EDITORIAL
ELECTROMOVILIDAD Y LAS CIUDADES DEL FUTURO
L
as ciudades del presente son la tierra fértil del futuro; es por ello que, la prosperidad que pueden alcanzar las siguientes generaciones, se encuentra estrechamente ligada a nuestras acciones. Es tiempo de abanderar causas y proyectos que sean pensados a largo plazo, con enfoques más resilientes y en concordancia con los ejes torales que marca la agenda 2030 en busca de un desarrollo sostenible.
Es decir, se vuelve fundamental pensar en el fin de la pobreza; erradicar el hambre; garantizar la salud y el bienestar; establecer una educación de calidad; trabajar por la igualdad de género; buscar las condiciones para el agua limpia y el saneamiento; establecer energía asequible y no contaminante; lograr que haya trabajos decentes y crecimiento económico; fomentar la industria, innovación e infraestructura; avanzar en la reducción de las desigualdades; edificar ciudades y comunidades sostenibles; tener una producción y consumo responsables; establecer acción por el clima; velar por la vida submarina; generar políticas públicas para garantizar la vida de ecosistemas terrestres; con gobiernos de paz, justicia e instituciones sólidas y para todo ello, generar alianzas que permitan lograr estos objetivos.
Más de uno de los puntos mencionados, competen directamente a nuestro sector transversal, ya que, las ciudades del 2030, serán las ciudades en que la energía se produzca y se almacene de una manera distinta, buscando menos contaminantes, pero al mismo tiempo, presentando nuevos retos para la protección contra incendio ante los riesgos de la electromovilidad y la generación de energías limpias.
Comentarios: lectores@revistacontraincendio.com
Estas urbes modernas buscarán la preservación del agua, con nuevos métodos para sanearla, pero es innegable que existe alerta en torno a su escasez; un sector como el nuestro, debe estar ocupado desde ya, por el elemento vital que corre por los sistemas de supresión automáticos.
Iniciamos esta conversación con ustedes, poniendo el tema de electromovilidad en la mesa, un sector que crece en México, ya que, se calcula que en 2024 el país tenga cerca de 10 mil vehículos eléctricos, pues ya existen más de 40 marcas que ofrecen, al menos, un vehículo de este tipo, según datos del presidente de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE).
No te puedes perder este número, que vuelve a los básicos técnicos, con temas como arco eléctrico; y sociales, hablando de las consecuencias fatales de los incendios. También, en nuestra sección de portada, se vislumbra la necesidad de fortalecer el marco normativo de cara a las características propias de las ciudades del futuro. Sean bienvenidos.
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ACTUALIDAD
Incendio en Valencia y el efecto chimenea
Fallas por arco en instalaciones eléctricas residenciales y fotovoltaicas, cómo prevenir
Clasificación del riesgo en las ciudades del futuro
Como afrontar la ciudad del futuro
Movilidad eléctrica, replantear el presente con acciones para el futuro
QUE
Efectos mortales de los incendios
Ocupaciones de uso mixto sin regulación, causa de grandes incendios
Sistemas contra incendio modernos, un futuro que ya nos alcanzó
Incendio en Valencia y el efecto chimenea Incendio en Valencia y el efecto chimenea
Por: Carlos Halke
La ventilación continua que genera esta instalación entre la fachada del edificio y los paneles de Alucobond, unida al viento de entre 50-60 km/h, ayudó a la rápida propagación del fuego.
Una vez más, la regulación en materia de protección contra incendio ha dejado de manifiesto su importancia. El trágico incendio de Valencia, España, en el que murieron 10 personas y que dejó un complejo habitacional de dos torres, con 12 y 14 plantas, reducido a cenizas y escombros, es la prueba tangible.
El edificio comenzó su construcción en el año 2005, con un diseño novedoso para la época y aparentemente “bien construido”; en su arquitectura se consideró una cámara entre fachadas y un revestimiento que permitiera aclimatar a los ocupantes, es decir, ser más fresca en época de calor y guardar cierto calor en los meses más fríos del año, mejorando la condición térmica, sin embargo, ahora sabemos que los materiales seleccionados para dicho cometido y la propia estructura, ayudaron a la propagación del fuego.
Ahora bien, dando más contexto al párrafo inicial; España no tenía, en 2005, restricciones para los materiales ocupados en fachada, fue hasta 2011 que su legislación incluyó una normativa que regula los materiales antiincendios.
Su marco regulatorio se compone de:
El Código Técnico de la Edificación (CTE): regula las exigencias básicas de calidad, seguridad y habitabilidad de los edificios. Dentro del CTE, el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio (DB-SI) establece las condiciones que deben cumplir las construcciones para evitar el inicio y la propagación del fuego, facilitar la evacuación de las personas y permitir la intervención de los bomberos.
El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI): dispone las condiciones y el mantenimiento de las instalaciones y equipos de protección contra incendios.
El Reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos Industriales (RSCIEI): tipifica las condiciones de seguridad contra incendios específicas para los establecimientos industriales.
Las Normas UNE: normas técnicas que desarrollan los criterios y los métodos de ensayo para los materiales, los productos y los sistemas de protección contra incendios.
La fachada
El incendio comenzó cerca de las 17:30 en la fachada oeste del edificio de 14 plantas, en menos de una hora había cubierto prácticamente toda la torre y se había propagado a la segunda torre.
La arquitectura de esta edificación contempla una fachada ventilada, es decir, después de la capa interior del edificio, se pone una fachada aislante y otra exterior no aislada, generando una pequeña distancia entre ambas. Esto crea una especie de cámara de aire en toda la pared del edificio. Generando una especie de chimenea que sube por toda la vertical.
Las características de una fachada como esa permiten que en verano se reduzca la entrada de calor, pero es también, una condición que permite la propagación del fuego, produciendo lo que se conoce como el efecto chimenea.
El efecto chimenea: es un movimiento del aire que entra y sale a través de ductos, aberturas no selladas, conductos de humos u otras ventilaciones, dada la flotabilidad del aire. Dicha flotabilidad se produce debido a una diferencia en la densidad del aire interior y exterior que se genera por diferencias de temperatura y humedad. El resultado es una fuerza de flotación positiva o negativa, cuanto mayor es la diferencia térmica y la altura de la estructura
(edificio, ducto), mayor será la fuerza de flotación y, por tanto, el efecto (chimenea). Ahora bien, este efecto (chimenea) ayuda a impulsar la ventilación natural, es decir, la infiltración de aire; esto permite que en un incendio las llamas sean arrastradas hacia arriba del edificio, si no hay barreras cortafuego en el camino.
Otro factor que contribuye a la expansión es la altura de la “chimenea” donde ocurre el intercambio de aires de distintas temperaturas. En Valencia, el edificio tenía 14 plantas; pues, a más altura de este conducto y más temperatura del aire y gases en su interior, más presión habrá. Y a más presión, más rapidez en la elevación del aire caliente y más rapidez en la expansión del fuego. Adicionalmente, los vientos de aquella tarde tenían rachas de entre 50 y 60 km/h.
El material
Según datos del fabricante, el ALUCOBOND® es un panel compuesto de aluminio liviano y de alta calidad reconocido por su durabilidad, flexibilidad de diseño y rendimiento excepcional en aplicaciones de revestimiento exterior. Cuenta con 91 colores y acabados en stock. Es una marca registrada por la compañía 3A Composites, líder del mercado mundial en materiales centrales para construcciones tipo sándwich, particularmente para su uso en parques eólicos. La empresa también es líder en otros segmentos, como la arquitectura, la comunicación visual, el transporte y la industria. En Estados Unidos, sus marcas más conocidas son ALUCOBOND®, DIBOND®, GATORFOAM®, SINTRA® y FOME-COR®.
La planitud, rigidez, ligereza y formabilidad de ALUCOBOND respaldan una gran cantidad de intenciones de diseño. Nuestra versatilidad de colores y acabados brinda a los diseñadores
“ El efecto chimenea se da en aquellos sitios no sellados donde se junten aire caliente, proveniente del fuego, y aire del exterior, con una temperatura y densidad menor. Cuanto más grande es la diferencia de temperatura, mayor es el efecto. ”
la libertad de mezclar acabados sin sacrificar el presupuesto. ALUCOBOND puede resistir las condiciones climáticas manteniendo su estética a largo plazo.
Los incendios
Descrito lo anterior, podemos concluir que cada una de sus especificaciones están pensadas para la estética y funcionalidad arquitectónica, sin considerar la protección contra incendio, misma que debería primar, dadas sus características favorables para el efecto chimenea. Permitiendo, en el caso específico de Valencia, que el incendio avanzara del 5 al 100 por ciento de la edificación en un lapso de dos horas.
Es importante recordar que hay un antecedente, ocurrido de manera similar en junio de 2017 en el edificio de apartamentos Torre Grenfell, al oeste de Londres; mismo que se apagó hasta 24 horas después de su inicio; para ese momento, había destruido 151 viviendas, tanto en la torre como en sus alrededores y 72 personas habían fallecido (algunas familias perdieron todos sus miembros). El Cuerpo de Bomberos de Londres declaró que este incendio había supuesto la mayor operación de rescate de Inglaterra, a nivel individual, desde la Segunda Guerra Mundial.
Favorecer la arquitectura de un edificio no puede estar separada de sus condiciones de seguridad, la estética debe ir amalgamada con la garantía de que los materiales ocupados evitan o inhiben la propagación del fuego. Además, deben ser consideradas las medidas de protección contra incendio necesarias, acorde al análisis de riesgo de cada ocupación.
Fallas por arco en instalaciones eléctricas residenciales y fotovoltaicas, cómo prevenir
Por: Luciano Ángel Estévez Tapia
La protección contra fallas por arco, tanto en circuitos de corriente alterna en instalaciones eléctricas residenciales, como en las instalaciones de corriente directa en instalaciones fotovoltaicas, son una medida crucial para reducir incendios y proteger vidas.
