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LA VIDA DE VIAJE - CICLOTURISMO

Querés viajar en bicicleta, pero: no sabés por dónde empezar, te gustaría saber qué equipo e indumentaria llevar, desconocés los pasos para planificar un viaje. En esta nota, Jime Sánchez de La Vida de Viaje responde las preguntas más frecuentes.

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¿CÓMO SÉ SI ME VA A DAR EL ESTADO FÍSICO?

Esta pregunta es la que se lleva el podio cuando hablamos sobre cicloturismo. Y el punto está en que asociamos a los viajes en bicicleta con “esfuerzo físico” y no con “placer físico”. Pongamos un ejemplo: toda subida tiene su recompensa cuando lográs llegar hasta su punto más alto. Después siempre hay una bajada y es ahí donde lográs el balance y te recuperás (menciono lo de las subidas porque también es un trending topic y porque siempre nos olvidamos de que las rutas tienen llanos y bajadas hermosas que nos hacen sentir en otro planeta). ¿Siempre se pedalea en un viaje? No. Citando el mismo ejemplo, si una subida te cansa porque es muy empinada o notás que se te resbala o se te traba la bicicleta (esto pasa mucho sobre el ripio), te podés bajar de la bici y caminar. “Uy, pero eso te cansa también” (sí, te leí la mente, pero son otros músculos y otra manera de hacer fuerza. Se puede ver como otra manera de “descansar” sin dejar de avanzar). A ver: obvio que vas a cansarte. Pero el cuerpo, con los días en ruta, se entrena. Y el primer día te vas a cansar, el segundo no tanto, y así. Podés parar las veces que necesites para descansar y podés viajar al ritmo que quieras porque es TU viaje. No existen los manuales de cómo deberías viajar. Los viajes en bicicleta no son viajes para súper atletas, sino para todas aquellas personas que estén dispuestas a conocer y conectar con su cuerpo, quieran salir de su zona cómoda y busquen disfrutar del placer de sentirse vivas haciendo deporte. Obviamente, cuanto más hayas entrenado antes de viajar, más rápida va a ser la adaptación para pasar del “esfuerzo físico” al “placer físico” que dijimos al principio y poder disfrutar del día a día.

¿POR DÓNDE EMPIEZO A PLANIFICAR UN VIAJE?

Agarrá un papel y un lápiz y respondé: — ¿A dónde te gustaría viajar? vs. ¿A dónde podés viajar? Si las dos respuestas coinciden, genial. Ahora bien, si por cuestiones económicas, laborales, de tiempos, o lo que sea, el “a dónde puedo viajar” pesa más que el “a dónde te gustaría viajar” no lo tomes como un problema. Lo real siempre es más alcanzable que lo ideal. — ¿Cuándo? — ¿Cuánto tiempo tenés disponible? — ¿Va a ser un viaje en solitario o con alguien? Una vez que tenés esta información sobre la mesa, viene la etapa de investigación (que es la más larga y tediosa, pero la más importante y necesaria). Acá tenes que ver rutas, leer blogs, foros, revistas especializadas y bajarte aplicaciones útiles de mapas. Y lo que tenés que analizar con lupa es: — Cómo es el clima del lugar al que querés viajar (este punto influye en el equipo de camping y en la indumentaria que necesites llevar, ya que no es lo mismo viajar en verano que en invierno). — En qué época del año conviene ir a ese lugar (más allá del clima, los lugares y las rutas pueden verse alterados por vacaciones, fiestas regionales, feriados, etc. Esta es una variable muy importante si buscás tranquilidad y sobre todo seguridad a la hora de viajar). — Cómo llegar y cómo volver (este puede ser el punto más estresante, pero resulta indispensable. Hay que analizar todas las opciones y tomar la mejor decisión posible. Muy raras veces salimos a un viaje en bicicleta pedaleando desde casa y no queda otra que tomarnos un avión, un micro o un tren. Esto implica siempre desarmar la bici, embalarla bien, cruzar los dedos para que nada se rompa en el viaje, llegar al destino, armar todo y recién ahí empezar a pedalear. Una vez finalizado el viaje, hay que hacer los mismos pasos para emprender la vuelta. Sí: es todo un tema pero lo vivido en un viaje justifica una y mil veces la logística para llegar y volver a casa). — Y cuáles son las rutas, caminos o senderos posibles para armar un buen itinerario de viaje teniendo en cuenta todos los puntos anteriores.

