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San Jacinto se une para el cambio

SAN JACINTO SE UNE PARA EL CAMBIO Gestión

Jorge Enrique Castellar Schmith asumió el cargo en enero pasado con la seguridad de que se estaba iniciando una nueva era para el municipio de San Jacinto, Bolívar, su tierra natal, en la que se mejoría la difícil situación de orden pú blico que vive la región para garantizarles a sus poblado res convivencia y tranquilidad, pero sobre todo progreso so cial. Como bien lo dijo en su posesión como alcalde, co mienza la construcción de un nuevo San Jacinto, con un tra bajo en equipo que les permitirá avanzar con transparencia, responsabilidad y equidad en las metas que se ha propuesto su administración.

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Alcalde de San Jacinto, Jorge Enrique Castellar.

Al tomar las riendas del municipio, Castellar hizo un llamado a la unidad, convencido de que la unión hace la fuerza y que la polarización solo trae atraso y dificultades a la región para su desarrollo económico y social. “Dios me permitió llegar a la Alcaldía de San Jacinto para devolverles a ustedes la confianza en lo público. Para reivindicar el papel protagónico de las mujeres, de los artesanos y dignificar la importante labor del campesino, del músico, y de los artistas de nuestro folclor”, dijo entonces en su mensaje a la población.

Su discurso fue mucho más allá, porque sin titubeos, dejó claro que no habrá espacios para la improvisación cuando se trate de solucionar los problemas de la comunidad, gestionar recursos para la inversión social, realizar obras de infraestructura e implementar estrategias en beneficio de la primera infancia, los jóvenes, las madres cabeza de hogar, el adulto mayor y los grupos minoritarios o étnicos. Es así como su primer desafío será fortalecer la educación y la cultura, para lo cual ya trabaja con el equipo de gobierno que lo acompañará durante el cuatrienio. “Mi padre fue un gran educador. Yo soy un defensor de la familia y la buena educación. Por eso en el San Jacinto Posible habrá enseñanza con garantías para todos, cimentada en los valores y capacitación constante para los docentes. Haremos del municipio un territorio educado, con civismo, cultura ciudadana y sentido de pertenencia por lo nuestro”.

Programas de cultura para la sociedad

El alcalde de San Jacinto considera importante proteger la cultura que le ha dado identidad al municipio a lo largo de su historia. “Yo soy músico y me he dedicado a trabajar por la parte cultural, sin descuidar lo demás” dice el mandatario. Por eso con el ministerio del área se han elaborado proyectos para gestionarlos directamente con el propósito de que ayuden a fortalecerla y difundirla. Por ejemplo, el 27 de febrero pasado asistieron músicos a un evento en el que se mostró la parte cultural del municipio. Y es que además de ser un territorio pionero

en productos agrícolas como el tabaco y el café, San Jacinto es reconocido por sus bellas artesanías y muestras folclóricas. ¿Pero cómo se puede conservar la cultura de la región? Según Castellar, aunque no se cuente con suficiente presupuesto, las personas logran realizar sus actividades porque hay organizaciones que trabajan con sus propios recursos. “A esas personas es a quienes el alcalde desea apoyar, para que sigan ampliando sus propios proyectos. Se desea trabajar de la mano con los senadores, el gobernador del departamento y el Gobierno Nacional para garantizar el avance del municipio”.

Para el mandatario local, San Jacinto es un pueblo mágico y un encantador territorio turístico que por las expresiones culturales que lo caracterizan, atrae a muchos visitantes. Por ello le pide apoyo a la administración central para promocionarlo.

El acercamiento con la comunidad ha sido clave para avanzar en las metas que se ha propuesto. El mandatario ha estado al frente de la organización de los planes de contingencia para enfrentar el Covid-19.

