Revista EL6A - Arte Independiente n°4

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N° 4 / Año 2 Septiembre - Diciembre 2011

EDICIÓN IMPRESA

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Música

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FOTOGRAFÍA Literatura P

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ENSAYO

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EL6A

ISSN 0718 — 9540

Fotografía: Elisa Cousiño

A R T E

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AUDIOVISUAL


La Plaza de las Estatuas


EL6A

REVISTA ARTE INDEPENDIENTE

ISSN 0718-9540 N° 4 - Año 2 Edición Cuatrimestral Septiembre - Diciembre 2011 Santiago, Chile

Revista EL6A – Arte Independiente es una publicación de Editorial Los Seis Antonio y se encuentra bajo licencia Creative Commons:Atribución - Sin Derivación, bajo Licencia 3.0. Legislación Internacional.

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Índice ARTÍCULO ESPECIALl Tristán de Farges

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MúSICA Música Electroacústica en Chile

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ENSAYOS Esconderse en el clóset para… Ensayo sobre las tuercas

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MICROCUENTOS El color del té Mutantis Mutandis Más vale tarde que nunca Liceo de Niñas El ataque del guerrero kamikaze Envidia

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CUENTOS Sueños de un abogado vengador Noche de lectura La fée verte Paseo virtual Un día en la oficina de las… Flores negras El botero

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POESÍA Señales Dios de brazos cortos Adiós a Rojas El Bien y el Mal Locuras

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GALERíA DE ARTE Felinos Ma Ant Wild Rage O tempo Deserto Invasao Blue Train Los últimos días

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CUENTWITTOS & POETWEETS Invierno Búsqueda Desgaste A la deriva Error

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AUDIOVISUAL (Reseñas) 54 La vida de los peces - Largometraje Se renta cráter lunar - Cortometraje

EDITORIAL 3 UN DÍA COMO HOY Si bien el proyecto comenzó a gestarse a fines de 2009, no fue hasta hace justo un año atrás que vio la luz definitivamente. El gusto por el arte, y en especial por la literatura, las ganas de hacer un buen trabajo y el ejemplo de otros (pero en distinto rubro), fueron los pilares para lo que sería una gran sorpresa. Recalco lo anterior, dado que en el equipo ninguno poseía las competencias para un proyecto de este tipo (diseño gráfico, marketing digital, manejo web, entre otros). Nuestra primera edición permitió darnos cuenta de que era un proyecto que la gente esperaba, y por ende valía la pena. Tuvimos desde rec{amos (por su día de atraso debido a {a caída de “Issuu”), hasta felicitaciones (comentarios y correos electrónicos de gente anónima y entendida en el área), y fueron 7000 los lectores que avalaron el proyecto. Ese pequeño gran logro, nos impulsó a seguir con aún más fuerza, logrando así ampliar contenidos y traspasar fronteras para el segundo número, que se vio reflejado en las más 13.000 visitas que hasta hoy lleva. Su crecimiento natura{ nos ob{igó a “cambiarnos de casa”, a crear nuestro propio blog y administrar todo el contenido recibido hasta el momento, para disponerlo de una manera más cómoda para todos nuestros lectores; este escenario fue el que recibió nuestro tercer número. Con menos de un mes del cuarto número, el proyecto ya no es solamente la revista digital, sino que también su edición impresa y el reto de mantener el blog día a día actualizado, el que recibe diariamente más de 100 visitas. Y así ha pasado un año de trabajo, esfuerzo, logros y gratificaciones… De demostrar que para rea{izar cua{quier cosa, se necesitan so{o con las ganas de hacerlo. Sabemos que aún tenemos falencias, son las consecuencias de la autogestión pero es necesario y agradecemos que nos las hagan notar para así, poder mejorarlas. A todos y cada uno de nuestros seguidores, a los nuevos y a los de siempre, a los miembros del equipo que tomaron su camino personal, a los que continúan y a los recién llegados, les damos las gracias por creer en el proyecto, por comentarlo y criticarlo, por participar en él y difundir{o… por dar{e vida y sentido. El tiempo para Revista EL6A – Arte Independiente no pasará en vano, habrá un avance que no solamente se notará en el número de ediciones. ¡Es un compromiso! Matías Fuentes Aguirre Director General Revista EL6A - Arte Independiente


4 Revista EL6A - Información General

Colaboraciones CONTRAPORTADA La plaza de las estatuas: Alejandro Flores (Ed. Los Seis Antonio) CONTRATAPA Cómix Page: Dibujante Mac (Ed. Los Seis Antonio) ARTÍCULOS Tristán de Farges - Las pesadillas de otros: Andrè Gallard - Chile MÚSICA Música Electroacústica en Chile: Matías Fuentes A.- Equipo Revista ENSAYOS Esconderse en el clóset para...: Francisco Énríquez - México Ensayo sobre las tuercas: Ariel Hoffmann - Chile

equipo El6a Matías Fuentes DIRECTOR GENERAL DISEÑO

Víctor Fuentes REPRESENTANTE LEGAL CORRECCIÓN DE ESTILO

Sebastián Aguirre EDITOR DE CONTENIDOS

Cecilia Ananías EDICIÓN CORRECCIÓN

Lissa Lagos IMPRESIÓN - Difusión

Ximena Zapata IMPRESIÓN

MICROCUENTOS Liceo de Niñas: Víctor Fuentes B. (Vifube) - Equipo revista El color del té: Julian Lynch - Chile M´ás vale tarde que nunca: Iván Contreras (Iván Brevis) - Chile Mutantis Mutandis: Juan Ignacio Luque - Argentina Envidida: María Paz Ruíz Gil - Colombiana/España El ataque del guerrero kamikaze: Paola Tena (Cromátide)- México/España CUENTOS Sueños de un abogado vengador: Camilo Martínez (Bullseye)- Colombia Noche de lectura: Patricia K. Olivera (Patokata) - Uruguay Paseo Virtual: Señor Extráño - México El botero: Jorge Araya (Doctor Blood) - Chile Flores negras: Kaya Gobet-Venezuela U´n día en la oficina de…: Paola Tena (Cromátide) - México/España La fée verte: Cecilia Ananías (Serenade)- Equipo Revista FOTOGRAFÍA Daniela Reyes (Himemiya) - Chile Elisa Cousiño (Elisa) - Chile Gabriel Bravo - México Manuel Cabezas - Chile GALERíA DE ARTE Los últimos días: Matías Barceló - Chile Blue Train: Martín Vega - Argentina Felinos: Manuela Betancourt (M.B,) - Colombia Wild Rage: Daniel Rojas (Zebrastic) - Colombia Ma Ant: Daniel Martin (Yayozoide) - Chile O tempo/ Invasao/ Deserto: Edgar Borges - Brasil POESÍA Señales: André Gallard - Chile Dios de brazos cortos: Eduardo Yañez - Chile Adiós Rojas: Juan Pablo Arias - Chile El bien y el mal: Juan Pablo Rojas - Chile Locuras: Luis Arias (Ricardo Manque) - Chile

Elisa Cousiño - Chile

CUENTWITTOS & POETWEETS Invierno; André Gallard (@andrenomas) - Chile Desgaste: Edgar Borges (@borgesedgar- Brasil A la deriva: Paola Tena (@cromatide) - México/España Error: María Paz Ruíz Gil - Colombia/España Búsqueda: Señor Extráño - México AUDIOVISUAL Crtítica ― La vida de los peces‖ : Catalina Morales S. - Chile Reseña ― Se renta cráter lunar‖ : Patricio Medina N. - Chile


ArtĂ­culo Especial


Tristán de Farges: Las Pesadillas de otros

ARTÍCULO E SPECIAL

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Q

ue la vida de Tristán De Farges sea interesante a nadie

le importa, se sabe tan poco de él, como seguramente lo quiso, y con justa razón. Su ―belleza‖ interior se correspondía con la exterior (jorobado, con ojos asimétricos) aseguraban los pocos que le conocieron y más pocos aún a los que les podremos creer- . Nacido el 21 de agosto de 1937 en Haugesund, un pueblo al sudoeste de Noruega, con una población de 31.738 habitantes y una densidad de 459 personas por kilómetro cuadrado, de lo cual sólo se puede deducir un presunto homicidio. Pero en el caso de este escritor, casi sin sol gran parte del año y una educación aún más precaria, supo llevar a su puño las frustraciones y males de su pueblo que ni William S. Gilbert (Odio a mis congéneres), A. Schopenhauer, R. Carver, S. G. Bierce, T . Bernhard, Kurt Vonnegut hubieran escrito ni en sus peores pesadillas o delirios cotidianos. Ni fotografías con traje de cajero público de la época o del colegial que nunca fue— no quiere decir que no sea el genio en que se constituyó— a fuerza de la temprana partida de sus padres muertos a sus 13 años (dedicados a la extracción del arenque) jugose todo lo que tenía con una abuela severa e implacable, la que él llamaba ―mi oscura sombra nórdica‖, en uno de sus pocos libros autobriográficos titulado ―Los estrechos‖ (1962), toda su obra quedó reducida a entregas paulatinas en pasquines de su ciudad. De esto es justo pensar que muchos escritores modernos tomaran esta misantropía en los conocidos relatos cortos. Nunca se supo de viajes ni conferencias, reacio a cualquier tipo de galardón u ofrecimiento de editoriales. Su ideal de sociedad era una dictadura totalitaria, gobernada por una élite intelectual, donde la mayor parte de la población tenga el nivel de vida de la Edad Media. Su vida era bastante sencilla. No poseía automóvil ni agua corriente. Se dedicaba a vender peces que conseguía en un bote prestado, ofreciéndolos puerta a puerta con su caballo. Su escritura a veces entregada al más completo descuido lingüístico, sin embargo, un descuido que no deja una sola página que no lo envuelva a uno en la siguiente. No cree en lo que Al Álvarez llama ―la voz del escritor‖ ni ―la página en blanco‖ de Mallarmè, sino, sólo el charco que se cruza en un punto inexistente y el entorno caótico derivado de dinámicas caóticas de un pueblo pequeño y abyecto al cual le dedica su afrenta, a las calladas mujeres de los pescadores ignorantes y ebrios, a los niños entregados a un olvido, al sacerdote de pueblo sin iglesia ( como el de Machado de Asís), a las parejas y sus derrumbes (Carver), al hombre sobrecogido, saturado por doquier (Bernhard), reflejando de extraordinaria manera el mundo más allá de la península nórdica, descolocando y reubicando en ruinas donde sólo se tendrá que descender. Uno de sus pocos amigos (sino el único) Miles Taub, al que le confiaba sus obras, es el único rastro y quien más de alguna vez le incitó a publicar o salir de la ciudad infructuosamente. De Farges siempre le contestaba: ―Prefiero vivir bajo tierra e imaginarme el paisaje‖. No diremos que es una obra fácil de encontrar pero sí, con toda certeza que vale la pena su búsqueda. Sólo diré que gracias a un viejo amigo que hoy goza de una tranquilidad imperturbable y por el año 1998 en Utrecht, Holanda, me confidenció algunos originales del pasquín semanal que de seguro sirvió para envolver los arenques que Tristán De Farges vendía puerta a puerta.

