Revista Aula y Ambiente. Volumen 11 - Número 22

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AULA Y AMBIENTE REVISTA AMBIENTAL

Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017 ISSN: 1317-7478 Depósito Legal: pp200102CS1093


UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR AUTORIDADES Raúl López │ Rector Doris Pérez │ Vicerrectora de Docencia Moraima Estéves │ Vicerrectora de Investigación y Postgrado María Centeno │ Vicerrectora de Extensión Nilva Moreno │ Secretaria

INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS AUTORIDADES

Alix Agudelo │ Directora-Decano Judith Rangel │ Subdirectora de Docencia Zulay Pérez │ Subdirectora de Investigación y Postgrado Humberto González │ Subdirector de Extensión Juan Acosta │ Secretario

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA Orlando González │ Jefe del Departamento

CENTRO DE INVESTIGACIÓN “ESTUDIOS DEL MEDIO FÍSICO VENEZOLANO” Arismar Marcano │ Coordinador

AULA Y AMBIENTE COMITÉ EDITORIAL

Maryorie Sánchez (UPEL)│Director-Editor Arismar Marcano (UPEL) Franklin Nuñez (UPEL) Kar Hernández (UPEL) Orlando González (UPEL) Zuleika González (UPEL)

CUERPO DE ASESORES ACADÉMICOS

CUERPO DE EVALUADORES

Rosa Reyes (USB) Manuel Martínez (UCV) Franco Urbani (UCV) Yolanda Barrientos (UPEL-IPC) Sergio Foghin (UPEL-IPC) Maximiliano Bezada (UPEL-IPC)

Vidal Sáez vidal (UCV) / saezsaez@gmail.com Adolfo Quesada (Universidad Nacional de Costa Rica) / adolfo.quesada@gmail.com Scarlet Cartaya (Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Manta – Ecuador) / scarletcartaya@ gmail.com Jorge Molina (Bomberos Metropolitanos de Caracas) / arquitectomolina@hotmail.com Angel Betancourt (FUNVISIS) / abetancourt@ funvisis.gob.ve Nestor Molina (CORPOELEC) / arellanemo05@ gmail.com Gloria Guilarte (IPC) / gloguilarte@gmail.com Carlos Suárez (IPC) / carturo7982@yahoo.es Ana Teresa Iztúriz (IPC) / anaizturiz@gmail.com Salvador Lo Mónaco (UCV) / slomonac@ gmail.com Ricardo Alezone (UCV)


AULA Y AMBIENTE

REVISTA AMBIENTAL Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017 ISSN: 1317-7478 UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

CENTRO DE INVESTIGACIÓN “ESTUDIOS DEL MEDIO FÍSICO VENEZOLANO”


AULA Y AMBIENTE

Revista Ambiental Revista arbitrada por sistema doble ciego ISSN: 1317-7478 Depósito Legal: pp200102CS1093 Diseño del logotipo de Aula y Ambiente: Marlene Arteaga Portada: Laguna de Timoncito, Pico Bolívar, Edo Mérida-Venezuela. Foto: Habib A, Tajan M. Facultad de Humanidades, Departamento de Pedagogía y Didáctica, Universidad de los Andes (ULA) Diagramación: Joseph Hernández Impresión: Imprenta “Gerardo A. Toro” UPEL-IPC Impreso en Venezuela / Printed in Venezuela Fondo Editorial Mariano Picón Salas del IPC Dr. BERNARDO BETHENCOURT- JEFE EDITORIAL MSc. JESUS LOVERA- COORDINADOR EDITORIAL Impresión: Imprenta “Gerardo A. Toro” UPEL-IPC Impreso en Venezuela / Printed in Venezuela Dirección postal: Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, Departamento de Ciencias de la Tierra, Sector “El Pueblo”, Avenida Páez, Urb. El Paraíso, Caracas 1020. Venezuela Teléfonos: (00-58-212) 6396351 Página Web: www.upel.edu.ve aulayambiente@ipc.upel.edu.ve La Revista AULA Y AMBIENTE no se responsabiliza por las ideas, opiniones y afirmaciones emitidas por los autores. 6 AULA Y AMBIENTE - Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017


Revista Aula y Ambiente

OBJETIVOS Y CARACTERÍSTICAS AULA Y AMBIENTE es una revista de periodicidad semestral (Enero-Junio / Julio-Diciembre), arbitrada (sistema doble ciego), órgano divulgativo del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” CIEMEFIVE adscrito al Departamento de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Caracas IPC, y cuenta con el patrocinio del Vicerrectorado de Investigación y Postgrado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador UPEL. La revista también aparece en forma de ediciones especiales tipo monográficos. El nombre de la revista, AULA Y AMBIENTE, hace referencia a la Naturaleza como Maestra; al ambiente como el escenario más apropiado para la adquisición de los conocimientos necesarios con el fin de garantizar la preservación del equilibrio natural y, por tanto, de la pervivencia armónica de todas las formas de vida. AULA Y AMBIENTE, publica artículos originales e inéditos sobre temas ambientales en general, con el fin de poner al alcance de los lectores no especializados y en particular de los estudiantes y docentes en servicio, información actualizada acerca del estado de los conocimientos relacionados con los diferentes componentes del ambiente, su investigación y enseñanza. Previa autorización de los autores o de los editores, AULA Y AMBIENTE, podrá reproducir también trabajos ya publicados, los cuales por alguna razón hayan tenido difusión limitada; en estos casos, el Director-Editor especificará esta circunstancia. La estructura de la Revista AULA Y AMBIENTE consta de las siguientes secciones las cuales se especifican mejor en las instrucciones para los autores: • El Aula del Director • Artículos • Apuntes • Semblanzas • Reseñas En las últimas páginas de cada número de la revista se encontrará la Currícula de los Autores. AULA Y AMBIENTE - Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017

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AULA Y AMBIENTE - Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017


AULA Y AMBIENTE REVISTA AMBIENTAL Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017 ISSN: 1317-7478 Depósito Legal: pp200102CS1093 Contenido

EL AULA DEL DIRECTOR Aula y Ambiente, siguiendo con la misma pasión...............................................................

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MARYORIE SÁNCHEZ.

ARTÍCULOS Diagnóstico de vulnerabilidades en las labores en sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela, como herramienta para la gestión de riesgos laborales .............

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NELSON LIMA - ARISMAR MARCANO MONTILLA

La Geología y el Ambiente ......................................................................................................

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ANA TERESA IZTÚRIZ - ZULEIKA GONZÁLEZ

AULA Y AMBIENTE - Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017

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Evolución geomorfológica de la laguna litoral de Zazárida, en la costa noroeste del estado Falcón, Venezuela.........................................................................................................

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SARA LARA- LISBETH SOTO - ROSARIO GONZÁLEZ - DELVIS IBARRA MANUEL FIGUERA - DANIEL GARCÍA - MILAGROS MARCANO - DANIEL MUJICA

APUNTES El Antropoceno y su posible inclusión en la Escala del Tiempo Geológico (Breve síntesis).......................................................................................................................................

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ORLANDO GONZÁLEZ

SEMBLANZA Alfredo Jahn Hartman (1867-1940), ingeniero, geógrafo, naturalista e historiador........

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SERGIO FOGHIN-PILLIN

RESEÑA II Jornada Riesgos Naturales y Educación, “por una cultura de prevención ante los riesgos naturales”, percepción desde la experiencia del programa socio-educativo de Funvisis, Aula Sísmica “Madeleilis Guzmán”.......................................................................

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BRICEIDA MORA

NORMAS PARA AUTORES ................................................................................................

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CURRICULA DE LOS AUTORES........................................................................................

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EL AULA DEL DIRECTOR

Aula y Ambiente, siguiendo con la misma pasión… Maryorie Sánchez

El segundo semestre del año 2017 presenta una cronología de eventos bien significativos para los venezolanos, en especial para los Caraqueños y los habitantes de los Estados Aragua y Vargas cuyos recuerdos dan cuenta de los diversos eventos de origen natural, que por sus efectos trascendieron las fronteras conmoviendo a la comunidad nacional e internacional. Las conmemoraciones inician con los 50 años del Terremoto de Caracas ocurrido el 29 de Julio de 1967, seguido por los deslizamientos (deslave) de El Limón el 6 de Septiembre de 1987 memorando 30 años y el Terremoto de Cariaco ocurrido el 9 de Julio de 1997 que llega a sus 20 años. Estas fechas han repercutido en gran parte en la Gestión del riesgo sísmico, geológico e hidrometeorológico en Venezuela; es así que, por ejemplo, a raíz del mencionado terremoto de Caracas, el Gobierno para el momento emprende acciones para evaluar y comprender mejor los eventos sísmicos y cinco años después se crea la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas FUNVISIS por Decreto presidencial N° 1053, publicado en la Gaceta Oficial N° 29864 de fecha de 27 de julio de 1972, la cual arriba a sus 45 años. Aun cuando el presente número no fue dedicado en su totalidad a las investigaciones

sobre Riesgos, consideramos ineludible resaltar en esta sección estos acontecimientos que merecen ser: recordados y no olvidados, conocidos y no ignorados para el establecimiento de una cultura de prevención para las generaciones de ciudadanos que conviven constantemente con los riesgos. Nos honra publicar los trabajos que en esta ocasión fueran confiados a la revista Aula y Ambiente para su evaluación y el primero de ellos es el que escribieran Sara Lara, Lisbeth Soto, Rosario González, Delvis Ibarra, Manuel Figuera, Daniel García, Luis González, Daniel Mujica, Milagros Marcano, intitulado “Evolución geomorfológica de la laguna litoral de Zazárida, en la costa Nor Oeste del Estado Falcón, Venezuela” en esta investigación, los autores determinaron la evolución geomorfológica del área entre los años 1959 al 2014 estableciendo las relaciones entre los factores climáticos, geológicos, tectónicos, hidrodinámicos e impacto antrópico con las lluvias torrenciales lo que mostró una notable modificación de las geoformas predominantes de este espacio geográfico. Seguidamente el Ingeniero Nelson Lima y la Profesora Arismar Marcano hacen un interesante aporte para el sector eléctrico, su investigación lleva por nombre “Diagnóstico de vulnerabilidades en las labores en sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela, como herramienta para la gestión de riesgos de desastres”. Los autores realizan un diagnostico de las condiciones de los sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela (CORPOELEC), a fin de identificar las vulnerabilidades presentes y entre sus resultados señalan la influencia de factores físicos, económicos y sociales, en la estructuración de los niveles de vulnerabilidad para las labores en sótanos de la Industria Eléctrica Venezolana.

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Cierra la sección de artículos el trabajo intitulado “La Geología y el Ambiente”, sus autoras las Profesoras Ana Teresa Iztúriz y Zuleika González quienes presentan una revisión histórica de la geología, desde las primeras aproximaciones que tuvo el ser humano, en su curiosidad por conocer la Tierra, hasta el surgimiento de la geología moderna. También se tratan los conceptos y principios básicos de esta ciencia, así como los grandes temas que han surgido durante su desarrollo, los cuales han sido de crucial relevancia para entender la historia del planeta y comprender la dinámica de sus sistemas. En la sección Apuntes, el Profesor Orlando González hace una revisión en diferentes fuentes sobre la validez o no de incorporar el término Antropoceno en la Escala del Tiempo Geológico como una nueva unidad o época geológica. Al respecto el autor advierte sobre el amplio debate entre geólogos, antropólogos y biólogos y desde su punto de vista cierra su escrito diciendo “que son los geólogos de la comunidad internacional los que tienen la última palabra con relación así se concreta o no, la creación de esta nueva época geológica.” También promueve la reflexión en pro al tema, a través de las siguientes interrogantes ¿Acaso la raza humana no ha formado parte de esos mecanismos de forzamiento climático del Pleistoceno Tardío y en especial de la época actual o el Holoceno? Si esto es así ¿realmente se necesita crear una nueva época geológica como el Antropoceno?

bienestar de su patria”. El 8 de octubre de 2017 se cumplen 150 años de su nacimiento, por lo que agradecemos al autor por honrar a nuestros lectores con tan acuciosa descripción de la vida y obra de este insigne investigador. En la sección Reseña, la Profesora Briceida Mora hace referencia a la II Jornada Riesgos Naturales y Educación, “Por una cultura de prevención ante los riesgos naturales”, percepción desde la experiencia del programa socio-educativo de Funvisis, Aula Sísmica “Madeleilis Guzmán”. En esta edición, nuestra portada muestra una vista de un paisaje andino captado desde la base del glaciar Timoncito, al pie del Pico Bolívar del Parque nacional Sierra Nevada, Edo Mérida. Se observa desde un punto focal, representado por la vegetación helada, la laguna de Timoncito con una altura de 4620 msnm. En la foto también se aprecian bloques erráticos y rocas aborregadas. Les invitamos a disfrutar de la presente edición, cuya aparición se hizo posible por el invalorable aporte que hicieran nuestros aliados investigadores y ustedes los lectores que nos motivan a seguir adelante con el mismo ánimo y la misma pasión.

A continuación, el Profesor Sergio Foghin en la sección Semblanzas rinde homenaje al Dr. Alfredo Jahn Hartman (1867-1940) eminente ingeniero, geógrafo, naturalista e historiador venezolano, “cuya vida y obra constituyen preclaro ejemplo de incansable dedicación al avance de la ciencia, así como al progreso y 12

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Diagnóstico de vulnerabilidades en las labores en sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela, como herramienta para la gestión de riesgos laborales Nelson Lima (1, 2) Arismar Marcano Montilla 3 Corporación Eléctrica Nacional, Departamento de Mantenimiento Líneas Gran Caracas, Equipo de Líneas Subterráneas. 2 Programa de Especialización en Educación en Gestión de Riesgos de la UPEL-IPC. 3Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, Departamento de Ciencias de la Tierra. nelsonlimamoy@gmail.com / arismarcano@gmail.com 1

Recibido:17/03/2017

Aceptado:

Resumen Los sótanos que forman parte del sistema subterráneo de la Industria Eléctrica Nacional, son espacios que no están diseñados para una ocupación continuada y que pueden propiciar accidentes y enfermedades. En este sentido, se destaca la importancia de asegurar los controles para evitar circunstancias que pueden hacer susceptibles a los trabajadores ante los efectos dañinos de las múltiples amenazas. A razón de lo anterior, esta investigación tuvo como objetivo diagnosticar las condiciones de los sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela (CORPOELEC), a fin de identificar las vulnerabilidades presentes. Algunos referentes teóricos se basan en los riesgos, amenazas y vulnerabilidades en las labores desempeñadas en espacios confinados. Metodológicamente, consistió en una investigación de campo, de carácter descriptivo; empleando la observación como técnica y la lista de cotejo como instrumento. Entre los resultados obtenidos se señala la influencia de factores físicos, económicos y sociales, en la estructuración de los niveles de vulnerabilidad para las labores en sótanos de la Industria Eléctrica Venezolana. Palabras clave: Vulnerabilidad laboral, sótanos, prevención, riesgos, amenazas tecnológicas.

18/05/2017

Diagnosis of vulnerabilities in the work in basements of the National Electric Corporation of Venezuela, as a tool for the management of occupational risks. Abstract The manholes that are part of the underground system of the National Electrical Industry are spaces that are not designed for a continuous occupation and that can cause accidents and illnesses. In this regard, the importance of ensuring controls to avoid circumstances that may make workers susceptible to the harmful effects of multiple threats is emphasized. The purpose of this research was to diagnose the current conditions of the manholes of the National Electrical Corporation of Venezuela (CORPOELEC), in order to identify the present vulnerabilities. Some theoretical references are based on risks, threats and vulnerabilities in confined space work. Methodologically, it consisted of a field investigation, of descriptive character; using observation as technique and the checklist as an instrument. The results indicate the influence of physical, economic and social factors in the structuring of vulnerability levels for manholes work in the Venezuelan Electricity Industry.

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Nelson Lima - Arismar Marcano Montilla

Key words: Occupational vulnerability, manholes, prevention, risks, technological threats.

INTRODUCCIÓN Estudios de la Asociación Industrial de Canarias (ASINCA, 2009), catalogan al espacio confinado como un área «… con aberturas limitadas de entrada, salida y ventilación natural desfavorable, en el cual pueden acumularse contaminantes químicos, tóxicos o inflamables, tener una atmósfera con deficiencia de oxígeno, y que no está diseñado para una ocupación continuada…» (p. 3). Tales condiciones evidencian la presencia de múltiples factores de riesgo y propician la ocurrencia de accidentes laborales. De igual forma, el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España (INSHT, 1989), indica que el origen de los accidentes en los citados espacios son ocasionados porque «… en la mayoría de las ocasiones falta capacitación y adiestramiento, y una deficiente comunicación sobre el estado de la instalación y las condiciones seguras en las que las operaciones han de realizarse…» (p. 1). En el mismo orden de ideas, en Venezuela, en la Corporación Eléctrica Nacional (desde ahora CORPOELEC) y específicamente en el Equipo de Cables Subterráneos, se realizan actividades en recintos por donde «se accede por una abertura en un sistema subterráneo y por la cual pueden entrar personas designadas para instalar cables, transformadores, cajas de empalmes y otros dispositivos y para hacer conexiones y pruebas en el área eléctrica» (p. 5) de acuerdo a lo establecido por la Norma Técnica del Fondo para la Normalización y Certificación de la Calidad (FONDONORMA) N°3987 (2010) para redes eléctricas subterráneas en distribución. 14

Las particularidades descritas anteriormente y la normativa de la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN) N° 3153 (1996), catalogan conceptualmente a los mencionados recintos como espacios confinados. Sin embargo, se puede precisar que más allá de la definición y características descritas con anterioridad, estos recintos presentan ciertas condiciones que al no ser estudiadas y abordadas con planes preventivos pueden contribuir a incrementar la probabilidad de daño a la salud del personal que labora en los mismos. Por este motivo, se incorpora al análisis de los espacios confinados, el termino de factor de riesgo o amenaza definido en la guía técnica para el proceso de evaluación en la calificación de origen de enfermedades ocupacionales del Ministerio de Protección Social de Colombia (2011), como «… aquellas condiciones del ambiente, instrumentos, materiales, la tarea o la organización del trabajo que potencialmente pueden afectar la salud de los trabajadores o generar un efecto negativo en la empresa» (p. 95). Al respecto, Romera, Lahera, Canals y otros (2004), en su manual de evaluación de riesgos laborales consideran que «el factor de riesgo de un determinado tipo de daño es aquella condición de trabajo, que, cuando está presente, incrementa la probabilidad de aparición de ese daño…» (p. 12). Otra definición de factor de riesgo, es la planteada por la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (UNISDR, 2009), donde señala: Es un fenómeno, sustancia, actividad humana o condición peligrosa que pueden ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos, o daños ambientales (p. 5).

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Diagnóstico de vulnerabilidades en las labores en sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela

En relación a las definiciones citadas, los espacios confinados son recintos susceptibles de generar amenazas; esta afirmación la ratifica la Universidad Politécnica de Valencia (2003), donde se puede resumir que estos recintos, no únicamente pudieran estar relacionados con atmósferas y materiales peligrosos, insuficiencia de oxígeno y acumulación de sustancias tóxicas o inflamables, también existe la ejecución de posturas incómodas por las dimensiones de los lugares, presencia de desniveles, superficies resbaladizas, ventilación e iluminación deficiente o inexistente, equipos energizados, hongos, virus y bacterias, entre otros. Considerando lo anterior, Pascual (2011), distingue que los trabajos en espacios confinados poseen factores de riesgo que se pueden clasificar como: (a) los producidos por el entorno de trabajo (condiciones propias del exterior, climatología, tráfico de vehículos y otros), (b) los originados en el espacio confinado (acceso, dimensión interior y condiciones materiales del espacio, tipo de atmósfera) y (c) los propios de la actividad a desarrollar. Razonando que el factor de riesgo es un aspecto para la conformación del escenario del riesgo por su rasgo condicionante al daño, el otro elemento importante, estará marcado por las condiciones inseguras o vulnerabilidades. En relación a este último, la UNISDR (2009), establece que son «las características y las circunstancias de una comunidad, sistema o bien que los hacen susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza» (p. 34). De igual forma, el Reglamento de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (2007), la define como las condiciones en las cuales el empleador no asegure o cumpla con:

(a)… toda la protección y seguridad a la salud y a la vida contra todos los riesgos y procesos peligrosos que puedan afectar su salud física, mental y social…, (b)… el auxilio inmediato y la atención médica necesaria para el trabajador o la trabajadora, que padezcan lesiones o daños a la salud…, (c)… con los límites máximos establecidos en la Constitución, Leyes y Reglamentos en materia de jornada de trabajo… (d)… las obligaciones en materia de información, formación y capacitación en seguridad y salud en el trabajo… (Art. 12)

Es oportuno señalar que, en las labores en sótanos se pueden identificar algunas vulnerabilidades asociadas a los factores: (a) físicos, referidos a las deficiencias de la infraestructura y cableado eléctrico; (b) educativos, debido a las insuficientes acciones formativas que son requeridas por el personal para la ejecución segura de sus actividades y (c) económicos, a razón de la carencia o deterioro de equipos, herramientas y materiales necesarios para llevar a cabo la labor. En la opinión de los autores de este artículo, considerar la presencia e interacción de los componentes denominados amenazas y vulnerabilidades en los sótanos Red Eléctrica Subterránea, permite afirmar que los trabajadores del Equipo de Cables están expuestos a riesgos laborales. En este sentido, la Norma Técnica NT-01-2008 describe al riesgo como «la probabilidad de que ocurra daño a la salud, a los materiales, o ambos» (p. 11). De igual forma, la Norma de Servicios de Seguridad y Salud Ocupacional (COVENIN N° 2274, 1997), establece además, de la probabilidad que ocurra el daño, la relación con la exposición a los factores físicos, químicos, biológicos, psicosociales y disergonómicos para causar la posible afectación al trabajador (p.1).

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De acuerdo a las definiciones anteriores y lo descrito en el estudio de la Asociación Industrial de Canarias (ASINCA, 2009) se pueden mencionar algunos de los siguientes riesgos asociados a los trabajos en espacios confinados: (a) atrapamientos; (b) golpeado por; (c) electrocución; (d) caída a distinto e igual nivel; (e) caída de objetos en interior; (f) estrés térmico; (g) asfixia por insuficiencia de oxígeno; (h) intoxicación por inhalación de contaminantes, e (i) incendio y explosión.

blecimiento de medidas para el control de las amenazas en la gestión de los riesgos laborales. También es fundamental reseñar que en las actividades en sótanos de la Red Eléctrica Subterránea de CORPOELEC, se destaca la ocurrencia de accidentes de trabajo caracterizados por la presencia de lesiones y días de salud perdidos, además de la relación de causalidad con el estado de la infraestructura, recursos y cumplimiento de medidas preventivas.

Adicionalmente, es conveniente precisar que con la identificación de las amenazas, vulnerabilidades y por ende, de los riesgos en las labores en sótanos, se genera la necesidad de fijar acciones preventivas.

Este trabajo es parte de un proyecto de investigación más amplio que persigue la propuesta pedagógica para la formación de los trabajadores de Líneas Subterráneas de Transmisión, registrada en la Línea de Investigación Educación para la prevención y reducción del riesgo y el desastre del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” del Instituto Pedagógico de Caracas, motivo por el cual el presente artículo se orientó a enfatizar:

En concordancia a esto, en las Normas referentes a trabajos en espacios confinados (COVENIN N°3153, 1996) y seguridad en operaciones con redes eléctricas subterráneas (FONDONORMA N°3987, 2010), se establecen algunas medidas orientadas a la eliminación o control de las amenazas existentes: (a) la emisión de un permiso de trabajo a fin de detallar las acciones y recursos a utilizar para garantizar la seguridad de los trabajadores; (b) la limpieza de los recintos; (c) la disminución de niveles de aguas residuales en sótanos; (d) la aplicación de ventilación forzada en la realización de las actividades; (e) la ejecución de mediciones con instrumentos de lectura directa para validar niveles adecuados de oxígeno, ausencia de gases inflamables y tóxicos; (f) la distancia de seguridad con respecto a equipos energizados; (g) el cuidadoso traslado y descenso de materiales; (h) el uso de los equipos de protección personal y colectiva y (i) la formación del personal en los diversos aspectos mencionados con anterioridad. Los aspectos abordados anteriormente, evidencian la importancia que posee el esta16

1. La identificación de las vulnerabilidades y la estructuración de sus niveles, con el propósito de establecer los correctivos necesarios para garantizar a los trabajadores del área toda la protección y seguridad a la vida contra los riesgos existentes en las referidas actividades. 2. Dar cumplimiento con las acciones enfocadas al control de los riesgos laborales, según detalla la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT, 2005), su Reglamento Parcial (2007) y la Norma Técnica NT-01-2008. MATERIALES Y MÉTODOS En virtud del propósito de la investigación, el presente estudio se enmarcó dentro de la modalidad investigación de campo, ya que la información se obtuvo directamente de los espacios donde efectúan las actividades los

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Diagnóstico de vulnerabilidades en las labores en sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela

trabajadores de la Red Eléctrica Subterránea (UPEL, 2012, p.18). En este sentido Bavaresco (2001), detalla que «los estudios de campo (…) se realizan en el propio sitio donde se encuentra el objeto de estudio, ello permite el conocimiento más a fondo del problema por parte del investigador y puede manejar los datos con más seguridad» (p. 28). En atención a que la investigación logró la caracterización del personal, sus actividades y escenarios, se considera que el presente estudio es de carácter descriptivo, en este sentido contempla «… medición de variables independientes [y resultados]… que se ubican en un nivel intermedio en cuanto a la profundidad de los conocimientos se refiere» (Arias, 2012, pp.2425). En último lugar, se planteó un modelo ecléctico, integrado por el enfoque cualitativo y cuantitativo para el análisis de la información generada en el presente estudio, considerando las explicaciones de Hurtado de B. (2010), en cuanto a que «… los

paradigmas particulares son insuficientes para comprender la complejidad de la realidad…» (p. 48). Definición y operacionalización de la variable Inicialmente Claret (2007), define que «… una variable es un elemento que se va desglosando de lo general a lo particular, hasta llevarlo a la expresión más específica [y que]… puede adquirir valores diferentes…» (p. 21). En ese mismo orden de ideas Arias (2012), indica que la operacionalización es un «… tecnicismo [que]… se emplea en investigación científica para designar el proceso mediante el cual se transforma la variable de conceptos abstractos a términos concretos, observables y medibles, es decir dimensiones e indicadores…» (p. 62). En relación a lo anterior, se debe destacar que para esta investigación se consideró como variable las vulnerabilidades presentes en los sótanos. En el cuadro 1 se señala su definición conceptual, las dimensiones relevantes para el estudio, indicadores e instrumento.

Cuadro 1 Operacionalización de la variable

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Grupo participante Autores como Bru y Bosagoiti (2005), destacan que «…cuando estamos inmersos en un proceso de desarrollo participativo entramos en contacto con todas aquellas personas y grupos sociales que en mayor o menor medida lo protagonizan…» (p. 7).

En referencia a lo indicado, en esta investigación el grupo participante (Gráfico 1) fue constituido por los trabajadores que forman parte del Equipo de Cables Subterráneos y por los representantes patronales que integran la referida estructura gerencial en el Centro de Transmisión Capital de CORPOELEC. En el cuadro 2, se señalan los estratos y las cantidades según los cargos que estos poseen:

Cuadro 2 Distribución del grupo participante

Nota. Datos tomados de correo electrónico procedente de la Unidad de Talento Humano. (L. Borrero, Nómina del Personal de CORPOELEC Capital y Vargas, correo-e, Mayo 10, 2015).

