El Comité 1973, número 45. Anarquía

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ANARQUÍA

EL COMITÉ 1973 NÚMERO 45.


• Editorial

Recuerdo que mi abuela me daba veinte pesos los domingos. Tayde Fragoso Monter era su nombre. Para realizar algún trámite, se presentaba como Tayde Fragoso, viuda de Monroy. Yo le decía simplemente: abue. Había criado a casi una decena de chamacos, a algunos de ellos los sacó adelante ya sin su marido, que murió cuando la última de sus hijos, mi madre, tenía quince años. Yo la conocí de sus sesenta a sus noventa años. Gustaba de comer con cerveza, y señalaba convencida, que tomar cerveza había sido indicación médica. Muchos años atrás, allá cuando vivía en Tulancingo, el doctor le dijo: —Tómese al menos una cerveza al día, de preferencia en la comida. De Pedro Infante, le gustaban sus películas y canciones. Con más de ocho décadas mi abuela de vez en cuando confundía a conocidos y familiares, pero si se le mostraba una foto del cantante, preguntándole: —Abue, conoces a este… —contestaba —¡Cómo no, es mi Pedrito! Y a veces sonreía. Mi abuela, cuando yo de niño, se negaba a hacer muchas cosas de quehacer. Si alguno de sus nietos le cuestionaba el por qué no preparaba ella la comida o recogía los trastes, puesto que ya otros miembros de la familia, habíamos colaborado en los quehaceres. Tayde respondía: —Uy hijo, yo ya hice mucho, mucho… En aquel tiempo no comprendía sus palabras, sería sólo bastantes años después que me enteré de la historia de vida de mi abuela, y comprobé investigando, que efectivamente, Tayde Fragoso, había realizado mucho; pero eso es tema de otra charla, de otra plática de café, y no viene al caso contarles las memorias y datos que tengo de mi abue, en lo que debería de ser un texto editorial.

Meneses Monroy 30 de octubre de 2021

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• Revista EL COMITÉ 1973 NÚMERO 45 "ANARQUÍA"

Director

Meneses Monroy

Editor

Marti Lelis

Jefa de Redacción Dulce Mariscal

Diseño Gráfico Yadira Delgado

Colaboradores de este número Daniel Olivares Viniegra Esther Vigil de Alba Guadalupe Flores Liera Juan Antonio Rosado Zacarías Marti Lelis Meneses Monroy Sandra Amelia Martí

Consejo Editorial Eduardo Torre Cantalapiedra Guadalupe Flores Liera Daniel Olivares Viniegra Claudia Hernández de Valle Arizpe Juan Antonio Rosado Zacarías Agustín Cadena

Consejera en Artes Visuales Elsa Madrigal

Imágenes utilizadas en portada y contraportada: Esther Vigil de Alba Diseño de portada y contraportada Yadira Delgado Publicación bimestral Noviembre - Diciembre Año 9. Número 45. 2021

La revista El Comité 1973, es una publicación realizada por Ediciones Comité, en colaboración con el grupo literario El Comité. Todos los derechos reservados.

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ÍNDICE

Editorial

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Dossier

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Microensayo Anarquía de la literatura en redes Marti Lelis

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Ensayo Plotino C. Rhodakanaty: cambiar uno para cambiar la sociedad; cambiar la sociedad para cambiar el mundo Guadalupe Flores Liera

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Portafolio Esther Vigil de Alba Un día en la oficina

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Relato Malditas Utopías Juan Antonio Rosado Z.

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Portafolio Sandra Amelia Martí "Besadora de Ciudades"

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Poesía Debacle en bucle, Pimpinelas Daniel Olivares Viniegra

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Definición Mabel Monroy, inventora de la palabra: “Moñiño” Meneses Monroy

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• Microensayo

ANARQUÍA

DE LA LITERATURA EN REDES Marti Lelis

anarquía Del gr. άναρχία anarchía. 1. f. Ausencia de poder público. 2. f. Desconcierto, incoherencia, barullo. 3. f. anarquismo (║doctrina que propugna la supresión del Estado).

P

youtubers especializados que son los booktubers; hasta grandes editoriales que también juegan, apostándole a la capacidad promocional de los influencers para asegurar la venta del futuro libro. • En la mar anárquica de la literatura en red el peligro que corremos es el de la banalización de los textos. Nos podemos perder de obras interesantes, de autores interesantes mezclados entre tanta oferta de ínfima o nula calidad artística. • La ventaja de la anarquía en la publicación digital es la posibilidad de descubrir autores y autoras emergentes quienes, por diversos motivos, no han logrado llegar al primer paso para la consagración que implica publicar en papel, ganar un concurso o tener cientos de miles de seguidores en red (circunstancia que tampoco es garantía de calidad artística) atentos al próximo libro por publicar. • Como el viejo de El viejo y la mar, podemos obtener el gran pez. Nos queda pinchar el botón “me gusta” o “me encanta” y “compartir” o “retuitear”, a ver si a golpe de clics alejamos a los tiburones y llegamos a puerto con la pesca mayor intacta para que otros la puedan ver. • En esto consiste la Anarquía literaria de las redes, navegar en sus aguas requiere brújula y salvavidas para evitar el naufragio. ¡Qué buena y qué mala literatura podemos pescar! ¡Qué buena y qué mala literatura podemos escribir!

