Del dicho al hecho, publicación 1, noviembre 2016

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EDICIÓN

Beatriz Pineda Rios Adrián Fernández Granados CORRECCIÓN DE ESTILO

Mario Cerdán Salas TRADUCCIÓN

Beatriz Pineda Rios DISEÑO EDITORIAL

Editora

Karen Iraís Blanco Jiménez Editora adjunta

Adriana del Rocío Velázquez Rebolledo ILUSTRACIÓN

Saúl Martínez Torres Hilda Ferrer Bárcenas Miranda Ramírez Vargas Karen Iraís Blanco Jiménez DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA

Josué Emanuel Hernández Barrientos CONSEJO EDITORIAL Y COLABORADORES

Remedios Álvarez Santos Pompeya Elvira García Alba Bladimir Reyes Córdoba


Carta

editorial

“No, en serio; deberíamos hacerlo, ahora”. De manera tan súbita como llegó a nosotros la idea de trabajar en una revista de filosofía, llegó el nombre de la revista, y bien del dicho al hecho, hay un solo trecho, por lo que de inmediato pusimos manos a la obra. Ya hace varias puestas de sol de esa conversación. Desde entonces, un viaje por el mundo de las revistas, desde entonces, nuevos amigos; diseñadores, fotógrafos, dibujantes, poetas, estudiantes de filosofía; desde entonces, juntas en los cafés donde sirven la bebida cargada, tibia, con plato, sin plato, con palomitas de cortesía o con descuento a estudiantes, donde el Americano tiene otro nombre y donde saborear la filosofía hace que la taza se enfríe sobre la mesa. Desde entonces, entregarse a una dosis de filosofía pensada y repensada por maestros en lingüística y también por alumnos de universidades de Oaxaca, desde entonces, pensar que, cuando la sociedad contemporánea más se desentiende de las humanidades, y de tal manera, de la filosofía, más la necesita. En ese sentido, pensamos que México es un país que sin duda reclama personas con mayor sentido crítico acerca de la situación lamentable que atraviesa. La corrupción, la injusticia y la desigualdad social son algunos de los padecimientos inmanentes en la actualidad, cuestiones que exigen atención y, en la medida de lo posible, solución, sin embargo, ésta no caerá del cielo, somos los mexicanos quienes tenemos parte de la responsabilidad de aportar lo que esté a nuestro alcance para contribuir a la construcción de un país con mayor grado justicia. La filosofía, a lo largo de su historia, se ha caracterizado principalmente por su visión crítica de la sociedad, es decir, ha detenido su mirada en las problemáticas que aquejan al contexto en el que se desarrolla, por ello, este proyecto nace a partir de la necesidad fomentar el mejoramiento de nuestro entorno y de crear espacios en los cuales sea posible expresar nuestras ideas; por eso, en este primer número nos abocamos al tema de la educación en México, pensado tanto por estudiantes, como maestros, que desde la filosofía encuentran una vía para su voz crítica, pues ambos se enfrentan a la grave problemática que significa estudiar en nuestro país. Esperamos que tú como lector puedas, adentrarte en las páginas de esta nueva revista y disfrutes el sabor de la filosofía viva en forma de prosa, verso y sentencia. Los editores.


ÍNDICE 6

Esta ciudad Poema

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OM Poema

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La tesis de mi ideario Poema

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La educación como proceso humanizador ante un mundo de mercancías Ensayo

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¿Por qué Marx tenía razón? Reseña

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Sopa de letras Actividad

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Pa’l comadreo Cápsula informativa


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Algunas consideraciones éticas entorno a la educación para la interculturalidad y la sustentabilidad Ensayo

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Modelo por competencias en educación superior incongruencia con la realidad Ensayo

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El hombre y la estrella Cuento

38

Mítica urbana Fábula

41

No se acordaba Cuento

48

Entrevista con Susan Haack Entrevista

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Para irnos pensando


Esta ciudad Poema

Para Gpe. A. Esta ciudad, de intrincadas maravillas, siempre me recuerda a ti. En principio estuvo quieta y, sin saberlo, me atrajo la encarnada sonrisa de sus tardes. Suave, cada movimiento en ella fue expresión especular del discurrir de tus pupilas. Y las letras de este circo, al que he vuelto una vez y otra y todas diferente, se reajustan para oír, bajo tu mano, el estentóreo palpitar de sus tejidos. Si un embrujo repentino me llevara a un nuevo espacio, no pudiera compararse a la alegría que me abrasa la sonrisa cuando vuelvo hasta tu Templo. Ninguna vía, ningún jardín, ninguna esfera es más deseable que el fluir de tus cabellos, por los que vago impertinente y a la espera de que aclaren la fatiga de mis tardes con la eterna suavidad de tu llegada. Digo que esta ciudad de torres y palacios siempre me recuerda a ti. Cuando el corazón se anega por cierta falta de palabras; cuando ese río del aire enrarecido me envuelve días y meses, semanas y años en un rincón otrora transparente de mi

mundo; siempre acude a rescatarme el suave aroma de tu voz de ondina milenaria. Y entonces surge una nueva maravilla de oxígeno celeste, y en su semilla lleva la esperanza de tomarte una vez más.

Luis David Meneses Hernández 8


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Ilustración: Saúl Martínez Torres


Algo tiene la noche que muere al placer y nacen al dolor zarpazos amantes alaridos consonánticos en duermevela los gatos desde la barda son péndulos contemplandola Algo pasa a los cuerpos que muerden su sombra como cola recién descubierta persiguiéndose, eternamente son la serpiente sin principio ni fin No termina por caer la luz al vacío En la serpentina del tiempo el fulgor llano, perdido es diamantina disuelta en el arenal contenida en la incertidumbre nocturna está resuelta a tocar fondo La palabra toca arañando al interior de la caverna con nombres de todos los granos cebada, trigo, avena, sésamos ¡Sésamo, ciérrate!

OM Poema

¿Es el pensamiento una quimera oculta Una riqueza acumulada botín de cuarenta ladrones Sortilegio descubierto por dos leñadores: Heidegger, Gadamer en el Bosque Negro? Algo tienen los días que se arrodillan a la impermanencia del hombre ascético iluminación refractada por el único sonido de la mente, del universo, Om Nada pasa en este poema que se escribe en el agua por la piedra que salta avanzando y chapotea y salpica uniéndose Nada pasa en la charca que lo recuerda particular entre la lluvia de piedras que al tiempo, montículo de tantas, le vuelven menos profundo.

Tetrástrofo Monorrimo Alejandrino 10


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Ilustraciรณn: Hilda Ferrer Bรกrcenas


La tesis

de mi ideario Poema

Son las tesis de mi ideario, “dos que tres” puntos de vista; los que expongo en esta lista con afán contestatario. Manifiesto itinerario, de un andar tras la conciencia, confrontando, con paciencia, los estigmas heredados, los poderes delegados con resabios de obediencia. Son resabios de obediencia esas voces silenciosas, las que buscan, temerosas, el favor de la indulgencia. Decretar la independencia de dogmáticas sesiones de eclesiásticas visiones de una suerte medieval. Asumirse liberal, ¡buen propósito sería! Buen propósito sería mantener las convicciones y alejar las tentaciones de volverlas mercancía. Un concepto que valdría y que ofrezco, cual legado, es haberme pronunciado por la opción “en resistencia”; y decir, en consecuencia: “De mi parte, no ha quedado”. De mi parte, no ha quedado exponer con insistencia que el valor de la congruencia no ha de verse devaluado. “De mi parte, no ha quedado”, es un dicho coloquial, como lema proverbial que se enmarca en la pared; publicarlo por “la red”, ¡no estaría nada mal!

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No estaría nada mal que no fuera necesario ostentarse propietario en reunión condominal. En la junta vecinal, deberá de ser bastante el estatus de habitante, sin llegar a la osadía de que sea la plusvalía el factor más importante.

Ilustración: Hilda Ferrer Bárcenas

El factor más importante para hablar de la riqueza, es plantear que la pobreza está sólo en el semblante. Será cosa del talante que le demos al “tener”, confrontado con el ”ser” y el “hacer” a voluntad; consiguiendo potestad de poderlo así ejercer. Y poderlo así ejercer, aunque sea a contracorriente; cierta herencia de insurgente me conmina a proceder. Si algo suelo proponer, con mi voz y mi presencia, es tomar la indiferencia como un acto criminal y el estatus de neutral, como ruin condescendencia. Mi eventual comparecencia, no la he de asumir pasiva, desde luego, será activa y con dosis de insistencia. Y al pedir vuestra aquiescencia, os comparto reflexiones. Vierto tesis y opiniones sin pretensa a convencer. Sólo atrévome a exponer estas consideraciones.