Considerando la información señalada en el cuadro anterior, resulta conveniente incorporar algunos otros aspectos que caracterizan al grupo participante (González, 2007, p. 5): 1. Los trabajadores ejecutan el ingreso regular a los sótanos de la Red Eléctrica Subterránea para realizar las actividades de mantenimiento correctivo relacionadas con los cables de potencia. 18

2. Un 68% de los trabajadores y gerentes poseen 20 ó más años en la industria eléctrica y el restante 32% tienen 8 ó menos años de servicio. 3. Los trabajadores de la referida Unidad representan a un Equipo de Trabajo especializado en la materia y único a nivel nacional (L. Borrero, Nómina del Personal de CORPOELEC Capital y Vargas, correo-e, Mayo 10, 2015).

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Diagnóstico de vulnerabilidades en las labores en sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela

Gráfico 1. Parte del grupo participante realizando labores en la Subestación Eléctrica Santa Rosa. Labores en los sótanos (2013).

Escenario El escenario de esta investigación se enmarca en los sótanos que forman parte del sistema subterráneo de la Industria Eléctrica Nacional, en este sentido se destacan los recintos para empalmes de Cables de Potencia hasta 30.000 voltios, que según la Norma NP-SD-0509 de la C.A. La Electricidad de Caracas (2009), para construcciones de estructuras típicas, poseen

una longitud de 3 metros de largo, por 2,2 metros de ancho y 2,73 metros de alto. Es importante indicar que estos espacios cumplen con el objeto de «… proteger de la intemperie y de uso inadecuado equipos o instalaciones ubicados en su interior…» (p. 3) y presentan una estructura como la que se exhibe en el gráfico 2 y 3.

Gráfico 2. Sótano (3) ubicado en el Municipio Chacao. (Visita 2015).

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Gráfico 3. Sótano (2) ubicado en el Municipio Libertador. Vista desde el interior del sótano hacía la superficie. (Visita 2015).

También es oportuno destacar, que debido a la imposibilidad de abarcar la totalidad de los sótanos debido a la amplitud que posee la Red Eléctrica Subterránea de CORPOELEC en el mencionado nivel de voltaje, en esta investigación se recurre a la selección de la muestra por un procedimiento que se encuadra dentro del denominado muestreo no probabilístico, ya que en este caso en específico «… los elementos son escogidos con base en criterios o juicios preestablecidos por el investigador» (Arias, 2012, p. 85). De igual forma, Hueso y Cascant (2012), lo clasifican como del tipo no aleatorio y le dan el nombre de muestreo subjetivo o de juicio, en este sentido «… lo sujetos de la muestra se eligen de forma razonada, en función del objetivo perseguido, y sin importar la representatividad respecto a la población (…) Estos muestreos son muy comunes en estudios de sistematización o en los estudios de caso» (p. 15). Por ello, las razones para poder definir la muestra se sustentan en los siguientes criterios: (a) Averías en cables de potencia. Estos 20

eventos influyen directamente en el número de ingresos que realizan los trabajadores a los sótanos que poseen los circuitos de la Red Eléctrica Subterránea; (b) Ubicación geográfica de los cables de potencia. Se destaca que las líneas subterráneas se encuentran distribuidas en la Gran Caracas y divididas en subconjuntos de circuitos, en este sentido se consideraron algunos de los escenarios relacionados con las fallas ocurridas durante la ejecución del presente estudio y que además forman parte de los municipios que poseen el mayor porcentaje del parque instalado correspondiente a la Red Eléctrica en 30.000 voltios; (c) Antigüedad de los recintos. Este aspecto guarda relación con los años que tienen construidas las estructuras que forman parte de los circuitos con mayor tasa de fallas. Concerniente a lo anterior, se puede señalar que los datos analizados contemplan entre otras cosas, los circuitos y sótanos que corresponden al mayor número de averías entre los años 2012 y 2015, además de otros detalles tales como: (a)

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los trabajadores en ese periodo han ingresado a 88 sótanos, en algunos de ellos hasta 3 veces, (b) los recintos tienen una antigüedad que oscila entre los 34 y 38 años y (c) el mayor porcentaje del parque instalado se encuentra ubicado en los Municipios Libertador, Chacao y Sucre, del Distrito Capital y el estado Miranda.

Con base a lo previo se concluye que la muestra para efectos de esta investigación, es intencional y estará constituida por 5 sótanos que tienen una antigüedad de 38 años y que además forman parte de los circuitos con mayor número de fallas en el parque instalado en la Gran Caracas para un nivel de tensión de 30.000 voltios. En este sentido, los citados recintos fueron abordados según la denominación y ubicación descrita en el cuadro 3:

Cuadro 3 Nombre asignado y ubicación de los sótanos seleccionados

Nota. Datos basados en la estadística de averías en Cables de Potencia en 30000 voltios entre los periodos 2012 y 2015.

Técnica e instrumento para la recolección de datos En primer lugar se debe considerar que tanto la técnica como el instrumento para la recolección de datos deben estar en «…correspondencia con el problema, los objetivos y el diseño de la investigación» (Arias, 2012, p. 67). A razón de lo anterior, es conveniente informar que en la presente investigación se empleó la técnica observación, la cual «… consiste en visualizar o captar mediante la vista, en forma sistemática, cualquier hecho, fenómeno o situación…» (p. 69). Esta se aplicó para obtener información sobre las vulnerabilidades que poseen actualmente los trabajos en sótanos.

En cuanto al instrumento el empleado fue una lista de cotejo que posee 30 ítems clasificados en aspectos referentes a la infraestructura de los recintos, recursos para las actividades y procedimientos de trabajo seguro. De igual forma es necesario señalar este instrumento, también conocido como lista de control o de verificación, tiene su basamento en la Norma Venezolana COVENIN 3153 (1996) para trabajos en espacios confinados, Norma Técnica FONDONORMA 3987 (2010) para la seguridad en la operación y mantenimiento de redes eléctricas subterráneas y en el cuestionario de Berlana (2011), para la identificación y prevención del riesgo en espacios confinados del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo del Gobierno de España (INSHT). 21

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Respecto a la validez del instrumento, se realizó en términos de su contenido empleando el denominado juicio de expertos. En atención a ello, Corral (2009), señala que esta hace referencia «…al grado en que un instrumento refleja un dominio específico del contenido… que se quiere medir…» (p. 3), además que «…no puede expresarse cuantitativamente es más bien una cuestión de juicio [que]… se estima de manera subjetiva…» (p. 4). Descripción de los procedimientos El estudio se ejecutó en las siguientes fases: (a) Revisión documental y bibliográfica, a través de las visitas a bibliotecas, Internet y la selección de trabajos, artículos e informes científicos

relacionados con la temática; (b) Recolección de los datos, a partir de realización de las observaciones y aplicación de las listas de cotejo y (c) Análisis de los resultados, donde se establecieron los niveles de vulnerabilidad según la metodología de análisis de riesgo para elaborar planes de emergencia y contingencias del Fondo de Prevención y Atención de Emergencias de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. (2014). Para obtenerlos se empleó el análisis univariado y procesamiento mediante análisis estadístico descriptivo empleando la distribución de frecuencia absoluta y porcentual además de la utilización de los criterios (cuadro 4 y 5) que contempla la citada metodología para la interpretación de la vulnerabilidad por cada aspecto y elemento resultante de la aplicación de la lista de cotejo:

Cuadro 4 Interpretación de vulnerabilidades por cada aspecto

Nota. Fondo de Prevención y Atención de Emergencias de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. (2014).

Cuadro 5 Interpretación de vulnerabilidades por cada elemento

Nota. Fondo de Prevención y Atención de Emergencias de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. (2014).

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DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS La determinación de las vulnerabilidades que poseen actualmente los trabajos en sótanos se llevó a cabo considerando la predisposición en la dimensión física, económica y social. En este sentido, es necesario señalar que de la observación realizada entre el 22 de mayo y 7 de junio de 2015, se obtuvieron resultados que evidencian que en cuanto al estado de la infraestructura en los sótanos se identificaron ocho deficiencias que contribuyen a conformar un nivel de vulnerabilidad desde el factor físico y que a su vez se relacionan con características normadas para el tipo de recinto y otras que son relativas al componente estructural.

También se puede inferir que las citadas condiciones inseguras e insalubres son atribuibles al envejecimiento de las construcciones y a su carente mantenimiento preventivo y correctivo, además de la incorporación de agentes externos (desechos, fluidos y lodos) no considerados desde el punto de vista de diseño para ser albergados en los referidos espacios y que son concernientes a la inadecuada canalización de aguas residuales y acciones cometidas por las comunidades que habitan en los alrededores y trabajadores que realizan actividades en la Red Eléctrica Subterránea. En el cuadro 6 se detallan las vulnerabilidades observadas y el porcentaje de sótanos que las presentaron.

Cuadro 6 Vulnerabilidades físicas identificadas en los sótanos observados

Nota. n=5.

En relación al equipamiento requerido para llevar a cabo las actividades en la mayoría de los recintos observados, se destaca la estructuración de un nivel de vulnerabilidad desde el factor económico a razón de la ausencia de cinco implementos de seguridad en los trabajadores participantes en las actividades.

Además, es necesario indicar que la escasez de estos materiales puede causalmente atribuirse a los retrasos en la procura que efectúa CORPOELEC, situación que repercute directamente en aspectos tales como:

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1. Gestión preventiva respecto a los factores de riesgo físico y químicos que se manifiestan en las labores en sótanos. 2. La atención de emergencias posiblemente ocasionadas por los trabajos en caliente.

3. La ejecución del auxilio inmediato luego de la ocurrencia de un accidente de trabajo. En el cuadro 7, se manifiesta cuáles de los equipos requeridos no estuvieron presentes de acuerdo a la cantidad de escenarios de la investigación.

Cuadro 7 Vulnerabilidades económicas identificadas en las actividades en sótanos: Equipos requeridos pero ausentes mientras se realizan los trabajos en los espacios confinados observados

Nota. Polvo Químico Seco (PQS).

En lo referente a los procedimientos de trabajo seguro se identificó la no ejecución de tres operaciones durante las actividades realizadas (cuadro 8). Esta ausencia de realización en cuanto a acciones está relacionada con aspectos tales como: 1. Actitud de los trabajadores participantes. Evidenciada cuando el supervisor y trabajadores no llevan cabo el análisis de riesgos para tareas específicas. Es oportuno manifestar que la mencionada metodología permite el involucramiento del personal en las actividades y el consenso de estos para la identificación de procesos peligrosos y medidas de control que pudieran ser requeridas para el desarrollo seguro de las actividades. 24

2. Carencia de equipamiento. En este punto es importante señalar que la falta de medidor de gases y oxígeno, condiciona la ejecución del procedimiento de trabajo seguro que es regularmente orientado al control de amenazas químicas y expone a los trabajadores a riesgo de muerte, lesiones, enfermedad y dificultades para salir o escapar de los sótanos por sus propios medios. 3. Características del lugar. En cuanto al entorno de los recintos observados se puede destacar que son áreas no concebidas para permanecer en su interior, por lo que no posee asientos para la alternabilidad de las posturas bípeda y sedente, de hecho, la altura de los cables propicia que los trabajadores permanezcan

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de pie y mantengan el mayor tiempo de las actividades los brazos extendidos al frente.

De igual forma, es oportuno indicar que las referidas condiciones reflejan niveles de vulnerabilidad influenciados por factores sociales, económicos y físicos.

Cuadro 8 Vulnerabilidades sociales identificadas en las actividades en sótanos

Conociendo los factores que contribuyeron a estructurar la vulnerabilidad en los trabajos llevados a cabo en los sótanos seleccionados, se procedió a estimar los niveles correspondientes mediante la metodología de análisis de riesgo para elaborar planes de emergencia y contingencias del Fondo de Prevención y Atención de Emergencias de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. (2014).

Acerca de esto, se señala que en el caso del sótano 1 y sótano 2 se concluye que los valores obtenidos se corresponden con niveles que se interpretan como medios para la dimensión física y bajos para las características que conciernen a lo económico y social (cuadro 9 y 10). En igual forma, para el sótano 3, 4 y 5 se obtuvieron niveles (cuadro 11, 12 y 13) que se interpretan como de baja vulnerabilidad para las tres dimensiones que son objeto del presente estudio. En los cuadros aludidos anteriormente, se detalla la calificación promedio por cada aspecto y elemento para los escenarios citados con anterioridad.

Cuadro 9 Niveles de vulnerabilidad en el Sótano 1, ubicado en Catia, Dtto. Capital

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Cuadro 10 Niveles de vulnerabilidad en el Sótano 2, ubicado en Catia

Cuadro 11 Niveles de vulnerabilidad en el Sótano 3, ubicado en Chacao, estado Miranda

Cuadro 12 Niveles de vulnerabilidad en el Sótano 4, ubicado en Petare, estado Miranda

Cuadro 13 Niveles de vulnerabilidad en el Sótano 5, ubicado en Petare estado Miranda

Los resultados descritos en los últimos 5 cuadros concernientes a los recintos que son objeto de esta investigación, evidencian niveles de vulnerabilidad que la guía aplicada ubica 26

entre media y baja, predominando la vulnerabilidad baja lo que fundamentalmente ocurre debido a que la metodología para el análisis de riesgos fue desarrollada según sus caracterís-

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ticas de diseño, la cual establece en cuanto a la estimación de vulnerabilidad, la severidad de las consecuencias sobre los denominados factores que podrían resultar afectados (personas, recursos, sistemas y procesos). Para esto cada elemento expuesto es analizado desde los tres aspectos que dividen el conjunto de preguntas del formato y bajo un mismo criterio de evaluación (si=1, parcial=0,5 y No=0), tal situación propicia que cada interrogante tenga equivalente importancia y que sus respuestas aporten de manera igualitaria en el momento de definir los promedios. Respecto a lo anterior, los autores de esta investigación señalan la oportunidad de adaptar los criterios de valoración para futuras investigaciones con base a las condiciones y características de la organización, a fin de que los niveles obtenidos realmente correspondan a las desviaciones observadas en la dimensión física, económica y social. En este sentido, es importante indicar que las estadísticas de accidentabilidad del Equipo de Cables Subterráneos reflejadas entre el año 2008 y año 2013, relacionan las citadas condiciones con las causas inmediatas resultantes de la investigación de eventos que se repiten con una frecuencia de por lo menos 3 a 4 veces en el año y a las cuales se atribuye las afectaciones a la salud por motivos tales como caídas a nivel, proyección de partículas, inhalación de humos de soldaduras, ejecución de posturas forzadas, inhalación de gases y finalmente, la disminución de la capacidad que debería tener el personal antes situaciones adversas, tales como socorrer a un compañero lesionado o abordar la ocurrencia de un fuego no controlado. Para concluir, lo anteriormente expuesto permite entender que la metodología aplicada en

la investigación fue adecuada para dar respuesta al objetivo de este estudio, de hecho, con ella se logró identificar, más allá de la interpretación y las oportunidades que bien se explicaron en el párrafo anterior, la existencia de aspectos que estructuran la vulnerabilidad en los sótanos y que además guardan relación con la causalidad resultantes de las investigaciones de incidentes y accidentes de trabajo. De igual forma, reconoce la necesidad de: 1. Promover acciones que permitan el mantenimiento de las estructuras y la canalización de aguas residuales. 2. Incorporar planes de formación para quienes habitan en las comunidades más cercanas y en donde regularmente ocurre la colocación de desechos en el interior de los sótanos. 3. Acelerar la procura de los materiales requeridos para la ejecución segura de las labores en los mencionados espacios confinados. 4. Capacitar al personal en los procedimientos para trabajar de forma segura en sótanos de la Red Eléctrica. CONSIDERACIONES FINALES Considerando la ejecución de la metodología para el cumplimiento del objetivo de la investigación y el respectivo análisis e interpretación de los resultados obtenidos de la aplicación del instrumento, en el presente estudio se concluye lo siguiente: 1. Los sótanos de la Red Eléctrica Subte rránea en 30 kV que formaron parte del presente estudio evidenciaron en cuanto al estado de la infraestructura deficiencias que se relacionan con características normadas para el tipo de recinto y otras relativas al componente estructural

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que contribuyen a constituir un nivel de vulnerabilidad desde el factor físico que es interpretado como medio para los dos primeros escenarios y bajo para el resto de los espacios observados.

REFERENCIAS

2. En relación al equipamiento requerido para llevar a cabo las actividades en los recintos objeto de la investigación se destaca la ausencia de cinco implementos de seguridad y su repercusión en la adecuada gestión del riesgo, sin embargo, es importante señalar que la interpretación de los resultados desde la dimensión económica confirma un nivel bajo de vulnerabilidad en todas las observaciones realizadas.

Asociación Industrial de Canarias-ASINCA (2009). Guía básica de prevención de riesgos laborales en espacios confinados. [Documento en línea]. Disponible: www. fauca.org/adaptax/uploads/files/doc6_man.pdf. [Consulta: 2014, Octubre 17].

3. En lo concerniente a los procedimientos de trabajo seguro se identificó la no ejecución de tres operaciones en los escenarios en estudio, a razón de aspectos relacionados con: (a) la actitud de los trabajadores, (b) la carencia de equipamiento y (c) la organización del lugar. De igual forma es oportuno indicar que las referidas condiciones ratifican niveles de vulnerabilidad influenciados por factores sociales, económicos y físicos, que además son interpretados como bajos según la metodología aplicada. Finalmente, es necesario resaltar que con respecto a las vulnerabilidades identificadas se sugiere, llevar a cabo planes que permitan priorizar aspectos tales como: (a) la ejecución de los correctivos necesarios en los sótanos de la Red Eléctrica Subterránea que evidencian condiciones inseguras relacionadas con características normadas y relativas al componente estructural, (b) la capacitación al personal en los procedimientos para trabajar de forma segura en sótanos de la Red Eléctrica y (c) la entrega oportuna de los implementos de protección personal y colectiva (COVENIN N° 2237, 1989) requeridos para la ejecución segura de las actividades en los citados recintos. 28

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La Geología y el Ambiente Ana Teresa Iztúriz 1 Zuleika González 2 Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). anaizturiz@gmail.com / zuleikagonzalez@gmail.com 1, 2

Recibido:26/02/2017

Aceptado: 20/05/2017

Resumen La Geología genera conocimientos fundamentales que se traducen en mejores condiciones de vida de las personas; aunque una gran mayoría de ellas posee escasa consciencia de la importancia que tiene el desarrollo de esta ciencia. De hecho, para muchos la conexión entre esta rama del saber y los problemas de tanta difusión como los recursos energéticos y minerales, y no se diga el manejo de la basura y el deterioro ambiental, es sencillamente demasiado remota o compleja para apreciarla de manera completa e integral. Este trabajo presenta una revisión histórica de la geología, desde las primeras aproximaciones que tuvo el ser humano, en su curiosidad por conocer la Tierra, hasta el surgimiento de la geología moderna. También se tratan los conceptos y principios básicos de esta ciencia, así como los grandes temas que han surgido durante su desarrollo, los cuales han sido de crucial relevancia para entender la historia del planeta y comprender la dinámica de sus sistemas. Palabras clave: Geología y ambiente. Geology and the Environment Abstract The Geology generates fundamental knowledge that are translated under better conditions of

people’s life; although a great majority of them possesses scarce conscience of the importance that has the development of this science. In fact, for many the connection between this branch of the knowledge and the problems of as much diffusion as the energy and mineral resources, and it is not said the handling of the garbage and the environmental deterioration, it is simply too remote or complex to appreciate it in a complete and integral way. This work presents a historical revision of the geology, from the first approaches that he/she had the human being, in its curiosity to know the Earth, until the emergence of the modern geology. They are also the concepts and basic principles of this science, as well as the big topics that they have arisen during their development, which have been of crucial relevance to understand the history of the planet and to understand the dynamics of their systems. Key Words: Geology and environment. INTRODUCCIÓN Las autoras expresan que están conscientes de los riesgos de escribir unas páginas dirigidas a dos grupos de lectores: Los que han recibido o hayan culminando su formación académica en Ciencias de la Tierra (y en especial en el área de Geología) y los legos interesados en la historia de la ciencia y su aplicación en la vida cotidiana. El desafío consiste en lograr un equilibrio inter-

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Ana Teresa Iztúriz - Zuleika González

medio entre el Escila (Σκύλλα) (George Mylonas, comunicación personal, Septiembre, 2016) del exceso de la simplificación, lo cual ofendería a los cognoscenti, y el Caribdis (Χάριβδις) de la exposición demasiado técnica que confundiría o aburriría al resto. Por fortuna, en este caso, no es necesario utilizar la jerigonza o galimatías profesional plagada de términos complejos y casi impronunciables; ni poseer previamente profundos conocimientos geológicos. (Hallam, 1976). Para comenzar, es menester mencionar que La Tierra es un planeta hospitalario que sostiene la vida. Tiene mares, una atmósfera compatible con diversidad de climas y es el único que parece tener los sistemas dinámicos (geológicos y geoquímicos) que producen los recursos necesarios para la subsistencia de la civilización. Esta dinámica compleja ha venido actuando desde su origen, hace aproximadamente 4.600 millones de años hasta hoy y aun cuando la mayoría de las personas opinan que, en sus comienzos, tenía el mismo “aspecto” que en la actualidad, los estudiosos de esta área del conocimiento (geólogos), han “martillado las rocas en canteras y minas, han analizado vestigios en el terreno y en fondo de los océanos”, germinando ideas de la sucesión de acontecimientos en su historia. (Read, 1975, p. 7). Así pues, la geología es una pieza fundamental en la comprensión de la dinámica y procesos que tienen lugar en este cuerpo celeste, por lo que casi todos los aspectos de esta ciencia, tienen relevancia ambiental y/o económica. Una de las especialidades modernas de las ciencias geológicas, es la Geología Ambiental, la cual se refiere a la “aplicación del conocimiento científico de los procesos, mecanismos y eventos geológicos, en la solución de los problemas ambientales creados por la alteración del medio físico por parte de 32

las actividades cotidianas del hombre” (Ortega, 1997, p.225). Por otra parte, cabe destacar que desde la antigüedad el hombre ha sentido curiosidad por conocer el mundo que le rodea. Se hacen numerosas referencias en las artes (paisajes en las pinturas), la música (por ejemplo: La Suite del Gran Cañón de Ferde Grofé) y la literatura (Viaje al Centro de La Tierra de Julio Verne) y abundan las menciones de aspectos geológicos en los cuentos de los Hermanos Grimm). (Wicander y Monroe, 2000).

“Vivimos como en un sueño no descifrado, en uno de los cómodos planetas”

Esas palabras las escribió el poeta ruso Igor Severyanin en 1909 y es de suponer que al mencionar un sueño desconocido se refería a la imprecisión científica de la época en relación al conocimiento de la Tierra. Desde aquel entonces la comprensión de las condiciones físicas del planeta se ha incrementado notablemente y, aunque sería impropio llamarlo sueño, “es más bien un estado de semi-vigilia en el que no se ha alcanzado la plena claridad de la naturaleza circundante”. (Bialko, 1989, p. 7). La Geología como ciencia “Es mejor basar el razonamiento en los hechos más evidentes y sobre lo que más o menos se ve cada día”. Estrabón

La ciencia no es una colección organizada de hechos o un catálogo de información acerca del mundo físico, sino un desarrollo dinámico de conceptos basados sobre la lógica de la deducción y el razonamiento; o sea, es el descubrimiento de leyes naturales generales a través de la observación y la experimentación. Aceptados los hechos científicos de una generación, “éstos

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La Geología y el Ambiente

pueden ser alterados o totalmente descartados, por la siguiente”. (Zumberge, 1974, p. 18,). Por ello, el estudio de la Tierra “tiene incentivos científicos, profesionales y de interés general”. (Longwell y Flint, 1974, p. 2). También se ha dicho que la ciencia no es más que “sentido común refinado”, y lo cierto es que esta perogrullada irónica es especialmente aplicable a la reconstrucción del pasado de este planeta. (Anguita, 1988). Dicho esto, es conveniente decir que la geología (del griego: Γή, Tierra y Λόγος, Tratado), es la ciencia multifacética de complejidad extraordinaria que se relaciona con prácticamente todas las demás ciencias. Esta rama del conocimiento humano se ocupa de reunir e interpretar indicios que el planeta suministra de su propio y asombroso drama que lleva unos cuatro mil seiscientos millones de años. En síntesis, es la historia del planeta; lo cual es de interés e importancia para todos los seres que habitan en él. El estudio de la geología, se centra en la constitución, estructura, desarrollo, evolución y los procesos de toda índole que tienen lugar en la Tierra, siendo las rocas, con sus minerales y fósiles, los “documentos” que permiten reconstruir la secuencia lógica de eventos ocurridos en una región determinada a través del tiempo. (Gorshov

y Yakushova, 1977; Meléndez y Fuster, 1981). Su aplicación es indiscutible e inmediata en áreas como el descubrimiento y uso de materias primas minerales, la agricultura, la planificación y ejecución de obras públicas (diseño de proyectos ingenieriles como construcción de carreteras, puentes, y diques, vaciado de túneles, creación de puertos y canales); también en la exploración y explotación d e r e c u r s o s ( c o m o a g u a s s u b t e r r á n e a s , minería y yacimientos de combustibles fósiles: gas, petróleo y carbón) y de materias primas para la construcción y manufactura de múltiples objetos. Los primeros datos sobre esta rama del conocimiento acerca de los que se tienen noticias empezaron con los fenicios, egipcios y etruscos; entre los cuales hay una verdadera investigación y explotación de los yacimientos minerales; así como de las aguas superficiales y subterráneas. (Suárez, 1978). En sus comienzos, la geología era una ciencia muy descriptiva que buscaba el por qué de los fenómenos observados en el mundo físico, su mutua dependencia y el encadenamiento de hechos que conforman, en definitiva, la historia de la Tierra. (Meléndez y Fuster, 1981). El Cuadro 1 muestra algunos datos interesantes de los primeros vestigios de la relación del ser humano con aspectos geológicos de su medio circundante.

Cuadro 1 Primeros vestigios de la relación del ser humano con aspectos geológicos.