André Gallard Chile


Música


8 MÚSICA ELECTROACÚSTICA EN CHILE ANTECEDENTES HISTÓRICOS Un hecho relevante que marcó a la composición musical en el occidente de principios de siglo XX, fue la llamada ‚crisis de la tonalidad”. Desde el Barroco, el sistema tonal, reguló el discurso musical y dipuso de modo relacionado sus partes con el fin de dotar a la composición de un marco referencial. Este fue perdiendo efectividad debido al constante reacondicionamiento de la realidad acústica (Guarello, 2006), que ocasionó por el avance tecnológico. Una de las consecuencias más importantes que produjo dicha crisis fue la apertura hacia la exploración del mundo sonoro (Peña, 2004). Así, aparecieron las prácticas aleatorias y la búsqueda de otras fuentes de ordenadoras para la composición, impulsando al experimentalismo y la vanguardia (Guarello, 2006). La música electroacústica surge en el mundo, con la fusión de distintas corrientes del ‚avant-garde” de post guerra. Por un lado está la llamada ‚música concreta‛ con Pierre Schaeffer en Francia del año 48’ y, por otro, la ‚música electrónica‛ en el 50’, dentro de los estudios de la radio de Colonia en Alemania, con Herbert Eimer a la cabeza. La variante concreta se caracterizó por crear piezas musicales con sonidos naturales del ambiente sin ninguna alteración en el procesamiento de estos; la variante electrónica, estuvo marcada por la creación de obras sobre la base de sonidos generados por medios electrónicos. Pese a que se origina en la academia por medio de la invención técnica y la investigación del sonido, se buscó su difusión a través de conciertos, los que dejaban sorprendidos a sus asistentes, al encontrarse estos sólo ante un altoparlante como elemento y fuente de la obra musical. Este hecho, en un principio llamativo, posteriormente pasó a ser un elemento desconcertante para el público, haciendo que el auge de esta corriente decayera. En los años 60’ resurgirá bajo el concepto de “Música Acusmática”, que en esencia es bastante similar, pero con incorporación de conceptos que hicieron más viable su puesta en escena, como el de “Arte Sonoro”, “Escucha Acusmática”, junto a otros más. Paralelamente, surge la definición de ‚Música Electroacústica‛, término con el cual se designaría definitivamente a esta variante. DESARROLLO LOCAL A pesar de la gran actividad musical que se vivió en el Chile de la época de los 50’ gracias al apoyo universitario, al Instituto de Extensión Musical y sus distintos grupos, a los Festivales de Música Chilena, a la Orquesta Filarmónica de Chile, a los institutos culturales binacionales, entre muchas otras entidades; no constituyó un factor de impulso relevante para el desarrollo de la música contemporánea en general (incluyendo a su variante electroacústica) a nivel local. A pesar de lo anterior, la mayor parte de la práctica musical contemporánea en ese momento de la historia, fue curiosamente, gracias a muchos músicos que provenían de la música popular o, por lo menos, de la música de café (Becerra, 1997).

En este pequeño universo, convivieron las más variadas tendencias, y las exploraciones en el campo de la acústica y la electrónica también fueron motivo de atención, experiencias, publicaciones y composiciones (Peña, 2004), destacándose José Vicente Asuar, Juan Amenábar, León Schidlowky, Fernando García y Gustavo Becerra entre los diversos ejecutores, a pesar de la tradicional ‚tardanza con que nuestros compositores asimilaban los estilos imperantes en Europa‛ (Falabella, 1958). Así fue que, en calidad de pionero latinoamericano, a fines de los 50’s nuestro país se introduce a la electroacústica. Las primeras obras chilenas del género vieron la luz, una el año 56’, con ‚Nacimiento‛ de León Schidlowsky, y luego ‚Peces‛ de Juan Amenábar, un año más tarde. Pero la continuidad y desarrollo de esta rama de la música contemporánea, no ha sido concordante con el título de precursor. Ello es evidente al constatar que en nuestro país hasta el día de hoy, la necesidad de los estudiantes interesados en ella, se traduzca en que deban partir al extranjero para estudiarla, por no tener una formación sólida en este campo. Dada la baja mundial que experimentó la electroacústica (considerar desfases de procesos culturales en relación a Europa) y al auge de lo latinoamericano que se dio en los 60’s en nuestra región (además del rico nexo entre la academia y lo popular dado específicamente en nuestro país), la práctica electroacústica local en las décadas posteriores fue escasa, hecho agudizado aún más, después del golpe militar, cuya repercusión directa en la actividad musical local se vio en la disminución de conciertos y estrenos. En el plano académico, mermó la planta docente, al quedarse algunos en los países donde se estaban especializando y otros, al ir al exilio. En este desolador escenario para las artes, surge la Agrupación Musical ‚Anacrusa‛, realizando una labor de gran impacto para el medio cultural,destacándose sus ‚Encuentros de Música Contemporánea‛ desde 1985 hasta 1994, junto a otras actividades adscritas estos como charlas, foros, talleres y seminarios.


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CARACTERÍSTICAS GENERALES Con la vuelta de la democracia a nuestro país una generación ‚huérfana de maestros‛ empezó a mostrar su música. Aquí están Cristián Morales, Mario Mora, Carlos Zamora, entre otros. El pequeño testimonio de Morales, denota el complicado escenario que la generación nacida posterior al año 60’, tuvo que afrontar para poder estudiar: ‚Recuerdo que iba a clases con Hernán Ramírez, y me hablaba de Schidlowsky, García, Falabella, Ortega, Becerra… Todo eso era para mí como un cuento, incluso casi como una leyenda. Además se agrega otro hecho importante, es la generación post-golpe militar 1973 (Alcalde, Guarello, Cáceres, etcétera), que tampoco tuvo gran contacto con nosotros. Creo que nuestra generación se formó bastante solitaria y hubiese sido de gran importancia el habernos encontrado en algún punto de nuestra historia (Becerra, 1997). Dado el vació que existió desde siempre con la electroacústica en nuestro país, es que en el 2000, se comienza con lo que será más adelante, la Comunidad Electroacústica de Chile (CECh), con el apoyo del Centro de Música y Tecnología de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor. Luego de la realización de varios conciertos en Chile y el extranjero, con tan solo tres años de rodaje, la CECh es aceptada como miembro de la Confederación Internacional de Música Electroacústica (CIME), insertando así a la intermitente y fragmentada música electroacústica nacional, en un importante motor de conciertos electroacústicos mundial. (Candela, 2003). A pesar de este alentador panorama para la electroacústica, el medio nacional sigue siendo hostil, con políticas públicas que si bien han mejorado, no han contrariado el contexto histórico de difusión a través de la autogestión (Peña, 2009), lo que ha repercutido directamente en las proyecciones que ofrece nuestro medio al artista docto. Al no ser un medio acogedor y atractivo, es reflejo natural mirar al extranjero en búsqueda de posibilidades, tanto de perfeccionamiento o como de consolidación artística.

