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Tubará se convertirá en polo industrial y turístico

TUBARÁ SE CONVERTIRÁ EN POLO INDUSTRIAL Y TURÍSTICO Gestión

Descentralizar el trabajo de la alcaldía es para José del Tránsito Coll Cervantes una necesidad, si se quie re buscar soluciones lo antes posible a los problemas que agobian a las veredas y corregimientos de Tubará. “No tenemos otro compromiso que cumplir ante las mayores expecta tivas de la comunidad para mejorar su calidad de vida y construir las bases de un desarrollo integral”, asegura el mandatario. Desde ya su administración trabaja por potenciar el municipio como polo turístico del Atlántico y resguardar el acervo cul tural de la región.

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Al asumir el cargo, el alcalde recordó que el municipio ocupa un lugar importante en la historia de la lucha indígena contra la opresión, razón por la cual no va a renunciar a su pasado, pero sí se está preparando para dar pasos firmes en estos cuatro años hacia un progreso integral. La intención es construir sobre lo construido para no frenar los avances que se lograron durante la administración anterior con el apoyo del gobierno departamental. Una de las metas inmediatas del alcalde será mejorar la educación para que haya más cobertura y calidad en el proceso de formación.

Tubará debe alinearse a la revolución tecnológica en que se encuentra inmerso Colombia y demás países del mundo, por lo que el mandatario gestiona la llegada de internet a la zona para que los estudiantes puedan ampliar sus conocimientos y capacitarse mucho más. Siguiendo esa línea, se propone generar proyectos educativos a través del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y convenios con la Universidad del Atlántico e instituciones privadas para que se dicten clases en el municipio. “Tubará será mejor en la medida en que los jóvenes estudien, porque el estar preparados y enriquecerse como profesionales, ayudará a un desarrollo mayor” de la región.

Enfocarse en la parte rural para aliviar la situación de atraso económico y social que viven las veredas y corregimientos, será otro de sus objetivos, así como también impulsar la actividad del turismo para potenciar ese sector a nivel departamental, con miras a dinamizar la economía local y obtener nuevos ingresos para la ejecución de obras y proyectos que beneficien a la población urbana y rural.

Vocación turística del municipio

Convencido de su vocación turística, el mandatario se puso como reto convertir el municipio en uno de los destinos más importantes del departamento del Atlántico para la recreación y el descanso. “Tubará tiene las condiciones para convertirse en un José del Tránsito Coll, alcalde de Tubará.

polo turístico, en especial por sus más 18 kilómetros de playa. Es necesario impulsar una alianza público privada para jalonar esa industria, así como construir varias obras” para embellecerlo, garantizar sitios de alojamiento a los visitantes y generar fuentes de empleo a sus habitantes.

Para ello, pidió al Presidente de la República, Iván Duque Márquez que lo apoye en ese propósito, ya que se requiere de un estudio técnico que evite la erosión costera y la contaminación ambiental que están generando los desechos del río Magdalena.

Tubará está ubicado en un punto estratégico, aproximadamente a 40 minutos de Barranquilla y a una hora de Cartagena. El alcalde solicita que exista una tarifa diferencial a los habitantes del municipio en el peaje de Puerto Colombia que está localizado en su jurisdicción. “Si se logra hacer esa diferencia, los costos se verán reflejados en la parte productiva, porque debido al transporte, los productos de la canasta familiar en el municipio pueden aumentar. Además, algunos vehículos evaden el peaje y pasan por en medio de una carretera que se nos está dañando, lo que genera consecuencias negativas a futuro” para su desarrollo.

La disciplina fiscal

El mandatario considera que los lineamientos que el Gobierno Nacional le fija a los entes territoriales en materia fiscal son importantes, pero cree que debe existir un apoyo mayor de las demás estructuras del Estado para los municipios que son de sexta categoría, porque es difícil manejar una localidad que cuenta con recursos bajos para la inversión social. “En el caso de Tubará, existen 14.000 millones de pesos para su presupuesto. Esta es la única forma de gestionar los recursos y mejorar la situación en esta región del país”. Por ello le pide a la administración central que lo ayude a realizar un reavalúo catastral.

Tubará dentro de cuatro años

El alcalde anhela que este sea el municipio turístico del Atlántico porque tiene todas las condiciones para serlo. En su concepto, se debe trabajar en una agenda organizada entre Barranquilla y Tubará, que contenga un recorrido industrial. Eso podrá mejorar la calidad de vida de los habitantes del municipio y generar mayor empleabilidad. El gobernante local aspira también que a través del Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, se preparen personas en la actividad del turismo y se fortalezca el emprendimiento para que Tubará sea en el 2023 un zona turística e industrial, pero sobre todo, un pueblo tranquilo y lleno de paz.

Coordinación y trabajo conjunto con el Gobierno departamental.

Apoyo a la comunidad.

UNA OPORTUNIDAD PARA

LA NAVEGABILIDAD DEL RÍO MAGDALENA

Erwin Arias Betancur Representante a la Cámara por Caldas Partido Cambio Radical L a emergencia generada por la pan- demia Covid-19 ha creado una pro- funda crisis en la gran mayoría de sectores que dinamizan la economía co- lombiana. El comercio ha sido uno de los renglones más afectados y el escenario se ha agravado aún más debido a los múltiples problemas relacionados con retrasos y altos costos en el envío y recepción de produc- tos. De acuerdo con cifras presentadas por la Federación Colombiana de Transporte de Carga, ante la crisis existente las mercancías se están demorando un 35 % más en llegar a tiendas y almacenes, lo que significa un atraso considerable en el proceso logístico, a lo cual se suman los costos de transporte, que aumentaron cerca del 40 %.