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Cuadro 1 (cont)

Nota: Tomado de Torra, Roberto (s/f )

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La Geología y el Ambiente

Los conceptos y principios incorporados a la denominada geología moderna han evolucionado desde que los griegos se entregaron a una filosofía especulativa y emplearon la mitología para explicar fenómenos naturales (sismos, volcanes y fósiles). Por ejemplo Aristóteles (384 a 322 A.C.), en su libro Los Meteoros (Н Метеороі), opta por una visión cíclica en la que el cúmulo de acciones de tipo cotidiano produce, a la larga, grandes efectos. Esta concepción es, explícitamente la doctrina uniformista que mucho más tarde desarrollarían Hutton y Lyell. (George Mylonas, Comunicación Personal, Septiembre, 2016). Durante los 600 años que duró el Imperio Romano se lograron algunos avances en las ciencias geológicas; pues mostraron gran preocupación por el estudio del origen de la Tierra, al igual que los helenos. En la época del oscurantismo, tiempos de superstición e ignorancia, el conocimiento sufrió un retraso que duró hasta finales de la Edad Media; ya que la ciencia sufrió un paréntesis en sus avances por el poco interés existente en esos momentos. En el Siglo XV Leonardo Da Vinci (1452-1519) fue uno de los responsables en generar la chispa del conocimiento que se propagó súbitamente por toda Europa. Más tarde George Baver o Bauer (1494-1555) publicó seis libros sobre geología; fundador de la mineralogía, su principal y más célebre trabajo (De re metalica) es una detallada descripción de los conocimientos geológicos mineros y metalúrgicos de su tiempo. Durante el siglo XVII, ya con la técnica de la imprenta en pleno auge, pasan al papel muchísimas ideas y teorías sobre la interpretación de los fenómenos geológicos. Se destacan aportes en el campo de la Mineralogía, Hidrología y Paleontología. Nicolás Steno (16381687) fue uno de los geólogos más inminentes de su época. Está considerado el padre de la geología; pues fue el primero que, tras estudiar

las rocas y distintos aspectos del proceso de sedimentación, llegó a la conclusión.de que si hay dos o más capas de rocas superpuestas, la de abajo es más antigua que las suprayacentes: Uno de los principales principios de la estratigrafía. (Zumberge, 1974). Los principios básicos de la geología surgieron lentamente a mediados del siglo XVII, pero carecían de unidad; por lo que difícilmente podría considerarse como una ciencia. A partir del siglo XVIII se hacen aún mayores los avances, especialmente en Mineralogía, Petrología, Geología Minera (ligada a las explotaciones de carbón), Paleontología, Glaciología, Sismología (en consonancia con los avances de la Física), Tectónica, Cartografía, Geocronología, Sedimentología, Estratigrafía, Historia Geológica e Ingeniería Geológica; pues, comenzaron a proliferar conocimientos que aún están vigentes. James Hutton (1726-1797), reconocido como el fundador de la geología moderna reunió en un volumen (Theory of The Earth) las ideas más veraces acerca de la geología. Creó el grupo denominado Vulcanistas o Plutonistas en oposición a los neptunistas encabezados por Abraham Gottlob Werner (1749-1817). La lógica de la teoría de Hutton ganó muchos partidarios como James Playfair (1748-1819), arquitecto que ilustró este trabajo. En Francia, el Barón Georges Cuvier (1769-1819), gran promotor de la paleontología y de la anatomía comparada, hizo enormes progresos en el estudio de los fósiles. Sir Charles Lyell (1797-1895) escribió numerosos volúmenes; entre ellos, Principles of Geology and Elements of Geology, que son considerados clásicos ejerciendo una profunda influencia en el pensamiento de fines del siglo XIX y principios del XX. La fase experimental de la geología es un adelanto logrado relativamente hace poco y ha colocado a esta ciencia sobre una base firme.

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(Lotze, 1961; Zumberge, 1974). Así pues, nombres como Abraham Gottlob Werner (1750-1817) y los ingleses James Hutton, James Hall y William Smith, además del francés Georges Curier, formularon las bases de la verdadera ciencia geológica; antes de ellos no se había demostrado de manera eficaz, que los proceso geológicos se producen a través de períodos extremadamente largos comparados con la escala temporal humana. (Tarbuck y Lutgens, 2000). Werner designó su teoría, basado en el empirismo, con el nombre de geognosia después de que el concepto de geología, creado por el enciclopedista Deluc, había caído en descrédito por ser una pseudo-ciencia demasiado especulativa. La siguiente época dorada (1820-1860), también denomina época de los grandes maestros, trajo consigo la ampliación de la geología y de la paleontología. Las décadas que transcurrieron desde entonces condujeron al estado actual de los conocimientos científicos asociados a las Ciencias de La Tierra. De los grandes maestros merecen ser mencionados especialmente, el alemán Karl A. Von Holt (1771- 1837) quién impulsó considerablemente el concepto de la evolución en el mundo inorgánico y fundó, junto con Charles Lyell, el principio del “actualismo, uniformismo o uniformitarismo”; según el cual las fuerzas que actúan ahora en la Tierra condicionaron, por sus efectos duraderos, toda la evolución geológica, de modo que los fenómenos del pasado pueden deducirse sobre la base de los del presente. El gran investigador del geotectonismo Edward Suess (1831-1914) ocupa un lugar sobresaliente y su famoso libro, titulado La faz de La Tierra, pertenece a las obra clásicas de la geología. (Lotze, 1961). De la antigüedad al Siglo XVII se ha llegado a una nueva ciencia fundada rigurosamente que 36

quiere ser autónoma, objetiva y restringirse al análisis de la “arquitectura” de La Tierra y sus diversos constituyentes. “Es mucho más que geología; es una Geología; pero todavía no es La Geología”. (Ellemberger, 1989, p. 259-260). No obstante el rápido progreso de esta rama del saber científico, no supone que todas las interrogantes hayan quedado totalmente resueltas, pues aún quedan muchos problemas por abordar puesto que no pueden obtener respuesta por medio de la experimentación directa. (Uyeda, 1980) En los siglos XIX y XX, fundamentalmente, los progresos de esta ciencia consisten en la introducción de las medidas (geomatemática) y en las consideraciones de las frecuencias o de las probabilidades de realización de los fenómenos (geoestadística). De esta manera, ella pasa del estudio puramente cualitativo (descriptivo) a un estudio que comprende lo cuantitativo. El advenimiento de la II Guerra Mundial influyó notablemente en las distintas áreas del conocimiento. La enorme cantidad de técnicas ultrasofisticadas que se desarrollaron, especialmente aquellas vinculadas con la percepción a distancia, (remote sensing), como la aerofotogrametría y otras relacionadas, fueron rápidamente tomadas o incorporadas por la gran mayoría de las ciencias puras para su uso en investigación básica y aplicada y desarrollo de nuevas tecnologías de estudio. (Torra, s/f). Hoy en día la geología incorpora los avances científicos y tecnológicos que se realizan ampliando su campo de la investigación. Un ejemplo de ello es la denominada geología planetaria, la cual “se centra en el estudio de los cuerpos sólidos de nuestro entorno planetario, lo que excluye a los planetas gaseosos pero no a sus lunas” (Castilla y De Pablos, 2003, p.165 y 166).

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La Geología y el Ambiente

Por otra parte, uno de los tópicos en el que convergen la geología, y muchas otras áreas del saber, es sobre el denominado cambio climático, que en su sentido más amplio involucra el estudio de las variaciones que ha experimentado el clima, desde la aparición de la atmósfera primitiva, hasta la actualidad, lo cual es complejo e implica el análisis de diversos factores que han contribuido a estos cambios, tales como la radicación solar, modificaciones en los patrones de circulación de los océanos, la tectónica de placas, procesos bióticos, entre otros (Rivera, Gómez, Vargas, tapia y Guadarrama, 2011). En este sentido, Caballero, Lozano y Ortega (2007), señalan que entre las investigaciones que se realizan para aproximarse al clima del pasado, que permiten relacionar las causas y efectos de las variaciones naturales del mismo y así poder realizar proyecciones futuras, están, las perforaciones del fondo de los océanos, lagos y casquetes polares. Estos estudios han aportado datos muy valiosos, por ejemplo han permitido conocer que “hace unos 250 millones de años, hacia finales de la era conocida como Paleozoico, el planeta se encontraba saliendo de una etapa glacial y entrando a una era de climas particularmente cálidos como lo fue la era Mesozoica”. (p. 9) En relación estrecha con lo expuesto en el párrafo anterior está lo relativo a las glaciaciones, definidas según el Instituto Antártico Chileno, 2006, como “eventos de escala geológica (largos períodos de tiempo) donde la temperatura media del planeta ha descendido los suficiente para producir grandes masas de hielo (glaciares) en latitudes más bajas de lo habitual” (p. 18). Dentro de las causas que, a escala global, inician las condiciones glaciales, Maidana (2014) señala las siguientes: a) una posición favorable de los continentes con respecto a las regiones polares; b) una retirada de los océanos de los cratones continentales acompañado de un levantamiento

epirogénico generalizado, y c) un período sostenido de actividad volcánica incrementada a escala planetaria durante un largo período. Un aspecto de esta rama del saber al que generalmente se presta poca atención, pero es de gran relevancia, es el conocimiento que proporciona información que mejora la comprensión, interpretación y utilización del paisaje (ambiente); pues, permite explicar la formación de las montañas, la presencia o no de volcanes, la actividad sísmica, la ocurrencia de aludes torrenciales y de otros fenómenos observados continuamente y que suelen ser de gran interés para el público porque afectan la vida cotidiana y permite entender mejor el mundo circundante. (Meléndez y Fuster, 1981). De hecho, la clave para entender las características geológicas y sus relaciones se encuentra en los procesos y fenómenos que operan actualmente. Las rocas y las estructuras geológicas ofrecen registros de los cambios sufridos por el planeta a través de períodos temporales enormemente largos. Todo estudio geológico involucra algo de historia y de especulación; así el análisis de las características y procesos físicos constituye la base para la reconstrucción sistemática de la evolución geológica, incluyendo el complejo y diverso registro de los fósiles. (Longwell y Flint, 1974). Por otra parte hay que reconocer que la geología tiene dificultades que no presentan otras áreas del conocimiento; ya que por estudiar sistemas complejos que varían en el tiempo, es una ciencia histórica, en la que las teorías no pueden convertirse en leyes como en la física y la química. Además hay que considerar en primer lugar, las dimensiones de su objeto de estudio: La Tierra; segundo, la imposibilidad de penetrar en las capas más profundas de este planeta, tercero, la unidad de tiempo con la que ocurren los procesos y fenómenos geológicos,

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cuarto, la existencia de interrupciones en el registro estratigráfico (lagunas, hiatos, discordancias) y finalmente la serie de procesos geológicos producidos secuencialmente no se muestra tan claramente como se desearía; pues muchos de ellos complican, e incluso borran, las huellas de los anteriores. (Suarez, 1978; Anguita, 1988).

de la física y la química, han sido el origen de la Tierra y de vida, la tectónica y la búsqueda y empleo de los recursos. Todos ellos de crucial relevancia, para entender que la “historia de la Tierra es un drama en el que todo los actores son seres reales y el mundo es su inmenso escenario”. (Dunvar, 1976, p. 7).

Esta ciencia, lamentablemente, no ocupa el lugar que le corresponde, según Meléndez y Meléndez, (1978), ya que, a pesar de su enorme influencia en la vida humana pasada, presente y futura, su enseñanza es algunas veces deficiente y su omisión es evidente en muchos planes de estudio. Por otra parte, es generalmente ignorada por muchos que gozan de cierta educación y/u ocupan cargos gerenciales decisivos en las diferentes naciones. Su relevancia es particularmente ostensible si se considera que los procesos geológicos ejercen una gran influencia en las características y dinámica del terreno en el que se asientan los centros poblados; puesto que la Tierra es un planeta dinámico que ha cambiado continuamente durante su existencia. La forma, tamaño y distribución de sus continentes y cuencas oceánicas han sufrido modificaciones considerables, al igual que su atmósfera y biota (flora y fauna). Además, los recursos naturales son la base del desarrollo y mantenimiento sustentable de toda sociedad industrializada que debería tener una penetrante visión de las maravillas que ofrece la naturaleza y protegerlas como recompensa cultural. (Heller y De Sola, 1967; Wicander y Monroe, 2000).

El origen de la Tierra y de la vida

Los grandes temas de la Geología Esta ciencia se ha clasificado como una disciplina científica moderna, desde hace apenas un par de siglos. (Press y Siever, 1974) y los principales temas o enigmas durante su rápido desarrollo, con la fundamental ayuda 38

El origen del planeta y de la formación de su relieve ha interesado a la humanidad desde los tiempos antiguos. En un principio, la religión trató de explicarlo a través de dogmas; luego la filosofía con las armas del pensamiento y finalmente la ciencia con el empirismo y la interpretación (malleo et mente). En Tales de Mileto, Heráclito, Pitágoras, Jenófanes, Empédocles, Aristóteles, Eratóstenes, Estrabón y Séneca se encuentran los primeros intentos de observación de los fenómenos geológicos y consideraciones en cuanto a la estructura terrestre; pero el saber de la antigüedad, que Plinio el viejo ha resumido en su Historia Naturalis (donde se encuentra información sobre volcanes, terremotos y petrificaciones) era reducido y la verdadera idea central de la geología, que se refiere a la evolución de La Tierra, resultaba incomprensible en aquellos tiempos. “Ha quedado allanada la hondonada, ahí, donde creció el árbol. Oh, Tierra cuántas alteraciones has presenciado” Tennyson “Era allí en lo profundo de su intimidad donde debía aparecerse aquél insólito morador de una tierra sobre la cual, todavía se agitaba el torbellino de donde surgieron el agua, el viento y el rayo” Gallegos

Historia de la Tierra, estas palabras encierran un profundo sentido, pues “dibujan” la figura actual del planeta; su forma, dimensiones y paisaje. (Zajarova, 1980, p. 7). En este sentido,

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es menester liberarse de los hábitos de transitoriedad que se utilizan en el razonar cotidiano; se debe ser capaz de ajustar la perspectiva mental en términos de millones y miles de millones años y aceptar que el planeta es dinámico y ha cambiado y lo seguirá haciendo en el transcurso de su evolución.

apertura y cierre de océanos); pues la mayoría de los acontecimientos geológicos no suelen suceder muy de prisa, es decir, ocurren a muy largo plazo, por lo que las relaciones entre causa y efecto no son siempre tan patentes. (Stokes, 1969; Zumberge, 1974; Read, 1975).

La historia del planeta está llena de acontecimientos, porque éste ha experimentado cambios incesantes desde el mismo momento en el que se convirtió en un cuerpo independiente. La energía originada en su interior y/o la ocurrencia de fenómenos en su superficie, ha hecho aparecer y desparecer continuamente formas y combinaciones de materiales de diversa índole. Algunos de estos cambios se ven y aprecian fácilmente (erupciones volcánicas, derrumbes); otros, medianamente más lentos, son aún de efectos mensurables en la duración de una vida humana (retrocesos de costas, crecimiento de deltas). Pero hay otros menos obvios y tan lentos que sus consecuencias escapan por entero a la atención humana (formación de montañas,

Así, el geólogo no ve un planeta estático, sino en constante movimiento y evolución. De hecho, la vida humana es demasiado breve para compararla con la edad del universo, las galaxias, el Sistema Solar, la Tierra y otros cuerpos cósmicos. (Zajarova, 1980). El Gráfico 1, modificado de Brusi, Miro y Soler (1995), compara toda la inmensidad del tiempo geológico con un modelo (calendario) de mejor comprensión para la mente del hombre. Autores cono Ault (1982) y Sequeiros (1991) han estudiado la dificultad en la comprensión de este concepto, y están de acuerdo en que el problema viene determinado por la incapacidad del hombre de conseguir una representación mental del significado de lapsos de tiempo tan grandes.

Gráfico 1. Principales acontecimientos geológicos y de evolución biológica situados en un modelo de calendario. AULA Y AMBIENTE - Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017

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El origen de la Tierra y de la vida sobre este planeta es un tema que rebasa el interés científico de los especialistas, para captar la atención de personas comunes porque constituye la base de la existencia humana y de su entorno. Como se planteó en párrafos anteriores, la historia geológica cubre un lapso enorme, a veces difícil de internalizar, y plantea a los investigadores una serie de enigmas apasionantes, variados y difíciles de resolver; ya que, en la mayoría de los casos, el hombre no ha sido ”espectador” y sólo puede “interpretar” con algo de especulación. Este es un tema delicado, (religión versus ciencia) objeto de vivas controversias; pues toca las fibras más profundas de los conceptos éticos de toda persona instruida o educada. (Rutten, 1968). Es un hecho que la cultura actual está dominada por la ideología evolucionista; según la cual no existe Creador alguno para todo lo que se conoce en el mundo físico, así como tampoco este ser supremo puede intervenir en él. El evolucionismo pretende haber demostrado científicamente estas afirmaciones; pero en vista del admirable orden y propósito que se hace patente en el estudio del universo y del planeta Tierra, los más escépticos deben aceptar maravillados la sublimidad de esta creación. (Morris, 1980). Si las hipótesis que se plantea hoy día sobre el origen de la Tierra son básicamente correctas, el planeta recién formado era un cuerpo desbordante de energía. A causa de la baja conductividad térmica de los minerales más abundantes que forman sus capas externas (silicatos), parte de esa energía se ha conservado hasta la actualidad y contribuye, en el presente, a que este cuerpo celeste se encuentre “geológicamente vivo”. (Anguita, 1988, p. XVIII). Resulta importante destacar que, por mucho tiempo, los geólogos han notado que es mucho más fácil conciliar la teoría de la evolución 40

natural con las versiones populares del dogma eclesiástico, si se deja entrever cierta penumbra nebulosa en una especie de generatio spontanea, en lugar de tratar de integrarlo en un sistema en el que toda forma de vida, incluyendo su origen, depende de una serie de procesos naturales. (Rutten, 1968). En este sentido, cabe mencionar que, durante muchos siglos, los fósiles (restos y huellas de animales y plantas conservados en las rocas) despertaron la curiosidad y estimularon la imaginación de personas de ciencia y de gente común; por lo que se manejaban innumerables y fantásticas explicaciones sobre su existencia. De hecho, se atribuía su origen a la intervención de espíritus como productos de las radiaciones solares o de las estrellas, o simplemente a “bromas” del reino mineral que imitaban a las formas vivientes. (Read, 1975, p. 8). Así, las rocas estratificadas con sus fósiles sepultados forman colosales manuscritos en piedra que representan la historia del mundo. Los cambios biológicos (sucesión floral y faunal), se han utilizado como base para las divisiones del tiempo geológico (extinciones y apariciones de nuevas especie). (Dunvar, 1976). Se han realizado muchos intentos para calcular la edad de la Tierra basándose en la velocidad de depositación de las secuencias sedimentarias, la salinidad de los mares, pérdida del calor endógeno, método del flujo (mareas) y la radiactividad; siendo este último el más preciso y empleado en la actualidad para realizar las estimaciones absolutas de edades de los minerales, las rocas y el planeta. Los geólogos han estructurado temporalmente la historia de la Tierra, en la “escala de tiempo geológico”, la cual contiene los cuatro mil seiscientos millones de años del planeta, divididos en unidades de magnitud variables, tal como se muestra en el Gráfico 2.

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Gráfico 2. Escala de Tiempo Geológico. Tomado de: http://www.stratigraphy.org/ICSchart/ChronostratChart2015-01Spanish.pdf

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La escala de tiempo geológico, al igual que muchas ideas y conceptos de ésta y otras ciencias, está sujeta a modificaciones. Ejemplo de ello es la inclusión de la Era (Neoproterozoico), con tres Períodos (Tónico, Criogénico y Ediacárico), antes del Eón Fanerozoico (entre 1000 y 541 millones de años). Esta es una evidencia de la dinámica a la que está sometido el conocimiento en el mundo científico y, por ende, en la geología. (Iztúriz, Méndez y González, 2005).

ríodos de su origen no están distribuidos al azar a lo largo del tiempo geológico; sino que tienden a estar agrupados de tal manera, que muchos nuevos grupos (taxones) aparecen simultáneamente durante un corto período de tiempo y luego perduran sin mayores modificaciones, durante lapsos más largos. En otras palabras, “el ritmo de cambio evolutivo en muchos organismos no es constante, sino extraordinariamente variable”. (McAlester, 1973, p. 37).

Ahora bien, la diversificación de la vida ya se había producido antes de que los fósiles llegaran a ser abundantes; durante finales del Precámbrico y comienzos del Paleozoico (Cámbrico). Así, el panorama de la diversidad de la vida tan sólo comenzó a manifestarse “siguiendo una secuencia de cambios que lograron transformar vegetales acuáticos diminutos en soberbios árboles de secuoyas, y a pequeños animales parecidos a gusanos en inmensos reptiles, aves planeadoras, mamíferos de paso ligero y, finalmente, en el ser humano”. (McAlester, 1973, p. 5 y 22).

La Tectónica

Leonardo Da Vinci, y otros, reconocieron la importancia de los fósiles para la geología. El danés Nicolás Steno (1631-1686) fue el primero en observar las condiciones de los depósitos que forman las rocas e intentó clasificar la secuencia de los estratos o capas en una región septentrional de Italia. (Lotze, 1961) El registro fósil de animales y vegetales revela algunos tipos sorprendentes, cuya existencia se hubiera sospechado al examinar la evolución, tal y como se observa en los seres vivos actuales, pues aún siguen descubriéndose nuevas especies fósiles y vivientes. El estudio de la especiación en los organismos recientes ha demostrado que los cambios que dan lugar a la aparición de nuevas especies suelen producirse muy lentamente y durante muchas generaciones. Además, los pe42

En la historia de la geología la tectónica, que proviene del vocablo griego τεκτονικός referente a la construcción o arquitectura, es una disciplina relativamente joven; pues, en la antigüedad, la edad media y hasta el siglo de las luces, su interés se centraba en el origen del planeta y de la vida (fósiles). No fue sino hasta fines del Siglo XVIII que esta rama del saber tomó una verdadera forma y siguió una doble dirección: primero se encargó de la descripción de las estructuras (pliegues, fracturas, discontinuidades y cuerpos de rocas ígneas) a escala local y regional para llegar a interpretaciones de zonas más o menos extensas geográficamente y, segundo, intentó establece la génesis de estas estructuras geológicas; lo cual permitió proponer diversas teorías orogénicas. Como se explicará a continuación, la tectónica de placas es la más reciente de ellas y se coloca en la frontera entre la geología y la geofísica para permitir una visión coherente de la evolución global de la Tierra. (Mercier y Vergely, 2001). La idea de que los continentes se han movido se conoce desde hace tiempo, no obstante no fue aceptada ampliamente sino hasta hace poco. Durante los cinco siglos que han transcurrido desde que, por primera vez, fueron cartografiadas las costas del Atlántico muchos observadores,

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como Francis Bacon, Placet y Buffon, han debatido sobre este tema. Algunos de ellos, incluyendo a Von Humbolt, señalaron la similitud de formas de las costas opuestas de África y América del Sur. Sin embargo, no fue hasta 1858 en que, el francés, A. Snider expuso con claridad el concepto de que los continentes habían estado unidos, formando un super-continente, y luego se separaron. Desde entonces los geólogos comenzaron alejarse de la idea de un planeta rígido y estático por la de uno muy dinámico. Entre 1910 y 1912 Frederick B. Taylor, H. D. Baker y Alfred L. Wegener propusieron la hipótesis sobre la deriva continental. Aunque muchos geólogos apoyaron estas nuevas ideas, la mayoría estaba de acuerdo con Harold Jeffreys, quién sostenía que la deriva de los continentes era físicamente imposible, es decir, defendía rigurosamente la imposibilidad de movimiento de grandes masas rocosas. (Wilson, 1978). Así, el meteorólogo y geofísico alemán, Alfred Wegener, en su libro El origen de los continentes y los océanos, publicó la idea de que los continentes, en especial África y Suramérica, encajaban como piezas de rompecabezas y, por ello, probablemente estuvieron unidos y luego se separaron. En este libro, el autor estableció el esbozo de su radical hipótesis de la Deriva Continental. Hoy día, las evidencias geológicas, paleontológicas, geofísicas y paleo-climáticas comprueban la existencia de un super-continente llamado “Pangea”. (Tarbuck y Lutgens, 2000). Posteriormente, el concepto de Expansión del fondo oceánico fue formulado por el geólogo norteamericano Harry Hess a principio de los años sesenta. Sus seguidores verificaron que se está produciendo separación (expansión) en el piso de los océanos a los largo de cadenas

montañosas volcánicas submarinas (dorsales meso-oceánicas). La nueva corteza allí generada se forma de manera continua en esas cordilleras sub-acuáticas, las cuales son el rasgo más prominente de los océanos, a través de una estrecha zona localizada en la cresta de dichas dorsales. (Tarbuck y Lutgens, 2000). En 1968 se unieron las propuestas de la deriva de los continentes y de la expansión del fondo oceánico en una hipótesis mucho más completa conocida como Tectónica de placas; la cual surge como producto de las ideas previas contenidas en las proposiciones de la deriva continental (Wegener) y sobre la expansión del fondo oceánico y puede ser resumida en la siguiente consideración: Las placas son en realidad fragmentos litosféricos (litósferoclastos) que pueden: a) ser separados (centros de expansión o límites creativos); b) ser arrancados a la litósfera que colide y parte de ella se hunde (subduce) en capas más profundas (manto), o se levanta (obduce) contra otra placa u orógeno (límites destructivos) o; c) estar en contacto a lo largo grandes fallas o mega-fracturas (límites conservativos). Algunas técnicas geofísicas, como la tomografía sísmica y la radiografía con escáner, han mostrado la existencia real de corrientes térmicas profundas (celdas de convección) que son las responsables, en gran parte, de la dinámica de tales pedazos litosféricos. No obstante, estos datos indican que el proceso dinámico es mucho más complejo que el considerado en la simplicidad de los primeros modelos o esquemas; además que dichas corrientes no están limitadas a la astenósfera (parte más externa del manto) sino que se extienden a través de todo el manto. (Anguita, 1988). Sin embargo, sólo con estos fundamentos no se podían explicar la actividad geológica “dentro” de las placas (intra-placa y no inter-placas),

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como por ejemplo las islas volcánicas en medio del Océano Pacífico (Hawai) y la presencia de géiseres en el centro del continente norteamericano (Yelowstone), lo cual condujo a generar la idea de los puntos caliente o plumas en el manto, que son zonas anómalas de calentamiento (por concentraciones de actividad radiactiva) que producen fusión y ascenso adiabático de material rocoso (magma). (Tarbuck y Lutgens, 2000). De hecho, entre 1925 y 1930 aparecieron estas y otras ideas como la migración de los polos magnéticos terrestres que, por una parte reforzaron la deriva continental, pero a la vez, mostraron las debilidades de esta hipótesis. (Strahler, 1992). Como se mencionó previamente, la distribución y tamaño de las placas tectónicas, y por tanto de los continentes, ha cambiado a lo largo del tiempo, ya que pueden fragmentarse y unirse unos con otros. Esta idea fue propuesta por Tuzo Wilson, geólogo y geofísico canadiense en 1964, quién explicó de forma ordenada, el proceso de apertura y cierre de los océanos, y la fragmentación y posterior unión de los continentes. Aunque queda mucho por aprender sobre algunos mecanismos de las placas, y del movimiento de esos sectores de la corteza continental y oceánica, éstos permiten explicar la formación de las montañas, los diferentes tipos de vulcanismo, la ocurrencia de sismos, la subsidencia o hundimiento de sectores del terreno. (Tarbuck y Lutgens, 2000). Uso de los Recursos Naturales Ciertamente la plata tiene sus criaderos y el oro lugar donde se refina. El hierro se saca del polvo y de la piedra se funde el cobre. Los hombres lo examinan todo perfectamente, hasta las piedras que hay en oscuridad… Abren minas lejos de lo habitado, en lugares olvidados donde nadie pone el pie… Job, 28:1-4

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El estudio de la abundancia y distribución de los recursos que ofrece el planeta es, en sus aspectos básicos, una rama de la geología que no puede ser ignorada y es esencial para el enfoque sobre pronósticos; ya que se depende cada día más, del mantenimiento y del cambio ordenado del medio que circunda a cada persona. (Skinner, 1974). Es importante destacar que todas las formas de vida extraen recursos de la Tierra para su sustento. El ser humano no es la excepción y ha utilizado sistemáticamente los materiales disponibles para crear su singular manera de subsistir. Al hacerlo, ha extendido su ocupación en el globo hasta los confines más remotos, incluyendo los océanos y la atmósfera, y su mantenimiento depende, de modo directo, de un abastecimiento continuo y suficiente de los recursos para alimentar y desenvolverse en una sociedad civilizada, por ello, tal como lo señalan Craig, Vaughan y Skinner (2007), el hombre “se ha convertido en el principal agente de modificación terrestre, debido al incremento de su número y al desarrollo de caminos nuevos para buscar, extraer y utilizar los recursos”. (p.ix) La mayoría de las personas están familiarizadas con la expresión “recursos naturales” y las relacionan con la provisión o abastecimiento de alimentos, materiales de construcción, agua y energía indispensables para mantener una sociedad. Sin embargo, hay que aclarar que algunos de estos recursos como los alimentos y las fibras naturales (algodón, madera, pulpa de papel) se pueden reponer a corto plazo; por lo que reciben el calificativo de renovables. Mientras otros, como los minerales, el carbón y el petróleo, son recursos agotables dentro de la escala de tiempo de vida humana; o sea, son no renovables. (Skinner, 1974). También es relevante destacar que de éstos últimos, algunos pueden ser utilizados