Alejandro C. Escudero Quintanar 13


La educación como

proceso humanizador

ante un mundo de mercancías Ensayo

La sociedad de hoy vive bajo una estructura consumista que ha dado como resultado un mundo de mercancías donde todo lo existente tiene un precio siendo el hombre un eslabón inconsciente que legitima a este vicioso sistema. La educación, como proceso humanizador, también ha sido víctima de esta transfiguración volviéndose en un mecanismo estéril que contrasta con su sentido filosófico de “hacer crecer” a hombres y mujeres íntegros. ¿Qué pasa cuando el valor de educar es reemplazado por un sentido económico? ¿Existe alguna solución ante esta creciente anomalía que enajena a la existencia humana? A manera de introducción... Podemos decir que estamos inmersos en un mundo de mercancías donde el poder económico además de permitir el consumo de alimentos o vestimenta también es capaz de comprar “libertad”, “seguridad” e incluso “felicidad” gracias a la publicidad trasmitida por las industrias de la actualidad. Hoy el mundo lleva etiqueta y precio dando paso a que todo lo existente en él se vuelva una mercancía, desde la salud, hasta el arte y por supuesto, la misma educación. Ésta última ha sufrido transfiguraciones en su esencia como proceso humanizador hasta convertirse en un simple cúmulo de conocimientos que se venden al mejor postor (similar al famoso modelo sofista). Dicho panorama, semejante al de una novela distópica (una sociedad ficticia indeseable en sí misma), trae consigo consecuencias graves puesto que, en lugar de formar personas íntegras, beneficiosas para el bien común, se da paso a la formación de profesionistas carentes de un sentido 14


socialmente solidario, sustituyéndolo por un espíritu mercenario cuya mayor preocupación es el enriquecimiento. Dicho fenómeno provoca estragos en la convivencia de cualquier grupo humano a través de anomalías como la falta de empatía, la corrupción o la bancarrota moral donde los valores económicos (éxito, competitividad, consumismo) han superado los valores esenciales del hombre (justicia, libertad, amor),siendo nuestro país uno de varios ejemplos existentes. Por todo esto, es necesario revalorar al acto de educar a partir de su sentido filosófico, siendo este el desarrollo de las capacidades individuales de todo hombre y mujer para la construcción de una sociedad más libre, democrática y armónica. Todo esto para evitar seguir divagando entre las sombras de una educación vista como mercancía. ¿Qué es educar? Hablar de educación resulta una tarea ardua en un intento por sintetizar lo que es extenso por naturaleza. No obstante, existen caminos que guían los esfuerzos hacia resultados interesantes. Educar es propio del hombre, somos capaces de superar el adiestramiento y la instrucción puesto que no solo nos limitamos a enseñar técnicas o rutinas, sino que tenemos la oportunidad de llegar a profundizar en el interior de nuestros compañeros tanto positiva como negativamente (según sean las circunstancias) contribuyendo a la formación de un ser humano. Lejos de teorías pedagógicas y tecnicismos, la educación es parte esencial de cualquier individuo, dicha premisa era reconocida desde los griegos, (Platón en su República habla de ello en su proyecto político) quienes le otorgaron un papel sustancial en la conformación de la ciudadanía ateniense para lograr la excelencia (arete). 15


Una educación socialmente comprometida es aquella que promueve el desarrollo humano de una persona, esto es, hacerla crecer para que sea capaz de explotar sus potencialidades únicas en beneficio suyo (autorrealización) y de los demás. Es menester mencionar lo siguiente: aunque la educación parte de lo individual no se estanca en ello puesto que todo lo humano tiende a relacionarse con el otro. Siendo

así, la educación también es una vía para humanizar al hombre, esto es, volverlo un sujeto moral consciente de las repercusiones de sus acciones tanto en el plano personal como el social además de poder crear “lazos” con sus demás compañeros basándose en el amor y no en la autoridad o el miedo para lograr ciertas metas. Esto es lo que conlleva educar, sin embargo, la idea que se tiene hoy dista mucho de ello.

Educar como mercancía Muchas veces llegamos a pensar que la educación se limita al aula escolar, dicha idea resulta limitada ya que se puede educar en cualquier lugar donde existan seres humanos. El problema radica en lo siguiente. Si la educación se ha vuelto una mercancía, es necesario que ésta salga de alguna fábrica o empresa, es la escuela la que ocupa este papel en el sistema donde los alumnos juntos, con una gama de conocimientos (similar a la educación bancaria de Freire) se vuelven materias primas para procesar el producto deseado, hombres educados que mantengan el esquema social existente. A su vez, la educación no debe concebirse como mero negocio para lograr el lucro, pues esto es un síntoma más del conflicto aquí planteado. La tendencia de educar para obtener primordialmente un poder económico contrasta radicalmente con el ideal expuesto anteriormente. Bajo esta idea se entiende que un hombre educado es aquel cubierto con galardones académicos puesto que, simbólicamente hablando, ha logrado consumir más en las fábricas del conocimiento. Es cierto que los conocimientos son un pilar del acto educativo, más no el único. 16


El simple hecho de conocer se vuelve infértil sino va acompañado de un espíritu humano que lo comprenda, quien es realmente educado concibe al aprendizaje como un estilo de vida para conocer la realidad. En otras palabras, uno es con lo que conoce puesto que lo aprendido a lo largo de la vida nos da pautas para darle un significado a este mundo. ¿Qué pasa cuando la fábrica no produce el producto deseado? pierde su total sentido al no cumplir las expectativas de los consumidores. Esto, que a primeras letras resulta breve, conlleva una alarmante situación. Cuando los jóvenes no llegan a encontrarle una utilidad a lo aprendido en su búsqueda por lograr el anhelado poder económico tienden a abandonar la escuela. Ven a la educación como un objeto obsoleto prefiriendo embarcarse en otras actividades consideradas de mayor valor para ellos ¿Acaso no resulta preocupante que nuestros jóvenes menosprecien el valor educativo en su desarrollo como futuros ciudadanos? No se trata de mera deserción escolar sino de un problema en la concepción que se tiene con respecto a la educación causada por una realidad consumista que agobia al pensamiento de hombres y mujeres junto con los docentes encargados de educar a las nuevas generaciones quienes a veces pierden el sentido de su labor volviéndose en meros transmisores de información cumpliendo con su parte en esta triste línea de ensamblaje llamada educación. ¿Qué toca por hacer? Al exponer estas dos ideas referentes a la educación es necesario reflexionar sobre nuestra actitud hacia el porvenir, puesto que todos nos educamos día a día por el simple hecho de vivir como seres humanos. La educación no debe cobrar su valor por las ganancias económicas futuras, el titulo obtenido o por la institución que la imparta, sino reconocérsele como un proceso de vida indispensable para el crecimiento intelectual, emocional y espiritual de cada ser humano. Las mercancías por naturaleza son estáticas y efímeras, mientras que educar resulta un sendero transformador y dinámico dando como resultado una desvinculación total entre ambos conceptos. 17


Todo maestro, antes de impartir los conocimientos de su asignatura, debería dedicar un espacio para la reflexión en sus alumnos y dar a conocer lo valioso que es la educación en sus vidas no solo como un camino hacia la estabilidad económica. Ello es vital para forjar las bases de una nueva conciencia referente a nuestro caso. Así, como en la alegoría de la caverna los hombres cautivos vivían en un mundo de sombras, muchos estudiantes viven ignorantes con respecto al compromiso social que representa la educación. En aquella historia uno de los prisioneros escapa y ve la luz del sol, en estos momentos ¿Cómo podremos romper esas cadenas? y más importante aún ¿Qué harán aquellos que hayan visto la verdad con respecto al valor de educar y ser educado? Finalmente, la cuestión educativa estriba en muchas vertientes similar a un poderoso río cuyas aguas crean infinidad de cauces. Sin embargo, siempre debemos recordar que existe un origen al cual debemos remontar cuando pensemos haber caído en confusión aunque estemos hablando de aspectos como la evaluación, el currículum, las estrategias docentes o las técnicas de estudio pues todas estas giran en torno al fenómeno educativo y por lo tanto comparten la misma base. Ese origen hace referencia a que toda educación nace del deseo de crecer, es querer “ser algo más” a partir de lo que se es, no recae en el estancamiento puesto que el hombre a partir de su existencia busca avanzar para vislumbrar un mundo mejor que el de ayer.

Alam Osmar Melgarejo Rivera 18


¿Por qué

Marx tenía razón? Reseña

El autor de este libro plantea a Carlos Marx como un pensador que ha sido frecuentemente caricaturizado. Con una escritura clara, alejada de tecnicismos y a menudo humorista, aborda algunas críticas que la obra de Marx ha recibido. Desde la falta de actualidad de un marxismo que habló de un mundo de fábricas, hambre y miseria de masas obreras de mineros; su obsesión por la economía y la reducción de todo a la misma; su materialismo que menosprecia la religión y la concepción de la moral; su noción –ya arcaica- de clase en un

mundo con gran movilidad social; la idea de que los marxistas abogan por la acción política violenta y su rechazo de la reforma moderada y paulatina; la creencia marxista en un Estado despótico donde un gobierno dictador y autoritario pondría fin a la libertad individual; el surgimiento de movimientos radicales como el feminismo, el ecologismo, la política étnica, la defensa de los derechos de las personas homosexuales, la defensa de los derechos de los animales y el movimiento pacifista como fuera del ámbito del marxismo.

Cada una de estas problemáticas es analizada por Terry Eagleton, profesor de Literatura Inglesa y de Teoría Cultural en la Lancaster University, y en la National University of Ireland, Eagleton defiende la vigencia del marxismo ante un capitalismo que día a día acentúa la desigualdad salarial y muestra la más evidente codicia mientras crecen las filas de los indigentes y los desposeídos, pero también el desmantelamiento del Estado de bienestar para las clases medias. Marx creyó en la lucha política para mejorar el estado de cosas, y no en una mera batalla de ideas mediante el poder de la argumentación.

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El autor abordado sí habla de una actividad económica que condiciona el resto de la vida social pero lejos de ser un reduccionista económico es un crítico severo de tal reducción. Su ideal de vida buena era una actividad de ocio, de libertad, de no alienación. Pero sin las cosas ásperas y materiales, no existen las espirituales. Identifica Eagleton que si bien el autor estudiado no era religioso, algunos grandes temas del judaísmo: la justicia, el reino de la paz y la abundancia, dan forma a su obra. ¿El marxismo y la revolución violenta? Pensemos, señala el autor, en la historia del capitalismo, la explotación colonial, genocidio y hambrunas, la guerra global. También ha habido lucha popular para reformas valiosas: el sufragio universal, la educación gratuita, la libertad de prensa, los sindicatos. Enfatiza Eagleton su lectura de Marx para el que la forma de poder más fructífera es el poder sobre uno mismo y la democracia significaría el ejercicio colectivo de esa capacidad. Sobre los últimos movimientos radicales referidos, Eagleton reconoce marxistas patriarcales, pero recupera para la izquierda el Primer Congreso Internacional de Mujeres Trabajadoras y las aportaciones de autores marxistas en la década de los sesenta para abordar la cuestión de la igualdad de las mujeres como algo

intrínseco a otras formas políticas de liberación. El marxismo aporta ideas y reflexiones al pacifismo para comprender las causas de la agresividad global, expansionista, acumuladora y explotadora que el capitalismo alimenta. El análisis del texto de Terry Eagleton constituye una invitación a hacer una lectura actualizada de Marx para enfocar algunos de los males contemporáneos.