Aunque la emergencia por el Covid-19 ha obligado al Gobierno a destinar recursos no previstos a las poblaciones más afectadas para aliviar en parte la crítica situación, es clave que no se olvide el proyecto de navegabili- dad del río Magdalena como eje de reactivación socioeconómica y desarrollo.

El panorama no es alentador y tiende a complicarse aún más teniendo en cuenta que, entre 2010 y 2019, Colombia volcó sus esfuerzos al trasporte de carga terrestre, es decir, actualmente cerca del 80 % de la car- ga es movilizada por carretera, mientras que apenas el 1,4 % se hace a través del modo fluvial, desaprovechando el gran potencial logístico que tiene Colombia mediante sus ríos, en especial, el Magdalena.

El río Magdalena comprende cerca de 1.550 kilómetros a lo largo de nuestro territorio nacional, de los cuales 1.024 (km) son aptos para la navegación y, ahora más que nunca, serán estratégicos para enfrentar la emergencia socioeconómica que estamos atravesando. Hacer navegable este afluente para conectar la región Caribe con el centro del país, desde Bocas de Ceniza (Atlántico) hasta el puerto La Dorada – Puerto Salgar, sería clave para reactivar la economía colombiana en estos tiempos de crisis, puesto que optimizar los procesos de logística y transporte a través de la navegabilidad del río permitiría un gran avance hacia la multimodalidad, el mejoramiento de la competitividad y el fortalecimiento de las regiones.

En la actualidad, existe una baja calidad en la infraestructura logística debido a la ausencia de transporte multimodal, motivo por el cual Colombia ha tenido un rendimiento insuficiente en cuanto a tiempos y costos de transporte. Una muestra de ello es que Colombia requiere de 112 horas para exportar, mientras que el promedio latinoamericano es de 55.3 horas y el de países de la OCDE 12.7 horas. Estas cifras sumadas a los altos costos de transporte y los problemas de infraestructura ya mencionados nos ubican en el puesto 58 entre 160 países con una puntuación de 2,61 sobre 5, conforme al Índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial. Con la navegabilidad del río Magdalena los costos de transporte actuales se reducirían entre un 10 % y 50 %, y se generaría una disminución importante en los tiempos de viaje, cargue y descargue.

Aunque la emergencia generada por el Covid-19 ha obligado al Gobierno Nacional a destinar recursos no previstos a las poblaciones y sectores más afectados para aliviar en parte la crítica situación, es clave que no se olvide el proyecto de navegabilidad del río Magdalena como eje de reactivación socioeconómica y desarrollo. Si contamos con la zona de influencia correspondiente a la ribera del río navegable, el proyecto impactaría positivamente a 3 millones 514 mil 573 habitantes (7,3% del total de la población del país) y un área conjunta de 97.557 km2 (9,9% de todo el territorio nacional); además, si también se tiene en cuenta la logística de transporte ya existente que conecta a los departamentos a través de los modos de transporte terrestre, marítimo, aéreo y férreo, la posibilidad de un mayor desarrollo y crecimiento económico abarcaría a toda la nación.

La navegabilidad del río es, en sí misma, un paso gigante hacia el progreso en otros aspectos fundamentales para el país como lo son el medio ambiente y el turismo. El sector transporte es uno de los principales emisores de gas invernadero en el país, siendo el subsector carretero el responsable del 90% de emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que a través del río se estima que por cada tonelada transportada se reducirían en 64% las emisiones de CO2 generadas. Asimismo, el sector turismo también tendría grandes beneficios con la navegabilidad del río Magdalena, dado que con la ejecución y puesta en marcha del proyecto mejorarían las condiciones de comunicación fluvial, lo que permitiría la creación y acceso de más sitios turísticos y la promoción de las regiones como zonas de desarrollo nacional.

El momento coyuntural por el que está pasando Colombia debe convertirse en una oportunidad para replantear el modelo de transporte utilizado en los últimos tiempos y avanzar en inversión hacia modos de transporte que le permitan al país aumentar su competitividad, esto implica hacer mayores esfuerzos en infraestructura para lograr por fin una verdadera multimodalidad.

Cerrejón gestiona más de $6.000 millones en ayudas para atender la emergencia del COVID-19 en La Guajira Las ayudas de esta importante empresa se han dado en tres grandes bloques: insumos médicos para hos pitales de la región, entrega de agua potable para las comunidades y do nación de ayudas humanitarias con el apoyo de diferentes aliados, lo que ha permitido beneficiar diariamente a más de 300 mil personas de distintos municipios del departamento. L os insumos médicos están destinados a la protección del personal que presta sus servicios en los hospitales de La Guajira e incluyen batas, gorros, guantes desechables, gafas, jabón quirúrgico, termómetros, tapabocas, trajes protectores y alcohol antiséptico, junto a más de 15.000 mascarillas necesarias para prevenir cualquier contagio del virus. Igualmente, realizó una alianza con la Gobernación de La Guajira para entregar agua potable a los carrotanques del departamento en tres puntos: Puerto Bolívar, la Mina y a lo largo de la línea férrea. Hasta el momento, ya se han entregado 7 millones de litros de agua para las comunidades más vulnerables de la región. Por otra parte, la empresa donó 25.000 mercados que beneficiarán a 359 comunidades étnicas cercanas a su operación en La Guajira, principalmente para los municipios de Uribia, Maicao, Albania, Manaure, Barrancas y Hatonuevo. “Cerrejón está con La Guajira, siempre lo ha estado y siempre lo estará, el mayor aporte a la región es operar de una manera segura y así generar empleo y bienestar para las familias guajiras y para el departamento”, señala Luis Marulanda, vicepresidente de Asuntos Públicos y Comunicaciones de la Compañía.

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