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RICO , SÍMBOLO DE CULTURA E IDENTIDAD : EXCONVENTO DE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA,
GUANAJUATO, GTO.
CONVENTO SAN PEDRO ALCÁNTARA, 360 años de fundación.
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Por: Eloy Juárez Sandoval
“EL RESCATE ARQUEOLÓGICO DEL COVENTO”
El Ex convento de San Pedro de Alcántara, es un inmueble religioso del siglo XVII, cuyo valor histórico-cultural es de gran importancia para los Guanajuatenses, ya que representa un ícono de identidad y es parte de su patrimonio.
Su edificación data de 1663, cuando se concede la licencia para su construcción por el Obispo Fray Marco Ramírez de Prado, acordando que se tendría que solicitar permiso al Rey de España Felipe IV, y de ser negado, se demolería el avance. Para 1665 llega la negación, sin embargo, la respuesta fue recibida tiempo después de la muerte del Rey, por lo que se decide continuar con la obra y solicitar nuevamente permiso a su sucesor, el Rey Carlos II, conocido como el Hechizado, quien autoriza la fundación de San Diego o San Pedro de Alcántara o Franciscanos descalzos en 1667 y se construye el templo, el convento, la capilla de la Tercera Orden, la capilla del Señor de Burgos, la capilla de la Purísima Concepción y la capilla de San Antonio.
Para tener una idea de cómo estaba constituida la zona, en el plano de Rozuela de 1750 se puede observar la ubicación de los espacios y el huerto que existía en la parte posterior del templo, asimismo, se puede dar cuenta de la desaparición de algunos espacios después de las inundaciones terribles de 1760 y 1780, en las cuales se perdió la tercera parte de la población, derivado de su magnitud que provocó el aterramiento de la ciudad en las márgenes del río, en ese sentido, se contrataron alarifes por parte del ayuntamiento para que elaboraran un diagnóstico que permitiera solucionar la problemática, dando como resultado que las autoridades decretaron, como medida de protección a la población, encajonar el río de 10 a 12 varas de ancho y de seis a ocho varas de alto y todo lo que quedara del nivel de la corona de los muros hacia abajo se cubriría con escombro, utilizando los muros de las construcciones como cimentación para las nuevas construcciones. Cabe mencionar que las inundaciones se clasificaban en pequeñas, medianas, grandes y terribles, de acuerdo con lo expuesto en las efemérides del Padre Lucio Marmolejo.
Fue así como surgió la leyenda del Guanajuato encantando, donde se dice que el día que aparezca una mujer en Los Picachos y la cargue un señor en la espalda, hasta la Basílica, pero sin mirar atrás, ese día se desencantará y aparecerá un Guanajuato de mucha riqueza, como lo era en esos tiempos, ya que existían alrededor de
Antecedentes
800 minas que exportaban oro y plata. Es así que, entre la historia y la leyenda hay un punto de inflexión donde no se sabe qué es real y qué es mentira, porque a raíz de la determinación de las autoridades, Guanajuato comenzó a resurgir con nuevas edificaciones, construidas sobre lo que existió, por ejemplo, la Capilla de la Tercera Orden, se ubica debajo de la escalinata del actual Teatro Juárez.
En algunas edificaciones se puede dar constancia de estos antecedentes, porque en la construcción se ve la diferencia de materiales utilizados en su construcción, tal es el caso del Templo de San Diego, que, para su rescate, se decidió demoler las cúpulas, elevar los muros y reconstruirlas, con el fin de quedar al nivel que ahora tiene, dejando el Ex Convento enterrado.
La zona que abarcaba el Templo, el Ex Convento y la capilla de la Tercera Orden, ha pasado por diversos sucesos desde su construcción hasta la fecha, pues entre los años de 1860 y 1960 se presentaron varios acontecimientos que son parte de la historia. En 1860 después de aprobarse las Leyes de Reforma, los conventos son expropiados, por lo que el Ex Convento de San Pedro de Alcántara fue vendido a Don Severiano Comiz y Compañía, quien operó el Hotel Emporio de 1867 a 1872 y parte del convento se utilizaba para este fin, además de funcionar como una terminal de carretas. Durante 1861 y 1862, existió la Plaza de la Constancia, que operaba como mercado, ubicada en el pasillo que estaba entre la casa de Moneda y el entonces Hotel Emporio. En el año 1903, Porfirio Díaz inaugura el Teatro Juárez. También en fotografías antiguas del siglo XX se puede observar que, entre el pasillo existente entre el Teatro Juárez y el Templo había un sitio de taxis.
Los muros de calicanto que embovedaron el río Guanajuato, ahora Calle Subterránea, se terminaron de construir prácticamente en el siglo XVIII y principios del siglo XIX.
En algunas fotografías de los años de 1905 se puede observar que el Templo de San Diego contaba con un atrio, el cual desapareció entre los años de 1960 y 1964, durante el proceso de transformación de río a calle, donde se construyó la rampa ubicada a un costado del Templo y el Hotel San Diego.