Pompeya Elvira García 20


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Ilustración: Karen Iraís Blanco Jiménez


Sopa

de letras episteme

Completa el texto siguiente encontrado la o las palabras faltantes en la sopa de letras Karl Heinrich Marx Pressburg nació en Tréveris, _______ el 5 de mayo de 1818 y murió en ______ un 14 de marzo de 1883. Además de ser el Padre del _______, lo es también del socialismo científico y del comunismo moderno junto a _________, con quien publicó varias obras, como lo fue el ________ , que se publicó por primera vez el 21 de febrero de 1848, en las primeras líneas del panfleto quedó plasmada la insignia principal del__________: “La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”. Así mismo, en él se establecieron las bases de la Liga de los__________, un grupo muy influenciado por Marx y Engels. Marx también escribió obras como ________ (1867), su obra más reconocida, en la que cuestiona la economía política de entonces. Asimismo realizó una obra basada en la comedia llamada “__________” (1837), fue la única que escribió en su género. Algunos pensadores afirman que el impacto que tuvo Marx en los tiempos modernos fue mayor al de cualquier otro intelectual, puesto que su filosofía fue institucionalizada en dos de los más grandes países del mundo: _____y______, y fue llevada a la práctica con notables consecuencias por su tres seguidores más importantes: Lenin, Stalin y __________.

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PA’L

COMADREO

Hijo de un rabino, era un liberal, un “auténtico francés del siglo XVIII que estudiaba a fondo a Voltaire y Rousseau.

Durante sus estudios superiores en Bonn, Marx mostró gran afición por las bebidas alcohólicas y se unió al Club de la Taberna de Tréveris (Landsmannschaft der Treveraner), una asociación de bebedores de la que en cierto momento llegó a ser copresidente, al saber eso, su padre, Heinrich Marx, lo obligó a transferirse a la Universidad de Berlín.

Hubo una época en la que Engels le enviaba cinco libras esterlinas a Marx todos los meses para que pudiera mantenerse, pues su vida económica era bastante precaria. Marx escribió el Manifiesto del Partido Comunista en seis semanas. Johanna Bertha Julie Jenny von Westphalen, esposa de Karl Marx, copió todos sus manuscritos a mano. Cuando murió, una de sus hijas se encargó de continuar con esta labor.

La tumba de Marx lleva el mensaje grabado: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”, última línea del Manifiesto Comunista y la frase de la Tesis XI sobre Feuerbach (editada por Engels): “Los filósofos sólo han interpretado el mundo de distintos modos, pero de lo que se trata es de transformarlo”. 24


Algunas consideraciones éticas en torno a la educación para

la interculturalidad y la 1 sustentabilidad Ensayo Y quitarás, piadoso, tu sandalia, para no herir las piedras del camino. Enrique González Martínez

¿Por qué se hace necesaria una perspectiva ética al hablar de interculturalidad y sustentabilidad en la educación? Recordemos con Juliana González Valenzuela (1998, p. 8) que, lejos de tratarse de un saber completo, la ética no es sino un camino por recorrer, una indagación constante que se encuentra estrechamente relacionada con el uso de la libertad. La libertad es, ante todo, un bien jurídico y un derecho universal, pero es también una facultad mental y espiritual (en este sentido, estrechamente ligada al libre albedrío cristiano) que cada ser humano ha de ejercitar a fin de alcanzar la plenitud personal y colectiva. Por “ético” entiendo, en concordancia con Wayne C. Booth (2005, p. 20) “todo el espectro de efectos sobre el ‘carácter’ o la ‘persona’ o el ‘yo’”. Así pues, la ética trata de modos individuales y/o comunitarios de comprender la vida y de las respuestas que se brindan a situaciones humanas concretas. Recientemente, he tenido la oportunidad de acercarme a experiencias quizás muy antiguas, donde la libertad ética de decidir se practica de formas

1 Dado que el germen de este texto surgió como el andamiaje para una conversación, me doy el lujo –poco usual en la academia– de considerarlo, partiendo de mi experiencia (eso que solemos llamar lo emic), como una puesta en escena de prácticas pedagógicas híbridas tendientes a una transformación educativa. De ahí que el rigor argumentativo sujeto a la congruencia conceptual –tan preciado en nuestra arena– sea, en esta ocasión supeditado a la compleja (y quizás por ello aparentemente desordenada) hibridación performativa que opera en mi ethos personal. Asumo el riesgo de tal postura, en consonancia con el efecto transformador que las propias prácticas que reporto han tenido en mí.

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que, paradójicamente, por lo menos a mí, me resultan bastante novedosas. Me refiero a la visión de la kuxul banamil (la tierra viviente), del ich’k’op-mantal (la importancia de recibir la palabra en la lengua tsotsil) o, entre nuestros tseltales, del ch’ulel (el alma) (Díaz Tepepa y Pérez, 2013, p. 464). Este último es, simultáneamente, conciencia, espíritu y razón y está implicado en la manera en que ese grupo étnico en particular se relaciona con su entorno, no sólo con la naturaleza, sino con todo, incluyendo las relaciones jerárquicas con los sabios de la comunidad. Una compañera y amiga tseltal que es cristiana pero no ha tenido que renunciar a la cosmovisión de su grupo comunitario, Magdalena Gómez Santiz, participante en el Seminario de Traducción Transcultural (20132014), me ha comentado que a ella esta perspectiva del ch’ulel la lleva a efectuar actos “con más conciencia y razonables” (2014). Subrayo efectuar actos porque más que de una concepción abstracta, se trata de un modo concreto de actuar. Es una manera de ser que forma parte del complejo lekil kuxlejal (buen vivir) de los tseltales (Bolom, 2011, p. 18) y refleja un ocuparse del todo: el entorno, la convivencia de todos los seres en un hábitat determinado, sin pensar que el ser humano sea más importante, por ejemplo, que las piedras, aludiendo al epígrafe que he elegido. En mi propio marco de referencia esto es bastante similar a lo que los cristianos comprometidos con nuestra sociedad en el siglo XXI llamamos corazón y que implica alma, razón, espíritu y conciencia. Se busca el Shalom, es decir, el bienestar del lugar en el que nos encontremos, propiciando la justicia y la equidad. Se trata del retorno al equilibrio, a la justicia y a la igualdad integral, así como de una adecuada mayordomía hacia nuestro planeta y los seres que lo habitamos, reconociendo nuestra razón de ser en el orden de la creación divina. A sabiendas del peligro de caer en eso que Spivak (2013, p. 66) llama la “coartada culturalista” y que se refiere a enarbolar tradiciones nativas supuestamente contestatarias, pero que, en realidad, le hacen el juego a eso que creen combatir, legitimándolo, me permito esbozar una analogía. Guardando las proporciones, sobre todo en lo tocante contextos de origen tan disímiles, me atrevo a apuntar hacia cierta relación entre estas visiones y el concepto “planetariedad” propuesto por la poscolonialista Gayatri Spivak (2009, pp. 26


107 y ss.), en el sentido de que el planeta nos contiene, pero no somos “algo aparte” de él. Si bien es un tipo de alteridad en cierto grado, también es cierto que implica, por fuerza, una fusión, un fundirse: “Si nos imaginamos como sujetos planetarios, más que como agentes globales; como criaturas planetarias más que como entidades globales, la alteridad se conserva como una categoría que no deriva de nosotros” (Spivak, 2009, p. 109). De acuerdo con esta autora, pese a que no somos sino criaturas insignificantes dentro del planeta y del sistema planetario, corremos la misma suerte que él, pero éste seguiría su curso aun sin nosotros (Spivak, 2010). Lejos de tratarse de una sustentabilidad “bussiness friendly” o benevolente (ibid.), detrás de esta idea subyace el reconocimiento de nuestro nimio papel en un sistema que indiscutiblemente nos rebasa y del que no somos más que una minúscula parte. En todos los casos –el Shalom, el buen vivir y la planetariedad–, encontramos una visión humilde y reflexiva que se resiste al homocentrismo dominador y destructivo en el que hemos sido formados. Me parece que en estas visiones de la existencia hay un gran potencial para mejorar nuestro mundo y que nociones tales como la interculturalidad y la sustentabilidad, sobre todo en la academia, pueden ser vías de acción para llegar a los objetivos que se persiguen con ellas. Sostengo que nuestras universidades, sobre todo las públicas, tienen la obligación de fungir como guías de acción. Indudablemente, hay muchos desafíos y veo como uno de los principales que estos modos de pensamiento holístico de interdependencia atentan contra el modelo individualista y competitivo de una hegemonía económicopolítica (que en vez de concebir un planeta, concibe un globo virtual informático, un espacio indiferenciado donde predominan las transacciones comerciales, (Spivak, 2009, p. 108). Sin embargo, también creo que darles su lugar en la academia como dignos de ser estudiados es un gran paso hacia el reconocimiento y la interacción pluralistas. Una concepción pluralista sostiene que no existe un solo punto de vista que sea correcto y, por lo tanto, exige que la toma de decisiones, para ser éticamente aceptable, resulte de un amplio proceso dialógico que implica: intercambio de información, propuestas y debates razonados de métodos a seguir y, por supuesto, la develación de los intereses, los fines y los valores de cada colectivo involucrado (cfr. Olivé, 2003, pp. 170 y ss.). Concebir integralmente modos de vida que incluyan formas espirituales y artísticas para interconectarse es, a mi parecer, un gran avance con respecto al positivismo, el progreso