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una sola vez (gas, petróleo, carbón); pero otros son re-utilizables (metales nobles como oro, platino y plata; además hiero, aluminio, cobre, plomo, manganeso, cinc, titanio y minerales como arcillas, cuarzo y el agua). Otros materiales no metalíferos son usados en las actividades de las industrias químicas y de fertilizantes (cloruro de sodio, fosfato de calcio y azufre) o de la construcción/edificación (rocas industriales, granito, mármol, arena, grava, cemento, yeso y roca triturada); también en las industrias de producción de energía (petróleo, gas natural, carbón, agua) e incluso en la orfebrería (piedras preciosas y semi-preciosas) (Skinner, 1974). La explotación y empleo de tales recursos, así como su proyección, es de tal envergadura que es menester mirar más allá de los límites geográficos y de los ambiente locales, para obtener una visión real de su magnitud total, en pro de situarlos bajo una correcta perspectiva de su aprovechamiento actual y futuro. (Skinner, 1974). CONSIDERACIONES FINALES Es un hecho que los organismos dependen mucho del mundo externo que les rodea para satisfacer sus necesidades básicas de espacio vital y alimento. La gran diversidad de especies en la naturaleza es el resultado evolutivo entre la relación de los organismos vivos y su ambiente. (Laporte, 1974, p. 30). Al ser humano, con su hermoso cerebro y aún cuando ha predominado en estos últimos millones de años, le queda mucho camino por recorrer. Cuando haya aprendido a dominarse a sí mismo y logre comprender cada vez mejor al medio que le rodea, incluyendo en especial lo que provine de la corteza terrestre, no habrá nada que le suplante. Sin embargo, es posible que los reptiles del Mesozoico tuviesen “la misma idea” acerca de su situación y le

dejaron el sitio a los mamíferos. (Read, 1975, p. 209). En síntesis, puede afirmarse que la geología ha desempeñado un papel importante en la historia de la humanidad. Se han enfrentado países por el control de recursos naturales como petróleo, gas, carbón, oro, plata, diamantes, platino, hierro, minerales estratégicos, entre otros, y han caído imperios por la distribución y explotación de tales recursos. La configuración de la superficie terrestre, su topografía, moldeada por los agentes geológicos exógenos, desempeña un rol crucial en la táctica militar. Las barreras naturales, como cadenas de montañas y ríos, frecuentemente han servido, y sirven todavía, de fronteras geopolíticas. La creciente complejidad social y la orientación tecnológica obligarán a los ciudadanos, y sus gobernantes, a entender mejor el mundo circundante y fomentar su estudio para poder tomar las decisiones más acertadas respecto a la elección de aquellas cosas que afectan la vida de todos. Hay que estar conscientes de algunos aspectos negativos de un sociedad industrializada y digitalizada, como los problemas asociados a la disposición de desechos sólidos y radiactivos, la contaminación de las aguas superficiales, lluvia ácida, polución atmosférica e invasión de los ambientes protegidos con la consecuente reducción de áreas par reserva de flora y fauna. De hecho, ya no es posible desentenderse de la dinámica terrestre como ecosistema global. Hay que detenerse a pensar, aunque sea por un momento, en la dependencia de la cotidianidad con la geología. Todavía, gran parte de la electricidad en los hogares, comercios e industrias proviene de la quema de carbón mineral, petróleo (mazut), o gas natural. Muy poca se genera en plantas termo-eléctricas, hidro-eléctricas

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o nucleares; y menos aún, de paneles solares. Los alambres de cobre, o de otros metales, por los que circula la electricidad, se obtienen como resultado de la explotación mineral. Las edificaciones, casas, túneles, puentes, carreteras, presas y demás obra de ingeniería, se fabrican con recursos geológicos: Concreto, grava, arcilla, arena, cemento; minerales como el cuarzo (vidrio), yeso, materiales como granito y mármol; metales (llaves, herramientas, cabillas, rieles, autos, entre otros) y combustibles fósiles como petróleo y carbón (plásticos, pinturas, lacas, parafina. naftas, cosméticos, gomas). Todos ellos indispensables en la fabricación de objetos que se utilizan diariamente y son el producto del procesamiento de recursos geológicos; por lo que su uso y abuso puede desequilibrar el delicado balance natural y alterar, inexorablemente, el ambiente y, por ende, la civilización. Actuar responsablemente y entender la necesidad de minimizar los cambios no deseables en el ecosistema es prioritario; pues, el ser humano forma parte de él, como cualquier otra forma de vida, y de esta manera asegurar que las generaciones futuras hereden un planeta habitable. (Wicander y Monroe, 2000). Ahora bien, en la época en la que el ser humano está intentando el conocimiento de otros cuerpos celestes, es menester que se percate que aún no conoce adecuada y completamente el suyo propio. (Eicher, 1973, p. 2). Así, el humano precisa entender y explicar la naturaleza para sobrevivir, obtener protección y cubrir sus necesidades. De hecho, debe ser precavido para afrontar los fenómenos naturales que le son adversos como terremotos, derrumbes, inundaciones, incendios forestales, aludes torrenciales, tsunamis, tormentas eléctricas, entre otros; para predecir su ocurrencia. Dentro de lo posible, tomar las medidas pertinentes que incrementen la resiliencia (preparación de una sociedad 46

para enfrentar un evento adverso o situaciones traumáticas y su capacidad de sobreponerse y recuperarse posteriormente). Por ejemplo se habla de que el tiempo transcurrido desde la última glaciación es de 25.000 años aproximadamente y los intervalos inter-glaciales por lo menos duraron tres veces más. Así que es posible que el planeta esté atravesando por un cuarto período inter-glacial; por lo que el hielo de los casquetes polares podría fundirse y el nivel del mar ascendería e invadiría con sus aguas a todas las poblaciones ubicadas en las costas y sus cercanías y se deberían tomar medidas, en todo el mundo, para afrontar esa posible contingencia. (Press y Siever, 1974; Read, 1975). Así entra en vigencia el concepto de desarrollo sostenible o sustentable, que busca la satisfacción de las necesidades humanas y asegurar un crecimiento económico y social continuo con políticas que atiendan la administración de los recursos, pues una población global creciente tendrá una demanda de alimentos, agua y recursos naturales y energéticos para mantenerse y cubrir sus necesidades. Para satisfacer esas demandas los geólogos tienen un importante papel en la tarea de localizar esos recursos; así como de asegurar la protección del ambiente para beneficio de las futuras generaciones. (Wicander y Monroe, 2000). Para reunir y analizar las evidencias de los hechos, procesos y fenómenos desde los más remotos momentos, los geólogos están acostumbrados a actuar cual detectives; concentrándose en el estudio de problemas que parecen presentar una solución relativamente fácil, recolectando la mayor cantidad posible de datos plasmados en los minerales, las rocas, los fósiles y las estructuras geológicas. (Rutten, 1968). No debe depreciarse la contribución del profesional de las ciencias de la geología al mejoramiento de las

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características naturales del paisaje. Saber algo sobre los procesos geológicos y de la historia del medio circundante permite apreciar mejor el ambiente y extraer de él un mayor gozo personal. Posiblemente esta contribución al entendimiento de la naturaleza sea, a la larga, tan relevante como el hallazgo de campos petrolíferos o la localización de yacimientos minerales (Stokes, 1969, p. 11).

escabel”, mira hacia el pasado con asombro y se vuelve hacia el futuro con esperanza: In manu Domini sunt omnes fines terrae. (Read, 1975, p. 209). Por ello, la mejor respuesta a los problemas del medio es comprenderlos, y este es uno de los objetivos de la geología como ciencia ambiental: La Geología y el Ambiente (Γεωλογια και Περιαλλον).

Así, la ingeniería geológica, como ciencia aplicada al medio tiene una gran trascendencia socioeconómica, abarcando desde los estudios geotécnicos para la cimentación de edificaciones, hasta las grandes obras públicas y de infraestructura, aportando soluciones constructivas acordes con la naturaleza geológica del terreno. Su papel es crucial para la optimización de las inversiones y para el adecuado planeamiento de las actividades ingenieriles, indispensables en la vida cotidiana. A este respecto cabe recordar que una de las mayores fuentes de incertidumbre, y por lo tanto de riesgo, es la derivada de los problemas asociados al comportamiento del terreno en el que se asientan los centros urbanos. Por ello, la ingeniería geológica tiene otra de sus principales aplicaciones en la reducción de los daños causados por los desastres naturales de gran impacto en las poblaciones humanas; así los riesgos geológicos pueden reducirse o disminuirse en gran parte si se adoptan medidas de prevención y control pertinentes en cada caso. (González, Ferrer, Ortuño y Oteo.ñ{--., 2002, p. XXI: ).

REFERENCIAS

La ansiedad natural del hombre por el conocimiento, lo ha puesto en la situación de prestar atención a otros cuerpos del sistema solar. Quizás, lo poco o mucho que falta por comprender de los procesos naturales de la Tierra, se termine encontrando en otros astros del sistema solar o en algún confín del Universo. Finalmente, el geólogo “encaramado sobre La Tierra como un

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Evolución geomorfológica de la laguna litoral de Zazárida, en la costa noroeste del estado Falcón, Venezuela Sara Lara1 Lisbeth Soto2, Rosario González3, Delvis Ibarra, Manuel Figuera, Daniel García, Milagros Marcano, Daniel Mujica Departamento de Geografía e Historia UPEL-IPC. 2Unidad Educativa Nacional Dr. Francisco Espejo. Ministerio del Poder Popular para la Educación. 3Oficina Regional de Tierras Vargas. Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras. saralaradegonzalez@hotmail.com 1

Recibido:25/02/2017

Aceptado: 30/05/2017

Resumen La laguna de Zázarida está aislada del mar por una serie de flechas litorales cuyos sedimentos los provee el río homónimo, que avanza hacia el sur oeste por efecto de la deriva litoral. El objetivo de la investigación fue analizar la evolución geomorfológica del área entre los años 1959 al 2014. La metodología utilizada consistió en el análisis comparativo de fotografías aéreas e imágenes de satélite junto con los respectivos chequeos de campo y recolección de muestras para análisis sedimentológico. Se establecieron las relaciones entre los factores climáticos, geológicos, tectónicos, hidrodinámicos e impacto antrópico con las lluvias torrenciales cuya combinación ha modificado este espacio geográfico.Se concluye que la flecha más externa ha avanzado en 55 años 9,3 km. En la actualidad, sus sedimentos han alcanzado el crecimiento longitudinal máximo y son represados por el delta de la quebrada Datuara, ubicado en el extremo sur oeste de la laguna por lo que la boca, entrada del mar, disminuye cada vez más, constituyendo un ejemplo de evolución hacia la conformación de un cordón, restinga o barra litoral. Los deltas de las quebradas Datuara, Guayabo y Dulce han aumentado vertiginosamente en

dimensiones areales en las últimas tres décadas, lo cual se relaciona con las lluvias esporádicas pero torrenciales aunado a la deforestación en las cuencas, lo que implica mayor sedimentación augurando un inminente cierre de la laguna y la pérdida del puerto pesquero, única fuente de ingresos para la población. Palabras clave: flecha litoral, cordón litoral, lluvias torrenciales, deltas, Zazárida. The Zazárida coastal lagoon evolution in the northwest of Falcón state Venezuela Abstract The Zazárida lagoon is isolated from the sea by various spits which sediments are supplied by homonym river. Its moves towards the SW by the longshore drift. The aim of this research was to analyze the geomorphological evolution of the area between 1959-2014. The methodology consisted in the comparative analysis of aerial photography and satellite images together with field trip to collect samples for sedimentological analysis. Relationships were established among the factors climatic, geological, tectonic, hydrodynamics and anthropogenic impact with torrential rains whose combination has modified

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this geographic space. It was concluded that the more external spit advanced 9,3 km in 55 years. Nowadays its have reached the maximum length and are dammed by the Datuara delta located in the SW of the lagoon. Thus the inlet becomes increansinly smaller. Is an example of evolution from spit to barrier island barrier or restinga conformation. The deltas of Dulce, Guayabo and Datuara ravines have increased areal dimensions in the last three decades, it is related with the sporadic but heavy rainfalls added to the deforestation and implies more sedimentation and close lagoon plus loss of fishing port only source of income. Key words: spits, barrier island, sporadic rainfall, deltas, Zazárida

INTRODUCCIÓN El área de estudio, se ubica en el sector nor - occidental del país, a 106 km de Coro, capital del estado Falcón, en el Municipio Buchivacoa entre los 10°52´- 11°17´ LN y 70°27´-70°32´LO, abarcando la cuenca del río Zazárida y las flechas litorales formadas al oeste de su desembocadura, en el Golfo de Venezuela (Gráfico 1). La cuenca mencionada, conforma una superficie aproximada 953,67 km2, limitada al sur por las estribaciones del flanco norte de la serranía de Buena Vista, cuyas alturas oscilan entre 1216 m s.n.m. en Cerro Moitero y 800 a 1000 m s.n.m. en Serranía de Araira y Fila Atravesado respectivamente (Gráfico 2).

Gráfico 1. Ubicación relativa del área de estudio.

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Gráfico 2. Delimitación de la Cuenca del río Zazárida.

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El drenaje discurre sobre las formaciones geológicas Zazárida, Buchivacoa del Pleistoceno y Pecaya del Oligoceno-Mioceno, las dos primeras constituidas por limos, arcillas y arenas más lentes de conglomerados y la tercera por calizas y lutitas. El río Zazárida es producto de la confluencia de los ríos Eroíta y Lagarto, en las proximidades de la población de Miraflores, ubicada a 200 m s.n.m. Desde este punto, hasta la desembocadura, recorre una distancia de 20 km. El área drenada se caracteriza por presentar montos de precipitación menores a 500 mm anuales lo cual se manifiesta en un drenaje intermitente. A pesar de ello, este sistema hidrográfico, aporta un importante volumen de sedimentos a una costa somera de poca profundidad <10 m (Incostas, 2003). Este hecho es calificado por Rabassó (1974) como un sistema altamente constructivo, lo cual es paradójico, por ser esta un área semiárida tropical de la cual podría esperarse un acarreo menor. Font y Silva (1986), admiten la paradoja y deducen que la evolución del delta del rio Zazárida ha sido muy rápida, enmarcándose entre el siglo pasado y el actual. Al respecto, Arroyave, Blanco y Taborda (2012), demostraron que un transporte de sedimentos importante, puede producirse aún con bajos caudales, debido a la influencia antropogénica en la cuenca, fenómenos atmosféricos ocasionales y la fragilidad de la litología. Las investigaciones realizadas en el país por Tricart y Carpio (1974), Coplanarh (1975), Pelegri y Avila (1986), Font y Silva (1986) Lara, Suárez y Marcucci (1996), Marcucci (2000) e Incostas (2003), coinciden en que se trata de un sector costero de acreción. Estos procesos se manifiestan en una morfología costera de flechas a manera de “peines de barra” o “garfios” migratorios zigzagueantes. La flecha más externa, corresponde a la costa actual la cual ha 54

evolucionado a cordón, restinga o barra litoral, aislando la laguna del mar para conformar una laguna costera. Ejemplos similares han sido estudiados en otras latitudes por Lancin (1985), Borrego, Morales y Pendón (1992), Medina (1993), Ojeda y Vallejo (1995), Rodríguez y Beltrán (2012) y Lugo, Medina y Gingel (2014). Además de la morfología de flechas evolucionando hacia cordón ya mencionadas; en la costa sur oeste de la laguna, se ubican las quebradas Dulce, Guayabo y Datuara (Gráfico 3). Estas se caracterizan por ser de corto recorrido, régimen intermitente y constituir micro-cuencas independientes a la del rio Zazárida. Sin embargo, sus microdeltas en la actualidad, también contribuyen con la evolución geomorfológica del área (Gráficos 3 al 10). En este sentido, la influencia de los aportes de microcuencas en la morfología de una ensenada, han sido reportados por Blanco, Ortíz y Urrego (2015) y Blanco- Libreros (2016). Los reportes históricos del área en estudio, indican que desde 1942 la actividad pesquera se concentraba en Punta Peña (Gráficos 3, 4, 6 y 9 al 10) al Este de la desembocadura del rio Zazárida. En 1952, por razones desconocidas, los pescadores se mudan hacia el SO y en la década de los años de 1970, se construye el puerto pesquero actual, al Oeste de quebrada Dulce (Font y Silva, 1985). Uno de los principales problemas de la población, es el cierre de la laguna por los acelerados procesos de sedimentación asociados al cordón y al delta del Datuara (Gráficos 6 al 10), pues dificulta la entrada de las embarcaciones desde el mar hacia el interior del cuerpo de agua, atentando contra el desarrollo económico de la región. En general, las lagunas costeras son áreas de rellenamiento y por evolución natural e inducida pueden llegar a constituir llanuras fluviomarinas, por lo cual, Suárez (2016), alerta

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sobre la necesidad de ejecutar planes de control y protección para estos ecosistemas a fin de asegurar los roles vitales que desempeñan.

error medio cuadrático de 0.6 m, mientras que las imágenes se ortocorrigieron con el mismo software.

En consecuencia, el objetivo de este artículo es analizar la evolución geomorfológica de la laguna de Zazárida entre los años 1959-2014, a partir de la información documental contenida en las imágenes de satélite y fotografía aéreas disponibles.

El cálculo de las dimensiones areales de los micro deltas de las quebradas Dulce, Guayabo y Datuara, en el borde sur de la laguna, se realizaron a partir de las imágenes 2003, 2011 y 2013.

Para incursionar en el propósito señalado, se detallarán los materiales utilizados para el estudio y el método seguido en el procesamiento de la información. Posteriormente se analizarán y discutirán los datos estimados relevantes en la evolución del área, en el periodo considerado: clima, geología, sedimentología, hidrodinámica; que sustentan los cambios morfológicos en la flecha más externa y en los microdeltas entre 1959 - 2014, evidenciados en las herramientas cartográficas y satelitales respectivas para finalmente establecer las conclusiones pertinentes. MATERIALES Y MÉTODOS En el análisis de los datos se utilizaron las hojas topográficas 6049: Dabajuro, 6149: Pedregal y 6148 Purureche escala 1/100.000 del Instituto Geográfico Simón Bolívar (2000). Igualmente las fotografías aéreas pancromáticas de los años 1959, 1975, a escala 1/25000 y 1990 a escala 1/50.000, misiones AMS, 0201106 y 0101315, respectivamente. Así como también las imágenes de satélite Imagen Landsat 8 Multiespectral de los años 2003, 2011, 2013 y 2014. Estos recursos sirvieron de base metodológica para precisar la evolución de los depósitos involucrados en el estudio entre 1959-2014. Las fotografías disponibles en papel se digitalizaron a una resolución de 600 DPI y se georeferenciaron mediante el uso del software ArcGIS 9.3 con un mínimo de 10 puntos de control por imagen y un

En la elaboración del Modelo Digital del Terreno (MDT) del área de estudio, se utilizó Shuttle Radar Topography Mission (SRTM) con resolución de 30 metros. La red hidrográfica se obtuvo, tomando como base los mapas del Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar (IGVSB, 2000) y mediante las herramientas del software ArcGIS 9.3, se generaron capas vectoriales, delimitando las superficies ocupadas por los cauces, con el mismo procedimiento se delimitó la línea de costa para 1959-1975-2000 y 2014, a fin de precisar sus variaciones. A partir de la imagen satelital más reciente, (Landsat 8 de mayo 2014), se realizó una clasificación supervisada con el programa Erdas Imagine 8.4, con la finalidad de elaborar un mapa de uso de la cuenca e identificar la proveniencia de los sedimentos. Mediante la observación, se logró precisar diferentes elementos dentro de la misma, como cuerpos de agua, vegetación y suelos, permitiendo establecer 4 firmas espectrales y por tanto 4 clases. A fin de minimizar las fuentes de error y facilitar la comparación y análisis de las imágenes, estas se llevaron a una misma resolución espacial (tamaño de pixel, ortorectificación, proyección, mínima cobertura de nubes) y resolución espectral (una misma combinación de bandas 4-3-2, por ejemplo).

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La información de elementos climáticos fue suministrada por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología y ante la ausencia de estaciones meteorológicas ubicadas dentro de la cuenca del río Zazárida, se recurrió a los datos disponibles de las estaciones más cercanas. De este modo, el orden de los datos para su presen tación, se realizó de acuerdo a registros de cuatro estaciones con un periodo común: Capatárida, Urumaco y Tarana (Cuadro 1). Igualmente se procedió con los datos de evaporación y temperatura de la estación Coro, a pesar de su localización a 106 km del área en estudio, se utilizó

porque es la única estación que los registra. El método racional se aplicó a los meses con datos faltantes de lluvia y evaporación. Los datos faltantes de temperatura, se estimaron mediante la sustitución por el promedio (Guevara, 2003). En el Cuadro 1, se muestran las referencias de las estaciones meteorológicas a partir de las cuales se procesaron, los promedios mensuales de precipitación, temperatura y evaporación. Todos los datos fueron suministrados por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología.

Cuadro 1 Estaciones meteorológicas utilizadas en la investigación.

SB= Estación Sinóptica; PR= Estación Pluviométrica; MARNR= Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables; SEMETFAV= Servicio Meteorológico de la Fuerza Aérea Venezolana. Tabla elaborada con los datos suministrados por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología.

Por otra parte, se realizaron tres trabajos de campo para contrastar la evolución de la morfología lagunar con la información contenida en las herramientas cartográficas. Además, se recolectaron muestras de sedimentos de la llanura aluvial del Zazárida, del Delta de quebrada Datuara y de la flecha litoral, los cuales fueron procesados en laboratorio para el análisis 56

sedimentológico a través de la técnica del hidrómetro. Se siguió el protocolo establecido por Bouyoucos y modificado por Patrick (2002), basado en la velocidad de caída de las partículas finas en fluido acuoso. Se utilizó el hexametafosfato de sodio como dispersante y mediante un hidrómetro se determinó el porcentaje de arena caído con una lectura a los 40 segundos, y de

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Evolución geomorfológica de la laguna litoral de Zazárida, en la costa noroeste del estado Falcón, Venezuela

arcilla a las 4 horas. El limo se obtuvo por diferencia. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS DATOS Características físico geográficas de la cuenca del río Zazárida Clima Como puede observarse en el Cuadro 2, para las tres estaciones consideradas; solamente septiembre octubre y noviembre presentan meses

húmedos, superiores a 60 mm, que representan del 44 al 66% anual de la precipitación caída, lo cual se atribuye a la inestabilidad atmosférica, que eventualmente afecta a la costa venezolana en esta época del año, caracterizada por lluvias esporádicas, de corta duración pero torrenciales Coplanarh (1975). En el mes de mayo, sólo Tarana reporta valores ligeramente mayores a 60 mm, límite establecido para ser considerado mes húmedo.

Cuadro 2 Precipitación (mm) promedio mensual, de las estaciones pluviométricas cercanas a la cuenca del río Zazárida, Municipio Buchivacoa, estado Falcón 1953-2000.

Nota. Cálculos propios con datos suministrados por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología.

En cuanto al monto de precipitación anual, las estaciones muestran valores muy reducidos. En el caso de Capatárida y Urumaco, ubicadas a una altura 45 y 67 m s.n.m. en la misma franja costera de Zazárida, los valores son menores a 500 mm. Sólo Tarana experimenta un ligero incremento de 43,7 mm con respecto al valor límite. Esto implica condiciones de escasa precipitación, lo cual se refleja en la vegetación de bosque seco tropical, de dosel poco cubriente, en la parte alta de la cuenca y bosque xerófilo de espinares, cardonales y manglares en la baja. El color magenta predominante en el Gráfico 2, da cuenta de este aspecto intensificado en la actualidad por la deforestación.

Así, las vertientes quedan expuestas a la erosión favoreciéndose el incremento en el volumen de sedimentos acarreados, durante las crecidas ocasionales ocurridas durante los meses mencionados. En consecuencia, el escurrimiento es irregular, se registran grandes volúmenes en corto tiempo, siendo lo usual largos periodos de sequía. Los registros de temperatura, viento y evaporación, de la estación Coro (Cuadros 3 y 4) indican que la temperatura promedio anual es de 28,0 ºC y la velocidad promedio del viento es de 20,6 km/h con una componente NE predominante, se trata del Alisio del NE. Al comparar

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la precipitación con la evaporación, se observa que la primera es sustancialmente menor con respecto a la segunda durante todos

los meses del año, en el período considerado. De este modo, se clasifica dentro de los climas semi-áridos, BSh, según Koppen.

Cuadro 3 Datos de temperatura, evaporación en promedios mensuales y anuales, de la estación Coro, Municipio Miranda, estado Falcón. 1951-2000.

Cuadro 4 Dirección y velocidad del viento de la estación Coro, Municipio Miranda, Estado Falcón 1951-2000.

Estos patrones de pluviosidad determinados históricamente, suelen presentar variaciones debido a comportamientos atípicos, de lluvias extraordinarias, inesperadas que usualmente ocurren entre noviembre y febrero. El cuadro 12 presenta las fechas en las cuales se registraron precipitaciones torrenciales a partir de 1950, según recopilación del inventario de eventos de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS) para el estado Falcón y aun cuando no se presentan datos cuantitativos, la información es pertinente porque describe la afectación social de estos eventos hidrometeorológicos por la 58

activación de procesos geomorfológicos tales como desbordamientos fluviales y daños en obras de infraestructura, en el caso que nos ocupa, representado por la ruptura de la represa de Matícora en febrero de 2010. Cárdenas, Martelo, Garcia y Gil (2003), Sequera (2009) y Tim (2011) señalan que en el origen de estas lluvias torrenciales se articulan varios factores: a) Situación Norte b) Efecto La Niña y c) la Oscilación Cuasi Bienal (OQB).