La música de occidente se ha regulado de manera tal, que una vez aprehendida en la memoria a través del recurso de la repetición, se somete a diversas operaciones por parte de su elaborador (variación, elaboración, contraste), de acuerdo a las necesidades a satisfacer, para mantener la atención del oyente sobre un fenómeno sonoro. Hoy, frente a la ausencia de un sistema regulador acorde al escenario actual sonoro del cual pueda valerse la composición, la responsabilidad de regular los procesos retóricos, recae sobre la naturaleza misma de la obra y por supuesto del compositor, quien determina sus propios elementos constitutivos, además de la relación entre estos. Aquí encontramos a la electroacústica, que bajo sus parámetros de escucha, hace teóricamente más complejo el objetivo de mantener la atención sobre el evento sonoro. La escucha acusmática supone la disociación entre el sonido y la fuente que lo emite, para así concentrar la atención en el objeto sonoro en sí mismo, en sus características propias, sin la mediación del complejo audiovisual (Schumahher, 2009), lo que en teoría debería ocasionar que a mayor abstracción sonora, mayor podrían ser sus múltiples interpretaciones por parte del auditor, otorgando a la obra una riqueza semántica inigualable a la pieza musical. Pero tal suposición es ingenua al considerar como hecho que el auditor necesita ligar los estímulos que recibe a una imagen mental conocida para entenderlo. La experimentación y los avances tecnológicos han ocasionado cinco hechos importantes: la consideración de un nuevo universo de fuentes sonoras para la composición de obras (ya que la electroacústica, se vale de todo lo que emite ondas sonoras para hacer sus obras), siendo estos sonidos variados electrónicamente; la ausencia de notación escrita paralela al sonido; la posibilidad de componer no solo entre los sonidos, sino que también directamente en ellos; que cambia la relación del compositor con la composición y su soporte, siendo este último no sólo el conte-

nedor o vehículo de transmisión, o almacenador de la música, sino que también objeto mismo de la obra (Schumacher, 2009); que el rol de compositor e intérprete se tornan difusos con la utilización de medios computacionales para la ejecución de la obra. Hechos que ocasionan un fuerte cuestionamiento los paradigmas clásicos de la música, ya que al ser tan diferentes la música tradicional con a la tratada en el presente trabajo, no existe conexión analógica entre los elementos de la primera para la interpretación de la segunda, cayendo hasta en descalificaciones acerca de si puede considerarse como música propiamente tal, o de la marginación de sus cultores frente a la asignación conceptual de compositor. El avance del tiempo ha beneficiado a la electroacústica, concediéndole diversos términos para la creación de un vocabulario del cual pueda valerse para hacerse entender. Es aquí donde de manera general, escuelas como la de Schaffer y Smalley, acuñan términos como el de ‚arte auditivo‛ o ‚arte sonoro‛ para hablar de una obra electroacústica, para luego pasar a aspectos más específicos como la clasificación del material sonoro (naturales, musicales y electroacústicos), los tipos de sonidos (abstractos y referenciales), además de estrategias auditivas y de percepción, sugeridas por diversos autores. (Cádiz, 2003). Este panorama general de la música electroacústica, permite comprender de mejor manera el desarrollo que ha tenido la música electroacústica en Chile, explicando su contexto de realización y situando a nuestro país hoy como foco relevante en el mundo de esta disciplina. Más que hacer juicios de valor, y seguir dudando si puede o no ser considerado arte, vale la pena quedarse con los esfuerzos que unos pocos han realizado, y percatarse cuánto han logrado. Chile tiene la capacidad de hacer todo tipo de disciplina musical, de manera seria y consistente, pero nuevamente vuelve a fallar el medio de acción del que disponen los artistas para su desarrollo. El escenario debe cambiar, tanto en oportunidades como en valoración frente al artista, para que los autoexilios no sean opción para ellos, ni causa para nosotros, de la pérdida de nuestros creadores.

MATÍAS

FUENTES

AGUIRRE


Fotografía: Elisa Cousiño


ensayos


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Esconderse en el clóset para darse besos furtivos con la prima Hay una religión que tiene muchas cosas de las que no puede enorgullecerse: la lucha contra los herejes, la Inquisición, las cruzadas, la condenación de la ciencia… Pero cabe preguntarse si las crueldades en que ha incurrido en nombre de la decencia no han causado más daño todavía que todas esas cosas. Sí, la Iglesia supo servirse del tabú sexual como un instrumento de poder. Bajo ese punto de vista, erigió en decretos morales de derecho divino las atroces reglas sexuales de una tribu seminómada de pastores supersticiosos y utilizó el fanatismo de algunos apóstoles de la decencia (Pablo y los Padres de la Iglesia) que, influidos por las doctrinas extremistas de algunos ascetas de Persia y de la India, llegaron a estar tan obsesionados por su sexualidad, que en algunos casos no vacilaron en hacerse castrar. La Biblia, que lucha contra la lujuria, condena la mayoría de las formas de la sexualidad humana. Hasta hace sólo escasos siglos, la Iglesia continuaba haciendo quemar vivas, en medio de los más terribles sufrimientos, a centenares de miles de mujeres por el simple hecho de considerarlas sospechosas de haber experimentado un orgasmo durante el coito. La lectura del libro segundo de Moisés nos permite comprender las razones de esa conducta; en él podemos leer, en efecto: «No dejarás con vida a las hechiceras» (22-17). Aún hoy seguimos sometidos al yugo de esa religión de terror, cuyos sacerdotes, por lo que hasta la fecha se ha podido ver, no se han humanizado mucho con relación a sus antecesores. Claro está que sus teólogos no piden ya el suplicio del potro para la gente de “instintos animales”. Pero eso no impide que los prelados católicos nos regalen perlas como la que cito enseguida con lágrimas en los ojos: «Es una aberración y una ignorancia culpable, afirmar que la mujer es dueña de su cuerpo», respondió (en el 2007) Felipe Arizmendi, Obispo de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México), al ser cuestionado sobre la legalidad del aborto. No hay probablemente en nuestros días demasiadas personas que se interesen por lo que ocurre el domingo en las iglesias, pero de todos modos creo que sería peligroso minimizar la influencia que ejerce todavía la fe sobre el inconsciente colectivo. No olvidemos que en nuestro mundo la mayoría de las mujeres continúan padeciendo ese miedo de la Edad Media a la sexualidad cuando, al referirse a otras mujeres que se singularizan por su inextinguible fuego genital, las tachan de putas, fáciles, locas, malas...

ENSAYOS

Y, sin duda, pornográfico es todo lo que la sexualidad dominante no tolera. Como botón de muestra, un hombre masturbándose en un cuarto de hotel y dándole su semen a otro hombre. O todo lo que te inspira la forma del envase de tu champú. O el recuerdo que siempre te arranca una sonrisa. ¿Quién no participó alguna vez, o muchas, en esos juegos que los adultos llamaban “prohibidos”? ¿Quién no jugó, por ejemplo, a los doctores, a papá y mamá o a esconderse en el clóset para darse besos furtivos con el hermano o/y la hermana, con el primo o/y la prima, con el amigo o/y la amiga? ¿Quién no se metió, siquiera durante unos segundos, clandestinamente, en los baños del kínder, primaria o secundaria, con un compañero de clase, o varios, para mostrarse esas partes “impúdicas” del cuerpo y jugar con ellas? ¿Quién no se entregó (una mañana, una tarde, una noche, dos o más) a esos placeres solitarios sobre la cama, con la frente perlada de sudor por la excitación y el temor de que mamá o papá abriera la puerta de golpe? Para acceder al mundo de la pornografía, basta con recurrir a la memoria. Para saber que existe, que está ahí, que ha estado siempre, basta cerrar los ojos y echar el tiempo atrás. O bien, basta con observar… Y alguien, más gracioso que listo, podría comentar que le parece perfectamente plausible que la imagen de un bebé desnudo es pornográfica, y todos nos reiríamos, porque no sabríamos cómo explicar que quizá sí, pero que también puede ser que no. Y entonces regresaríamos al punto de que la pornografía es una cuestión relativa y todos asentiríamos con la cabeza como si lo dicho fuera algo realmente profundo. Y habría que aclarar que, relativa o no, la pornografía siempre jerarquiza. Siempre marca una diferencia. Esto es pornográfico y esto no. Y entonces regresaríamos a preguntarnos qué es lo que hace que algo sea pornográfico. Si son características que están dentro de los ojos que miran, o si están dentro de lo que se mira. Y todos estaríamos de acuerdo en que esas características están dentro de los ojos que miran, pero lo más interesante es que, aun cuando somos adultos, todos experimentamos cierto desagrado y desilusión ante la idea de que nuestros padres tengan relaciones sexuales; que ellos hagan esto no parece “correcto”. La razón de nuestro disgusto es que su imagen se mitifica ante nuestros ojos. Papá y mamá representan la característica más rescatable del ser humano: la racionalidad. Sin embargo, cuando el abrazo y las volteretas en la cama los emborracharon de ganas, cuando las ideas encarnaron en gruñidos y gemidos concretos, ellos mismos se dejaron arrastrar por la corriente de la irracionalidad. Y si los humanos estamos condenados a repetirnos, lo vivido por nuestros padres no es más que un anuncio del porvenir.

Francisco Énríquez M. México


SOBRE LAS

TUERCAS

Bien. Me dije que escribiría. Eso intento hacer. Trabajo en una industria y mi único trabajo es apretar la tuerca nº85 de la sección de manufactura 2154 del pasillo 38. Sí, lo sé. Sé que suena a Charles Chaplin. No es que no me guste mi trabajo. Lo que pasa es que a veces me gustaría saber qué diablos estoy apretando; es decir, para qué aprieto tuercas, con qué propósito. A veces me pregunto para qué tipo de máquina estoy apretando la 85, y si es así, entonces para qué se usará. Está la misma posibilidad de que la apriete para una caldera, como para una lavadora, o como quizás para qué tipo de arma bélica mortal que exterminará por completo a nuestra raza. Nunca lo sabré, diantres. Pero, en fin, ¿qué puedo hacer? Si no aprieto la 85 me echan de la fábrica; y si me echan entonces no tengo trabajo (obvio. Qué conclusión tan tautológica), y si no tengo trabajo, me muero de hambre. ¿Pero para qué? Para qué, para qué, para qué… A veces tengo la impresión de que trato de morir de hambre sólo para apretar la tuerca nº85 de la sección 2154 del pasillo 38.

Sin embargo, mi vida entera se resume en un apretar constantemente la 85 para no morir de hambre. ¿Y para qué? Para volver a apretarla. Entonces, lo que es realmente absurdo es no saber para qué se está haciendo una determinada cosa, con qué fin y para quién. Y si así es, luego todas las cosas importantes de la vida son absurdas. Basta con que hagan la prueba. Por ejemplo, pueden empezar por preguntarse por qué quieren ir a la universidad. Pues para tener un título. ¿Y para qué quiero tener un título? Para conseguir un buen trabajo. ¿Y para qué quiero tenerlo? Para tener plata. ¿Y para qué quiero tener plata? Bueno, obvio, poderoso caballero es Don Dinero, pero aquí sí que empezamos a guatear. Les dejo como ejercicio el que demuestren que partiendo de la pregunta de la plata terminan preguntándose por el sentido de la vida, y llegado a ese punto sonaron, en el sentido de que llegada a esa, a LA pregunta de las preguntas, se quedan cortos, son incapaces de expresar la respuesta en palabras, incapaces de enunciarla como lo estipulan las leyes de la lógica.