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lineal y el homocentrismo. Como afirma Fernando Corona (2014), “el amor a la morada humana es una garantía moral, es una prenda de que la persona ha alcanzado un apreciable nivel del bien”. Ahora bien, ¿por qué apostar por una educación para la interculturalidad y la sustentabilidad? Todo depende de qué tipo de educación concibamos. Si nos remitimos al modelo tradicional educativo asimilacionista donde todo aquello distinto de lo hegemónico o que atente contra el modelo de estado-nación debe ser borrado, por supuesto que la educación es una fuerza homogeneizadora. Sin embargo, existen iniciativas que reúnen a grupos académicos y de la sociedad civil que deconstruyen y pugnan por el reconocimiento y la generación conjunta de saberes y haceres que respeten, participen de la diversidad cultural de los grupos implicados y genuinamente deseen empaparse en ella (y no sólo tolerarla). Tal es el caso de la Red de Educación Inductiva Intercultural (REDIIN) que “impulsa procesos de inter-aprendizaje entre indígenas y no indígenas [...] en laboratorios interculturales” (González y Rojas, 2013, pp. 388-9); el Programa de Educación Comunitaria Indígena para el Desarrollo Autónomo (ECIDEA) que hace posible la acción de educadores indígenas de la Lacandona que siguen la metodología Puy; la Coalición de Maestros y Profesionistas Indígenas de Oaxaca (CMPIO) y los Servicios del Pueblo Mixe (SER), cuya filosofía es la educación comunal; la Universidad de los Pueblos del Sur (UNISUR), orientada a formar cuadros propios para el desarrollo autonómico, o la Academia de la Lengua Mixteca que se propuso formar lectores en tu’un savi (ibid.), por mencionar los ejemplos concretos surgidos en nuestro país en los últimos diez años. Este tipo de proyectos ha contribuido a sacar a flote, poco a poco, la riqueza de lo pluricultural. La convivencia aquí exige, demanda, mirar al Otro, respetarlo y, en el mejor de los casos, incluso trabajar codo a codo con ese Otro para construir algo mejor para todos. Se trata de poner en juego nuevas prácticas (que pueden ser de naturaleza académica y de gran variedad en sus metodologías y aplicaciones) que apunten hacia nuevas relaciones más equitativas. Aquí es donde entra la ética: Olivé (2003, p. 160) afirma que hay que encontrar “normas legítimas de convivencia para la interacción entre los humanos”; se trata de “normas y valores entre diferentes grupos que sean acordados de común acuerdo” (ibid.), aun cuando sea por diferentes razones. Hay muchas formas de conocer y de interactuar con el mundo y

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Fotografía donada por: Andrea Velasco Velázquez


esto tampoco quiere decir que automáticamente todas ellas sean válidas. Debemos tener siempre presente que los valores en sí mismos no existen: existen cosas, objetos, acciones, situaciones, relaciones, animales y gente que se consideran valiosos. Somos los seres humanos quienes los consideramos valiosos (Olivé, 2011, p. 102). Más aún, el respeto y la convivencia (que no por fuerza tiene que ser superficial, sino que puede llegar a ser profunda) entre grupos distintos entre sí, hace que, ante una situación concreta, apelemos al grado de libertad de cada grupo, a su particular modo de entender y razonar la vida, para la mejor toma de decisiones posible en ese marco. Quiere decir que se responsabiliza a los actores y a los agentes de lo que suceda durante todo el proceso. El papel de la ética consiste en siempre estar conscientes de que todos somos agentes racionales aun cuando nuestras racionalidades puedan ser muy distintas. Una visión ética nos es útil para recordar que nuestra naturaleza humana es “in-determinada, posible y contingente” (González Valenzuela, 1989, p. 20) y, por lo tanto, susceptible de ser transformada. Lo que es valioso para Uno puede no serlo para Otro y así sucesivamente, pero tenemos que aprender a tratar de ver por qué es valioso para él o ella. Esto implica que no pueden pasar sobre nosotros, así como así, para tomar decisiones que nos afectarán, ya sea en lo personal o en lo colectivo. No debemos permitir nunca que nos traten (a las personas) sólo como medios para lograr fines que no nos competen (Olivé, 2004). Antes bien, debemos hacer valer nuestro derecho a opinar, a estar informados, a actuar y a inmiscuirnos en el planteamiento o la resolución de problemas. El papel de las instituciones de educación superior es sumamente relevante porque se espera de ellas que funjan como guías: guías de pensamiento, guías de acción, guías en las estrategias a seguir. Las universidades, sobre todo en el área de las Humanidades, deben ser capaces de generar y procurarnos a todos sus actores el cuidado óptimo de nuestra salud ética y epistemológica, tal y como propuso Spivak (2010) en su visita a nuestra Casa de Estudios. Claro que, para lograrlo, a su vez, la universidad debe aprender de otras instancias para identificar, discernir y estudiar estas guías: las organizaciones no gubernamentales, las diversas comunidades, los oficios, los distintos haceres que tradicionalmente han estado excluidos del ámbito académico. Nos hace falta acercarnos a esas experiencias, nos falta salirnos de las cuatro paredes y aprender allá afuera. El diálogo es sumamente importante para esta ética: nos sirve para buscar y propiciar la

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horizontalidad. Hay que sentarse –cuando sea posible– a visibilizarnos, debatir, negociar y transparentar nuestras posiciones. Buscar alguna estrategia de resistencia cuando ese encuentro no sea factible. Me parece que las distintas nociones de interculturalidad y sustentabilidad, sobre todo en esta última década, están gestando abordajes originales, vías novedosas y aterrizajes reflexivos para lograr esta interacción entre diversos grupos sociales. Tenemos que seguir ensayando formas prácticas y epistémicas de acercamientos y, de ser factible, de trabajo conjunto y, si soñamos todavía más, de armonía. Por consiguiente, tenemos que figurarnos y crear ante cada situación específica, maneras de resolver conflictos, de aligerar tensiones y de lograr consensos, aunque cada integrante de la mesa de negociaciones llegue por una razón distinta a ese mismo acuerdo que deberá beneficiarnos a todos, aunque sea en distinta medida o diversos contextos. Esto conlleva anteponer el bien común o de la colectividad al bien individual. De ahí que debamos luchar por aperturar cada uno de nuestros espacios, aun cuando se trate del aula hegemónica, el currículo tradicional o las prácticas educativas canónicas. “La libertad moral expresa la capacidad humana de enfrentar y trascender en algún modo el destino, sobre todo el destino interior: de abrir posibilidades en el seno de lo fatal y lo determinado”, afirma González Valenzuela (1989, p. 28); por lo tanto, dicha libertad nos es potencialmente transformadora. Resulta innegable que la libertad acarrea hermosas responsabilidades, una de las cuales es propiciar el bien común. No sólo en nuestra vida personal, sino también en la universidad, tenemos que renunciar al bien individual y mirar más allá, de acuerdo con nuestras capacidades, y nuestras circunstancias, claro está. Recordemos, con el gran escritor mexicano Alfonso Reyes una definición del bien: “el bien: ideal de justicia y de virtud” (Cartilla Moral, 1944). El quid de la cuestión ética parece girar en torno a las elecciones, a las decisiones que tomamos los humanos frente a situaciones específicas. Booth (2005, p. 20) anota: “Expreso mi ethos, mi carácter, a través de mis hábitos de decisión en cada ámbito de mi vida, y una sociedad expresa su ethos a través de lo que elige ser”. Sin lugar a dudas, una educación para la interculturalidad y la sustentabilidad desde un punto de vista ético nos invita a revisar la manera cómo vivimos y los valores que imperan en nuestra existencia. Siguiendo a Spivak (2013, p. 6), nos empuja a sacudirnos el hábito de no examinar nuestros hábitos formativos, en aras de imaginar –y actuar– la posibilidad de un mundo mejor. Irlanda Villegas 31


Modelo por competencias en Educación Superior

Incongruencia con la realidad Ensayo

La educación fundamentada en el modelo por competencias en el nivel superior ha sufrido transformaciones de orden conceptual y práctico, así como la incesante polémica que no tiene límites ni un fin. La necesidad de cambiar paradigmas en educación cada vez es más creciente junto con la idea de innovación y progreso que la sociedad y el Estado tienen, sin reflexionar antes las políticas educativas que ya se tienen y que solo se desechan para implementar nuevas. Tampoco se reflexionan las vivencias entre la teoría y la práctica, se sigue apostando por la individualidad. El debate que se mantiene por la conceptualización del término “competencias” en el ámbito educativo sigue siendo un tema y un dilema que muchos teóricos, investigadores y sobre todo profesionales de la educación han seguido desde sus inicios en los años 80 en México, sin embargo no se ha llegado a concretar una definición ni mucho menos una sola postura. Por lo cual en el presente ensayo 32

se desarrolló una reflexión sobre el modelo por competencias en el nivel superior desde una perspectiva laboral y utilitarista, ya que se considera que ha sido este el enfoque que ha tomado la educación. La educación en general a adoptado el modelo por competencias, de esta manera la educación superior ha visto la necesidad de reestructurar sus planes de estudio para que estos sean congruentes con el nuevo


paradigma, que no solo se queden en el plano estructural si no también sean reales en la práctica docente y que exista una relación con todos los elementos que conlleva el proceso de enseñanza y aprendizaje. El paradigma de la mercantilización El modelo por competencias surge de la necesidad de un currículo integral, holístico y dinámico, donde el individuo a través de situaciones concretas adquiera ciertas competencias en los ámbitos más apremiantes de su vida individual y social, como lo son las competencias tecnológicas, psicológicas, cognoscitivas, entre otras. Este concepto de competencias debe ser entendido como: La combinación de destrezas, conocimientos, aptitudes y actitudes, y a la inclusión de la disposición para aprender además del saber cómo, posibilitándose que el educando pueda generar un capital cultural o desarrollo personal, un capital social que incluye la participación ciudadana, y un capital humano o capacidad para ser productivo (Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea 2004, citado por García, 2011).