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a) Situación Norte: En el contexto de la costa Caribe venezolana las lluvias extraordinarias, cuyo monto es superior al promedio en un corto periodo de tiempo, se presentan usualmente entre noviembre-diciembre-enero-febrero (Cuadro 2). a) La denominada Situación Norte corresponde a una condición sinóptica extra tropical que ocasionalmente penetra en el Caribe afectando las costas venezolanas usualmente entre noviembre y febrero. En estos meses se ubican en las costas del SE de Estados Unidos y NW de África centros de Alta presión mientras que en medio de ambos los restos de frentes fríos procedentes de las latitudes medias se desplazan ocasionalmente hacia latitudes caribeñas afectando a las costas venezolanas con lluvias persistentes por varios días. b) El fenómeno La Niña está asociado con anomalías negativas de temperatura en el Pacífico oriental ecuatorial y anomalías positivas de temperatura en el Atlántico norte tropical, el desplazamiento del viento por el mar relativamente cálido favorece fuertes precipitaciones en la costa venezolana durante los meses normalmente secos de noviembre a febrero. Además, durante la fase Niña el Jet Stream, flujo subsidente de altura, se encuentra ubicado más hacia el Norte de lo habitual lo cual igualmente permite la convección y con ello mayor pluviosidad. c) La Oscilación Cuasi Bienal (OQB) consiste en una circulación zonal en la baja estratosfera, tiene un ciclo de aproximadamente 24 a 30 meses, luego de un ciclo cambia de dirección. Cuando las velocidades son superiores a 4 m/s, la precipitación aumenta en la troposfera y con un valor menor disminuye. Tim (ob. cit) indica que, de los factores antes citados, la situación Norte parece ser la clave

para que se produzcan las lluvias extraordinarias mientras que el efecto La Niña y la Oscilación Cuasi Bienal (OQB) constituyen dos elementos más en la combinación de factores favorecedores de este tipo de precipitaciones. Estructura, geología y sedimentología El área en estudio se ubica en el borde sur oeste de la placa Caribe y forma parte de la depresión de Urumaco, flanqueada por las fallas de Río Seco al Este y Lagarto en el Oeste ocupando el lado levantado de la primera y el lado deprimido de la segunda. Graf (1972), señaló que en general, esta costa se encuentra en proceso de levantamiento con muy poco aporte clástico y fuertes corrientes litorales dando lugar a una plataforma erosiva rectilínea y de relieve bajo asociada al lado levantado de la falla. Estas características dominan la costa al Este del delta del Zazárida, por tanto, el mayor aporte de sedimentos que conforma el delta, provienen de los relieves de la Serranía de Falcón localizados hacia el sur y que actúan como elementos tectónicos positivos. En consecuencia, el conocimiento de las características geológicas de la cuenca constituye un aspecto importante para analizar el material acarreado por el drenaje superficial. El mapa geológico de Venezuela (Ministerio de Minas e Hidrocarburos, 1976) indica que hacia la cuenca alta y media del Zazárida el drenaje transcurre a lo largo de afloramientos de la Formación Pecaya del Terciario OligocenoMioceno, conformada por lutitas limolíticas y calizas bioclásticas, mientras que la cuenca baja se pone en contacto con el mar, a través de una planicie aluvial constituida por sedimentos recientes. Se trata de la Formación Zazárida la cual, de acuerdo al Léxico Estratigráfico de Venezuela (1999), consiste en sedimentos conti59

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nentales del Pleistoceno, conformada por limos y arcillas blanco-amarillentas-rojizas y arenas cuarzosas de estratificación cruzada en contacto con lentes de conglomerado en matriz arcillosa. Estos sedimentos provienen de los depósitos cuaternarios más distales de los conos coalescentes constituyentes del frente de montañas falconiano fácilmente transportados por el drenaje, lo cual es magnificado por la ausencia de una cobertura vegetal. Es un ejemplo de la fragilidad litológica señalada por Arroyave, Blanco y Taborda (2012).

En este sentido, el Cuadro 5 refleja estas características relacionadas con un contenido importante de limos y arcillas en la composición textural de los sedimentos, lo cual implica alta impermeabilidad que favorece la formación de una costra de sequía, por consiguiente, al llover, la infiltración se dificulta y aumenta el escurrimiento superficial propiciando el desarrollo de cárcavas y bad lands. Esta morfología es observable en la planicie aluvial de la margen izquierda del Zazárida, lugar donde fueron recolectadas las muestras (Gráfico 9).

Cuadro 5 Sedimentos finos en la llanura aluvial, margen izquierda, río Zazárida, al Este del actual Puerto pesquero.

En el sur-oeste de la laguna y al oeste de la cuenca del Zazárida, las micro-cuencas de las quebradas Dulce, Guayabo y Datuara, igualmente drenan sobre la geología descrita, y se

comportan como agentes activos en la sedimentación del área a través de sus micro deltas, donde los limos y las arcillas también ocupan un porcentaje importante (Cuadro 6 y Gráfico 9).

Cuadro 6 Sedimentos finos en el delta de la quebrada Datuara, al Oeste del actual Puerto pesquero.

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El Cuadro 7 muestra la composición textural del “garfio” constituyente de la flecha más occidental y externa que tiende a cerrar la boca de la laguna y ponerse en contacto con el delta del Datuara (Gráfico 9). Se hace evidente el predominio de las arenas, en detrimento de los

limos y las arcillas, característica de las geoformas en cuya evolución influye el transporte litoral. En este caso, los sedimentos transportados por el río Zazárida son desplazados por la deriva litoral de dirección NE, lo cual genera la evolución de flechas a cordones litorales.

Cuadro 7 Sedimentos en el garfio de la flecha más cercana a la boca de la laguna de Zazárida.

Hidrodinámica: oleaje, deriva litoral y mareas Una vez que los aportes fluviales llegan a la costa, los principales factores que ejercen una influencia dinámica sobre los cuerpos de agua son: el oleaje, la deriva litoral y las corrientes de marea (Borrego, Morales y Pendón 1992); los cuales, en una determinada configuración de la costa, en este caso una bahía de concavidad muy pronunciada, profundidad menor a 10 m y protegida por la península de Paraguaná, generan una particular dinámica sedimentaria. En el área de estudio, el viento prevaleciente es del NE (Cuadro 4) por tanto, el oleaje dominante de mayor frecuencia de ocurrencia tiene procedencia del segundo cuadrante. Incostas (2003), reporta valores promedios de N 42° E, altura de ola (Hb) de 0,74 m y periodo (T) de 4 segundos. Así, se genera una deriva litoral cuya potencia

es suficiente para movilizar caudales de material sólido hacia el Oeste. El cuadro 8, indica los caudales desplazados a lo largo de 14 puntos de la barra exterior, la costa actual de Zazárida, los cuales oscilan entre Qs=2.350 m3/día y Qs=10.200 m3/día; parte de estos sedimentos, en principio conforman una flecha en cuya punta se refracta el oleaje formando los “garfios”, “espolones” o “dientes” orientados hacia el interior de la laguna y el resto es transferido por el oleaje y el flujo de mareas. En consecuencia son el resultado de un aumento en la capacidad de transporte del oleaje o una disminución del material transportado, lo cual implica que los espolones pueden migrar, zigzaguear o desaparecer como se aprecia al final de la flecha en la dirección al delta del Datuara (Gráficos 6, 7 y 8).

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Cuadro 8 Caudales desplazados. Qs Sedimentos transportados (m3/día), en 14 puntos de la barra exterior de Zazárida.

Nota. (Adaptado de Incostas, 2003)

Este proceso se ha repetido sucesivamente en 55 años y ha originado la serie de flechas con “dientes” que avanzan en clara evolución hacia la conformación de barras, restingas o cordones litorales donde la más externa, es la reciente y conforma la línea de costa actual (Gráficos 3 al 10). En relación con las corrientes inducidas por la marea: entrante y vaciante, Marcucci (2000), señala que estas son las principales responsables de los movimientos de los sedimentos y de su transporte, una vez colocados en suspensión. Estos se sedimentan por disminución de las velocidades durante las inversiones de las corrientes de marea las cuales varían de acuerdo a la temporada. Las corrientes marinas predominan en buena parte del año y las fluviales durante la época de mayor precipitación de octubre a diciembre. En el área, la marea es micromareal (menor a 2 m), con promedio de altura de 0,70 m (Incostas, 2003) y de régimen mareal mixtasemidiurna: de dos pleamares y dos bajamares con diferentes alturas en 24h (Pelegri y Avila, 1986). La difracción y la refracción le restan fuerza al oleaje a causa de los bajos, pues la oscilación de la marea, aun cuando es micromareal, es 62

suficiente para propiciar en las bajamares, bajos de rompientes, bancos de arena, formaciones arenosas intermareales, los cuales evolucionan a “garfios”, “espolones” “peines”, cuya sucesión y unión, en el área, conforman el cordón, restinga o barra litoral. Impacto antrópico Colina, Ferrer y Leal (2013), sostienen que uno de los factores de la pérdida de la cobertura vegetal es el manejo agronómico inadecuado, del cultivo del agavae cocui en cuyo procesamiento se requiere del cují (prosopis juliflora) por lo cual se procede a desforestar indiscriminadamente los bosques secos constituidos, en buena parte, por este ejemplar. Igualmente, el pastoreo incontrolado del ganado caprino, la quema en la superficie del suelo, los movimiento de tierra implícitos en el crecimiento urbano, entre otras causas de origen antropogénico, han conducido a una intensa pérdida de la frágil capa vegetal de la zonas semiáridas de Falcón. Adicionalmente, Díaz (2003), indica que la desforestación ha reducido en las últimas décadas el 58% de la vegetación del estado Falcón correspondiendo un 40% de la misma, a la ubicada en zonas menos favorecidas

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por la humedad lo cual constituye un problema ambiental por resolver. Las consecuencias de lo expuesto, se reflejan en el gráfico 2 por el color magenta que indica la pérdida del dosel vegetal y la posibilidad de un mayor acarreo de sedimentos por escurrimiento superficial. A partir de lo expuesto, se pueden precisar los factores involucrados en el origen y evolución de la laguna de Zazárida: 1. Aportes sedimentarios a partir de las áreas tectónicamente positivas constituidas por la cuenca del río Zazárida y las micro cuencas de las quebradas Dulce, Guayabo y Datuara. 2. Escasa profundidad relativa de las aguas marinas adyacentes debido a la existencia de una amplia plataforma marina < 10m, en un sector de costa tectónicamente activo. 3. Transporte litoral del NE, desplazando los sedimentos hacia el SW de la laguna. 4. Insuficiencia del prisma de marea que circula a través de la boca para contrarrestar el transporte litoral y la sedimentación fluvial entrante por el flanco suroeste de la laguna. 5. Lluvias extraordinarias dentro de un patrón climático semiárido tropical, capaces de proveer volúmenes importantes de sedimentos en cortos períodos de tiempo.

6. Fragilidad de la litología asociada a conos coalescentes cuaternarios, del frente de montaña, de poca cementación, fácilmente deleznables en fracciones finas y susceptibles de ser rápidamente transportados. 7. Deforestación en la cuenca que expone las vertientes a la erosión lo cual incrementa el volumen de sedimentos continentales acarreados hacia el cuerpo de agua. La combinación de estos factores proporcionan a esta área de sedimentación una morfología dinámica, compleja y cambiante que han modificado este espacio geográfico como se explica seguidamente. Cambios producidos en el área de estudio entre 1959-2014 a) Flecha más externa de Zazárida En el análisis de estos cambios, se tomó como referencia la desembocadura del río Zazárida, de este modo se observa que para 1959 (Gráfico 3), los sedimentos constituyentes de la flecha han sido transportados por la deriva litoral a una distancia de 4,2 km hacia el Oeste (Cuadro 9), ubicándose al frente de la desembocadura de quebrada Dulce. Se desconoce en cuanto tiempo se realizó este transporte, debido a la inexistencia de documentación.

Cuadro 9 Desplazamiento de la flecha de Zazárida hacia el Oeste, entre 1959 y 2014 a partir de la desembocadura del río homónimo.

E= Estabilizado AULA Y AMBIENTE - Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017

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Gráfico 3. Zazárida 1959.

Para marzo de 1975, el final de la flecha se encuentra al frente de quebrada Guayabo (Gráfico 4), el recorrido de los sedimentos ha sido de 5,4 km (Cuadro 9) lo cual significa que en 16 años (1959-1975) los sedimentos que conforman la flecha se desplazaron 1,2 km (Cuadro 10). Al comparar

con las lluvias extraordinarias (Cuadro 12) en el lapso indicado, destacan los eventos en una ocurrencia temporal cercana, los acaecidos el 30/11/70 y 01/12/70 más 03/10/72 y 09/10/72, lo cual significa una entrada importante de sedimentos al sistema lagunar.

Cuadro 10 Tasas de progradación hacia el Oeste en el desplazamiento neto de la flecha Zazárida (1959 - 2014).

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Gráfico 4. Zazárida 1975.

Para agosto de 1990 (Gráfico 5), la flecha continuó el recorrido en dirección Oeste y se localiza a una distancia de 7,2 km, con respecto a la desembocadura del río Zazárida (Cuadro 9). Es decir, en 15 años (1975-1990), hubo un desplazamiento de 2,8 km (Cuadro 10) y, aún cuando los deltas de las quebradas del suroeste de la laguna han aumentado (Cuadro 11), la entrada de mar, o boca de la laguna es amplia. Nótese que en este caso, el recorrido neto de la

flecha en 15 años ha sido el doble del desplazamiento en el período anterior, casi en el mismo tiempo (Cuadro 10). Esto se explica por el incremento de la sedimentación acarreada por las lluvias extraordinarias, entre las cuales sobresalen las de finales de 1975, tres de ellas ocurridas en diciembre. Igualmente las de 1985 con lluvias torrenciales el 23 y 24 de febrero y 1989 con dos eventos en enero (Cuadro 12).

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Cuadro 11 Cambios en el área de los micro-deltas de las quebradas Dulce, Guayabo y Datuara, en el Sur-Oeste de la laguna de Zazárida, Estado Falcón (2003 - 2013).

Cuadro 12 Relación de lluvias torrenciales acaecidas en el Municipio Buchivacoa del Estado Falcón entre 1950 y 2013. (Adaptado de FUNVISIS www.estudiosydesastres.info.ve).

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Gráfico 5. Zazárida 1990.

Para 2003, la flecha recorrió en total, una longitud de 9,3 km, a partir de la desembocadura del Zazárida (Cuadro 9), y entre 1990-2003, los sedimentos de la flecha progradaron 1,2 km (Cuadro 10). El gráfico 6 revela que para el 2003, la flecha más externa y más reciente que constituye la actual línea de costa alcanzó su longitud máxima y, estabiliza su desplazamiento hacia el sur oeste al ser represada por los sedimentos continentales del delta del Datuara. De este modo, los procesos evolutivos de acreción

y transporte han dado paso a la conformación de un cordón, restinga o barra litoral, el cual representa un estadio de mayor evolución al de flecha. El Cuadro 12 indica que en este lapso de 13 años ocurrieron sólo seis eventos de lluvias extraordinarias, tres de ellas en diciembre de 1999 y enero de 2000, a lo cual estarían asociados los aportes para generar la progradación que corresponde a los eventos meteorológicos de mayor magnitud ocurrida en el país.

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Gráfico 6. Zazárida 2003.

En la actualidad, a la laguna le falta muy poco para quedar aislada del mar, la comunicación con éste se hace por una estrecha boca de 50m aproximadamente (Gráficos 6 al 10). Los hallazgos revelan que entre 1959 y 2014 ha existido la disponibilidad de sedimentos para alimentar

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la progradación de la flecha hasta acercarse cada vez más a los sedimentos deltaicos del Datuara, al alcanzarlos totalmente se convertirá en cordón litoral al quedar unido al continente.

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Gráfico 7. Zazárida 2011.

Este hecho es avalado por los resultados obtenidos por Rodríguez-Olarte, Romero, Coronel y Amaro (2007) quienes concluyeron que la cantidad de sedimentos descargados al mar por procesos de erosión se ha incrementado sensiblemente en los últimos 50 años. Por otra parte, entre los “garfios” se forman los caños de marea, tidal creeks, que constituyen, además de la boca, las vías más importantes de

intercambio hídrico entre el golfo de Venezuela y la laguna, lo cual implica corrientes bidireccionales entre ambos cuerpos de agua. Esto favorece el desarrollo de las cubetas de decantación y la vegetación de manglar en los peines interiores, mientras que en los exteriores está ausente (Gráficos 3, 4 y 7 al 10). Estas cubetas de decantación y la vegetación halófita contribuyen a propiciar la retención de los sedimentos.

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Gráfico 8. Zazárida 2013.

b) Deltas de las quebradas al sur de la Laguna de Zazárida. Es necesario hacer mención al sur- oeste de la laguna de Zazárida, ya que en la evolución de la misma, además de la flecha cuyos sedimentos son aportados por la cuenca del río Zazárida, también influyen los aportes de las micro cuencas de las quebradas Dulce, Guayabo y Datuara (Gráfico 6). De este modo, se observa en los Gráficos 3 y 4, en el sector mencionado, una costa lagunar relativamente homogénea indicando que el aporte fluvial en el Sur de la laguna de Zazárida es ínfimo. 70

En 1990, es evidente la sedimentación deltaica en las quebradas Datuara y Guayabo, más una ubicada entre ambas sin nombre conocido, inclusive por los lugareños (Gráfico 5). Como ya se mencionó, el Cuadro 12 revela que diciembre de 1975 presentó lluvias extraordinarias, al igual que 1985 en el mes de febrero y 1989 en enero lo cual intensificó el acarreo de sedimentos más el crecimiento de los micro deltas. Ese aumento es progresivo y notorio en los gráficos 6 al 10, esto se confirma con el Cuadro 11, porque entre 2003 y 2011, en ocho años, el área deltaica del Datuara, aumentó más del doble. Así, de 0,60 km2 en 2003, cambió a 1,43 km2 en 2011 y en

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2013 presenta 1,60 km2. Este aumento en área de los sedimentos continentales ha represado el desplazamiento de una morfología litoral que

comenzó como flecha y cuya tendencia en la actualidad es la de unirse totalmente para conforma un cordón, barra litoral o restinga.

Gráfico 9. Zazárida 2014.

El incremento de la sedimentación para el 2003 y 2011 (Gráficos 6 y 7 y Cuadro 11), se relaciona con las lluvias torrenciales ocurridas en el Estado Falcón y toda la costa Norte de Venezuela en diciembre de 1999 y enero del 2000 (Cuadro 12), como se comentó para la progradación de la flecha. El aumento continuado de sedimentación para 2013, igualmente encuentra su asidero en las precipitaciones extraordinarias

de los años 2007, 2009, 2010 y 2011 (Cuadro 12). Nótese que en el 2010, se produjeron 9 días de lluvias torrenciales, siete de ellas ocurrieron entre noviembre y diciembre. Se carece de registros para comparar con el monto normal de precipitación. No obstante, los estragos causados en la población por las inundaciones y desbordamiento de represas y ríos causados por estas inusitadas y fuertes precipitaciones son reportados en

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diferentes portales digitales (funvisis www. estudiosydesastres.info.ve; www//ensartaos. com.ve 09/12/2010; https://informe21.com/ lluvias-falcon 09/12/2010). Este evento del 2010 destaca por su permanencia en el tiempo y por los daños materiales que causó en el suroeste del estado Falcón. Tim (2011) relacionó el origen de estas precipitaciones con las condiciones sinópticas de Situación Norte en el Caribe para febrero de 2010.

Es evidente que los eventos hidrometeorológicos extremos y ocasionales, característicos de las regiones semiáridas, producen un fuerte impacto en el terreno al arrastrar a través del escurrimiento superficial grandes volúmenes de sedimentos lo cual es exacerbado por la deforestación de la escasa cobertura vegetal evidenciado en el color magenta predominante en el Gráfico 2. Dicho escurrimiento es el responsable del aumento en el área de sedimentación de los micro- deltas. (Cuadro 11 y Gráficos 6 al 10).

Gráfico 10. Evolución de la flecha de Zazárida 1959 - 2014.

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Esta sedimentación creciente en ambos sectores del área en estudio permite precisar, de acuerdo al análisis de los factores involucrados en la evolución de la misma, que la laguna se encuentra en un franco proceso de sedimentación debido a la retención de los sedimentos aportados por el drenaje superficial, el transporte litoral y la insuficiencia del prisma de marea para impedir el progresivo cierre de la boca. Una vez aislada totalmente del mar, la tendencia al rellenamiento podría ser irreversible al evolucionar hacia la fase final y conformar una llanura de acumulación fluviomarina, lo cual confirmaría que las lagunas costeras litorales tropicales son fenómenos geológicamente efímeros. CONCLUSIONES La laguna de Zazárida constituye un ejemplo didáctico de acelerada evolución geomorfológica en una laguna costera tropical de ambiente semiárido, en la cual intervienen la deriva litoral, corrientes de marea y abundantes reservas de sedimentos provenientes del continente. Las lluvias esporádicas pero torrenciales, la poca cobertura vegetal y la fragilidad geológica más la deforestación en las cuencas facilitan los aportes aluvionales depositados en la costa. De este modo, se desarrolla una morfología dinámica, cambiante e inestable de flechas litorales compuestas por garfios, espolones, ganchos o dientes. Así, la flecha más externa que constituye la costa actual, en un período de 55 años, progradó hacia el sur oeste alcanzando su longitud máxima de 9,3 km, hasta colocarse muy cerca del micro delta del Datuara y de esta forma tiende a unirse al continente, convirtiéndose en cordón litoral. En general, los micro deltas de las quebradas del sector suroeste de la laguna han aumentado sustantivamente sus dimensiones a partir de 1990 y con cada crecida torrencial, el delta del Datuara se acerca más al cordón. En consecuencia, el margen

de entrada de mar a la laguna es muy estrecho y la tendencia marcada es al cierre total de la misma. REFERENCIAS Arroyave A, Blanco J y Taborda A. (2012). Exportación de sedimentación desde cuencas hidrográficas de la vertiente oriental del golfo de Urabá: Influencias climáticas y antrópicas. Revista de Ingenierías Universidad de Medellín. Vol. 11 N° 20 p.p. 13-30. Blanco –Libreros J. (2016). Cambios globales en el manejo de los manglares en el golfo de Urubá (Colombia) entre la cambiante línea costera y la frontera agropecuaria en expansión. Actualidades biológicas 38(104) 53-70. Blanco J, Ortíz L, Urrego L. (2015). Reservorios de biomasa aérea y de carbono en los manglares del golfo de Urubá Caribe .Colombiano. Actualidad biológica 37 (103):131-141. Borrego J, Morales J, y Pendón J. (1992). Efectos derivados de las actuaciones antrópicas sobre los ritmos de crecimiento de la flecha litoral El Rompido, Huelva España Geogaceta 11: 89-92. Cárdenas P, Martelo M, García L, Gil A. (2003).Impacto de los eventos El Niño-Oscilación del Sur en Venezuela. Parte II. CAF. Corporación Andina de Fomento. Colina R, Ferrer J, y Leal I. (2013). Impactos ambientales de la producción de Cocuy en el Municipio Sucre, estado Falcón, Venezuela. Multiciencias Vol. 13. N° 3 229-237 Comisión de Planificación Nacional de los Recursos Hidráulicos COPLANARH. (1975). Inventario Nacional de Tierras. Estudio Geomorfológico de las regiones Costa Noroccidental Centro Occidental y Central. 44. Díaz, M. (2003). Del Programa Agave cocui ¿De cómo es posible hacer ciencia al servicio del hombre? Croizatia. 3:167-171 Ensartaos.com.ve (2010) [Documento en línea] Disponible: www://ensartaos.com.ve 09/12/2010 [Consulta: 2015, agosto 2015] Fund a c i ó n V e n e z o l a n a d e I n v e s t i g a c i o n e s S i s m o l ó g i c a s s/f. [Disponible]. funvisis http:// www.estudios y desastres.info.ve. estado falcón [Consulta:2015,agosto16]

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APUNTES El Antropoceno y su posible inclusión en la Escala del Tiempo Geológico (Breve síntesis) Orlando González orlandojose57@yahoo.com.mx UPEL-IPC – Departamento de Ciencias de la Tierra – Laboratorio de Pedología

Hoy en día, para escribir objetivamente acerca de un determinado tema en cualquier ámbito del conocimiento humano, se ha vuelto casi que imposible de alcanzar y mucho menos mantenerse al día, debido al inmenso volumen de publicaciones o escritos que se generan diariamente, tanto en revistas de publicación periódica o en las redes sociales como sucede en la llamada autopista de la información o Internet. Este es el caso de un nuevo término que se pretende introducir en la Escala del Tiempo Geológico, el Antropoceno. Sobre este tema, ya existe un volumen considerable de literatura que sería imposible de abarcar según lo referido anteriormente. Por lo tanto, este escrito se fundamentará en la revisión de algunas publicaciones periódicas recientes y de internet, que versan sobre la validez o no de incorporar este término en la mencionada escala como una nueva unidad o época geológica. A partir del año 2000, se inició a nivel mundial un debate científico que se relaciona con la formulación o incorporación del Antropoceno, como una nueva época geológica. Como ha ocurrido siempre en el campo de las ciencias humanas y naturales, cada vez que aparece un nuevo término o teoría, esto genera un gran interés y controversia dentro de la comunidad de investigadores. Ejemplos de lo señalado anteriormente, son la teoría de la Evolución de las Especies de

Charles Darwin en 1859 o de la Deriva Continental de Alfred Wegener en 1912; sobre esta última, pasaron por lo menos 50 años para ser aceptada por la comunidad científica, luego del descubrimiento de las dorsales oceánicas y la expansión del fondo oceánico, entre otras evidencias, que hicieron de la Deriva Continental y en consecuencia de la Tectónica de Placas una teoría robusta científicamente hablando. Las teorías comentadas, sólo son dos ejemplos emblemáticos de lo que ocurre cada vez que el intelecto humano trata de introducir nuevos avances o de cambiar paradigmas que han permanecido a lo largo del tiempo en el ámbito de las ciencias y las artes en general. Si bien, el concepto del Antropoceno no tiene aparentemente el alcance de una teoría científica revolucionaria si ha generado el apoyo de muchos investigadores para que sea incorporado como una nueva época geológica, sustituyendo inclusive como veremos más adelante a la época geológica actual, es decir, el Holoceno. Inicialmente el debate sobre el Antropoceno se origina en el campo de geólogos, paleontólogos y biólogos, de acuerdo con los tipos de datos y los marcos disciplinarios que dieron forma a la primera versión de una era “geológica” (Lanata et al., 2017). El “Antropoceno” se tornó como un concepto de moda en las ciencias naturales y sociales (Cunha, 2009). En Geología, el término de

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moda parece ser la Época “Antropoceno”, que se ha usado para definir un nuevo intervalo de la historia de la Tierra, caracterizado por el actual impacto antrópico global en el Sistema Tierra y para los registros de este impacto en las sucesiones estratigráficas de todo el mundo; incluso los biólogos ecologistas están promoviendo el uso de este nuevo término (Finney, 2015). Este concepto ha calado con fuerza en estos ámbitos y ha emergido como un término popular utilizado por científicos de otras áreas de las ciencias. De hecho, el concepto no surgió de un registro estratigráfico característico y distintivo, sino de un químico atmosférico, Paul Crutzen, que declaró que el actual impacto de la actividad humana en el Sistema Tierra merecía diferenciarse como un nuevo período de la historia de la Tierra (Finney, 2015). En este sentido, el Antropoceno fue concebido por los científicos del sistema terrestre para capturar la ruptura muy reciente en la historia de la Tierra que surge del impacto de la actividad humana sobre el planeta en su conjunto (Hamilton, 2016). Ruddiman et al. (2015), señalan que el término “Antropoceno” puede ser utilizado como una época geológica informal. Esta época geológica abarcaría diferentes aspectos geológicos, ecológicos, sociológicos y cambios antropológicos en la historia reciente de la Tierra (Waters, et al. 2016). Este término fue introducido originalmente por Crutzen y Stoermer (2000), en el contexto del Programa Internacional Geosfera-Biosfera (IGBP) con el fin de reflejar la intensidad de la modificación humana sobre la superficie terrestre (Cearreta, 2015). Los antecedentes del término, tienen su origen en el libro publicado por G. P. Marsh en 1864, titulado “Man and Nature” y por Stoppani quien en 1879 considero las actividades de la raza humana como una “nueva fuerza telúrica cuyo poder puede ser universalmente comparada a las grandes fuerzas terrestres”. En 76

ese orden de ideas, Stoppani ya hablaba de la era antropozoica (Crutzen y Stoermer, 2000). Por su parte, Maslin y Lewis (2015) señalan que el concepto del Antropoceno ha creado un cambio profundo del paradigma dentro de la comunidad científica que puede también crear cambios igualmente importantes en filosofía y política. Existe un acuerdo científico general de que la actividad humana ha sido una influencia geológicamente reciente, pero profunda, sobre el sistema terrestre. La magnitud, la variedad y la longevidad de los cambios inducidos por el hombre a la litosfera, hidrosfera, criosfera, biosfera y la atmósfera, sugieren que hay que referirse al presente no como si estuviésemos dentro de la época holocénica (tal como se la conoce hoy formalmente), sino como la Época del Antropoceno que puede definirse como una nueva era geológica que se caracteriza por el incremento en el potente y lesivo accionar de la especie humana sobre el planeta, en especial a partir de los últimos dos siglos (Chaparro y Meneses, 2015). En tal sentido, este concepto rápidamente comenzó a utilizarse de modo generalizado no sólo en el ámbito de las ciencias naturales y de la Tierra sino también entre las humanidades, las ciencias sociales, económicas y las Artes (Cearreta, 2015). Según Equihua et al. (2016), el Antropoceno es todavía un concepto científico en construcción, y los argumentos y las reflexiones que se están haciendo en torno a él resultan altamente relevantes. Más recientemente, Hamilton (2017) señala que el Antropoceno, en su definición más cruda, es la nueva época geológica a la que hemos entrado siguiendo al Holoceno. El prefijo “antropos” pretende reflejar la idea de los cambios antropogénicos, es decir, se relaciona con las afectaciones producidas por la acción de los humanos en este mundo, que son tan grandes

