevamente a fin de mes, a donde su trabajo lo lleve, tal vez a México o Brasil. Es un estilo de vida que disfruta y que lo apasiona cada día más.

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1. Audífonos Sony. Tienen más de tres de años pero funcionan tan bien como el primer día. Además de escuchar música, Alexander también los usa para escuchar relatos o lecturas de sus escritores favoritos desde su celular. 2. Mochila. Siempre la lleva consigo, sobre todo en los largos trayectos que hace en bicicleta. Suele cargar lo básico: laptop, audífonos, libros, y alguna muda de ropa. 3. Guantes de boxeo. Son de la marca cubana Batos; se los regaló su profesor de boxeo cuando tenía diecinueve años. Alexander dejó de practicar este deporte por un tiempo, pero lo ha retomado desde hace seis meses. 4. Parlante B m Wireless. Se conecta inalámbricamente a su laptop, y es perfecto para reproducir su música cada vez que toma fotos. Últimamente la electrocumbia es su género preferido. 5. Cámara. Es una Nikon D800E que compró hace poco más de un año, y que ahora usa en todos los trabajos que tiene. Le gusta por su gran resolución y aspecto antiguo.

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Historias para un cambio

Por María Alejandra López

un cine ambulante

Desde hace ocho años, el proyecto Los Nómadas realiza algo que muchos consideraban imposible: funciones gratuitas de cine al aire libre en las comunidades más necesitadas de Latinoamérica.

Los más sorprendidos eran los niños. Jamás habían ido a una sala de cine, ni sabían qué rayos era una película. «¡Mira, es un televisor gigante sin caja!», decían algunos, abriendo los ojos con asombro, preguntándose cómo era posible que la luz que salía de un pequeño aparato electrónico proyectara rostros y paisajes sobre una inmensa pantalla blanca puesta en el centro de la plazita. Allí, en esa comunidad alejada de Ancash, Los Nómades dieron sus primeros pasos hace ocho años.

Este proyecto ha llevado el cine a lugares en situación de

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pobreza, donde difícilmente hay luz eléctrica o agua potable.

Desde Junín, Arequipa, Ancash, hasta las fronteras de Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia y Brasil, Los Nómadas han organizando funciones de cine gratis al aire libre, movilizándose solo con lo primordial: una pantalla portátil, equipos de sonido, un generador y un proyector para montar un cine en la superficie de cualquier lugar.

Todo, sobre una camioneta 4x4.

«Hemos sido solo cinco personas conviviendo por tres meses recorriendo Latinoamérica», dice Aldo Callegari, creador del proyecto, convencido de que la tarea no ha sido nada fácil.

Hace ocho años, mientras trabajaba en una ONG, Callegari se dio cuenta que era más sencillo usar plataformas audiovisuales para transmitir sensaciones a las personas. Entonces no tuvo mejor idea que diseñar un proyecto dedicado a regalar cine, exhibiendo largometrajes, cortometrajes y documentales de historias latinoamericanas.

Al principio, dice Callegari, la gente creía que llevaban películas religiosas o campañas políticas. «Nadie podía creer que llevábamos cultura, calidad de contenidos y gratis», recuerda.

«Pero ni siquiera el haber sido raptados por las FARC en

Colombia durante tres días, nos impidió seguir adelante».

La respuesta de las personas ha hecho que el viaje valga la pena. A raíz de la curiosidad de las comunidades se crearon los Talleres Nómadas, dedicados a proporcionar lecciones básicas para los pobladores que deseen construir un documental. Los Nómadas quieren transportar a los pobladores hacia otras realidades mediante el cine, y a su vez, que ellos descubran el poder que éste tiene de simbolizar realidades. Para ellos, el cine es un medio de integración capaz de cruzar cualquier frontera.

lancaster

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Por Manuel Eráusquin / Foto de Augusto Escribens

Lecciones

para cuidar

un jardín La depredación de la naturaleza, el agujero de la capa de ozono o el cambio climático no es un juego de niños. Nuestra relación con nuestro entorno ambiental va hacia direcciones riesgosas. Joaquín Leguía, de la Asociación para la Niñez y su Ambiente [Ania], ha realizado distintos proyectos ambientalistas en el Perú con niños. El hogar, la escuela y los espacios públicos son escenarios propicios para trabajar una mirada más afectuosa con el medio ambiente. La naturaleza –dice– siempre tiene algo que enseñarnos.

Cuando era niño, Joaquín Leguía pasaba muchas horas jugando con su hermano en el jardín de su casa. Era un espacio amplio y cubierto por flores de colores y plantas de diversas especies. Allí él, sin saberlo, fue descubriendo su vocación.

Aprovechó la posibilidad de ir a estudiar a Estados Unidos, y fue recibido en la Universidad de Cornell, donde siguió una carrera llamada Agricultura Internacional.

Pero estudiar una maestría en Manejo Ambiental y una especialización en El Rol de la Niñez en el Desarrollo Sostenible en la Universidad de Yale fue decisivo para su vida. Ha trabajado el tema de la preservación ambiental en su ONG Ania desde el concepto de lo afectivo con los niños. Ahora prepara un proyecto denominado Población Ambientalmente

logisti-k express

Activa, una forma de comprometer al ciudadano a que ayude según sus posibilidades y sea socio del Estado con la finalidad de preservar el medio ambiente.

Esta iniciativa se desarrollará a nivel nacional y buscará reunir un millón de firmas de personas comprometidas con la preservación del medio ambiente.

La idea es presentar este documento en la Conferencia de las Partes para el Cambio Climático [COP 20], el evento más importante sobre el cambio climático en el mundo, y que tendrá a Lima como sede en diciembre de este año. Presidentes, ministros y empresarios de 164 países estarán presentes. Joaquín Leguía, nieto del ex presidente Augusto B. Leguía, tiene fe en la llegada de buenos vientos.

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Enfoque

«Cuando a los niños se les da la oportunidad, manifiestan actitudes increíbles y llevan adelante su proyecto de cuidado ambiental. El contacto con la naturaleza te genera una serie de valores muy importantes, como la empatía, la solidaridad, y te da la posibilidad de tener claridad de mente y escuchar a tu corazón»

En ese sentido, ¿te parece que se les empieza a sembrar un temor por la naturaleza?

Q

ué tipo de principios se deben considerar para preservar el medio ambiente?

Está bien que se necesite generar recursos, pero se debe tener en claro las potencialidades y limitaciones del planeta o de los recursos que pueda proveer sin causar una depredación. Saber hasta dónde llegar y cómo trabajar y cómo dirigir la tecnología sin poner en riesgo a la naturaleza. Esa idea de que la tecnología y el dinero solucionan los problemas es hasta cierto punto, porque la tecnología y el dinero solos no lo harán. Tiene que haber una orientación apropiada de esos recursos. Por eso su uso depende de nuestros valores y actitudes por la vida y la naturaleza. Y, según lo que he estudiado, esto se desarrolla entre los dos y once años de edad.

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Los niños pueden generar cambios importantes en el futuro. ¿Crees que son bien orientados para que se relacionen y respeten a la naturaleza?

En las zonas urbanas hay cada vez menos espacios para que los niños se relacionen con la naturaleza y sean protagonistas de un cambio en el que crezca un afecto por la naturaleza y se la respete. Pero los espacios de tierra son desplazados en las escuelas por el cemento. Así, si se necesita una biblioteca o más aulas ocupan estos espacios. Lo paradójico está en que en esos lugares de cemento se enseña sobre medio ambiente, que podría ser una clase impartida en lo que podemos llamar un aula verde; donde puedan meter sus manos en la tierra y sembrar un árbol. Además, el tiempo que se destina en los colegios para que los niños desarrollen afecto por la naturaleza es disminuido por clases que enseñan a cómo mitigar desastres naturales.

Claro, porque en lugar de que el niño establezca una relación con la naturaleza desde la afectividad, se genera una actitud de ecofobia en vez de querer a la naturaleza. El problema acá está en que el niño empieza a ver a la naturaleza como una amenaza y no como un aliada. Entonces se produce un quiebre, algo que no debería ser así. Otro tema es la falta de coherencia, algo que veo en muchos programas de responsabilidad social destinados a preservar el medio ambiente. ¿Qué pasa cuando las personas regresan a sus casas después de esas campañas?

No asumen un cambio genuino. En sus casas no se ve la transformación. Y digo esto porque el eje de la coherencia está en nuestro hogar. ¿De qué manera se inculca una actitud responsable por el medio ambiente a los niños?

Se desarrolla el respeto por el medio ambiente de una forma afectiva. Lo técnico es un medio, y el comprender la importancia del tema ambiental no resulta cuando te lo cuentan; lo tienes que vivir.

Sin embargo, los niños que en el colegio realizan actividades de plantar árboles y desarrollar afecto por la naturaleza muchas veces experimentan que en sus casas a los padres no les interesan el reciclaje ni las plantas. Entonces no hay coherencia y se confunden.

Has desarrollado proyectos dentro y fuera de Lima. ¿Cómo los trabajan ustedes con los niños?

Hemos creado una metodología en la que el adulto entrega al niño, ya sea en su escuela u hogar, un espacio desde donde pueda demostrar su capacidad para aportar a su sociedad en la búsqueda de un cambio de mentalidad en relación con el medio ambiente. Nosotros hemos visto que cuando a los niños se les da la oportunidad, manifiestan actitudes increíbles y llevan adelante su proyecto de cuidado ambiental. Eso también inspira a otros a seguir ese camino. Y esta iniciativa que empezó en Madre de Dios ha ido creciendo y se encuentra en más de doce regiones del Perú. Además casi 25 mil niños participan en este proceso, y han aportado con más de dos millones y medio de metros cuadrados de áreas naturales desde sus hogares, escuelas y comunidades. Una perspectiva que aporta a la mejoría de nuestro país. ¿Cuáles serían las ventajas para una persona que desarrolla una relación con la naturaleza?

El contacto con la naturaleza te genera una serie de valores muy importantes, como la empatía, la solidaridad, y te permite entender la interdependencia en la que vivimos, y te da la posibilidad de tener claridad de mente y escuchar a tu corazón.

Suena romántico, pero hoy vivimos en contexto de caos, de bulla. Por eso cuando en los colegios quitan los aparatos electrónicos a los chicos, algunos sufren de ansiedad, y los papás también porque no pueden comunicarse. En ese sentido, las personas no tienen un lugar donde tranquilizarse y escucharse a sí mismas. Es decir, hacer un viaje interior. La naturaleza te permite hacer eso. ¿Has vivido una situación como la que describes de forma intensa?

Cuando viví en Madre de Dios para trabajar con algunas

comunidades, todo el mundo se iba a dormir a las seis y media de la tarde. Yo entraba en mi mosquitero y no podía dormir y nada pasaba hasta las cinco de la mañana del día siguiente. Después me empecé a acostumbrar, y dormía desde las siete y media de la noche hasta las cinco y media de la mañana. Y eso es como diez horas; yo no dormía esa cantidad de tiempo desde que tenía cinco o seis años. Cuando empecé a dormir esa cantidad de horas, experimenté ciertos cambios internos interesantes.

Comencé a identificar lo que me gustaba, lo que me molestaba y a saber lo que debía llevar a cabo. La naturaleza me permitió conectarme comigo mismo. ¿Cómo funciona el proyecto llamado Población Ambientalmente Activa?

Nosotros tenemos la meta este año de ayudar a promover un nuevo índice de desarrollo sostenible para el país llamado Población Ambientalmente Activa, la que se define como el segmento total de la población que de manera voluntaria desarrolla acciones a favor del medio ambiente en su hogar y con proyección para su comunidad. A través de esta meta buscamos movilizar a la sociedad civil y hacerle sentir que cada uno de nosotros podemos propiciar un cambio en nuestro país. ¿Parte de este proyecto también apunta a la reunión de la Conferencia de las Partes para el Cambio Climático [COP 20] en diciembre de este año en Lima?

La idea también es participar a fin de año en la conferencia.

Nuestra meta es llegar con una carta firmada por más de un millón de personas de todas las edades y todas las partes del Perú para proponer al gobierno ser socios con ellos y aportar todo lo que podamos con el objetivo de preservar nuestro medio ambiente. Todo esto empezando desde nuestras casas, escuelas, centros laborales y los espacios públicos que nos rodean.

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Augus t oEs c r i bens

Erasmo Wong seaone recorrió las ocho provincias de Piura en una semana. La meta: encontrar a quince personajes que materializarán la magia de la tierra de Grau. No llevó cámara. Quería concentrarse en buscar los elementos claves para componer el proyecto

historias que materializarán la magia de la tierra de Grau. Erasmo Wong viajó sin cámara. Quería concentrarse en buscar los elementos claves para componer el proyecto en lugar de estar preocupado por fotografiar todo aquello que le llamara la atención. ¿La fórmula que estaba buscando? Un buen personaje con una buena historia.

—A veces ocurría que el personaje era increíble, pero su historia no —cuenta el fotógrafo, mientras frunce levemente el ceño—. De pronto conocía a un alcalde que podía tener una historia de éxito y emprendimiento, pero eso no era lo que buscaba.

Erasmo hace un esfuerzo por recordar, y afirma que debe haber conversado al menos con cincuenta personas. Desde el terroso caserío de El Convento, sin agua ni electricidad pero con mujeres de

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ojos verdes, hasta los de nombres irónicos, como Malavida o La Horca. Su búsqueda lo llevó por las playas de Cabo Blanco, las lagunas de Huancabamba y la tierra de los músicos de Sechura. Pronto se dio cuenta de que personajes e historias eran lo último que faltaban.

Entre las pícaras cumananas de los curtidos afroperuanos de Yapatera y aquel pescador piurano que disfruta cuando cuenta la anécdota de la vez que brindó con Ernest Hemingway, la magia para la exposición parecía estar debajo de cada piedra. Quizás la más memorable sea la de aquella joven que Erasmo fotografió cuando se bañaba en la Laguna Negra de Huancabamba. Con el torso desnudo posó sin vergüenza para su lente. Contó que venía a limpiarse el cuerpo y el alma todos los años, ya que su padrastro había abusado sexualmente de ella. El agua helada

de ese lago, a más de cuatro mil metros de altura, le daba paz. Pero la magia no se hace esperar. La joven sin nombre revela que desde que empezó a bañarse en la laguna, a su padrastro le salió una mancha negra en el rostro que se expande cada año. Hoy le tapa casi toda la cara. Ella asegura que la mancha tiene la forma de la laguna.