areciera que el desconcierto, la incoherencia, el barullo, se hubiesen instalado en las letras desde la última década del siglo pasado y lo que llevamos del XXI. Basta con echar un vistazo a la cantidad enorme de textos literarios, o con intención literaria, que se comparten en las redes: poesía en Instagram, minificciones o aforismos en Twitter, cuentos y hasta novelas por entregas en Facebook. • Y es que el acceso libre a las redes nos da oportunidad de publicar al margen de las ediciones en papel. Como consecuencia, los textos no están sometidos a los filtros de calidad mínima requeridos. • Escribir literatura, en primer lugar es un Arte y, por lo tanto, exige un compromiso del artista; compromiso con las palabras, con el lenguaje, con la tradición literaria en la que se desenvuelve y que debe reflejarse en lo ofrecido como literatura. • No hay una policía de la escritura ni de la publicación digital, se nota en la ingente cantidad de textos ofertados todos los días, a todas horas, al alcance de un clic. • Las redes son el territorio de la anarquía literaria donde juegan jugadores de todos los calibres: desde el muchacho que escribe un poema para la novia, hasta escritores consagrados que comparten sus artículos o ensayos en las páginas web de importantes Diarios; Revistas digitales en blogs personales o comunitarios; grupos de Facebook dedicados a géneros específicos;

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• Ensayo

PLOTINO C. RHODAKANATY: Cambiar

uno para cambiar la sociedad; cambiar la sociedad para cambiar el mundo. Por Guadalupe Flores Liera

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unque es casi un desconocido en su país de origen, el griego Plotino C. Rhodakanaty es considerado el fundador del anarquismo en México, así como del movimiento sindicalista revolucionario. Su Cartilla Socialista, el catecismo elemental de la escuela de Carlos Fourier – El Falansterio, en donde dio a conocer sus ideas en 1861, es considerada la primera obra sobre el socialismo publicada en México. Con este título no sólo se convirtió en el pionero del anarquismo y del socialismo en nuestro país, sino que su empeño en educar a las masas para enseñarles sus derechos y con esto mostrarles el camino de la emancipación lo convirtió en el pionero de muchos otros movimientos reivindicativos, entre ellos el feminismo. Las ideas anarquistas y socialistas no eran desconocidas en nuestro país, cuando en 1861 Rhodakanaty lo eligió como el destino donde poder llevar a la práctica sus ideas. Tampoco fue el primer europeo en desplazarse al Nuevo Mundo con la intención de romper con su pasado y poner en práctica un ideal libertario. Sólo que él no sólo encarnó a ultranza las ideas que proclamó, sino que predicó con el ejemplo y trabajó organizada y sistemáticamente para formar una escuela, en el sentido más amplio. Y lo logró aunque no pudo cumplir con su objetivo de testificar la transformación de la sociedad que eligió como suya, pues él mismo, su obra y sus discípulos fueron reprimidos y/o eliminados, primero por el gobierno de Juárez, des-

pués por el de Lerdo de Tejada y, finalmente, por la dictadura de Porfirio Díaz, quien se encargó de que su obra fuera enterrada en el olvido. Como afirmaba el recientemente fallecido escritor y periodista griego Periklís Korovesis, el poder «tiene siempre como primera preocupación el asesinato de la memoria histórica, así como el revisionismo de la Historia, la cual monta y desmonta a su medida»1. Korovesis, además, creía que la realidad tenebrosa de hoy no difiere en absoluto de aquella que vivió Rhodakanaty y que todavía es imperativa la exigencia de revertirla, tal y como enseñaron al griego sus maestros ideológicos y tal y como él transmitió a su vez a sus alumnos. Al escribir sobre los ideólogos, a los que llama grandes promotores de las ciencias humanas, André Canivez dice: «Nunca se hablará suficientemente bien de los ideólogos, esos desconocidos; nunca se incitará suficientemente a leerlos, ya que se les ha descuidado tanto hasta hoy. En el siglo XIX fueron despreciados, ahora, en cambio, se les alaba, pero sin grandes deseos de dar a conocer sus obras, que, en su mayor parte, no pueden encontrarse más que en las ediciones de la época, lo cual no facilita la empresa. Y, sin embargo, su influencia sobre sus sucesores

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En el prólogo a: Τέος Ρόμπος, Πλωτίνος Ροδοκανάκης. Ένας Έλληνας αναρχικός [Teos Romvos, Plotino Rhodakanaty. Un anarquista griego], edit. Electra, Atenas, 2005. Se localiza en la Red: www.24grammata.com

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es segura, aunque semioculta.»2 Aunque Canivez se refiere a los pensadores sobre todo franceses de la primera mitad del XIX, esta descripción se ajusta al caso de Rhodakanaty; sin duda los ideólogos influyeron también en su formación, igual que influyeron en él decisivamente el cristianismo, la Revolución francesa, Friederich Schiller, Spinoza, Leibnitz, Saint-Simon, Charles Fourier, Pierre-Joseph Proudhon, Bakunin, el panteísmo y el protestantismo. Sobre la vida de Rhodakanaty, quien nació en Atenas en 1828, se extiende un velo, muy poco se sabe de su persona, no existen fotografías suyas ni documentos, su obra quedó dispersa sobre todo en periódicos de la época de tendencia izquierdista; algunos de ellos, como El Craneoscopo, fundado por él mismo, tuvieron vida efímera. Se dice que en París entró en contacto con estudiantes mexicanos que le hablaron sobre la invitación que hacía el entonces presidente Ignacio Comonfort para que europeos vinieran a colonizar el país y que vio en este hecho la oportunidad de poner en práctica sus ideas sobre el falansterio. Teos Romvos, escritor, actor, escultor, ex marinero, anarquista y editor, autor del libro3 que es básicamente una introducción de la vida y la obra de Rhodakanaty en su país de origen, dedicó diez años a rastrear la vida y la obra de su compatriota y llegó a la conclusión de que muchos de los datos que han sido dados por definitivos por los investigadores no siempre se sostienen. Sin embargo, declara haber indagado en todo tipo de archivos, registros civiles, escuelas, ministerios y universidades de varios países entre los que Rhodakanaty supuestamente estudió medicina, filosofía y realizó diversas actividades políticas —Alemania, Austria, Hungría, España, México—, así como de las comunidades helénicas europeas que han sido importantes centros de la diáspora helénica y reconoce no haber encontrado rastros de éste, ni siquiera en Grecia, donde nació y

