Joyas del más allá Nació en un país que hoy no existe y en una ciudad signada para llevar el nombre de dos de los hombres que marcaron la historia del imperio ruso: Pedro I el Grande y Vladimir Lenin. Por si fuera poco, se jugó la vida en pro no de una ideología sino de la libertad de halagar la vanidad humana, trabajando de forma ilegal con metales y piedras preciosas, tornando lo suntuario en asunto de estado, involucrando incluso al temible KGB. El camino de Andrei Ananov transita lo insólito. Fue piloto de carreras automovilísticas, actor y director de teatro en su natal San Petersburgo. En medio de la vorágine dramática que le permitió salir de la amurallada Unión Soviética, el gusanillo de la orfebrería le atacó casi por sorpresa y, si en un principio fue sólo una muleta económica que permitió aliviar los rigores de un pírrico sueldo, devino pronto loca pasión por la filigrana, el brillo acuoso y fascinante de las piedras, y la evocación de un pasado suntuoso que habla del imperio de todas las Rusias. Su ascenso en el mundo de la alta joyería estuvo cifrado sobre una apuesta. En la ex Leningrado, Ananov retó al director del Museo L'Ermitage, asegurando que era capaz de reproducir de manera exacta un zarcillo que fáltaba en la colección del zar Alejandro II. Se iniciaría así su carrera, tras los pasos del maestro joyero Peter Carl Fabergé, quien hizo las delicias de la Corte Imperial Rusa con sus huevos de pascua, delicadamente adornados, y que escondían en su interior verdaderas sorpresas del arte de la orfebrería. Cumplió con el encargo utilizando un pequeño truco: limpió cuidadosamente la pieza original y cubrió con pátina la que había fabricado en su taller. Para sorpresa del director de L'Ermitage ambos zarcillos lucían idénticos, tanto que los confundió. Desde entonces, ha hecho suyo el legado de ultratumba y hoy en su boutique del Gran Hotel Europa de San Petersburgo rinde homenaje a quien desde el más allá fuera su maestro. FC
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IIITE LABEL "Tomo White La bel y soda, pero solo en las proporciones exactas."
L_~ KIM CRESTANI. ARQUITECTO.
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1 Dólares de encaje El asunto radica en lucir elegante y sobria a cualquier hora. Exclusiva, por fuera y por dentro. En cada litúrgico proceso de atavío diario —espectáculo único, a no dudarlo— el suave y delicado halo de la prenda íntima ostenta el privilegio del misterio y, a la vez, las pistas últimas para descifrarlo. Pieza fundamental del encanto femenino, musa de abrasivos sueños de hombre, la lingerie se revaloriza en tiempos neoliberales. La onda es utilizar bajo los trapos, prendas únicas, acordes con la temporada posmo, que induzcan a eso que llaman la comidilla. Eso lo entendió bien Liseth Bonilla de Loscher —esposa de Iván y enamorada de ese diseño único y especializado que exhibe la ropa interior para damas— cuando, par de meses atrás, inauguró en Las Mercedes su muy curiosa tienda Hosiery. Recóndita morada de primorosos modelos, diseño del arquitecto Fernando Ponce de León, escondida entre pequeños locales de las Minitiendas Londres, recibe una conspicua clientela que, vodka en mano —podría ser también un vino tinto—, se ufana en escoger lo mejor de un vestuario que sólo puede hallarse en París, Amsterdam, Londres o en la Quinta Avenida de New York. Las firmas, francesas todas, que colman los estantes de Hosiery justifican tanta pompa: Lou, Aubade o Lise Charmel. Y explican, además, los precios. Sin rubor alguno, un conjunto de panty y brassiére de organza francesa, con costoso encaje de calaís —varios meses previos de curación garantizan su tersura, elaborado a mano con precisión casi artística—, luce en su etiqueta un precio que va más allá de los 15 mil bolívares. Y si de un ligero bodie de seda se trata, la cifra sigue en ascenso: 18 mil. Pero atención, otras prendas exigen un desembolso algo más humilde, seis mil bolívares por un angelical conjunto y otro tanto por una sensual bata de baño. "No son precios fáciles, lo sé, pero es
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lo mclor. Rdemds,
competimos con los costos internacionales, no con los de aquí; en París o New York estas piezas resultarían mucho más caras que en nuestra tienda". Como di- g rían los de Pepeganga: aunque usted nouc locrea.MS
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Marilyn y Brigitte levan a hablar También Cristina Onassis y Donald Trump, Madonna y Claus von Bülow, María Callas y Marlon Brando. Ellos se dan cita de lunes a viernes en Boulevard, la revista radial del glamour y el exceso. Sus anfitriones, Alexandra Cariani y Ben Amí Fihman, saben todo lo que hay que saber sobre las biografías de los famosos, los entreveros del poder y la pasión, las nuevas del entretenimiento rutilante.