Historias y magia Es claro que en Piura la gente no cuenta una buena historia sin añadir un toque mágico a sus relatos.

Un final fantástico o inesperado siempre te agarrará por sorpresa. Esto capturó al escritor Fernando Ampuero para escribir los textos de la muestra.

Mejor dicho para dar forma a los relatos que Erasmo había logrado recopilar. Aunque hacerlo no fue nada fácil, confiesa.

—He leído los libros de Fernando y me gusta su narrativa —explica el fotógrafo, mientras hace un gesto circular en el aire, como si englobara una idea—, su manera de relatar cuentos y atraparte con las historias.

Ampuero recibió a Wong en su casa una mañana. En realidad se había olvidado de que tenía una reunión con él, y lo hizo pasar en bata. Luego de disculparse y charlar un poco, Erasmo aprovechó para proponerle que escribiera los textos para la muestra. No fue fácil.

Ampuero no estaba muy convencido al principio.

Entre sus charlas en universidades y múltiples proyectos, intentó excusarse de la muestra. Sin embargo, Erasmo logró atraparlo con el anzuelo de la magia norteña.

—Mira, Fernando —le dije—, te muestro algunas fotos, y si te interesan, te cuento de qué se tratan. Si no te interesa el proyecto luego de verlas, no te molesto nunca más.

body in shower

Fue suficiente. El autor de Paren el mundo que aquí me bajo descendió en la estación Piura para pulir los relatos que Wong estuvo escribiendo en su libreta de apuntes, todas las noches, durante su búsqueda en la tierra de lo fantástico.

Humans of Piura Hace casi cuatro años, un fotógrafo estadounidense llamado Brandon Stanton inició un proyecto llamado Humans of new York. Consistía en capturar personajes peculiares en Manhattan y alrededores, y crear un registro viviente de la Gran Manzana. Erasmo Wong tiene este libro sobre la pequeña mesa que hay en su sala. ¿Lo había tomado como inspiración?, ¿tenía una guía previa de cómo elaborar la exposición fotográfica de Piura? La respuesta es no para ambas preguntas. La idea de encontrar al personaje, la historia y conseguir la foto con la técnica perfecta es algo que concibió por sí mismo. Sin embargo sonríe por la coincidencia del hecho que esta dinámica se haya dado antes en otros lados del mundo.

—¿Se te ha ocurrido repetir esta experiencia con otras regiones del país?

— Claro, me encantaría —dice Erasmo, con una sonrisa—. Es un chambón, todo un tema logístico, pero sí quisiera repetirlo en el Perú. Hay mucha magia que capturar.

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la fiesta no se acaba Gabriel Alegría y El Sexteto del Jazz Afroperuano se han presentado en más 600 conciertos por toda Norteamérica, incluyendo los festivales de jazz más importantes, como el de Vancouver 2013. El mes pasado llegaron a Lima a presentar su gira Contigo Perú: arrancaron en San Isidro y cinco días después se despidieron con un concierto en Pamplona Alta. Han regresado a Nueva York, su centro de operaciones, a continuar con lo que mejor saben hacer: deleitar al mundo con la fusión y ritmos de la música peruana.

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Por Rodrigo Alomía / Fotos de Alonso Molina

La primera vez que Freddy Huevito Lobatón —percusionista de El Sexteto del Jazz Afroperuano— tocó un cajón peruano tenía cuatro o cinco años. Era inicios de los setenta y su familia se había mudado a Pamplona Alta, entonces un arenal al sur de Lima donde la mayoría de viviendas eran precarias. El padre de Huevito, don Mario Lobatón, dirigía el ballet Gente Morena, responsables de la difusión de los ritmos y cultura afroperuana en la época.

Un día, mientras su padre ensayaba con su grupo en la sala de su casa, Huevito se escabulló hasta los cajones, se trepó sobre

uno y empezó a palmotearlo. «¡Negro!

Mira cómo está tocando tu hijo», le dijo doña Lucila a su esposo, impresionada por el ritmo que marcaba Huevito en ese instrumento de percusión.

Manzana K1, lote 15, sector Alfonso Ugarte, altura del paradero El Sapo, Pamplona Alta. La casa de Huevito está aquí y esta tarde de fines de febrero se ha armado un estrado frente a su puerta y colocado más de cincuenta sillas de plástico, en medio de la calle, para que El Sexteto del Jazz Afroperuano cierre su gira Contigo Perú.

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Afro jazz ya ha recorrido bastante: doce premios del Latin Jazz Corner de Nueva York, reseñas por famosos periódicos como Los Angeles Times y el Wall Street Journal, y el premio a Mejor Álbum de Latin Jazz por la revista New York City Jazz Record

Conciertos

Los vecinos aguaitan curiosos desde las puertas de sus casas o azoteas ante lo que sucederá: nunca antes se ha tocado un concierto de jazz afroperuano en esta parte la ciudad.

Han pasado más de cuarenta años desde que Huevito correteaba por estas calles, ahora asfaltadas, que antes no eran más que caminos de polvo y tierra en medio de los cerros que circundan San Juan de Miraflores. Cuarenta años en los que, un día de enero de 2005, Gabriel Alegría —músico, trompetista y amante del jazz— alzó su teléfono en Los Ángeles, marcó el número del baterista Hugo Alcázar en Lima, y le dijo que quería formar un grupo de jazz con él y la saxofonista Laura Andrea Leguía. También le dijo que necesitaba un percusionista, un cajonero virtuoso que enriqueciera con su ritmo al grupo.

Hugo contactó a Lobatón.

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Gabriel nunca había escuchado hablar de él. Hoy se llaman ‘maestro’ el uno al otro cariñosamente, cada vez que conversan. «Es un orgullo armar un concierto en tu barrio, una emoción muy grande porque aquí crecí. A Gabriel se le ocurrió la idea de cerrar la gira en Pamplona, lo consulté con mis hermanas y aceptaron», dice Huevito, quien en menos de cinco minutos ha cambiado sus sandalias y bermudas por un elegante pantalón de seda y zapatos marrones puntiagudos que no pierden el brillo a pesar de que se mueve de un lado a otro, verificando que todo quede en orden para el concierto.

Poco menos de tres horas queda para que la gran fiesta inicie, y mientras las hermanas de Lobatón sazonan la carne que freirán para la anticuchada de más tarde, él ha salido de su casa a recibir a Gabriel, Laura Andrea, Mario Cuba —contrabajista del sexteto—, y demás personas a cargo de la producción del evento. Abraza a sus compañeros del grupo como si no los hubiese visto en días, conversa y ríe por unos minutos con ellos, y vuelve a moverse, ahora para acomodar las cajas de cerveza que se servirán.

Una hora y media después, cuando la noche ya ha caído y más de cien personas se arremolinan en la calle, llegarán el guitarrista Yuri Juárez y Hugo Alcázar, y también se abrazarán fuertemente con Huevito y los otros integrantes antes de probar sus instrumentos. Mientras él conversa entusiasmado con sus vecinos, Gabriel acaba de recibir a Alonso Alegría, su padre y reconocido dramaturgo; y, por otro lado, Laura Andrea y Mario conversan con un periodista dentro de la casa de la familia Lobatón.

estos nueve años nos hemos convertido en una gran familia».

¿Por qué no ensayan faltando pocas horas para arrancar el concierto?

Porque El Sexteto del Jazz Afroperuano es una gran familia que se conoce tan bien al punto de que solo fue necesario un día de ensayo intensivo, una semana atrás, para prepararse ante esta gira. «Cuando compongo —dice Laura Andrea— hay cosas que las pienso y quiero tocar pero no las tendré que escribir, porque sé perfectamente que Huevito, si escucha mi saxofón, responderá de la manera precisa. Igual con Yuri, si tocó en la nota Re él hará una orquestación exactamente como yo la deseo. En

Cuando Gabriel y su grupo suban al escenario a tocar las composiciones que los han hecho acreedores de doce premios del Latin Jazz Corner de Nueva York, reseñas por famosos periódicos como Los Angeles Times y el Wall Street Journal, y premios como al Mejor Álbum de Latin Jazz por la revista New York City Jazz Record, el público estalla en una jarana interminable. Tal y como lo soñaba Huevito: aquí, en el barrio donde jugaba a tener una orquesta con latas y tapas de ollas, y donde hoy palmotea con energía su cajón, cuyo eco pareciera resonar en toda Pamplona.

Antes del concierto, Gabriel Alegría presenta a un grupo llamado La nueva generación del criollismo, liderado por un chico que no supera los quince años y se hace llamar El Peruanito. Es un grupo de jóvenes del barrio al que el maestro Lobatón ha invitado porque en ellos reconoce su niñez musical. Comienzan cantando el célebre Y se llama Perú y el público responde con aplausos y vivas, dando inicio a la fiesta.

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el actor de moda

contestar Camisa Etro Saco Boss Pantal贸n Boss Zapatos Boss

no quiere su teléfono Ha pasado poco más de un mes desde que se estrenó la película nacional El ViEntrE, que protagoniza Manuel Gold, considerado por cineastas y directores de teatro como «el mejor actor peruano de su generación». Superando los cien mil espectadores en su primera semana de estreno, los protagonistas del filme son los más buscados para dar entrevistas en la prensa escrita, radio y televisión.

Los teléfonos no dejan de sonar, pero Manuel Gold no responde el suyo.

Por María Jesús Zevallos / Fotos de Alonso Molina

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Perfiles

M

anuel Gold está aburrido. Ya no sabe qué preguntar cuando entrevista a los invitados de los eventos que cubre para Polizontes, el programa de televisión que conduce desde hace tres años.

Pero es trabajo, y Manuel lo hace como cualquier otro trabajo: bien. Se afeita y se corta el cabello cada vez que la producción se lo pide; va a alguna peluquería afiliada al canal y deja que hagan lo que tengan que hacer. Pero si le dieran a elegir, Manuel Gold nunca lo haría. Le da flojera cuidar su aspecto físico, su apariencia le importa poco.

Camisetas regaladas y shorts Cargo hacen su colección de verano. La última vez que compró alguna prenda fue el año pasado: una casaca de la selección del noventa del equipo alemán de fútbol.

Cuando graba Polizontes, sin embargo, se tiene que preocupar. Mejor dicho, alguien se tiene que preocupar por él. Trajes, corbatas, camisas, todo se lo da el canal. Manuel Gold no gasta dinero en ropa ni en cortes de cabello. Prefiere gastarlos en otras cosas, como piezas coleccionables de Lego. Gold arma Legos desde que tenía cinco años, y una vecina le regaló un juego para ensamblar. Un pequeño auto rojo que aún conserva perfectamente armado, en su habitación, junto con sus otros autos, motocicletas, y figuras de personajes de Nintendo en píxeles también armados con Legos. Su última construcción, una avioneta Sopwith Camel que hizo en cuatro horas, está en su sala, junto al teléfono que suena precisamente ahora. «Levanto y cuelgo», dice el actor de veintiocho años. No sabe quién es ni le interesa. Su celular suena tres veces, pero tampoco contesta las llamadas. Es una conocida leyenda urbana que el actor que ha sido llamado por directores de cine como Gonzalo Benavente y Daniel Rodríguez como «el mejor actor de su generación» y que ha hecho llorar con sus interpretaciones al dramaturgo Eduardo Adrianzén, detesta hablar por teléfono.

Gonzalo Ladines, director del microprograma web los Cinéfilos, en el que actúa, ha tenido que ir a buscarlo a su casa para poder conversar con él. Complotar con el portero de su edificio para tocar las veces que sean necesarias hasta lograr que el actor responda, no es algo exagerado. Guillermo Castañeda, su roommate y coprotagonista en el mismo microprograma, es el receptor de muchas llamadas en busca de Manuel Gold. Castañeda entrega cordial el número, pero advierte que Manuel no contestará. De hecho, tampoco inicia conversaciones por teléfono: detesta hablar a través de ese aparato. De adolescente, cuando quería buscar a alguno de sus amigos, prefería ir a su casa y preguntar por él en vez de llamar por teléfono.

Cuando alguien quiere pedir una pizza en el departamento en el que vive, Gold mueve el encargo hacia alguno de los otros roommates.

Su smartphone, que no deja de sonar, recién tiene un mes en sus manos. Antes de eso, un Nokia que solo servía para hacer y recibir llamadas, mandar mensajes de texto y jugar snake –«el mejor juego de la historia» según el actor– era su conexión con el mundo. Tampoco tenía laptop hasta el año pasado. Pero, últimamente, la gente le exigía vivir con algo más que un teléfono básico y una computadora de escritorio. Manuel Gold se pone traje y corbata cuando la gente lo necesita bien vestido, y tiene un teléfono porque a la gente le urge encontrarlo.

«Si mañana me quedo sin trabajo y ya no hago lo que estoy haciendo ahorita, creo que sería un ser inútil: no sé construir cosas, no sé diseñar cosas, no sé vender, no sé hacer negocios. No podría curar a una persona, no sé nada»

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«No creo que alguien decida no tenerme en su obra de teatro o en su película porque sea difícil contactarse conmigo», dice el actor, mientras exhala el humo de su cigarrillo. No es un ermitaño o un antisocial, explica. Solo es un tipo agradable a quien le disgusta tener que estar

disponible para el resto en cualquier momento.

«Un día un amigo me dijo que no contestarle el teléfono era como que yo esté caminando en la calle y él me salude, y yo no voltee. Y yo le dije no, creo que se parece más a que yo esté en un restaurante comiendo con mi enamorada, y tú vengas y digas: “¡Manuel! ¡Manuel! ¡Manuel!”, e interrumpas todo lo que estoy haciendo». Manuel Gold tiene modales. No responde mensajes de texto o correos electrónicos mientras está hablando con alguien o si tiene alguna reunión.

No entiende la necesidad de tomar fotos cuando se encuentra con amigos y subirlas inmediatamente a alguna red social. Gold, de sonrisa fácil y respuestas ingeniosas, no quiere perderse lo que está sucediendo. El actor no entiende por qué la gente prefiere vivir a través de una pantalla.

Tr i pal oc a

Perfiles

televisión no vaya a pensar en él como primera opción cuando necesite un villano. Pero eso le importa poco.

Hay muchas cosas que le gustan a Manuel Gold: el metal, los cuentos de Edgar Allan Poe, la lucha libre mexicana y japonesa, la actuación.

Su gusto por esta actividad que terminó convirtiéndose en su carrera comenzó a los doce años. Entró a un taller del colegio y lo disfrutó.