El incremento en el consumo de energía eléctrica es cada día más evidente, lo mismo sucede con la generación fotovoltaica, ambas para nuestro beneficio y que pueden estar presentes en nuestra casa. Una evidencia de ello son las estadísticas de la Comisión Reguladora de Energía en su último reporte (2023) sobre las instalaciones de Generación Distribuida, hasta 500 kW de generación de fuentes renovables, principalmente fotovoltaicas, mayormente instaladas en techos de residencias o comercios, que ya suman 411,085 instalaciones, con un total de 3,361 MW en tan solo 10 años y con crecimiento constante.
Es obvio que la humanidad ha recibido muchos beneficios con la energía eléctrica, pero debemos estar conscientes de los riesgos y peligros que este progreso ha traído, de tal manera que, en este artículo nos interesa informarles como
reconocerlos, medir su impacto y los medios para prevenirlos, porque pueden ser el inicio de un incendio.
La protección de falla por arco en instalaciones eléctricas, es una medida de seguridad diseñada para detectar y mitigar los efectos de los arcos eléctricos que pueden causar incendios. Ahora bien, es importante definir que un arco eléctrico es una descarga de electricidad a través de un aire ionizado entre conductores, que puede ocurrir debido a conexiones flojas, cables dañados o envejecidos, defectos en el aislamiento, aunque también ocurren por defectos internos de algún equipo o dispositivo eléctrico.
Dispositivos de Protección de Arco (AFCI por sus siglas en inglés), son dispositivos diseñados específicamente para detectar las características de una falla por arco y desconectar el circuito afectado antes de que cause un incendio.
Estos dispositivos monitorean continuamente la forma de corriente y tensión en el circuito, buscando patrones que indiquen la presencia de un arco.
Funcionamiento
Detección de Arco: los AFCI utilizan algoritmos avanzados para distinguir entre las condiciones normales de funcionamiento y las características únicas de una falla por arco. Esto incluye las variaciones rápidas en la corriente y los patrones de ruido eléctrico que acompañan a un arco, y que son el disparador de su operación de detección e interrupción. Interrupción del Circuito: una vez detectada una falla por arco, el AFCI desconecta el circuito para eliminar la fuente de calor y chispas que podrían iniciar un incendio. Esto se logra mediante un interruptor incorporado en el dispositivo, o enviando una señal de control a un dispositivo de desconexión separado.
Tipos de arco
AArco en serie
Ocurre en el mismo conductor eléctrico, o en sus terminales, generalmente debido a un cable roto, una conexión floja, un conector mal instalado o mal seleccionado. Ocurren típicamente en circuitos de corriente directa de sistemas fotovoltaicos. También por disparos no deseados por el encendido de lámparas de tungsteno, de cuarzo, fluorescentes, arranques motores con capacitor, arranque motores universales, dispositivos de cocina (hornos
de microondas), o herramientas portátiles. En un sistema fotovoltaico puede existir presencia de tensión de hasta 600 volts corriente directa en instalaciones residenciales.
Arco en paralelo B
Se produce entre dos conductores diferentes, como entre cables de fase, fase y neutro o fase y tierra, lo cual, es muy peligroso y puede generar corrientes más altas, como las de corto circuito, si en las cercanías existen materiales inflamables como plásticos o textiles. Ocurren típicamente en instalaciones residenciales, en circuitos de corriente alterna, de 127 volts, por aislamiento envejecido de conductores, conductores aplastados por pisadas con zapatos o dispositivos rodantes, jalado de cordones eléctricos de lámparas o de electrodomésticos.
Clase de tensión
Debemos considerar que la clase de tensión existente, que puede ser 127 volts corriente alterna, 60 Hertz en instalaciones residenciales o hasta 600 volts corriente directa en instalaciones fotovoltaicas. Figura 1.
El diagrama nos muestra claramente la diferencia en el comportamiento de los circuitos de corriente alterna a 60 Hz en las instalaciones residenciales, donde la onda senoidal de la tensión (volts) pasa por cero 120 veces cada segundo, lo cual, lo hace menos severo que un circuito de corriente directa en el que un mismo valor de tensión se mantiene constante mientras esté energizado ese circuito.
Esto es muy importante porque cuando tratamos de interrumpir un circuito en corriente alterna, los dispositivos de interrupción pueden efectuar dicha interrupción cuando el valor de la tensión pasa por cero y eso es más seguro y menos impactante para los equipos, ya que, en teoría se abriría el circuito sin la producción de un arco, lo que le proporciona mayor duración y reduce su costo de manufactura.
Por el contrario, cuando se trata de circuitos en corriente directa, la interrupción siempre se efectúa al valor nominal de la tensión, la cual, cuando se trata de sistemas fotovoltaicos puede ser de hasta 600 volts en corriente directa y se genera un arco que tendrá un tiempo de extinción dependiendo de la tecnología del medio de desconexión y, por lo mismo, el costo de estos equipos es más elevado. Además, el riesgo del impacto de un arco en corriente directa, de generar temperaturas de hasta 3000 °C, que puede ocasionar fusión de materiales plásticos o metálicos, y una gota de material incandescente puede, a su vez, arrancar un incendio si cae sobre algún material de fácil combustión como madera o plástico.
Normativas y estándares
Afortunadamente, desde hace algunos años, se han desarrollado, en todos los países, estándares para las instalaciones eléctricas en construcciones habitacionales, que tienen el objetivo principal de marcar las pautas para que sean seguras para los habitantes y sus bienes. Por ejemplo, en Estados Unidos, desde hace más de 100 años, se efectuó la primera publicación del Código Nacional Eléctrico (NEC), Canadá algunos años después también publicó su Estándar para instalaciones eléctricas y en México, inicialmente, se contó con un reglamento de instalaciones eléctricas, siendo en octubre de 1999 cuando se publicó la primera edición con el formato de NOM-001-SEDE y la última edición vigente es la NOM001-SEDE-2012. Dicha NOM tiene bastante similitud con las normas de Estados Unidos y de Canadá, sobre todo en lo relacionado con la protección de falla por arco.
En específico, para las instalaciones eléctricas residenciales en corriente alterna la NOM-001-SEDE-2012 en la Sección 210-12 menciona que podrán protegerse todos los circuitos derivados de 15 y 20 amperes en habitaciones familiares, comedores, salas de estar, salones, bibliotecas, cuartos de estudio, alcobas, solarios, salones para recreación, armarios, pasillos, cuartos o áreas similares con un interruptor de circuito por fallas de arco (AFCI) para brindar protección al circuito derivado; desafortunadamente como la NOM-001-SEDE-2012 no se ha actualizado, esta sección permanece como opcional, mientras que en los códigos eléctricos de Canadá y Estados Unidos ya es obligatorio y efectivo desde 2002, y en cada una de sus ediciones de 2005, 2008, 2011, 2014, 2017, 2020 y 2023 han tenido modificaciones para ampliar y precisar su campo de aplicación. Figuras 2 y 3.
En relación con las instalaciones fotovoltaicas en la sección 690.11 afortunadamente, tanto en la NOM-001-SEDE-2012 como en los Códigos Eléctricos de Canadá y Estados Unidos, aparece como obligatorio, qué circuitos de salida de corriente directa encima o penetrando a un edificio, de más 80 V de corriente directa, deben protegerse con interruptor de falla por arco AFCI, aprobado, tipo fotovoltaico.
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Con mayor precisión, el principio de operación de los AFCI de corriente alterna y de corriente directa son muy similares y están basados en el principio de detectar el “ruido eléctrico” que origina una falla por arco, mediante un algoritmo que pueda diferenciar en forma efectiva el “ruido” de una falla por arco, de un “ruido” diferente originado por interferencias electromagnéticas, lámparas de tungsteno, de cuarzo, fluorescentes, arranques motores con capacitor, arranque motores universales, dispositivos de cocina (hornos de microondas), herramientas portátiles, etcétera. Por lo anterior, para que la protección contra falla por arco tenga operación efectiva, la instalación del AFCI debe ser muy cuidadosa, efectuando su instalación únicamente por personal calificado tanto en la inicial, como en su mantenimiento, ya que estos dispositivos AFCI indican la aparición de una falla por arco, pero no precisan el lugar exacto en que está localizada la falla. Por lo anterior, más adelante, indicaremos algunos detalles que ayudaran a ubicar estas anomalías.
GFCI y AFCI
Por otra parte, las regulaciones anteriormente han ordenado que en las instalaciones residenciales y comerciales existan dispositivos de protección por fallas a tierra (GFCI, por sus siglas en inglés), los cuales, detectan fugas a tierra, sobre todo en lugares con ambientes húmedos o mojados, por ejemplo, en baños, cocinas, áreas de lavandería, terrazas, y desconectan los circuitos correspondientes. Esto ha generado que existan áreas coincidentes con protección de fallas a tierra GFCI y fallas por arco AFCI, como serían cocinas y áreas de lavandería y que sumadas a las protecciones tradicionales por sobrecarga y corto circuito que proporcionan los interruptores automáticos (que algunos les llaman “pastillas”), ahora tengamos que instalar dispositivos de protección en determinadas áreas que contienen hasta cuatro diferentes tipos de protección (sobre carga, corto circuito, falla a tierra y falla por arco), creando dispositivos de protección tipo “combinación”, lo cual es bueno, pero crea el dilema, de que cuando se disparan no indican cuál de los cuatro parámetros de protección fue el que origino la falla y tampoco nos indican el lugar de la falla, esto, a su vez, ha llevado a que los instaladores eléctricos se mantengan actualizados y estén preparados para enfrentar estos retos. Pero la tecnología también ha respondido al reto y ya existe un equipo inteligente para diagnosticar cuál falla ocurrió y la localización aproximada de su ocurrencia. En la Figura 4, se muestra un dispositivo de diagnóstico de fallas.
Detonadores de falla
Lo anterior, nos ha llevado a que por iniciativa propia tengamos conocimiento de cuales son las principales causas de las fallas, por ejemplo, porque ocurren las fallas por arco de corriente directa, en sistemas fotovoltaicos:
01
Daño al aislamiento durante la instalación.
03
02
Daños en el aislamiento durante mantenimiento.
Entrada de agua a cables o canalizaciones.
04 05 06 08 07
Ingreso de agua a los conectores de CD debido a mala instalación.