Y lo cuentan
4111 41 11.-BOULEUfIRD Una hora de glamour y exceso, con Alexandra Cariani y Ben Amí Fihman De lunes a viernes entre
6:30 y 7:30 pm
Por Ritmo 95 FM
Pintarse en criollo Dos décadas y un poquito más tenía cuando decidió abrirse paso por el mundo. Cursaban los tempranos ochenta: Meyer Vaisman se hizo con sus aperos y, sin mucho pensarlo, enfiló su brújula hacia el Norte, anclando en New York, donde dio vuelo a su vena artística. Luego de mucho transitar entre museos y galerías, fundó la suya —jura que nunca le molestó el hecho de que en Venezuela ignoraran su obra— y despertó el interés de coleccionistas, críticos, curadores y entendidos. Hoy se cuenta entre los consentidos de la vanguardia neoyorkina y, a la par de Soto y Marisol —tal es su fama—, su obra ha recibido el mayor reconocimiento dentro del panorama mundial de las artes visuales. De Atenas a Los Angeles, de Düsseldorf a Viena, de Tokio a Madrid, el paso de Vaisman ha dejado huella en el seno de la plástica actual. Ahora Meyer retorna al terruño con la exposición Turkey —en castellano, pavo— que inaugurará el 16 de marzo en el Centro Cultural Consolidado. Una muestra de delirantes y tragicómicos ejemplares disecados y disfrazados explora la crisis de identidad a través de estereotipos; están el pavo-fantasma, el pavo-chica go-go, el pavo-zorro, el pavo-condón o el pavo-pavo. No obstante, Meyer ¿realmente regresa al terruño? Ahora lo rotulan con el gentilicio venezolano, ¿pero lo es? Si bien nació en Caracas, es hijo de rusos judíos y vive a plenitud en New York, de donde, por lo demás, brinca con frecuencia a Europa. El artista reconoce que no pertenece a ninguna parte, y eso le agrada: "Es liberador", dice. Por ello el malestar general, críticos y artistas tomados de la mano, cuando se le galardonó en la Primera Bienal de Artes Visuales Christian Dior. "No lo merece", rezaba la queja, "él nunca ha desarrollado una carrera en el ámbito nacional". El jurado —Sofía Imber, Gastón Diehl y Roberto Guevara— consideró, empero, que la pieza Autorretrato con hern1W105
imaginarios ostentaba todos los ingredientes como para anotarse el triunfo. Miguel von Dangel, Samuel Baroni, Luis Lizardo y Margot Rómer pueden anotarse en la próxima. MS
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liquidos, Cuenta COrdellie »len&11perfOildlade
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l Consolidado siempre tiene la alternativa para hacer rendir su dinero con un alto respaldo. Su Cuenta de Activos Líquidos le da excelentes intereses día a día, y en combinación con su Cuenta Corriente podrá movilizar su dinero con cheques aceptados en todas partes. Además, con la tarjeta del Consolidado tendrá acceso a la mejor atención personalizada a través de los Centros de Atención Telefónica en toda Venezuela.