realizó sus primeros estudios. La mayoría de los datos conocidos se basan en investigaciones del historiador José C. Valadés, en los que otros investigadores como Gastón García Cantú o John Mason Hart han profundizado; se considera que la biografía más completa es la de Carlos Illades, Rhodakanaty y la formación del pensamiento socialista en México. En el Repositorio Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México, que puede consultarse en la Red, se localizan varias tesis interesantísimas que para obtener el grado de licenciatura en Filosofía o Psicología han realizado Ivonne Klein Kreisler (1984), Ignacio Ortiz Castro (1986), Carlos Olivier Toledo (2000) y Juan Carlos García Fonseca (2015) enfocadas a analizar su pensamiento. Existe una tesis de Teresa Aurora Castineira Benítez realizada en 1987 en la Universidad Aristoteleion de Tesalónica que no logré localizar, además de una amplia bibliografía sobre el anarquismo y el socialismo en México donde por supuesto se hace referencia al trabajo de Rhodakanaty y a su influencia. Se sabe que dejó de publicar en 1885 y, tras afanosas investigaciones, se sabe que murió en México el 2 de febrero de 1890. En 1873, el periódico La Paz de Chilpancingo presentó una pequeña biografía suya y en 1877 el periódico El Socialista lo presentó como un filósofo y médico homeópata, muy culto, hablante de siete idiomas, de vida honesta, que curaba sin cobrar y enseñaba a quien tuviera deseos de aprender. Rhodakanaty ejerció una gran influencia en la emergente clase obrera urbana entre 1861 y 1880, así como en los movimientos campesinos y trabajadores; la historia era para él la realización de un designio providencial: una lucha colectiva contra los ricos, y la

Belaval, Yvon et al, La filosofía en el siglo XIX, vol. 8, de la Historia de la Filosofía, Siglo XXI Editores, México, 1981, p. 131. 3 Cf. nota 1 supra. 2

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filosofía: un instrumento de liberación y un medio de lucha ideológica. Creía que inexorablemente el pueblo impulsado por el hambre y las injusticias se levantaría para hacer la revolución social y abolir al cabo todo gobierno. Por este tipo de ideas Rhodakanaty es considerado el primer partidario de la doctrina anarquista en México, además del fundador del primer grupo anarquista que se consagró a organizar a la clase trabajadora y convirtió las ideas del maestro en acción transformadora. Las publicaciones de Rhodakanaty no pasaron en absoluto inadvertidas, causaban revuelo en una sociedad profundamente clasista y conservadora, sometida al capital, al clero y al latifundio. Enemigo declarado del fanatismo religioso y de la aristocracia feudal estuvo siempre en el ojo del huracán. Al observar que la ignorancia y la falta de oportunidades entre las clases más bajas y explotadas estaban muy extendidas, ya que no tenían acceso a la educación ni a los servicios públicos, decidió que el primer paso para lograr el cambio era empezar por lo básico, de esta forma fundó en Chalco una Escuela Libre y Moderna, también conocida como Escuela del Rayo y del Socialismo, donde enseñaba a niños y jóvenes a leer y escribir, además de retórica, lógica, derechos civiles y principios de autodeterminación. Sus alumnos formaron un Círculo de Estudios y se convirtieron en transmisores de sus ideas, de aquí surgió el primer grupo anarquista organizado de México, el Grupo de Estudiantes Socialistas, del cual formaban parte muchos estudiantes de San Ildefonso, que se desplazaban desde la capital para acudir a sus clases y ayudarlo. Entre éstos se encuentran Francisco Zalacosta, su colaborador más estrecho, con quien fundó en 1864 un grupo político secreto conocido como La Social, que estuvo en contacto con la I Internacional Socialista y cuyo objetivo era ayudar a la consolidación del socialismo en México. Esta organización tenía una

