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Movimiento interior

Al pasar más tiempo en nuestros hogares, ha surgido un nuevo interés por darles estilo y personalidad a los espacios que habitamos con la finalidad de que sean dinámicos, saludables e interactivos.

EscribE sandra távara

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Movimiento interior

Percibimos el espacio de acuerdo a su composición, texturas, colores, forma y función. Todos estos elementos son conjugados para trasmitirnos la idea y sensación de que el usuario es protagonista de un guion implícito: los interiores. Composición, paletas de colores, ventilación e iluminación natural son algunas de las variables que arman esta experiencia. Estas nos permiten percibir un ambiente estático como un agente vivo en movimiento.

La composición de interiores data desde la década de los 90’s y nace como una extensión de la arquitectura que busca darle un carácter específico a los ambientes. Desde el estilo minimalista, nórdico, vintage e industrial, el diseño de las áreas que habitamos gran parte de nuestro tiempo ha ido evolucionando de acuerdo a los avances, conceptos, nuevos estudios y tendencias.

Actualmente, los interiores son más valorados que antes, entendiendo la enorme importancia del confort del hogar. El mobiliario, los acabados, la iluminación, las plantas, cuadros, espejos, ventilación, alturas y perfumes son agentes constructores de la realidad que buscan ser coherentes con nuestros gustos, personalidad y percepción del mundo.

Este 2021 ya se impone con tendencias en el interiorismo. Empresas pioneras como Pantone y Sherwin Williams ya han voceado los colores que marcarán la hora. El azul, así como los grises y neutrales se alzan con gran influencia para paredes, acabados y mobiliario. También está la combinación Illuminating Yellow y Ultimate Grey, cuya yuxtaposición, al ser un tono neutro y uno brillante, resulta interesante en interiores de pequeñas y grandes dimensiones.

Las maderas claras (como el bambú) y tejidos naturales (lino, algodón y lana bouclé) estarán presentes en pisos, techos

y paredes por su aporte de calidez y personalidad. También estarán en boga los materiales artesanales como la cerámica, porcelana, entre otros, mostrando imperfecciones y exclusividad en las piezas creadas. Otra tendencia serán los mobiliarios sostenibles hechos de bio-plásticos u otros insumos de menos impacto ambiental.

Otro factor importante será el bienestar olfativo en los ambientes, por lo que se hará uso velas y difusores de aromas como lavanda, vetiver, naranjos, florales, manzanilla silvestre, entre otros. Estos productos estarán a la venta en marcas como Loewe, Nivea y Zara Home. También estarán presentes las plantas, complemento importante en la decoración pues aportan vida, movimiento, frescura y vitalidad, características que aumentan el rendimiento del home office casa. Se recomiendan, para espacios de trabajo, plantas como el ficus lyrata y monstera.

También se impondrá un minimalismo cálido, diferente al que conocemos de colores fríos. Sigue manteniendo el concepto “menos es más” con pocos muebles, pero de formas suaves, curvas, texturas ponentes y atención a los detalles; todo esto con el objetivo de construyen un ambiente acogedor. En los cuadros, alfombras, lámparas y adornos, estará presente la esencia de la geometría, la trama y simetría: trazos abstractos, continuados y descontinuados, todos trabajados con colores en diferentes tonalidades.

Estas tendencias se acentúan en un panorama actual en el que pasamos más tiempo en nuestra casa, lo que ha motivado el surgimiento de una preocupación colectiva por mejorar los espacios que habitamos. Ahora se ve más allá de la funcionalidad y practicidad para buscar darle una especial importancia a generar confort.

En esa búsqueda, el diseño de interiores juega un papel sumamente relevante. Una apropiada construcción del hogar, incluyendo estas tendencias, será clave para crear emociones y sensaciones que nos harán reconocer el lugar que habitamos como nuestro. //

Moris Fleischman, Diego Franco, Héctor Loli y Jorge Sánchez, dirigen un equipo de arquitectos con una clara visión de cómo hacer obras al servicio de la sociedad.