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1 Felicidad de piedra Fanática de las piedras, que no es lo mismo que tirapiedras. Helena Szymczuck —abanderada de la concordia y el buen vivir— colecciona piedras, las explora, les descubre sus secretos, les roba su energía. Una enorme amatista preside la entrada de su casa en Colinas de Bello Monte, pero el resto de gemas semipreciosas —unos 300 kilos— reposa en su alcoba, se desliza entre sus sábanas, en la bañera, en los frascos de perfume y en los incontables vasos de agua que, como buena pisciana, se toma diariamente. No hay elemento de la naturaleza —hierbas, aromas, flores— que no haya indagado, ni campo de la medicina alternativa —homeopatía, aromoterapia, gemoterapia, acupuntura, shiatzu...— que le sea ajeno. Hija de un polaco, peregrino de la Segunda Guerra, y de una venezolana, nació en el estado Carabobo y creció en una suerte de jardín botánico rodeada de árboles, frutas y orquídeas. A diferencia de sus hermanas mayores, prefirió la vida al aire libre, arrimada a la sombra paterna. Cultivar y hacer injertos fueron sus juegos de infancia y, desde los 14 años (hoy tiene 35, un divorcio y dos hijos), empezó su formación que la ha llevado por varios países. Su nombre es familiar entre los usuarios de sus cremas corporales, pero también entre televidentes, radioyentes y lectores que la han seguido o leído en sus espacios de orientación, siempre en la onda de lo que ella misma llama un naturalismo práctico, "que es el que yo ejerzo y predico, adaptado a las necesidades de quien vive en una ciudad como Caracas". Porque para militar en el naturalismo a ultranza —piensa— habría que alimentarse de productos cultivados por uno mismo, exentos de fertilizantes y fumigantes, y tener un manantial de agua pura, que sólo sería el caso de los indios del Amazonas. "Lo importante es una actitud mental afir-
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".
Helena Szymczuck, que irradia bienestar y alegría, no hipoteca por nada del mundo la siesta diaria, sólo se nutre de lecturas positivas, y se informa de lo estrictamente mínimo, "sin detenerme a morbosearme,8 con las tragedias del mundo". VM
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MIVACA LECHE DESCREMADA ESTERILIZADA U.N.T. DE LARGA ~AOC*
LAPEC A Cada dÃa mejor.
París, Carora "¿Cómo se puede gobernar un país con doscientas clases de queso?", diría Charles de Gaulle. Mariano Navarro, el gobernador de Lara —tras enrevesadas elecciones, fraude quizá, o queso— podría decir exactamente lo mismo en su área de trabajo: "¿Cómo atraer la estabilidad en un estado donde los derivados lácteos son tan abundantes como variados?" Descontando las metáforas de la maulería que exacerbó los ánimos después del 6 de diciembre, Lara, contra todo pronóstico, ostenta una lista de productos del ramo que hace palidecer a cualquier otra zona vernácula y permite, sin rubor, las comparaciones galas. En Carora, por ejemplo, se cuentan más tipos de queso que cactus, chivos o uvas. Ramón Naranjo, con la objetividad que da el haber nacido en Táchira —su regionalismo tiene otros compromisos— se dio a la tarea a sacar cuentas y, tal fue el enredo de nombres y sutilezas, que decidió publicar aquella enjundiosa recopilación gastronómica. Todo comenzó con la motivación del desagravio. Naranjo había leído en la prensa el peyorativo comentario de algún chef infeliz: "En Lara no hay más queso que el de cabra". Su hipótesis de que aquellas declaraciones eran infundadas resultó cierta. Con el auspicio de la fundación para el desarrollo regional, se dedicó a recorrer centímetro a centímetro aquel estado musical, crepuscular y de quesos. Encontró esto último, lo que buscaba. Redondos, cuadrados, tipo mozarella, con pimentón, con jamón, amarillos, azules, blancos, blandos, duros, en trenza, paramero, tropical, montano, frescos, madurados, con huecos, perfumados, salados, tipo italiano, caseros. La tipología es tal que la compilación, bautizada como La artesanía del queso larense, incluye varias tablas para organizar tanta información de sabores, colores, pesos, formas y procedencias. Así, aparecen especificados —con datos de confección y dirección de manufactu-