Aunque pareciera que este modelo nos plantea el desarrollo integral del educando y la conformación de una sociedad recíproca, la realidad nos demuestra lo contrario. En la mayor parte de los salones de clases las competencias se han ligado al término de la competitividad, en el ámbito laboral ha sido necesaria la comprobación de los conocimientos aprehendidos en las escuelas como respuesta a la globalización. ¿Y si la educación y el sistema educativo no es visto como un aparato productivo de los procesos de globalización, porque la realidad muestra lo contrario? Si nos damos cuenta esta visión está enfocada a la acumulación de un capital cultural y humano para ser productivo y ciertamente en este mundo cada vez más líquido como lo dice Zygmunt Bauman los medios de producción capitalista necesitan de una educación basada en los procesos de mercado, empresa e industria. El sistema educativo y el Estado tienen que responder a estas necesidades de la

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sociedad de hoy, de las nuevas tendencias y los nuevos individuos que se necesitan para satisfacer esas demandas mercantiles. La educación, por su parte, debe poner en contacto con conocimientos de uso rápido e instantáneo, que sirven por el momento y luego se pueden desechar. Los conocimientos son mercancías, que se pueden comprimir y patentar, cuyo valor comercial refleja lo que distingue al producto de los ya existentes, antes que su calidad intrínseca (Zygmunt, 2007:213). Desde esta concepción la educación ha perdido el sentido que desearíamos que tuviera, se ha transformado de acuerdo a los procesos históricos - epistemológicos, a las necesidades precarias de la economía de hoy, creando así políticas educativas que pareciera que están diseñadas con los lineamientos del Banco Mundial o las potencias mundiales en economía, y se deja a un lado la importancia principal de la educación; los estudiantes. Reflexiones finales Después de reflexionar sobre el modelo educativo por competencias principalmente en el nivel superior, se identifica que no ha habido un pensamiento reflexivo y conceptual por parte del Estado y más puntualmente en los gobiernos que cambian constantemente y que siempre buscan innovar en las políticas públicas, educativas, financieras, etc., sin antes revisar las políticas que están en vigor, observando sus mecanismos, alcances, tanto los aspectos benéficos como los que pudieran perjudicar sus componentes, es decir no se ha realizado un seguimiento en estos procesos y solo se han implantado mecánicamente “ideas innovadoras”. Esto ha traído como consecuencia el debilitamiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje, la confusión de los conceptos y las nuevas tendencias así como la fractura temprana de estas, porque al segmentarlas en su estudio no se está visualizando al todo complejo sino solo a una de sus partes. Finalmente se puede concluir que el tema del modelo por competencias requiere de un análisis mucho más amplio y de una investigación profunda donde se analicen los procesos de transformación desde su puesta en práctica hasta el día de hoy, que haya un seguimiento de los planes de estudio, etc. Alejandra Karina Jarquín Ruiz 34


El hombre y

la estrella Cuento

Se quedó mirando aquella estrella, preguntándose ¿Por qué brillará ese pequeño astro de manera tímida y taciturna? Aquél era un astro con el cual solía conversar por horas y horas. Volvió a hacer la misma interrogante, pero esta vez colocó la voz asumiendo un tono dominante y la proyectó al universo. Sin embargo, éste no respondió, prefirió ignorarlo, como siempre solía hacerlo, como siempre ha hecho con la humanidad desde épocas inmemoriales, era hasta una especie de broma de mal gusto el que un ente sin voluntad, decidiera haber puesto al azar a monos involucionados a reclamar su razón de ser a un cuerpo al cual nada le importaban seres de escasa comprensión. Almas errantes sin importancia cósmica bajo el amparo de un sol moribundo. El hombre, abrumado, trató de hablar con el tiempo, pero se encontraba ausente, luego con las constelaciones y ninguno respondió a su llamado. Triste por la indiferencia reinante en el cosmos marchó de regreso a su casa perdida? en altamar: una cabaña hecha de coral a merced de las olas cuando removía el ancla de cristal. Iba arrastrando los pies, llorando cataratas desoladas, el pobre hombre encapuchado iba reflexionando sobre la vida, el sentido, si es que hubiera alguno. Nunca antes se había dirigido con tal brusquedad a las nebulosas como lo hizo esta vez, había caído en la desesperación y buscaba respuestas como todos. Se recostó en su cama, una suerte de libros voladores durmientes, cerró los ojos esperando soñar y visitar las tierras de Kadath: quizás, una última vez. Su mente comenzó a delirar, creando mundos ilusorios, deambulando entre horizontes de eventos y pulsares moribundos, abrazando enanas rojas sonámbulas y singularidades espacio-temporales danzarinas. Llegó, pues a la frontera entre esta burbuja y la siguiente, vislumbró por una fracción de segundos las múltiples realidades posibles comprendiendo una verdad: 35


La realidad que uno vive es sólo un código de barras: En su desesperación una cálida voz habló. Una dulce melodía era lo que escuchaba, números binarios armonizados a un compás de tres cuartos, era una alegre elegía, un poema sinfónico, una oda al pesimismo cósmico que le ahorcaba, pero tranquilizador y relajante a la vez. - ¿Por qué esa tristeza en tu materia? - La voz andrógina, calmadamente lo sostuvo en su incertidumbre - ¡Oh! Etéreo ser, mi conciencia vaga triste por estos lugares debido a que nadie de tu familia pudo responder a mis interrogantes y la abrumadora realidad cuántica me resulta imposible de soportar. ¿Dime, es acaso la vida una simple causalidad, un fruto del azar universal y el caos? -Hijo mío, mis hermanos nunca han hablado con mortales, aun cuando nos adoraron hace milenios, nosotros nunca respondimos a sus llamados. Y aún si lo hubiéramos hecho, nunca hubieran aceptado la verdad de la existencia. -Me niego a creer tus palabras, yo conversaba con el cosmos -Estas equivocado, hijo, es imposible hablar con la naturaleza o el cosmos. Son seres carentes de raciocino. Aquellos recuerdos no eran sino alucinaciones auto inducidas, fruto de tu crisis existencial. En otras realidades la gente creería tus delirios y pagaría por oírlos, pero tu universo no lo permite -Si es imposible, entonces ¿Por qué me hablas a mí? -Todo está a punto de terminar, tu mundo está muriendo mientras hablamos. Este momento es producido por caprichos cuánticos que escapan a mi entendimiento, hijo. - ¿Por qué me llamas hijo? -En tus genes corren las reminiscencias de universos que vivieron y murieron, vida que ha renacido en tu raza, compuestos orgánicos e inorgánicos que han 36


rondado desde eones. Material del que estoy hecho, de donde eventualmente se extraerán y renacerán en algún ser ínfimo. Eres mi hijo por el hecho de haber heredado mis moléculas; cuando tu especie menciona al hijo de las estrellas, hay una verdad en la frase. - ¿Entonces, yo soy nada? -Bajó su cabeza, con lágrimas fluyendo como ríos -Eres todo y nada -No entiendo -Ni lo harás. La existencia es una bella mentira en donde nada de lo que hagas importa, tu universo es un número y unas letras, no importa el deseo de darle una trascendencia a tu escaso tiempo, tu nombre será olvidado. Hubo vida antes de ti, la hay ahora mientras conversamos y la seguirá habiendo después de la desaparición de tu raza. Todo su arte, su ciencia, filosofía y creencias están destinadas a ser nada. Si no hay nadie que pueda mencionarlas, no importarán, todo su esfuerzo decaerá. Tu planeta morirá y con ello el recuerdo de la humanidad. Ahora hijo mío es momento de despertar, ya has aprehendido. Un destello provocó su despertar y el joven esbozó una sonrisa. Estaba feliz, pero triste, pues sin darse cuenta al momento del sueño y la vigilia, un lapso abisal de edades había transcurrido e imperios y gobiernos habían caído en incontables ocasiones, grandes guerras se habían llevado acabo e incontables actos de amor se habían esfumado para siempre. Su pelo, antaño negro, ahora era blanco pues ya no era un hombre: era un sabio, un ermitaño perdido en altamar con la verdad en sus pensamientos: Cuán incierto es el destino de todos, un momento atrás el sol rojo como la sangre parecía que estaba a punto de renacer, pero ahora palpita y da sus últimos alientos: Caminó por los mares, llegó a la costa respirando el aroma salino del agua, purificando sus pulmones y clarificando sus ideas. Tras un largo recorrido llegó a una ciudad en ruinas repleta de dragones de acero oxidado. Escaló hasta el edificio más alto y comenzó a pregonar las verdades que había descubierto. El sol rojo era testigo mudo, pero no tuvo tiempo siquiera de hacer una pregunta, su hidrogeno se agotaba, su helio daba sus últimas bocanadas mientras los rayos solares rugían como bestias hambrientas peleando por un miserable trozo de carne arrojado a 37


ellos por la piedad de una mano perversa. Gritaba y gemía, era un demonio que se inflaba y consumirá todo a su paso, el Mercurio de este sistema ardió como Roma, Venus, alguna vez adorada como una diosa hermosa sucumbió ante el ardor de la desesperación de una estrella luchando por sobrevivir. Lentamente los mares de la tierra hervían mientras los animales caían exánimes por la insolación, los dragones se derretían, mientras los gnomos, trolls y enanos y cualquier otra mutación humana surgieron de las cuatro tierras en las cuales el globo se había divido. Algunos morían por los gases de las grandes guerras mientras otros sencillamente pasaban sin mayor peligro, todos reunidos por la voz gritona de un hombre parado en un edificio abandonado todos escuchando la última catedra de la humanidad. Las voces callaron, el hombre inspiró aire y sintió como su piel ardía mientras su carne se chamuscaba ante el manto abrasador que envolvía progresivamente la tierra. La macabra estrella había terminado de devorar la tierra. Unas eternidades después, ésta estrella hace implosión, esparciendo sus átomos por todo lo que restaba de este universo indiferente, todos los logros de la humanidad habían llegado a su final. El universo ni tonto ni perezoso prosiguió con su ajustada agenda: Generar vida de nuevo y repetir el mismo ciclo hasta el día de la muerte del mismo.