¿CÓMO ELIJO UNA RUTA?

Esto depende del tipo de viaje que quieras y puedas hacer, además de tu disponibilidad de tiempo. Podés elegir una ruta según el destino que quieras recorrer o según la experiencia que quieras vivir. Por ejemplo nosotros, en el 2013, nos propusimos unir Ushuaia-La Quiaca tomando como eje la Ruta 40. No quisimos pedalear ninguna otra ruta ni desviarnos porque la 40 era nuestro objetivo. En cambio, en el 2019, quisimos hacer lo opuesto y vivir una experiencia distinta: darle la vuelta a la isla de Tierra del Fuego por senderos y caminos alternativos. La recomendación para un primer viaje es que elijas rutas que te transmitan confianza y seguridad (como la ruta de los Siete Lagos en la provincia de Neuquén que tiene campings y proveedurías a lo largo del camino, por ejemplo). Si no es tu primer viaje y querés hacer algo más jugado, hay aplicaciones que te van a ayudar un montón a elegir caminos alternativos. Una de ellas es Wikiloc, una plataforma en la que viajeras y viajeros de todo el mundo suben sus rutas y comparten sus experiencias, información del camino, puntos donde parar, etc.

¿QUÉ BICI ELIJO? ¿QUÉ DEBE TENER PARA PODER HACER UN VIAJE?

Antes de responder esta pregunta es necesario que sepas esto: lo fundamental no es la bici, sino tu cabeza y las ganas que tengas de viajar. No es indispensable contar con lo mejor del mercado ni con la última tecnología. Para viajar en bicicleta hay que ir a lo simple: que sea fácil y económico a la hora de arreglarla sin importar si estás en un pueblo o en una gran ciudad.

es decir, aquella que combina lo mejor de la bicicleta rutera — su velocidad— y lo mejor de la mountain bike —su versatilidad, ya que se adapta mejor a los diferentes terrenos—. Para simplificar: si vas a hacer viajes sobre caminos de asfalto, una híbrida de ruedas finas es lo recomendado. Si vas a hacer un poco de todo pasando del asfalto al ripio y del ripio a la tierra y de la tierra de nuevo al asfalto, también una híbrida (pero esta vez de ruedas anchas) puede ser una buena opción. Pero si ya desde el vamos sabés que vas a ir solo por ripio, caminos secundarios y senderos, ahí sí una mountain bike con suspensión va a ser la mejor opción. Un tema importante a tener en cuenta es la transmisión: mientras más cambios tenga la bici y mayor sea la relación entre los platos y los piñones, mejor (dicho de otra manera, cuanto más dientes tenga el piñón grande de la rueda trasera, más “livianos” van a ser los cambios de fuerza y por lo tanto las subidas te van a costar menos).

¿CUÁL SERÍA EL PESO IDEAL A CARGAR? ¿HAY ALGÚN LÍMITE?

El límite está en no llevar cosas de más. Pensalo así: cosa que lleves, cosa que vas a tener que cargar/trasladar/pedalear. La bici nos da la posibilidad de pensar de manera minimalista, pero acá hago una salvedad: esto no quiere decir que no puedas llevar eso que para vos es importante y que te va a ayudar a sentirte bien en viaje (yo sí o sí llevo mi cuaderno y el Kindle con mi biblioteca digital para leer, por ejemplo). El peso ideal es subjetivo porque depende de cada persona, del equipo que se pueda conseguir o comprar y del tipo de viaje que se haga. En términos generales lo ideal es siempre viajar lo más liviano posible.

¿QUÉ ALFORJAS RECOMENDÁS? ¿CÓMO DISTRIBUÍS EL EQUIPAJE?