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ra-- los 9ue se fabrican indllStriOnnte y los hechos en casas de familia, artesanalmente. Con lujo de detalles —hasta el modelo favorito de Luis Herrera—, la inocente obra coloca a Lara en puntual de la gastronomía y postal de la mesa 3 festiva:dmáno,ques.FN 14
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Golosario
Franz Conde
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Mi cocina a la manera de Caracas ence-
rrada en las latas que hiciera célebre Andy 11241115 ##1 Warhol. Sortarios los venezolanos por tener una receta de caraotas negras como la del libro de ArChivos mando Scannone, y pa' Coro sortarios los bostoCaraotas blancas horneadas por varias nianos por haber herehoras en marmita pe- dado los baked beans sada con la encanta- de Gran Bretaña. Campbell's dora compañía de jugo de limón, azúpapelón, mostaza en Pork n' I3eans car, amargo de Anpolvo, cebolla, toma- S&W Baked Beans. gostura y nuez mos- te y un feliz trozo de cada produce el tocino. Dulce armoUntando mejor Rum Punch. nía de sabores, orel pan • Sumbury Plantation. gullo de England y Los peligros del colesCerca de Six Cross, New England sabia- terol no han logrado St. Phillip mente enlatada en perturbar la intensa afi• Cafe India. St. Latodo el Reino Unido, ción a la mantequilla wrence gap, Christ dependencias de ulde aquellos que conoChurch. Buen restau- tramar y excolonias, cen las sensuales rante indio y posible- ahora presente en los untuosidades de la mente el mejor resanaqueles de comubeurre de la Normantaurante de la isla nes supermercados die. Fieles y silencio• Accra Beach. Bella locales con las etisos, mastican cáscaplaya en el Christ quetas de C,ampbell's ras de pan francés Church, ideal para o S&W. Aunque el con gruesas tajadas de hacerse trenzas en el producto no es perla preciada grasa. pelo y escuchar reggae fecto, puesto que re- Club de adictos que quiere rectificar la sa- por años incorporazón para distraer los ban en el equipaje de conservantes del enmano, desde las palatado, no ceso en so- nelitas de mantequiñar con la crema de caraotas negras de
Es extraño ver un mar tan azul. Turquesa profundo, laderas de césped verde. Vacas blancas de manchas rubias asoleándose en la arena del Atlántico. Isla de Rum Punch, Barbados huele a nuez moscada y ron blanco con perfume de caña de azúcar cruda. Tiempo detenido en Sunbury Plantation, antigua casa de plantación de caña en la que ahora, en medio de antiques, se puede tomar té y comer scones con crema. Noches de curry en Café India, preparado por tres cocineros del subcontinente. Venezuela tan cerca, y los bajan (barbadianos) sólo preocupados por tardes de reggae en Accra Beach, sin sobresaltos, ni apuros, ni complicaciones. Algunos nombres a retener: • Cokspur Five Stars. Ron blanco de Barbados que mezclado con
tAit Banco dE VEnEzuEla es el banco de venezueia
VISA y MasterCard del [Sanco de Venezuela
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Ila neozelandesa de los aviones, hasta apropiadas barritas de sweet butter, compradas a última hora en el mercadito del aeropuerto. Ahora los observo a todos en las cajas registradoras, atesorando entre las manos las dosis provenientes de Dinamarca. Aunque comparada con majadera objetividad a sus análogas francesas, la mantequilla Lurpak no merecería seria consideración, nos consuela muy bien en esta tierra de ásperas expectativas. Mantequilla danesa Lurpak Distribuida por Lácteos Hnos. Camacho
Brie vs. bife Nunca debe confundirse el perfume del queso Brie maduro con el frecuente olor a amoníaco que adquieren los ejemplares viejos o dañados. El auténtico Brie se elabora con leche sin
pasteurizar, lo que le permite madurar en poco tiempo y desarrollar un agradable aroma. Es casi imposible conseguir este queso fuera de Francia, puesto que las leyes sanitarias en América impiden la importación de quesos de leche sin pasteurizar, a menos que hayan sido madurados por más de 60 días, tiempo que no resiste el queso en cuestión. Los fabricantes franceses elaboran dos versiones para exportación, lamentablemente de pobre calidad: una es el queso Brie hecho con leche pasteurizada, y la otra es el queso enlatado. Algunas veces es posible conseguir auténticos quesos Brie (por la vía de la importación informal), pero lo más probable es que el legendario perfume ya haya dado paso al amoníaco.