Por esa edad también pensó en ser director de cine, pero fue una idea que se desvaneció con el tiempo.

Antes de salir del colegio, su madre lo obligó a entrar a un taller de verano que su prima, la actriz Natalia Parodi, hacía con el actor peruano Javier Echevarría. Manuel Gold no hacía nada y su madre no quería que desperdiciara el verano. Después de ese taller consiguió sus primeros trabajos, pero la idea de convertirse en actor profesional no se le había cruzado todavía por la cabeza.

Estudió una carrera técnica que practicó dos años antes de aceptar que lo que prefería hacer era actuar.

Le gusta actuar porque lo hace bien y viceversa. No hay mucho más detrás de su decisión de convertirse en actor. «A veces la gente me pregunta: Manuel, ¿y por qué te volviste actor?, ¿qué sientes cuando actúas?

Si quieren una respuesta mística, esotérica, de cómo me encontré a mí mismo, cómo mejoré mi vida personal, no la van a encontrar.

Me gusta, me divierte, la paso bien y lo sé hacer. Es mi trabajo y soy feliz con ello».

Manuel Gold no es un romántico.

Tampoco es un soñador. Su propio razonamiento lo ha llevado a la simpleza. Es profundo, pero no indaga en aquellas cosas que viven en la superficie y no busca importancia en cosas que no lo merecen. «Si mañana me quedo sin trabajo y ya no hago lo que estoy haciendo ahorita, creo que sería un ser inútil: no sé construir cosas, no sé diseñar cosas, no sé vender cosas, no sé hacer negocios.

No podría curar a una persona, no sé nada». Manuel Gold no habla mucho, pero dice lo que tiene que decir. Sus conversaciones son cautelosas, pero a la vez desprendidas y generosas. Tiene opiniones, pero sabe cómo y cuándo decirlas. Su trabajo, dice, consiste en observar, escuchar –o leer– y hacer.

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Manuel Gold no se ha puesto a pensar mucho en por qué cosas como la apariencia o la comunicación le importan tan poco. Por qué no se estresa, o por qué no se da espacio a estresarse. Pero si tuviese que descifrar un punto de partida, sería probablemente la vida de su padre.

Manuel Gold era también su nombre.

Igual de alto, igual de delgado y con la cara idéntica a la que heredó su hijo. El actor vio a su padre llevar enfermedad tras enfermedad con la cotidianidad con la que se emplea el teléfono. Era usual llegar a casa y saber que lo habían llevado al hospital.

Durante doce años su padre vivió con un tipo de cáncer de estómago que no se había visto antes en el país. «Creo que por eso no me preocupo tanto por cosas innecesarias», dice Gold, con un tono relajado. «Porque yo vi a este hombre vivir, trabajar con esta enfermedad que nadie sabía cuál era, sin quejarse un solo día, tranquilo».

Manuel Gold tampoco se queja.

También vive tranquilo.

Prefiere no llamarse a sí mismo artista, porque suena muy pomposo. Manuel Gold es actor. Prefiere pensar que simplemente actúa. No le busca razón a su gusto por la actuación y trata de convertirlo en algo más de lo que es.

«El otro día veía el programa de Bill Maher, The Real Time, y decía que en Los Angeles, el 60% de los jóvenes se habían graduado en algo que tenía que ver con artes visuales, y Maher decía: “¿no sería más chévere tener ingenieros, doctores, que el 60% de los jóvenes se dedique a las artes visuales?

Es como si en una comunidad de las cavernas, todos estuviesen pintando la cueva y ninguno saliera a cazar, a recolectar frutas, a arrancar las pieles, a hacer ropa. Puede sonar un poco conchudo de mi parte, porque yo soy uno de los que está pintando la cueva. Pero no todos podemos estar haciéndolo». El arte es bonito, dice Manuel Gold. «Todas las casas, por más pobres que sean, van a tener un cuadro, o una foto de una flor o un póster, y siempre habrá una radio o un televisor. Pero de que se puede vivir sin todas esas cosas, se puede». En un trabajo que hace de los mentirosos hombres adorados, el actor guarda videos como el de Maher para recordar que el mundo, casi siempre, está equivocado. «Somos de relleno, estamos para que la gente sea un poco más feliz. Solo somos el cuadro que adorna la pared».

«La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño».

Daniel Rodríguez, director de la película el vienTRe, utilizó esa frase de Nietzche para describir a Manuel Gold. Cuando el actor audicionó para el papel de Jaime, el mochilero

El actor sabe que esas pequeñas cosas significan algo, pero prefiere no meditar en ellas. De hecho, Manuel Gold disfruta de armar Legos porque, al menos por un momento, no tiene que pensar. Solo basta con seguir instrucciones para tener algo hermoso y bien hecho en sus manos. No le gusta que le digan qué hacer. Pero de vez en cuando no le molesta que le digan cómo hacerlo.

También le gusta que, al menos por esas horas que pasa jugando, puede dejar de hacer cualquier otra cosa. Manuel Gold no puede hacer más de una cosa a la vez. Si lee La insignia, su cuento favorito de Julio Ramón Ribeyro, no escucha música. Si come, no conversa; si está pasando tiempo con su novia -o haciendo cualquier otra cosa- no contesta el celular.

«A veces la gente me pregunta: Manuel, ¿y por qué te volviste actor? ¿Qué sientes cuando actúas? Si quieren una respuesta mística, esotérica, de cómo me encontré a mí mismo, cómo mejoré mi vida personal, no la van a encontrar. Me gusta actuar, me divierte, lo sé hacer y soy feliz con ello» de veintiún años que se enamora de la protagonista, Rodríguez dejó de buscar. Sabía que Gold podía ser más que solo un actor, un aliado creativo. El cineasta le pidió que leyera el guion y que lo olvidara al grabar. Quería hacerlo improvisar, jugar un poco. También le pidió que escribiera una biografía del personaje. En esa ficha, Gold escribe que Jaime Benítez es el hijo ilegítimo de una mujer de clase media limeña con un miembro del MRTA. A Jaime los cursos que más le gustaban de pequeño eran Geografía y Ciencias Naturales, y amaba las avenTuRas de Tin Tin. La biografía lo describe, mas no lo concluye. Jamás dice que Jaime es un errante por alguna razón.

La vida le ha traído sorpresas a Manuel Gold. Si no hubiese estado prestando atención, la actuación no se habría convertido en su profesión. Si hubiese seguido las normas sociales a las que se adapta la mayoría, no habría vivido como ha querido.

Manuel Gold vive, como pocos, con los ojos bien abiertos, la mirada al frente y el celular en el bolsillo, vibrando y esperando respuesta. Pero no contestará.

Simplemente no le gusta atender al llamado del mundo si está haciendo algo más importante, como vivir.

Producción: Mariana Chamot Asistente de producción: Luciana Gamio Asistente de fotografía: María Belén Panizo Fotos making of: María Belén Panizo Video making of: Sensorial Films Maquillaje y peinado: Beauty Bar Encuentra más fotos y el video del making of en www.asiasur.com

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Visionarias

La dama de las galerías Hace mucho que Juana de Aizpuru no viaja por vacaciones. Si sale de España, es por trabajo. Es fundadora de una de las ferias de arte más importantes, ARCO, y también de la Bienal de Arte de Sevilla. Su galería acaba de cumplir 43 años. Ha sobrellevado más de una crisis política, social y económica, y sigue creyendo en el espíritu enriquecedor del arte.

Por eso aceptó venir a Perú como invitada de ArtLima 2014. Porque el arte contemporáneo es su trabajo, pero es también su vida.

Por Rebeca Vaisman / Fotos de Erik Molgora

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a última vez que Juana de Aizpuru estuvo en Lima fue hace quince años.

Debía viajar, desde su España natal, a Sao Paulo primero y luego a México.

Hace mucho tiempo que la galerista no viaja por placer: aunque para ella, el trabajo, o sea el arte, lo es. Aquella vez paró en Lima solo por unos días.

Hoy está entusiasmada por su regreso. Le han hablado sobre los cambios en la ciudad: en su arquitectura, su

sensación de desarrollo, su nuevo movimiento. Le han hablado sobre proyectos interesantes, y también sobre la posibilidad de un mercado del arte competitivo. Eso es lo que espera encontrar Juana de Aizpuru, a poco de llegar invitada por la feria internacional de arte, ArtLima.

Su presencia en esta segunda edición y su participación como ponente

en la sección Habla ArtLima y en la sección principal es sumamente especial: Juana de Aizpuru es la creadora y la primera directora de ARCO Madrid, una de las principales ferias de arte contemporáneo que fundó en 1982, y que en su más reciente edición logró congregar a más de cien mil visitantes. También creó la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla en el 2003. Y la galería

que lleva su nombre, en Madrid, acaba de cumplir 43 años. Como ella misma dice, «en esta larga etapa de mi vida ha ocurrido, en España y en el mundo, de todo».

Habla Aizpuru Juana de Aizpuru conversa desde Madrid. Desde la casa de la calle Barquillo, donde su galería

permanece hace más de veinte años.

Hasta el 2004 mantuvo en paralelo la sede de Sevilla, la original. Fue doloroso para ella tener que cerrarla.

Pero en la capital española ya casi es de noche. Su voz se escucha afable y grave. Sus respuestas son siempre directas. Aunque dejó de dirigir ARCO en 1986, ha permanecido cercana al comité organizador. «La feria siempre resulta muy positiva»,

asegura la galerista. «Tiene un carácter muy festivo, muy vital, es un ambiente maravilloso. Una feria más que revindicar, lo que tiene que hacer es difundir el arte contemporáneo, ofrecer contactos entre galerías. Una feria tiene que ser un lugar de encuentro», explica Juana de Aizpuru, cuando falta poco para que aterrice en el evento limeño.

«Tenerla es un honor», dice Rochi del Castillo, directora de ArtLima. «Ella es la pionera de las ferias de arte, y es una de las gestoras culturales más importantes del mundo. Además, no ha participado en ninguna otra feria de la región», precisa, con orgullo. «ArtLima quiere apoyarse en la experiencia extranjera, y Juana es generosa con su vivencia. Lo más importante para ella es que la gente

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«El mercado del arte surge en países que tienen una gran tradición, donde el arte y sus tendencias son conocidas. Del conocimiento viene el amor por el arte, y de este, el deseo de poseerlo. No sé si en Perú se habrá recorrido aún este camino, pero eventos como ArtLima dicen que sí desea recorrerlo»

se acerque al arte contemporáneo por el cual ella ha trabajado tanto».

Aizpuru es considerada, efectivamente, una pionera del coleccionismo de arte contemporáneo en España. Artistas como Heimo Zobernig, Miroslaw Balka, Richard Hamilton, Alberto García-Alix y Carmen Laffon han sido parte del catálogo de su galería. Se la tiene por descubridora de Miquel Barceló y de Juliao Sarmento. Y Eduardo Chillida trabajó con ella cuando ya era un escultor reconocido.

Pero Aizpuru no se debe únicamente a sus artistas, o a sus compradores. En el 2012, donó veintiséis piezas de su colección personal al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. «Era una idea que tenía y que quería cumplir», respondió en su momento. «Más que una colección, tengo un stock

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importante, un fondo de galería. Hay obras de los años sesenta y setenta, que son testimonios de una época. El CAAC no existía entonces. Yo siempre pensaba ¡qué falta le harían estas obras!».

La última vez que estuvo en Lima, vino para promocionar ARCO. Hoy, Juana de Aizpuru espera hacer conexiones directas con el ambiente artístico peruano. «El mercado del arte es una consecuencia, no se puede imponer», reflexiona con su voz grave, ronca, desde Madrid. «Surge en aquellos países que tienen una gran tradición, donde el arte y sus tendencias son conocidas. Del conocimiento viene el amor por el arte, y de este, el deseo de poseerlo. Y así surge un mercado. No sé si en Perú se habrá recorrido aún este camino, pero eventos como ArtLima dicen que sí se desea recorrerlo. Voy a Lima con una gran ilusión», agrega Juana.

Lucha contemporánea La crisis económica mundial que se inició en 2008 no es la primera que la galería Juana de Aizpuru ha debido enfrentar. Sin embargo, tiene características especiales, por su alcance y su duración. «Pero me coge mejor situada que las crisis anteriores», asegura la galerista. «Hoy tengo abierto un mercado internacional muy amplio. Aunque las cosas están bastante paradas en España, tengo clientes en países como Suiza, Argentina, Canadá y Australia, y eso nos ayuda a afrontar la crisis».

Con más de cuatro décadas en el negocio del arte, Aizpuru no le tiene miedo a las épocas malas. Ni a los tiempos de guerra. «Mi lucha actual es por conseguir un IVA [impuesto al valor agregado] cultural para las obras de arte. Un IVA elevado

aumenta el precio de las obras: ahora mismo, con el impuesto que tenemos en España, se iguala una obra de arte a un auto de lujo, un yate o una piel».

Aizpuru se refiere al 21% que se paga por impuesto a la venta de arte en España. Resulta alto, comparado con el 19% que se paga en Alemania, o el 6% de Francia.

ArtLima en cifras La feria va del 20 al 23 de marzo, en la Escuela Superior de Guerra del Ejército, Chorrillos. Participan 60 galerías de 21 países. La primera edición, el 2013, reunió a 14 mil visitantes. Para la edición 2014, se espera llegar a los 20 mil asistentes.

En el Perú, aunque la medición es engorrosa, el impuesto es de alrededor del 35%, explica Erica Lang, codirectora de ArtLima. «Se debería exonerar del impuesto al arte, como a los libros», opina Lang. «Así se podría mover más el arte contemporáneo en el Perú». De hecho, uno de los logros de ArtLima este año es haber conseguido que el recinto ferial sea declarado zona primaria. Es decir, que todas las piezas que vienen del extranjero entrarán con internamento terporal, sin pagar el porcentaje de nacionalización. Solo si se logra una venta, deberán pagar ese porcentaje.

Esa es una gran ayuda para los galeristas visitantes, quienes no corren tanto riesgo de participar en la feria peruana.

Aún así, falta camino por recorrer, y el siguiente paso podría ser

la implementación de una ley de mezenazgo, que impulse el coleccionismo. «¡Es que un 35% es inadmisible», enfatiza Juana de Aizpuru.

«Si en Perú se le proporcionase el impuesto cultural, el arte dejaría de ser un objeto de lujo, y se podría crear un patrimonio artístico contemporáneo. La labor del coleccionista es loable, porque colabora con el Estado en cuidar y mantener ese patrimonio».