FIN.

Tonatiuh Ramos Flores 38


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Ilustración: Saúl Martínez Torres


Mítica

urbana Fábula

La verdad y la justicia alguna vez se encontraron. Inmediatamente desviaron la mirada y la verdad se fue de la manita con la corrupción, y la justicia se fue en el coche de la trampa. ¿Las razones? Aunque eran hermanas fueron separadas al nacer porque los hombres consideraron extraño el brillo que despedían al estar juntas, y fueron depositadas en los dos rincones más apartados de este pueblo. La verdad sintió miedo al ver a la justicia porque nunca antes se la había encontrado, ni en las oficinas, ni en las escuelas, ni en las vecindades, no le habían hablado de ella los promocionales de los productos comerciales en la televisión –un poco sí los detectives y los superhéroes y las muchachas que lloraban en las telenovelas, pero se la pintaban tan fársica y coloreteada que se imaginaba a la dichosa justicia como una piñata. La justicia no ha escuchado hablar de la verdad, ni en los noticiero, ni en los periódicos, ni en las señoras que recitan en las plazas públicas, nunca la ha visto sentada en donde dicen que debe estar; no la ha encontrado en las palabras que le dice él a ella, no la ha encontrado en las palabras que le dice ella a él. La verdad no encuentra a la justicia, no está su nombre en las largas listas que contienen casi todos los nombres de casi todas las personas de este pueblo, no está tampoco en los mítines de los jubilados. La justicia desde su jaula de oro busca a la verdad, cree encontrarla en las literaturas y cree encontrarla en los adolescentes. La verdad, desde su trono de cristal, busca a la justicia y cree encontrarla en los adolescentes y cree encontrarla 40


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IlustraciĂłn: Miranda Alejandra RamĂ­rez Vargas


en las literaturas. La verdad sabe que no está completa. La justicia sabe que le falta algo. La verdad vive disfrazada para que no la apedreen cuando sale de su escondite. La justicia procura no decir su nombre en voz muy alta, para que no la reconozcan y la persigan a palos los niños de este pueblo (que cada día se están pareciendo más a sus papás, más a sus abuelos) y prefiere fingir defectos que no tiene y hacer como que se equivoca para que este pueblo no sospeche que ha hablado con la justicia y termine quemándola con leña verde. La verdad vive disfrazada de loca, habla con los gatos huérfanos que llegan a su trono de cristal y pasa días sin bañarse, para que este pueblo tenga otra razón para temerle y no acercársele. La justicia vive disfrazada de engaño, para ser más aceptada, para ser vista con buenos ojos y ser popular, se pone trajes lustrosos y sombreros emplumados, siempre te dice que es de un lugar de donde no es, y que viene de un lugar a donde nunca ha ido, así, este pueblo no se sentirá sobresaltado con su cercanía. La verdad se alimenta de literaturas y adolescentes, la justicia se alimenta de adolescentes y literaturas, y de los buenos tiempos que alguno que otro de los señores de los mítines de los jubilados trae en la mente; bueno, a veces ni de eso, en las mentes de los venerables también hay muchos eventos que alimentan a la mentira, porque recuerdan que de niños también fueron engañados – con ese chicle bomba que prometía nunca acabar con su dulzura-,que de adolescentes también fueron engañados –por esa novia, por ese amigo-, que de jóvenes también fueron engañados – por ese banco, por esa empresa, por ese patrón-. La verdad y la justicia han estado así por mucho tiempo. Demasiado, diría yo. Angélica González Macías 42


No

se acordaba

Cuento

El hombre veía la vida representarse con máscaras y actores. La obra tan efímera se escapaba del escenario, mientras el tiempo devoraba aceleradamente. Cada palpitante segundo escuchaba la inauguración precipitada de un sueño que no se había vivido. Entre los árboles de silencio aparecía la emoción, después de la expectativa. Él percibía el ritmo sospechoso de su corazón. Un clima inestable en su cabeza aparecía sin razón. Cerca del mediodía, el sol se posó frente a sus ojos dejando ciego de manera parcial su espíritu confundido. Por la madrugada, ruidos en forma de imágenes muy inquietantes se habían infiltrado en los sueños del desdichado. Aterrando hasta la neurona más atrofiada de su cerebro. Cuando caminaba por la tarde sobre la avenida Ruiz Cortines, observaba la sombra de los árboles y sus hojas verdes, los cruceros llenos de vehículos y grandes figuras de serpientes ansiosas hechas de concreto. Las personas andaban de prisa como si las persiguieran o no tuvieran tiempo de detenerse. Una noche soñó que perdía la razón, incluso no sabía lo que acontecía. Se sentía distante, escéptico y a la vez prófugo de sí, causando en sus adentros un gran sentimiento de incertidumbre durante varios días. Movido por tal conmoción escribió, con su dedo manchado de grasa, en un muro blanco que se alzaba sobre una esquina transitada: “Cautivos dentro de su propia prisión, debiendo lo que no existe”. -Una vida rutinaria- se decía todos los días frente al espejo, miraba 43

las grietas en su piel y el cabello que quedaba enredado en un peine viejo y azul. En la esquina del pequeño baño olvidado por el tiempo y la luz del día, de vez en cuando el hombre recorría una sucia cortina trasparente y miraba los alrededores de Xalapa. Lo hacía solo en enero y febrero, permanecía horas contemplando cómo a lo lejos la nieve cubría la parte más alta del Cofre de Perote y ahí, un viento frío recorría sus poros recordándole que estaba vivo. Pensaba en su niñez,


cuando las faldas del Cofre lucían verdes y el blanco de la nieve cubría una parte de la cima del cofre inundando con un mar de neblina toda la ciudad– ¡Es culpa de esos farsantes!- se decía siempre al cerrar la cortina de la pequeña ventana, escondida en su baño con olor a sarro. -Un hombre no es libre, al menos que la libertad sea verdadera, no un producto de su imaginación- apuntaba en una libreta forrada con hojas de periódico sobre hojas doradas. Su gusto por la escritura empezó cuando se dio cuenta de que él mismo no se entendía. Hablaba solo durante horas contemplando su sombra errante desde un Mirador en la plaza pública conocida como Parque Juárez. Sus palabras parecían no tener sentido, pero cierta necesidad en su mente empujaba a su lengua a estructurar oraciones hasta que se volvían interrogantes ¿Qué es el lenguaje? ¿Qué es la libertad?- leían los pasajeros de un camión de transporte en un muro, a lado de una plaza comercial sobre la avenida Lázaro Cárdenas a las 9 de la noche-. Unas horas antes el hombre con una chamarra de mezclilla que le llegaba a las rodillas había cruzado la calle principal, dejando escrito preguntas que se repetía incesantemente toda la noche hasta quedarse dormido. Pocos sabían de él. No hablaba con nadie al menos que fuera necesario. Tenía un sombrero muy grande. Era de su abuelo quien había luchado durante los tiempos de la revolución Mexicana. -“Los ricos son pocos y siempre quieren la tierra”- su madre le contaba que su abuelo decía eso a la hora de la comida, dando una patada contra el piso y haciendo un gesto ácido de impotencia. El sombrero descansaba empolvado sobre una

pared que no había sido revocada. Las líneas de los ladrillos rojizos parecían no incomodar al hombre. Le hacían pensar que él vivía en la era del mundo de cemento. Su madre fue asesinada cuando él tenía 15 años. Entraron unos hombres a su casa, él estaba en el patio. Escuchó varios balazos secos, no duró mucho. Cuando los hombres se fueron, entró. Encontró a su madre tirada en el piso de madera, bañada en sangre. Ya había muerto. El olor frío desbordó todas las lágrimas de sus ojos. El padre del hombre trabajó en la publicación de diversos periódicos libertarios. “Tu padre es un idealista”