Hoy no tuve que trabajar. Genial.Pero esa genialidad sólo duró un segundo. En la calma mi mente se pone a pensar en esto del sentido de la vida y todas esas cosas. ¿Por qué la vida moderna es tan absurda? Creo, a mi juicio, que lo absurdo no tiene que ver con el hecho de estar haciendo estupideces todo el tiempo. No. Al menos en ese caso sabré qué estoy haciendo y para qué, aunque sean sólo idioteces porque se está aburrido, y se desea de alguna forma matar el tiempo; pero al menos sé qué estoy haciendo.

Si tuviera que resumir la historia de la humanidad en una sola palabra, ésta sería: una chuchería. Hace unos días atrás fui a un supermercado. Hacía mucho, muucho que no iba, y decidí ver qué hacía la gente en un lugar como ese. Lo que vi era tan absurdo que empecé a sentir un infinito desprecio hacia mi prójimo. Y eso que vi también lo observé una vez cuando fui al banco, a la universidad, al hospital, a la biblioteca, etcétera, etcécera, etcétera.

Veo a mi alrededor miríadas de vehículos desesperados por llegar quizás a qué lugares. El afán de vivir. Me enferma esta modernidad, esta tan absurda e inhumana forma de olvidar el horrible fardo del tiempo que todo lo arrastra y consume. Yo, en mis tiempos libres, me dedico al estudio de la naturaleza y de los libros. Me produce una gratificación inconmesurable, justamente porque me hace olvidar de que aprieto la tuerca nº85 sin saber por qué. Pero no siempre este extraño estado de ánimo me apodera. También soy capaz de sentir una ventura infinita, sin saber por qué. Entonces, nada me parece absurdo y amo la vida. Me canso de escribir. Frente mío acaba de pasar una pareja. ¿Cómo serán sus vidas? Me percato, además, a otra pareja echada en el pasto tocándose, y a una pobre pordiosera que ha perdido el juicio, tumbada de espaldas y retocando su rostro con un espejo, como si con eso pudiese recuperar la belleza. Los vagabundos me simpatizan. Toda esa gente que ha renunciado al afán de vivir me simpatiza, pero eso no implica menores dolores y angustias. ¡Jamás! Sólo entre libros puedo liberar mi alma del demonio de la sociedad, aun cuando ame, en el fondo, inmensamente a la humanidad.

Ariel Hoffmann Chile

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ENSAYOS

ENSAYO

Vi aglomeraciones de masa humana precipitándose por los productos, los cheques, los títulos, los diagnósticos, el sexo… No es que no los considere importantes, todo lo contrario, pero es que me dio la irrisoria impresión de que nadie, nadie se daba cuenta de que algún día morirían, y que todo aquello por lo cual se mataron o fueron capaces de matar, habría sido, al lado de la señora muerte, absolutamente una chuchería. Ese afán irracional del hombre de querer evitar la muerte a toda costa, y de ganarse la aprobación de la sociedad y vivir toda la vida en función del qué dirán… Eso sí que lo considero la suma chuchería.


Daniela Rojas - Chile


Microcuentos


16 EL TÉ

EL COLOR D

Cuentos

blar. uchar su tem te sc e ra a p e rt a lo que de mi p ella. ¿Qué es e el silencio v e d tu z té e l v e a ié st p trajeron dije. E i mismo lim zotes que te m a r s o lo p Esta vez no e y d r jo rea lo tente, el co ja que me tr uán fuerte tu in e c d n lo z a e e b v u q la la s í a á ib y m Rec , por ilidad nzar la dré describir es mi sensib o puedo alca e tu N . n rá a iz tr duele? No po to dejaste? ¿Cuán débil a arcas d unca cic uán marcas que n no saber cómo unir las m e hablas la ra hasta acá. ¿C u sc o l n sólo m ncia de en tu pie yudarte, si ta es la impacie a sistencia? Vi s o á y iz a u rí Q d . o o p d mie Quizás H es el té. certeza de tu mino a casa. a c n u r a JULIAN LYNC uando me tra c rm s fo jo o ra s a p tu o n cuerp no co CHILE con tu boca y ras del miedo

MUTATIS M

CA UE NUN ARDE Q T E L A M ÁS V

bote lió con un retaa s e r b m había e dicie Ese día d vera incrédula lo r. a prima inflado. L infantil por cumpli un lado a otro o e do al sueñ ra de Gales miró d lfombra al a u lt A la a dino en su ían caras de la A o m o c rec y se montó arlos. A veces apa na micro, que C lgu canal San el borde o desde a jo el cemento. n ba sorpresa e asta desaparecer án a h o un capit n m ía o c u g s e o s d lo ndía salu Correspo go lo dio Santia on a. r e tu m n , e o v n a o la s pudier nte Pío N En el Pue l de flashes. No má al hogar un so esarlo sacó bajo s 82 años que regr su hacer con . os ) de ancian Contreras n á v I ( is Chile Iván Brev

UTANDIS

Y mientras c aía piral casi inte por aquella esrm todas sus vid inable, mientras as pasadas ib an quedando pe gadas a aque l circuito de bell eza geométr ica pensó en lo bien que se se , ntiría al llegar al fi nal. Sería co m o pisar la aren a después de una gran caída d esde lo alto del bogán, conv encido de sa tober lo que es el éxit o, derrotas... Y inmune a las eso que sería p un segundo el fin de algo or mutaría, casi im perceptiblem en en el comien zo de otra co te, sa tan distinta a tod o, tan única, q ue él se atrevería a lla en realidad n marlo ―lo que o puede ser‖ . JUAN IGNAC

IO LUQUE ARGENTINA


LICEO DE

NIÑAS

EL ATAQUE DE

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ENVIDIA pañera deEstaba harta de escuchar a su com ojeras! Hasta cirle: ¡Qué cara, qué cuello, qué qué uñas, qué tus pies son horripilantes, mira sigues miranpiel tan escalofriante. ¿Para qué stas? Despacio, do por la ventana si a todos asu ló sus ojos, sula ofendida levantó su cara, afi una iguana viebió su cresta y respondió: Seré s que una ja y arrugada, pero tú no eres má un terrario tarántula que nadie encuentra en mal decorado. MARÍA PAZ RUÍZ GIL COLOMBIA/ESPAÑA

Cuentos

L GUERRERO KAMIKAZE himno en o tr s e u n r canta a li ré a b m m s tu a s Haciendo uso m r las ris Me aco agistral de la ae s y a ignora ntate u n g ra re u p ta e ronave, el atas ca m re i n s te los ca ía d e en lu e picada una y o nzo ie in m o n c ie l tr u a A v lg . ez sobre su objetivo, que se d ciosas o. Si a efiende pero de bía estudiad Alguna vez a h e d n m ó p d anera torpe, er n m itiéndole efectu ba respuestas. a n a ar ti b n ta co e n n e rg éx v A it in n o , evasivas. Aun las maniobras sistía arme e así no logra co iné de educ agíster ya aprorm te m e u p le q p o tar la misión, e r ij lo d cual inicia la g n, con mi m ba terminar ió u s er a ra c o p si a co tr o ló d gica, valiénose del molesto y en e falta y conocido zum é con que m básica. Ahora o b re ido en la ja bado, ironic d e la víctima. y también la r, lo reconoza ri a d n u c e la s proba o nada que ado que no teng y nostalgia. Soy egres iCROMÁTIDE (P llo np AOLA TENA co con orgu iñas de Chillán. Ni pla M ) E e X s IC A io N N g A e R le d E o SI o c e D i E ic N TE EN ESPA ro. M del L e n é g Ñ e A d n ració e mi loto ni integ ubicaron en el curso d re e quemó y m lliza. hermana me VIFUBE CHILE


Gabriel Bravo - MĂŠxico


Cuentos


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Sueños de un abogado vengador