Finalmente, antes de dejar que la comunicación se corte, se le pregunta a Juana de Aizpuru si el mundo virtual como nuevo soporte de exhibición y de venta del arte contemporáneo, replantea el papel de las galerías. Ella no duda un segundo: «Nuestro rol es insustituible. Nosotros, en la galería, aprovechamos todas las facilidades de la nueva tecnología. Pero el coleccionista necesita al galerista porque creamos con él un vínculo especial: nos transmitimos entusiasmo, compartimos conceptos, intereses». Después de más de cuarenta años de labor, a poco de subirse a un avión para cruzar el mundo persiguiendo otra feria de arte, Juana de Aizpuru resume: «Mi trabajo es emocionante e insustituible».

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el el esquia esquia esqui +56

Por Raúl Lescano / Fotos de AFP

ador

que no sabe detenerse En su última competencia oficial en Sochi 2014, el esquiador Roberto Carcelén quiso dar un mensaje de coraje al participar con dos costillas rotas y un músculo desgarrado. Para un hombre callado que conoció a su esposa y primera entrenadora de esquí por Internet, las palabras nunca fueron su principal herramienta en la vida. Pero ahora, convertido en un símbolo del optimismo nacional, ha hecho de su relato heroico su principal trabajo.

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cuando Roberto Carcelén experimenta nuevas aventuras siente la necesidad de sacarles el mayor provecho. A partir de las rutas que descubrió en Los Andes, Carcelén organiza una mezcla entre tours y maratones en Cusco. el peruano ha llevado al país dos veces consecutivas a las olimpiadas

c

on la primera y sexta costillas del lado derecho rotas, el músculo desgarrado y una gripe de último momento, Roberto Carcelén terminó la carrera más dolorosa de su vida. Cuando decidió competir a pesar de las lesiones en las Olimpiadas de Invierno de Sochi, supo que sería un mensaje claro de aliento y coraje para todos. La foto del esquiador peruano una vez que cruzó la meta, entre la satisfacción y el dolor, se convirtió en una imagen olímpica y de orgullo nacional. Para él, esta no solo era la carrera que anunciaba su retiro oficial del esquí profesional. También era el principio de un nuevo reto: siendo un hombre de pocas palabras debía llevar esa lección a la mayor cantidad de gente posible.

Después de dos años de insistencia, Roberto Carcelén se tuvo que

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La hazaña en los juegos de invierno de Sochi 2014 no era la culminación de una vida dedicada al esquí de fondo, era el final de un periodo de solo ocho años que comenzó una tarde de invierno en Seattle cuando Kate, su esposa, comprendió que no serviría de nada seguir explicándole a Carcelén que el esquí de fondo tenía la misma dinámica que le satisfacía de niño: recorrer largas distancias en el menor tiempo posible. Mientras sus dos hermanos menores dormían y soñaban, Roberto Carcelén, de nueve años, se levantaba a las seis de la mañana y salía a correr alrededor del El Golf de San Isidro. Ahí, día tras día, se trazaba mayores distancias y velocidades qué superar.

– ¿Por qué lo hacías?

– Una vez que terminaba sentía que había hecho algo bueno.

–¿Como en lo sucedido en Sochi?

– Sí.

poner los esquís para saber de qué le hablaba su esposa. Una vez que lo hizo y sintió por qué recorrer quince kilómetros de terreno ondulado era una de las competencias de nieve que requiere mayor fortaleza, supo que había encontrado un nuevo hobby. El primer deportista peruano en participar de unas olimpiadas de invierno y el esquiador que se ha convertido en el símbolo del optimismo nacional era, hasta hace ocho años, un consultor de marketing con un pasatiempo potencialmente olímpico. Mientras el Perú aún celebraba el título mundial de Kina Malpartida y la nominación de La TeTa asusTada a los Oscar, Roberto Carcelén empezó a entender sus capacidades físicas como una responsabilidad nacional.

Roberto Carcelén es un hombre de pocas palabras. Después de pensar unos segundos que parecen la antesala de un largo discurso, el atleta solo responde lo necesario.

Cuando conoció a su esposa esa falta de elocuencia no fue un impedimento. Se conocieron por Internet y mantuvieron una relación virtual a través de un portal donde deportistas de todo el mundo buscan a otros. En Internet las palabras de Roberto fluyen. De hecho, desde diciembre de 2011, Carcelén mantiene un blog donde cuenta detalladamente cómo son los lugares a los que va a esquiar, qué entrenamientos realiza, qué come y a quiénes conoce. Ahí Roberto Carcelén pareciera un hombre locuaz, alguien pendiente de la primera pregunta para contar que sí, yo he corrido en montañas

de Austria, Suiza, Italia. Pero no lo es. El peruano dice no ser tímido, sino diplomático. En las casi diez entrevistas que dio solo el día de su llegada, tuvo que repetir una y otra vez que sí, que las costillas fracturadas le dolían, que la carrera fue muy difícil, que solo pensaba en la gente que podía sacar una lección de su participación, que ahora se dedicaría a entrenar a futuras generaciones. Por más que fuera la quinta vez en menos de media hora que le preguntaban lo mismo, Carcelén respondía como si fuera una pregunta nueva.

Una vez que este esquiador experimenta nuevas aventuras siente la necesidad de sacarles el mayor provecho. Ya en su luna de miel, se dedicó a correr los caminos incas junto a su esposa. A partir de las rutas que descubrió en Los Andes, Carcelén decidió crear Inka Runners, una empresa dedicada a organizar una mezcla entre tours y maratones en Cusco. Al esquí le sacó provecho llevando al país dos veces consecutivas a las olimpiadas.

Roberto Carcelén está convencido que no siempre se necesitaban palabras para dar mensajes y compartir experiencias. Lo suyo es ahorrarse las palabras y hacer lo que mejor sabe hacer: correr, esquiar. Antes de la competencia en Sochi recibía hasta cien mensajes de aliento diarios, después pasó a tener su correo electrónico siempre copado. Ahora Roberto Carcelén ha regresado al Perú, esta vez, con la fuerza de su relato, de sus palabras. Su meta por ahora ya no se trata de recorrer en el menor tiempo la mayor distancia. Por estos días, dice, tiene otra línea de meta: ayudar a que otros como él terminen su propia carrera.

¿Qué es un

hombre?

según 24 años. Actor. Jesús Neyra cursaba el quinto grado de secundaria cuando lo obligaron a participar en una obra de teatro en su colegio. Aunque terminaría aceptando uno de los roles protagónicos, la actuación, para él, no era más que el trabajo de su hermana Gianella, a la que veía poco por culpa de las grabaciones de series y novelas que tenía: «De chico agarré celos hacia la actuación porque sentí que me quitaba a mi hermana; ella trabajaba todo el día, y no podíamos pasar tiempo juntos». A pesar de eso, a Jesús Neyra le fascinó actuar en la obra de su colegio, y, poco después, se inscribiría en la escuela del actor Bruno Odar, en la que confirmó su pasión. Luego de llevar clases con el también reconocido Alberto Ísola, y con solo dieciocho años, actuó en Graffiti, su primera telenovela. Desde entonces Jesús no se ha detenido. Sea en la televisión o en el teatro –tuvo el papel principal en la obra Hairspray [2012]–, sabe que su vida se debe a actuar y a aprender más, y por eso ha viajado a Estados Unidos en enero pasado.

Sucede que por más que un hombre esté seguro de su pasión, el aprendizaje solo es el camino necesario al éxito. «Quiero crecer a nivel actoral, y he decidido estudiar en Los Ángeles; ir a seguir nutriéndome en lo mío para regresar a hacer televisión y teatro en el Perú». Esa –dice– es su principal meta.

je sús Fotos de Alonso Molina / Dirección de arte y styling de Juan Tragant

Neyra

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Chaqueta de cuero y camiseta bordada WACHO, Pantalón JOSÉ FRANCISCO RAMOS, Colgante H&M

Camiseta de lycra QUICKSILVER

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Direcci贸n creativa: Juan Tragant / Producci贸n: P铆a Gonzales Vigil y Mariana Chamot / Maquillaje y peinado: Luis Salcedo

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padres

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esp

eci

al

Andrea Bettocchi

Partera por instinto

Hace cinco años, la periodista y conductora del programa de televisión 3G decidió convertirse en doula o partera. Desde entonces ha acompañado más de veinticinco partos naturales, que –asegura– le han causado más gratificación que cualquier trabajo. Ni su paso por canal N, El Comercio y la BBC de Londres fue tan intenso como ver nacer a un niño. Con 36 años y tres hijos, Andrea Bettocchi apuesta por dar la voz al instinto maternal que la sociedad moderna se empeña en acallar. Para cumplir con esta vocación son necesarias las mismas habilidades que exige el periodismo: curiosidad, maña y tenacidad.

Por Ornella Palumbo / Fotos de Augusto Escribens

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Si

el teléfono sonara a las tres de la mañana, Andrea Bettocchi besaría a sus hijos Kira, Zuri, Amaru y a su esposo, y saldría corriendo de la casa rumbo a una habitación donde encontraría a una mujer jadeante antes de dar a luz en un parto natural.

De su boca saldrían palabras que la parturienta necesita oír: tranquila, todo va a estar bien, respira. Luego repetiría el procedimiento con el padre nervioso. Cuando la escala del dolor llegara a siete de dilatación y la jefa de enfermeras se acercara a preguntar la dirección a la madre o algún otro dato de rutina, Andrea sugerirá con astucia que quizás ese no sea el mejor momento, que esperen juntos a que pase la contracción.

Ella está ahí para recordar a la madre –y a todos los que allí están– que las mujeres tienen un instinto sabio que es suficiente para ser mamá y que es bueno respetarlo, porque un parto natural y sin violencia puede definir la vida del bebe.

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La manera como uno entra en esta vida puede definir cómo va a terminarla. Según los estudios del doctor Michelle Odent, un obstetra francés que ha dedicado su existencia a defender los partos respetados –es decir, sin cesáreas innecesarias ni recibimiento hostiles entre luces, ruidos y condiciones a los que el bebé no está acostumbrado-, los traumas del alumbramiento y los minutos posteriores pueden devenir en toxicomanía, anorexia, autismo y hasta en suicidio en la adultez.

La presencia de Andrea Bettocchi en aquella estancia para el alumbramiento sería casi etérea y silenciosa. En su cabeza recordaría toda la información que ha recabado sobre un parto bueno, sin embargo hablaría solo si se lo piden. Jamás pelearía con el personal médico. Caminaría, cantaría por horas, o haría masajes únicamente si la mamá lo solicita. «No existo hasta que quieras que exista», dice ella, mientras sostiene en brazos al pequeño Amaru, que tiene tres meses de edad y nació naturalmente de tres pujadas.

Una semana antes de que su segunda hija Kira naciera, Andrea decidió convertirse en doula. Esta palabra que proviene del griego estuvo asignada a las esclavas que atendían partos, y en la actualidad nombra a las mujeres que acompañan a las parturientas dándoles apoyo emocional.

«Es dejar a tus hijos por una mujer que no conoces y tratarla con amor.

Vas a formar parte de su historia para siempre», dice Andrea Bettocchi, quien se aventuró en esto para no repetir la experiencia de su primer alumbramiento. Por aquel entonces, la primeriza Andrea de veintisiete años estaba en Londres, donde los obstetras conectan un catéter desde la médula hasta el cuello y dan la potestad a la madre para que ella misma se administre dosis de anestesia epidural. A cada dolor, un disparo.

Andrea, tras veinte horas de trabajo de parto, entre el pánico y el dolor, disparó cada vez con mayor frecuencia, y, aparentemente, sus músculos se adormecieron al punto que le fue imposible pujar, y tuvieron que practicarle una cesárea de emergencia que desmoronó su sueño del parto natural y le causó mucho dolor en la recuperación. «Quería apoyar para que la gente no viviera lo que viví yo», recuerda Andrea. Ella comenzó a investigar. Hasta que conoció a Angela.

Pakarii, casa de nacimiento Angela Brocker es una doctora alemana que estudió medicina entre el Perú y México. Después de trabajar en las áreas de maternidad de hospitales peruanos, donde las directivas del cuerpo materno eran las menos toma-

das en cuenta y donde los niños nacían en la hostilidad de una fábrica, decidió abrir la casa de nacimiento Pakarii en 1995. Tanto ella como Andrea explican que un parto violento no significa que habrá una agresión adrede de por medio, sino que hay que imaginarse la siguiente escena: un bebe que se preparaba para salir tranquilamente por el conducto de su mamá es de pronto atajado por un corte de bisturí y arrebatado de su silenciosa, cálida y oscura placenta para ser colocado frente a una luz intensa en medio de gritos, manos extrañas, trapos que rozan la piel ignota. El niño apenas recibirá un beso de su mamá antes de que lo coloquen en una cuna plástica, lo pesen, lo midan, le hinquen un tobillo para sacarle sangre y lo depositen en un cuarto lleno de otros bebes que berrean. En Pakarii se promueven partos diferentes, respetados.

En sus instalaciones, la sala de partos es tal como una habitación conyugal.

Hay una cama con sábanas de rayas, un velador, una radio, una mecedora.

También hay una viga de madera con un manto andino colgado, por si la mamá prefiere tomarse de él para dar a luz de pie favorecida por la gravedad.

El siguiente ambiente es un baño con una amplia tina donde papá y mamá pueden estar juntos para alumbrar a un bebe bajo el agua. Cada parto será atendido por la doctora Angela

«Para mí, ser partera es dejar un momento a tus hijos para asistir a una mujer que no conoces y tratarla con amor. Vas a formar parte de su historia para siempre» Brocker y una doula, en Pakarii o en la casa de la pareja. Las doulas o parteras también acompañan a mujeres en clínicas u hospitales.

Cuando Andrea Bettocchi –con nueve meses de embarazo– decidió seguir el curso intensivo de un fin de semana para convertirse en doula, Angela le advirtió que en cualquier momento podría entrar en trabajo de parto no por la fecha sino por el efecto psicológico o el instinto. Efectivamente el domingo a las dos de la tarde, de tanto hablar de partos felices, Andrea se fue a parir y su compañera Marlene la acompañó. «Tuve un parto vaginal porque estaba la doula ahí, porque los doctores ya estaban con cuchillo en mano», dice Andrea, después de asegurar que una de las cosas que el

desarrollo de la civilización ha acallado en las mujeres es, precisamente, el instinto. «Una cree que tiene que aprenderlo. Tanto te han dicho que tienes que leer, instruirte, que te olvidaste de escuchar a tu cuerpo», remata la triple mamá.