Trabajar con la comunidad

Para construir un plan de desarrollo ajustado a la realidad del municipio, se hicieron mesas de trabajo en las que se evaluaron distintos proyectos con la comunidad. En la parte cultural, el alcalde desea trabajar de la mano con los artesanos, y saber cuáles son sus necesidades actuales para determinar puntos claves y plasmarlos en su carta de navegación de estos cuatro años. El reto es conseguir los recursos para impulsar las iniciativas que se presenten, incluida el de incentivar a los niños a prepararse en el tema artístico para que en eventos futuros representen a San Jacinto a nivel internacional.

Pilares del programa de gobierno

En el área de la salud es necesario mejorar el centro de atención médica del municipio, debido a que no existe un hospital de primer nivel. El propósito es crear una infraestructura que garantice calidad en el servicio a los usuarios, sobre todo en el sector rural. La educación será otro de los pilares del gobierno local. En ese tema, el mandatario trabaja en estrategias para frenar la deserción escolar. “Debe volverse un requisito que los menores estén en las aulas de clase. El plan consiste en visitar cada hogar para recuperar a todos los estudiantes que han abandonado el colegio por diferentes circunstancias. En la actualidad hemos logrado que los niños retornen a las instalaciones”.

Adicional a estos dos sectores, es de gran importancia para el alcalde el asunto de la seguridad. En el municipio se conocen varios casos relacionados con el tráfico de droga al menudeo, por lo que se proyecta trabajar con las fuerzas policiales, la Armada y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, con el fin de implementar planes de contingencia. Además, mejorar los programas pedagógicos que permiten a los niños aprender de una mejor manera, acudiendo mucho más a la tecnología.

GOBIERNO Y REGIONES, UNA ALIANZA POR LA VIDA

La inesperada crisis generada por la expansión del Covid-19 en Colombia, llevó al Gobierno Nacional y a las regiones a adoptar un plan de emergencia para fortalecer el sistema de salud en los territorios y garantizar el abastecimiento de agua potable y de alimentos a la población. Para que los alcaldes y gobernadores pudieran financiar los proyectos de inversión y atender las necesidades económicas que demanda la coyun tura actual, se liberaron los recursos de las regalías, así como los del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación.

En la movilización por la vida, han jugado un papel importante tanto el Presidente de la República, Iván Duque Márquez y sus ministros, como las organizaciones que representan a los municipios y departamentos, que desde que comenzó la crisis sanitaria en marzo pasado, se han ocupado de evaluar todas la alternativas posibles para responder al enorme reto que les plantea la presencia del nuevo virus en el país de preservar la salud de los colombianos y al mismo tiempo evitar que se frene el desarrollo económico y social en los territorios.

La hoja de ruta de cómo abordar la pandemia, que definió el Gobierno Nacional, la han seguido paso a paso las regiones, con medidas como el aislamiento social, el apoyo económico y alimentario a los sectores en situación de pobreza y vulnerabilidad, la adecuación de centros hospitalarios, la suspensión de clases presenciales, la compra de equipos médicos y la prestación ininterrumpida de los servicios públicos, entre otras decisiones. Son acciones organizadas y articuladas con los entes territoriales para bajar el nivel de contagio, impedir un colapso en el sistema de salud y garantizar el suministro de los productos básicos a la población tanto en la zona urbana como rural.

Recursos rápidos

La gran preocupación de los alcaldes y gobernadores era cómo obtener recursos rápidos para enfrentar la emergencia generada por el Covid-19, la cual obligó a las administraciones municipales y departamentales a ajustar los programas de gobierno que se tenían previsto ejecutar en estos cuatro años. Tras las gestiones realizadas por la Federación Colombiana de Municipios (FCM) y la Federación Nacional de Departamentos (FND), el Gobierno adoptó una serie de medidas para mitigar los efectos de la pandemia en los territorios, como la flexibilización, priorización y aprobación de los proyectos financiados con recursos de regalías, así como la ampliación de facultades a los mandatarios locales para hacer adiciones y modificaciones a sus presupuestos sin necesidad de acudir a ordenanzas o acuerdos, y para reorientar las rentas territoriales de destinación específica, como mecanismo de financiación para atender la crisis sanitaria a nivel regional. El Gobierno Nacional y las regiones se unieron para salvar vidas ante el avance de la pandemia. Iván Duque Márquez, Presidente de Colombia y Diego Molado, Secretario General de la Presidencia de la República.