Cuentos

Enriquito no entiende, Enriquito aún es bebé - piensa la niña. Me despierto. La última palabra hace eco en mi cabeza (bebé, bebé, bebé, bebé, bebé, bebé) de forma tan insoportable que me arranca el sueño. Desearía ahogarme en la arena de Morfeo para dormir de nuevo. Luego de calmarme y regular mi respiración, doy un vistazo al reloj: 3:00 am. Soy un abogado penal cuyos sueños se han transformado en una carretera en que la verdad me atropella con violencia. Durante los últimos 4 años, cada vez que pierdo un caso, durante la noche sueño la verdad. Dada la naturaleza de la rama jurídica en que me muevo, soñar con la verdad es vivir en carne propia la experiencia de la víctima; mi conciencia se mueve en el tiempo trasladándose al momento del incidente: siento a través de su piel, veo por sus ojos, mis gritos salen de su boca. En realidad no controlo nada, sólo imito sin darme cuenta, encerrado en la cabeza de la víctima. He sido apuñalado, robado, golpeado con una silla, golpeado por sentarme en una silla, extorsionado y, la última vez, violado. El último caso que perdí tenía como centro mi violación, quiero decir, la violación de una niña: un hombre es acusado de abusar sexualmente a la hija de su esposa, una pequeña de 10 años. La mujer denunció al hombre, pero la chiquilla no dice una palabra sobre el crimen, de hecho lo niega (un factor que ha permitido al abogado defensor evadir e invalidar todo tipo de pruebas médicas). Por lo tanto, el acusado alega que su esposa solo quiere dañarlo por rencor, usando mentiras e historias fantásticas que envuelven a la niña. La falta de pruebas le dio la inocencia al violador. A mí me ha dado la verdad mientras sueño. Durante tres noches he vivido la violación de la niña. He sentido la respiración del hombre, sus manos tocando mis senos en desarrollo, su lengua lamiendo mi vientre, el olor a plástico del condón barato, un terrible dolor tras la penetración, he sido invadido por el terror al ver las sabanas manchadas de sangre. Cuando termina, el esposo de mamá, quiero decir, el hombre dice: - Así los papis quieren a sus princesitas ¿Sentiste mi amor? Entonces toma un peluche, mi peluche favorito, el peluche favorito de la niña, una rana purpura de nombre Enriquito, y repite: -Y recuerda que no puedes decir nada, no quieres que Enriqueto… La niña interrumpe y yo susurro -Es Enriquito… se llama Enriquito… El hombre sonríe y se corrige. -Claro, Enriquito. No quieres que Enriquito piense que eres una niña mala y no haces caso a los mayores ¿Verdad? La niña se queda callada y asiente. Dice para sí misma: “Tiene razón, Enriquito no entiende, Enriquito aún es bebé”. En ese momento despierto a las 3 am. Estos sueños son testimonios de fe, locura, cobardía y silencio. Nunca he hecho nada con la verdad que me es revelada. No he sido vengador del llanto y la justicia rota. Pero esta vez es especial, esta vez es atroz, esta vez un angelito ha sufrido. Y yo he sufrido con ella. ¿Qué método usaré para hacerme verdugo? La idea de acuchillar al violador me da impresión, tal vez ahorcarlo sería muy íntimo. Mi infancia es la respuesta: cuando era pequeño siempre era el primero en romper la piñata en las fiestas. Me vendaré y destrozaré al desgraciado con un bate. Conseguir la dirección en que ahora vive el “inocente de violación” es simple. Cuando entro al lugar trato de pensar en Enriquito, el peluche. Ese pensamiento me calma de forma sorprendente; es increíble como existen tiernos detalles en lo terrible, como el olor de cereza del cianuro. Mientras me dirijo al apartamento del hombre, deseo que el cuerpo sin vida del violador sea guardado en las antiguas bolsas para cadáveres, no en las blancas que se usan hoy día, hablo de las de color negro, justo para la basura que llevarán dentro. Toco a la puerta. Es el momento, pagará por mi violación, por la violación de la niña, pagará por tocarme, por tocar a la niña, pagará por llenarme de su saliva, por llenar de saliva a la niña. Aprieto el bate con fuerza mientras escucho como abre la puerta torpemente. Nos encontramos cara a cara. Entonces quedó paralizado por el miedo, el miedo de un niño de 10 años. Nunca lo había visto tan cerca, siempre alejados en el juicio. Tenerlo frente a mí es como revivir la violación. No puedo dejar que me toque de nuevo, que respire sobre mí. Lleno de pánico, mis pensamientos se debaten: “¡Tengo que matarlo! ¿Pero Enriquito pensará que soy malo? ¡No! Tengo tanto miedo ¡Joder, solo fue un sueño! Pero yo estaba ahí. Yo lo viví todo. ¡La niña lo vivió! ¡Recuerda los sueños! ¡Los sueños te dieron la verdad!... los sueños… los sueños…”. Dejo el bate en el suelo. Dejo al hombre ileso. Huyo del lugar. Espero que Enriquito entienda: Los sueños no me transformaron en vengador, solo me volvieron víctima.

Bullseye (Camilo Martínez) Colombia


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NOCHE D E LECTURA

Considera que la noche es ideal para dejarse intimidar por lo sobrenatural por lo que escoge en primer lugar a Poe. Un rayo potente cae muy cerca de allí y la luz eléctrica se corta. Todos los improperios conocidos se hacen presente en su boca pues está en uno de sus relatos preferidos: Nunca Más. Si bien intenta continuar la lectura a la luz de una vela, las figuras danzantes de las sombras que se proyectan en las paredes l o e m p i e z a n a sugestionar.

Luego, la sensación de escuchar pasos, la impresión de sentir unos susurros y hasta un aliento próximo a su cara; sin pensarlo dos veces sale como loco de la casa hacía lo de su amigo, que vive enfrente. Al llegar a la puerta, y ya pronto a golpear, la potente luz de un rayo le deja ver, parado sobre la cerca d el jard í n, un cuervo negro que lo mira con sus ojos rojos. Queda petrificado, al tiempo que el ave extiende sus negras alas bajo la lluvia y el viento y se aleja oye claramente que le dice: ¡Nunca Más! Cuando su amigo abre la puerta lo encuentra en estado de shock repitiendo: Nunca Más y señalando hacía un lugar donde no hay nada en particular.

(Patokata) Patricia K. Olivera Montevideo- Uruguay

Cuentos

Semana de licencia con lluvia torrencial, no le queda más que ver las películas que tenía reservadas para alg ún momento y echar mano a los libros que hace tiempo está deseando leer.


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La Fée Verte

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A veces el sólo mirarla es una experiencia llena de odio y fastidia. Pero no puedo transitar por mi casa con una venda tapando mi mirada, porque tiene tres pisos y significaría una prematura muerte para mí. Y pasar a mejor vida sería darle en el jodido gusto a ella… la Barbie ama de casa que un día mi padre se trajo en una caja. No incluye baterías ni sueldo (cerebro, menos). Ella, la que pregunta si John Travolta es un cantante. Ella, la que se cepilla el mall entero y colecciona bolsas de todas las marcas, excepto las genéricas. Ella, que está a punto de irse a vivir a la peluquería. La que me grita que le baje el volumen a "mi tecleo", porque está tomando su siesta rejuvenecedora de las 5 de la tarde. La que se cree tan fina y elegante, que sólo escucha reggaetón mientras ejercita en una trotadora. La que tiene un bebé que es cuidado entre turnos por dos nanas, porque los bebés no huelen muy bonitos. Ah y dejan estrías… Puedo verla en una bata, rondando alrededor de la piscina. Yo en el patio, tendida sobre el pasto, leyendo, intentando desaparecer tragada por una grieta misteriosa (trágame tierra, porfa). Estoy a varios metros, pero aún así siento el olor a coco de su Hawaiian Tropic, tocando su piel tipo solarium, “como le gusta a los machos”. También la depilación a lo porno star, según unas fotos que accidentalmente pillé. Me observa y dispara: - Estás pálida como un zombie. Además, ese corte de pelo te hace lucir como un niño. - Paciencia, Dios no-mío, paciencia- es lo único que cruza mi cabeza, mordiéndome los labios, conteniendo una horda de garabatos gloriosa. Incontables veces sueño que la asesino. Pero apenas despierto, temo que sea como las callampas en el patio: si la corto, saldrán muchas más. Ese cultivo de féminas descerebradas abunda en las playas de Arauco, más que las algas y el pino radiata. Sospecho que los residuos de la Celulosa Arauco provocan el fenómeno ¿pero quién soy yo para probar la tesis? …sólo una estudiante de Historia: amante del tiempo pasado, no de las mutaciones actuales. Y bueno, era uno de esos días de mierda, en que mi padre se había virado a concretar negocios en la capital, el bebé hipaba de tanto llorar y la “yeina” paseaba en bikini, que decidí largarme a una vieja taberna a probar nuevas experiencias con el infaltable amigo culto y gay (aún no conozco gays ignorantes).

Dedicado a Carol, con toda mi ironía. -Te voy a presentar a una amiga mía- me dice con cara de trecetrece, la ceja alzándose en actitud misteriosa y seductora. - ¿Y tu amiga cómo se llama? - Hada verde le dicen. Es una ninfa de antaño que jugaba con la oreja de Van Gogh, le contaba historias a Oscar Wilde y le pintó un par de obras a Picasso, entre muchos otros genios. - Una connotada, entonces. - Y por tres lucas, te prometo que quedarás con la cabeza en otra época. Algo así iba la conversación por Messenger, con un par de abreviaturas y tipeos de por medio. Cierro mi pecé y con ello desaparecen “los tarros” que escucho (como dice la Barbie, que por casualidades de la vida, además se llama Bárbara): dícese de un par de discos de Pink Floyd y Faith No More. Cojo dinero de la billetera de mi padre, de manera discreta y singular: guardando la proporción de billetes chicos y grandes adentro, de manera que no sospeche. Cruzo el patio tamaño mini fundo, típico de casa en medio del campo-carretera de la “ciudad de Arauco” (tiene sólo tres calles principales y aún así le alcanza el título de ciudad). Me sigue la mirada del pervertido de nuestro jardinero (la triple X que transmite su cabeza suena tan fuerte, que hasta escucho los gemidos). Podría tomar bus, pero NO: me encanta caminar por esa polvadera de carretera hasta que desaparecen las vacas y zarzamoras, para dar paso a veredas y un poco de civilización; transito en mi personal volada escuchando alguna canción. - Te demoraste más que la cresta- me increpa Rafael, mi amigo y compañero de etílicas tertulias, voladuras filosofales y otras ñoñeces. - Tuve que caminar la última calle dos veces: me negaba a llegar sin terminar de escuchar Echoes. - Esa canción dura como 45 minutos. - Lo sé… ¿y tu amiga?- cambio el tema mejor. - Allá adentro te espera- me dice abriendo caballerosamente una puerta que está a punto de caerse.