El primer parto que ella acompañó fue uno en casa y bajo el agua, especial y bonito. Al principio no sabía qué hacer hasta que decidió confiar la misión a su intuición. Observó que la embarazada se calmaba cuando la tocaban, así que la masajeó durante tres horas. Cuando el niño salió, la emoción concibió varias lágrimas en los ojos de Andrea.

Y ahí –dice– supo, como a través de una epifanía, que eso era lo que quería hacer en el futuro: ayudar a más gente a nacer así.

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Por Diana Hidalgo / Fotos de Santiago Barco

La herencia veggie La modelo y fotógrafa Estefanía Villalobos ha decidido criar a su hija Lara con una dieta vegetariana y saludable desde su nacimiento.

Está convencida de que uno puede curarse a través de la alimentación y la buena energía. Madre e hija comparten un régimen alimenticio que está cada vez más de moda en Lima.

Hay días en que Estefanía Villalobos no deja de preguntarse qué es lo que hará cuando su pequeña Lara –que ahora tiene apenas un año– celebre una de esas fiestas infantiles que se hacen en los locales de comida rápida, con hamburguesas y pollo frito.

Otros días, en cambio, se olvida de aquello y más bien se concentra en ofrecer a su hija una buena alimentación que para ella consiste en no darle de comer ningún tipo de carne de origen animal.

Su hija y ella son vegetarianas. Lara lo es desde su nacimiento.

Al llegar al departamento que ambas comparten, en Miraflores, Estefanía –de veintiún años– me dice de inmediato que me debo quitar los zapatos. La sala es blanca, tiene paredes blancas, alfombra blanca, y dos cojines muy grandes –también blancos–, apoyados sobre la alfombra que cubre casi todo el espacio. Estefanía está a punto de dar de comer a Lara la comida de la noche. Calienta el plato en el microondas y se sienta. Lara come con ánimo mientras mira dibujos animados en la televisión; sus ojos son verdes y despiertos.

—¿Qué le estás dando de comer?

—Es un preparado de avena con todas las semillas del mundo.

Además de un régimen de alimentación vegetariana, Estefanía procura alimentarse –y alimentar a Lara– con alimentos saludables, orgánicos y ricos en proteínas y aminoácidos. En su alimentación incluye

normalmente semillas, lecitina de soya, chía, sacha inchi, polen, ajonjolí. Está convencida de que uno puede curarse a través de la alimentación. Lara –me dice– nunca se enferma.

Para Estefanía Villalobos, la aventura de ser vegetariana y de poseer un régimen alimenticio muy saludable comenzó cuando tenía poco más de siete meses de embarazo. Se dio cuenta de que se alimentaba muy mal y no quería transmitir todo eso a la bebe que llevaba dentro. Conversó con un chef vegano acerca de posibles recetas que podía cocinar y alimentos que podía comer, y decidió rápidamente. Su madre –que pertenece al movimiento espiritual-religioso Hare Krishna– es vegetariana desde hace diez años, pero a Estefanía eso antes no la había convencido.

—Tienes que cuidar tu cuerpo y también tu alma — dice ahora, bastante convencida.

Estefanía busca el equilibrio espiritual, y la salud para ella y para su hija. Desde hace cuatro meses practica yanakanda yoga, un tipo de yoga que se centra en la meditación y también en la teoría, que habla de espiritualidad y equilibrio entre mente, alma y cuerpo. A Estefanía le interesa controlar sus pensamientos y sus emociones para tomar mejores decisiones.

Ello también incluye vivir en un ambiente con buena energía. Por eso su departamento es blanco,

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no está con ella, se desempeña como modelo profesional de pasarela y catálogos. Estudió fotografía en el Centro de la Imagen, y en un futuro planea dedicarse a la fotografía documental. Por lo pronto, lo que más le interesa es el equilibrio y salud para ella y para Lara.

Cuestión de vitaminas ¿Qué tan saludable es alimentar a un niño desde nacido con un régimen alimenticio vegetariano?

Para Ileana Sarli, licenciada en Nutrición y administradora de la Eco Tienda Natural, «en general se aconseja que los bebes y niños en edad de crecimiento no sean veganos porque necesitan grasas de origen animal para desarrollar su sistema nervioso, cerebro, y proteínas de origen animal para su crecimiento».

Cabe resaltar que la diferencia entre el veganismo y el vegetarianismo –también conocido como régimen ovolactovegetariano– consiste en que este último, a diferencia del primero, incluye en la dieta alimenticia derivados de origen animal, como huevo, queso, leche, mantequilla, yogur, entre otros. En Lima, en los últimos tres años, han crecido exponencialmente los restaurantes, tiendas o mercados que ofrecen al público una oferta no solo vegetariana o vegana, sino también de comida orgánica y saludable. La tienda que administra Ileana Sarli desde hace tres años es un ejemplo de ello.

Ofrece productos orgánicos sin gluten, sin lactosa ni caseína y también productos para vegetarianos.

Para Sarli, sin embargo, la decisión de cambiar el régimen alimenticio a un vegetariano es algo que se debe hacer con asesoría profesional: «La alimentación vegetariana es una forma de vida, una elección en la que uno debe tener mucho conocimiento y estar asesorado por un nutricionista para así consumir todo lo que nuestro cuerpo necesita para llevar una vida saludable».

Estefanía alimentar a Lara con alimentos saludables, orgánicos y ricos en proteínas y aminoácidos que incluye semillas, lecitina de soya, chía, sacha inchi, polen, ajonjolí. Por eso Lara nunca se enferma

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decorado con flores delicadas, cojines cómodos y atrapasueños. Quiere que Lara reciba siempre la mejor energía posible. A Estefanía Villalobos le gusta decir la palabra ‘energía’. Además del yoga hace poco ha comenzado a llevar un curso de nutrición y medicina ayurvédica. La medicina ayurvédica es un sistema tradicional muy antiguo de origen hindú que se basa en llevar una vida supersana y en desintoxicar el cuerpo para la buena salud física, mental y espiritual.

Estefanía cree que toda la energía del animal se impregna en la carne que comemos. «Estás comiendo su sufrimiento», ha dicho. Y eso bloquea la energía, y contamina el cuerpo y el alma. Quiere mantener a Lara alejada de todo aquello. Cuando

Además –agrega– para el caso de los bebes y niños es muy importante que se evalúe este régimen alimenticio con un pediatra y un nutricionista, y que, de preferencia, se complemente la nutrición con alimentos fortificados con vitamina B12, hierro, zinc, omega 3 y vitamina D. Ella recomienda las leches vegetales fortificadas con vitaminas y minerales, el sacha inchi, el aceite de linaza, el ajonjolí, la chía y la quinua. «Nosotros somos los responsables de elegir los alimentos, prepararlos, distribuirlos y hacer placentero el momento de la comida para nuestros hijos. Por lo tanto es muy importante informarnos, pedir asesoramiento, y controlar que tengan un crecimiento y desarrollo adecuado para su edad», finaliza Sarli. Por su lado, Estefanía y Lara comparten una alimentación sana, pero siempre bajo la evaluación de un pediatra y de una nutricionista. La buena energía de madre-hija les fluye bastante bien.

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Fotografía: Rene Funk / Producción: Talía López de Romaña MQ. y Mariana Chamot / Dirección de arte y styling: Talía López de Romaña MQ. / Asistente de fotografía: Belisario Eyzaguirre / Maquillaje: Chiara Traverso / Making of y video: Fish Eye Visual Productions

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Tienda Roxy Boulevard Jockey Plaza Tiendas Quiksilver CC Larcomar CC Jockey Plaza CC Primavera CC Plaza San Miguel Av Camino Real 1278 San Isidro Boulevard de Asia (solo verano) Piura: CC Open Plaza Arequipa: CC Parque Lambramani Trujillo: CC Mall Aventura Plaza Chiclayo: CC Real plaza Tiendas The Box CC La Rambla CC Mall Aventura Plaza – Santa Anita CC Mall Aventura Plaza – Bellavista Piura: CC Real Plaza Cusco: CC Real Plaza

Sector La Punta s/n Balneario Lobitos Telfs: (00511) 989230274 - (005173) 969337592 - (005173) 630934 Nextel: 426*1604 Reservas: hotellobitos@gmail.com

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CIENCIAS DE LA SALUD: Medicina Humana / Odontología / Nutrición y Dietética / Psicología CIENCIAS AMBIENTALES: Ingeniería y Gestión Ambiental / Ingeniería de Negocios AgroForestales / Arquitectura y Urbanismo Ambiental CIENCIAS VETERINARIAS Y BIOLÓGICAS: Medicina Veterinaria y Zootecnia / Biología Marina y Econegocios CIENCIAS HUMANAS: Turismo Sostenible y Hotelería / Comunicación y Publicidad / Artes Escénicas y Literatura CIENCIAS EMPRESARIALES: Ingeniería de Sistemas Empresariales / Ingeniería Económica y de Negocios / Administración de Empresas / Administración de Negocios Internacionales / Marketing y Administración

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Por Pamela Rodriguez

Para hablarle a una manzana

Dedico mis días a escribir canciones y a cantar por el mundo.

Soy hiperactiva: pinto, cocino, observo, escucho, pienso mucho, siento más, leo, consumo arte, bailo por donde pueda y ahora escribo esta columna.

La cuerda de tu vida ¿Puede la risa liberarnos de nuestras ataduras?

En noviembre del año pasado, mi amiga Wendy Ramos me invitó a ver su unipersonal Cuerda en el teatro Pirandello. Tenía muchas ganas de ir desde que la obra había comenzado, y decidí aprovechar esa noche para escapar un rato de mis funciones maternales. Pero resulta que esa tarde, mi hija Luana de cuatro años decidió estar con mamitis aguda –algo raro para su carácter independiente– y se puso a llorar en el momento en que me vio salir de casa. Verla así me angustió demasiado, así que terminé llevándola conmigo. Quedarme en casa no era una opción, a pesar de que sabía que no habría un solo niño en el teatro y que tal vez mi niña iba a aburrirse.

Una vez sentadas en la sala y en medio de la oscuridad que anunciaba el inicio de la obra, un reflector iluminó a Wendy, quien, de pie sobre el escenario, tenía atada al cuerpo una cuerda muy grande. Ella daba unos pasitos lentos hacia el centro del espacio mientras comenzaba su monólogo hablando, con ironía, de lo bien que se conocía a sí misma. Pronto la cuerda le impidió seguir avanzando, le marcó un límite, la frenó y así, al incomodarse con el límite que le imponía la atadura, comenzó la fascinante interacción entre ella y su cuerda.

Sobra decir que desde que Wendy comenzó a hablar, llevando su nariz roja, todos estábamos doblados de la risa, incluida mi niña, quien parecía entenderlo todo desde su inocente perspectiva. Pero la risa, aunque la disfrutaba con intensidad, no me impidió darme cuenta inmediatamente de que Cuerda es una obra muy profunda.

Siempre hemos oído decir que las bromas nos acercan a la verdad y, en este caso, todos los chistes eran una señal de tránsito para que todos nos cuestionáramos nuestra propia cuerda. No es una novedad. Todos tenemos ataduras, relaciones enfermizas, miedos, nostalgias y traumas que se van entrelazando y tejiendo, que se van uniendo como los eslabones de una gran cadena que nunca nos dejará libres, a no ser que vayamos eslabón por eslabón, hilo por hilo, desmenuzando los componentes que la conforman.

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Dentro de Cuerda hay un hermoso testimonio, un mapa emocional, una composición de la psicología de Wendy, quien, con su hilarante honestidad, nos hace entender que la risa es una forma muy eficaz para liberarse. Eso sí: las cuerdas nunca se van. Se configuran y se hacen para quedarse, delinean nuestro camino y nuestro territorio interno. ¿Pero qué pasa si hacemos el ejercicio de desmenuzar la cuerda para conocer nuestro interior?

Hace varios años leí Tokyo blues, del japonés Haruki Murakami. Naoko, uno de los personajes de la novela, escribe una carta desde un sanatorio en la que dice que la búsqueda en el interior de uno no está para liberarnos ni curarnos, sino para entendernos.

Y Cuerda materializa, en un objeto tan agresivo con una cuerda que te amarra, el concepto sublime de poder reconocer y mirar las ataduras del alma.

Cuando me di cuenta de que la obra resonaba dentro de mí, cuando noté que los chistes y la risa me llevaban a cuestionar mis propias cuerdas, entonces ya permanecía en un estado emocional muy peculiar. Me reía a carcajadas, pero de mis ojos caían lágrimas. Caí en la cuenta de que la risa no era solo una señal de tránsito para cuestionarme, sino también una oportunidad, un afluente para purgar. Luana me preguntaba: «¿Por qué lloras, mami, si esto es muy gracioso?». Y le dije que me emocionaba ver a mi amiga. Algún día también mi hija sabrá de cuerdas y entenderá mis lágrimas.

Con el transcurrir de la trama, Wendy elevó otro cuestionamiento: si la cuerda está allí, si no se va a ir y si podemos aprender a conocerla al menos para saber de nuestros límites, ¿qué pasa si nos reímos de ella? La risa purifica, la risa calma, la risa en sí misma puede ser una razón de vivir. Los miedos, los defectos, los errores, los fantasmas se ablandan ante la risa. Nada es tan doloroso ni tan importante desde el momento en que aprendes a reírte de ello. Con Cuerda [que se reestrena en abril] Wendy nos arroja de forma juguetona al abismo de reconocer y enfrentar nuestra cuerda. Ella sabe que la risa es un arma para luchar y curar.

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Alessa Rovegno, André Sanitz y Abril Raygada en Sky Bar, Boulevard de Asia

Andrea Luque y Valerie Nossar en CM, Boulevard de Asia

Daniela Pizarro y Alessandra Rebagliati en su cumpleaños, Playa Bonita

Mónica Camet y Mónica Ramos en cóctel de Viajes Rosario, Boulevard de Asia

Marilu Peña y Rafael Arce Bustamante en desfile a beneficio, Costa Verde

Susana Pérez-Abela en Nikita, Boulevard de Asia

Talía Poblete y Karla Chuquihuara en cóctel Escudo, Nórdico

Ximena Moral en rave John Digweed, Boulevard de Asia

Fiorella Cayo y Paco Queirolo en Sukha, Miraflores

Cristina Ibárcena, Daniella Gil y Alonso Castro en Nikita, Boulevard de Asia Andrés Rodríguez Larraín y Jilliane Woodman en Nikita, Boulevard de Asia

Axel van Ginhoven e Isa Orellana en cóctel Escudo, Nórdico

Nicoletta Mandriotti en CM, Boulevard de Asia Paúl Tejeda, Matías Iarraguibel, Andrea Salaverry, Matías Loayza y Cristóbal Delgado en Yatch Week, Croacia.