Ahora en Venezuela ¡Mil zar se dice
"Se puede decir qué tan bueno es un cocinero por la manera cómo hace las cosas simples" Marco Pierre White, Chef de Harvey's, Restaurante dos estrellas, según Michelin, en Londres
Steak a la pimienta, lomo de cordero con ajo y romero, confit de pato. Platos legendarios, sencillos, sabrosos. Es el Pierre Blanchard del Opera Café, curioso bistró low budget en medio de tienditas tontas, en el Centro Comercial Plaza Prado. Reconfortante y curiosa reaparición del chef más importante de Caracas, del técnico depurado, del cocinero apasionado que una vez compró varios woks para investigar las técnicas orientales de cocción... y después de una exhaustiva experimentación los abandonó al óxido en un rincón de la cocina. Signada por extravagantes sociedades, la historia de Pierre en Caracas ha estado llena de oscilaciones, y permanecido ciega a las singulares preferencias de la clientela local que siempre pareciera obedecer al oráculo de comerciantes lusitanos. Pero sus parciales fracasos comerciales nunca le impidieron demostrar su maestría y bondad. En su escuela de cocina profunda y sutil recibió numerosos pasantes, entre ellos la última socia definitiva, Ana Bertorelli. Esta intrépida mujer, que cambió la psicología clínica por las cocinas de Aimo e Nadia y Jacques Cagna, ahora es no sólo restaurateur, sino la más culta discreta y pertinente maitre de Caracas. Coautora de la idea de este bistró que, según su historia, cuenta con Blanchard casi por azar. Dupla de lujo que mantiene viva la esperanza de una comida mejor para Caracas.
Alejandro Dumas, nieto Opera Café.
Alto Prado. Telf. 978.1222
Edul
Un mundo dulce sin calorías Dulzura sin amargura MARZO 1993 EXCESO
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Su Majestad, el lenguado Imponente, el lenguado es el pescado chato por excelencia. Pertenece al género de los malacopterígenos, nombre digno de los reyes de Bisancio. Además, diversos aderezos lo han elevado al rango de manjar real: el lenguado Cleopatra, el lenguado Victoria, el lenguado Wilhelmine. La realeza procreó, incluso, una sola princesa: un lenguado Olga.
Se distinguen varias especies de lenguado, dentro de la familia de los Soleidos. La más apreciada es la del lenguado común, por la calidad de su carne consistente, blanca, de gusto delicioso. Se le encuentra en los fondos arenosos y cenagosos a diez, cien metros de profundidad, excepcionalmente hasta los 200 metros. En invierno vive a sus anchas. Puede realizar cortas migraciones. En primavera, se acerca a las aguas costeras del Mediterráneo, cerca de la superficie, a veces incluso al pie de los esteros, en el límite de las aguas dulces. La cabeza del lenguado común es pequeña, redondeada, con una boca en forma de coma, en la que sólo la mandíbula inferior está provista de minúsculos dientes. El cuerpo ovalado, alargado, comprimido lateralmente, está cubierto de pequeñas escamas. El flanco ocular encubre una pigmentación marrón o gris, más o menos sombreada. Ciertos ejemplares ofrecen a veces anomalías y los dos flancos son más o menos coloreados, y prácticamente blancos en los pescados albinos. El lenguado común puede alcanzar 70 centímetros de largo y pesar 3 kilos. Se diferencia de las otras especies, esencialmente, por la coloración de la mancha negra, redondeada, que orna su aleta pectoral, lo mismo que por la aleta anterior no dilatada de su flanco ciego. Como sus congéneres, el lenguado corriente tiene la particularidad de nacer
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con una anatomía parecida a la de los otros alevinos. Su metamorfosis física se efectúa cuando alcanza los 12 milímetros. El ojo del flanco izquierdo se desplaza hasta el otro lado del cuerpo, pasando por la parte superior de la cabeza. Los dos ojos se hallan entonces juntos del mismo lado que adquiere el color. Así, el lenguado nada de lado hasta que se adapta a vivir en el fondo. El lenguado adulto pasa habitualmente su jornada sobre el lado blanco, escondida en el substrato. Posee un mimetismo que le permite reproducir en su faz superior la apariencia del fondo camuflándose y permitiéndole escapar ante la presencia de sus captores. En la noche, se alimenta nadando cerca