orientación política definida y claros objetivos sindicalistas, por esta razón encontró inmediato eco entre los obreros, quienes al igual que el campesinado, estaban sometidos a deplorables condiciones de trabajo. Otros de sus alumnos fueron Santiago Villanueva, Ermenegildo Villavicencio y Juan V. Villarreal, quienes sentaron las bases del movimiento obrero, visitando fábricas y talleres, informando, organizando a los diferentes gremios para iniciar movimientos huelguísticos. La Social llegó a tener 62 sucursales en todo el país y con ayuda de sus alumnos y muchos líderes obreros intensificó su lucha para lograr que el gobierno aprobara leyes para la protección de los trabajadores. El 15 de abril de 1871 La Social publicó su Manifiesto en el cual comunicó que perseguía la supresión de cualquier tipo de gobierno y la liberación de todos los trabajadores del mundo. Finalmente, el 9 de julio de 1871 comenzó a circular El Socialista. Periódico semanal destinado a defender los derechos e intereses de la clase trabajadora, órgano oficial del Gran Círculo de Trabajadores de México, que tenía por objetivo la lucha por la liberación de los trabajadores a través de la revolución social que abriría el camino al conocimiento, la verdad y el socialismo. Otro de sus alumnos fue Julio López Chávez, el autor de la primera revolución campesina armada en Chalco, Texcoco, Morelos, Puebla e Hidalgo; López centró sus exigencias en la devolución de las tierras comunales, dio a conocer su Manifiesto el 20 de abril de 1869 y llamó al pueblo a la revolución. Tras meses de acoso, fue detenido y ejecutado el 1º. de septiembre del mismo año en el edificio de la Escuela Libre y Moderna. Rhodakanaty fue detenido y desterrado de Chalco, entonces se trasladó a la ciudad de México donde continuó con sus clases y estableció un consultorio homeopático. Hacia 1880 también Zalacosta, uno de los fundadores del Gran Comité Comunero, cuyo propósito era difundir la necesidad de la revo-

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lución en el campo y quien, al igual que Julio López, llevó sus ideas a la práctica, fue detenido en Querétaro, acusado de rebelión y encarcelado y aunque se sabe que fue ejecutado se desconoce la fecha exacta. Ese mismo año dejó de funcionar la escuela de Rhodakanaty y éste dejó de publicar artículos, en 1885 editó Escuela pesimista de Hartmann y en El Socialista su último trabajo sobre Spinoza. Como es sabido, Porfirio Díaz clausuró todas las publicaciones de orientación socialista o revolucionaria o les cambió la orientación a base de sobornos para controlarlos, lo mismo hizo con los sindicatos y organizaciones obreras y campesinas, fueron años de cruda persecución. Otras obras de Rhodakanaty son: Neopanteísmo, consideraciones sobre el hombre y la naturaleza; Humanismo integral, Garantismo humanitario, Garantismo social, Tratado de lógica elemental, Reflexiones filosóficas a favor del divorcio, Cartilla Socialista Republicana, Médula panteística, que aparecieron en secuencias en periódicos como El Socialista, La Democracia, La Comuna Internacional, El Correo de los Estados, La Paz, El Hijo del Trabajo, El Combate, La Internacional, El Craneoscopo. En 1879 se bautizó mormón, creyendo que en esa comunidad podría llevar a la práctica sus ideas sobre el falansterio, sin embargo pronto entró en choque con los demás miembros y nueve meses después fue excomulgado. Anarquía para Rhodakanaty significaba sociedad sin gobierno ni leyes represivas, no creía en los cam-

bios automáticos ni en el que surge de la violencia, su idea era que sólo un cambio de mentalidad, producto de la educación y la libre elección, podría producir la verdadera revolución social. Creía firmemente que el mal no está en la naturaleza humana, sino que de las instituciones sociales imperfectas proceden los vicios, los desórdenes y los crímenes individuales, porque legitiman el abuso, la explotación, la guerra, la miseria, la injusticia y la explotación y que el verdadero bien es el reinado de todo lo que es benéfico para el hombre. Escribió que la forma social más justa y perfecta era la que establece la más grande compatibilidad entre el orden y la libertad; la que tiene forzosamente por carácter esencial que para conservar el orden no necesita hacer uso de leyes de represión o de compresión civiles, políticas, morales o religiosas. «Pero [el pueblo] ¡ay!, en su cólera, en su furor, cuando vea a sus hijos, a sus hermanos agobiados por el hambre y la miseria a pesar de ser honrados y laboriosos artesanos, y a sus mujeres y a sus hijas proporcionarse la subsistencia con el oprobio y la ignominia de la prostitución; ¡ay...!, entonces a ese mismo pueblo, modelo de paciencia y sufrimiento, no le quedará otro recurso que agitarse fatalmente en vertiginoso frenesí y lanzarse despiadadamente contra los ricos, contra los explotadores y usurpadores de su trabajo derribándolo todo, no lo dudéis...» (en: Programa social II. Peligros para el porvenir). Grecia, 30 de septiembre de 2020

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• Portafolio

Esther Vigil de Alba Nació en el estado de Hidalgo en 1983. Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y Maestra en Derecho. Se ha desenvuelto en el ámbito jurídico en diferentes facetas, siendo Ministerio Público por más de una década, y catedrática universitaria durante casi dos lustros. En la esfera creativa, ha explorado diversas expresiones artísticas, decantándose por la fotografía.

Un día en la oficina Texto de Meneses Monroy • El ideal del hombre renacentista ha quedado atrás. Ya nadie pretende desarrollarse en todo su potencial. De hace algún tiempo para nuestros días ha ganado terreno la idea de la especialización. Especializarse mucho en un campo muy pequeño del saber. La premisa es que nadie puede abarcarlo todo, por lo que se le da prioridad a un área especifica del conocimiento y se profundiza en esta, pretendiendo que las demás áreas no se entrelazan, o sí lo hacen ya habrá otra persona que conozca de eso. El ojo entrenado de esta forma, puede ver, quizá, una hoja de un árbol a detalle, pero se pierde de observar al maravilloso bosque que lo rodea. • Con la revolución industrial, se llegó casi a mecanizar el trabajo del obrero, convirtiendo al ser humano en una pieza más del engranaje, pieza de fácil sustitución. Sobre este punto, podemos ver la crítica al sistema de producción en cadena que Charles Chaplin realiza en su película “Tiempos modernos”, filme de 1936. • Arbeit macht frei “el trabajo libera”, dirían los alemanes. Recordemos que, en algunos campos de concentración, dirigidos por los nazis, se podía leer dicha leyen-