Ingreso de agua a los conectores de CD debido a la degradación de los sellos con el tiempo.
Entrada de agua al inversor.
Entrada de agua al módulo solar o caja de conexiones.
Pobre proceso de compresión de conectores Figura 5.
En sistemas fotovoltaicos (corriente directa) la protección de falla por arco puede ser a nivel de módulo, nivel de hilera o nivel de arreglo.
Cada esquema tiene diferente costo y forma de separación de falla de arco y cumplen con la sección 690.11 de la NOM-001-SEDE-2012. El nivel de módulo e hilera tiene la ventaja de aislar la falla, identificar componente de falla y minimizar pérdidas de producción de energía por la selectividad de desconexión parcial del arreglo.
A nivel de inversor (arreglo) es económica, pero ocasiona reducción de producción de energía debido a los disparos inconvenientes o disparos por falla de arco.
Además, una vez que el AFCI se ha activado es más difícil localizar el componente FV fallido. Estas alternativas no dejan en claro cuál metodología de detección es superior. Por tanto, queda a elección del propietario del sistema, el decidir el nivel de detección que prefiere.
Inversores fotovoltaicos que incluyen a AFCI, existen varias marcas en el mercado nacional, es conveniente que se verifique en forma fehaciente que cuenten con una certificación que cumpla con los estándares UL-1699B o IEC-63027, que son específicos para este tipo de falla. Figura 6.
Existen también detectores de falla por arco remotos a nivel de hilera o a nivel de módulo (con optimizadores), que permiten mayor precisión en la detección de falla por arco por circuito o hilera de módulos Figura 7, los cuales, una vez detectada la falla deben enviar una señal de control a un desconectador o contactor de corriente directa, para que desconecte el circuito donde se originó la falla.
Autoaprendizaje de nuevas funciones de arco con modelo de IA, Figura 8, con detección precisa de fallas de arco a través de algoritmo de red neuronal local, mediante optimizadores instalados en cada módulo, constantemente monitorea las señales de “ruido” por fallas de arco y las compara con señales de otros inversores, para tener una detección libre de falsas señales, tanto como sea posible; la desconexión del inversor en 0.5 segundos, permite una protección rápida por fallas de arco.
Conclusión
En resumen, la protección contra fallas por arco, tanto en circuitos de corriente alterna en instalaciones eléctricas residenciales, como en las instalaciones de corriente directa en instalaciones fotovoltaicas, son una medida crucial para mejorar la seguridad eléctrica en instalaciones residenciales y comerciales, su implementación puede prevenir numerosos incendios y proteger vidas y propiedades, con:
Reducción de incendios. Disminuyen significativamente el riesgo de incendios eléctricos, que son una de las principales causas de incendios en edificios.
A B
7.- Detectores de falla por arco , (a) para un solo circuito o hilera, y (b) para cuatro o más circuitos o hileras de módulos fotovoltaicos. – Fuente Siemens y Fonrich
02 03
Protección de personas y propiedades. Aseguran la integridad de las instalaciones eléctricas, protegiendo tanto a los ocupantes como a las propiedades.
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CLASIFICACIÓN DEL RIESGO EN LAS CIUDADES DEL FUTURO
Por: Luis Gonzalo Reyes
Más que nunca, la protección contra incendio deberá concebirse como una estrategia integral que contemple protección activa, alarma y detección, protección pasiva y mantenimiento, ante las complejidades propias de las ciudades modernas y sus riesgos.
Desde sus inicios, las ciudades han sido centros de innovación económica, política, social y cultural. En la actualidad, por los flujos crecientes de población, se busca que las urbes tengan oportunidades laborales y de negocio, en definitiva, mejores condiciones de vida.
El crecimiento, más o menos ordenado y planificado de estas ciudades, genera múltiples retos a todos sus habitantes, mismos que trabajan o visitan estas urbes complejas, pero en especial, a quienes las gobiernan y administran; ya que, la eficiencia en la gestión de los servicios públicos de carácter urbano (aire que respiramos, agua que consumimos, espacios públicos en los que realizamos múltiples actividades) está limitada. Desde hace tiempo, las principales ciudades ya no pueden extenderse, por la problemática de los servicios públicos y porque físicamente no hay tierra para urbanizar; por lo cual, las tendencias de construcción se han centrado en edificar de forma vertical.
Edificios de usos múltiples. Cuando hablamos de edificios de usos mixtos o usos múltiples, nos referimos a aquellas estructuras que combinan dos o más actividades, por ejemplo, residencial, comercial o de estacionamientos. Este tipo de propuestas constructivas nacen ante la necesidad de encontrar espacios para cubrir la demanda de ciudades en constante crecimiento.
Protección contra incendio integral
Ante esta lógica de construcción, podemos encontrar edificios donde habrá dos o más ocupaciones (ocupaciones
múltiples); estas, se subdividen en ocupaciones separadas —por materiales resistentes al fuego— y ocupaciones mixtas —cuando la ocupación está entremezclada—, si se elige la opción de ocupación mixta deberán aplicarse las cláusulas más restrictivas de las ocupaciones involucradas. En caso de que surja una controversia con respecto a la clasificación, será el criterio de la autoridad competente quien determine el tipo de ocupación.
Por definición, una ocupación es existente cuando un edificio fue aprobado para su construcción por la autoridad competente, considerando la fecha en la cual,
la autoridad competente aprobó de forma oficial los planos para su construcción. Las diferencias de requerimientos entre ediciones derivadas de actualizaciones de lineamientos posteriores a la aprobación de la construcción generalmente no son aplicables de manera retroactiva a las ocupaciones existentes, a menos que, la autoridad competente determine que la falta de conformidad con estos requerimientos presenta un riesgo serio para los ocupantes.
La carga de ocupación es un dato fundamental para aplicar la definición de la ocupación e identificar correctamente su clasificación, representa el número total de personas que podrían ocupar, al mismo tiempo, un edificio o estructura; considerando las características físicas del edificio (áreas específicas de uso, alturas, tipos de construcción, etcétera).
Ahora bien, observando el contexto, el reto para la especialidad de protección contra incendio integral en dichas ciudades del futuro será en las siguientes áreas:
Protección activa (sistema de rociadores automáticos).
Protección de detección (sistema de alarma).
Protección pasiva (materiales con resistencia al fuego).
Mantenimiento de los sistemas contra incendio.
Protección activa (sistema de rociadores automáticos)
El término riesgo y su clasificación podrían diferir dentro del mismo edificio o instalaciones, en función al código o norma aplicable. Es importante asegurarse de especificar el documento de referencia.
En general, este término refiere al peligro relativo durante el comienzo y la propagación del incendio; el peligro del humo o de los gases generados, y el peligro de explosión u otro suceso que ponga potencialmente en riesgo la vida y la seguridad de los ocupantes del edificio o la estructura. En apego a las principales normativas de protección contra incendio, los riesgos se pueden definir de la siguiente forma:
Riesgo bajo. Los contenidos tienen tan baja combustibilidad que, debido a ello, no puede ocurrir la auto-propagación del fuego. Principalmente, son oficinas y áreas habitacionales; dichas zonas están ubicadas, generalmente, en la parte más alta del edificio, por lo cual, el reto es
llevar la cantidad de agua mínima necesaria a los rociadores automáticos para controlar o sofocar un conato de incendio a la presión indicada.
Riesgo ordinario. Los contenidos que tienen posibilidad de arder con moderada rapidez o generar un volumen de humo considerable. Básicamente, son los estacionamientos, lavanderías, restaurantes. Aquí el reto se presenta con mayor frecuencia en los estacionamientos, ya que, el tipo de construcción tiene muchas obstrucciones y la altura es limitada; teniendo con ello, una alta probabilidad de daño mecánico al sistema de rociadores.
Riesgo alto. Los contenidos que tienen posibilidad de arder con extrema rapidez, o de los cuales, se pueden esperar explosiones. Generalmente, son los almacenes con líquidos inflamables o combustibles.
Los retos del futuro
Proyectando una mirada al futuro, se vislumbran diversos retos u oportunidades, según se quiera ver; por ejemplo, a pesar de ser una tecnología relativamente nueva, los transportes que emplean propulsión eléctrica, de manera total o parcial, como bicicletas, motocicletas, vehículos, serán materia de análisis y objeto de estudio para generar protección contra incendio adecuada para dichos elementos.
La otra tecnología relativamente nueva son los paneles solares, ya que se busca que las ciudades del futuro sean autosustentables, esta será una de las formas de tener energía limpia. Aunque, como sucede con cualquier sistema eléctrico, el fuego siempre es un peligro potencial. Una de las causas más comunes son los fallos
de arco eléctrico, es decir, descargas eléctricas de alta potencia entre dos o más conductores. El calor causado por esta descarga puede hacer que el aislamiento del cable se deteriore y, por tanto, provocar una chispa o un “arco” que provoque un incendio.
Los sistemas fotovoltaicos están sujetos a fallos de arco en serie, causados por una interrupción en la continuidad de un conductor, o fallos de arco en paralelo, causados por corriente no intencionada entre dos
Ojo, las ubicaciones para las conexiones de las mangueras de bomberos serían:
Cada descanso del piso principal o descanso intermedio de las escaleras requeridas.
En el techo, si la escalera no tiene acceso al techo.
Cada lado de las aberturas de salida, en salidas horizontales.
Pasadizos de salida.
conductores, a menudo, debido a una avería de puesta a tierra.
Por lo cual, el reto será la forma más óptima para proteger las zonas de carga, para el tipo de transportes que hemos mencionado, dentro de los edificios, así como las zonas de paneles solares. A pesar de tener un sistema automático contra incendio, es importe contar en estos edificios con un sistema de mangueras e hidrantes, instaladas en toda la vertical, para proporcionar agua confiable a la supresión manual de incendios por parte del departamento de bomberos o personal capacitado.
Teniendo en cuenta que debemos analizar todos los riesgos, podemos calcular la capacidad de la bomba contra incendio (gasto y presión requerida) y así mismo la cantidad de agua exclusiva para el sistema contra incendio conforme a normativa.