del fondo. Para compensar su escasa visión, caza las pequeñas presas con la ayuda de sus papilas sensitivas. Usted debe saber que el mejor período para comprar un bello lenguado es de marzo a finales de julio. La frescura es primordial. Debe tener el lado ciego de un blanco resplandeciente, la piel viscosa bien adherida, las escamas firmes, bien fijas, las branquias de un rojo vinotinto, el ojo abombado y brillante. El pescadero se encarga a menudo de desollar el pescado. Si no, entonces proceda de la siguiente manera: coloque el lenguado sobre su lado blanco, en diagonal, ante usted. Corte la cabeza por debajo de las agallas, torciendo hacia el lado del vientre, sin cortar la carne de los grandes filetes. Retire enseguida la piel coloreada. Con la ayuda de un cuchillo haga una incisión a lo ancho de la cola, aleta caudal. Levante ligeramen-
la piel cortada, raspando hacia la cabeza, con un cuchillo. Con la mano de-
te
recha, agarre en un paño de cocina la parte de esta piel. Mantenga con la punta de los dedos de la mano izquierda la
Lenguado a la plancha
extremidad de la cola sobre la mesa. Arranque la piel halando hacia la cabeza. Cuanto más fresco el lenguado, más difícil será desprenderla. La piel blanca se debe mantener, pues es la que sostiene la carne. Uno debe limitarse a rasparla bien en sentido inverso, toda vez que las escamas están imbricadas de la cabeza hacia la cola. Sin embargo, 'a juicio de cada quien, la piel blanca puede ser retirada de la misma manera que la coloreada. Luego, con unas tijeras, corte las aletas del contorno, partiendo de la cola. Recorte la cola, elimine también las pequeñas aletas situadas de cada lado de los opérculos, lo mismo que la de la cabeza. Vacíe el lenguado. Para esto póngalo sobre la piel blanca. Con la ayuda de un cuchillo realice una incisión de cuatro a cinco centímetros de largo sobre el lado derecho, a un centímetro del borde, en la parte del vientre. Con la punta de un cuchillo pequeño retire las partes internas sanguinolentas, negruzcas, así como la huevera, si fuere el caso. Verifique que no subsista ningún desecho en el interior y lave con esmero y abundante agua. Dejarlo escurrir sobre un trapo seco o un papel absorbente. El lenguado se presta para un gran número de preparaciones. Las mejores, para mí, son a la meuniére en sartén, a la plancha o a la parrilla. Prefiera entonces un lenguado de 400 gramos. Para evitar que el lenguado se retraiga en la sartén, con la ayuda de un cuchillo, haga dos o tres incisiones en la espina dorsal. Para darle un bello color, hay que espolvorearlo con harina y luego sacudirlo un poco para retirarle el excedente. Personalmente, después de secar el pescado, prefiero aliñarlo con un poquito de especias como el curry y el azafrán. Sin harina, el lenguado estará en contacto directo con la piel y transmitirá mejor su perfume.
Para dos personas: 2 lenguados de 400 gramos, la cáscara de un limón, 1 decilitro de aceite de maní, una pizca de curry, 2 dientes de ajo pelados, una ramita de mejorana, una rama de tomillo, sal y pimienta molida y pimienta en grano. En una pequeña sartén, poner el aceite con el curry, la cáscara del limón, el ajo, la mejorana y el tomillo, seis granos de pimienta. Cubrir, poner al fuego hasta que hierva, retirar del fuego, y mientras se va enfriando, dejar que haga infusión. Cortar las cabezas. Arrancar la piel coloreada, quitar las escamas de la piel blanca, vaciar y limpiar. Dejarlos escurrir con cuidado. Pasar los lenguados, del lado de la piel blanca por el aceite aroma-
tizado. Colocarlos sobre la plancha (o la parrilla) precalentada, primero por el lado de la piel blanca, en diagonal a los barrotes (en el caso de la parrilla). Al cabo de cuatro o cinco minutos, darles un cuarto de vuelta sobre sí mismos, con el objeto de formar una cuadrícula; dejar unos 3 minutos. Dar unos toques de aceite a la faz cruda y condimentar. Voltear sobre la otra cara y proceder de idéntica manera durante cinco minutos aproximadamente. Condimentar la cara cocida. Disponer los lenguados sobre la bandeja, ligeramente montados los unos sobre los otros, y dejando a la vista el lado de piel blanca. Con el aceite sobrante y la ayuda de un pincel, darles brillo. Servir.