En la segunda gestión del Ing. Edgardo Meave Torrescano (1985-1988), como Presidente Municipal, se tenía contemplado el proyecto de realizar una rampa paralela a la existente, la cual se ubicaría entre el Teatro Juárez y el Templo, sin embargo, al comenzar los trabajos se encontraron vestigios y pintura mural, razón que provocó el cambio del proyecto y la intervención del INAH para el rescate de los hallazgos. Fue hasta la gestión del Presidente Municipal, Lic. Arnulfo Vázquez Nieto (1994-1997), cuando se decidió invertir en la investi- gación histórica y rescate de lo que se había encontrado.
Durante la etapa de investigación, se visitaron diversos archivos como el de Indias de Sevilla, el de la Basílica Colegiata de Guanajuato, el de la Diócesis de Michoacán, a la cual pertenecía Guanajuato, los archivos de la Escuela de Filosofía y Letras y la Biblioteca Armando Olivares Carrillo de la Universidad de Guanajuato, encontrando en esta última, mayor parte de la información, donde se describían los espacios que integraban el Ex Convento. la Asimismo, se enfrenta a diversos acontecimientos, que, en ocasiones, provocan ajustes de tiempos y alcances. En ese sentido, cuando se trabaja con obras de rescate, restauración y rehabilitación se deben seguir ciertas teorías, normatividades, criterios de intervención y leyes de conservación que permitirán el avance de dichos trabajos. Para el caso del rescate del Ex Convento de San Pedro de Alcántara se siguió los siguiente:
Después de ello, al revisar los planos antiguos, se realizaron unas calas arqueológicas con el propósito de verificar la existencia de lo plasmado en los planos. Una vez corroborados los testimonios, se comenzó con la obra de rescate, la cual, como toda obra de construcción tiene diferentes etapas e intervenciones, cuyo avance va en función de los recursos asignados.
1. Investigación histórica.
2. Elaboración de calas para corroborar la existencia de vestigios y determinar los alcances del proyecto.
3. Documentar el estado en el que se encontraban los inmuebles aledaños a la obra (Templo de San Diego y Tetro Juárez), con el fin de resarcir los daños, en caso de presentarse, sobre todo, por tratarse de inmuebles del patrimonio cultural edificado de los siglos XVIII y XIX.
4. Trabajar con un equipo multidisciplinario, entre los que se encuentran arqueólogos, restauradores, químicos, ingenieros, arquitectos e historiadores para catalogar, inventariar y documentar correctamente la evidencia de los hallazgos arqueológicos, como edificación, osamenta, cerámica, pintura mural e instalaciones hidráulicas, entre otras con el propósito de generar reportes profesionales ante instancias normativas.
5. Vigilar la seguridad de los trabajadores, los inmuebles y los visitantes, estableciendo acciones de protección y apuntalamientos para el desarrollo eficiente de los trabajos de rescate.
6. Intervención acorde a los criterios de restauración y normatividad aplicable establecidos por el INAH.
De arriba hacia abajo, de izquierda a derecha: Pintura mural 1986, vista hacia la excavación, Rescate , Liberación y protección, pozos y jardineras, Cimentación del Teatro Juárez, Fuente :presenración proporciada por el autor.
Los trabajos iniciales de rescate y restauración estuvieron a cargo del Mtro. Eloy Juárez Sandoval y fueron concluidos por el Ing. Mariano Anguiano Lara, posteriormente, en otras etapas, intervinieron el Mtro. Israel Peña y el Mtro. Fabián Santibáñez.
Algunas de las acciones de mayor impacto fueron:
1. Excavaciones arqueológicas para desazolvar el Ex Convento, en retícula de 40 por 40 cm por capas de 20 cm.
2. Inventariar, catalogar, restaurar y clasificar los hallazgos de cerámica y osamenta.
3. Rescate de pozo artesiano y deambulatorio.
4. Apuntalamiento de arcos y reconstrucción de un pilar en mal estado.
5. Protección de pintura mural con plástico anaranjado para evitar la decoloración con efecto de los rayos ultravioleta.
6. Limpieza de manchas de manganeso en muros.
7. Eliminación de eflorescencias salinas a base de pulpa de papel.
8. Eliminación de humedad.
9. Consolidación de aplanados, inyección de grietas, y reestructuración de pilares y arcos.
10. Colocación de testigos sobre las bóvedas del templo y el interior del Teatro Juárez para garantizar la no afectación de estos inmuebles por efecto de las excavaciones realizadas.
11. Reconstrucción de contrafuertes.
12. Colocación de cubierta de tridilosa y vidrio templado.
En el caso del rescate del Ex Convento, se han llevado a cabo seis etapas sustanciales.
1. Investigación histórica (1996).
2. Elaboración de calas arqueológicas (1997-1998).
3. Rescate del Ex Convento (1998).
4. Puesta en operación del Museo Dieguino.
5. Estudio estructural del inmueble (2013).
6. Restauración de las arquerías (2016).
Es de reconocer y agradecer el trabajo del equipo que participó en sus diferentes etapas, de quienes iniciaron la investigación, de los que intervinieron en la obra y en los estudios estructurales, en la restauración de la arquería, de las autoridades municipales que decidieron llevar a cabo el proyecto y de quienes aportaron financiamiento como el Gobierno del Estado, Guanajuato Patrimonio de la Humanidad A.C. y el Ayuntamiento de Guanajuato.