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Noches

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Escritos

Escritos

Por: Mailen Ortega

Por las noches, algo sucede. Hay una especie de brillo en tus ojos que hace que mis pupilas se encandilen.

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Hay algo extraño en mis noches contigo, más allá de la agudeza de mis sentidos. Te miro, estas en mi cama, eres mi amante; acaricio tu espalda…

Cierro los ojos, me siento a la orilla; el universo es plateado. Mis manos vibran con el vigor de tu cuerpo, estas en mi orbita, eres magia.

En mi cabeza danzan mil trecientas veintinueve preguntas, todas en tándem y ninguna se sacia ante la inmensidad sideral…

No comprendo, eres una especie de hechizo, extremas mis amuletos. Mi casa y yo éramos niebla; tú tocaste mi puerta, y con tus ojos pintaste la aurora boreal.

No entiendo. En las mañanas, en mi propia ausencia abro los ojos, siento el holocausto en la cabeza, el cerebelo es incapaz de mantenerme de pie, vivo de a poco a la luz del día; los sentidos se conducen insomnes, pero cuando el ocaso va consumiendo la luz, y se engalana el crepúsculo vespertino tu tocas mi puerta de nuevo y me cometa una fuerza excéntrica que contornea el cuerpo.

Vibran las cuerdas vocales hacia adentro, emerge una sensación que irriga el ser. Entonces, más allá de la sagacidad de los sentidos algo sucede. El frio invernal que se anida en mi alma se hace cálido, me abraza la silueta sagas de tu alma, nos besamos como nunca.

Me tiemblan las piernas; sonrisa eufórica. Me miro en el espejo, ahí están mis mejillas rosadas como sublimando tu cielo. Detrás de mí, estas tú, me miras, bebo el mar de tus ojos. Después, esta cama se vuelve una fiesta hasta el alba.

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