Isabel García-Miró y Alonzo Vega en Neón Party, Playa del Golf

María Fernanda Zamora en KiteJam, Paracas

Edgardo Oliva y Daniel Glusman en Nikita, Boulevard de Asia Lucía Bellido, María Fernanda Gómez y Cristina González en Luau Paracas

Isabella Castro, Valeria Elías, Grace Daniela López y Natalia Cuglievan en Barnuevo y Maria Claudia Echegaray Sky Bar, Boulevard de Asia en KiteJam, Paracas

Janice Rubini y Giuliana Macchiavello en coctél Escudo, Nórdico

Lorenzo Bouroncle y Noe Bernacelli en desfile de Ani Álvarez Calderón y Silvia Tcherassi, Costa Verde.

Pierina Saenz y Stephanie Schiller en Neon Party, Playa del Golf

Talía Denegri en Neón Party, Playa del Golf

Erasmo Wong en su exposición Piura Realismo Fantástico, Miraflores

Valerie Gatjens y Daniela Caro en John Digweed, Boulevard de Asia

Francesca Rebagliati y Micaela Fernández en cumpleaños de Daniel Pizarro y Alessandra Rebagliati, Playa Bonita

Andrés Noguera, Rosario Flórez y Álvaro Carulla en cóctel de Viajes Rosario, Boulevard de Asia

Javier Morales y Mónica García en Luau de Puerto Nuevo

Romina Camogliano, Natalia Richter, Fernanda Veran y María José Arrospide en Fiesta de Carnavales, Boca León

Sandra Illich y Manuel José Ayulo en el aniversario del Yacht Club Ancón

Juliana Silva, Lara Green y Ana Rocío Modonese en cóctel Escudo, Nórdico

Alejandra y Carolina Calle en el concierto de Jack Johnson, Parque de la Exposició

Andrea Trías y Maria Paz Gonzales-Vigil en Neon Party, Playa El Golf

Playas Chiara Delgado en Cocos

Nuestras c谩maras estuvieron captando los mejores momentos del verano por las playas de Lima.

Estuvimos en Flamencos, La Isla, Gaviotas, Kapala, Playa Bonita, Bora Bora y Las Palmas donde el sol deslumbr贸 a los veraneantes.

Corinne Fort y Juan Diego de Lavalle en Mar Azul

Katerina Tavoulari y Vania Michell en La Isla

Estuardo Beingolea y Angela Flores en Flamencos

Julieta Le贸n, Alonso Pesaque y Lara Pesaque en Las Palmas

Mara Gubbins, Mariana de Lavalle y Luana Gagliardi en Mar Azul

Jose Bastiรกn, Cinthia Cornejo y Carlos Neuhaus en Kapala

Carolina e Isabela Greene en Flamencos

Ana Luisa Uhl en La Jolla

Gigi Silva Santisteban en Mar Azul Luna Quiro z y Andrea Bedoya en La Isla

Patricia de Tola y Ariana Tola en Costa del Sol

Uldarico Rocca Jr. y Uldaricco Rocca en Cocos

Nicole Skarstein y Stephanie Reed en Bora Bora

Mica, Cami Garc铆a Belaunde y Larissa van Oordt, en La Isla Cecilia Le贸n en Playa Bonita

Richard Dyer y Fernando Balbuena en Mar Azul

Maria Laura Tolmos, Danika Vakovic, Carmen Fernandini y Rosario de Armenteras en Cayma

Zoe Pflucker, Fabia Querinani, Valeria Vásquez y Alexia Pedraza en Bora Bora

Mara Coloma, Luca y Mathias Coloma en Flamencos

Marco y Alicia Novelli del Río en La Jolla

Alonso y Ania Luque en Cocos

Cristóbal César Jorquiera y Melissa del Solar en Gaviotas

Lia Ríos y Kiara Calmet en Gaviotas Matías, Neto y Lucas Polo en Flamencos

Andrés Aguirre en Las Palmas

Lara Zapata, Micaela Torres, Isabella Castillo, Alessandra Saba y Natalia Castellanos en Las Palmas Matías Ayarza y Maria Paula García en Kapala

Estafano Silva, Allegra Silva, Anabel Elías e Italo Silva en Flamencos

Mateo y Cristina Távara en La Isla

Desfile a beneficio Talía Poblete y Daniela Paino

Priscila Castro y Erick Ljubicic

Gerardo Larrea, Amaro Cassanova y Antonio Choy Kay

Las diseñadoras Silvia Tcherassi, Ani Álvarez Calderón y Denise DeBack, presentaron su colección primavera-verano 2014 a beneficio de La Posadita del Buen Pastor, hogar que alberga a madres y niños portadores de VIH.

Mónica Tambini de Kouri y Jenny Kouri

Ani Álvarez Calderón

Fernando Torrejón y Karina Pons de Vier

Pilar Dasso, Chiara Dasso y Joan Ellse Hoefsloot

Piura Fantástica Mario Falcone y Vincenzo Canales

Las fotografías de Erasmo Wong y las obras de Humberto Saldarriaga Pérez se expusieron con notable éxito en el Centro Cultural Ricardo Palma en Miraflores. Al evento asistió el Alcalde de Miraflores Jorge Muñoz y el Presidente Regional de Piura, Javier Atkins.

Efraín Wong y Andrea Fernández

Efraín Wong y Humberto Chávez

Eileen Wong y Annemie Cuculiza

Claudia Oliveira y Erasmo Wong

Lara Pesaque Eliane Wong y Alessia y Federico Pardo Schijvarg

Stephanie Marroquín, Gianmarco Lu y Ana Lucía Dávila

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Debajo del Mar Esteban Loret de Mola y Camila Ramírez del Villar

Alfredo y Marta Paino

Gonzalo Gambirazio y Jose Américo Vargas

Una vez más la diversión en la la Fiesta de Carnavales de Boca León fué asegurada: una noche muy divertida, acompañada con la Orquesta de Fallo Muñoz. El premio al mejor disfraz fue para Camila Bossano (mensaje en una botella).

Olenka Ljubicic y Lucía Verán

Iliana y Jorge Gómez

Jossy y César y Palacios

Ina Schmidt y Valeria de Souza

Carla y Javier Souza Ferreira

Diego Colchao, Natalia Richter y Fernando VerĂĄn

Ines Wiese y Lucienne Drinot

Chivi DĂ­az y Gonzalo Richter

Camila Bossano y Gonzalo Payet

Ana Maria y Luiggi Paino

Kite en El Playón Pierre-Henri Helleputte

Mariano Taboada y Joel Oxenstein

Fabiola Abusada y Joe Chamorro

La primera edición del Paracas KiteJam en ‘El Playón’ de la Reserva Nacional de Paracas reunió a los mejores exponentes del kitesurf, como Jacobo Said y Andrea Cillóniz. No faltaron los saltos y las acrobacias en el aire.

Jacobo Said

Rafael D’Angelo

Ralph Winter, Andrea Balta y Ximena Espinosa

Marilú Palacios, Joe Chamorro y Diego Carrasco

Andrea Cilló niz

Estefanie Martens y José Losno

Iciar Liners, Cristina Arribas y Andrea Balta

Un gran Aniversario Alejandra Fernández- Concha y María Fe Gómez-Sánchez

Los asociados del Yacht Club de Ancón, celebraron el 64° aniversario por todo lo grande en el edificio del club. La música en vivo de jazz y soul alegró la noche de los asistentes.

Rossella Alberti y Maribel Palma

Anilú Morales y Giselle Forga

Paula Jaramillo y Arnaldo Muñóz

Julio Almendariz y Alfonso Riba Pardo

Joan Ipince y George Peko

Gustavo Gómez-Sánchez y Giselle Hage

Ana María Zavala y Mocy Muñóz

Alfonso Riba Pardo, Leopoldo de la Jara y Augusto Barrios

Anneliese Hage y Ernesto Porcari

Manuel Ayulo, Fernando Fernandini, Roberto Pschiera y Manuel Capurro

Alejandra Valdez y Miguel Cassinelli

Luau en Paracas En la sede del KiteClub de Paracas se celebró un divertido Luau. La fiesta se realizó en una amplia terraza frente al mar en la que los asistentes bailaron hasta altas horas de la noche.

MarÍa Alejandra Durant

María Fernanda Zamora y Verónica Díaz

Xavi López, Ximena Rodríguez, Davor Sukaer y Silvia Álvarez

Antonella Bancalari y Micaela Payet

Silvia Álvarez y Mariana Lamouret

Francesco Puliatti y Úrsula Bossio

Fabiola Abusada y Victoria Abufom

Joe Chamorro, Giovanni Marsano, Mariana Rodríguez Larraín y Gian Carlo Rubini

Stephanie Savitzky, Eliana Umbert y Patricia Rebaza

Antonio Palacios y Carolina Palacios

Raúl Gómez de la Torre, Kaikin y José Losno

Fiesta en la Arena Ana Cecilia Pazos, Jaime Núñez y Ana Rocío Modonese

Ana Rocío Modonese y Roxana Paniagua celebraron juntas su cumpleaños con una fiesta en la arena de Playa Bonita. Hubieron divertidos juegos y los invitados bailaron en la playa hasta que se fue el Sol.

Guillermo Castañeda, Gonzalo Morales y Gonzalo Sandaza

Camila Thorne, Sybil Roose y Micaela Rizo Patrón

Mali y Francesca Giannattasio

Ana Cecilia Pazos, Roxana Paniagua, Ana Rocí o Modonese y Alfredo Giraldo

Rocío Figari y Lara Michelle Green

Valerie y Michelle Nossar

Arte moderno Jack e Inés Gomberoff

Con mucho éxito se realizó la inauguración de la muestra Objektivity en la Galería Impakto. El evento reunió obras de artistas internacionales como Abel Barroso [Cuba], Francisca Prieto [UK], Paul Wackers (EE.UU.), Livia Marin [Chile], Sara Jones [EE.UU] y el peruano Aaron López.

Vicente Grondona y Gato Suaya

Cristina Roca, Johann Schweig y Arianne Bryson

Vera Chlimper y Michael Grimberg

Maria Pía Rosas y Patricia Ricketts

Minna Goryn y Esther Benaim

Rochi Del Castillo y Karolina Briceño

Una fiesta Hawaiana Adolfo Gygax y Roxana Iglesias

Araceli y Jaime Neumann

Giancarlo Razzeto y Bernardo Portugal

Con mucha expectativa, se llev贸 a cabo el Luau de Playa Bonita. Los invitados a la fiesta aprovecharon la ocasi贸n para vestirse y divertirse al estilo hawaiano.

Angelo y Luciana Porcile

Juan y Gaby Burga

Daniela Herrera y Adriana Castro

Jorge Hawie y Alexandra Pacheco-Benavides

Fernando Raffo y Carla Pedraza

Vinos argentinos en Asia Luchin Chera y Raquel Cano

Con notable éxito se realizó la octava degustación de vinos argentinos en la sede del Club Las Palmas en Asia. El evento contó con la presencia de 55 destacadas bodegas del país gaucho.

Luis Felipe y Sandra Berckemeyer

Jorge Pardo, Rossana de Pardo, María Elena Alarco y Javier Diaz de Ravago

Natalia Muñoz, Ariana Álvarez Calderón y Andrea Velarde

Alberto y Olga Ascenzo

Michelle e Ian Penny

Juan Carlos Galfré y Dario Alessandro Embajador Argentino

Jack Johnson conquistó Lima Jack Johnson

El músico hawaiano brindó el concierto mas esperado del verano, del cual ASIA SUR fue uno de los auspiciadores principales. Su talento reunió a miles de fanáticos, que no dejaron de cantar sus éxitos.

Bertha Cacho, Lucía Saavedra y Luciana O’Donell

Renzo Felices y Maritza Mercado

Amelie von Koeller, Christiane von Koeller y Beatrix von Koeller

Carolina Pow-Sang y Alisson Van Der Pijl

Fernando Ramirez-Gastón, Carolina Bread y Bruno Vega

Camila Bouroncle, Nicole Bouroncle y Omayra Correa

THE BEST JUST GOT BETTER MICK FANNING / 3x A sp world ChAMpIoN

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Luau Amazónico Antonio Danna, Agostino Cánepa y Ricardo Rueda

La fiesta del Sunset de Playa del Golf reunió a los veraneantes desde las seis de la tarde. Los invitados se divirtieron con disfraces inspirados en la Amazonía peruana.

Gabriela y Alessia Arasca

Pina Cánepa

Catalina, Marina y Carlos Barreda

Pamela, Valentina e Isabella Vecco

Gaetano, Giancarlo y Salvatore Solimano

Antonia Gallardo, Kiara Casareto y Sofía Vera

Feliz añito Lua Christian Zagazeta, Aitana Zagazeta y Alexandra Alalu

Luana Betocchi celebró su primer añito en una fiesta súper divertida, al estilo playground y ambientada con Baby Minnie y sus personajes favoritos de Disney.

Alessandra Acevedo, Luana Bettocchi y Renzo Bettocchi

Esteban Loret de Mola y Camila Ramírez del Villar

Zoe Martin Camino

Verónica Cisneros y Alexandra Alalu

Alessandra Acevedo,Luana Bettocchi y Lorena Urbina

Kai Krogh

Nahia Krogh

Noa Wiese, Úrsula Granda y Alex Wiese

Civiles

Gonzalo Velasco Él es: Fundador de Soluciones Verdes, una empresa dedicada al diseño, instalación y mantenimiento de áreas verdes (jardines, parques, canchas de fútbol, azoteas y techos verdes) y sistemas de riego. Estudió Agronomía en la Universidad Agraria de La Molina. Ama el deporte y es tablista

Conócelo: Gonzalo posee una gran pasión por la naturaleza y cuando se graduó de la universidad empezó a trabajar con cultivos en el campo. La empresa quedaba en Pisco y los horarios solo le permitían correr olas cada domingo. Así, decidió renunciar a su trabajo sin una idea clara de que le depararía en el futuro. En un viaje a Indonesia –donde fue a correr olas– meditó una decisión: poner un negocio propio relacionado a la naturaleza. Así nació la idea de crear Soluciones Verdes.