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- Un esbozo de heterosexualidad. La decadencia es parte del decorado y gracia de esta taberna, que va contra todas las pelolais reglas de la comuna: paredes de adobe, un piso de color indefinido, lleno de posters en los muros y mensajes (políticos y soeces) escritos con corrector. Apesta a cerveza y bohemios. Nos sentamos ante una mesa armada con troncos y sobre unas jabas de cerveza, equipadas con un cojín para mayor comodidad. Se acerca una mesera con pinta de vocalista de banda de rock: - ¿Qué toman?- nos interrumpió. - Tráenos algo del licor de los poetas, uno para cada uno- responde Rafael con un guiño… Y entonces aparece la verde “connotada”, arropada en dos vasos de diseño singular. Y la mesera quema un cubo de azúcar sobre ésta y vierte otro líquido de azucarada apariencia sobre la mezcla… y luego vienen los sorbos, tragos, bocanadas y antes que nada, hablo kilómetros de palabras y el bar luce como un restorant. Al segundo vaso, yo ya no tengo caso. - ¿Te sientes bien?- escucho la voz de Rafael distante, como disolviéndose sobre el vaso de absenta, cual licor de anís. Pero yo estoy perdida, escuchando algo: canta la canción más inexacta, allá lejos en un parlante y aunque intento seguirle la

conversación a mi acompañante, se me escapan las neuronas… Y de pronto estoy devuelta a la vereda y posterior carretera (oye, hueona, ¡espera!) trazando un zigzag sobre la tierra, saludando a los conejos gigantes en sus madrigueras, las bocinas de los camioneros marcando el paso. - Washita, no se me enfríe, suba pa’ acá a la máquina que yo la caliento- gritan abriendo las ventanas. ¿Y a mí que me importa? El frío no me azota porque la noche me arropa (serena morena, vasos de sierra morena), contemplo las estrellas que se estrellan, la cordura abandonándome, ¡ya anda perdida la moza, a las horas más dudosas! - ¡Mi amor, tanta curva y uno sin freno!- escucho a lo lejos, malditos camioneros. Y de pronto la ilusoria realidad me parece tan idiota y me he sentado en medio de la carretera y las zarzamoras y, entonces veo… He visto las gaviotas prenderse en llamas contra una farola... y sus crías llorosas, pegadas contra mi mirada, susurrando un "Hola". Los zancudos pirómanos incendiando sus alas, succionando con fuego mi sangre, llenándome de humo ¡empalidezco de anemia y hambre! - Esto me pasa por mi complejo a lo Alicia, de beber botellas: frascos que te hacen grande, frascos que te hacen pequeñareflexiono en voz alta.

Hasta que las gaviotas en llamas caen desde el cielo y yo grito-arranco aterrorizada, la piel rasgándose entre la maleza, desbocadas mis piernas, hasta que en carrera agitada me he metido a mi casa… Con tan mala suerte, que las gaviotas moribundas e inflamables han entrado a almorzar/ incendiar mi comedor. - ¡Fuera de aquí, bellacas!- grito cual si fuera una pirata. Desesperada, he agarrado unas tijeras que lucen como viles tenazas y he desplumado a un par o dos. Al resto las he perseguido por todo el lugar, hasta apagar todas las flamas, hasta que ninguna osa respirar. Sus plumas en desorden por toda la alfombra y la cama de mi padre y señor. Y entonces parpadeo y la luz empieza a ayudarme, a dejar de ver lo que quiero y empezar a ver lo real… Parece que mi vida sí que será corta, porque no rapé a una gaviota ilusoria, más bien a la flamante polola que me mira como ella sola y ha soltado un grito que me ha apagado toda la alucinación… ¿Y ahora quién es la que parece niño?

Serenade Chile

Cuentos

- ¿Y eso qué fue?- pregunto riendo.


Manuel Cabezas - Chile


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Paseo virtual Ahí vas de nuevo. Al más mínimo aburrimiento dejas tus deberes para jugar en la granja virtual de la computadora. Y cuando surge el fastidio del campo irreal, pasas a la ciudad ficticia, también en el mismo ordenador. Te han dicho muchas veces lo dañino que puede resultar para ti, pero no haces caso. Has pasado así un año desde que iniciaste la adicción. No pareces tener remedio. Entonces, un día algo pasa. Un vórtice se abre y te succiona al interior de la máquina. De repente estás metido en tu propia granjita. Desesperado, buscas la forma de salir, mientras los animales te lanzan miradas hostiles. Las criaturas de tu granja te rodean. En sus ojos se ve la aversión hacia ti. Están decididos a agredirte, ¡pero no lo logran! De manera por demás milagrosa, alcanzas a pisar un botón de traslado de lugar. Llegas a un sitio conocido por ti. Es tu propia ciudad virtual, tan majestuosa por el ahínco que le diste sin merecerlo. Paseas por la urbe irreal. Quedas anonadado por la gran cantidad de negocios, los rascacielos y otros edificios comunitarios colosales. Todo transcurre en paz. De pronto, se da el robo a una de tus tiendas de smokings. El pillo en realidad es una mujer rechoncha con lentes y perfil de bibliotecaria. Los policías, inexplicablemente, no pueden con ella. Entonces te estremeces y repentinamente saltas sobre la ladrona a quien no le quedó tiempo de reaccionar. De un momento a otro pasaste de villano a héroe, aunque no recibiste agradecimientos por la detención de la maleante. Pero en este universo hay repentinos cambios de suerte. Consumes en una librería y se acaba la energía. Los delincuentes aprovechan para asaltar el establecimiento. Las fuerzas del orden no pudieron frustrar el hurto y en lugar de ir contra los “malos”, se van sobre ti. Huyes angustiosamente, empero los habitantes de la ciudad se unen a la persecución. Volteas para todos lados en busca de una salida. No te percatas que en la siguiente esquina venía un camión de mudanzas. El encuentro es inevitable y el desenlace, funesto. Se dio un nuevo fulgor en la pantalla de la computadora. La ciudad virtual se mantiene intacta, sólo que ya no estás ahí. Regresaste al mundo real, aunque dejaste en la dimensión virtual tu tesoro más preciado: la vida. SEÑOR EXTRAÑO MÉXICO


26 UN DÍA EN LA OFICINA DE REENCARNACIONES EN LA SALA DE ESPERA “Ministerio de Transmigración del Alma. Subdirección de Estados Intermedios” reza una plaquita dorada junto a la puerta de entrada, y enseguida otra en letra más pequeña que dice: “Favor de dirigir sus quejas, sugerencias o felicitaciones al Comité Evaluador del Karma”. La puerta es estrecha y baja, con figuras primorosamente talladas en maderas preciosas. Se abre automáticamente apenas alguien hace el amago de entrar, conduciendo a una sala de espera decorada con lujo, muros revestidos de terciopelo rojo oscuro a juego con las alfombras mullidas del mismo color y butacones de madera adornados con cojines de plumas para hacer más grata la espera. Como si los visitantes a la oficina de reencarnaciones no estuvieran acostumbrados a esperar. La pinta de los ahí reunidos es de lo más diversa. Aquí se puede ver a un anciano de ojos vidriosos, iris circulado en azul, coronados sus blancos cabellos con ramas de olivo y envuelto en una túnica púrpura, de piernas cruzadas y hojeando despreocupadamente una revista promocional proporcionada por la oficina que exhibe títulos como “¿Ya eligió el sitio de su siguiente reencarnación? ¡Échele un ojo a nuestros nuevos destinos!”. Súbitamente, la puerta de entrada se abre y deja pasar a un hombre delgado y nervioso que mira a todos lados repitiendo con voz temblorosa como un mantra “¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?”. “Nuevos, ¿eh? Se les reconoce con la primera mirada, pobres diablos‖, dice una berenjena, cómodamente sentada entre los cojines del butacón a su vecina, una mujer regordeta vestida de aldeana de la época medieval. “¡Por nuestras esposas e hijos, por nuestra patria, que no han de capturarnos vivos, preparad los cañones!”, grita un hombre, levantándose de su asiento como impulsado por un resorte, mirando hacia el infinito. Está enfundado en un traje ceñido brillante apto para viajes interestelares. Su cabeza es visiblemente más grande que la media. Luego parece recordar donde se encuentra, y sonriendo apenado se excusa, ”un problemita con reencarnaciones anteriores, me pasa todo el tiempo, especialmente de noche. De hecho no sé si por eso mis compañeros en la nave…”. Se queda dudando un segundo, luego como restándole importancia sigue, “no, si la confusión entre las tabletas alimenticias y el limpiador de maquinaria fue un errorcito sin mala intención del cocinero, ¿o no?…” EN LA OFICINA Mientras tanto, detrás de la puerta principal, o sea, en la oficina propiamente dicha, se desarrolla la siguiente escena: detrás del escritorio de roble se encuentra el responsable, pequeño y algo calvo, de gafas redondas, camisa blanca bien planchada y corbatita roja, con ambos codos sobre el escritorio y las manos juntas frente a su nariz en actitud de estar arrobado contemplando el David de Miguel Ángel, mientras frente a él parlotea animadamente su interlocutor. - La verdad es que esto de las reencarnaciones es muy buena idea, no lo voy a negar, pero algo fatigoso, ¿no lo cree usted así? El funcionario asiente levemente. - Si no es demasiada molestia, está vez deme algo tranquilito, sin mucho ajetreo, ya no es la primera vez ¿sabe? Nada de jaleo, algo como… bueno me viene de pronto a la cabeza, jeque árabe con derecho a harem, por ejemplo… El hombrecito sonríe discreto, saca un enorme libro compuesto de hojas amarillentas y ajustándose las gafas comienza a consultar ―jeque, jeque, jeque….‖