Protección de detección (sistema de alarma)
Existen sistemas de alarma y detección de incendio, que son
Calidad Superior
certificados y
APROMSA
Presentes en
Agosto 27-28 | WTC
STAND C-13
capacitados
calidad y servicio años de experiencia líderes nacionales almacenamiento
de control automático y manual, con una tecnología compleja y en constante innovación; estos, tienen como propósito garantizar la evacuación rápida de los ocupantes de una edificación. Por su gran importancia, estos sistemas deben ser diseñados, instalados, probados e inspeccionados, según los códigos y normas aplicables para proyectos específicos.
Su misión principal es detectar un conato de incendio en una fase temprana, emitiendo una alerta y brindando información a todos los ocupantes del lugar protegido, así como a las personas que responden a la emergencia.
Este sistema de alarma y detección supervisan la integridad física del sistema, anuncian el estatus de alarmas de incendio e inician la respuesta a estas señales. Cuando se produce una alarma generada por un dispositivo iniciador, el panel de control presentará en forma visual y audible la señal indicativa de alarma.
Como hemos dicho antes, los sistemas de alarma pueden ser automáticos o manuales. Los dispositivos automáticos son los detectores de calor, de chispa, de flama, de humo, de gas. Los dispositivos manuales son las estaciones manuales, las cuales,
anuncian por medio de sirenas con estrobo la evacuación del edificio
El reto de estos sistemas es poder anunciar un conato de incendio, permitiendo la evacuación segura de los ocupantes de una edificación; por lo cual, es importante que la selección del detector sea la correcta, pues ello garantiza una pronta detección.
Protección pasiva (materiales con resistencia al fuego)
La protección pasiva contra incendios, comprende una serie de medidas arquitectónicas y constructivas que se diseñan e implementan para contener y controlar un incendio dentro de una estructura o área específica. Su objetivo principal es retrasar la propagación del fuego, minimizar los daños estructurales y permitir la evacuación segura de personas en caso de emergencia.
Dicha protección, comprende elementos como: puertas, pintura y techos reforzados con materiales endotérmicos, que sirven para limitar la propagación del fuego, del humo y del calor hacia distintas zonas de un edificio.
Con esto, se pueden obtener beneficios tales como:
Garantizar la estabilidad del edificio.
Facilitar la evacuación de las personas.
Proteger de manera permanente al inmueble y sus ocupantes.
Gracias a su efectividad, este sistema se considera como un escudo contra el fuego, que le da una mayor resistencia a la arquitectura de los inmuebles, es una protección permanente que no necesita de intervención humana para funcionar de forma correcta.
Los elementos clave de la protección pasiva contra incendio:
Compartimentación.
Muros contra incendio.
Pinturas y selladores intumescentes.
Puertas contra incendio.
Techos resistentes al fuego.
En la construcción de edificios más recientes, se ha incrementado el revestimiento de la fachada con paneles de materiales compuestos metálicos , práctica que ha de crecer en el futuro. Esta fachada exterior se puede utilizar para proporcionar un grado de aislamiento térmico y resistencia a la intemperie, pero también para mejorar la apariencia del edificio. Sin embargo, muchos de estos revestimientos, se han identificado como riesgos de incendio por su diseño y sus materiales de fabricación, materiales que pueden ser combustibles.
Puede ser alarmante, ya que, entre el revestimiento y la pared hay un espacio vacío. En caso de incendio, esta cavidad actúa como una chimenea, intensifica el fuego y lo extiende hacia la parte superior del área revestida. Un incendio en el edificio puede afectar el revestimiento a través de ventanas abiertas, balcones u otros accesos al edificio. El reto es evitar y rechazar este tipo de materiales, evitando eventos lamentables como el de Valencia, España, en el que murieron 10 personas y que dejó un complejo habitacional reducido a cenizas, gracias a este efecto chimenea.
Mantenimiento de los sistemas contra incendios
Los edificios con diferentes ocupaciones han dejado de ser sitios exclusivamente para abastecernos de productos y servicios y se han convertido, inclusive, en centros de
entretenimiento para la mayoría de los ciudadanos. Por ese motivo, se ha vuelto fundamental poner en funcionamiento un sistema contra incendios, preciso, para resguardar la vida y el bienestar de nuestros empleados y consumidores.
Quizá te preguntes, por qué debemos realizar mantenimiento al sistema contra incendio, la respuesta está en la misma afirmación: las instalaciones del sistema contra incendios están diseñadas para permanecer en un estado expectante, por ello, se debe realizar un mantenimiento que se base en la revisión, inspección y medidas para evitar acciones por parte de las instalaciones durante el proceso. Así mismo, es fundamental verificar si han realizado modificaciones a dicho sistema, así como, comprobar, mediante pruebas, el funcionamiento de las instalaciones.
Para el sistema de detección se deben llevar a cabo las tareas de verificación, inspección, verificación y comprobación de los accesorios principales, dando especial atención a pilotos, fusibles, indicaciones luminosas y acústicas, limpieza de bornes, sistemas de baterías, pulsadores manuales y similares.
En materia del sistema de protección activa, los elementos que requieren mayor atención, inspección y verificaciones, son los dispositivos de descarga del agente extintor y de puesta en marcha; conexiones y circuitos en los sistemas de control; señalización de mandos manuales, depósitos,
válvulas, alarmas, bombas, entre otros. La comprobación de los niveles de combustible, agua, aceite, entre otros, al igual que inspección visual general de las instalaciones y accesorios, es imprescindible para el mantenimiento del sistema contra incendios.
Conclusiones
Las ciudades del futuro siempre serán un reto ante los vertiginosos cambios que implica la autosustentabilidad, la diversificación de ocupaciones, la cantidad de personas, los materiales de construcción en los edificios y la necesidad de personal calificado para mantener los sistemas. Los especialistas en el área de sistemas contra incendio deberán estar siempre a la vanguardia en la nueva tecnología, normativa actualizada, equipos más eficientes para la seguridad.
Reconociendo que la prevención nunca será 100 por ciento exitosa, es necesario planificar y diseñar para mitigar los daños cuando ocurre un incendio. Las diversas estrategias para ello, constituyen lo que se suele llamar protección contra incendios.
MECÁNICO
Por: Jaime A. Moncada
Las ciudades del futuro deberán girar al rededor de una mejor seguridad y adopción normativa en materia de protección contra incendios, aunadas las mejores prácticas de su gestión.
Areserva de lo que opinen, dentro del sector, casi toda Latinoamérica y el Caribe mira a los Estados Unidos cuando busca información, códigos, normas o equipos de seguridad contra incendios. Como ya he escrito varias veces en esta revista, uno de los cambios más importantes en ese país, aunque ha venido ocurriendo paulatinamente en los últimos 50 años, pasando casi desapercibido para muchos, radica en que los códigos del IBC y la NFPA requieren la protección con rociadores automáticos en la gran mayoría de los edificios.
Paralelamente, se ha limitado la utilización de los detectores de humo en estos mismos edificios. En la actualidad, la detección de humo, principalmente, a través de alarmas de humo locales, se requiere en recintos donde la gente pueda dormir, como se muestra en la Foto 1. Por otro lado, los detectores de humo en edificios también se requieren en el lobby del elevador, para sacarlo de servicio durante un incendio (elevator recall); en el sistema de aire acondicionado centralizado para evitar que este sistema distribuya el humo del incendio; en ciertos cuartos importantes, como el centro de cómputo o de comunicaciones, con la función de detectar incendios de muy baja energía y para que puedan
ClaveEstándar
ÁREA INCENDIOS
EC1082 Aplicación de técnicas de combate, salvamento y extinción de incendios en aeronaves e instalaciones aeroportuarias
EC0594 Implementación del sistema de comando de incidente en el período inicial.
EC0532 Operación del vehículo de emergencia.
Único representante en México
NFPA 72 “Código nacional de señalización y alarmas contra incendios”
Certificación, 01 al 03, Querétaro
NFPA 10 “Norma para extintores portátiles contra incendios”
Certificación, 06 al 09, en línea
NFPA 13 “Norma para la instalación de sistemaS de rociadores”
Certificación, 26 al 28 de agosto, CDMX y 17 al 19 de octubre ,en línea
NFPA 2001 “Norma sobre sistemas de extinción de incendios con agentes limpios” / NFPA 750 “Norma sobre sistemas de protección contra incendios con agua nebulizada”
Certificación, 22 y 23, en línea
activar un sistema de supresión, si existe; y en sistemas de extracción de humos, los cuales son poco comunes en Latinoamérica.
INERCIA DE LA PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS
Aunque hay países que han mejorado sus regulaciones contra incendios como Costa Rica, Panamá, Ecuador, República Dominicana y Colombia, seguimos instalando en los edificios de esos países, métodos de protección contra incendios que ya no son requeridos. Tomen el caso de las mangueras. Desde hace ya casi dos décadas, la normativa NFPA requiere la instalación de conexiones para mangueras (llamados Sistemas Clase I en la NFPA 14) y ha eliminado el requerimiento de instalar gabinetes de mangueras (llamados sistemas Clase II), pero aún ya no sean requeridos por el código local, los seguimos instalando.
Para mí, es paradójico que en el edificio típico Latinoamericano, aunque no requiera la detección de humos, instalamos estos aparatos con una densidad mucho más alta que la que indica el fabricante del detector. Pero infaliblemente, instalamos una densidad mucho más baja de aparatos de notificación que la requerida, y cuando la normativa reza que la notificación debe ser por voceo, instalamos notificación por tono. Algo parecido ocurre con los extintores manuales. A través de Latinoamérica instalamos más extintores y de mayor tamaño que los que requiere la NFPA 10 o que se aprecia en edificios similares en Estados Unidos.
Mi difunto padre, don Jaime Moncada Pérez, decía sabiamente que “instalar más no es mejor, pero instalar menos de lo necesario, es como no tener nada”.
CÓMO ROMPER ESTOS PARADIGMAS
Tal vez, una solución ante el paradigma, es que además de mirar la normativa que se usa en Estados Unidos, debemos entender mejor cómo funciona la seguridad contra incendios en ese país. Para ello, les propongo lo siguiente: les voy a describir cómo funciona la seguridad contra incendios en la población donde resido con mi familia, para que ojalá, entendiéndola, podamos abrir camino a un futuro más moderno.