La anécdota: «Soy tablista profesional hace muchos años y he viajado a varias partes del mundo gracias al surf. Deje dos años la universidad para dedicarme a fondo, pero lamentablemente el surf no es un deporte con el cual puedes vivir para siempre.

Ahora estoy muy feliz con mi segunda pasión: las plantas».

Por María Alejandra López / Foto de Augusto Escribens

Imperdibles»

zapatos chIc chemIn

pareos She IS AnonymouS

elegancia, sobriedad y una dosis de tendencia parisina son las she is anonymous presenta pareos hechos con diferentes telas: seda, lino, características de esta marca: la mejor aliada de las mujeres chic. entre satín e impermeables. perfectos para ir la playa. todos tienen los contornos su colección destacan botines, botas, zapatos, y hermosas sandalias bordeados y son de tamaño grande. se hacen un máximo de cuatro por para este verano. Facebook: facebook.com/chicchemin.maccagno modelo. Facebook: facebook.com/She-is-Anonymous

Neceseres

Libro cevIche

Figuró en el primer puesto de los top ten libros de cocina –en Londrés– por Diana abugattas nos ofrece la solución a nuestro desorden con únicos the sunday times. ‘ceviche’ es un libro que recopila las mejores recetas neceseres, porta cosméticos, y joyeros. encuentra uno de acuerdo a tu de comida peruana. Martín Morales es el creador de este libro de culto estilo y no pierdas tus cosas de vista. Facebook: facebook.com/pages/ para los paladares y las librerías en nuestro país. ¿Dónde?De Diana-Abugattas venta en Dédalo - Paseo Sáenz Peña 295, Barranco.

el blog / www.whowhatwear.com

TendencIAS» amor por la moda: si necesitas una guía para seguir lo último de la moda este blog es para ti. Las mejores tendencias de las pasarelas mundiales están aquí, con los seguimientos actuales de tus diseñadores favoritos. además, encontrarás ideas para combinar tus prendas y noticias sobre los recientes looks de las celebridades. el blog Who What Wear está liderado por la experta fashionista y Hollywood stylist Jenn camp.

ropa bogA

boga viste a la mujer romántica y bohemia. este año se puede encontrar la colección de verano 2014 en el atelier adip de barranco. La diseñadora Magaly bonifaz apostó por maxifaldas frescas, pantalones campana y vestidos muy femeninos. ¿Dónde? Av. Ayacucho 260, Barranco.

Facebook: www.facebook.com/bogamb

bLog whowhATweAr

gourmeT» Un lugar perfecto para reunirte con amigos a tomar un trago este verano. en invierno excelente para disfrutar de un aromático café o el hot hot wine –vino caliente acompañado de canela–. el ambiente de ‘La Máquina’ te hará sentir cómo en casa: juegos de mesa, libros y la compañía de muy buena música. La carta ofrece una gran variedad de sándwiches, pastas,bebidas y exquisitos postres. ¿Dónde? Alcanfores 323, Miraflores.

Facebook: facebook.com/pages/La-Maquina-Cafe

caFé LA máquInA

Eventos

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PAINT by Corona Extra

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El viernes 28 de febrero Corona Extra celebró en Asia “The Neon Party”. Los invitados se divirtieron hasta el amanecer jugando con pinturas de colores y bailando con la música de Dj Chaval.

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1 Modelo Corona. 2 Luis Alberto Arauzo, Jean Pierre Fort, Martín León y Giacomo De Bernardis. 3 Braulio y Gonzalo Galimberti. 4 Fiorella Lathi y Daniela Porras. 5 Alejandra Ortiz y Lucía Rivera. 6 Maria Paz León y Andre Ballón. 7 Denisse Dixson, Claudia Capurro y Alexandra Hamann.

Eventos

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7 Rodrigo García- Rada y Tito Parodi. 8 Stephanie Savitzky, Daniela Pereyra y Micaela Payet. 9 Valerie Bebin, Andrea Castillo y Jacky Leal. 10 Rafael Ostolaza.

11 Alessa Aita y Talía Denegri. 12 Valeria Ugarte, Jossie Morales y Mónica Pendergast. 13 Paola Vargas, Gabriela Ibárcena, Valeria Pomar y Thalia FernándezDávila.

Eventos

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“ARTE A PASO LLANO”

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Las estrellas de la canción peruana Eva Ayllón, Cecilia Bracamonte, Edith Barr, Lucy Avilés y Tania Libertad rindieron homenaje a la peruanidad en una espectacular noche donde el público disfrutó de la belleza de nuestra Marinera y del Caballo Peruano de Paso en el Show “Arte a paso llano”, que se realizó en el Boulevard de Asia. El evento contó con el auspicio de Agua Cielo, Orgullosa Embajadora de la Marca Perú.

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1 Zhanna Velcheva y Alexander Lyson. 2 Estrellas de la canción criolla. 3 Percy y Silvana Fonseca. 4 Nestor Begaño. 5 Show de Caballo Peruano de Paso.

Eventos

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7 Danissa y Alexandra Zurek. 8 Danzas peruanas en el escenario. 9 Josyanne de Trazegnies y Francisco Fernández. 10 Rocío Aramburú y Melissa Zurek.

11 Sandra Pesquiera y Alfonso Lostanau. 12 Francisco Clauson, Karl Keusche y Alejandro Gomez de la Torre. 13 Carlos Ganoza y Angélica Pulache.

Eventos

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Flamencos y Los Cocos a la Gran Final del XVIII Interlayas de Fútbol 7, Copa Hunday.

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En un emotivo y disputado encuentro, Flamencos clasificó a la gran final del XVIII Interplayas de fútbol 7, Copa Hyundai, luego de ganar a Playa del Sol. El segundo clasificado fue Los Cocos, al vencer a Punta Corrientes por 3 a 2. Este torneo, organizado por Deporcentro Casuarinas, tiene la aprobación de la Asociación Peruana de Fútbol 7.

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1 Astrid Bevermann y Daniela Porras. 2 Graña y Carpena en busca del balón. 3 Adela y Jaime Graña. 4 Fiorella Balbuena y Luis Celle. 5 Ivanna Urljevic y Francesca Laghi. 6 Salvador Venturo y Diego Belmont. 7 En ataque Punta Corrientes.

Eventos

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Liga Premier: Se llegó a la mitad del camino

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El Torneo de Verano de la Liga Premier, llega a la mitad de su camino superando todas las expectativas. Dos son los equipos que mejor fútbol vienen mostrando, pero nada les asegura el título. De los ocho equipos participantes, siete son los que todavía aspiran a estar en las semifinales. Para llegar a ser los campeones habrá que sufrir, luchar y sudar.

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1 Paul Reyes. 2 La 53. 3 Luis Fernando Castellano. 4 Jorge Gianella. 5 Renzo Flores y su hincha #1. 6 Salvador Voysets y Luis Celle en el calentamiento.

7 Encuentro entre la 53 y La Falange.

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Eventos

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Boca Jrs en Centro Deportivo Marathon

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La Escuela de Fútbol Boca Juniors en Asia clausuró su temporada de verano en medio de un gran evento del que participaron más de cincuenta chicos de la academia. Se disputaron tres partidos amistosos contra los equipos de Playa Blanca, en el que los muchachos de Boca demostraron sus habilidades y evolución futbolística.

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1 Profesores Juan Yupanqui y Jean Pierre Subauste junto a la categoría 2008-2009. 2 Categorías 2005-2006 junto a coordinador deportivo Dante Chumpitaz.

3 Partido amistoso Escuela Boca Juniors Perú vs Playa Blanca. 4 Ignacio y Nicolás Bustamante. 5 Rodrigo Muñoz Najar, Doris Larrabure y Jessica Mávila.

6 Diego de la Villa. 7 Categoría 2008-2009 premiados, exhibiendo sus medallas.

Eventos

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WIilson Challenge La reconocida marca, Wilson, lanza su primer torneo de tenis dobles en el Centro Deportivo Marathon del Boulevard de Asia. Este evento reunió a los mejores tenistas del Perú como Galdós, Beretta, Echazú, Panta, Sanchez, entre otros, quienes compitieron por el título. Wilson entra con fuerza este 2014 en el deporte blanco siendo este una de las tantas actividades que realizará en el año.

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1 Álvaro Raposo de Oliveira y Leo Ramírez. 2 Briant Panta y Diulio Vallebuona. 3 Mari Arreluce y Gustavo del Río. 4 Rodrigo Sánchez y Sergio Monges.

5 Christopher Kano y Ricardo Wilson. 6 Carlos Monges y Mónica León. 7 Diulio Vallebuona en pleno partido.

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Clausura Triatlón

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El sábado 2 de marzo, Playa Blanca fue sede de la clausura de la Tercera academia Triatlón Asia 2014. Esta academia elaborada por Tri Sport Perú con el asupicios de ASIA SUR, constó de siete sábados en los cuales los niños aprendieron técnicas de natación, ciclismo y carrera a pie. La final consistió en una Triatlón Super Sprint donde nadaron 100mt, 1.5km de ciclismo y 1km de carrera a Pie. 03

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1 Rodrigo Alonso Jr. 2 El equipo Triatlón recibiendo sus diplomas. 3. Javier del Carpio, Rodrigo Alonso y Dereck Morí. 4 Rodrigo Alonso Jr calentando.

4 Rodrigo Alonso Jr calentando en bicicleta. 6 Lorenzo Costa. 7 Valeria Alonso, Rodrigo Alonso, Cayetano Rizo Patrón, Carlo Costa, Lorenzo Costa, Alonso Sandova, Alejandro Sandoval y Pablo Guessi.

En vitrina

Yo lo quiero + Un regalo para tí

Tiffany & Co. Lentes de sol de la marca Tiffany & Co. Hecho de acetato y aplicaciones de brillo en las varillas. Con protección 100% UV. Símbolo eterno de la elegancia y refinamienrefinamien to. Cada creación Tiffany & Co. es una obra de artesanía brillante y asombrosa belleza. Sus colecciones de anteojos son exclusivos, elegantes y de un lujo sin igual.

Prime BB Beauty Balm

Bvlgari Las creaciones de Bulgari hechos de acetato, se caracterizan por su estilo audaz, sofisticado e inconfundible, en el que la atención meticulosa a la calidad y el diseño innovador se combinan para crear una elegancia atemporal incluyendo en sus diseños piedras semi-preciosas, cristales y diamantes pequeños, sus anteojos son una joya de estilo único.

Lo más Sweet

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Disponible en un SPF 35 crema y un compacto SPF 30 para llevar a donde quieras.

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No me dejes

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Promoviendo la salud en el trabajo

Especialistas en chequeo ocupacional integral dedicados a mejorar la calidad de vida de los trabajadores.

No hay nada más importante para una empresa que sus trabajadores.

Pensando en ellos y su salud existen servicios profesionales dedicados a evaluarlos periódicamente. Ese es el caso del Instituto de Imágenes Médicas, dedicado a cuidar la salud de los trabajadores mediante evaluaciones médicoocupacionales. Comprometidos con el avance tecnológico y el diagnóstico oportuno de las personas, el instituto se ha aliado con profesionales altamente capacitados, como el doctor Juan Samanez, médico especialista en promoción de la salud, y el doctor Héctor Collantes, especialista en medicina ocupacional.

De acuerdo a las normas vigentes de trabajo –la Ley 29783–, es obligatorio que los empleadores practiquen exámenes médico-ocupacionales antes, durante y al concluir la relación laboral con el trabajador. Por lo tanto, los empresarios necesitan contar con un servicio de calidad para evaluar la salud de sus trabajadores –con los mejores especialistas y equipos– para darles el mejor asesoramiento en prevención, promoción de la salud y seguridad en el trabajo.

«Tenemos la tecnología más avanzada, con modernos equipos de resonancia magnética y tomógrafos de última generación», señala la doctora Elizabeth Calderón, reconocida radióloga y directora del Instituto de Imágenes Médicas.

El sistema utilizado para el chequeo ocupacional brinda un servicio integral en salud del trabajador. Por ello este sistema se preocupa totalmente por crear un comité especializado, identificar los peligros y evaluar riesgos en el área de trabajo, el protocolo de exámenes médicos de acuerdo a los riesgos identificados en los diferentes puestos, etc. «Nos encargamos totalmente de los procedimientos para la investigación y el reporte de accidentes o enfermedades ocupacionales», dice el doctor Héctor Collantes.

Tomógrafos de última tecnología del Instituto de Imagenes Médicas

Además, los especialistas del Centro de Chequeo Ocupacional buscan mejorar y cambiar las conductas de los trabajadores a través de la promoción y prevención de la salud. «Tenemos un auditorio para formar y capacitar a los directivos y empleados para que mejoren sus hábitos», agrega el doctor

Doctor Juan Samanez, médico especialista en promoción de la Salud Samanez. «Buscamos prevenir las enfermedades concientizándolos para que cambien su conducta». Entre los servicios que el centro ofrece, destacan los exámenes médicos preempleo, los exámenes periódicos para que los trabajadores no afecten su labor, y los exámenes de retiro, realizados al término del vínculo laboral. Un equipo altamente calificado y un programa completo para salvaguardar la salud de sus trabajadores.

Contacto: Centro de Chequeo Ocupacional – Instituto de Imágenes Médicas Av. San Martín 460, Pueblo Libre Teléfonos: 261-1331/261-1328 www.institutodeimagenesmedicas.com Informes: saludocupacional@institutodeimagenesmedicas.com

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La nueva barra de Laeñe El restaurante español se reinventa con nueva cocina y un rincón de pisco sour muy especial.

Uno de los mejores bármanes del país tiene 51 años de trayectoria y llegó a la ciudad de Lima desde Cajamarca. José Bautista Gonzales era un asistente de cocina hasta que una circunstancia despertó su vocación en uno de los restaurantes más emblemáticos de los setenta, el Saint Tropez. «El barman enfermó y me dijeron “tienes que aprender en este momento a preparar un pisco sour”. En una semana ya había personas que regresaban por otro», recuerda José Bautista Gonzales, más conocido como Don José. Ahora es el nuevo jefe de la barra en LAEÑE, restaurante especializado en cocina española con más de diez años de trayectoria, y donde se podrá degustar uno de los mejores piscos sours del Perú.