27 - No, nada así como lo que pide – le dice el funcionario con una voz aflautada -. Le puedo ofrecer ahora mismo con reencarnación inmediata, veamos… volver como una lechuga – mira interrogador al hombre. - ¿Lechuga? - O secuoya gigante, pero claro, en caso que busque algo de duración limitada, es nuestra obligación advertirle que las secuoyas viven unos 2,500 años, si son cuidadas con amor. - ¿2,500 años? ¡Qué va! No, demasiado tiempo, pero mire busque bien en su libro, que no tiene que ser un jeque árabe, un rey de país pequeño me viene bien, no soy nada exigente. Pero cuidado porque la última vez me enviaron a nacer en un cuerpo que ya estaba ocupado, fue terrible, estábamos muy apretados los tres, una experiencia de lo más desagradable. El funcionario suspira, se acomoda las gafas e inclinándose sobre el libro pasa las hojas rápidamente. Se detiene y golpea con la punta del dedo sobre la escritura indescifrable. - Sí señor, tengo lo que busca – el otro sonríe esperanzado – Tengo ahora mismo disponible un puesto para reencarnar en el futuro rey Jorge VIII de Avignon llamado el Prometedor, claro que como se autonombrará rey a los 18 años en el curso de una revuelta poco exitosa, morirá dos meses después en medio de torturas variadas. - Eh, no. Tampoco tenía eso en mente, la verdad es que eso de las torturas no me va mucho, ¿sabe? - Claro, claro, entendemos. De hecho esas plazas no nos son muy solicitadas. Y vaya a saber usted porqué, aquí entre nos – dice bajando la voz y acercándose a su interlocutor en tono confidencial - le cuento que le dan puntos extra para su siguiente reencarnación. Quizá hasta pueda llegar a ser una mujer guapa, usted me entiende. - Ah por cierto, ahora que hablamos de mujeres aprovecho para darle una queja. En las últimas cinco reencarnaciones me he topado con mi mujer. Que sí que la quiero mucho y es simpática hombre, para que voy a negarlo, pero preferiría conocer otras personas ya sabe, el rollito de culturas distintas, crecimiento personal, todo eso. - Claro, claro. Pero mire que ahora estamos un poco cortitos de plazas, con el auge en el control de natalidad es poco lo que puedo hacer por usted. Y esto añadido al hecho de que su expediente no es de los mejores, sentimos decírselo. Posee usted un karma algo turbiecito. Procure acumular puntos en su próxima vida porque si no, amigo, esto es un círculo vicioso. Le sugerimos como punto de reencarnación, en vistas de su presente historial, gusano de seda o perro de pradera. - ¿Tan limitados estamos? No lo sé, ¿y si hablara con su supervisor? El hombrecito carraspea incómodo. - Nuestro Supervisor no está disponible en este momento. Y escoja pronto porque nos han avisado que se avecina el descarrilamiento de un tren y no se imagina cómo se pondrá esto. - Bueno, pues perro de pradera que sea. Pero sepa que no me voy muy contento. - Si lo sabemos, pero sea paciente, espere su próxima reencarnación. Fue un placer atenderlo – levantándose de su asiento le señala la puerta sonriendo amable - Y recuerde, nada de esas cosas de hipnotismo, invocar espíritus ni leer libros de experiencias cercanas a la muerte ¿eh? Hay que mantener un poco la ilusión. ¡Lo vemos pronto por aquí!

CROMÁTIDE (PAOLA TENA) MÉXICO/ESPAÑA


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FLORES NEGRAS

EL BOTERO

Me hacen daño tus ojos, me hacen daño tus manos me hacen daño tus labios, que saben mentir... (Fragmento “Flores Negras” de Sergio De Karlo)

Cuentos

Una llamada me despertó a media noche, atónita me levanté de la cama y vestí lo primero que conseguí. No parecía ser verdad. Con lágrimas en los ojos, puse las llaves en el encendido y me dirigí a la morgue. Allí, sobre una camilla, yacía el cuerpo sin vida de quien fuera mi esposo. Después de cumplir con los trámites mortuorios volví a casa. Cuando iba en camino, advertí que mis muñecas, apoyadas en el volante, se mostraban víctimas de maltrato y recordé la última golpiza que me propinó, ya no recuerdo porqué, pero sí el dolor y la desesperación de la que fui presa aquella noche, la resistencia ante cada golpe y el despertar, luego de unos días, en la cama de una clínica. Al llegar a casa, con la mente aún perturbada, evoqué la imagen de su cuerpo ennegrecido y la expresión apacible que le quedó grabada en el rostro. Tropecé con la mesita sobre la que reposaba una flor negra de vidrio que me regaló aquella navidad en que se masturbó con mi cuerpo hasta que se sació. Entré a la ducha y la ráfaga de agua tibia me recordó cuan dolorosa era la experiencia de verlo a diario; los golpes habían sanado bien, pero aún sentía dolor. Estuve tranquila desde el día en que desapareció. Al terminar el baño perfumé mi cuerpo con la más deliciosa fragancia, que aún sin estrenar conservaba guardada en el closet de mi habitación; vestí un conjunto de ropa interior de encaje negro y sobre éste, un sencillo vestido del mismo color; maquillé mi rostro y al poner algo de brillo en mis labios, el espejo sugirió la imagen de una mujer que contenta se dispone a divertirse. Fueron muchas las buenas fiestas que devoramos juntos, tiempo atrás, y las más, aquellas a las que dejé de asistir por incomodarme sus maneras de divertirse, odiaba la violenta actitud que lo poseía tras sus rituales cocainómanos, a raíz de los cuales sus sentidos de gusto y olfato casi habían desaparecido. Llegué al funeral y amigos me dirigieron sus condolencias. Mi corazón sonrió. Aquellas palabras de solidaridad en mi tragedia vinieron a afirmar el triunfo de la muerte sobre aquel ser, abrazos iban y venían. Mi espíritu se regocijaba. A pesar de lo tedioso que me resultó el entierro, no me alejé de aquel lugar hasta que el último invitado a la tertulia desapareció. El sol resultaba insoportable, él ya no renacería de la tierra. Resolví volver a la casa que ya sentía mía desde que desapareció, aquel muerto no tenía más dolientes que esta dulce dama. Camino a casa recordé cuando nos topamos en una intersección vial donde los oscuros vidrios no permitían la visión al interior del vehículo; era viernes en la noche y seguramente no llegaría a casa como solía hacer cada fin de semana, ya a esa hora, entre el alcohol y su blanca amiga, su cabeza era un desastre; decidida a saber que haría, lo seguí; lo que me llevó al descubrimiento de una cabaña a las afueras de la ciudad, nunca supe que sucedía allí, y a esas alturas ya no me interesaba… Por fin llegué a mi casa, cansada del protocolo del funeral, fui a buscar la botella que guardaba en el bar desde que desapareció. Fue una joven mujer quien consiguió su ennegrecido cuerpo sobre la cama, su amante, supongo. Un fuerte olor a gas la alarmó y entre gritos y sollozos notificó a bomberos y policías. La autopsia arrojó como resultado: envenenamiento con gas. Hoy como cada aniversario de su muerte, fumo en el balcón de mi casa, como fondo de las bocanadas de humo, me sonríen las estrellas que evocan la noche en que entré a la cabaña, lo conseguí dormido y cerciorándome de que cada ventana hubiese quedado bien cerrada, abrí la llave de paso de gas de la cocina, dejando que el gas hiciera lo suyo.

KAYA GOBET VENEZUELA

El delgado botero rema de pie en su viejo bote. Cual gondolero, nunca pudo acostumbrarse a bogar sentado, de modo tal que su largo remo le servía tanto de impulso como de timón. Con la tranquilidad que da el ser dueño de su propio destino, boga sin apuro por el interminable río. De vez en cuando algún desconocido le hace señas desde la orilla para que lo lleve río abajo, a lo cual siempre accede pues lo suyo es navegar. Al terminar el viaje siempre le regalan una moneda de propina, las cuales tiene acumuladas pues su vida no requiere de monedas para seguir siendo vida. Aquel día era diferente. Luego de varias agitadísimas e interminables jornadas previas de viajar una y otra vez con pasajeros río abajo, a veces llevando a más de uno por la cantidad de viajeros, y con su bolsa llena de propinas, ahora se encontraba con el río totalmente vacío. Por fin podía navegar como le gustaba, disfrutando del agreste paisaje y escuchando el silencio de la naturaleza en su máxima expresión. El delgado botero rema de pie en su viejo bote. De pronto divisa a lo lejos en la orilla a su querido perro, fiel compañero por años de sus viajes. Con premura acerca su bote a la ribera: con cada palada del remo ve cómo la cola de su amigo se agita más y más. Al llegar a su lado el perro salta al bote, y el botero puede por fin acariciar las dos cabezas de Cerberus. Al parecer la vida en la tierra había acabado, y ahora el delgado Caronte podría simplemente remar por el río de la muerte junto a su guardián por el resto de la eternidad…

DOCTOR BLOOD (JORGE ARAYA) CHILE


Gabriel Bravo - MĂŠxico


pOESÍA


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Señales Ciertas calles me corrigieron Los recuerdos Quise abatir la memoria De nuestra despedida. Pero estas empedradas Avenidas habían cambiado Las señales, direcciones y sentidos.