Y es que a través del Decreto 513 de 2020, el Ejecutivo liberó recursos del Sistema General de Regalías (SGR) y del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, para que las regiones pudieran atender las necesidades de gasto que demanda la situación actual y financiar proyectos de inversión encaminados a minimizar el impacto del virus en la parte económica y social. “Con las decisiones adoptadas por el Presidente, los gobernadores y alcaldes podrán utilizar las regalías directas para aprobar e invertir en proyectos dirigidos a los sectores de salud, agricultura, suministro de alimentos y recurso hídrico y asistencia alimentaria, así como también, ejecutar iniciativas orientadas a garantizar la prestación de los servicios públicos a la comunidad durante la emergencia”, destacó el director de la FND, Carlos Camargo Assis.

Flexibilización de requisitos

En atención a los requerimientos y propuestas presentadas por los departamentos, municipios y distritos para abordar la crisis provocada por el Covid-19, se logró avanzar también en la flexibilización de los trámites presupuestales y la elaboración de los planes de contingencia con los que se enfrenta la crisis sanitaria en los entes territoriales. Por ejemplo, los alcaldes podrán con sus recursos de asignaciones directas viabilizar y aprobar directamente sus proyectos, sin acudir al Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD). También se agilizaron los tiempos de aceptación de las iniciativas, al disminuir la verificación de requisitos de cinco a dos días.

Según la Federación Colombiana de Municipios (FCM), el ejecutor de los proyectos pasa a ser el responsable de comprobar los requerimientos previos a la ejecución, agilizando así los tiempos entre la aprobación y la contratación. Pero las decisiones gubernamentales no paran allí. Mediante la Resolución 507 de 2020, se definieron lineamientos para el uso de los recursos del Sistema General de Participaciones de salud pública y se amplió la lista de insumos que pueden ser adquiridos para la prevención y control de la pandemia. Igualmente, se realizó con base en los parámetros fijados por el Instituto Nacional de Salud, el alistamiento de los laboratorios departamentales para la realización de las pruebas del Covid-19, lo cual permitirá descentralizar las capacidades del sistema para el diagnóstico del virus.

Y es que el número de requisitos para que alcaldes y gobernadores puedan tramitar sus proyectos de inversión se redujo de 11 a 4, mientras que con recursos del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, los mandatarios locales podrán financiar programas destinados al diseño, fabricación, desarrollo y producción de dispositivos médicos. Todos son avances concretos para darles dientes y músculo financiero a las regiones, con el fin de contener el avance de la epidemia, que según expertos, podría tomarse el resto del año ante la falta de una vacuna en el mercado para contrarrestarla. Los gobernadores y alcaldes podrán utilizar las regalías directas para invertir en el sector salud.

Los territorios, en el foco

Desde que se detectó el primer caso de contagio en una joven que llegó al país procedente de Milán, Italia, las regiones han sido el foco del paquete de medidas adoptadas por el Gobierno Nacional en el marco del Estado de Emergencia decretado por el Presidente Iván Duque Márquez el 17 de marzo pasado para frenar la expansión del virus a lo largo y ancho del territorio. Las primeras normas, que fueron anunciadas por el Ministerio del Interior, ordenaban a los alcaldes y gobernadores que prohibieran el consumo de bebidas embriagantes en espacios abiertos y establecimientos comerciales, así como las reuniones y aglomeraciones de más de 50 personas para bajar la tasa de infectados en las ciudades y municipios.

Se les pidió a las administraciones locales garantizar la operación, mantenimiento y prestación de servicios públicos (acueducto, alcantarillado, energía eléctrica, etc.), así como la movilización de los vehículos ligados a la producción, almacenamiento, transporte, comercialización y distribución de bienes de primera necesidad para tener abastecida a la población. A cada una de las carteras le correspondió la coordinación de las estrategias que se pusieron en marcha en los entes territoriales para hacer frente a la pandemia que ya deja decenas de contagiados en Colombia.