Don José no solo ha satisfecho la sed de los ex presidentes Manuel Odría y Fernando Belaunde Terry, también fue el ganador del Mejor Pisco Sour y Mejor Barra del Summum 2011, mientras trabajaba en el restaurante La Gloria. «Trabajé ahí durante diecinueve años, después me jubilé y tuve un largo descanso», dice Don José. «Realmente estaba aburrido, extrañaba interactuar con mis clientes». En su nueva barra lo visitan clientes españoles, ingleses,

Restaurante cuenta con una gran variedad de vinos españoles canadienses, mexicanos, chilenos, y de todas partes del mundo, en búsqueda de ese pisco con «carácter». Con las medidas exactas en la cabeza –sin necesidad de medir las onzas ni los insumos de siempre, pisco quebranta, limón, jarabe de goma, clara de huevo y hielo al gusto–, prepara un pisco como Dios manda. «No uso licuadora, siempre coctelera. Mi pisco sour es tradicional».

Don José preparando un tradicional pisco Sour en su nueva barra

Pero LAEÑE no solo ha reinventado su barra, sino también ha cambiado de propietario: Javier Fernández Ovejero –conocido empresario de hostelería con restaurantes en España– está hoy al mando de este renovado desafío culinario. «Buscamos crear una fusión sin perder la esencia de la cocina española y peruana», dice Fernández. La carta conserva los sabores ibéricos de siempre, como la tradicional tortilla de papas española o la imponente paella –excelentes opciones para compartir con amigos, acompañadas de un buen vino español o una «caña»–. Entre los platos peruanos que hoy se pueden probar en el elegante local encontramos la espectacular causa de langostinos, el clásico ceviche de pescado, un jugoso lomo saltado, un tiradito de corvina acompañado con aceite de oliva o un espectacular sudado.

«Hay una nueva cocina, con lo mejor de dos culturas», agrega Fernández. La experiencia de asistir a LAEÑE ofrece cocina de calidad, cocteles inigualables al mando de Don José y espacios amenos para pasar momentos agradables.

El restaurante también ofrece –pensando siempre en los clientes–espacios exclusivos para realizar cumpleaños u otros eventos. Los miércoles se puede disfrutar de flamenco en vivo desde las nueve de la noche, y de lunes a sábado de los pisco sours de Don José.

Uno de los platos nuevos de la carta: la deliciosa causa de langostinos

LAEÑE: www.restaurante-laene.com Teléfonos: 447-4807 / 241-8546 Av. Dos de Mayo 220, Miraflores

El maestro del océano que forma campeones El entrenador australiano Martin Dunn es un obsesionado con el surf: analiza desde en qué punto exacto explotarán las mejores olas hasta qué debe pensar un tablista mientras rema. Considerado por muchos el mejor entrenador del mundo del surf, el Perú dio el golpe y lo contrató para entrenar durante dos semanas a nuestros seleccionados, con miras al mundial de noviembre en Punta Rocas.

Hace cuatro años en Punta Hermosa se vivió la que ha sido quizá la más polémica definición de un campeonato mundial de surf. Llegado el último día de competencia, el Perú necesitaba una jornada casi perfecta para ser por primera vez campeón mundial.

Matías Mulanovich sacrificó sus posibilidades personales a cambio de enrolarse en una dura batalla para eliminar a uno de los dos australianos que tenía

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en su ronda. La delegación australiana se irritó. Más tarde uno de sus surfers celebró un avance de ronda con un gesto que caracteriza a los australianos, pero que en Punta Hermosa se tomó como una ofensa al público, y el turno de irritarse fue de los peruanos. Al final del día, el título mundial quedó en casa, en medio de una atmósfera de alegría y tensión.

Al frente del equipo australiano, subcampeón del

evento, estaba el entrenador Martin Dunn. «Esas son cosas del pasado», dice hoy frente al mar de la Costa Verde. Hace algunas semanas llegó a oídos de la federación el final del vínculo de Dunn con el equipo australiano, y, en una astuta jugada, consiguió traer a Lima a quien es para muchos el mejor entrenador del mundo para dos semanas de intenso entrenamiento con la selección peruana.

Foto: Piero Marotta

Por Pablo Panizo / Foto de Alonso Molina

«Es bueno tener la ambición de ser campeón mundial, pero el tablista no puede detenerse a pensar solo en el resultado. Parte de mi función es mantenerlo mentalizado en hacer su trabajo: estar bien posicionado para coger las olas correctas y surfearlas bien» de Sofía Mulanovich en la división de mujeres. A sus 55 años, el australiano ha estado en cientos de campeonatos, ha visto miles de series de competencia, ha escuchado decenas de miles de puntajes de olas. «Entiendo lo que los jueces buscan –asegura–. Usualmente las series se definen por medio punto; tú quieres ganar por ese medio punto, no perder por ese medio punto».

Su piel no deja dudas. Martin Dunn podría ser la pesadilla de un dermatólogo: parece estar eternamente insolado, pues en sus brazos hay cientos de puntos blancos y en su cuello se forman pliegues de resequedad, fruto de una vida expuesta al sol y a la brisa marina.

Cuando hace casi treinta años comenzó con el entrenamiento, los estudiosos de la técnica y la táctica competitiva en el surf se contaban con los dedos.

Desde ese entonces ha publicado quince videos y libros de instrucción sobre surf, y es creador de surfcoach. com, una famosa página en la que brinda entrenamiento personalizado en línea. Bajo su mando, veinte surfers han llegado al World Championship Tour, la máxima división del deporte, una élite tan reducida que ningún peruano ha podido nunca alcanzar, a excepción

Acostumbrados a competir en Punta Rocas, los peruanos tienen un alto nivel de desempeño en esta ola. Sin embargo, si el Perú quiere volver a hacer un buen papel frente a los mejores surfers del mundo, cuando en noviembre se celebre en Punta Rocas la 50a edición del ISA World Surfing Games, debe luchar por ese medio punto. Para eso se ha contratado a Dunn. Cámara en mano, el australiano graba cada ola de sus atletas. Luego las estudia con detenimiento y encuentra los detalles que separan, a ojos de los jueces, una ola buena de una excelente. Puede ser una simple postura en el cuerpo, una falla técnica en la dirección hacia donde el competidor dirige la mirada. Ligeros desperfectos que un tablista profesional nunca ha detectado en su perfor-

mance, pero que Dunn detecta con rapidez. «Son muy buenos surfers, pero yo tengo un entendimiento diferente; he estado en lugares donde ellos no han estado», dice. En dos semanas en esta playa del sur de Lima ha analizado cada detalle: hay más de un lugar apto para coger la ola. El lugar ideal dependerá de la dirección de la tormenta que trajo las olas y de la frecuencia con que el mar las traiga; la ola permitirá de dos a tres maniobras poderosas antes de llegar a la sección más débil; qué maniobras son las ideales dependerá del análisis que haga desde la orilla.

Pero el trabajo no se limita a la técnica y la estrategia. Como cabeza de la delegación australiana que disputó el título en el 2010, Martin Dunn ya ha visto la presión que puede ejercer nuestra afición.

Difícilmente se ve en el surf una pasión como la que se vivió ese año, cuando la selección peruana ganó el primer título mundial absoluto de toda la historia deportiva nacional, y el entrenador sabe que este año la expectativa no será otra que repetir la hazaña. «Es bueno tener la ambición de ser campeón mundial,

pero el tablista no puede detenerse a pensar solamente en el resultado.

Parte de mi función es mantenerlo mentalizado en hacer su trabajo: estar bien posicionado para coger las olas correctas y surfearlas bien».

Esta tarde Martin Dunn se despide del país con la promesa de regresar a correr las olas del norte, de las que tan bien le han hablado, y, sobre todo, con la ilusión de ser nuestro entrenador en el mundial de noviembre. El nivel de nuestros competidores no le era ajeno, pero en el entrenamiento diario ha tenido gratas sorpresas y confía en que con un poco de suerte –un factor importante en un deporte en que la naturaleza es tan influyente– el Perú podrá volver a pelear el título. Su fecha de regreso es cuestión de presupuestos: si todo sale bien, será en agosto; caso contrario, en octubre. Ha compartido un almuerzo con la directiva de la Federación Nacional de Tabla en el Club Waikiki, ha visitado el cuarto de tablas del tradicional club y se ha tomado fotos junto a la tabla donde están escritos los nombres de nuestros campeones nacionales.

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Fiorella Pennano

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El mundo es un escenario 23 años. Actriz. Graduada del conservatorio de actuación de la Universidad de York. Dirige desde hace pocos meses Espacio Interior, un estudio de interacción artística en el que desarrolla y explora el mundo interno de los actores, como lo hace consigo misma.

Por Rodrigo Alomía / Fotos de Santiago Barco

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En escena

el

año pasado, Fiorella Pennano entró a trabajar a una carnicería en Toronto durante unos días.

Quien la ve por primera vez no la imaginaría allí ni por un segundo, en medio de cadáveres de animales. Fiorella luce delicada, como una muñeca de porcelana que debe su caminar acompasado a los años que el ballet la formó durante su adolescencia. Pero no es hasta que uno la observa pararse y posar frente a la cámara fotográfica, cuando reconoce en ella una actitud poderosa que

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domina fácilmente la atmósfera, como si estuviese actuando en una puesta en escena, como si dejara todo de sí por actuar y deslumbrar.

Si Fiorella Pennano puso un pie en aquella carnicería, no fue para convertirse en una bella matarife peruana en Toronto, la ciudad a la que había llegado en 2009 para estudiar teatro en la Universidad de York. Ella quería conocer de primera mano ese mundo para inspirarse e

interpretar el papel principal que le han asignado en Camila’s bones, una obra de teatro que narra la historia de una inmigrante latinoamericana que llega a la Canadá de 2040 y que es sometida a trabajar como descuartizadora de cerdos en una carnicería a causa de su espíritu rebelde.

«Desde entonces ya no como carne», admite Fiorella, quien no solo tuvo que adentrarse a una carnicería, sino también ver muchos videos

Fiorella Pennano ha actuado en cuatro obras de teatro en Canadá, y su quinta obra será en agosto próximo en Toronto. A inicios de 2015 filmará allá el largometraje de Camila’s bones, lo que significará su debut en el cine

Canadá cuando supo de la carrera de Artes Escénicas que allí se dictaba. «Si quería ser una actriz internacional, debía estudiar actuación en inglés, y desarrollar y conocer mis emociones en ese idioma».

Era un camino necesario y fascinante hacia el sueño que anhelaba: viajar por diferentes lugares del mundo para perfeccionar su carrera, y compartir el escenario con reconocidos artistas internacionales, traerlos al país, y llevar actores peruanos al extranjero. Hoy Fiorella Pennano va segura y enrumbada hacia ese sueño. Ha actuado en cuatro obras de teatro en Canadá, y su quinta obra será en agosto próximo en Toronto, en el papel principal de la obra la loCa, en la que interpretará a Juana la Loca. Y en los primeros meses de 2015 también deberá viajar a Canadá para filmar el largometraje de Camila’s bones, lo que significará su debut en el cine.

Producción: Mariana Chamot y Pía Gonzales Vigil Dirección de arte y styling: Boris Ponce Maquillaje y peinado: Beauty Bar Encuentra más fotos en www.asiasur.com

en YouTube sobre la industria alimentaria y los crueles maltratos que cometían contra los animales.

«Tuve que sumergirme en ese mundo para desarrollar las imágenes sensoriales que me exigía mi personaje, y así transmitir al público que el universo donde estaba era sumamente desagradable».

Con esa experiencia a cuestas no es difícil adivinar que su pasión por

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actuar va más allá del escenario mismo. Fiorella Pennano dedica su vida al teatro desde que empezó a ver con asombro las obras de su colegio, desde que sintió una emoción que la escarapelaba cada vez que se metía de lleno a interpretar a un personaje distinto. Y, aunque luego de haber salido del colegio estudió por un año y medio la carrera de Comunicación y Periodismo en la UPC, no pensó dos veces en la posibilidad de viajar a

Fiorella está en Lima desde diciembre pasado, y aquí tampoco se ha detenido. A cargo de Espacio Interior, ella es una guía que transmite sus conocimientos a los alumnos de diferentes edades que acuden para explorar sus técnicas teatrales. «Hay personas que llegan a mí con el fin de actuar en películas o en teatro, y otras que simplemente quieren explorar su mundo interno.

A partir de eso trabajamos desde un punto o técnica para llegar al objetivo del actor», dice, convencida de ser una actriz en constante aprendizaje, que concibe su vida como un camino largo que recién ha iniciado. Solo es cuestión de tiempo para verla deslumbrar en más escenarios del planeta. s

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Natalia Parodi

Por Rodrigo Alomía / Foto de Augusto Escribens

Psicóloga. Conductora de televisión. Natalia siempre supo que quería ser psicóloga –su padre también siguió la misma vocación–, aunque las artes escénicas también la apasionaron en la universidad, mientras estudiaba Psicología. Ha actuado en más de una obra de teatro, pero en los últimos años ha dedicado sus días al programa que conduce y a los pacientes que recibe en su consultorio. Ama viajar y conocer nuevos lugares del planeta.

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llaves tiene en su cartera y siempre las lleva consigo. Una es de su carro, otra de su consultorio, otra de su casa, otra de la casa de sus padres, y la lista es interminable.

2004

el año en que hizo su debut profesional como actriz en La importancia de LLamarse ernesto, dirigida por Roberto Ángeles, quien también fue su profesor en los talleres de formación actoral que llevó con él. La última obra en la que participó fue amadeus, en el 2009.

9

años estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Se graduó en Psicología Clínica, aunque estuvo tres años más llevando cursos en la especialidad de Artes Escénicas.

13

años llevó una maestría en Terapia de Artes Expresivas en Suiza. Para Natalia es beneficioso hablar del poder del arte porque así se pone en marcha la imaginación, que es vital por su capacidad para despertar los sentidos, la sensibilidad y de moldear una actitud creativa frente a la vida.

4

hermanos tiene, y ella es la mayor de todos. Es la única psicóloga, pues Claudio y Andrew son arquitectos, Paula estudia Comunicación para el Desarrollo, y Franco, el menor, estudia para ser cineasta.

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años, la edad en que comenzó a acudir a los karaokes. A Natalia le gusta cantar y cada vez que puede se da un tiempo para ir a estos locales.

Agradece que su novio también comparta su misma afición.

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