da. Y a su vez es la idea que los dueños del capital le han querido hacer creer a los obreros; es la idea que los gobernantes pretenden sembrar en sus trabajadores oficinistas, en los cacareados o vilipendiados: Godínez. • Enterarme por medio de sus fotografías, que una Licenciada (mi más uno, y más), especialista en Derecho Penal, arquetipo del servidor público eficaz, había realizado en horario de oficina, una serie fotográfica en donde el protagonista es un playmobil inmerso en el ambiente oficinesco; enterarme de eso al ver las imágenes que me mostraba sin pretensión, me emocionó. Enseguida pensé en un purísimo acto de anarquía. Las fotos a mi ver, eran de calidad, y el concepto una chulada. El trabajo había que mostrarlo, y la historia que contarla. ¡Al carajo que ya se tuviera desde hace tiempo, un portafolio para el número de Anarquía! El Universo había hablado, Vigil era fotógrafa y anarquista, y El Comité 1973 de ello dejaría constancia.

Octubre de 2021

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• USB Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• Diablito Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• Revisando la costura Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• En el teclado Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• ¡A imprimir! Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• Lentes Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• La firma Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• El dedal Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• Sellando ando Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• ¡Qué pesadilla la costura! Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• Pendiente Un día en la oficina Fotografía digital 2021

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• Relato

MALDITAS UTOPÍAS Juan Antonio Rosado Z.

El humano siempre ha sido maestro en hacer pequeño lo grande —se dijo Gulliver con tristeza. Amenos, el capitán Lemuel y Tomás Moro caminaban por la vereda de un pequeño parque. El sol de la mañana relucía en espléndido apogeo. Por doquier se oían voces y gritos de niños, ladridos de perros y cantos de pájaros. —Cuando hay intentos sólidos para construir algo grandioso —se lamentó el capitán Lemuel—, los intereses oligárquicos se empeñan en destruirlos y someter a los idealistas. Pienso en Sansón Carrasco, cuyo apellido significa verdugo u hombre cruel en portugués, y que terminó sometiendo a mi señor don Quijote. Pienso en la ruina del gobierno del coronel Jacobo Arbenz en la Guatemala de mediados del siglo XX y en cómo los intereses de las compañías capitalistas triunfaron sobre la reforma agraria... Pienso... —Ya no pienses tanto —interrumpió Moro—; los ejemplos negativos se multiplican. Ha llegado a mis oídos la existencia de un socialista griego que visitó México en el siglo XIX. —¿Cómo? —preguntó Gulliver—. He leído México bárbaro, y la realidad que describe este libro ya entrado el siglo XX está muy alejada de la distribución de las riquezas. Más bien contemplo allí la distribución de las pobrezas y miserias. —Tras una labor educativa incansable, este griego tuvo que regresar a Europa en 1886, cuando sintió la represión del porfiriato contra las organizaciones

obreras. El gobierno había desbaratado el núcleo del socialismo mexicano e incluso privó de discípulos a este griego. —¿Cuál era su nombre? —Plotino C. Rhodakanaty. —¿Es posterior a la peruana Flora Tristán?... Ey, Tomás, ¡cuidado! El balón que un niño había pateado con todas sus fuerzas fue a dar justo en la mejilla derecha de Tomás Moro. —¡Auch! —Disculpe, señor —gritó el niño, recogiendo su balón y echándose a correr. —No fue nada, mocoso —Tomás se sobó la mejilla, que quedó roja—. Paciencia con los niños. Son como animalitos. —Me hablabas de Plotino Rhodakanaty. —Sí. Tú encárgate de conocerlo. —Gracias, Tomás: siempre has sido un buen amigo. Por cierto: tu voz se parece mucho a la de mi caballo. Él me acompañó a China, a la India, al Olimpo, a... —¿Ah, sí? ¿Y dónde está? —Viendo televisión. ¡Hazme el favor! —Supongo que ve al caballo que habla. Bueno, bueno... me tengo que ir. Te veo al pie de aquella calle empedrada. ¡Que tengas suerte! Se despidieron. El peregrino del intelecto se enteró de que las ideas de muchos socialistas utópicos —de Saint-Simon, Fourier, Proudhon e incluso de anarquistas como Bakunin—, habían florecido en los territo-

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rios de América Latina. Buena parte de ese utopismo no era necesariamente anticapitalista; sólo denunciaba los males sociales. Como en el Japón del siglo XV, en el México del XIX también hubo rebeliones campesinas; por ejemplo, las de 1877 a 1881 en Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, expresadas en los Planes de la Barranca y de Sierra Gorda. Gulliver se enteró de una obra utópica publicada en México en 1830: El triunfo de la especie humana, del fraile Francisco Severo Maldonado, muerto en 1823. También conoció a Juan Nepomuceno Adorno y le interesó mucho la utopía de Robert Owen, quien se dirigió al gobierno mexicano en septiembre de 1828. —Sí —exclamó Owen al escucharme hablar—; yo le pedía al gobierno mexicano que se le cediera libremente las provincias de Texas y de Coahuila a una sociedad que yo deseaba formar con el fin de realizar un cambio radical en la raza humana. Me di cuenta de que era necesario comenzar la regeneración del modo de ser de la raza humana en un país nuevo, donde las leyes y las instituciones se formen de acuerdo con los principios en que se funda esta gran mejora. El embajador Vicente Rocafuerte llevó mi petición a la Secretaría de Estado. —¿Y qué ocurrió? —interrogué. —Esa pregunta la iba a hacer yo, señor narrador — exclamó Gulliver—. Se supone que tú sólo narras los fantasmas de mi supuesta ignorancia y pones acotaciones. ¿Qué haces aquí? —Dis...culpa... —Rocafuerte —continuó Owen— explicó al gobierno que la teoría, aunque hermosa, le parecía impracticable... ¡Robert! ¿Qué haces aquí? —Mi padre nunca fue a México —afirmó Robert Dale, hijo de Owen—, pero nunca dejó de opinar que aquel país era el más apropiado en el mundo para fundar una nueva sociedad. —Tienes razón.

