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El estado actual de la Escuela Austriaca

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Jorge Martín

Jorge Martín

Juan José Toral

Es necesario para conocer el estado actual de la Escuela Austriaca de Economía conocer su pasado. Es así como podremos establecer comparaciones para evaluar si esta corriente de pensamiento está avanzando o retrocediendo.

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Hay una fecha unánime que da comienzo a la Escuela Austriaca, que es la publicación del libro Principios de economía de Carl Menger en 1871. Menger, influido por el pensamiento de los escolásticos españoles, es reconocido como el fundador de la Escuela. Este primer periodo fundacional se caracteriza por los debates entre Menger y el líder de la escuela historicista alemana de economía Gustav von Schmoller.

Lo que podríamos llamar la segunda etapa es cuando aparecen los autores más importantes de la Escuela Austriaca, Ludwig von Mises y Friedrich Hayek. Mises escribiría dos grandes obras en este tiempo. La primera, Teoría del dinero y el crédito (1912), es considerada una de las mayores aportaciones a la teoría económica del siglo XX y la mayor parte de esta obra tiene plena validez y está vigente en nuestros días. La otra gran obra sería Socialismo (1922) que constituye una crítica exhaustiva y fundamentada del sistema socialista y de planificación centralizada que aún no ha sido rebatida en los términos que Mises planteaba.

Una tercera etapa, tal como la describe Adrián Ravier es la de aislamiento. La revolución keynesiana, diametralmente opuesta a las teorías de la Escuela Austriaca triunfa en el terreno político y un mayor número de economistas abrazan sus postulados y comienzan a formarse en esta equivocada corriente de pensamiento. El método matemático es abrazado por la mayoría de los economistas condenando al ostracismo la lógica verbal deductiva característica del método austriaco. Se puede decir que allá por los años 50 del siglo pasado la Escuela Austriaca estaba formada por Hayek en Chicago, Mises en Nueva York y Ludwig Lachmann en Sudáfrica. Estuvo a punto de desaparecer si no llega a ser por estos tres gigantes intelectuales, en especial Ludwig von Mises que en 1949 escribiría el más importante tratado de economía y piedra angular de la Escuela: La acción Humana (1949).

Con la estanflación de los años 70, la Escuela Austriaca vivió un resurgimiento gracias a autores de la talla de Murray N. Rothbard con su célebre tratado de economía El hombre, la economía y el estado (1962) o Israel Kirzner investigando el mercado como un proceso creativo de descubrimiento cuyo centro es el empresario y que se tradujo en su gran obra Competencia y función empresarial (1973).

Con esto llegamos hasta el día de hoy donde la Escuela Austriaca, pese a ser minoritaria (supone menos del 1% de la comunidad científica), tiene varios académicos que han tenido mucho éxito en sus investigaciones.

En cuanto al terreno de la formación académica de los futuros investigadores también debemos estar de enhorabuena ya que se cuenta con la

Universidad de Auburn y el Instituto Ludwig von Mises, la Universidad George Mason y el Centro para el Estudio de los Procesos de Mercado, la institución universitaria ESEADE en Argentina, y la universidad Francisco Marroquín (Guatemala y Madrid). Mención aparte requiere para mí la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid con el que es, a mi juicio, el programa más completo y profundo para comprender este enfoque de la disciplina económica. Fundado por el profesor Jesús Huerta de Soto, el Máster universitario en Economía de la Escuela Austríaca es una titulación oficial en la Unión Europea, que está consiguiendo que cada vez más alumnos continúen con sus estudios de doctorado y realicen investigaciones que complementen, reafirmen y consigan garantizar, no solo la permanencia en el tiempo de las enseñanzas de la Escuela Austriaca, sino que contribuyan a la enseñanza de esta corriente de pensamiento como profesores en las universidades de todo el mundo.

Además, pese a ser muy minoritarios, también debemos estar de enhorabuena ya que, con la llegada de internet, muchos de estos profesores están contribuyendo individualmente a difundir el mensaje de la Escuela Austriaca y la filosofía política liberal fuera del ámbito académico, en un terreno puramente divulgativo. Profesores que cuentan con cientos de miles de seguidores y que ayudan a la Escuela Austriaca a formar parte del discurso diario de muchas conversaciones y a ofrecer, por tanto, un punto de vista distinto del discurso oficial tan extendido.

Es cierto, como afirma el profesor Peter Boettke, que internet ha reducido el coste de los charlatanes, autoproclamados expertos, hablando de la Escuela Austriaca (tanto a favor como en contra) cuando, probablemente, no hayan leído un libro de sus autores en la vida, pero creo que de esto adolecen todas las escuelas de pensamiento. Como ya advirtió el gran economista y político liberal francés Frédéric Bastiat, lo peor que puede pasarle a una buena causa no es ser criticada con habilidad, sino ser defendida de manera inepta. Es justo por eso por lo que se agradece que académicos de talla mundial encuentren un espacio y tiempo para divulgar el mensaje y dar a conocer el enfoque de la Escuela Austriaca de Economía. El enfoque basado en la función empresarial y la creatividad innata del ser humano que impulsa dinámicamente el mercado y la civilización. Un enfoque que es el único capaz de explicar los desafíos a los que nos hemos enfrentado y nos enfrentaremos en este siglo XXI.

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