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SOMUNCURA II

Somuncura (Parte II)

Ambiente de Meseta

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Por el Prof. Julio César Guarido - Geógrafo UBA - Auditor Ambiental

De las distintas geoformas que configuran este ambiente, trataremos de describir e identificar las que consideramos más significativas para el enfoque geográfico que pretendemos. Evidentemente este ambiente, por su desarrollo superficial y su homogeneidad, ha impuesto su nombre al topónimo Somuncura. La meseta o la “planicie” como la identifican los pobladores, es el ambiente relevante que incorporará las principales geoformas de esta unidad geográfica.

Planicie Lávica. El vulcanismo básico de Somuncura se tradujo en lavas sumamente fluidas que recorrían grandes extensiones, desde los distintos centros efusivos, probablemente fisurales, hasta que las mismas detenían su flujo y solidificaban. Este desarrollo superficial de las lavas básicas sobre extensos recorridos, formaron lo que hoy denominamos “coladas de basalto”. Estas extensas coladas de basalto están integradas por capas superpuestas de lavas volcánicas producto de sucesivas efusiones de composición similar. Debido a su alta fluidez en el momento de su efusión, conformaron el plano de meseta, y en algunos casos se encauzaron como verdaderos ríos de lava siguiendo la topografía de las pendientes preexistentes, para formar las digitaciones que podemos reconocer como continuidades radiales de la misma meseta. Los procesos erosivos posteriores, consumieron más rápidamente el relieve no protegido por la cubierta rocosa de basalto, provocando una “inversión del relieve preexistente”. Las digitaciones que presenta la meseta, claramente visibles hacia el norte y el sur, nos están indicando algún tipo de encauzamiento en su desarrollo. Lo que hoy es un relieve deprimido respecto de ésta, ha sido en el momento de formación de la meseta, mucho más alto topográficamente que ella. La mayor resistencia de las rocas basálticas a los ciclos exógenos, o procesos erosivos, nos permiten identificar claramente hoy, un ambiente de meseta central en un plano o cota más elevada a la superficie perimetral donde definimos un ambiente de consumición de este paisaje. Cabría en este punto señalar otra explicación

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1. Cumbre Este del Cerro Corona. Altura máxima de la Meseta de Somuncura. 2. Un alto en la huella-camino de la Alta Sierra de Somuncura. 3. Vista de las micro-chacras desde el borde de la meseta. 4. Huella rústica en pendiente, definida sobre la roca volcánica expuesta. Más que una camino, es una verdadera “escalera de basalto al cielo”.

teórica de las grandes geoformas que no sería estrictamente una inversión del relieve. Por este camino de análisis, a una cubierta relativamente homogénea del basalto, habría que imprimirle un proceso erosivo a lo largo de los ejes de los cañadones hacia sus nacientes. Simultáneamente, el ensanchamiento lateral por este proceso erosivo, habría incorporado algún bajo o depresión preexistente originando las escotaduras o rincones que identificamos en sus bordes. Los “cerros testigo” que encontramos en el ambiente de consumición del paisaje mesetiforme, estarían indicando que formaban parte de la meseta original y que fueron aislados por procesos de erosión (deslizamientos, socavamientos laterales, etc.) Probablemente, ambos enfoques, no son contradictorios sino complementarios. Las investigaciones sobre esta área han justificado ambas teorías. Cabría destacar, que si bien las coladas de basalto presentan grandes áreas de rocas desnuda, en bloques, pedreros y escoriales, está considerablemente cubierta por una delgada capa de sedimentos. Estos sedimentos, aunque de naturaleza volcánica, permiten la existencia de un tapiz vegetal que proporciona el soporte de pasturas para las explotaciones ganaderas que se desarrollan en este ambiente. Este tapiz de leñosas y gramíneas, permite la explotación ganadera de ovinos y caprinos que están en un riesgoso equilibrio con su medio debido a la presión que se ejerce sobre las pasturas en un “ecosistema de extrema fragilidad”.

Cuencas endorreicas interiores. Otra geoforma a considerar sobre este ambiente está dado por los “bajos” o depresiones, ocupados por lagunas temporarias o permanentes. Este no es un detalle morfológico más sobre este ambiente. Consideremos que la población rural diseminada que encontramos en esta área, va a estar localizada en estos sitios y/o en los profundos cañadones que se internan en la meseta. La profundidad de los “bajos” garantizan cierto resguardo de los factores climáticos adversos (fundamentalmente los fuertes vientos casi permanentes de dirección oeste y sudoeste). La funcionalidad de una pequeña cuenca endorreica, permite colectar el agua superficial de lluvias y nevadas, como así también la subterránea a través de vertientes en la base del basalto, garantizando el asentamiento humano y el manejo de una pequeña actividad ganadera en un área regional de escasas precipitaciones. La significativa superficie ocupada por estos bajos, en algunos casos, posibilita la localización de más de un asentamiento. Tales son los casos de Bajo Hondo, Gaucho Niyeu, El Balde, Sepaucal, entre otras. En cuanto a su origen, como en el caso de los rincones, podrían deberse a un proceso de inversión del relieve, o al hundimiento de la cubierta basáltica. En el primer caso debemos considerar la presencia de elevaciones del relieve, con rocas sedimentarias, que fueron rodeadas por la colada de basalto conformando una ventana lávica. Posteriores procesos erosivos profundizaron este sedimento más blando generando una concavidad que se fue desarrollando en una depresión hoy ocupada por un bajo. Es decir, un relieve de sierra se invirtió en un bajo. Procesos de remoción en masa, continúan ampliando la superficie que ocupa la depresión. En cuanto al hundimiento de la cubierta basáltica por procesos de sublavado de sedimentos (por debajo del basalto), incorpora también procesos de remoción en masa que ensanchan la depresión como en el caso anterior. En todos estos grandes bajos identificamos sobre sus bordes, procesos de deslizamientos y asentamientos del basalto como en las escarpas perimetrales de la Meseta. Continuará

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