—He leído que la corriente más vinculada a México fue el fourierismo, sobre todo gracias a Victor Considérant, discípulo de Fourier. Él fundó un falansterio en la recién anexada Texas. La guerra civil norteamericana destruyó sus planes y luego visitó México, donde su ingenuidad en creer en la reforma desde arriba lo hizo reconocer al gobierno antisocial de Maximiliano. Escribió a favor del pueblo rural mexicano y criticó a Juárez por no haber erradicado el peonaje, cosa que había tratado de hacer Maximiliano (gracias, según algunos, al mismo Considérant, quien vuelve a París por 1869). —Considérant era una celebridad en el Quartier Latin —afirmó el señor Maitron, extendiéndole la mano a Gulliver—, con su traje de campesino mexicano (sarape y sombrero de grandes alas) que había adoptado en forma definitiva, llamando la atención. Rhodakanaty llegó a México en la época de Comonfort... —Antes de viajar a ese tiempo, si me permiten, desearía descansar mi fatigada mente. Ayer tuve un sueño. Era limpio como sábana menstruada por la luna. Mis ojos lo mecieron, lo sobaron, lo arrancaron de su tierra. Y ahora yace en ambulante lápida de asfalto. Perdón. Me he permitido incluir unos versos en este texto anárquico. Voy a continuar. El primer hombre con ideas socialistas genuinas que realizó proyectos de en-verga-dura en México fue un griego cuyo padre luchó por la independencia de su patria contra los turcos, Plotino C. Rhodakanaty. Había estudiado en París filosofía e idiomas como el español. Se enteró más tarde de la invitación de Ignacio Comonfort a extranjeros para que trabajaran la tierra mexicana. Llegó a Veracruz en 1861, con la esperanza de esta-

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blecer una comunidad. Editó el primer texto de socialismo doctrinal escrito en México, la Cartilla socialista o sea Catecismo elemental de la Escuela Socialista de Carlos Fourier, reeditada en 1879. Organizó un centro de estudios sociales, El Falansterio, donde adoctrinó a obreros y artesanos. Fue profesor de filosofía en San Ildefonso e impulsó a los mormones. Gulliver se trasladó a 1886. Rhodakanaty estaba al tanto de la política antiobrera de Porfirio Díaz y decidió volver a Europa. El viajero lo entrevistó sobre algunos aspectos de su trayectoria.

de alfabetización, oratoria y otras materias. L.G.: ¿Había usted fundado alguna otra escuela antes? P.R.: Sí, por supuesto. Con algunos estudiantes de san Ildefonso había fundado la Escuela de Filosofía Trascendental y luego, en 1865, mis alumnos y yo participamos en la huelga de las fábricas de San Ildefonso y La Colmena. L.G.: ¿Por qué se solidarizó con los huelguistas? P.R.: Porque los trabajadores pedían a Maximiliano la supresión de las tiendas de raya y una jornada de trabajo de 14 horas. ¡Imagínese! En ese mismo año fundé el Grupo de Estudiantes Socialistas, con el que más tarde se creó una gran organización: La Social. Recuerdo su Manifiesto del 15 de abril de 1871: «Queremos la abolición de todo sistema de gobierno y la libertad de los obreros manuales e intelectuales del universo». Hubo un periodo de inactividad. La organización se reabrió en 1876. Dos años después teníamos 62 secciones en la República, principalmente de campesinos. Además, organizamos una manifestación en la Plaza Colón. Por desgracia la agrupación no se pudo mantener cohesionada. L.G.: ¿Cuáles fueron sus fines inmediatos? P.R.: La transfiguración de la humanidad por medio de la ciencia, de la belleza y de la virtud. La extinción de la pobreza y de la autoridad; la difusión y aumento de la riqueza pública entre todo el pueblo... Éramos cosmopolitas de todo corazón; nuestra patria, el mundo. La tierra toda es patrimonio común de los mortales y el género humano será feliz cuando no existan fronteras ni murallas. L.G.: Después de releer las obras de Erasmo y de Moro, me he percatado de que los humanistas son más actuales que nunca y que, en general, viven más en la realidad que la mayoría de los políticos. ¿Qué anhelo desearía expresar para finalizar nuestra entrevista? P.R.: Repetiré lo que dije en el prólogo de mi Cartilla socialista: que espero, como única recompensa