El ministro de Salud, Fernando Ruiz.

Se garantizó el servicio de acueducto y alcantarillado a los sectores vulnerables.

MEDIDAS EN MATERIA DE SERVICIOS PÚBLICOS

El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio anunció medidas en materia de servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo para hacer frente a la emergencia generada por el virus, entre ellas, las siguientes: • Las personas que prestan el servicio de acueducto a suscriptores residenciales deberán, sin cobro alguno, proceder de inmediato con la reconexión del servicio cuando el mismo hubiere sido suspendido y/o cortado por falta de pago. • Todos los costos asociados por la reconexión del servicio deberán ser asumidos por las empresas prestadoras del servicio, de acuerdo con lo que para el efecto señala la Comisión de regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico sin perjuicio de que puedan gestionar aportes de los entes territoriales. • Los municipios y distritos asegurarán de manera efectiva el acceso a agua potable mediante prestación del servicio público de acueducto y/o esquemas diferenciales, a través de las personas prestadoras que operen en cada uno de ellos. • En los casos en los que no es posible asegurar el acceso a agua potable a través de la prestación del servicio de acueducto y/o esquemas diferenciales, los municipios y distritos deberán garantizarlo a través de medios alternativos de aprovisionamiento, asegurando el consumo básico. • Los municipios, distritos y departamentos podrán, para asegurar el acceso efectivo al agua potable, destinar los recursos necesarios del Sistema General de Participaciones para Agua Potable y Saneamiento Básico, con el propósito de financiar medios alternativos de aprovisionamiento. • Las personas prestadoras del servicio público domiciliario de acueducto no podrán actualizar las tarifas que cobran a sus usuarios en aplicación de las variaciones de los precios.

En el caso de los Ministerios de Transporte y Salud, se dispuso el cierre de operaciones de embarque y desembarque de pasajeros tanto por vía aérea como terrestre y marítima y se pidió a las secretarías distritales y departamentales adoptar las medidas de protección necesarias para los residentes en su jurisdicción, con especial énfasis en los niños, niñas y gente de la tercera edad, así como delegar personal en los puntos de entrada al país para evaluar las condiciones de quienes ingresaban entonces al territorio nacional.

Diego Molano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, quien coordina la estrategia gubernamental para favorecer a las personas mayores de 70 años con el fin de que no se vayan a contagiar del virus, destacó que en los municipios donde los adultos salen a centros comunitarios a desarrollar actividades de recreación y lúdicas, se decidió llevar el programa social “Centros Vida” a sus casas. La idea, según el funcionario, es que “tengan la menor interacción social (mientras dure la emergencia) por su estado de vulnerabilidad”.

Solidaridad desde las regiones

La ayuda humanitaria a la población vulnerable y en condición de pobreza en las regiones, llegó desde diferentes sectores durante la crisis sanitaria. Tanto la Federación Nacional de Departamentos como los alcaldes de distintos municipios del país, acudieron a la solidaridad de los colombianos con los territorios para apoyar con víveres a los hogares de escasos recursos económicos. A través de las redes sociales, la FND lanzó la campaña “Todos Somos Región” para promover la donación de artículos de primera necesidad no perecederos, llamado que fue acogido por las empresas y la comunidad en general, que contribuyeron además con la entrega de kits de higiene y protección, apoyo en toma, envío y traslado de muestras, al igual que planes de fortalecimiento para la asistencia en salud, entre otros. La iniciativa se sumó a la campaña “Ayudar Nos Hace Bien”, liderada por la Primera Dama de la Nación, María Juliana Ruiz que se enfocó en recaudar fondos para distribuir un millón de mercados entre familias en condición de vulnerabilidad durante el aislamiento preventivo obligatorio en todo el país.

Terminal Metropolitana de Transporte de Barranquilla.

El Director Administrativo de la Presidencia, Diego Molano, dirigió las medidas para proteger a la tercera edad.