EscribE sandra tavara

Arquitectura estelar

Nómena Arquitectos es el claro ejemplo de un estudio que puede funcionar y dar resultados provechosos. Dirigido por cuatro socios, empezaron a prestar sus servicios hace más de diez años. Hoy son uno de los estudios más destacados en el Perú, y el proyecto se ha convertido en una oficina con una mirada empresarial. Hasta el momento, Nómena no ha dejado producir fecundamente. Sus obras cuentan con gran personalidad, valores y cultura propios.

La formación del estudio inició luego de que terminaran la universidad. Habían compartido mismas experiencias y visiones. Esto los llevo a estar en un mismo espacio, compartiendo trabajos, participando en actividades que dejaban prever su futuro éxito. Dedicaron su tiempo a la realización de proyectos arquitectónicos por encargo de sus profesores, que veían el potencial que había en ellos. “Todo ello hizo que cohesionemos más, crear dinámicas de trabajo. Digamos que ahí comenzó la formación de Nómena Arquitectos”.

Sostener el crecimiento constante del negocio durante los primeros años fue un gran reto para ellos. Sus dinámicas ensayo-error fueron sentando poco a poco su experiencia. Hoy es posible ver cómo han construido una forma de trabajo, mejorando procesos y estableciendo una cultura en términos proyectuales y gerenciales. “En ese sentido, los directores nos dividimos las partes gerenciales, ligadas a nuestras afinidades y capacidades. En la parte proyectual, en términos de diseños, hay una ‘cultura Nómena’, hay una manera compartida en la que diseñamos. El traslape de información es muy importante para que todo funcione de la mejor manera”.

Nómena participó en el Bienal de Venecia del año 2012, siendo el estudio más joven, asistiendo al lado de arquitectos de gran trayectoria internacional. Fueron

acontecimientos similares los que consolidaron su importante rol dentro de la arquitectura peruana. “La experiencia allá fue muy interesante, pero destaco la convivencia intelectual previa que tuvimos junto a estos estudios en Lima. Éramos los más jóvenes intercambiando ideas con profesionales de mucha más experiencia”. Por su parte, el punto de partida ideológico de Nómena fue la publicación del libro “Composiciones”. Este trabajo fue construido a partir de veinte conversaciones con los arquitectos más destacados del medio. “Fue Juan Carlos Doblado quien nos dio la idea de grabar las conversaciones. Las publicamos en nuestra web y nos dimos cuenta de que era un material muy valioso”, dijeron.

Posteriormente, los socios pensaron en la evolución de la empresa. “Lanzamos la hipótesis de: ¿qué oficina queremos ser? Empezamos a ver si queríamos ser una oficina mediana o grande. A partir de ese momento, hemos tenido un crecimiento exponencial en los cinco últimos años, con una mirada más clara de hacia dónde queríamos ir”. Dentro de los hitos que desarrollaron se encuentran proyectos como La Capilla de la Piedra, desarrollado en lo que consideran su etapa boutique; y el concurso del Lugar de la Memoria (LUM), donde participaron junto a Enrique Ciriani y Juan Carlos Doblado. Luego está el concurso del Leuro 2, donde obtuvieron el segundo lugar. Más tarde, el concurso del Centro Cultural Pedro de Osma, donde obtuvieron el premio mayor. El Edificio Nazca, finalmente, consolidaría su etapa corporativa.

Como legado, los directores de Nómena tienen muy claro lo que quieren transmitir a las nuevas generaciones de arquitectos. Su objetivo es ofrecer a los jóvenes el conocimiento de cómo deben ser las oficinas de arquitectura en el Perú. “Nos encantaría dejar como legado que se plantee la idea de que las oficinas de arquitectura son empresas al servicio de la sociedad”. Su visión como empresa, aseguran ellos, no solo está enfocada en el estatus, la experiencia o el conocimiento, sino en alcanzar el objetivo más importante de su firma: ser una empresa modelo para la ciudadanía. “Queremos ser un espacio donde la gente pueda encontrar una buena condición laboral, donde puedan hacer una línea de carrera, que se sientan en espacios de confort, que cuenten con derechos laborales. Nos encantaría poder ser una empresa modelo donde la gente quiera venir a trabajar”. //

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