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FotografĂ­a: Gibran Escobar


–Le decía la madre enérgicamente tiempo atrás para tranquilizar el nervio que a ella misma le recorría las venas- El padre había sido amenazado y perseguido por la publicación de un escrito que evidenciaba el uso de la fuerza pública para golpear y asesinar a estudiantes inconformes ante las políticas económicas por órdenes del gobierno. Un jueves no regresó a dormir. Desde entonces, el negro de los ojos del hombre se hizo más profundo y una presión en sus arterias era la causa de silencios prolongados. El hombre hablaba solo si era necesario. El hombre en una época de optimismo en su juventud había estudiado Filosofía. Hace mucho que esa palabra no aparecía en su vocabulario. Tenía 28 años y toda una vida con historias que contar. Lamentablemente él las había olvidado. Olvidó el tiempo en el que vivía, sus conceptos, sus ambiciones, sus posturas, la ciudad en donde residía. Se había olvidado de él. Cuando se miraba en el espejo en febrero, se acordaba de sí, sintiendo las olas frías del viento que bajaba del cofre de Perote. No tenía reloj, odiaba el internet y los celulares. -¿Qué es el lenguaje? ¿Qué es la libertad?- Otra vez se preguntaba en un jardín, debajo de un pino en medio de la neblina. Cerraba los ojos. No sabía si estaba despierto o durmiendo. La fantasía parecía más real y la realidad una caricatura. Extraviado, dormía, ahí en su instante él soñaba. Fui al centro de la ciudad. En la radio decían que un grupo grande, enervado, se dirigía al palacio de gobierno. Asesinarían al gobernador -¡Tal como a Luis XVI!- Decía, mientras apresurado bajaba por la avenida Clavijero. La gendarmería en caballos y con tanquetas, estaban disparando de manera violenta contra los que protestaban armados de palabras, rabia, ideas, impotencia e ideales. Incluso contra los periodistas ¡hasta a los oficiales! Personas de la tercera edad y todo a quien que mirara. También le tocaba. Muchos de ellos estaban sobre la acera, muertos o agonizando, eran recogidos en camiones verdes. Quizá para nunca más volver a ser vistos. La gente huía, corría, se escondía. Yo cerré los ojos y recordé el olor frío del Cofre de Perote. Unos hombres con medalla en sus camisas, golpeaban mujeres y en plena plaza Regina las violaban. El día era gris. Una abalanza de policías corrió sobre Clavijero, me escondí debajo de un automóvil viejo y abandonado. Después en una panadería abierta me metí. Se escucharon balazos. Un océano de incertidumbre llenó por completo la vida cotidiana y ante el miedo reflejado en los ojos de las personas antes lo que sucedía, salí

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de ahí corriendo por la calle Juárez, subiendo por la calle Betancourt, llegué a Sayago. Eran las 5 de la tarde y el tráfico en esa parte de la ciudad transitaba con toda la normalidad, la gente cruzaba las calles. Caminaban serenos y distraídos. Un asombro indignante inundó mi sentido. Tomé un camión, no sé por qué lo hice. Pagué y me senté justo en la parte de atrás. Me quedé dormido ¡en mi sueño me quedé dormido! Cuando desperté el camión había abandonado la ciudad. Le pregunté al pasajero más próximo sobre la ruta del camión – ¡Hombre! este camión ya va rumbo a san Andrés –me respondió, mirándome de arriba abajo- Recargué mi cabeza sobre la ventana rayada. Pensé que llegando a San Andrés tomaría un camión de vuelta. De repente el camión se detuvo, miré a la izquierda y la persona a la cual le había preguntado había desaparecido, creí que se había bajado sin que yo me diera cuenta. Me levanté y caminé hacia el chofer. Le preguntaría si ya habíamos llegado a San Andrés. Pero el chofer tampoco se encontraba en su lugar. Bajé del camión, leí en un letrero metálico sobre la carretera “San Andrés Tlanelhuayocan, 1 km”. Pensé en caminar en esa dirección y luego seguir con mis planes de regreso. Yo no creo en fantasmas. Pienso que la energía tiene diferentes configuraciones y que pueden existir fenómenos distintos, realmente no conozco las cosas. La realidad es una apariencia y una ilusión. Para mi significa algo porque así lo he aprendido. No es cierto eso que dicen sobre la libertad y ese intento de hacer de la verdad un objeto universal, es la falsedad más grande del universo. Eso del progreso es solo un mito. –Hablaba en voz alta, mientras la luz del Sol comenzaba a ser más débil, el viento jugaba con la hierba marchita y verde del camino-. No sabemos nada. Todo no lo hemos inventado ¡una obra de teatro maravillosa!– Pensaba en voz baja, a lo lejos él veía personas. -He dejado de caminar sobre el concreto, ahora perdido me desplazo por una loma rodeada por un río, con árboles frondosos y muy altos. Las personas a lo lejos no hablan, no se dan cuenta de mi presencia. Seguí caminando. Cerca de oscurecer, encontré desnudos a hombres y mujeres que gritaban con la mirada desorbitada. No parecían tener ese mal de la razón. Dejé de saber lo que veía, no supe con qué palabras describir lo que sucedía. Gigantes hombres desnudos atrapados en sueños eternos, la hierba fresca bañaba el aire con un olor a sangre, el rojo de los ojos, se 47


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FotografĂ­a: Gibran EScobar


perdían en la infinidad del azul marino del cielo. Un árbol se quedó en el infinito, no le incomodaba la muerte, era eterno. La inmortalidad no sabe si estás vivo, la muerte no tiene piernas y no existe. No puedo morir, porque no sé si existo, entonces vivo porque experimento el universo, me experimento a mí mismo, pareciera que conozco el mundo y sus palabras y no conociera la tormenta impersonal que se inunda sobre mi ser. El sueño del árbol. Los hombres sin lenguajes vienen hacia mí, la piel cubierta de sangre y noche me envuelven, cómo la oscuridad cuando el Sol se aparta. El frío de la madrugada aumentaba. La temperatura descendía con violencia. Los perros ladraban hacia la avenida, un accidente entre una bicicleta y un automóvil despertaron al hombre. Una vez más olvidó cómo regresar a su casa. Quiso preguntar, pero no recordaba referencia o detalle alguno. Se acercó a una mujer en una esquina, intentó hablarle pero no articulaba ningún enunciado coherente, desesperado hablaba con señas. La mujer dijo que estaba perturbado. El hombre la ignoró, alzó la mirada, a lo lejos la luz de la Luna alumbraba el Cofre de Perote. Ahí recordó a su padre y aquella realidad que le describía como una obra de teatro. Recordó la poesía de su madre y el silencio. Recordó que el mundo como lo conocemos es una articulación de lenguajes, relaciones de poder, discursos y juegos que nosotros reproducimos. Ahora, por fin ahora, recordaba el tamaño incalculable del universo y su avecinada muerte. Recordó que “los límites del lenguaje son los límites de nuestro mundo” tal como lo había defendido en su tesis de licenciatura. Ahora recordaba que a sus padres los habían matado por creer que otro mundo con otro sentido era posible. Recordaba el hombre y se olvidaba de sí. Él no hablaba, al menos que fuese necesario. Gibran Escobar

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Fotografía: Josué Emanuel Hernández Barrientos


Entrevista con

Susan Haack

« Read, listen and, I would add, look around you, pay attention to what’s before your eyes ; never forget that philosophy, like physics or biology, is about the world, not just about our language or our conceps » The fragmentation of Philosophy. Susan Haack « Lean, escuchen, y yo añadiría, observen a su alrededor, pongan atención a lo que está frente a sus ojos; nunca olviden que la filosofía, como la física o la biología, es sobre el mundo y no solo sobre el lenguaje o los conceptos. » La fragmentación de la filosofía. Susan Haack Filósofa inglesa nacida en 1945. Graduada de la Universidad de Oxford y la Universidad de Cambridge. Profesora de Filosofía y Derecho en la Universidad de Miami en los Estados unidos. Ha escrito obras sobre diferentes ámbitos filosóficos como el de lógica, la filosofía del lenguaje, la epistemología y la metafísica. Usted como filósofa, ha trabajado mucho en el área de la lógica, ¿cuál considera que es el rol o la función de la lógica hablando de los problemas que nuestras sociedades afrontan en la actualidad? Creo que primero debería decir porqué empecé a trabajar en el área de la lógica. Cuando era estudiante, pocas mujeres se titulaban en Filosofía, y las mujeres que lo hacían seguramente se enfocarían en la ética o en la estética. Pienso 51

que la ética es complicada, quizás es el área más difícil de trabajar en filosofía, y pienso que ya hay muchas mujeres trabajando temas de estética, entonces dije: “lo siento pero prefiero trabajar en la lógica”. La lógica es nice, limpia, clara y además también se involucra en problemas filosóficos muy importantes, como la noción de verdad. Después de unos cinco o seis años de trabajar en esta área, tomé un seminario donde leíamos


un libro sobre Filosofía Social, este libro es muy extraño, critica a Robert Nozick desde una postura de derecha, podríamos pensar que es imposible, pero no, y el argumento que usa el autor para defenderse era que en cualquier disputa, habrá siempre alguien que se levante a resolverla, y este alguien puede ser el gobierno mismo. Yo leí esto y dije: “¡es una fantasía!”. Y aún recuerdo que uno de los estudiantes dijo que podíamos recurrir a la lógica para analizar este enunciado. Pero es raro, en filosofía social la lógica tiene un rol muy pequeño, que será de hecho crítico, es decir, se enfocará en señalar que algo está

mal en algún argumento, pero lo que es importante en argumentación relacionada a lo social, o a la estructura social, siempre son las premisas, no los pasos de la argumentación. Entonces, no apoyo la idea de que la lógica se encuentre en todas las áreas sociales. Lógica en su lugar, sí, lógica en todas partes, no. No creo por ejemplo que la lógica juegue un rol tan significativo en el pensamiento jurídico como la mayoría de las personas piensan, creo que su elemento central es la persuasión, persuadir al juez usando la ley, tomando en cuenta que cada caso muestra una cierta ambigüedad según sea el contexto.