El Gobierno llevó a las casas el Programa Centros Vida para apoyar a la tercera edad.

CAMPAÑA PARA AYUDAR A LOS MÁS NECESITADOS

• Se trata de la campaña ‘Ayudar nos hace bien’ para llevar mercados a las familias más vulnerables del país. • Esta iniciativa surgió de la necesidad de apoyar a las personas que no tenían cómo pasar en sus casas el aislamiento preventivo obligatorio decretado por el Gobierno Nacional. • “La vida nos puso a prueba para que estemos conectados, (…) y es aquí en donde nos caracterizamos por compartir”, expresó la primera Dama. • La red de ayudas fue coordinada por la fundación Solidaridad por Colombia que se encargó de manejar los recursos que llegaban para los mercados. • “Hoy cada acción que hagamos beneficiará a alguien más, debemos estar convencidos de que ayudar nos hace bien”, enfatizó la esposa del Presidente. • Desde que se hizo el lanzamiento de la campaña, se sumaron un sin número de organizaciones sociales, gremios y personas para colaborar. • Según la ex Consejera para las Regiones, Karen Abudinen, la campaña llegó a todos los territorios de Colombia para que nadie pasara hambre. • La campaña, que ayudó a fortalecer la cadena productiva, contó con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación, DNP, el Departamento de Prosperidad Social, DPS y el Departamento Nacional de Estadísticas, DANE

La Primera Dama, María Juliana Ruiz, lideró la campaña para recoger un millón de mercados para hogares vulnerables.

La alcaldesa de Santa Marta, Virna Lizi Johnson Salcedo, entregando mercados a familias vulnerables.

“Se realizó un censo priorizado para entregar a domicilio 21.500 mercados a familias vulnerables que no estaban inscritas en programas sociales. En materia de salud, se cubrirá la necesidad de agua potable por medio de carro tanques que la empresa ESSMAR está llevando a los barrios que lo requieren, garantizando así los derechos de la comunidad”, dijo la alcaldesa de la ciudad de Santa Marta, Virna Lizi Johnson Salcedo. Aunque algunos municipios como La Tola, no cuentan con los recursos suficientes para atender la emergencia, han venido entregando bonos y alimentos a los hogares en situación de pobreza. “En el presupuesto se ha contado con 70 millones de pesos para repartir entre los hogares más necesitados”, afirmó su alcalde, José Luis Rodríguez, quien impulsa el desarrollo rural para incrementar la producción de alimentos y mejorar el sistema sanitario local. En el caso de Bogotá, la alcaldesa Claudia López, anunció que el cubrimiento de apoyo social para las familias bogotanas más vulnerables se ha hecho efectivo y va por buen rumbo, mientras su colega de Medellín, Daniel Quintero, convocó a una teletón para recaudar fondos que serán destinados a atender las necesidades que demanda la pandemia.

LA ENCRUCIJADA DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA

Amylkar Acosta Exministro de Minas y Energía

La actual crisis por la que atraviesa el país y el mundo tiene tres aristas, la de la salud, la de la economía y la social, interrelacionadas entre sí, de modo tal que la una sigue la suerte de las otras. El premio Nobel de Economía Amartya Sen lo ejemplifica muy bien: “si bien la presencia del virus mata gente, la ausencia de sustento también lo hace”. Dicho de otra manera, sin vida no hay economía y la plata para salvar vidas sale de la economía, son dos variables de una misma ecuación.

Estamos en medio de una encrucijada en la que, como lo dice el más reciente Informe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, “están en juego muchas vidas y mu- chos medios de subsistencia perdidos”. Y añade que “el COVID–19 es potencialmen- te catastrófico para millones de personas que ya están pendiendo de un hilo” por la falta de empleo e ingreso.

Siempre es bueno dar un vistazo hacia atrás, para saber de dónde venimos, porque, como lo afirma Humberto Eco, “si uno se entera de lo que ha pasado, muchas veces en- tiende lo que puede suceder”. A la hora de analizar la coyuntura actual, sobre todo en lo atinente al desempeño de las desastradas economías y las finanzas públicas, la línea del menor esfuerzo es endilgarle la causa y sus consecuencias a la pandemia del COVID-19.

