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Sigue sumando adeptos a su causa Alfredo Paredes

- El trabajo realizado durante su periodo de Alcalde, le ha permitido al Candidato Paredes, sumar más voluntades a su proyecto

- Alfredo Paredes asegura que de la mano del próximo Gobernador, Manolo Jiménez, Coahuila y Monclova será aun mejores

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Monclova, Coahuila.- Caminando, recorriendo calles y colonias, saludando a la gente y difundiendo de voz propia sus propuestas legislativas, Alfredo Paredes López, candidato a diputado local por el V Distrito, encabeza la campaña más ciudadana en Coahuila y de cara a los electores.

El también exalcalde de Monclova y ahora candidato a diputado local, quien ha logrado sumar adeptos gracias a las grandes obras qué realizó, es el candidato que, hoy por hoy, cuenta con la gran simpatía ciudadana.

Hace unos días, el ingeniero Alfredo Paredes, recorrió la colonia Campanario acompañado de un nutrido grupo de vecinos quienes participaron en el toca-toca y a su paso y en marcha más y más ciudadanos se sumaron al recorrido como muestra de apoyo.

A pregunta expresa, el candidato a legislador dijo no recordar las veces que ha estado en esta colonia, pues comento que durante sus dos administraciones municipales muchas veces visitó a los vecinos atendiendo sus demandas de la mejor manera para mejorar sus condiciones de vida. Precisó que en esta colonia hizo obras de pavimentación, alumbrado, trajo programas de asistencia social, por ello la gran respuesta de ‘mis amigos, los habitantes del Campanario’

Bajo la lluvia vecinos y candidatos recorrieron las calles donde habitan familias echadas pa’delante que quieren un diputado qué verdaderamente escuche y trabaje a favor de la ciudadanía, generando condiciones y proyectos mediante los cuales se mejore la calidad de vida de las y los ciudadanos de la mano de quien será el próximo Gobernador, Manolo Jiménez Salinas.

Julián Parra Ibarra

Decía mi abuelita cuando a alguien todo le parecía mal, a todo le encontraba sólo el lado negativo, aunque no tuviera que ver con él, pero sobre todo no digería el éxito en nadie de enfrente, no podía ver sonrisas en otros rostros: a este hasta lo que no come le hace daño.

Técnica, científica o médicamente no sé cómo se debe llamar a ese trastorno, pero de que es una enfermedad, es una enfermedad. Muchas personas la padecen, pero en medio de la gran masa, suelen irse quedando aislados porque nadie quiere estar en su rededor; pero cuando el que la padece es un Presidente, el problema, dirían en mi pueblo ‘varea y cambea’, porque todo lo que haga o deje de hacer, diga o deje de decir el líder de un país, tiene consecuencias y repercusiones, positivas o negativas según sea el caso, en toda la población, o al menos en las mayorías entre los que están los más vulnerables y desprotegidos.

En las semanas recientes de distintas maneras y con diferentes motivos, hemos venido comentando usted y yo en este espacio, que en lo que va del año las cosas no le han salido nada bien al principal inquilino de Palacio Nacional, lo que lo tiene irritado, molesto y, para decirlo muy clara y coloquialmente: está encabronado. Y cada vez lo está más, porque influido por ese estado de ánimo ha venido tomando decisiones que, como consecuencia de ello, se le vuelven a revertir, y en ese sentido se ha venido metiendo él solito en un círculo vicioso.

Luego que la Corte invalidó la primera parte del plan B por violaciones graves al proceso legislativo, el Presidente inició una nueva embestida en contra de los integrantes de la Su-

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