Yo vivo en el Condado de Howard, en el Estado de Maryland. Mi casa está casi equidistante a las ciudades de Washington DC y Baltimore. Es el típico suburbio Americano, aunque con regulaciones, y en seguridad contra incendios, bastante avanzadas. Aquí, por ejemplo, la autoridad de prevención de incendios (el Fire Marshall), fue una de las primeras en requerir la protección de las residencias con rociadores automáticos. La Foto 1 muestra, por ejemplo, la seguridad contra incendios en la habitación de mi hija.
Pero una de las diferencias fundamentales con nuestra Latinoamérica, reside en que aquí, la autoridad del acueducto permite que los sistemas de rociadores estén conectados a la red de agua potable. Es probable que las hayan visto, pues este país está sembrado de torres de agua, pero para aquellos que no las conocen, son justo como las que ilustra la Foto 2. Estas, permiten que la red de agua potable, a la cual están conectados los hidrantes de calle, tengan una presión residual de aproximadamente 50 a 80 psi con caudales importantes.
Foto 2
Esto permite que una gran variedad de edificios puedan tener suministro de agua contra incendios, no solamente de una manera confiable, sino gratis. Sí, lo leyeron bien, sin costo para el dueño del edificio. Es decir, se ahorran la construcción del tanque de agua, la instalación de las bombas contra incendios y la bomba jockey, y el costo de la inspección, prueba y mantenimiento que estos equipos requieren. La Foto 3 muestra la torre de agua y una gran variedad de edificios que son abastecidos por esta red de agua. Casi todas las estructuras edilicias están protegidas con rociadores automáticos.
Es evidente que los edificios de gran altura, bodegas, industrias pesadas, y cualquier otro riesgo alto, requiere su propio tanque de agua y sus bombas contra incendios para que puedan cumplir los requerimientos más altos de estos edificios. Por ejemplo, en la Foto 3 se puede apreciar, en la parte posterior, un centro de investigación; se trata del Applied Physics Lab (APL) de la Universidad de Johns Hopkins, uno de los centros de investigación más famosos de los Estados Unidos. Ahí se desarrolla investigación para el departamento de defensa y la NASA. Pero también investigación sobre protección contra
incendios, como la evaluación de las nuevas formulaciones de espumas contra incendios. El APL tiene su propia red contra incendios, con su tanque y bombas, que permiten la protección de estos riesgos más complejos.
Sin embargo, algunos riesgos importantes como, por ejemplo, el supermercado mostrado en la Foto 4, se abastecen desde la red de acueducto.
Foto 4
En la foto se puede ver como está protegido el edificio: rociadores de techo, con tubería de acero pintada del mismo color del techo, y conectada, a través de un ensamblaje de contra flujo y de control y prueba, a la red de acueducto; notificación a través de parlantes de tono con estrobo; señalética iluminada internamente; lámparas de emergencia y extintores manuales. Hay solo un pulsador de alarma en el edificio, en el puesto del supervisor de turno, pues el código local permite la eliminación de los pulsadores al lado de cada puerta de evacuación, pues se asume que los empleados del supermercado están siempre presentes y sabrán actuar de forma correcta en caso de un incendio.
EL FUTURO
En la mayoría de las edificaciones de los Estados Unidos, los sistemas de protección contra incendios son más sencillos de lo que anticipamos. Erróneamente, asumimos que cumplir las normas de la NFPA es prohibitivo. Por ejemplo, los grandes rascacielos que se han construido recientemente en México y otros países de la región, tienden a tener más protección contra incendios que en un edificio similar en el vecino del norte. No solo está la inercia del pasado. Además tendemos a definir los niveles de protección por intuición o analogía, sin estudiar siempre los códigos de incendios. Aunque considero que el principal problema radica en que no tenemos un buen punto de referencia, como lo puede tener alguien que vive en Estados Unidos, viendo diariamente como están protegidos los edificios.
Ahora bien, es importante resaltar que esto no solamente ocurre en los edificios. Por ejemplo, a través de Latinoamérica, en plantas petroquímicas, casi todos los tanques de combustible han sido protegidos con anillos de agua. Es casi dogmático. Pero el objetivo del anillo es limitar la radiación y no siempre el tanque requiere este tipo de protección.
De tal forma que, al entender cómo funciona la seguridad contra incendios en Estados Unidos, podemos todos empujar con las autoridades locales, para que, por ejemplo, permitan que las redes de acueducto se puedan utilizar como la fuente de agua para sistemas contra incendios. Eso nos beneficia a todos. Sobre todo porque la confiabilidad de las redes de acueducto de muchas ciudades Latinoamericanas ha mejorado mucho.
Considero que el futuro cercano tiene que estar alrededor de mayor adopción y adaptación de normativa, por ejemplo, la del International Building Code (IBC). El IBC es el código de construcción requerido en todos los Estados Unidos, así como los países de habla inglesa de las Américas. Es mucho más completo que la NFPA 1 o NFPA 101, pues aborda el tema de los tipos de construcción de los edificios y su resistencia al fuego, algo que la mayoría de nuestros países no ha regulado. Colombia, por ejemplo, gracias al trabajo de varios profesionales, con muy buen tino, ha actualizado su código de incendios, y dicho código colombiano sigue los lineamientos del IBC. Ojalá que durante el proceso de revisión pública, que hasta ahora empieza, no se descarrile este importante trabajo, pues este código pudiera ser un ejemplo para la región.
Pero la realidad es que una efectiva y eficiente seguridad contra incendios no se puede obtener por decreto. Se obtiene cuando el usuario entienda que la seguridad contra incendios es fundamental. Se obtiene cuando exista un grupo de diseñadores e instaladores éticos, formados y que ofrezcan calidad como su producto final. Se genera también cuando exista una autoridad competente, seria y capacitada. Una vez que estos factores estén presentes, podremos, entonces, esperar modernizar eficazmente nuestras ciudades del futuro.
JAIME A.
MONCADA, PE
DIRECTOR DE INTERNATIONAL FIRE SAFETY CONSULTING (IFSC), UNA FIRMA CONSULTORA EN INGENIERÍA DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS CON SEDE EN WASHINGTON, DC. Y CON OFICINAS EN LATINOAMÉRICA. ÉL ES INGENIERO DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS, GRADUADO DE LA UNIVERSIDAD DE MARYLAND, COEDITOR DEL MANUAL DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS DE LA NFPA, Y ES UN RECONOCIDO EXPERTO DE SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS EN LATINOAMÉRICA.
Movilidad electrica,
REPLANTEAR EL PRESENTE CON ACCIONES PARA el futuro
El mundo que pide transformaciones firmes y puntuales, nos empuja hacía lógicas sustentables y energías limpias; la movilidad eléctrica es, para muchos, la respuesta ante ciertos aspectos contaminantes, al mismo tiempo que se presenta, por sus características particulares, como un reto que ha de resolverse en los próximos años para la seguridad de las personas, en torno a este contexto, hablamos con el presidente de la AMIVE.
Pensar en la ciudad del futuro y proyectarla en una urbe tan grande y plural como la Ciudad de México, puede resultar en una suma de proyectos difíciles de concretar. Establecer su interconectividad y trasladar esa lógica a todos los espacios en que sus habitantes confluyen será un interesante reto que nos llevará, de a poco, a nuevos procesos industriales, fuentes de energía, e incluso, riesgos inherentes a la actividad laboral y el modo de vida.
Establecer, por ejemplo, una nueva movilidad a través de vehículos eléctricos, se ha vuelto una realidad innegable que crece con los años y que nuestro país ha adoptado en cierta medida. “En CDMX se está entendiendo bien, —afirma en entrevista Francisco Cabeza, presidente de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE)— e incluso, existe diálogo con las autoridades y se pretende que, en el corto plazo, el centro de la ciudad sea libre de emisiones, Metrobús tiene una línea completa con camiones eléctricos ofreciendo el servicio y RTP acaba de anunciar la llegada de 50 autobuses eléctricos”.
El vehículo eléctrico
Francisco indica que “dicho vehículo representa la eficiencia energética, que contra un automóvil de combustión es de un 70/30, es decir, en el de combustión se consume el 70% de la energía para poderlo traducir en un 30% de movimiento, mientras tanto, el eléctrico optimiza ese 70% de la energía, pues casi toda la que le provees al vehículo se va a la movilidad del mismo”.
Otro punto importante del automóvil eléctrico es que esa energía que utiliza es un 80 a 90% más barata en comparación con los hidrocarburos que utilizan los vehículos de combustión. Su fabricación puede generar ciertos niveles contaminantes, pero al momento de operarlo se compensa y termina emitiendo 100 gr de CO2 por Km recorrido.
Adicionalmente, el vehículo se recarga mientras las personas duermen, trabajan o realizan cualquier otra actividad. “Para las flotillas de grandes empresas, por ejemplo, los carros pasan de 10 a 12 horas encerrados por la noche y resulta que en la noche la CFE cobra más barata la energía”, representando para ellos un importante ahorro.
“El motor eléctrico tiene un 60% de ahorro en costos de mantenimiento. Al conducirlo, no hay ruido de motor ni un incremento en la temperatura por el calor del mismo; –apunta el Maestro Francisco Cabeza, con especialidad en Psicología Política por la Universidad de Stanford –dicho por los conductores, esto representa hasta un 30% de reducción de estrés”.
