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TEMA
TEMA DEL MES - BICENTENARIO NIGHTINGALE
FLORENCE NIGHTINGALE
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Un legado que mantiene
actualidad para el siglo 21
Florence Nightingale Un legado que mantiene actualidad para el siglo 21 Por Dr. Daniel Gutierrez Raina PhD Magister en Estupefacientes y Doctor en Ciencias de la Salud
Yo solemnemente me prometo a mí misma y delante de Dios y en presencia de esta asamblea que voy a pasar mi vida en pureza y voy a practicar mi profesión con toda mi fidelidad. Voy a abstenerme de cualquier cosa dañina y nociva y no voy a tomar ni administrar a sabiendas ninguna droga nociva. Voy a hacer todo lo que tenga a mi alcance para elevar al nivel de mi profesión y para mantener en confidencia todos los asuntos personales para que no salgan a la luz al igual que todos los asuntos familiares que lleguen a mi conocimiento en la práctica de mi vocación. Con toda lealtad haré un esfuerzo por prestar ayuda al médico en su trabajo y dedicarme a procurar el bienestar del personal bajo mis cuidados. Extracto del Juramento Florence Nightingale. (1)
El año 2020 ha sido proclamado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y refrendado por el Consejo Internacional de Enfermería (CIE) el “año Internacional del Personal de Enfermería y Partería”, porque marca el bicentenario de Florence Nigthingale, como fundadora de la enfermería.
“El personal de enfermería y partería, que representa cerca de la mitad del total global de trabajadores sanitarios, está conformado por personas que consagran sus vidas a cuidar a las madres y los niños, administrar vacunas que salvan vidas, proporcionar consejos de salud, cuidar de las personas mayores y, en general, satisfacer las necesidades sanitarias esenciales del día a día”.
Se ha dialogado y enseñado en las instituciones de formación del personal de enfermería vinculando a Florence Nigtingale como que a partir de su accionar en la guerra de Crimea a partir del año 1853 llevando a 38 enfermeras al Hospital Militar en Scutari coordinando los cuidados de enfermería para los soldados heridos en la guerra.
Tradicionalmente se vincula el cuidado de enfermería que lideró Florence a su vocación como enfermera, poco se lo vincula a la calidad de profesional; en virtud de esto quiero reflexionar sobre lo profesional de una Florence Nigtingale como precursora de la enfermería del siglo 21.
VOCACIÓN
Según el diccionario de la Real Academia Española dice que: “Inclinación a un estado, una profesión o una carrera”.
La vocación es un deseo entrañable hacia lo que uno quiere convertirse en un futuro, lo que uno quiere hacer por el resto de su vida; es algo que va enlazado y determinado por tus conocimientos generales.
La vocación se la puede relacionar con aspectos propios de cada individuo, relacionado a los intereses – gustos, aptitudes – habilidades.
Desde mi perspectiva y experiencia considero que hay adjetivos que ennoblecen a los colegas que demuestran una vocación en el quehacer enfermero al brindar el cuidado de enfermería. Adjetivos calificativos demostrando valores humanos y profesionales, adjetivos gentilicios ubicando a los colegas por el lugar o zona de formación o desempeño profesional.
Haciendo una consulta verbal entre los colegas de enfermería sobre sinónimos de vocación, extracto las respuestas que he considerado más significativas que califican o enuncian adjetivos válidos e importantes a tener presente cuando se evoca vocación: ayuda, humanización, arte de curar, coraje, modelo especial de servicio, empatía, amor al prójimo.
Cada uno de estos adjetivos utilizados para la vocación son descriptores excelentes de una actitud loable de los profesionales de enfermería.
De acuerdo con los historiadores, escritores sobre la vida de Florencia Nigthingale, hacen referencia al accionar vocacional con varios de los adjetivos que han sido enumerados, por ello siempre se hace referencia a su vocación.
PROFESIONAL Según el diccionario de la Real Academia Española define: “Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación”.
Las profesiones son ocupaciones que requieren de conocimiento especializado, formación profesional mediante la educación (según niveles, básica, media o superior. De acuerdo en cada caso).