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El Antropoceno y su posible inclusión en la Escala del Tiempo Geológico (Breve síntesis)

y omnipresentes que los humanos se comportan ahora como fuerzas geológicas semejantes a los volcanes, los grandes meteoros y terremotos. Asimismo, Mezquita da Luz y dos Santos Marcal (2016) señalan que el término Antropoceno sugiere que ya la Tierra dejó su época geológica reciente, referente al último estado interglacial llamado Holoceno y que las actividades humanas se han vuelto tan generalizadas y profundas que se pueden igualar con las grandes fuerzas de la naturaleza. En síntesis, se trata de una hipótesis científica basada en la suposición de que al igual que el clima, la biodiversidad, los mares, los océanos y la Tierra misma, la humanidad se ha convertido en un factor del sistema global Tierra. La tesis central del Antropoceno parte de que la humanidad ha afectado a la naturaleza al grado de ser responsable del nuevo estrato del récord geológico (García, 2017). Partiendo de esta premisa, son varios los argumentos y evidencias relacionadas con las actividades humanas, que se han presentado en apoyo a la creación de esta “nueva época geológica”. Entre estas evidencias, el académico Paul Crutzen, sostiene que los humanos son el motor que han generado afectaciones en la naturaleza como por ejemplo en los ciclos biogeoquímicos, especialmente en los ciclos del C, N y del agua, y la Tierra está cambiando como siempre lo ha hecho en el pasado, pero ahora la variable geológica más importante son los seres humanos. Una concepción similar, es planteada por Campo (2015) cuando señala lo siguiente: “Más allá de que la Comisión Internacional de Estratigrafía incluya el Antropoceno en su geocronología (y en su caso como una era, período o época), la narrativa del Antropoceno es la historia de una especie que pasó de ser recolectora de frutos y cazadora, a una fuerza geológica global”. Crutzen y Stoermer (2000), señalan muchos otros argumentos así como los

impactos mayores y aún crecientes de actividades en la tierra y la atmósfera, y en todo, incluyendo las escalas globales, parece más que apropiado enfatizar el papel central de la humanidad en la geología y ecología proponiendo utilizar el término “Antropoceno” para la actual época geológica, ya que los impactos de las actividades humanas actuales continuarán durante largos períodos. En ese contexto, en la actualidad se reconoce la existencia de grandes procesos de transformación de la biosfera al grado que se habla de un cambio global. Se trata de un conjunto de alteraciones en la constitución y funcionamiento de los ecosistemas y ya se reconoce que las varias vertientes de la modificación ambiental de escala global, interactúan entre sí generando efectos sinérgicos que agravan la magnitud de la amenaza a la estabilidad de la biosfera desde el punto de vista de los intereses humanos. Por ésta y otras razones sobre la influencia humana como aceleradora de cambios en la biosfera y en el clima, algunos investigadores han encontrado justificación para sugerir el reconocimiento del Antropoceno como una nueva etapa geológica en la historia de la Tierra. Los propulsores de esta idea sugieren que la especie humana se ha convertido en una fuerza impulsora de cambios de orden planetario, entre otras cosas, por el elevado número de individuos y por la magnitud de las acciones que intervienen en los procesos biogeoquímicos (Equihua et al., 2016). Igualmente, las innovaciones tecno-científicas de los siglos XVIII y XIX, junto a la explotación intensiva y extensiva de los recursos fósiles, permitieron consolidar a la especie humana contemporánea en un primer estadio de aparente hegemonía con potencial de manipulación exacer-

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bada, como nunca antes, sobre casi todos los elementos naturales del mundo (Chaparro y Meneses, 2015). Aunque las evidencias del impacto de las actividades humanas son innegables, estas transformaciones son de reciente data en términos geológicos, donde normalmente se mide la duración de las épocas en múltiples de millones de años. Por este motivo hay una cierta resistencia hacia la declaración de la nueva época del Antropoceno (Hoffman, 2016). De forma resumida estas y otras ideas, son las que han calado en buena parte de la comunidad científica en apoyo de la creación de la referida época geológica. Sin embargo, la inclusión o no del Antropoceno en la Escala del Tiempo Geológico, depende de si ella cumple con los criterios establecidos por la Comisión Internacional de Estratigrafía (International Commission on Stratigraphy-ICS) y es allí donde se presenta la mayor dificultad para su aprobación como una nueva época geológica. Con base a estos señalamientos, el nombre de Antropoceno fue propuesto en el año 2008 de forma oficial a la ICS en un artículo publicado en la revista GSA Today (Geological Society of America) por geólogos de la Universidad de Leicester y de la Comisión de Estratigrafía de la Sociedad Geológica de Londres. En ese sentido, los geólogos británicos argumentan que el Holoceno se ha terminado y hay que dar entrada a este otro periodo del tiempo geológico como consecuencia de los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente global (Corona, 2011). Al respecto, Certini y Scalanghe (2015) señalan que la huella humana en el planeta es tan distintiva y duradera que la era del hombre debe ser reconocida oficialmente en la Escala de Tiempo Geológico y apoyan la idea de que el Antropoceno y el Holoceno, sean considerados como un solo lapso de tiempo. Según estos 78

investigadores, combinando ambas épocas se le puede proporcionar al Antropoceno una justificación climática. En ese orden de ideas, esta época está siendo evaluada como una posible nueva unidad cronoestratigráfica, por el Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno (Anthropocene Working Group- AWG) que forma parte de la Subcomisión de Estratigrafía del Cuaternario, que a su vez es uno de los organismos que constituyen la Comisión Internacional de Estratigrafía (Cearreta, 2015 y 2016). Según Cearreta, desde el año 2009 la AWG que está constituido por 38 geocientíficos/as, se encuentra examinando las distintas evidencias disponibles para determinar la validez, jerarquía y duración de esta posible unidad en la Escala del Tiempo Geológico. Recientes trabajos, publicados por los miembros del AWG han analizado si este concepto es geológicamente justificable y si su formalización es de utilidad para la comunidad científica. Para definir cualquier unidad dentro de la Tabla del Tiempo Geológico, quizás el aspecto más importante es el establecimiento de su límite, bien sea su límite inferior dentro de los estratos o su inicio temporal, ya que aporta un nivel sincrónico y correlacionable a nivel global; esto requiere considerar al Antropoceno como una unidad geocronológica en sentido estricto, o como un registro estratigráfico físico con componentes litoestratigráficos, bioestratigráficos, entre otros. En todo caso, se trata de ver si el registro estratigráfico del planeta ha cambiado de modo significativo para hacer justificable y de utilidad una nueva unidad temporal (Cearreta, 2015). En ese sentido, se han discutido cuáles son los “eventos” clave de las últimas décadas a milenios, que potencialmente podrían haber dejado un registro en sedimentos o en el hielo, que pudiese ser utilizado para definir la base

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El Antropoceno y su posible inclusión en la Escala del Tiempo Geológico (Breve síntesis)

del Antropoceno. Existe una amplia gama de campos geocientíficos para definir la base de esta nueva unidad geológica, que no tiene que estar restringida al uso de herramientas estratigráficas típicamente utilizadas en una sección geológica para definir unidades cronoestratigráficas. Entre las opciones que han sido propuestas para definir la base del Antropoceno están: 1) la edad de la Revolución Preindustrial o el Antropoceno temprano, que se relaciona con el advenimiento de la agricultura, domesticación de animales, deforestación extensiva y el incremento gradual del CO2 y CH4, en la atmósfera en los últimos miles de años atrás, 2) la Revolución Industrial propiamente dicha, 3) la Gran Aceleración, ocurrida a mediados del siglo XX (~1950) que está asociada al incremento de la población y el crecimiento “económico global”, industrialización, uso de la energía y minería, intensas transformaciones sociales, económicas, científicas, tecnológicas y biofísicas que tuvieron lugar a escala planetaria tras el final de la Segunda Guerra Mundial; dicho proceso según sus defensores habría impulsado un fuerte incremento poblacional y un potente aumento en el consumo per cápita de recursos que junto al posterior proceso de globalización económica, habría sumido al planeta en un nuevo estado de cambios drásticos inequívocamente atribuible a las actividades humanas y 4) el futuro (Zalasiewicz et al., 2008; Waters et al. 2014; Cearreta, 2015; Waters et al, 2016; Aguado, 2017). Así por ejemplo, se señala la existencia de varias líneas de evidencias que supuestamente indican una firma estratigráfica del Antropoceno, lo que permitiría diferenciarlo del Holoceno. Los criterios que están disponibles para reconocer el Antropoceno son consistentes con los utilizados para definir otras unidades estratigráficas cuaternarias. Entre esos criterios se encuentran las señales asociadas al forzamiento cíclico del

cambio climático, tales como la variación de la órbita terrestre o irradiación solar y eventos irregulares como las erupciones volcánicas. Todos estos forzamientos continúan, pero los marcadores para el Antropoceno reflejan un manejo clave adicional, que es la modificación ambiental causada por los humanos a nivel global a una tasa sin precedentes (Waters, et al., 2016). Entre estos marcadores de origen antrópico se pueden señalar: 1) la producción de sedimentos causados por la actividad humana debido al represamiento de ríos, la agricultura y la construcción, que han superado en un orden de magnitud a los procesos de sedimentación natural y 2) la combinación de extinciones, migración global de especies y el reemplazamiento extensivo de la vegetación natural por la agricultura de monocultivos, que está produciendo una distintiva señal bioestratigráfica contemporánea, entre otros (Zalasiewicz et al., 2008). A grandes rasgos, se puede observar que tanto investigadores que han escrito sobre el tema discutido en este apunte, como los que conforman el Grupo de Trabajo del Antropoceno, en su mayoría, sostienen que existen suficientes evidencias dejadas por la huella humana en el registro geológico reciente, por lo menos a partir de la Revolución Industrial, por lo que consideran que dichas evidencias serían suficientes para sustentar la creación de esta nueva época geológica y esto a su vez también decretaría el final de la época geológica actual o el Holoceno. Indudablemente que el ser humano ha dejado su marca sobre todo en la superficie de los continentes, en las aguas continentales y marinas, en la biosfera y la atmósfera. Podríamos extender esa huella antrópica hasta el espacio exterior, donde el hombre a partir de sus investigaciones espaciales ha dejado orbitando alrededor del planeta lo que se denomina hoy en día la

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“basura espacial”. Lo cierto, es que a pesar de estas evidencias y muchas otras que se señalan en la literatura (ver por ejemplo Crutzen y Stoermer, 2000 y Waters et al., 2016), desde el punto de vista de la Escala del Tiempo Geológico, sancionada y ratificada oficialmente en el 2009 por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS), nosotros nos encontramos temporalmente en el Sistema/Período Cuaternario, que se divide en la Serie/Época Pleistoceno y la Serie/Época Holoceno; unidades geológicas que fueron redefinidas, formalizadas y ratificadas recientemente (Walker et al., 2009; Gibbard y Head, 2009; Gibbard et al., 2010). Precisamente, el término Cuaternario (Pleistoceno-Holoceno incluidos) es un buen ejemplo de los problemas que se presentan a la hora de definir, redefinir o incorporar, una nueva época geológica en la Tabla del Tiempo Geológico. Estos términos han sido usados por los científicos de las Ciencias de la Tierra por más de 150 años, generando debates a lo largo de ese tiempo sobre el estatus y ubicación del Cuaternario, en la Escala del Tiempo Geológico y sobre el intervalo de tiempo que ellos representan (Gibbard et al., 2010). Cabría preguntarse ¿y por qué generó tanto debate el hecho de mantener o no este término geológico? Entre otras razones, porque el comité ejecutivo de la ICS sostenía que el Cuaternario era un término anticuado, por lo cual debería ser eliminado y que el Neógeno, debería ser extendido hasta el presente, puesto que fue definido originalmente de esa manera (Ricardi, 2007). En ese sentido, la Asociación Internacional de Geomorfólogos (INQUA), se manifestó en contra de esta posición y al respecto se hizo notar “que en muchos aspectos el Cuaternario es el período más importante de la historia de la Tierra, pues fue una época de cambios importantes en el clima, la oceanografía y la vida, en la cual apareció la especie humana. Por lo tanto el Cuaternario 80

es el puente entre los humanos y la geología, y sirve de cobertura en su relación con la geología, a otras importantes disciplinas” (Ricardi, 2007). Sin entrar en detalles, lo que se quiere resaltar con estos comentarios es que para mantener el Cuaternario en la Escala del Tiempo Geológico, hubo que establecer con mayor precisión las bases del Pleistoceno-Holoceno, con base a criterios bioestratigráficos, estratigráficos, paleomagnéticos, estadios isotópicos y núcleos de hielo, para justificar su permanencia en dicha escala como una unidad geocronológica y en teoría el Antropoceno debería de cumplir con requisitos similares a los señalados anteriormente, y es allí donde se presenta la mayor discusión. Un aspecto a destacar del Cuaternario y del Antropoceno, visto este último como propuesta de una nueva unidad geocronológica, es el hecho de la aparición de la especie humana anatómicamente moderna, es decir, el Homo sapiens que emergió hace aproximadamente unos 200.000 años. Esto significa, que por lo menos el hombre moderno debió iniciar su accionar sobre el medio ambiente terrestre casi a finales del Pleistoceno Medio, hasta nuestros días, aunque los que promueven el Antropoceno consideren que ese accionar antrópico ha dejado su huella o ha tenido mayor repercusión sobre el planeta, desde mediados del siglo pasado con la Gran Aceleración y el desarrollo tecnológico. No obstante, suponiendo que partimos de la transición Pleistoceno Tardío-Holoceno (127.000 a 11.750 años A.P.), ese accionar de la raza humana sobre la naturaleza, esta estrechamente relacionado con las distintas etapas establecidas por los arqueólogos, con el uso de materiales por parte del hombre como por ejemplo madera y hueso (Paleolítico), la caza y la recolección (Mesolítico) y la producción de alimentos (agricultura), uso de metales (cobre, bronce,

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El Antropoceno y su posible inclusión en la Escala del Tiempo Geológico (Breve síntesis)

hierro), domesticación de animales, entre otros (Neolítico). Con base a esto, pareciera que la época antropocénica de alguna manera se estaría solapando sino con todo el Holoceno, por lo menos con su época actual (Holoceno Tardío); incluso algunos investigadores han sugerido que ese accionar de la raza humana se inició con el desarrollo intensivo de la agricultura desde el inicio del Holoceno y todo lo que esa actividad agrícola ha acarreado para el ambiente. Por lo tanto, esto justificaría la desaparición o terminación del Holoceno para dar paso a esta nueva unidad geológica. Particularmente, considero que todos esos procesos han sido y son parte de lo que está ocurriendo actualmente en el Holoceno, así como todos los cambios paleoambientales que lo han caracterizado desde su inicio como el Hipsitermal o Máximo Térmico del Holoceno, el Óptimo Cálido Medieval o la Pequeña Edad de Hielo. Todos estos eventos, se relacionan con cambios en las condiciones climáticas asociados a fuerzas naturales y probablemente antrópicas: estas últimas son la base fundamental que sustentan la creación del Antropoceno, como una nueva época geológica. Esta propuesta que es apoyada fuertemente por investigadores de las ciencias naturales y humanas, al parecer, tiene posibilidades de ser aprobada ya que la mayor parte del Grupo de Trabajo del Antropoceno son geólogos que en su ma yoría forman parte de la Sociedad Geológica de Londres. Finney (2015), señala que el primer paso que abría que dar sería el hecho de reconocer lo que sugiere el término Antropoceno, que los seres humanos estamos en el asiento del conductor. Por su parte, Ellis et al. (2016) arguyen que la formalización del Antropoceno debe ser más

transparente y agregan que la mitad de los miembros del AWG, deberían ser de Antropología, Arqueología, Historia, Sociología, Geografía, Paleoecología, Economía y Filosofía, y deben tener un procedimiento formal de inclusión, porque para definir una época centrada en el ser humano esta debería ser tratada por académicos de disciplinas con la seriedad que merece. Según estos investigadores, el proceso de formalización de esta época debe reconstruirse sobre una base rigurosa, transparente, abierta y sostenible en la que las ciencias humanas desempeñen un papel importante. En tal sentido, Vilchez y Pérez (2015) señalan que al inicio del siglo XXI comenzó a desarrollarse un nuevo dominio científico, la Ciencia de la Sostenibilidad, y su creación significaría una nueva forma de hacer ciencia para un nuevo período de la historia de la humanidad, el Antropoceno. Igualmente, Aguado (2017) sostiene que los seres humanos y nuestras sociedades se han convertido en una fuerza geofísica global en los albores del siglo XXI, por lo que en las próximas décadas, la humanidad tendrá que reconsiderar sus actuales patrones de desarrollo y progreso si no quiere acabar enfrentándose a un colapso ecológico y social cuyas consecuencias podrían resultar dramáticas, y por lo tanto necesitaremos repensar el concepto de bienestar humano desde una perspectiva socio-ecológica y sostenible. Indudablemente, en este ensayo no se han tratado todos los argumentos que están a favor o en contra de esta propuesta de la creación de una nueva época geológica, basada en la acción depredadora de la raza humana sobre el planeta. Quizás, el principal problema que deba enfrentar esta propuesta es el hecho de encontrar un estrato tipo que cumpla con todos los requerimientos establecidos por la Unión Internacional de Estratigrafía, y que a su vez pueda ser utilizado como una Sección y Punto Estratigráfico Global (Global Stratigraphic Section and Point,

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or GSSP). Zalasiewicz et al. (2008), sugieren que la base del Antropoceno puede ser definida por un GSSP en sedimentos o núcleos de hielo o simplemente por una fecha numérica, que pudiera ser en el inicio del año 1800. Otros investigadores, sostienen que esa señal o firma estratigráfica ya existe y está representada entre otras evidencias (sedimentológicas, bióticas y perturbación del ciclo del carbono), por los artefactos creados por la especie humana o tecnofósiles. Entre estos materiales, se encuentran los plásticos cuya producción creció rápidamente y ahora están muy extendidos en los sedimentos marinos de aguas profundas como micropartículas, que se han dispersado tanto por procesos biológicos como físicos; la resistencia a la descomposición química de la mayoría de los plásticos, sugieren que dejaran registros fósiles y geoquímicos identificables en depósitos geológicos del futuro (Waters et al., 2016). Otro criterio a utilizar serían los radionúclidos presentes en sedimentos y núcleos de hielo, producto de la detonación atómica de la bomba Trinity en Nuevo Mexico, que dejó una señal clara en las latitudes medias y altas del Hemisferio Norte (Zalasiewicz et al., 2008; Zalasiewicz et al., 2015; Waters et al., 2016). Como hemos visto en este resumen acerca de los criterios que se han establecido para el uso del término Antropoceno, hay quienes consideran que su entrada o formalización en la Escala del Tiempo Geológico no es un problema solo de los geólogos, sino que va más allá; su incorporación en dicha escala como una nueva época geológica, debería ser el resultado de un consenso interdisciplinar y no de una sola disciplina o ciencia como la geología. Por último, sin negar la influencia que ha tenido la especie humana en el deterioro ambiental 82

del planeta, todos estos procesos son parte de lo que ha ocurrido en el Holoceno y especialmente para el Holoceno Tardío, que incluye todas las perturbaciones ambientales que se han producido antes y después de la Revolución Industrial, hasta la actualidad. Apoyar la idea planteada por Certini y Scalanghe (2015), de que se unifique el Holoceno y el Antropoceno como un solo lapso de tiempo, no tiene sentido porque el Holoceno tiene una identidad en el registro geológico y como se comentó anteriormente ya fue ratificado por la ICS y la IUCS, por lo que representa la época geológica actual. Así que el Antropoceno, desde el punto de vista geológico como cualquier otro término geológico nuevo, necesariamente tiene que cumplir con las normas establecidas por la ICS y la IUGS, para su incorporación como una nueva unidad geológica en la Tabla del Tiempo Geológico. Su formalización como una nueva época geológica, no puede ser el producto de las presiones ejercidas por científicos de otras áreas de las Ciencias Tierra, Naturales o Humanas, que con el uso de este término parecen haber encontrado una nueva forma de lucha a favor del Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible. Citando a Finnly (2015), “Los geólogos están acostumbrados a tratar temas complicados, así que quién mejor que ellos para decidir sobre uno de los debates más profundos de la actualidad”. Si esto es así, la formalización del Antropoceno como un término geológico, debe ser el producto de las normas que han sido establecidas para cualquier unidad geológica, como es el caso del Pleistoceno y el Holoceno, donde sus límites inferiores fueron establecidos en 2,588 millones de años en sedimentos marinos (Estadio Gelesiano) Monte San Nicola, Sicilia, Italia y 11.700 años en el núcleo de hielo de Groenlandia (NGRIP), respectivamente. Para establecer estos límites los geólogos se basaron en señales o

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El Antropoceno y su posible inclusión en la Escala del Tiempo Geológico (Breve síntesis)

firmas estratigráficas claras y contundentes, que permitieron su ratificación en la Tabla del Tiempo geológico. A pesar de que en algunas de las investigaciones citadas en este apunte, se sugiere que esas señales para el Antropoceno ya existen, al parecer, todavía hay incertidumbre sobre cuál es la base estratigráfica que soportaría su formalización como una nueva época geológica. En conclusión, este es un problema que debería ser resuelto principalmente por los geólogos y no por un panel de científicos interdisciplinarios que aunque tengan razón en cuanto a la afectación que ha generado la especie humana sobre el planeta, esas razones no parecen ser suficientes para cumplir con las normas establecidas por la ICS y la IUGS, para la creación de esta nueva época geológica y su incorporación en la Escala del Tiempo Geológico. Si esto no es así, entonces tendríamos que asumir que toda regla o norma tiene su excepción, por lo que son los geólogos de la comunidad internacional los que tienen la última palabra con relación así se concreta o no, la creación de esta nueva época geológica. En fin, hablamos de forzamientos naturales de origen astronómicos y geológicos como mecanismos que han impulsado los grandes cambios climáticos que han caracterizado al Cuaternario desde sus inicios hasta el presente, por lo que finalmente cabría preguntarse ¿Acaso la raza humana no ha formado parte de esos mecanismos de forzamiento climático del Pleistoceno Tardío y en especial de la época actual o el Holoceno? Si esto es así ¿realmente se necesita crear una nueva época geológica como el Antropoceno? AGRADECIMIENTOS El suscrito, desea agradecer las correcciones y sugerencias que fueron realizadas por tres árbitros que permitieron mejorar las ideas expresadas en este apunte. Igualmente, el autor

es el único responsable de los planteamientos e ideas presentadas en el mismo. REFERENCIAS Aguado, M. (2017). Llamando a las puertas del Antropoceno. Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales VII, pp. 41-59. Disponible en http://iberoamericasocial. com/llamando-a-las-puertas-del-antropoceno Campo, J. El Antropoceno, una era geológica bajo debate. Disponible en http://web.ecologia.unam.mx/oikos3.0/ index.php/articulos (visitado 23/03/2017) Cearreta, A (2015). La definición geológica del Antropoceno según el Anthropocene Working Group (AWG). Enseñanza de las Ciencias de la Tierra (23.3):263-271. Cearreta, A. (2016). El Antropoceno y los pasos necesarios para su posible formalización tras el 35º Congreso Geológico Internacional (2016). Revista Cueternario y Geomorfología, Volumen 30 (3-4): 5-8. Certini, G. and Scalanghe, R. (2015). Holocene as Anthropocene. Science, VOL, 349: 246 Chaparro Mendivelso, Jeffer; Meneses Arias, Ignacio. El Antropoceno: aportes para la comprensión del cambio global. Aracne. Revista Electrónica de Recursos en Internet sobre Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Nº 203, diciembre de 2015 (Documento en línea) http://www.ub.edu/geocrit/aracne/aracne-203. pdf. Corona, M., E. (2011). El Antropoceno: Nueva Era y Nuevos Retos para las Ciencias Antropológicas. El Tacluache, Suplemento Cultural, 493: 1-2. Crutzen, P. J. and Stoermer, E. F. (2000). The “Anthropocene”. Global Change Newlsletter Nº 41: 17-18. Cuhna, D. (2015). O Antropoceno como Fetichismo. Revista Continentes (UFRRJ), ano 4, n.6: 1-20 Ellis, E., Maslim, M., Boivin, N. & Bauer, A. (2016). Involve social scientists in defining the Anthropocene. Nature, VOL 540: 193. Equiua, Z. M., Hernández, H. A., Pérez, M. O., benitez, B. G. y Ibañez, B. S. (2016). Cambio global: el Antropoceno. CIENCIA ergo.sum, vol. 23.1: 67-75.