Hablemos de electromovilidad en el país
Se espera que en 2024 el país tenga cerca de 10 mil vehículos eléctricos. En materia de consumo interno, del año 2022 al 2023 se presentó un incremento del 25%, esto significa que México sigue comprando coches y está creciendo de manera significativa en dicha industria. “Ya existen más de 40 marcas que ofrecen, al menos, un vehículo eléctrico dentro de su oferta. Si piensas y lo proyectas a la actualidad, los vehículos eléctricos son caros, tienen poca autonomía y no hay dónde cargarlos, eso te dice cualquier marca u agencia que no quiere vender vehículos eléctricos –apunta Francisco –; adicionalmente, México es un país con el 50% de población en extrema pobreza, ante este último factor, pocos o nadie, se atrevería a pedirle al país incentivos a un coche de lujo, cuando ese dinero se puede ir a programas de alfabetización, de
disminución del hambre, o de llevar agua a los lugares en que no la hay. – y agrega el titular de la AMIVE –Donde sí hace sentido, cuando realmente ves el ecosistema en el que vivimos, es en el sector de las flotillas. Nuestro país ocupa el 4º lugar en vehículos comerciales. Tenemos 12 millones de vehículos que transportan mercancías en nuestro país y resulta que el 43% del destino final de la energía se va al transporte de nuestro país, es decir, el transporte es un gran consumidor de energía. Adicionalmente, el tiempo de vida de esos vehículos en nuestro país es de 20 años, son vehículos muy viejos que contaminan más y que además tienen un tema de seguridad. La apuesta que tenemos y promovemos como asociación, es con este sector principalmente, ya que vemos una gran área de oportunidad, entre sus falencias y las bondades de los vehículos eléctricos”.
Y hacia afuera, ¿cómo se ve el panorama México-Estados Unidos?
“Estados Unidos tiene un incentivo de 119 mil millones de dólares para movilidad eléctrica, esto en el gobierno de Biden; y México resulta ser el séptimo fabricante de vehículos a nivel mundial, y gran parte de lo que vendemos va precisamente para el vecino del norte. Acá (en el país) solo fabricamos Ford Mustang, en la planta de Ramos Arizpe; la planta de General Motors, fabrica tres vehículos eléctricos; para Toyota, también se manufactura en la parte de Híbridos; y recientemente, BMW anunció que comenzará con la producción de baterías”.
La nación del norte se encuentra en una etapa coyuntural, donde el candidato que tiene más posibilidades de ganar se llama Donald Trump, personaje con una postura que, desde el primer día, asegura se va a frenar ese incentivo insano que puso Joe Biden a la movilidad eléctrica; porque, el primer negocio más redituable de Estados Unidos es el petróleo y el segundo son los vehículos que consumen petróleo, de tal manera que, no hace sentido para Trump, promover la movilidad eléctrica. “Pero también tienes a California, que se mueve de manera independiente y pide que las compañías transportistas tengan vehículos eléctricos, y que, a partir del 2042, no pueden tener un solo vehículo de combustión”, indica el presidente de la AMIVE.
En la ciudad del futuro
“En la ciudad del presente estamos viviendo una ola de calor que no había experimentado en mi vida, en este país, —afirma Francisco Cabeza— donde muchos están comprando ventiladores y aires acondicionados, mismos que generan más consumo energético y, mayor consumo de esta índole hace que contaminemos más y calentemos más al planeta. En la ciudad del presente, nos estamos dando cuenta que el planeta sí se calienta, de tal manera que, para la ciudad del futuro, vemos que, si atendemos esta necesidad inmediata, los vehículos eléctricos eventualmente podrían ser las baterías que alimenten una ciudad, a través de plantas virtuales de energía, donde, en el pico máximo de demanda le pides energía a los coches y durante la madrugada, inyectas la energía a los coches, generando un sistema virtuoso de energía. Ya existen plantas virtuales de energía, por ejemplo, en Turín hay un proyecto con vehículos eléctricos bastante grande, de varios megas, en el que los coches eléctricos le están inyectando energía a la ciudad en ciertas horas del día”.
Riesgos de incendio
“La seguridad de las personas es un factor primordial para esta industria, se conocen los riesgos de incendio que presentan las baterías que contienen esta energía y se sabe en todo el mundo sobre las noticias donde, incluso, colapsan estructuras por el nivel de incendio que se genera. Por ello, la movilidad eléctrica debe verse con toda la seriedad, lo mismo que las instalaciones eléctricas en general, ya que, estamos muy rezagados en las normas que estamos cumpliendo para mitigar incendios de esta índole”, apuntó Francisco.
“Para dimensionar, es importante decir que el acero se funde a 1400 °C, y la temperatura de una batería del vehículo eléctrico, cuando se incendia, puede llegar a los 1600 °C, esto deja clara la complejidad y el riesgo que representa un incendio de este tipo. –describe Francisco Cabeza –Incluso el peso del vehículo eléctrico es un 15% mayor, supongamos que cierta estructura fue dimensionada para el peso de un vehículo de combustión y no de uno eléctrico, entonces, ya traes una sobre carga en tu estructura y de pronto se incendia, se suman las complejidades a lo que se vislumbra como una catástrofe. Por ello,
vamos a invitar expertos en el tema de protección contra incendio a que sumen sus conocimientos a nuestra asociación, indicando, basados en normativa e ingeniería, cuáles deben ser las condiciones de protección en la materia, tanto en las zonas de carga, como en los propios vehículos”.
La asociación
Compañeros y colegas que llevan muchos años en movilidad eléctrica y que reconocen la necesidad de empujar más allá de las empresas o de los particulares, se sumaron para crear la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico, generando un grupo que pueda sentarse a la mesa con los políticos y trabajar con ellos. “Lanzamos la asociación en un auditorio con 700 personas. Esto fue en octubre del año pasado (2023). Hoy en día tenemos 25 empresas afiliadas, convenios signados con algunas cámaras y asociaciones. En nuestras filas hay fabricantes, instaladores, aseguradoras, financieras, arrendadoras, un ecosistema que es más grande de lo que yo me imaginaba, tenemos cosas tan específicas, como los aparatos de medición para temas de servicio a los equipos eléctricos”. – y agrega Francisco Cabeza –“La movilidad eléctrica lo que nos pide es un cambio de paradigmas y no solo eso, sino también nos pide generar diálogos en donde no existían, nunca te ibas a imaginar a un gerente de flotillas, hablando con el gerente de infraestructura eléctrica, jamás, tú hablas tu idioma con la CFE y yo hablo mi idioma con las automotrices”.
Tienen tres pilares fundamentales:
1 Políticas públicas.
2 Normas y estándares.
3 Educación, comunicación y vinculación.
“Ahora bien, invitamos a miembros honorarios, expertos con muchos años de trayectoria, esto nos ayuda a que la asociación tenga un rumbo claro, generando diálogos expertos que después pueden socializarse y generar las condiciones para nuestra industria. Para ser una asociación tan joven, tener miembros de tan diversos sectores, es una buena señal, que traza un buen camino”.
“México lleva 12 años de atraso en normas y estándares, según los expertos; seguimos trabajando con la NOM001-2012, hubo una propuesta en el 2018 que todavía no avanza, hablando en materia de instalaciones eléctricas; y si bien, vamos muy atrasados y hay muchos documentos en la mesa para ser aprobados, como asociación, tenemos el deber de presionar al gobierno para que se entere de lo que nos hace falta en materia normativa respecto al gremio. Ahí, vamos a hablar de la seguridad de los vehículos, la seguridad de la infraestructura eléctrica, cómo instalamos, cómo garantizo que no se me incendie una instalación eléctrica y cómo garantizo que las normas y estándares de seguridad que hoy existen se cumplan”. –y precisó –“Cada grupo tiene un comité y dentro hay un
experto que lo guía, desde ahí se van generando tópicos, adicionalmente, estamos trabajando con otra asociación en lo relacionado con instalaciones eléctricas. Tenemos reuniones de socios y de comités principalmente, cada una con su periodicidad establecida y acordada por los mismos socios, de ahí se desprenden ciertos temas de agenda específica, de acuerdo con los tres pilares que te comenté”, apuntó el titular de la AMIVE.
“Tenemos que trabajar mucho en regulación, si cada nueva construcción ya está considerando la movilidad eléctrica va a ser más fácil que redimensionemos realmente de qué tamaño es el proyecto nacional de movilidad eléctrica; si hablamos con todas las empresas que transportan mercancías va a ser muy fácil determinar en qué lugares y cuándo vamos a necesitar de energía. Como país, debemos prepararnos para no ser solo armadores de coches, sino también, generar industria en toda la cadena de valor que venderá vehículos eléctricos en nuestro país”, concluyó Francisco Cabeza, presidente de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico.
MORTALES DE LOS INCENDIOS
Por: Gustavo Enrique Rios Silva
Como expertos en la protección contra incendio el principal objetivo es proteger vidas, sin embargo, el fuego está acompañado de numerosos factores que lamentablemente aumentan la posibilidad de víctimas humanas, en esta ocasión, con un enfoque educativo, de concientización y con el respeto que el tema amerita, se abordan las formas de investigación y los efectos mortales de los incendios para los seres humanos.
L
a investigación de incendios o explosiones con heridos o fallecidos suponen un reto especial para el equipo que realiza la investigación, ya que, además de determinar el origen y la causa del incendio, tiene que precisar las circunstancias en las que se ha producido el fallecimiento y si este ha sido originado por la acción de los productos de la combustión o por cualquier otra circunstancia ajena al siniestro, que pueda tener una importante repercusión en la clasificación jurídica de los hechos.
Cuando ocurre una muerte como consecuencia de un incendio, al tratarse de una muerte violenta, el hecho debe comunicarse a la Fiscalía que ordenará la intervención del médico forense para que realice la correspondiente investigación médica legal de la muerte, que debe incluir los siguientes apartados:
Conocimiento de los antecedentes del caso atestado policial, informe técnico científico, informe de la actuación de los Bomberos, declaraciones de familiares, testigos, etc.
Examen del lugar del fallecimiento.
Descripción de la víctima y su entorno.
Exploraciones complementarias:
Análisis toxicológico, determinación de CO, CNH, tóxicos y drogas.
Estudio radiológico, histopatológico, antropológico.
Estudio criminalístico.
Análisis biológico.
Los productos de la combustión generados en los incendios (humos, llamas y calor) producen efectos variados sobre la salud de las personas. La inhalación de dichos productos o el contacto con la piel pueden tener efectos biológicos como irritación de los ojos o de la garganta, o pueden afectar a otras funciones vitales del organismo. La muerte en los incendios puede ocurrir de forma inmediata o diferida.
Muerte inmediata: ocasionada por un shock térmico (llama o por inhalación de humos, hollín, gases (óxidos de carbono, gases nitrogenados, gases clorados, gases sulfurosos, etcétera).