Sólo el callejón sin salidas -esperando el camión de la limpiezaEstaba ahora apenas si algo

André Gallard

Poesía

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Poesía

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DIOS DE BRAZOS CORTOS Dios de brazos cortos

Que en ácido cantaba

Que en ácido se tocaba el pelo,

himnos patrios de naciones

y se lanzaba saliva con la boca chueca.

africanas

Que en ácido veía gallinas negras volando en

y rogaba por el martirio

el desierto

de los descalzos de Bolivia

En la cálida vida

Y sufría por el destino de los

sobre la trompa de un lagarto

hombres del futuro

Que parecía un dios de brazos

Y lloraba por todas

cortos

las mujeres de

Que en ácido hablaba de todos

la historia

y aburría al continente americano. Que en semana santa nos Dios de brazos cortos

habló con encanto

Que se creía el último de los aventureros

y nos bendijo la ayahuasca,

Que había muerto tantas veces

la cicuta los saques

Que creía al desierto de su lado El desierto que lo odiaba como

Dios de brazos cortos

a nadie

De pecho frío y esplendores

Dios de brazos cortos que

Falsos esplendores

imaginaba un horizonte

de algún viaje

lleno de profetas y rebaños Que despreciaba la oscuridad de la noche

Que en ácido se perdía en

Que en ácido nos preparaba para el retorno

bosques derretidos

Que en la felicidad de un mundo se escondió

En barcos oxidados

unos años

En un mar adentro que era

y salió arrancando Que no quería estar solo

él mismo

porque siempre le daba la pálida en mala

Eduardo Yáñez Rivas Chile


33

ADIÓS A ROJAS Acostúmbrate Gonzalo a ser una palabra hecha de aire, porque todo lo que hiciste fue de aire o voló con él o lo dibujaste con relámpagos en la espalda de las santiaguinas. Escribe con cuidado tus versos divinos y rostros de repente, que ahora pasean instantáneamente tatuados en las hojas blancas.

Acostúmbrate Gonzalo a no dejarnos nunca desde Dios, Huidobro y el silencio, esa santísima trinidad de la discordia que te daba todos los días a luz, desde el zumbido, desde el parto, desde el Ganges y tu dimensión que no dejaba de sonar y así acostúmbrate, Gonzalo, porque cada vez que invoque la vibración dolorosa estarás tú y no sabré si soy yo o eres tú el que está en Lebu o Nueva York susurrando en mis oídos algún misterio susurrando poesía pa’ mis luces que no cesan de apagarse. Acostúmbrate Gonzalo a no morir, a girar en los espejos, a robarle la aurora a estos miserables que te leemos sin leerte.

JUAN PABLO ARIAS CHILE

Poesía

Acostúmbrate a vivir ahí: en las hojas blancas.


Poesía

34 Carlos María Bowen Machado vivió de manera muy peculiar. Recorrió los años obsesionado, queriendo un misterio dilucidar.

EL BIEN Y EL MAL

¿Existe el bien en su estado puro o lo bueno esconde algún mal? ¿Lo malo es siempre algo oscuro o la sombra no puede ser total?

La infortunada llevaba una carta apretada en su pequeña mano. En ella decía: “Hijos, estoy harta de esta vida, que rechazo de plano.”

El hombre heredó gran fortuna y se dedicó solamente a estudiar. No encontró respuesta ninguna y las enciclopedias llegó a odiar.

“He tomado una decisión sin temor. Me lanzaré a estas aguas congeladas, llevándome a su hermano menor. Acabarán nuestras vidas desesperadas.”

Sólo la experiencia lo iluminaría, quiso hacer algo bueno de verdad. Supo que lo pequeño no bastaría y donó su riqueza a la comunidad.

Así, una cruel muerte salvó una vida y el mal perfecto no se pudo consumar. Frustrado y aturdido, fue el homicida el que se tiró al oscuro y gélido mar.

Sin nada, fue a vivir a la calle y observó a los beneficiados. Se sorprendió con cada detalle, envidia, mentiras y estafados.

Al eterno y cálido infierno, entró Carlos María Bowen Machado y entre gritos y llamas encontró a las mujeres que había amado.

Su gesto, supuestamente positivo tuvo efectos totalmente indeseados. Lo virtuoso terminó siendo nocivo, los millones fueron despilfarrados. Entonces, probó todo lo contrario. Decidió matar al primero que pasara. Sin ceremonias, ni rito funerario, le disparó a una mujer en la cara.

JUAN PABLO ROJAS CHILE


Locuras Soy Astronauta? Corro, trabajo, reposo, no trabajo, estudio, no estudio… Abajo, abajo, Ahí quiero estar Abajo, arriba, ahí me siento ahora Me siento, y los miro a todos Corren, no corren, reposan, NUNCA! Jamás en la vida, La vida agitada, atormentada… Tormenta!?, A cubrirse! Cúbreme tengo frío, Estoy arriba, aquí lejos del sol El sol que ilumina, que da calor Calor!, lo que necesito! Necesito a alguien, alguien como tú Tú o ella o esa o aquella? No sé, pero no importa, es alguna, ya la encontraré Encontrar!?, la salida Salida de qué?, de mi mismo? No, de todo Irme, irme de qué?, si ya estoy afuera Afuera del mundo? Afuera no del mundo, afuera de mí No me encuentro, te necesito Lo repito, vez, estoy loco, Loco rayado… PERO BASTA! Ya no más!, no quiero golpearme más Golpean? A quién golpean? Ayuda, ayuda! DERECHOS HUMANOS AHORA! (que propagandístico) Mejor me cayo… y me voy Me voy de aquí, no puedo más, me voy… A dormir.

Ricardo Manque Chile

Poesía

35


Fotografía: Elisa Cousiño


GalerĂ­a de Arte


38

Felinos M.B. (Manuela Betancourt) - Colombia


39

Ma Ant Yayozoide (Daniel Martin) - Chile


40

Wild Rage Zebrastic (Daniel Rojas) - Colombia


41


42

O tempo Edgar Borges - Brasil


43

Deserto Edgar Borges - Brasil

Invasao Edgar Borges - Brasil


44

Blue Train MartĂ­n Vega - Argentina


MartĂ­n Vega - Argentina

45


MartĂ­n Vega - Argentina

46


MartĂ­n Vega - Argentina

47


MartĂ­n Vega - Argentina

48


MartĂ­n Vega - Argentina

49


50

Los últimos días Matías Barceló - Chile


Mat铆as Barcel贸 - Chile


52 @andrenomas: Invierno Más cuidado con los paraguas que con la lluvia. #chile @SeñorExtraño: Búsqueda Rastreó sin cesar su libro y no lo encontró. Resignado, se sentó en el sofá. Entonces, el texto que buscó con ahínco salió de su bolsillo. #méxico

@borgesedgar: Desgaste Deu tanto o seu corpo, na juventude, que no final da vida não lhe restava nem a lembrança dele. #brasil

Cuentwittos & poetweets


53

@cromatide: A la deriva Ayer abandoné a un hombre nadando desesperado en el río. Me siento culpable. Hoy tengo que abrir el libro de nuevo y saber qué fue de él. #México/España

@mariapazruiz: Error El profesor se rió al ver al niño pasando con fuerza el borrador por la pantalla de su nuevo portátil. Ahora el niño se lamenta porque ya sus errores no vienen con olor a nata. #Colombia/España


54

La vida de los peces - Largometraje Tal como dice el propio Matías Bize, ‚La vida de los peces‛ es su mejor película. En esta cinta se puede ver el gran crecimiento profesional del joven director. Es una muestra de que ha ido mejorando cada detalle respecto de sus trabajos anteriores. En ‚La vida de los peces‛ se puede ver un guión sólido, una dirección magistral y un elenco de primer nivel, encabezado por Blanca Lewin y Santiago Cabrera, quienes logran establecer una conexión única con el espectador a través de una historia que podría haberle sucedido a cualquiera de nosotros, y que logra sensibilizar hasta al más fuerte. Los personajes están muy bien trabajados y la historia no requiere de mayores explicaciones, por lo que se puede disfrutar de una cinta simple, sin sobrecargos, pero absolutamente precisa. Y se agradece.

AUDIOVISUAL

Una película hecha en tiempo real da, sin duda, una cercanía con la realidad que aumenta la empatía entre la historia y el espectador. Además, las situaciones que se observan en la trama son interesantes y representativas de lo que significa un reencuentro, no sólo en la historia de amor entre Andrés (Santiago Cabrera) y Beatriz (Blanca Lewin), sino también en las relaciones de amistad. Es una cinta cálida, con una excelente fotografía a cargo de Bárbara Álvarez, quien no dejó ningún detalle al azar, y con una dirección de arte precisa, donde no hay elementos de sobra, sino que todo está perfectamente pensado para lograr el efecto de cercanía que requiere una película como esta. Por otra parte, cabe destacar la sólida actuación de Santiago Cabrera, quien era capaz de sostener sin problemas los silencios de la película. Blanca Lewin, impecable, como en las anteriores películas, aunque podría haberse potenciado más y no haberse quedado tanto tiempo enmarcada en el personaje de ‘la ex’. Una sorpresa agradable la dieron los dos niños Pedro del Carril y Matías Jara, que tuvieron la oportunidad de demostrar su talento en la película, junto a las jóvenes actrices María Gracia Omegna (‚Martín Rivas‛), Alicia Rodríguez (“Navidad”) y Francisca Cárdenas. ‚La vida de los peces‛ cuenta la historia de Andrés (Santiago Cabrera), un periodista que lleva diez años radicado en Alemania y regresa a Chile por unos días. En el cumpleaños de su amigo Pablo se reencuentra con su viejo amor, Beatriz (Blanca Lewin) y revive una serie de recuerdos de su pasado. Este encuentro con el gran amor de su vida le abre la posibilidad de reescribir su historia, pero Beatriz ya tiene una vida armada con su marido y sus dos hijas. Título: ―La vida de los peces‖ Género: Drama Director: Matías Bize Elenco: Santiago Cabrera, Blanca Lewin, Sebastián Layseca, Antonia Zegers País y año de producción: Chile/ Francia, 2009 Duración: 84 minutos

“Se renta cráter {unar” - Cortometraje Entre las categorías de nano y cortometraje, esta pieza audiovisual trata la etapa clímax dentro del proceso de madurez en el ser humano: el extender las alas y volar del nido para crear el propio. Su estética es distinta a la corriente, predominando las imágenes sobreexpuestas y destacando la utilización del ‚Picture in Picture” (colocar varios cuadros o imágenes en pantalla), con la intención de adoptar distintos puntos de vista. Disponible en: http://el6arevista.blogspot.com




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