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SEMBLANZA ALFREDO JAHN HARTMAN (1867-1940), INGENIERO, GEÓGRAFO, NATURALISTA E HISTORIADOR Sergio Foghin-Pillin UPEL-IPC-CIEMEFIVE sfoghin@hotmail.com

Antecedentes y rasgos biográficos La década que inicia en 1860 reviste particular interés para la historia de las ciencias físicas y naturales en Venezuela. El 20 de octubre de 1860 el presidente Manuel Felipe de Tovar decretó la reorganización y renovación de la Academia Militar de Matemática, fundada en 1831 por Juan Manuel Cagigal, proceso que incluyó la ampliación del plan de estudios con la inclusión de disciplinas científicas como geografía, geología y ciencias naturales, así como de estudios náuticos y astronómicos (Hurtado, 2008). Posteriormente, el 28 de octubre de 1861, en plena Guerra Federal, se fundó el Colegio de Ingenieros de Venezuela, cuyo propósito fundamental era fomentar el estudio de las ciencias exactas y naturales (Arcila, 1961). Entre sus primeras actividades y en concordancia con dicho propósito, la mencionada institución, que en sus comienzos tuvo carácter científico, instaló una estación meteorológica en la cual se iniciaron observaciones sistemáticas de los principales elementos atmosféricos (Corsi, 1997). El dos de diciembre de 1861, procedente de Hamburgo, desembarcaba en La Guaira Adolfo Ernst (1832-1899), “fundador de una cátedra de Historia Natural en la Universidad Central, la cual regentó ininterrumpidamente por espacio

Gráfico 1. Fotografía del Dr. Alfredo Jahn Hartman fechada en 1937, con dedicatoria al Dr. Eduardo Röhl (Fuente: Röhl, 1948, p. 521).

de un cuarto de siglo [y] sirvió a la ciencia venezolana durante toda su existencia” (Venegas, 1983, p. 98). A través de la cátedra “de Historia Natural de Ernst, en la Universidad de Caracas, un puñado de jóvenes ávidos recibieron la revelación de un saber (…) que atrevidamente proscribía la Metafísica y la Teología” (Úslar Pietri, 1978, p. 233). Era el inicio formal del movimiento positivista en Venezuela, en el cual brillarían, entre otros intelectuales, Rafael

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Villavicencio, Agustín Aveledo, Arístides Rojas, José Gil Fortoul, Pedro Manuel Arcaya, Laureano Vallenilla Lanz, César Zumeta, Lisandro Alvarado, Luis Razetti y Alfredo Jahn Hartman (De La Vega, 2011; Díaz, 2007; Sosa, 1997; Venegas, 1983).

resonó en las aulas de nuestra ilustre Universidad Central la palabra de este hombre verdaderamente virtuoso y sabio. Fiel a su deber y sus convicciones, rompió los moldes conventuales del antiguo Seminario de Santa Rosa para hacer oír por primera vez en aquel recinto la clara exposición de una Filosofía estrictamente científica, fundada en la observación y el análisis (Jahn, 1932a, p. 317).

Mediando la década, el 18 de marzo de 1866, con un pequeño grupo de intelectuales venezolanos Adolfo Ernst fundó la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales de Caracas, la cual comenzó a funcionar cerca de un año más tarde y creó la célebre revista Vargasia (Sánchez, 1937). Según las primeras actas de estasociedad científica (Bruni Celli, 1968), entre los miembros residentes figura Alfredo Jahn Wassman, ingeniero y representante comercial de origen alemán, interesado en las ciencias naturales. Jahn Wassman fue el padre de Alfredo Jahn Hartman, nacido en Caracas el ocho de octubre de 1867, quien luego de recibir educación elemental en su ciudad natal, fue llevado a Alemania donde completó estudios secundarios e inició la carrera de ingeniería, estudios que culminó, tras su regreso a Venezuela, en la Universidad Central de Venezuela (UCV) a finales de 1886 (Jahn, 1940a).

La admiración que en múltiples ocasiones manifestara Alfredo Jahn por la obra de Ernst, se refleja también a través de los variados campos científicos en los que destacó Jahn, virtualmente los mismos en los que había incursionado su maestro: geografía, geología, botánica, antropología, lexicografía, historia y meteorología, entre las disciplinas que ocuparon su mayor interés. Como es natural, la formación fundamental de Alfredo Jahn como ingeniero civil, marcó notoriamente algunos de sus más importantes trabajos.

En la UCV, bajo la dirección de Adolfo Ernst, Alfredo Jahn Hartman también se especializó en Ciencias Naturales (Jahn, Ob. cit.). Las palabras que dedica a su maestro, en el centenario de su nacimiento, revelan una profunda influencia del sabio positivista en la formación y en la obra de Jahn:

Sus valiosas contribuciones le valieron su elección como Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, la cual había sido creada por Ley del Congreso de los Estados Unidos de Venezuela del 19 de junio de 1917 (ACFIMAN, 2017), aunque sólo se instaló el 24 de julio de 1933, con discurso de Alfredo Jahn en su carácter de Vicepresidente de la Corporación (Díaz, 2007). Diez años antes, el 23 de febrero de 1923, por sus notables aportes en el campo de la historia y de la antropología, Jahn ya había sido electo Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia (Díaz, Ob. cit.).

Los que amamos la verdad, los que confiamos en el perfeccionamiento del hombre por la ciencia, los que en la virtud y el talento vemos los únicos propulsores del progreso humano, habremos de reconocer que el adelantamiento científico de nuestro país se debe en gran parte a la influencia decisiva que tuvo la personalidad de Ernst. Por más de un cuarto de siglo

Además de las actividades mencionadas, Alfredo Jahn también se dedicó exitosamente al cultivo del café en tierras aledañas a la Colonia Tovar, asentamiento al cual estuvo estrechamente vinculado no sólo como agricultor,

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sino también como ingeniero proyectista de las primeras vías de comunicación modernas que unieron aquella población aragüeña con Caracas, al tiempo que fue un destacado estudioso de la naturaleza de aquella comarca (Jahn Montauban, 1999). La extensa y variada producción intelectual de Alfredo Jahn ha sido objeto de una detallada cronología por parte del geólogo Franco Urbani (1987), trabajo altamente recomendable para adentrarse en el estudio de la obra del insigne ingeniero e investigador. En dicha publicación se encuentran referencias fechadas desde 1884 hasta 1969, incluidos los trabajos editados tras el fallecimiento de Alfredo Jahn, ocurrido en Caracas el 12 de junio de 1940. Sin embargo, la mayoría de estos trabajos se encuentran dispersos en numerosas publicaciones de difícil acceso, algunas de ellas en deficiente estado de conservación. Una considerable parte de los trabajos de Alfredo Jahn puede consultarse en el Archivo Digital Alfredo Jahn Hartman (UCAB, 2017). Sin embargo, es necesario señalar que los artículos incluidos en dicho repositorio electrónico carecen de las referencias originales, o éstas aparecen incompletas. La magnitud e importancia de los artículos, libros, mapas y fotografías que constituyen el legado intelectual del ingeniero Jahn Hartman, justificarían su recopilación y publicación, quizá bajo las figuras editoriales de obras selectas u obras completas, iniciativa que indiscutiblemente distinguiría a las instituciones que emprendieran este trabajo. Alfredo Jahn Hartman contrajo matrimonio en 1891 con la dama caraqueña Aurelia López Ferrugia. Sus diez hijos generaron una descendencia estimada en cerca de mil personas (Díaz, 2007) y su extenso árbol genealógico puede verse en Internet. Leopoldo Jahn Montauban (1938-2010),

uno de sus nietos, es autor de un importante libro, profusamente ilustrado, dedicado a la historia de la Colonia Tovar (Jahn Montauban, 1999). El ocho de octubre del presente año, se cumplen 150 años del nacimiento de este eminente ingeniero y científico venezolano, año en que también se celebra el primer centenario de la creación de Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, de la que Alfredo Jahn Hartman fuera fundador y destacado Individuo de Número. Constructor de ferrocarriles y de carreteras Como se ha apuntado, en 1886 Alfredo Jahn Hartman obtuvo el grado de Ingeniero Civil en la UCV. Rafael Díaz Casanova, uno de sus más acreditados biógrafos, señala que “la ingeniería fue la profesión que le permitió a Alfredo Jahn ganar el sustento de su familia y financiar sus inquietudes científicas” (2007, p. 27). En 1887, al poco tiempo de graduado, Jahn fue contratado por la compañía alemana que había iniciado la construcción de la línea férrea entre Caracas y Valencia, sistema que se denominó Gran Ferrocarril de Venezuela (GFV); allí permaneció a las órdenes de dicha empresa hasta 1902, residenciándose sucesivamente en Los Teques, Valencia, Maracay y La Victoria. Durante ese período efectuó numerosas mediciones altimétricas en ambos ramales de la Cordillera de la Costa, así como observaciones meteorológicas y limnológicas en los valles de Aragua y Carabobo (Urbani, 1987). En julio de 1910, tras haber ingresado al Ministerio de Obras Públicas, Jahnfue nombrado Ingeniero Jefe de la Comisión Científica Exploradora del Occidente de Venezuela, cargo que, al tiempo que t rabajaba en el proyec t o de l a G r a n Carret era de Los Andes, le permitió realizar, durante varios años, una amplia labor de inves87

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tigación geográfica, botánica y antropológica en la región andina y en la cuenca del lago de Maracaibo. Estos trabajos de exploración generaron varios informes, publicados durante los años 1911 y 1912 en sucesivos números de la Revista Técnica del MOP, a la vez que en importantes órganos de diferentes campos de las ciencias naturales (Urbani, Ob. cit.). En 1924, Alfredo Jahn fue invitado por el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica a la reunión de la Panamerican Highway Commision, como representante honorario de Venezuela y fue incorporado a la American Roadbuilders Association. El mismo año la American Geographical Society lo designó como miembro correspondiente. En 1925, el Gobierno nacional nombró a Jahn delegado ante el Congreso Panamericano de Carreteras, evento que se efectuó en Buenos Aires (Urbani, Ob. cit.). En 1926, presentó en Milán (Italia) una ponencia sobre el desarrollo de las vías de comunicación en Venezuela y en 1930 el Colegio de Ingenieros de Venezuela y la American Geographical Society lo exaltaron a la categoría de Miembro Honorario (Ídem). Por su estrecha relación con la Colonia Tovar, una de las preocupaciones de Jahn fue mejorar las vías de comunicación con aquella población. En una de sus últimas publicaciones expresaba: “De tiempo atrás el problema de comunicar a Caracas con la Colonia Tovar venía interesándome, convencido como estaba de que sólo después de realizada esta importante comunicación sería posible revivir y hacer prosperar aquella antigua colonia agrícola” (1939a, p. 207).

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En la primera parte de este trabajo, Jahn presenta una pormenorizada descripción topográfica de los antiguos caminos de recuas que enlazaban la Colonia Tovar con La Victoria, mientras que en la segunda expone con bastante detalle su proyecto de la carretera que hasta el presente une a la Colonia con Caracas, vía de unos 63 kilómetros cuyo trazado recorre “en casi toda su extensión la fila alta o cresta de la Cordillera de la Costa” (Jahn, Ob. cit., p. 214), pasando por sitios como El Junquito, Alto de Ño León, Alto del Lagunazo, Portachuelo de Buena Vista y Jeremba. Dada la diversidad de factores que analiza Jahn en su didáctica exposición, el artículo en cuestión reviste también un notable valor como lectura complementaria para la enseñanza de las disciplinas geográficas. Considerando que el trabajo de Alfredo Jahn se desarrolló principalmente en el sector de la construcción de vías férreas y de carreteras, los estudios que simultáneamente llevó a cabo en múltiples áreas de las ciencias naturales y sociales, como meteorología (1914; 1918b; 1931a); geología (1921); botánica (1908); limnología (1940b); glaciología (1925; 1931c); antropología física (1932b); etnohistoria (1927) y geografía (1928; 1931b; 1934b; 1939b), deben entenderse como investigaciones complementarias, lo que indiscutiblemente acentúa el valor de esos aportes como referencias de imprescindible consulta hasta el presente. Así mismo, resulta de interés el estudio de Jahn sobre la revista Vargasia (1937a), al igual que el mapa geológico de Venezuela adjunto a su trabajo de 1921 y aquí reproducido (Gráfico 2).

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Gráfico 2. Mapa geológico de Venezuela recopilado por Alfredo Jahn Hartman, anexo a su obra Esbozo de las formaciones geológicas de Venezuela (1921). A los efectos de su comparación con los materiales publicados en los años posteriores, este poco conocido documento reviste gran valor, tanto en lo relativo a los aspectos geológicos como a los elementos cartográficos generales. (Copia del mapa cortesía del Dr. Franco Urbani).

Como es natural, las determinaciones altimétricas constituyeron operaciones fundamentales en los trabajos de ingeniería emprendidos por Alfredo Jahn. Por cuanto a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aún era frecuente realizar tales mediciones utilizando barómetros de mercurio e hipsómetros (Jahn, 1907; 1918a), resultaba también una práctica común acompañar dichas observaciones con mediciones de temperatura, las cuales Jahn efectuó en gran parte del territorio nacional valiéndose también del célebre método desarrollado por J. B. Boussingault.Estas circunstancias explican el hecho de que los aportes más relevantes de Jahn al conocimiento de las condiciones climáticas

del territorio venezolano, se relacionen con los aspectos térmicos (Jahn, 1918b; 1934b). Las inquietudes científicas Como lo señaló Díaz Casanova, el ejercicio de la ingeniería, tanto en el sector público como en el privado, permitió a Alfredo Jahn financiar sus múltiples inquietudes científicas. Así, aprovechó su permanencia en los valles de Aragua “para ejecutar una triangulación a sus expensas entre Caracas y Valencia y levantar detalladamente toda la cuenca del lago de Valencia, del cual ha hecho un intenso estudio limnológico con un control de las fluctuaciones de su nivel” (Jahn,

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1940a, p. 180). Años más tarde, “en la necesidad de ampliar sus operaciones astronómicas y geodésicas, a fin de completar el material para una carta del occidente de Venezuela, resolvió Jahn continuar sus exploraciones sin el auxilio oficial” (Ídem). Otro caso que permite señalar a Jahn como un meritorio benefactor de las ciencias naturales venezolanas, se relaciona con la instalación de varias estaciones meteorológicas, entre las que destacan las de la Colonia Tovar y de Puerto Cruz1 como lo reseñó el mismo Jahn (1931a, p. 1): tanto por los resultados con que su realización beneficiaría a la ciencia, como por las múltiples aplicaciones prácticas de sus conclusiones en la higiene y en la agricultura, he establecido a mis propias expensas y con aparatos de mi propiedad, dos nuevas estaciones (…) una a orillas del mar, en mi hacienda de Puerto La Cruz, y otra en la Colonia Tovar, a 1.792 metros de altura sobre el mar.

El trabajo de Alfredo Jahn referido a sus estudios sobre el lago de Valencia (1940c, p. 488) fue publicado póstumamente. En una nota introductoria, los editores del Boletín de la Academia Nacional de la Historia dan fe de la importancia de su obra investigativa: Nuestro lamentado compañero el doctor Alfredo Jahn durante largos años estudió las variaciones de nivel de la Laguna de Valencia, en relación con los estudios geográficos practicados por él en la cuenca (…) Reunió una gran cantidad de datos, pero desgraciadamente no terminó su estudio. Publicamos a continuación los apuntes que hemos encontrado y los cuadros de alturas, como un homenaje a nuestro compañero y por la invalorable utilidad que representan. Estos datos pueden servir a un continuador de la obra del doctor Jahn que pueda proseguirla con la sagacidad y exactitud científica que caracterizaba a su autor.

Del artículo en cuestión, el cual incluye un interesante mapa, pueden extraerse elementos que corroboran la diversidad de intereses que profesaba el ingeniero e investigador. Tras una detallada caracterización fisiográfica de la cuenca endorreica, Jahn, con base en las crónicas coloniales, en las anotaciones de Humboldt y de Codazzi, así como en sus acuciosas observaciones topográficas, batimétricas e hidrográficas, comenta el problema del desecamiento de lago: La tierra llamada de caracolillo por su abundancia en pequeños caracoles de los géneros Helix, Valva, Ancylus, Hydrolia y Planorbis, cubre todas las orillas y se encuentra también a distancias de algunos kilómetros del lago, lo cual es una prueba irrevocable de que éste debió ser en otros tiempos mucho mayor. Cerca de Maracay, San Joaquín, Guacara y Santa Cruz hemos observado caracolillos a corta profundidad debajo de la capa vegetal que lo cubre y esto nos indica que en los mencionados sitios la retirada del lago ha sido de 4 y 5 kilómetro. Sin embargo, mucho mayor debió ser su extensión primitiva; sólo hemos querido indicar hasta qué limites hemos podido comprobar su reducción, sin poner en duda que todo el valle, desde La Victoria hasta las sabanas de Carabobo (…) debió estar sumergido (…) en la época prehistórica (Ibíd., p. 494).

En las márgenes del lago de Valencia Jahn también realizó mediciones de precipitación. Los editores de este trabajo, en la nota de presentación ya citada, agregan: “Sólo hemos encontrado unos cuantos datos de los cuadros de lluvia que tenía en preparación el doctor Jahn” (Ibíd., p. 488). Aunque no ha sido posible localizar los registros pluviométricos aludidos, queda claro el interés que mantuvo Jahn por las condiciones de pluviosidad en la cuenca y su relación con el nivel del lago; en el trabajo citado anotó: “El día 1° de setiembre de 1933 volví a visitar el Lago. A causa de las abundantes lluvias que en este año

1) Población costera del Litoral Central, anteriormente denominada Puerto La Cruz; se localiza al este de Puerto Maya, cerca del límite entre los estados Aragua y Vargas.

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han caído desde mayo, el nivel del agua ha subido extraordinariamente” (Ibíd., p. 501). Algunos años más tarde, tras una de sus últimas visitas al lago, el día ocho de enero de 1939, apuntó: “me informa el capitán Parra del vapor Valencia, que después de mi anterior visita, en octubre 25 de 1934, y debido a los años secos de 1935-36 y 37 el nivel del agua bajó más de dos metros” (Ibíd., p. 505). Siempre en el campo de la meteorología, resulta de interés una breve mención a ciertos vientos locales que,al parecer, se presentan en la cuenca del lago de Valencia, denominados “valenciano”, “turmerino” y “periqueño”, los cuales“generalmente reinan y que denominan así los pescadores, según vengan del oeste, del este o norte” (Ibíd., p. 489). Los vestigios arqueológicos de poblaciones precolombinas, también atrajeron la atención de Jahn durante sus exploraciones en la cuenca del cuerpo lacustre, originariamente denominado laguna de Tacarigua: De todo lo observado deduzco que los pobladores primitivos vivieron a unos 414 – 414,5 m. y que enterraron sus esqueletos y restos 1,50 – 2 m. debajo de sus viviendas, que corresponden a los esqueletos sin urnas. La mayor población y la más adelantada fue la que nos dejó sus urnas funerarias y cerámica ornamentada a 419-420 m. (Ibíd., p. 504).

No obstante el interés de estas observaciones arqueológicas, el mayor aporte de Jahn en lo tocante a las culturas aborígenes venezolanas lo constituye su libro de 416 páginas sobre la historia y etnografía de los indígenas del occidente de Venezuela (1927). En esta área del conocimiento es también de gran importancia el trabajo de incorporación de Jahn como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia, en 1923, reproducido íntegramente en el ya citado libro de Díaz Casanova. Acerca de su

trabajo en dichas disciplinas, Wagner (1987, p. 159) señaló: “Para la historia de la antropología académica en Venezuela, Alfredo Jahn (…) ocupa sin lugar a dudas una posición destacada. Su contribución sigue siendo de consulta obligatoria para los especialistas, particularmente para los estudiosos del occidente del país”. De su denso estudio sobre el lago de Valencia, también merece destacarse un breve apunte que Jahn (1940b, p. 504) inserta como “nota botánica”: “En algunas orillas empieza a extenderse la bora o lirio de agua, que antes no se conocía y corresponde a la especie (…) Eichorniacrassipes (…) de la familia de las Pontederiáceas”, observación de cierto interés ecológico considerando que data de principios de la década de 1930 y que la planta mencionada, como es sabido, genera serios problemas cuando invade los cuerpos de agua y prolifera descontroladamente, situación presente en la actualidad en importantes reservorios hídricos venezolanos. Sobre el proceso de desecamiento del gran cuerpo de agua que despertara la admiración de Humboldt y de otros viajeros durante el siglo XIX, Jahn concluye: “Es indiscutible que el lago ha venido reduciéndose notablemente desde el siglo XVI, de donde datan las noticias más remotas que poseemos” (Ibíd., p. 492) y respecto a las causas de tal proceso considera: “Bien fundada nos parece la opinión del sabio Boussingault que como Humboldt atribuye el desecamiento a los grandes desmontes en las cabeceras de los ríos” (Ibíd., p. 498). Ya en el siglo XXI, a ochenta años de aquellas observaciones de Alfredo Jahn, por causa de otras formas de intervención antrópica irracional, la vieja laguna de Tacarigua ha revertido su tendencia y sus aguas, ahora en anómala expansión, amenazan a los asentamientos establecidos en sus riberas (Gutiérrez, 2017).

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Con relación a esta grave problemática, la detallada descripción de la hidrografía regional, expuesta por Jahn en el trabajo que se viene comentando, sustenta la posibilidad de canalizar el excedente hídrico del lago hacia el río Paíto, curso superior del Pao, perteneciente a la cuenca del Orinoco. Según el eminente ingeniero, “podría probarse que en épocas remotas el lago pagaba tributo al más caudaloso de nuestros ríos” (1940b, p. 495) y, a los efectos de mejorar el intercambio comercial en aquellas comarcas, estimaba que “con un gasto relativamente pequeño podría establecerse una vía de comunicación fluvial entre las haciendas de Tocuyito [cuenca del Paíto] y el lago convirtiendo los caños (…) en pequeño canal” (Ídem). La presencia de la tierra de caracolillo apoya la idea de Jahn: Si juzgamos por la elevación que tenía el límite superior de la tierra de caracolillo sobre el nivel del agua, esto es 10 – 11 metros (…) debió alcanzar el lago una altura absoluta de 422 – 423 m. lo que permitiría que [el agua] se desbordase (…) y saliese por algunos de los caños que desaguan hacia los afluentes del río Paíto” (Ibíd., p. 508).

El agua como recurso natural renovable y la conservación de las cuencas hidrográficas figuraron, sin duda, entre las principales preocupaciones ambientales de Alfredo Jahn, tal como lo prueba uno de sus más importantes artículos, el cual lleva el significativo título de Nuestro problema del agua, cuyos párrafos iniciales, suficientemente elocuentes, se transcriben seguidamente: Las pronunciadas sequías y escasas lluvias que han caracterizado el clima de Venezuela en los últimos años, han tenido como consecuencia una notable reducción del volumen de agua de nuestros ríos y quebradas y un agotamiento de las reservas del subsuelo. Esta disminución ha producido una alarmante escasez de agua para fines domésticos e industriales, escasez que, según toda probabilidad, continuará acentuándose hasta fines de abril, que es la época en que generalmente se inician las lluvias.

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Las causas que determinan el agotamiento de las aguas son dos: una de orden meteorológico que hace escasear las lluvias y obedece a causas telúricas y otra ecológica, de que en gran parte es responsable el hombre. Desde luego se desprende que están fuera de nuestro alcance las primeras, pero en cambio sí podemos intervenir y modificar favorablemente las de orden ecológico, es decir, las que determinan el aspecto del país desde el punto de vista de su cubierta vegetal (1926, párr. 1 y 2).

causas que determinan el agotamiento de las aguas”, es decir, aquellos factores tanto de origen telúrico como de origen antrópico, son abordados por Jahn en otros dos importantes artículos (1925; 1931c), aunque en estos sobresalientes trabajos discute un tema relacionado con el agua retenida en la criósfera: el problema de la contracción de los glaciares en los Andes venezolanos. Concluye el investigador que “el deshielo que se observa en la Sierra Nevada de Mérida es (…) un fenómeno general que viene notándose en toda la Cordillera de los Andes, desde el Perú, Ecuador y Colombia hasta Venezuela” (1931c, p. 29). Respecto a las causas de dicho fenómeno, el autor señala que “obedece a causas cósmicas y telúricas que determinan periódicas oscilaciones climatéricas” (Ídem). Sin embargo, en clara muestra de una concepción adelantada para la época, Jahn termina señalando la posibilidad de alteraciones de origen humano y advierte que: “Los hombres no podrán torcer el rumbo de estas leyes inmutables de la naturaleza, pero sí deberán ejercer su actividad sin con ella aumentar las adversas condiciones meteorológicas dentro del corto período de su existencia” (Ídem). Jahn escribió los trabajos antes citados luego de una minuciosa exploración de los Andes Centrales venezolanos durante la expedición científica de los años 1910 a 1912 y algunos reconocimientos posteriores, lo cual le permitió describir detalladamente el relieve regional,

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particularmente sus cimas, hidrografía y remanentes glaciares, a la vez que asignó nombres a varios accidentes geográficos. El trabajo de campo realizado y algunos de sus principales resultados, los resumió Jahn en los siguientes términos: Recorrimos y medimos escrupulosamente las cumbres de Mérida, Santo Domingo, La Culata, Mucuchíes, Apartaderos, Niquitao etc. y nos ha tocado en suerte descubrir los indicios ciertos e indiscutibles de la antigua acción glacial que Sievers sospechara, pero que ninguno de nuestros predecesores en aquella parte había observado. El mismo Sievers pasó por sobre canchales y lechos de los antiguos glaciares pleistocénicos sin darse cuenta de su presencia y de su importancia (Jahn, 1925, párr. 26).

Con estos trabajos, Alfredo Jahn contribuyó al “establecimiento de las bases científicas para el estudio de la glaciología en Venezuela”, como lo señalara Carlos Schubert (1987, p. 149), connotado investigador de la geología cuaternaria de los Andes venezolanos. Abecedario para una patria auténtica El destacado galeno e historiador merideño Carlos Chalbaud Zerpa (1929 – 2015), uno de los primeros divulgadores de la obra de Alfredo Jahn, señaló: Para el Dr. Jahn nuestra nacionalidad debería ser forjada en las páginas blancas de nuestros glaciares, en el limo de los lagos, en las flechas de los motilones que defienden palmo a palmo su nativos lares, en la imaginación poética y soñadora de los Taulipang que al pie del Roraima canta a la Madre siempre fecunda de los ríos, en la madera de los bosques y en las caídas de nuestros raudales; allí estaba para el doctor Jahn el ABC que era indispensable deletrear si queríamos forjar una recia patria sin caer en pobres caricaturas de culturas extranjeras. (Chalbaud, 1960, p. 287).

Como es sabido, de aquellas imponentes masas de hielo,en la Sierra Nevada de Mérida, de las que dieran testimonio Bourgoin, Sievers y el mismo Jahn,queda ya muy poco; pero su historia

vital, la que Alfredo Jahn contribuyó en gran medida a escribir, perdurará mientras existan estudiosos de aquellos imponentes paisajes de donde surgiera la leyenda de Las Cinco Águilas Blancas, que rescató don Tulio Febres Cordero. Hay que agregar, pues, dicha historia (Jahn, 1925; 1931c), al lado de la prehistoria de las poblaciones del Lago de Maracaibo (Jahn, 1923) y de la historia de la Colonia Tovar (Jahn, 1935; 1939a), a ese abecedario de pasión venezolanista que enunciara el doctor Chalbaud Zerpa. Junto, también, a los aspectos físicos y biológicos de los páramos venezolanos, que igualmente investigó, con su característico rigor científico, Alfredo Jahn (1931b). Los páramos: aquellas tierras andinas situadas mayormente entre los 3.000 y los 4.700 metros de elevación (Jahn, 1931b; 1934a), que custodian, entre otras frágiles especies, al frailejón blanco (Espeletia grisea) y al frailejón de puya (Espeletia Jahnii), ambas descubiertas para la ciencia por el doctor Jahn Hartman. Respecto a las colecciones de plantas reunidas por Alfredo Jahn, Henri Pittier señaló que fueron “depositadas por duplicado en el herbario venezolano en Caracas y en el Museo Nacional (…) en Washington”; colecciones que comprendían “cerca de 1.300 especímenes, sin tomar en cuenta las plantas recogidas en el Alto Orinoco” (Pittier, 1926, p. 9). Por su parte, Tillett (1987, p. 151) afirma que “en la ciencia venezolana se puede considerar a Jahn como “el eslabón botánico entre Adolfo Ernst y Henri Pittier” y agrega que “sus trabajos publicados son detallados, precisos y muy bien escritos, como se puede esperar de su formación como ingeniero”. Lamentablemente, las importantes colecciones de plantas depositadas en el Herbario Nacional, reunidas laboriosamente durante décadas gracias a los aportes de Jahn, así como de otros destaca-

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dos especialistas, actualmente están seriamente amenazadas debido al abandono de los espacios donde han estado resguardadas durante muchos años, situación que ha generado justificable alarma a nivel internacional (NúñezFarfán, Simonetti y Morales, 2017). Con el mayor profesionalismo y rigor científico, Alfredo Jahn se ocupó también de proyectar el desvío del río Chama, con el fin de evitar las inundaciones aguas abajo de la ciudad de Mérida (1911a); de formular recomendaciones acerca del repoblamiento de los bosques en la región de Caracas (1911b); de discutir el problema de la inmigración y colonización en Venezuela Jahn (1913); de indagar sobre la producción de cocuy en el estado Lara (1920), así como de describir y cartografíar la hidrografía guayanesa (1931c) y sugerir al Ministerio de Agricultura y Cría medidas para la protección de los recursos ictícolas (1937b).

minera a gran escala, encomendados, por añadidura, a consorcios extranjeros. En medio de tan aciagas circunstancias, el ocho de octubre de 2017 se cumplen 150 años del nacimiento de Alfredo Jahn Hartman, eminente ingeniero, geógrafo, naturalista e historiador venezolano, cuya vida y obra constituyen preclaro ejemplo de incansable dedicación al avance de la ciencia, así como al progreso y bienestar de su patria.