Muerte diferida: se produce en los 2 o 3 días siguientes al incendio, y generalmente es causada por la pérdida de fluidos, fallo renal agudo o distrés respiratorio. Pasado este periodo, el fallecimiento habitualmente es por infecciones generalizadas (sepsis).
En algunos casos, el cuerpo es parte del combustible en una habitación en llamas. Por esto, las marcas de la combustión del cuerpo y su posible consumición, han de considerarse dentro del contexto total de escenario y no de forma aislada. Además de la ropa, hay cuatro componentes combustibles en el cuerpo:
Q uemadura s de primer grado. Afectan epidermis, sin ampollas. Ligero dolor y enrojecimiento.
Quemaduras de segundo grado Afectan epidermis y parte de dermis, generando ampollas. Dolor intenso. Sanación en una o dos semanas.
Quemaduras de tercer grado. Afectan la dermis en profundidad. No genera dolor al destruirse las terminaciones nerviosas, glándulas, etcétera. Se producen alteraciones metabólicas graves. Sanación al menos en tres meses.
Quem aduras d e cuarto grado. Afectan a músculos y huesos. Consecuencias muy graves: amputación, coma o muerte.
LOS EFECTOS DEL CALOR Y DE LAS LLAMAS SOBRE EL SER HUMANO SON:
Radiación. Daños en personas (quemaduras) e instalaciones (cambio en estructura interna de materiales).
Pie l. Como respuesta al calor, cambia de color, se forman ampollas, se deshidrata y cuartea, dejando expuesta la capa grasa inferior. No es buen combustible, pero arde cuando se deshidrata y se expone a suficiente calor.
Mús culo. El tejido muscular se contrae ante la exposición al fuego debido a la deshidratación, podemos encontrar el cuerpo flexionado (Postura de cuclillas con brazos, piernas y dedos flexionados). La fractura de huesos también es común debido a la contracción del músculo.
Hues os. El hueso vivo se reduce, fractura y cambia de color al calentarse. No es fácilmente combustible, aunque es usual que el cráneo se pueda fracturar o desintegrar al calentarse, así como las extremidades.
Gra sa. Se puede deshidratar por la aplicación de una llama no muy intensa, y luego fundirse o transformarse.
EFECTOS DEL HUMO Y LOS GASES TÓXICOS SOBRE EL SER HUMANO
MONÓXIDO DE CARBONO (CO):
Los efectos que sobre el ser humano tienen los gases procedentes de la combustión dependen de la naturaleza de los productos presentes en los gases, de sus concentraciones y del tiempo de exposición a los mismos.
Vías de ingreso en el organismo: respiratoria, por inhalación del gas.
Patología: el CO se combina con la hemoglobina de la sangre para formar carboxihemoglobina (COHb), esta unión hace que la sangre pierda su capacidad transportadora de oxígeno, lo que provoca una hipoxia que puede derivar en anoxia. La exposición al CO no es acumulativa, sin embargo, el cuerpo necesita de algún tiempo para ir liberándolo.
DIÓXIDO DE CARBONO O ANHÍDRIDO CARBÓNICO (CO2)
Generalmente, se produce en grandes cantidades en los incendios. Se desprende en combustibles orgánicos cuando la combustión se realiza en ambientes aireados (combustión completa). Es un gas asfixiante, ignífugo, inodoro e incoloro. La presencia de CO2 en el aire aumenta el ritmo respiratorio incrementando la inhalación de los mismos.
Vías de acceso en el organismo y patologías:
Ingestión: puede causar irritación, vómitos, náuseas y hemorragias en el tracto digestivo.
Inhalación: produce asfixia y causa hiperventilación. La exposición a largo plazo es peligrosa. Es asfixiante en grandes concentraciones. Piel y ojos en contacto directo: puede producir congelación.
Patología: con concentraciones superiores al 20% de CO2 en el aire, no existe suficiente oxígeno en el mismo como para que las personas puedan sobrevivir, produciéndose la asfixia.
También se conoce como ácido prúsico o ácido hidrociánico. Es un gas incoloro, más pesado que el aire, en estado líquido es blanco azulado de olor característico a almendras amargas. Resultante de la combustión de sustancias que contienen nitrógeno como nailon, plásticos y fibras naturales, caucho, papel, etcétera.
SULFURO DE HIDRÓGENO O ÁCIDO SULFHÍDRICO (H2S)
El H2S es un gas inflamable (en mezclas con el aire del 4.5% al 45%) incoloro, tóxico y soluble en agua.
Vías de ingreso en el organismo
Respiratoria importante, especialmente para el HCN. Digestiva ocasional o accidental. Cutánea importante, especialmente con las sales.
Patologías: los cianuros producen, por acción local, irritación de las mucosas respiratorias, y de la piel, de grado mínimo a intenso (úlceras, corrosión, etcétera). Interfiere en la respiración a nivel de las células y de los tejidos. Deja inoperantes determinadas enzimas esenciales para el funcionamiento de las células.
Vías de ingreso en el organismo
Inhalación, el sulfuro de hidrógeno es más pesado que el aire y puede causar asfixia en espacios poco ventilados, situados a niveles bajos o cerrados.
Contacto con la piel, el contacto directo con sulfuro de hidrógeno, líquido o gas, sobre la piel mojada o húmeda puede causar irritación.
Contacto con los ojos, puede causar enrojecimiento, dolor y quemaduras profundas graves. CIANURO
Patologías: es extremadamente nocivo para la salud. Bastan 20-50 ppm, en el aire, para causar un malestar agudo que lleva a la asfixia y a la muerte por sobreexposición. Por su grado de toxicidad se localiza directamente debajo del ácido cianhídrico (HCN).
CLORO Y CLORADOS (CL)
El cloro forma mezclas inflamables y explosivas con el hidrógeno y con algunos compuestos orgánicos, como hidrocarburos, alcoholes y éteres.
Vías de ingreso en el organismo y patologías:
Irrita las mucosas oculares, de la nariz y de la garganta, aumentando hasta producir dolor agudo y quemante. Esta irritación aparece también en el aparato respiratorio y en el pecho, desencadena una tos refleja que puede ser intensa y, a menudo, va asociada con dolor retroesternal llegando a provocar vómito con sangre. Otros síntomas frecuentes son dolores de cabeza, malestar general, ansiedad y sensación de sofocación. Reacciona con líquidos orgánicos formando ácidos y, en altas concentraciones, actúa como asfixiante al provocar espasmos en los músculos de la laringe y tumefacción de las mucosas.
Contacto con la piel entre los individuos expuestos durante mucho tiempo a bajas concentraciones de cloro es frecuente el acné. Puede llegar a dañar el esmalte dentario.
Contacto con los ojos puede causar enrojecimiento, dolor y quemaduras profundas graves.
ÓXIDOS DE NITRÓGENO (NOX)
Proceden de combustibles que contienen en su composición nitrógeno. Constituyen gases que son fuertemente irritantes para los pulmones. Entre estos gases destacan el óxido nitroso, el óxido nítrico y el dióxido de nitrógeno. Se identifica por su color marrón rojizo y es altamente tóxico, pudiendo aparecer sus efectos incluso bastante tiempo después de haberlo respirado.
AMONÍACO (NH3)
Se desprende cuando arden combustibles que contienen nitrógeno, lana, seda, algunos polímeros, etcétera. Es inflamable (16%-25% con aire), a temperatura ambiente es un gas incoloro de olor penetrante y acre. Fácilmente soluble y se evapora con rapidez. Generalmente, se vende líquido.
FORMALDEHÍDO O METANAL (H2C=O)
Compuesto químico altamente volátil y muy inflamable. A temperatura normal es un gas incoloro de un olor penetrante, muy soluble en agua y en ésteres. Las disoluciones acuosas al 40 se conocen con el nombre de formol, que es un líquido incoloro de olor penetrante y sofocante.
Patologías: efectos irritantes para ojos y nariz. Largas permanencias en concentraciones altas provocan desde lesiones en la córnea hasta complicaciones pulmonares.
FLÚOR (F) O ÁCIDO FLUORHÍDRICO (HF)
Es un gas a temperatura ambiente, de color amarillo pálido. Es un ácido débil, pero mucho más peligroso que ácidos fuertes como el clorhídrico o el sulfúrico.
CLORURO DE CARBONILO O FOSGENO (COCL2)
Es un importante componente químico industrial utilizado para hacer plásticos y pesticidas. Es un gas venenoso, muy tóxico. Puede ser incoloro o puede verse como una nube que varía de blanca a amarilla pálida. En altas concentraciones el olor puede ser fuerte y desagradable.
CLORURO DE CARBONILO O FOSGENO (COCL2)
Es altamente tóxico y mortal a determinadas concentraciones.
Vías de ingreso en el organismo y patologías:
Inhalación, irritación respiratoria grave, sofocación y tos transitoria. Tras varias horas o días con síntomas, puede aparecer fiebre, tos, disnea, cianosis y edema pulmonar. La exposición repetida a altas concentraciones origina fluorosis minusvalidante, por depósito de fluoruro en los huesos.
Contacto con la piel en forma pura es altamente peligroso y causa graves quemaduras químicas. Atraviesa la piel, destruye los tejidos y huesos y es tóxico en cualquier concentración, además, provoca hipocalcemia. El HF anhidro es extraordinariamente corrosivo. Contacto con los ojos, puede causar quemaduras profundas graves.
de ingreso en el organismo y patologías:
Inhalación, el principal efecto del fosgeno se da en los pulmones. Cuando se inhala y alcanza los espacios alveolares, se convierte en cloruro de hidrógeno, y después en ácido clorhídrico y monóxido de carbono cuando llega a los pulmones. Produce sensación de quemazón, opresión torácica, dolor de garganta, tos, dificultad respiratoria y jadeo.
Contacto con la piel en estado líquido provoca lesiones y quemaduras por congelación.
Contacto con los ojos produce enrojecimiento, dolor y visión borrosa.