Mi corazoncito está en la marca Ortlieb (la marca más reconocida a nivel mundial de alforjas), pero son muy caras y difíciles de conseguir en nuestro país. Una marca argentina que está haciendo equipos de calidad es Halawa (fabrican alforjas y bolsos bikepacking). En nuestros viajes cargamos la bici de forma pareja priorizando colocar lo más pesado y de poco uso en las alforjas traseras, y lo más al fondo posible. Adelante llevamos todo lo que sea más liviano o queramos tener a mano (como por ejemplo la campera rompeviento o el impermeable). ¿Por qué aconsejamos esto? Porque el manubrio lo tenés que mover con facilidad: a mayor carga adelante, más difícil va a ser maniobrar la bicicleta. Un detalle no menor es que hay que tratar que los pesos de las alforjas sean lo más similares posibles. Si una pesa más que la otra, vas a sentir la bici inestable y va a tender a caerse para el lado más pesado. Sobre la distribución viajando a modo bikepacking, es un tanto más caótico que con las alforjas ya que la capacidad de carga se ve reducida y los espacios son mucho más chicos y de difícil acceso. En los bolsos que van en el manubrio llevamos algo de ropa y la bolsa de dormir, en el bolso del cuadro comida; y la carpa, el resto de la ropa y el botiquín de primeros auxilios en el bolso que va enganchado en la vela del asiento. Viajando de esta manera no hay una única manera de guardar el equipo, sino que se va metiendo todo en los huecos que van quedando libres. Hay también bolsos complementarios (como el bolso porta alimentos). Cuando se necesita más capacidad de carga, o se agregan dos alforjas traseras o se lleva una pequeña mochila sobre la espalda donde van cosas de poco peso como puede ser ropa o, por ejemplo, la bolsa de dormir

¿QUÉ Y CUÁNTA ROPA CONVIENE LLEVAR?

Básicamente, depende del clima del lugar a donde vayas. Hay que llevar lo necesario, nada más ni nada menos. En términos generales yo llevo: — 2 remeras de secado rápido — 1 rompeviento — 2 badanas (calzas que tienen en la parte de la cola una especie de colchón que protege la zona de mayor fricción y rozamiento con la bicicleta) — 1 pantalón desmontable — 1 par de zapatillas de trekking — 1 sandalias de recambio

— 1 polar — 1 campera de pluma — 1 pantalón impermeable — 1 campera impermeable — 3 pares de medias — 1 gorro de lana — 1 par de guantes — 1 calza

— 2 remeras de algodón

¿QUÉ CONSEJOS LE PODÉS DAR A UNA MUJER QUE NO SE ANIMA A VIAJAR?

Primero le haría esta pregunta: ¿qué es lo que te está impidiendo tomar la decisión de viajar en bicicleta? Lo más probable es que la respuesta venga de la mano de los miedos. Y ahí mi única recomendación sería: hacelo, no le pongas más mente a la mente, hacelo y probá. Si no tenés compañía para viajar, elegí una ruta que te dé confianza y vas a ver que sola vas a estar si querés. No te quedes con ganas de nada. Viajá, viví, esta es TU vida. Te sugiero que visites nuestro blog lavidadeviaje.com para leer los artículos que escribí especialmente para mujeres.

¿HASTA QUÉ EDAD SE PUEDE VIAJAR?

No hay una edad límite. Depende de vos y de tus ganas. Conocimos personas de más de 70 años viajando y su sonrisa era del tamaño de la cordillera.

Recordá adaptar tu viaje a tu cuerpo y ritmos: si no querés acampar, podés dormir en hostels o parar en hoteles, por ejemplo. Eso sí (y por favor): no te quedes con ganas de nada ni con ningún pendiente por hacer.

Si querés leer más consejos y qué rutas sugerimos para hacer cicloturismo en Argentina, pasá por nuestro blog lavidadevia je.com. -

FOTOS: Andrés Calla WEB: lavidadeviaje.com INSTAGRAM: @lavidadeviaje

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