Bueno, entonces, la lógica como un área de la filosofía, de acuerdo a lo que nos comenta, no está inmersa de manera muy notable o visible en los problemas sociales, ¿qué hay de la filosofía como disciplina? Hablando de sistemas legales, por ejemplo, porque la mayor parte de mi trabajo en leyes lo desarrollo en las instituciones sociales en general, una buena Filosofía del derecho puede entender, qué tipo de fenómeno es un sistema legal, por qué en toda civilización con algún nivel de complejidad hay algún tipo de sistema legal, por qué existen miles de sistemas legales con diferentes estructuras, y roles, y puede entender cómo se relacionan unos con otros. Solo por mencionar algunos puntos de relación entre la filosofía y las ciencias sociales, entiende qué son estas instituciones y cómo trabajan. Por ejemplo, pienso en los sistemas legales como sistemas evolucionados. Por supuesto que no son animales ni plantas, no son el tipo 52


de cosas de las que hablaba Darwin, pero creo que evolucionan casi exactamente en el mismo sentido en el que los lenguajes lo hacen, entonces puedes decir que las rutas de este o aquél sistema legal están ahí o allá, y podemos ver sus diferentes manifestaciones aquí y allá, y en este lugar en específico tiene estas características específicas como resultado del entorno en el que se desarrollan. Por ejemplo, fui a una conferencia en Cartagena hace alguno años, a un profesorado sobre la situación política en Irán; todos los sistemas legales en el Medio Oriente vienen de Europa, todos son originario de Francia, Alemania, Italia, incluso de Suecia, pero en cada país del Medio Oriente, existe esta influencia clarísima del islam, entonces sumemos esta influencia islámica. Podemos pensar en cómo las lenguas crecen influenciadas y enriquecidas por otras lenguas. La penúltima vez que fui a Inglaterra, no había estado ahí en siete años, hubo varias cosas que no entendía al hablar con las personas, yo me pregunta vez tras vez qué era lo que esas expresiones nuevas querían decir, ¡no entendía del todo mi propio idioma! Claro, los lenguajes están en constante evolución y sus palabras adquieren sentidos diferentes con el paso del tiempo, no son estáticas. Por supuesto, y los únicos idiomas o lenguajes que no lo hacen, mueren. Sobre el tema los valores humanos y su crisis contemporánea, ¿qué respuestas pueden dar los estudiosos de la Filosofía? Cuando escribí “Defendiendo la ciencia- entre la razón y el cientificismo”, en 2003, hice una distinción entre los antiguos referencialismos y el actual cinismo , por un lado la idea de un grupo de personas con 53

fuertes favoritismos con la ciencia y por otro lado, otro grupo escéptico a la ciencia, la verdad estaba yo en la mitad, en esos años parecía que lo más peligroso era definitivamente lo escéptico, lo sínico, el posmodernismo, pero hoy, creo que tenemos un resurgimiento del cientificismo, nos encontramos ante una nueva ola de éste, como reacción a la posmodernidad, y una consecuencia es que mucha gente está diciendo que incluso las cuestiones de valor son guiadas por la opinión de la ciencia, y creo que esto es realmente peligroso, más, incluso que las posturas extravagantes de la posmodernidad.


¿Usted cree entonces que esos problemas sobre la posmodernidad estén ya por terminar frente al cientificismo? No, no, claro que no, hay todavía una batalla entre esas dos posturas, pero por lo menos en Estados unidos y en Europa, las posturas de la posmodernidad ya se ven viejas y aburridas, cuando antes fueron realmente emocionantes, por otro lado el cientifismo, que es más reciente, es mucho más turbulento. Hay un libro perfectamente horrible escrito por Alexander Rosemberg, titulado The Atheist’s Guide to Reality, que comienza diciendo: Llamemos a la idea que comparten todos los ateos, cientificismo. Suena bien. Pero opino que denota y provoca una gran confusión entre lo que es el ateísmo y el cientificismo. La conclusión de este libro es que no hay valores, todos son míticos, porque la física no puede explicarlos. Esto denota también la creencia errónea de una relación casi forzosa entre verdad y ciencia, lo que nos lleva a muchas otras confusiones, si tenemos suerte, llegamos a cierto grado de verdad respecto de las cosas, si tenemos suerte. Veo algo curioso también en el hecho de que sustancialmente las personas que protestan sobre la ciencia, tienen alguna relación con la religión y eso también es peligroso, porque da la impresión de una lucha entre ciencia y religión. ¿Usted diría que este crecimiento impresionante de las posturas cientificistas, está relacionado con los sistemas económicos o políticos? Hay cierta relación, sí. Hay becas que otorgan las fundaciones científicas para que se desarrollen trabajos científicos, y veo por el contrario, que parece más que nada una obligación 54


para las instituciones, impulsar el trabajo que no sea sobre cuestiones biológicas, físicas, etc., entonces, ocasionalmente se dará apoyo económico a esas otras áreas, como lo es la filosofía, y si se otorga, se otorgará principalmente en el área de la filosofía de la ciencia. Entonces por supuesto que hay una motivación económica para trabajar en el área científica. Tan solo mira, hace veinte años se financiaba el trabajo de Sandra Harding para hacer filosofía feminista de la ciencia, a ellos le parecía acertado fomentar esta relación, dado que la ideología feminista adquiría cada vez más revuelo, me resultó increíble. Otra situación que me parece asombrosa es la gran cantidad de dinero que se destina a las áreas que desarrollan un trabajo científico aunque el esfuerzo sea mínimo. Hace poco me invitaron a trabajar en un proyecto donde yo vigilaría la aplicación de algunas cosas, sería muy bien remunerada, y me dijeron: “¡no te preocupes!, no es mucho trabajo, es menos trabajo incluso que leer el periódico”. Dije, bueno, “¡eso es una broma!, ¡no gracias!, ¡lo siento!, ¡no! Eso es un poco chocante, ¿cierto?” Entrevista por Beatriz Pineda Rios, el 25 de mayo, 2016. Traducción del inglés por Beatriz Pineda Rios.

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FotografĂ­a: Adam Walanus, Septiembre 2013. Copernicus Center.


Ilustraciรณn: Liz Luna. Intagram: @cerealsinleche

Para irnos

pensando

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Colaboradores

Adriana del Rocío Velázquez Rebolledo. Estudiante de la licenciatura en Diseño de la Comunicación Visual por la UV desde 2013, es parte del equipo de diseñadores de nuestra revista. Ha presentado su trabajo diversas exposiciones artísticas como es el caso del Foro Estudiantil Internacional/Interdisciplinar “Lo obvio y lo obtuso del mercado cultural” y la Exposición colectiva de la Semana Cultural FCAS. Impartió el taller “CartónArte” en el marco del 4to Festival Niños y Niñas por la Naturaleza y el Arte. Estos días los pasa en Colombia, gracias a una estancia estudiantil en la Universidad de Caldas.

Adrián Fernández Granados. Licenciado en Filosofía por la Universidad Veracruzana, ahora estudiante de la Maestría en Filosofía de la misma universidad. Becario de tiempo completo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), ha estudiado a autores contemporáneos como Richard Rorty y Michel Onfray como parte de su trabajo académico y es co-fundador de esta revista de divulgación filosófica a raíz de su preocupación por abrir la filosofía a un mayor número de personas, ofreciéndola como una herramienta para la vida misma.


Saúl Martínez Torres. Estudiante de la Licenciatura de Diseño de la Comunicación Visual en la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana. Trabaja en proyectos diversos para complementar su aprendizaje graficoartístico, como lo es esta revista en la que participa como ilustrador. Hace uso de la plataforma digital de Instagram para compartir el proceso de su aprendizaje, su trabajo personal y una que otra chingadera más. Contacto. torres92@live.com.mx Instagram: saul.malasangre

Karen Iraís Blanco Jiménez. Estudió la licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad Gestalt de Diseño. Se interesa en la ilustración, motion graphics y diseño digital. Gusta de involucrarse en proyectos de caracter cultural. Considera que la creación de medios para la expresión artística y filosófica, como lo es esta revista, es altamente importante para el crecimiento intelectual de nuestra sociedad. Contacto karblaj@gmail.com


Beatriz Pineda Rios. Técnico en Diseño con Paquetería Gráfica, desde 2013 estudia la licenciatura de Filosofía en la Universidad Veracruzana y trabaja como becaria-ayudante de investigador del CONACYT. Interesada por diversos temas de ética y estética, es actriz en el colectivo teatral Contexto. Con la intención de compartir la riqueza de la filosofía y hacer notar lo necesaria que es en tiempos como los nuestros, es cofundadora de esta revista.

Josué Emmanuel Hernández Barrientos. Estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación y gran aficionado de la fotografía y el cine. En la galería xalapeña “Silviana”, presentó su exposición fotográfica Nocturna, una de las capturas que las componen ilustra esta revista.


Agradecimientos especiales a:

Remedios Álvarez Santos. Licenciatura en Filosofía (UV). Mtría. en Humanidades (Universidad Anáhuac). Doctorado en Filosofía (UNAM) Posdoctorado (Instituto de Filosofía. UV). Profesora de Tiempo Completo Titular “C” en la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana. SNI Nivel I. Coordinadora de la sección “Estado y sociedad” de la revista La palabra y el hombre. Integrante del Centro de Investigación: Epistemología de las ciencias sociales y hermenéutica filosófica, Universidad del Comahue, Argentina. Autora de libros, artículos en revistas indizadas y arbitradas; así como de capítulos de libros en editoriales nacionales y extranjeras. Pompeya Elvira García Alba. Licenciatura en Filosofía y maestría en Literatura por la Universidad Veracruzana. Doctorado en Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid, España. Desde hace varios años imparte clases de filosofía en el Colegio Preparatorio de Xalapa y es profesora de Ética y Lógica en la Facultad de Filosofía de la UV. Ha publicado libros dedicados al bachillerato, como Métodos de Investigación, y artículos diversos sobre Ética en revistas físicas y electrónicas.


La revista de divulgación fil una publicación periódica de A Beatriz Pineda Rios. Tiene por los problemas de la sociedad act difundir la importancia y el com con la sociedad, partiendo de las ésta: reflexionar y cuestionar.

CONTACTO E INFORMAC SOBRE CONVOCATORIAS

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losófica Del dicho al hecho es Adrián Fernández Granados y objetivo principal acercarse a tual, nació de la inquietud por mpromiso que la filosofía tiene s características principales de

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Noviembre 2016 No. 1


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