Fragmentos de la entrevista de Lemuel Gulliver a Plotino C. Rhodakanaty L.G.: Gracias por aceptar mis preguntas, maestro. ¿Cómo puso en práctica el socialismo? P.R.: Primero —el griego se acarició el bigote— traté de crear un sistema socialista de colonias agrícolas; consideré que las comunidades indígenas mexicanas correspondían a las teorías de Fourier y de Proudhon. También fundé en Chalco la Escuela de la Razón y el Socialismo, que operó del 66 al 68, aunque yo me retiré de la dirección en 1867. L.G.: ¿Quién lo suplantó? P.R.: Francisco Zalacosta. En el 69, el dirigente de un levantamiento agrarista, Julio Chávez López, se refugió allí. Los soldados trataron de aprehenderlo junto con otros compañeros. El pueblo los protegió y pudieron huir. Las organizaciones obreras se derrumbaban. Al final, traté de reabrir la Escuela, pero no pude. L.G.: Además de difundir ideas socialistas y anarquistas, ¿qué se hacía en esa Escuela? P.R.: En el día enseñaba a infinidad de niños semidesnudos, que temblaban de frío y de hambre. Aprendieron las primeras letras del castellano y las primeras nociones de libertad. Por la tarde, el plantel atendía a peones de la región de Chalco; se les impartía cursos

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a mi trabajo, la benevolencia de mis lectores, y que alguna vez el pueblo mexicano llegue a emanciparse del terrible yugo de la plutocracia por medio de la asociación. Ahora, si me permite, tengo que retirarme. L.G.: Muchas gracias, señor Rhodakanaty.

—Suena interesante —profirió el capitán. —Los contratos con el gobierno mexicano se firmaron entre 1881 y 1886. Desde esa última fecha llegaron a Topolobampo los primeros 300 colonos embarcados en Nueva York. A ellos se incorporó el propio Owen algo más tarde, y la población recibió aportes humanos hasta 1895, pero tuvo dificultades en materia de capital; sufrió epidemias que diezmaron a sus habitantes... Tal vez no fuera el menor de sus yerros que Topolobampo tuviera escasos adherentes mexicanos; fue siempre un enclave extranjero. Rama se retiró sin decir nada más. —Oh —exclamó el capitán—, ahora me doy cuenta de que este texto iba a tratar sobre la mayor utopía de todas las utopías: el anarquismo. ¿Existe el individuo absolutamente individual? ¿Puede haber individualidad absoluta y desaparición del Estado? —Esas son pendejadas —gritó alguien a lo lejos.

••• ¿Acaban con este pensador los intentos de socialismo utópico en México? Acercándose a ritmo pausado, el historiador Carlos M. Rama le aseguró a Gulliver lo siguiente: —Estimado curioso: si la dictadura del General Porfirio Díaz entre 1875 y 1910 hizo imposible a los mexicanos la propaganda y experiencia del socialismo utópico, en cambio permitió la de un norteamericano, el ingeniero Albert K. Owen (nacido en 1840), que animó entre 1889 y 1893 la colonia utópica de Topolobampo, en el estado de Sinaloa.

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• Portafolio

Sandra Amelia Martí Argentina y mexicana, pintora y performancera. Maestra en Artes Visuales por la Universidad Nacional Autónoma de México y doctora en Comunicación y Pensamiento Estratégico por el Centro Avanzado de Comunicación Eulalio Ferrer. Cofundadora del colectivo Minas de Arte. Ha sido premiada en distintos concursos de pintura. Sus performances han tenido lugar en importantes espacios de México y Argentina (Museo del Chopo, X Teresa Arte Actual, Casa del Tiempo UAM; Galería Casa Palmera, Centro Cultural La Nave Cultural y FAD UNCuyo, entre

otros). Con su proyecto Besadora de Ciudades ha tenido presencia en Durango, Tijuana, Aguascalientes, Querétaro, Mérida, Puebla, Toluca (México), La Habana (Cuba), Mendoza y Buenos Aires (Argentina), Santiago (Chile), Madrid, Valencia y Barcelona (España), Lisboa (Portugal), Boston y Nueva York (Estados Unidos de América). Es profesora-investigadora titular en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, donde ha sido responsable del Programa Editorial de la División de Ciencias y Artes para el Diseño.

Besadora de Ciudades Es esta una acción artística integrada a los códigos del arte urbano, que se desarrolla nómadamente desde 2008. El proyecto recupera el cuerpo en estado afectivo, fuera del conjunto de marcos normativos o disciplinamientos a los que presuntamente debiera someterse un cuerpo de mujer. Como investigación recupera la metodología del flâneur: acción de caminar, recorrer y senti–pensar espacios, pero con la variante de que al final coloca en ellos pequeñas y simbólicas huellas referenciales, en este caso besos, los cuales se efectúan, graban, pintan (estampan), en sitios tan disímbolos como obras gráficas colocadas ya en la calle, o bien sobre lugares y objetos del mobiliario urbano que despierten algún interés en particular. Así, las normas en los espacios públicos se activan o se desactivan a través del performance artístico, proponiendo o cuestionando además el respeto a los derechos humanos: en principio los ligados al libre

transitar y el derecho al goce del espacio público. Al mismo tiempo, en lo individual, se piensa al cuerpo como instrumento y posibilidad para aprender a observar y reconocer ciertos entornos de anomia. Cada ciudad presenta una serie de códigos muy distintos a la hora de que un cuerpo–mujer la recorre. Como paseante lúdica, la besadora configura un lenguaje personal que consigna y descifra lo que se siente en cada espacio. Se atiende y se extiende así la ciudad que habitamos y que nos habita. El cuerpo de nuestro imaginario y de nuestra afectividad son re–significados. He aquí un llamado abierto para pensar en nuevas posibilidades y/o debatir qué queremos decir cuando hablamos de disciplinas artísticas y qué opciones expansivas y cuestionadoras nos ofrece inclusive la cualidad indisciplinaria, sin que se dejen de lado resignificaciones pedagógicas, culturales, políticas, feministas, espontáneas.