Una profesión es una actividad especializada del trabajo dentro de la sociedad. A quien la ejerce se le denomina profesional.
La naturaleza de la ocupación y la forma de ejercerla que tiene cada profesional es el desempeño de la práctica profesional. La disciplina profesional se preocupa del desarrollo del conocimiento, enriqueciendo la profesión y profundizando el sustento teórico de la práctica.
Enfermería es una profesión, el Consejo Internacional de Enfermería, la ha definido como:
“La enfermería abarca los cuidados, autónomos y en colaboración, que se prestan a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos, en todos los contextos, e incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, y los cuidados de los enfermos, discapacitados, y personas moribundas. Funciones esenciales de la enfermería son la defensa, el fomento de un entorno seguro, la investigación, la participación en la política de salud y en la gestión de los pacientes y los sistemas de salud, y la formación”.
Por lo expuesto, analizando el concepto de enfermería se puede visualizar que hay una formación profesional que involucra diferencies ciencias y áreas, ciencias biológicas, ciencias humanísticas, ciencia de enfermería o sea una teoría propia desde la aplicación de las ciencias que la forman y búsqueda continua de adaptación al desarrollo de las ciencias.
PROFESIONAL CON VOCACIÓN
Dos cualidades que se unen para desarrollar una vida que deja huellas y comienza un largo camino de una profesión dedicada al arte de cuidar con profesionalidad, ciencia y humanidad, creando la ciencia propia que es enfermería.
Las condiciones de vocación y profesionalismo han sido demostradas en el accionar del cuidado de enfermería de Florence Nightingale y el equipo de enfermería que lideró durante su accionar profesional.
Conocida como la Dama de la lámpara, recorriendo los pasillos y habitaciones del hospital de guerra valorando las necesidades emocionales, físicas, mentales y sociales de aquellos soldados heridos. Ejemplo de un cuidado integral, con ciencia del área psicosocial, biológico y sobre todo un aporte a cada uno haciendo de la individualidad de cuidado su misión.
El tiempo dedicado a escribir carta para ser enviado a los familiares de los soldados demuestra esa vocación y profesionalidad de suplir necesidades emocionales, mentales y sociales, así como las/los Nightingale del presente siglo que están en el frente de batalla llamado COVID -19 pesquisando métodos para lograr la comunicación de usuario positivo con su familia que no puede acceder a verlo y menos tocarlo. Los actuales utilizan la tecnología disponible, notas de comunicación, tarjetas de saludos, mensajes de textos, videollamadas, hasta diálogos por Zoom, Skype y otros sistemas para comunicarse.
Aislamiento, ventilación e higiene en la distribución de los enfermos en aquellos precarios hospitales de guerra, que más actual que este cuidado para los enfermos por COVID-19 y para el cuidado comunitario, Florence era de vanguardia, podríamos decir en la enfermera comunitaria del siglo 21. Esa mejora en los métodos sanitarios ayudó a disminuir las complicaciones y la tasa de mortalidad.
Innovadora de técnicas estadísticas, ploteo, recolección de datos, tabulación, y representación gráfica de las estadísticas descriptivas, creadora del diagrama polar de uso hospitalario.
Formadora de enfermeras con las exigencias para el cuidado de la época con el rigor científico, misión y visión. Coherente y actual para el siglo 21 donde cada área de salud busca la calidad en la prestación de salud y seguridad en el cuidado brindado, donde las evaluaciones y acreditaciones se esfuerzan por lograr.
“Los que cuidan a los enfermos deben comprender la importancia de una debida atención a las leyes de la salud. En ninguna parte es la obediencia a dichas leyes tan importante como en el cuarto del enfermo. En ninguna otra circunstancia depende tanto de la fidelidad en las cosas pequeñas como atender a los enfermos. En caso de enfermedad grave, un pequeño descuido, una leve negligencia en el modo de considerar las necesidades o peligros del paciente, y hasta la falta de simpatía, pueden decidir entre la vida y la muerte, y hacer descender a la tumba a un paciente que de haberse procedido de otro modo, hubiera podido reponerse”.
Por Lic. Daniel Gutierrez Raina PhD