Pero, la pandemia sólo sirvió de detonante y catalizador a la vez, toda vez que la econo- mía global no había terminado de reponerse de la honda crisis financiera de los años 2008 y 2009. Entre tanto, las economías de Lati- noamérica estaban en plena resaca, después de embriagarse con el largo ciclo de precios

A la hora de analizar la coyuntura actual, sobre todo en lo atinente al desempeño de las desastradas economías y las finanzas públicas, la línea del menor esfuerzo es endilgarle la causa y sus consecuencias a la pandemia del COVID-19.

altos de los commodities, 2003 – 2012, para los productos mineros y 2003 – 2014 para el petróleo. De allí que, después de muchos años durante los cuales el promedio de crecimiento de la región se situaba por encima del promedio global, se invirtieron los papeles y desde entonces su crecimiento ha estado por debajo de dicho nivel. pasar del 26.9% en 2017 al 27% en 2018 y 190.000 habitantes cayeron en la trampa de la pobreza. Además, un logro muy importante como fue que el porcentaje de clase media, 31%, superara el porcentaje de pobreza, el 40% de ella se tornó vulnerable, con un pie en la clase media y el otro pie en la pobreza.

En muy buena medida este retroceso en los indicadores sociales se debió a la desaceleración del crecimiento de la economía, pasando del 6.9% en 2011 al 3.3% en 2019; además, después de ostentar un crecimiento potencial del 4.5% en 2012, a poco andar cayó al 3.5%. Pese a la promesa de catapultar las exportaciones merced a los tratados de libre comercio (TLC) que se firmaron a troche moche, a tontas y a locas, el déficit en la Cuenta corriente de la Balanza de pagos pasó del -3.3% en 2013 al - 4.3% en 2019.

Y, para rematar, el desempleo, después de 6 años con un índice de desocupación de un solo dígito, desde el 2019 regresó a los dos, con un desempleo del 10.5%, al cual se vino a sumar una informalidad laboral del 47% (¡!). Según el DANE, de los más de 22 millones de personas ocupadas al cierre de 2019, el 42.4% de ellos (9.4 millones) se clasificaban como trabajadores por cuenta propia y de estos, según ANIF, 2.5 millones pueden considerarse como profesionales independientes. Es muy diciente que en Colombia más del 90% de las empresas se clasifican como MIPYMES.

Mientras se navegaba con el viento a favor se logró bajar los deplorables índices de pobreza en la región. En Colombia particularmente, para el año 2003, casi el 59 % de las personas encuestadas se percibían pobres, mientras que en el 2016 este porcentaje disminuyó al 39,6 %. Pero, como lo que por agua viene por agua se va, en el año 2008 se revirtió esta tendencia al

El menor crecimiento de la economía y el pésimo desempeño del sector externo han terminado por afectar las finanzas públicas, con el agravante de que las sucesivas reformas tributarias no han hecho más que erosionar la base impositiva y diezmar el recaudo, de modo que la participación de este en el PIB a duras penas llegaba en el 2016 a 15.7%, en contraste con el 19.2% del PIB del gasto público. Esta brecha de casi 4 puntos porcentuales se agiganta sin remedio debido a que según la Ley de Wagner, el gasto público tiende a crecer con el tiempo y el tamaño del Estado, tanto en términos absolutos como en proporción del PIB, dado que cada día debe asumir mayores responsabilidades. Ello explica el déficit fiscal estructural crónico que acusa la Nación, el cual pasó de - 1.8% del PIB en 2014 a - 2.5% en 2019.

Es importante hacer énfasis en lo que debe ser el respeto por las autoridades y el orden. Tenemos la certeza de que es una condición esencial en la buena marcha de los pueblos.

Si respetamos, seremos respetados.

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 + ( ) – – Patricio por la Equidad, es un libro que genera sentido de pertenencia institucional.

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