Vías de ingreso en el organismo y patologías:
Inhalación: la exposición a la acroleína ocurre principalmente al respirarla. El humo de cigarrillo y los gases del tubo de escape de los automóviles contienen acroleína. La información disponible indica que inhalar grandes cantidades daña los pulmones y puede producir la muerte. La inhalación de cantidades más bajas puede producir lagrimeo de los ojos, ardor de la nariz y la garganta, así como reducción del ritmo respiratorio. Contacto con los ojos produce enrojecimiento, dolor y lagrimeo.
La investigación de un incendio con víctimas comprende dos investigaciones que se deben realizar de forma simultánea, una para determinar el origen y causa del incendio y la otra para determinar la causa de la muerte de la víctima. Un cuerpo sometido a los efectos de los productos de la combustión o a los efectos de una explosión puede orientar al investigador sobre los pormenores del incendio, así como acerca de lo que ocurrió antes, durante y después del siniestro. Las lesiones por quemaduras y muertes pueden estar relacionadas con otros delitos, como por ejemplo el incendio intencionado, el homicidio y el robo. Es muy importante que el investigador conozca los procedimientos y normas adecuadas para preservar tanto el escenario como las pruebas asociadas a las víctimas de incendios. De este modo se evitará comprometer la propia investigación y la validez de las pruebas.
GUSTAVO ENRIQUE RIOS SILVA
INGENIERO. CEPI, NICET II WB, CETRACI, MEDEX IPADE. POSGRADO INTERNACIONAL EN INGENIERÍA Y TECNOLOGÍA DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIO/ESSIIF.
OCUPACIONES DE USO MIXTO SIN REGULACIÓN, CAUSA DE GRANDES INCENDIOS
Por: Sociedad Nacional de Protección
Contra Incendios del Perú
n Lima, ciudad capital del Perú, existen miles de negocios que funcionan como puntos de venta y que, a su vez, se utilizan como almacenes donde se guardan, en la mayoría de los casos, materiales inflamables; es decir, son ocupaciones mixtas que en la actualidad no tienen regulaciones específicas. Estos constituyen una bomba de tiempo ante potenciales accidentes que pueden provocar incendios de grandes magnitudes. Implementar sistemas contra incendio con base a normativa, permitirá salvaguardar la vida humana, evitar importantes pérdidas económicas y un fuerte impacto medioambiental en las ciudades del futuro y sus complejas edificaciones.
APara el diseño e instalación de sistemas de rociadores automáticos, de tipo cerrado y con bulbo, se utilizará la norma NFPA 13, la cual, aborda los métodos de diseño de sistemas de rociadores, la instalación de sistemas y las opciones de componentes para evitar muertes por incendio y pérdidas materiales.
BPara el diseño e instalación de sistemas de rociadores especiales, llamados spray, sin bulbo, y utilizados para el enfriamiento de recipientes y estructuras, se utilizará la norma NFPA 15, misma que establece los requisitos mínimos para el diseño, la instalación y las pruebas de aceptación de sistemas fijos de agua pulverizada para el servicio de protección contra incendios, así como las pruebas periódicas y el mantenimiento de los sistemas fijos de agua pulverizada ultrarrápidos.
CCuando los sistemas de suministro de agua se desarrollen sin la necesidad de un sistema de bombeo, a través de un tanque elevado, se utilizará la norma NFPA 24, la cual, ayuda a garantizar el suministro de agua en caso de emergencia, con requisitos detallados para la instalación de tuberías y sus accesorios que abastecen a bocas de incendio privadas y sistemas de protección contra incendios a base de agua.
DCuando el suministro de agua se desarrolle utilizando una bomba, se debe utilizar la norma NFPA 20, tanto para motores petroleros o eléctricos, la cual, protege la vida y la propiedad estableciendo requisitos para la selección e instalación de bombas que garanticen que los sistemas funcionarán según lo previsto para suministrar agua de forma adecuada y fiable en caso de emergencia por incendio.
ECuando se requiere obligatoriamente una fuente alterna, el sistema de energía debe ser diseñado e instalado según NFPA 70, esta, brinda una guía detallada de las medidas administrativas para controlar los peligros de descarga eléctrica y arco eléctrico en el lugar de trabajo.
FPara sistemas de bombeo menores a 500 gpm no se requieren bombas de tipo listadas UL. Pueden utilizarse sistemas de bombeo que dispongan de una certificación independiente al fabricante, pero que garantice la capacidad de la curva de bombeo para riesgos ligeros de acuerdo con el Artículo 153.
GCuando el sistema de alimentación de agua provenga directamente de la red pública, sin necesidad de bomba ni reserva de agua contra incendio, se instalarán sistemas de doble check con medidor de caudal según NFPA 24.
HPara el diseño e instalación de montantes y gabinetes de agua contra incendios, se utilizará el estándar NFPA 14, norma para la instalación de sistemas de montantes y mangueras, para mejorar la protección y seguridad contra incendios mediante un diseño, instalación, inspección, pruebas y mantenimiento correctos
Los incendios en almacenes no solo resultan en pérdidas económicas significativas, también, ponen en riesgo vidas humanas y tienen un impacto negativo en el medio ambiente debido a la emisión de gases y residuos tóxicos. Por ello, existe la urgencia de adoptar prácticas de prevención robustas, adecuadas para este tipo de edificación y su uso.
SISTEMAS CONTRA
INCENDIO MODERNOS, UN FUTURO QUE YA NOS ALCANZÓ
Por: Germán Sánchez
En los últimos años, los avances tecnológicos han revolucionado la seguridad contra incendios, especialmente en entornos comerciales. La digitalización de los sistemas de seguridad ha surgido como una tendencia disruptiva, desplazando las medidas tradicionales hacia la conectividad en línea.
CONECTAR Y CONTROLAR DESDE SU DISPOSITIVO MÓVIL
Servicios Conectados para la Protección de Vida (CLSS)
Los Servicios Conectados para la Protección de Vida (CLSS) de Honeywell colocan la conectividad en el centro de la seguridad contra incendios, proporcionando visibilidad para impulsar la toma de decisiones oportuna y precisa. La plataforma Honeywell CLSS aprovecha el poder del hardware y el software para transformar la forma en que los sistemas están diseñados, instalados, monitoreados y mantenidos. Ya sea que esté buscando optimizar la puesta en marcha, aumentar la productividad del servicio o acceder a los informes en cualquier momento y desde cualquier lugar, busque Honeywell CLSS.
HAGA MODIFICACIONES EN EL INSTANTE
CLSS le permite instalar, probar y monitorear dispositivos desde cualquier lugar durante la instalación, en múltiples dispositivos móviles.
INFORMES ELECTRÓNICOS EN LA PUNTA DE SUS DEDOS
Registros electrónicos disponibles en cualquier momento, desde cualquier lugar en un servidor seguro en la nube.
PRUEBAS DE INSTALACIONES EN LA MITAD DE TIEMPO
Pruebe activamente una instalación eliminando la necesidad de volver físicamente al panel para realizar pruebas.
UN SISTEMA QUE CRECE CON USTED
El software innovador CLSS se desarrolla continuamente teniendo en cuenta sus necesidades.
Conozca más:
En el contexto actual, los sistemas de seguridad contra incendios, se integran perfectamente con plataformas digitales, permitiendo el monitoreo y control remoto condicional. Los dispositivos conectados facilitan la recopilación de datos en tiempo real, ofreciendo un análisis instantáneo de los posibles riesgos de incendio. Con más de 95,000 incendios urbanos y no urbanos reportados anualmente en México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y considerando las potencialmente devastadoras consecuencias para las empresas, desde pérdidas humanas hasta daños materiales críticos, la digitalización se vuelve esencial para los administradores de instalaciones.
Estableciendo conexiones inteligentes
En el pasado, los sistemas de seguridad contra incendios enfrentaban diversas limitaciones, dependiendo en gran medida de procesos manuales y dispositivos independientes, careciendo de la interconectividad disponible actualmente. Los mecanismos de detección eran, a menudo, más lentos y dependían de la observación humana, mientras que las respuestas eran menos precisas y carecían de automatización.
”en los procesos de trabajo, como el trabajo remoto, el acceso a información en tiempo real es crucial para los propietarios y administradores de instalaciones.
A pesar de no estar físicamente presentes, el personal puede monitorear el sistema y anticipar problemas potenciales. Esta capacidad es esencial para mantener entornos seguros y operativos.
Mirando hacia el futuro: una era digital
La digitalización de los sistemas de seguridad contra incendios representa un avance fundamental, ofreciendo beneficios para las organizaciones y los ocupantes. Estos sistemas modernos permiten el monitoreo en tiempo real y una mayor conciencia situacional.
Las ciudades del futuro se están gestando de la mano a sistemas inteligentes de seguridad contra incendios, mismos que han de mejorar los protocolos de seguridad, pero también, promoverán un enfoque proactivo y basado en datos, protegiendo eficazmente la vida e infraestructura.
Sin embargo, la adopción de tecnologías conectadas a la red trae una variedad de beneficios, desde asegurar el cumplimiento de las regulaciones locales de mantenimiento hasta proporcionar información en tiempo real a los servicios y brigadas de emergencia. Esta trazabilidad constante de datos facilita la corrección de problemas y la mejora en la toma de decisiones. Además, los sistemas conectados pueden detectar con precisión la ubicación y naturaleza de un incendio, permitiendo una respuesta más rápida y efectiva.
Visión las 24 horas
Hoy en día, los sistemas de seguridad contra incendios proporcionan datos digitales continuos. Con cambios
En resumen, hoy las ciudades del futuro se están gestando de la mano a sistemas inteligentes de seguridad contra incendios, mismos que han de mejorar los protocolos de seguridad, pero también, promoverán un enfoque proactivo y basado en datos, protegiendo eficazmente la vida e infraestructura.
Esta conexión digital, de la que hemos sintetizado sus atributos, es crucial para las ciudades del futuro, donde se requiere un enfoque integrado para garantizar la seguridad contra incendios. Sistemas como el CLSS de Honeywell permiten el monitoreo desde sistemas basados en la nube, proporcionando una vista centralizada y en tiempo real de múltiples instalaciones, especialmente relevante para entornos con múltiples ubicaciones.