CONCLUSIÓN A la par de los más eminentes estudiosos de la geografía venezolana de todos los tiempos, Alfredo Jahn entendió cabalmente la “interrelación entre la tierra y el hombre que la camina”, en palabras de Francisco José Iturriza Guillén (1979, p. 5), quien, al igual que Mariano Martí, fuera obispo y geógrafo a la vez. Avanzando el siglo XXI, el riesgo de “caer en pobres caricaturas de culturas extranjeras”, como hace más de medio siglo recelara el doctor Chalbaud Zerpa, pareciera contarse entre los problemas menos graves que enfrenta Venezuela, sobre cuyas tierras guayanesas, surcadas por ríos de enorme potencial hidroeléctrico, cubiertas por extensas selvas que resguardan la más rica biodiversidad, en gran parte aún desconocida, pende actualmente la amenaza de la destrucción, debido a irracionales proyectos de explotación 94

Gráfico 3. Busto del Dr. Jahn Hartman, ubicado en una plazoleta del sector Laguneta de la Montaña, sobre la carretera Los Teques - El Jarillo (Fotografía cortesía de los señores Argenis Ziegler y Beatriz de Ziegler; agosto 2017). Moradores del lugar refirieron que el busto se colocó en la mencionada localidad mirandina por error, ya que su ubicación original habría sido sobre la carretera El Junquito – Colonia Tovar, vía que se construyó según el proyecto del ingeniero Alfredo Jahn Hartman.

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RESEÑA II Jornada Riesgos Naturales y Educación, “por una cultura de prevención ante los riesgos naturales”, percepción desde la experiencia del programa socio-educativo de Funvisis, Aula Sísmica “Madeleilis Guzmán” Briceida Mora Fundación Venezolana de Investigaciones sismológica Departamento de Documentación e Información/ Programa Socio-educativo “Aula Sísmica Madeleilis Guzmán” bmora@funvisis.gob.ve / briceidavenezuela@gmail.com

Del 27 al 29 de junio de 2016, la Universidad del Zulia, Vicerrectorado Académico, Coordinación de Cátedras Libres, Coordinación de la Cátedra Libre “Geodinámica Ambiental y Riesgos Naturales”, en la ciudad de Maracaibo, llevó a cabo la II Jornada de Riesgos Naturales y Educación, “Por una cultura de prevención ante los riesgos naturales”; gran responsabilidad que asumió por segunda vez la Dra. Kati Montiel Albornoz, quien junto a un equipo de profesionales y estudiantes se propusieron dar continuidad a esta jornada que agrupa las investigaciones en materia de gestión de riesgo y educación, fomentando un espacio de discusión, reflexión y profundización de estos preceptos fundamentales para la cultura de prevención en el estado Zulia. El acto central se efectuó en el Auditorio Dr. Hesnor Rivera, de la Facultad de Humanidades y Educación, cuya recepción fue presidida por la Dra. Montiel acompañada por una muestra de la cultura del estado, aspecto que llama significativamente la atención, porque cuando se asiste a actividades de socialización sobre riesgo, las manifestaciones culturales parecen ajenas al contexto; de los aprendizajes valiosos de esta actividad pudiéramos resaltar este aspecto, ya que sería contradictorio fomentar cultura de

prevención sin sensibilizar en los aspectos multidisciplinarios de la cultura, como razón de ser y hacer de los humanos. La actividad principal contó con la participación de la Decana de la Facultad de Humanidades y Educación, Dra. Doris Salas de Molina; la vicerrectora académica de la Universidad del Zulia, Dra. Judith Aular de Durán; la coordinadora de las cátedras libres, unidad estratégica del vicerrectorado académico de la Universidad, la profesora Sheila Ortega; la coordinadora de la cátedra libre Geodinámica Ambiental y Riesgos Naturales y coordinadora de la jornada, Dra Kati Montiel; y como conferencista inaugural, el investigador de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), el Dr. Franck Audemard. En las diversas disertaciones, las doctoras referidas aprovecharon la oportunidad para hacer énfasis en la importancia de la divulgación de la información, así como en la ejecución en sus diversas fases de proyectos de manera tal que los resultados de estas investigaciones y los cambios que se van forjando, sean difundidos entre un público mayor; resaltaron lo que suele ser muy común y es que los intercambios de saberes suelen suscitarse entre los conocedores

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de la temática, y poco trasciende a un público más amplio; es por ello, que se solicitó mayor compenetración entre universidades e instituciones gubernamentales especializadas, como Funvisis, en el trabajo con diversas audiencias. Entre otras inquietudes se resaltó, salir de los espacios universitarios y proveer de estos contenidos a las comunidades, de allí la importancia de la masiva participación, como asistentes y ponentes, de estudiantes de la Facultad de Humanidades y Educación, quienes a corto y mediano plazo, serán quienes funjan como agentes multiplicadores del mensaje de prevención, en los ámbitos laborales donde les corresponda desarrollarse como profesionales. Asimismo, se destacó, la importancia de las alianzas estratégicas e intercambios de saberes, entre las diferentes instituciones y expertos sobre amenazas, para establecer soluciones factibles, cuya aplicabilidad genere verdaderos cambios. La participación del conferencista inaugural, fue una contribución específica sobre la amenaza de tsunami en las costas venezolanas. El Dr. Audemard desarrolló una alocución amena, sin dejar lo técnico del tema y resaltó en consonancia con sus predecesoras su preocupación por las limitaciones de información especializada que tiene la población en general sobre las amenazas naturales, y los procesos de mitigación del impacto que tienen en los asentamientos poblacionales; siendo aún más preocupante lo referido a la toma de decisiones preventivas, restando importancia a la efectividad de los aportes producidos con base a investigaciones científicas. Con el propósito de ahondar más en los objetivos de la jornada, se realizaron mesas técnicas para la presentación de ponencias, tanto orales como en formato póster, que permitieron generar y ampliar los contenidos, y crear el espacio para 100

las consultas inherentes a los campos académicos, investigación, problemas ambientales y territoriales, avances en tecnología aplicada, entre otros que han contribuido desde cada entidad, a fomentar la cultura de prevención ante las amenazas de índole natural. Funvisis por su parte, desde el programa socio-educativo Aula Sísmica “Madeleilis Guzmán”, tuvo la oportunidad de participar en estas mesas de trabajo y configuró un total de 11 presentaciones, contribuciones específicas que comprendieron los trabajos que se mencionan a continuación: Wilmer Marín. Aportes de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), para difundir su acervo científico y fortalecer la capacidad de respuesta ante el riesgo sísmico en Venezuela. Briceida Mora. Experiencias del programa socio-educativo experimental Aula Sísmica Madeleilis Guzmán de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis). Procesos de socialización del conocimiento. Ángel Betancourt. Formación ante el riesgo sísmico para docentes de instituciones educativas, enmarcado en aspectos de seguridad, higiene y salud laboral. Juan Luis Guzmán, Briceida Mora, Wilmer Marín. Expansión del Aula Sísmica “Madeleilis Guzmán” de Funvisis en el municipio Ribero (Cariaco) del estado Sucre, un apoyo hacia la consolidación de experiencias locales y regionales en prevención sísmica de mayor amenaza sísmica del país.

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II Jornada Riesgos Naturales y Educación, “por una cultura de prevención ante los riesgos naturales”

Antonio Aguilar, Briceida Mora. Ejercicios Caribe Wave. Avances y oportunidades para la preparación de instituciones y comunidades venezolanas ante la amenaza por tsunami. Ben Quintero, Briceida Mora. Abordaje comunitario para la mitigación del riesgo de tsunami en municipios del estado Zulia, en marco del ejercicio de simulacro Caribe Wave. Maryever Becerra, Antonio Aguilar. Herramienta metodológica para establecer niveles de vulnerabilidad en las zonas costeras del estado Zulia, expuestas a la amenaza de tsunami, expresadas en capas KML y KMZ. Yeni Vivas, Yosly Hernández. Evaluación de una propuesta metodológica de Entorno Virtual de Aprendizaje para la formación en prevención sísmica. Marien Araguren, Briceida Mora, Abraham Molina. Prácticas profesionales en la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas. Experiencias significativas en la formación para el hacer. Audrey Calderon, Luis Yegres. Determinación de los períodos fundamentales de vibración de los suelos de Boconó, estado Trujillo, con fines de microzonificación sísmica. Javier Parra, André Singer. Evaluación del riesgo geológico por fenómenos gravitacionales en Los Andes venezolanos. Adicional a las presentaciones efectuadas en las mesas de trabajo se ejecutaron dos simulacros de desalojo, uno en los espacios del edificio de la

Facultad de Humanidades y Educación, donde se estaban presentando las disertaciones en los distintas espacios, esta actividad fue liderada por los investigadores de Funvisis con apoyo del equipo de protocolo de la jornada, quienes en conjunto realizaron el acompañamiento durante la salida de los participantes de los diferentes espacios (aulas, laboratorios, oficinas), indicaron la ruta de evacuación, ubicaron los kits de prevención y los extintores de incendio, señalaron las salidas y efectuaron el conteo de los participantes en el sitio seguro. Posteriormente, se ejecutó el segundo simulacro, presidido por los funcionarios de Protección Civil, el mismo no fue anunciado, y se llevó a cabo en el auditorio Dr. Hesnor Rivera, antes de la clausura de la jornada; resultando una experiencia significativa ya que los participantes del evento no esperaban la señal de sismo, todo se desarrolló con mucha organización y voluntad, lo que motivó a que los transeúntes se unieran al simulacro y se desplazaran hacia los espacios seguros, no hubo eventualidad que referir, sin embargo, posteriormente los estudiantes y demás participantes coincidían en que este tipo de experiencias deben replicarse con mayor frecuencia e involucrando otras facultades de la casa de estudio. El cierre tuvo una plenaria enriquecedora, producto de las mesas técnicas, los aportes de la exposición de recursos didácticos que estuvo a disposición del público general para su visualización y consulta, así como del público estudiantil, docentes, investigadores y demás individuos que participaron en la jornada; lo cual sirvió de marco para establecer que el próximo encuentro será en el 2019, pero se procurarán intercambios de saberes en jornadas de socialización anuales,

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Briceida Mora

a fin de mantener relaciones más vinculantes entre los escenarios universitarios e institucional de investigación. Se destaca la participación de un grupo cultural musical, para homenajear a todos los presentes con su puesta en escena. De este tipo de intercambios, donde prevalece el trabajo constante de grupos comprometidos surgen las alianzas que afianzan y cohesionan los esfuerzos en una misma misión preventiva para fomentar desde cada laboratorio el aporte a los cambios de paradigmas en materia de gestionar nuestros riesgos. Por último, la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas y la Universidad del Zulia firmaron un convenio de cooperación interinstitucional a fin de unificar esfuerzos para desarrollar programas y proyectos de interés soc i a l , c i e n t í f i c o y e d u c a t i v o , d á n d o s e preferencia a aquellas actividades que tengan como objeto principal, la atención de las necesidades de la población en materia de gestión de riesgo, microzonificación sísmica y estudios de amenaza y vulnerabilidad sísmica; así como otras actividades relacionadas con materias de interés nacional. La Universidad del Zulia, propicia un ambiente idóneo para con sus más de 70 mil miembros entre estudiantes, profesores, personal administrativo y obrero, logremos trascender como seres humanos racionales y sostenibles.

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Revista Aula y Ambiente

NORMAS PARA AUTORES

En general, la extensión de los trabajos no deberá ser mayor a veinticinco (25) cuartillas u hojas tamaño carta por una sola cara. Además del castellano AULA Y AMBIENTE publicará aquellos artículos recibidos en los idiomas inglés y portugués, para ello el autor deberá presentar el título y resumen en ambos idiomas según el caso. La extensión de los artículos podrá variar y será acordada previamente, en cada caso, entre el Consejo Editorial y los autores. Se aceptan también colaboraciones en forma de artículos cortos (Avances de investigación) pero también en forma de ensayos, comentarios acerca de experiencias de campo o itinerarios, trayectoria de instituciones, cursos e incluso sobre fotografías, con una extensión máxima de quince cuartillas (sección APUNTES), así como recensiones de libros de reciente publicación, revistas, tesis, eventos, notas periodísticas, páginas Web, blogs, entre otros (sección RESEÑAS) y notas biográficas (sección SEMBLANZAS). Para las referencias bibliográficas y citas, se recomienda que los artículos se presenten según las Normas de la A. P. A. (American Psycological Association) en su versión actualizada. Todas

las imágenes (fotos, mapas, figuras y dibujos) se referirán como Gráficos y las tablas como Cuadros; los primeros llevan su descripción en la parte inferior y, los segundos, su identificación en la superior. En ambos casos se enumerarán en forma continua a lo largo del texto utilizando números arábigos. Asimismo, dicha identificación tendrá un tamaño de fuente 10 y un interlineado sencillo. En el caso de los Cuadros, éstos deben estar diseñados en el mismo archivo del texto del artículo en Word y nunca como imagen. En lo concerniente a la estructura general de los artículos, ésta deberá comprender: (a) Resumen (en español y no mayor a 250 palabras; incluir palabras clave (máximo cinco y en orden alfabético); (b) Abstract (en inglés y no mayor a 250 palabras; incluir key words); (c) Introducción (donde se especifique claramente el propósito, los objetivos, la importancia y la justificación del trabajo); (d) Área de Estudio (descripción general de los aspectos físico-naturales y biológicos del área de estudio; esta parte se desarrollará si la naturaleza del trabajo a presentar así lo requiere); (e) Metodología (materiales, métodos y técnicas utilizados en el desarrollo del 103

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trabajo, sin embargo, para los trabajos generales de divulgación y/o difusión basados en revisiones bibliográficas principalmente, no es necesario incluir la metodología); (f) Análisis de los Resultados y Discusión (la estructura y secuencia de presentación de esta parte del trabajo queda a criterio del autor, es decir, los responsables del trabajo lo ordenarán en tantos subtítulos consideren necesarios); (g) Conclusiones; y (h) Referencias. Los artículos serán enviados al Consejo Editorial de la revista a las siguientes direcciones electrónicas: aulayambiente@ipc.upel.edu.ve / flamboya67@gmail.com, transcritos en Microsoft Word (letra Times New Roman, tamaño 12, interlineado 1,5 y espaciado 0ptos (sin espacio entre párrafos); márgenes superior: 3 cm, inferior: 3 cm, derecho: 3 cm e izquierdo: 4 cm). Todos los elementos gráficos (imágenes) que acompañen el artículo deben poseer nitidez y buen contraste de colores, los mismos serán enviados por separado y en formato JPG.

de este órgano difusor, hasta su veredicto final, y que el referido trabajo no ha sido publicado ni total ni parcialmente en ningún otro medio de divulgación, información o difusión. Adicionalmente, los autores también deberán consignar una síntesis curricular no mayor a 10 líneas, transcritas a espacio sencillo de interlineado y tamaño de la fuente en 11. Los autores cuyos artículos sean publicados, recibirán tres ejemplares del correspondiente número de la revista en formato impreso o CD, asimismo se le enviará la edición final en formato digital de la revista vía correo electrónico.

En aquellos casos donde el autor requiera hacer uso de notas al pie de páginas estás serán ubicadas al final del manuscrito en orden de aparición. Las referencias bibliográficas deben transcribirse en tamaño 10 y a espacio sencillo. El diseño final o forma de presentación de los artículos publicados en la revista, es responsabilidad del Consejo Editorial. Los autores son los únicos responsables de los contenidos de los artículos, sin embargo, el Consejo Editorial de la revista se reserva el derecho de publicación de los trabajos presentados. El envío del artículo debe estar acompañado por una carta compromiso (seguir modelo) donde el autor o los autores declaran acogerse al proceso de evaluación y/o arbitraje de su trabajo, tal como lo dispone el Comité Editorial 104

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CURRICULA DE LOS AUTORES NELSON LIMA MOY Ingeniero Industrial (USM), Diplomado en Docencia Universitaria (UPEL-IPC), con Especialización en Educación en Gestión de Riesgos (UPEL-IPC) y formación como Auditor Interno OHSAS 18001 (FONDONORMA). Asimismo, destaca su experiencia en importantes Empresas (Coca Cola FEMSA, Café Fama de América, Metro de Caracas, Electricidad de Caracas, Empresas Polar y Corporación KCP-Ferretotal) y Consultoras (FUNDAMETAL, Multiskill, Makler Gerencia de Riesgos, VSOFTLEARNING). También ha dedicado tiempo a la Docencia en los Diplomados en Seguridad Laboral que imparten: el Centro de Extensión de la Universidad José Antonio Páez, Contactos Empresariales y Fastmed. Otro aspecto a considerar es que apoya como Docente Universitario en el curso de Promotores de la Gestión de Riesgos (UPELIPC).

Ambiental (UPEL-IPC). Investigadora activa y coordinadora de la Línea de Investigación Estudio de la Geografía de los Riesgos Naturales y Antrópicos, Ecogeografía y Recursos Naturales del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano”, Departamento de Ciencias de la Tierra del IPC. Acreditada por el ONCTI 2012-2014. SARA LARA Profesora egresada del Instituto Pedagógico de Caracas en la Especialidad de Geografía e Historia. Maestría en Ciencias de la Universidad de Liverpool Inglaterra.-Diploma en Aplicación de los Sensores Remotos al estudio de Suelos y Vegetación. Servicio Geodésico Interamericano, Panamá, Ciudad de Panamá. Doctorado en Ciencias de la Educación, Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas.

ARISMAR MARCANO MONTILLA

LISBETH SOTO VALERIO

Profesora de Geografía e Historia (UPELIPC), Magister en Geografía, mención Geografía (UPEL-IPC) y Candidata a Doctora en Educación

Profesora egresada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) Depar-

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tamento de Ciencias de la Tierra. Estudiante en tesis de la Maestría en Geografía: mención Geografía Física de la UPEL-IPC. Docente de la Unidad Educativa Nacional Dr. Francisco Espejo. Ministerio del Poder Popular para la Educación. ROSARIO GONZÁLEZ Licenciada en Geografía de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Estudiante en tesis de la Maestría en Geografía mención Geografía Física de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Instituto Pedagógico de Caracas (IPC). Geógrafo III Oficina Regional de Tierras Vargas. Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras. DELVIS IBARRA Licenciado en Geografía de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Estudiante en tesis de la Maestría en Geografía mención Geografía Física de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Instituto Pedagógico de Caracas (IPC). Bombero Universitario (UCV), rango de Capitán. Geógrafo del Viceministerio para la Gestión de Riesgo y Protección Civil del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores Justicia y Paz. MANUEL FIGUERA Licenciado en Geografía de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Estudiante en tesis de la Maestría en Geografía mención Geografía Física de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Analista en el área de Hidrología del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología. Ministerio del Poder Popular Ecosocialismo y Aguas.

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DANIEL GARCÍA Profesor egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) Departamento de Geografía e Historia. Preparador en la Cátedra de Geografía Física (abril 2013 hasta febrero 2015). Summa Cum Laude de la promoción Prof. Ruth Lerner de Almea. Puesto N°1 julio de 2015. Docente del Instituto Educacional Henry Clay. Caracas. Distrito Capital. MILAGROS MARCANO Profesora egresada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) Departamento de Geografía e Historia Geografía Preparadora en la Cátedra de Geografía Física (marzo 2014 hasta abril 2016) Docente del Liceo Nacional Andrés Eloy Blanco. Ministerio del Poder Popular para la Educación. DANIEL MUJICA Profesor egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) Departamento de Geografía e Historia Geografía e Historia. Estudios en el área de percusión en el Conservatorio Simón Bolívar El Paraíso, Caracas. ANA TERESA IZTÚRIZ MOREAU Profesora de Ciencias de la Tierra (IUPC). Magister Scientiarumen Ciencias Geológicas (UCV-FI). Doctora en Ciencias Geológicas (UCV). Profesora Titular Jubilada a Dedicación Exclusiva adscrita a la Cátedra de Geología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPELIPCDCT). Cumplió funciones como: Jefe del Departamento de Ciencias de la Tierra. UPELIPC, Coordinadora del Núcleo de investigación. Estudios del Medio Físico Venezolano (NIEME-

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FIVE) del Departamento de Ciencias de la Tierra. Ha participado en proyectos de investigación financiados por FONACIT. Investigadora miembro del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Tutora de Trabajos de Investigación de Pregrado y de Tesis de Postgrado. Autora y co-autora de diversas publicaciones científicas en las áreas de Geología y Gestión de Riesgos en revistas especializadas de circulación nacional e internacional, y de varios capítulos de libros. ZULEIKA GONZÁLEZ Profesora de Ciencias de la Tierra (UPELIPC). Profesora Instructor a Tiempo Completo adscrita a la Cátedra de Geología del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT). Investigadora miembro Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Tutora de Trabajos de Investigación de Pregrado. Autora y co-autora de publicaciones científicas en revistas especializadas de circulación nacional. Jefa de la Cátedra de Geología del DCT (UPEL-IPC). Investigador PEI 2016 (Nivel A). GONZÁLEZ CLEMENTE, ORLANDO JOSÉ Profesor de Ciencias de la Tierra y Ciencias Generales Instituto Universitario Pedagógico de Caracas IUPC (1985). Magíster en Geografía, mención Geografía Física Universidad Pedagógica Experimental Libertador IPC (1995). Doctor en Ciencias de la Ingeniería, Facultad de Ingeniería Universidad Central de Venezuela (2013). Profesor Asociado a Dedicación Exclusiva adscrito a la Cátedra de Ciencias de la Tierra del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC-DCT. Jefe (E) Departamento de Ciencias de la Tierra UPEL-IPC, noviembre de 2012 hasta el presente. Investigador activo del Centro de Investigación Estudios del Medio Físico Venezolano (CIEMEFIVE). Miembro de la Línea de Investigación:

“Pedología y estudios del Cuaternario en Venezuela y su relación con los Cambios Climáticos Globales” (Nº de registro 07-002). Departamento de Ciencias de la Tierra UPELIPC. Tutor de trabajos de Investigación: Proyectos Integrados de Ciencias de la Tierra. 20042013 (13 Proyectos de investigación a nivel de Pregrado). Participación en diversos eventos de carácter científico-académico a nivel nacional e internacional desde 1981 hasta el presente. Publicaciones en revistas científicas arbitradas a nivel nacional: Acta Científica Venezolana, Boletín de la Sociedad Venezolana de Geólogos, Revista Aula y Ambiente Departamento Ciencias de la Tierra, IPC, Revista Geográfica VenezolanaULA, Interciencia, Revista de Investigación IPC, Investigaciones Geográficas (UNAM). SERGIO FOGHIN-PILLIN Egresado (1976) del Departamento de Geografía e H ist oria del I n st it ut o Pedagó gi c o d e C aracas. Pasantía en el Servicio de Meteorología de la Fuerza Aérea Venezolana (1978). Magister Sc en Administración Ambiental del Instituto Universitario Politécnico de las Fuerzas Armadas (1985). Docente jubilado (2001) del Departamento de Ciencias de la Tierra (UPEL-IPC). Profesor de meteorología y climatología de Venezuela durante 30 años, en los departamentos de Geografía e Historia y de Ciencias de la Tierra del Instituto Pedagógico de Caracas. Docente de Geografía de Venezuela y de Ciencias de la Tierra en el Colegio Nazaret (Caracas), desde 1974 hasta 1981. Autor de cuatro libros sobre temas relacionados con el medio ambiente, así como de artículos en las mismas áreas. Fundador, junto con Maximiliano Bezada Díaz, de la revista Aula y Ambiente, la cual dirigió durante el lapso 2001-2005. Instalación y operación (1984 al presente) de la estación pluviométrica de San Antonio de Los Altos (Los Castores). Distinción Honor al Mérito del Servicio

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de Meteorología de la Fuerza Aérea Venezolana (2003). Doctor Honoris Causa (2016) de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. BRICEIDA MORA Profesora en Geografía e Historia (UPELIPC). Magister en Geografía, mención Geografía Física (UPEL-IPC). Investigadora tipo V de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS) y miembro del PEII como investigador nivel “A”. Investigadora activa del Centro de Investigación “Estudios del Medio Físico Venezolano” (CIEMEFIVE). Tutora de Proyectos de Pregrado para optar a título de Profesores, en el área de Hidrometeorología y Climatología (IPC). Jefa (e) Departamento de Documentación e Información/Programa Socioeducativo “Aula Sísmica Madeleilis Guzmán”.

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AULA Y AMBIENTE REVISTA AMBIENTAL

Volumen 11 – Número 22 Julio - Diciembre 2017 ISSN: 1317-7478 Depósito Legal: pp200102CS1093

Contenido EL AULA DEL DIRECTOR Aula y Ambiente, siguiendo con la misma pasión............................................................... MARYORIE SÁNCHEZ.

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ARTÍCULOS Diagnóstico de vulnerabilidades en las labores en sótanos de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela, como herramienta para la gestión de riesgos laborales ............. NELSON LIMA - ARISMAR MARCANO MONTILLA La Geología y el Ambiente ...................................................................................................... ANA TERESA IZTÚRIZ - ZULEIKA GONZÁLEZ Evolución geomorfológica de la laguna litoral de Zazárida, en la costa noroeste del estado Falcón, Venezuela......................................................................................................... SARA LARA- LISBETH SOTO - ROSARIO GONZÁLEZ - DELVIS IBARRA MANUEL FIGUERA - DANIEL GARCÍA - MILAGROS MARCANO - DANIEL MUJICA

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APUNTES El Antropoceno y su posible inclusión en la Escala del Tiempo Geológico (Breve síntesis)....................................................................................................................................... ORLANDO GONZÁLEZ

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SEMBLANZA Alfredo Jahn Hartman (1867-1940), ingeniero, geógrafo, naturalista e historiador........ SERGIO FOGHIN-PILLIN

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RESEÑA II Jornada Riesgos Naturales y Educación, “por una cultura de prevención ante los riesgos naturales”, percepción desde la experiencia del programa socio-educativo de Funvisis, Aula Sísmica “Madeleilis Guzmán”.......................................................................

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BRICEIDA MORA NORMAS PARA AUTORES ................................................................................................

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CURRICULA DE LOS AUTORES........................................................................................

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