“Si quieres la grandeza, ¡ve por ella!”: Laura O

EL PAPEL DE LA MUJER DURANTE LA PANDEMIA

En esta época de pandemia, las mujeres han demostrado su liderazgo, capacidad y resiliencia para hacer frente a la emergencia sanitaria que ha venido golpeando sin piedad la economía y la salud de la población. Su rol como amas de casa, profesoras de sus hijos en el hogar por los largos meses de aislamiento físico al que fueron sometidos, microempresarias, gobernantes y gestoras sociales, entre otras actividades, así lo confirman.

Desde hace mucho tiempo, las mujeres han ejercido una lucha por la igualdad de género y de oportunidades en nuestra sociedad, que hoy más que nunca cobra vigencia por el papel fundamental que han cumplido para hacer más llevadera la crisis económica y social derivada de la pandemia no solo en Colombia, sino en el mundo entero. Y es que durante la emergencia por el covid-19, las mujeres en posiciones de liderazgo político han demostrado su capacidad para dirigir, decidir, comunicar y resolver los aspectos relacionados con la difícil situación que hoy vive la humanidad por cuenta del virus.

La emergencia ha dejado a la población femenina con una inmensa carga laboral y de cuidados en su entorno. Un claro ejemplo de ello son las mujeres de primera línea de respuesta, ya sea como profesionales de la salud, voluntarias comunitarias, o como gerentes de transporte y logística, científicas y muchas ocupaciones más en las que han tenido que desenvolverse. Son ellas quienes hacen aportes fundamentales para contener el brote del virus y al mismo tiempo prestan cuidados en sus hogares y en las comunidades.

Las mujeres han sido las más perjudicadas con el teletrabajo durante el covid-19. Desde que inició el encierro a causa de la pandemia, las mujeres han tenido que encargarse también de la educación virtual de sus hijos.

Mujer Rural

Las mujeres dedicadas a las actividades de producción de alimentos no solo aportan a la agricultura familiar campesina, sino también a la seguridad alimentaria, permitiendo el acceso a los alimentos sanos y nutritivos de acuerdo a las preferencias culturales de nuestra comunidad. Ese es tal vez uno de los frentes donde se necesitó de su apoyo para mantener abastecido al país durante la crisis.

La mujer rural y su papel pluriactivo mucho más marcado durante los tiempos de pandemia del covid-19, ha sido fundamental al haber desarrollado nuevas alternativas de producción y comercialización para garantizar el acceso a los alimentos. No cabe duda que su incansable rol se ha adaptado y se ha mostrado resiliente a circunstancias complejas como las que hoy se presentan. En esta coyuntura, no solo buscó el bienestar de su familia, sino también de la comunidad para poner por encima el bien común.

Trabajo en Casa

El teletrabajo resolvió en parte la situación laboral derivada de los confinamientos que se ordenaron en diversos países para contener el avance del virus del covid-19 y evitar un contagio masivo de la población. Allí nuevamente fue clave el papel de la mujer para garantizar la armonía familiar, pese a que la distribución de las tareas no ha sido clara durante la emergencia. Y es que además de ejercer como ama de casa, tuvo que acompañar a sus hijos estudiantes en el proceso de aprendizaje al pasar de la modalidad presencial a la virtual. En el caso de las mujeres que debieron trasladar la oficina a su hogar, fue necesaria una dosis de paciencia al duplicarse su carga laboral no remunerada para responder a sus demás actividades, sin afectar ninguna de ellas. Cuidado de su hogar y sus hijos

Las mujeres destinan tres veces más de tiempo que los hombres a las labores domésticas y a los hijos. La ONU Mujeres considera que esta carga ha aumentado durante la crisis sanitaria, ya que desde que el Gobierno declaró la emergencia y ordenó el confinamiento, fue necesaria la suspensión de clases en colegios, escuelas y universidades, lo que llevó a un incremento de las actividades en el hogar, así como de responsabilidades.

Los expertos y estudiosos del tema creen que la crisis sanitaria debe ser una oportunidad para dividir equitativamente las tareas del hogar entre hombre y mujeres, además de educar a los niños para que comprendan que todos los miembros de la familia deben participar en el cuidado y aseo de la casa.

Emprendedoras

La pandemia demostró la resiliencia y liderazgo de las mujeres emprendedoras, ya que gracias a las nuevas tecnologías, empezaron a abrirse paso en escenarios que antes eran impensados para ellas por no contar con la flexibilidad que necesitaban para combinar su vida diaria con sus profesiones. Consciente de ello, el Gobierno Nacional creó un Patrimonio Autónomo con el fin de promover, financiar y apoyar de manera exclusiva emprendimientos, formalización y fortalecimiento empresarial de las mujeres colombianas.

Esta iniciativa nació para hacer frente a los efectos adversos de la pandemia que ha impactado en un porcentaje alto a las mujeres, elevando su tasa de desempleo y poniendo en riesgo la estabilidad de sus negocios. “Hemos visto con preocupación que la mujer es una de las más afectadas hoy como resultado del covid-19, por tanto, necesitamos trabajar todos, articuladamente, alrededor de la equidad de género, del empoderamiento y el liderazgo femenino”, dijo en su momento el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Manuel Restrepo. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las mujeres son mayoría en los sectores afectados por el distanciamiento social como la hotelería (60%), comercio (62%) y servicios de restaurante (53%). Una investigación de la Cepal, señala además que en América Latina y el Caribe, las mujeres dedican en promedio 39 horas semanales a actividades de cuidado no remunerado, mientras que los hombres dedican, en promedio, solo 14 horas.