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• 1,2,3. “Besadora de ciudades artísticas”. Nacimiento del proyecto, CDMX, 2008. Fotografía: María José Gorozo.

• 4.“Besadora de ciudades artísticas”, con tribu urbana Emos, Glorieta Insurgentes, CDMX, 2011. Fotografía: Eduardo Reséndiz.

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• 5. “Besadora de ciudades artísticas”, Vía Crucis, Iztapalapa, CDMX, 2012.

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• 6. “Besadora de ciudades artísticas”, Universidad de Santiago de Chile, Santiago, Chile, 2014. Fotografía: Sandra Martí.

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• 7,8,9. “Besadora de ciudades artísticas”, Universidad de La Habana, invitada a la Bienal Internacional de Arte de La Habana, Cuba, 2015. Fotografía: Joaquín Cervera

• 10,11,12. “Besadora de ciudades artísticas”, CDMX , México, 2015-2018. Fotografía: Sandra Martí.

• 13,14. “Besadora de ciudades artísticas”. Los 43 besos: en homenaje a los normalistas desaparecidos en septiembre de 2014. Museo de la Mujer, UNAM, CDMX, 2015. Fotografía: Leonardo Cea.

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• 15. “Besadora de ciudades artísticas”. Marcha Feminista, CDMX, 2018. Fotografía: Luis Alvarado.

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• 16. “Besadora de ciudades artísticas”. Barrio de Harlem, Nueva York, 2018. Fotografía: Sol Margarita De Luca Martí.

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• 17. “Besadora de ciudades artísticas”. Buenos Aires, Argentina, 2018. Fotografía: Carina Sama.

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• 18. “Besadora de ciudades artísticas”, La Tabacalera, Barrio Lavapiés, Madrid, España, 2017. Fotografía: Marcos De Luca Martí.

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• 19. “Besadora de ciudades artísticas”. Proyecto “Zona de riesgo”, Colonia del Valle, Alcaldía de Benito Juárez, CDMX, 2018. Fotografía: Sandra Martí

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• Poesía

Debacle en bucle, Pimpinelas

PIMPINELAS

Daniel Olivares Viniegra

Y ahora con ustedes: erotónomas / eróticas / sensuales / carnales / voluptuosas / sicalípticas / locas / maniáticas / chifladas / excéntricas / tocadas / perturbadas / desquiciadas / trastornadas / alienadas / paranoicas / insanas / desvariadas / frenéticas / delirantes / furiosas / imprudentes / atolondradas / arrojadas / irreflexivas / inconscientes / aturdidas / insensatas / absurdas / disparatadas / fúricas / rabiosas / como una cabra / cabronsísimas / etéreas / sanguisorbas / egocéntricas / ególatras / individualistas / soberbias / orgullosas / altivas / altaneras / arrogantes / imperiosas / jactanciosas / petulantes / insolentes / intemperantes / impertinentes / infulosas / tufonantes tufoandantes / cantarinas / alegres / gozosas / joviales / chispeantes / ingeniosas / agudas / graciosas / ocurrentes / expresivas / despejadas / jacarandosas / incisivas / festivas / divertidas / jocosas y jocosillas / megalómanas / de altos aires / presuntuosas / engreídas / inmodestas / vanidosas / ventoleras / pedantes / autosuficientes / afectadas / hinchadas / apenachadas / suntuosas / con todo el boato / esplendentes o no con sus sin embargos / pomposas / alardeantes / ostentosas / irascibles / coléricas / arrebatadas / exaltadas / fúricas / corajudas / irritables / rabiosas / violentas / arrancadas / inmoderdas / pesadas / enfadosas / berrinchudas / siempre perras (nunca imperras) / guerreras / militantes / desesperadas / intolerantes / intrasingentes / exigentes / soberbias / envidiosas / venenosas / magníficas / espléndidas / excelentes / perfectas / admirables / estupendas / sublimes / insuperables / regias suntuosas y grandiosas… / vamp(ira)esas / ellas mismas / como todos… aunque no todas / apenas humo / –como quien dice– poco más que solo palabras.

(1) --El One-Lo ves venir… pata de palo apenas parado o pirado pirata muchacho. Mientras chango–tango– –bambo–mambo–léase de ternura por todos lados lanza madrazos & dícese también él + Incomprendido Como nadie afirma llamarse & --ser/ su ser-“Tons” firma siempre con gancho [al hígado] * Lo que hace con la proa, deshace con la popa.

(2)

#metoo(mano) Perseguidor / perseguido: El más chingueta(s)(e) (dice él): Lo que logra con el pico Lo borra con la bragueta.

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• Definición

Mabel Monroy,

inventora de la palabra: “Moñiño” Texto de Meneses Monroy Moñiño, ña: palabra inventada por Mabel Monroy; usada por ella y por parte de su círculo familiar. La palabra tiene una connotación cariñosa y/o lúdica. Las acepciones son las siguientes: Moñiño: I niño Moñiña: I niña

II cariño II cariño

III hijo III hija

IV bonito IV bonita

V guapo V guapa

También puede usarse la palabra “moñino”, como equivalente a “mi niño”. 10 de mayo de 2021

Nota: Mabel Monroy Fragoso (Tulancingo, Hidalgo, 23 de octubre de 1960-Pachuca, Hidalgo, 10 de mayo de 2020).

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