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Gainza

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ENTREVISTA

Gainza “MELODÍAS DEL PASADO CON EL ESPÍRITU LIBRE DEL PRESENTE”

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Gainza siempre incorpora lo nuevo, como buenos nómades en constante creación y cambio. En plena cuarentena, están a punto de sacar a la luz un álbum que se fue armando en estos tiempos de aislamiento e introspección, pero también de colectividad.

Allá por el año 2017 nació este proyecto de canciones. Podría decirse que fue fluyendo por el empuje de su cantante Eduardo Pelitti, quien comenzó como solista, experimentando con amigos y otros músicos que lo acompañaron en escena y que luego varios quedaron como miembros de la banda. “Comenzó con un tinte medio experimental, de máquinas en la primera instancia acá en la calle Gainza, donde estoy ahora. De acá surge, y se termina llamando como ésta calle, no por nada en especial que signifique Gainza, sino porque me parece un nombre llamativo y estéticamente agradable”, argumenta su creador.

Tiene la dualidad el nombre de que es un apellido y como esto lo arranqué solo sin mucha idea de cómo iba a continuar, dije que se llame de una manera que puede ser algo más individual. Pero al final no fue así, aunque siempre está esa dualidad, porque no es una banda fija todo el tiempo, hay un juego entre mi viaje introspectivo y un viaje como banda. Entonces en 2017 surge eso con el primer EP que se llamó Fuimos Felices.

-Hay varios artistas invitados en la discografía y en los recitales.

-Eso es permanente, no hay géneros fijos, hay invitados permanentes, más que nada porque es como una inquietud, una búsqueda para que otras personas le aporten otros colores. Al año siguiente de la salida del EP nos conformamos como banda, con mis compañeros Eduardo Pelletti en bajo, Gastón Blander en batería, Cristian Aciar en guitarra eléctrica. Con esa formación pasamos a ser una banda propiamente dicha, un cuarteto tradicional de rock, pop y derivados. Ahí grabamos el segundo EP que tiene cinco temas con un sonido más orgánico.

-Llaman la atención las letras.

-Son una mezcla de vivencias, personales, sociales, tanto del presente como del pasado, con algunas cosas que le tomamos prestadas a la literatura universal por así decirlo. A veces historias que parecen personales en realidad son historias de un personaje de algún libro, de algún cuento, eso por ejemplo pasó con “Pascal”, que se llama de esa manera porque yo estaba leyendo una novela de Paul Auster, La invensión de la soledad, básicamente es la historia del protagonista y su soledad conectada con la soledad de su padre. En una parte el padre habla de una cita de Pascal que es un filósofo matemático y dice “La infelicidad del hombre se basa en una sola cosa: que es incapaz de quedarse quieto en su habitación”, esa inquietud constante, hace que busque otras cosas, sino se hunde en la depresión y el animal en cambio es mecánico, o sea, no tiene inquietudes intelectuales. Entonces la letra de la canción arranca con eso y después conecta con un viaje que yo hice, pero esa parte es el corazón de la letra.

-¿Qué nos poder contar de “Allegro”, uno de los sencillos que sacaron?

-Su ombre es como un modo que está dentro de la música clásica, que es alegre. La canción me parecóo que es así, alegre, como ese

optimismo de los ‘90, esa época está muy metida en esta banda, somos hijos de los ‘90. Bueno, es eso, representa el sentimiento alegre, dentro del aislamiento inicial muy intenso que tuvimos con esto de la cuarentena. Estamos haciendo muchos temas en cuarentena.

-¿Todo es parte del nuevo trabajo?

-Sí, también salieron “Truquitos” y “Piratas buenos”, todos con el mismo concepto de mucha gente que graba desde sus casas, como una cooperativa antidepresión (risas). Va a salir entonces todo el álbum pronto, que tendrán ocho temas o más porque hay algunos ahí gestándose, pero va a salir porque sino es una creación permanente. Hay una cosa con todo esto del aislamiento de pasarse 8 horas viendo y mezclando un tema, haciendo arreglos, eso hace que en un momento después de la quinta hora ya no tenés mucha perspectiva, pero es un viaje, una obsesión y eso pasa, nunca había mezclado con esta meticulosidad, como muy ensimismado. Y se aprende en el viaje, haciendo, compartirlo con gente, pero hay que sacarle el jugo a esto del aislamiento y también hay que compartir.

-¿Como se consolidó la banda en este fluir?

-A partir del primer EP yo empecé a tocar en lugares como solista y siempre invitaba gente, amigos, amigas, que algunos hoy están en la banda, como el bajista. Y entonces me pasaba que los temas que tenían gente invitada los disfrutaba más. Y bueno, así se dio. Con Eduardo Pelletti, el bajista, que es mi hermano, tuvimos otra banda antes, El Limacoco, que duró 10 años. Fue el primero que se incorporó, y luego se incorporó Gastón que es el batero, él también produce y ensayamos en su salón, es multifunción. Con Gastón tenemos otra banda, Motor Mental, donde él toca la guitarra. Después se sumó Cristian Aciar, un gran amigo de toda la vida con el que yo había tocado la viola un millón de veces pero así informalmente, en asados, en viajes, un violero de tertulia por así decirlo, de guitarreada.

-¿Cómo surgen las canciones?

-Así la canción bien pelada, de acordes en la guitarra y voz, melodía y letra, yo en un noventa por ciento de los casos ya la llevo. Por supuesto se dan cosas en los arreglos, se termina de dar todo ahi y en la sala, en el momento. Generalmente la raíz de la letra no es muy alterada, ya pasó por mi propio filtro y después se termina de armar con la banda, como en “Truquitos” que hicimos una videollamada porque faltaba el estribillo y ahí se dió. De hecho en

cuarentena se dio el mayor aporte de un laburo de modificación de la banda con esta cancion.

-¿Cuál dirías que es el espíritu actual de la banda?

-El espíritu de la banda es inquieto y desprejuiciado, hay mucho de los ‘90 que se parecen a los ‘70. En resumen, melodías del pasado con el espíritu más libre del presente, medio sanata eso (risas). Y las letras que las interprete el que las lee, no de mala onda, para nada, pero a mi mismo me cuesta mucho decirte qué me generan mis propias letras. Y bueno, todo depende de la canción, ese es el objetivo, si la canción amerita que se toquen cumbia, se va a tocar cumbia, si amerita a western se va a tocar western. La letra primero se mete en la melodía y esa melodía, no sé, baja del cosmos, no sé realmente cómo explicarte eso (risas).

Cronista: Laura Goldenberg Fotos: Gentileza Prensa 03 de Agosto

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