Para no salpicarse de grasa, hay una astucia muy simple: tome el lenguado por la cola y colóquelo en la sartén, progresivamente de adelante hacia atrás, con la cabeza hacia el lado suyo. Comience por la piel blanca y déle vuelta sólo una vez durante la cocción. Para no maltratarlo, utilice una espátula de hie-
rro y déjelo caer de lado. Se puede poner la sal desde el comienzo, pero se podría correr el riesgo de que se pegue. Es preferible condimentar en medio de la cocción, una vez que se ha volteado. El lenguado a la meuniére se come con su mantequilla de cocción. Para el sabor y para bien de su salud, ésta no se debe dejar quemar, tan sólo que dore. Y la forma de evitar que se queme es añadir una gota de aceite. Rociar varias veces el lenguado después de que se lé ha dado la vuelta. A tiempo de servir vierta un chorrito de limón, lo que hará espumear la mantequilla sobre el lenguado. En realidad, el lenguado no tiene necesidad alguna del padrinazgo de una reina o una princesa. (En la foto, versión de la receta por Reynold Pache, chef ejecutivo del hotel Caracas Hilton).
Vino: un Mercurey blanco, sutil, vivo y equilibrado.
© Le Journal du Dimanche, 1992
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Persa, sólo una El ojo del ayer Quienes persiguen un heroico encuentro con el sentido estético de otras épocas, a través de la simbólica comunión con sus objetos, deben visitar la tienda llamada Buko. Allí, tientan al miope y al coqueto una significativa variedad de monturas originales de los años cuarenta y cincuenta, traídas directamente de New York, pensando en quienes
desean lucir la nostálgica contemporaneidad de la pasta y el carey. Marcos gatunos con aplicaciones en brillantes, plata y otros metales, que parecen tomados del recuerdo o de antiguas y ennegrecidas fotografías, lucen hoy la siempre evocativa imagen retro. Los precios se mueven en un registro, que va de 2.800 a 3.990 bolívares. Plaza Las Américas. Telf. 986. 7610.
Alfombras llamadas persas las hay de muchas variedades y precios. Algunas de ellas, sin embargo, son imitaciones realizadas en Afganistán u otros países; pero la alfombra persa legítima —y no hay que llamarse a engaño— procede del actual Irán, en el Medio Oriente. Ejemplares con este pedigree son los que importa y vende en Caracas Representaciones Mobrcn,
un espacio poblado de tesoros, en
Sobre ellos
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Tommy Hilfiger, una prestigiosa marca americana de ropa informal y juvenil para hombres. Inconfundible
representante exclusivo en Venezuela, y bien amerita una visita. Su bella decoración, con profusión de madera y grandes mesones, evoca
por su geométrico logo azul y rojo, por los llamativos y audaces coloridos, la dulzura de su seda y la frescura de sus algodones. Una tienda recién inaugurada, The End, es su
el mejor gusto de cierto estilo muy bostoniano. También venden Oscar de la Renta, Polo y Náutica. Calle Madrid, Las Mercedes, frente al nuevo Urrutia.
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donde el aficionado o coleccionista puede ser devorado por la codicia; salvo si está en condiciones de pagar los 500.000 o 900.000 bolívares que puede costar cada ejemplar. Mohammad flagherzadeh, dueño del negocio —un aval—, también es un genuino iraní. Calle New York, entre París y Londres, Telfs.: 91.2537 y 92.5542.
Gangas con glamour
Casablanca
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Elegancia de alquiler En 8 Lunas Atelier se alquilan trajes para damas, confeccionados en telas de lujo y propicios para aquellas circunstancias en que es tan importante lucir bien ataviada y no se dispone del tiempo o el dinero necesarios. Esta alternativa permite, por precios módicos, usar el vestido, pero también el accesorio (cartera, correa, collar, zarci-
Batas al cuerpo Desde los primeros días del mes de diciembre se exhibe y vende en la tienda Ma Brume la reciente línea de batas de baño de la joven diseñadora Alejandra Alvarez. Confeccionadas en tela de toalla o en combinación de toalla y algo-
líos) desde la más sobria serenidad clásica hasta la máxima ostentosidad victoriana, en esa especialísima ocasión. Los costos de alquiler de cada traje oscilan entre los 3.000 y los 6.000 bolívares. Con la garantía de la tarjeta de crédito y un vaucher abierto, cualquiera puede adquirir el look adecuado para cada compromiso. Nivel C-2 del Centro Comercial Santa Sofía. Telf. 987.0967.
dón, con coloridos que van desde los delicados tonos pastel hasta las más contrastantes alianzas de matices, estas prendas pueden convertirse en las mejores aliadas del cuerpo que emerge de la cama o la ducha. Los costos varían según las
Vestir elegantemente, sin gastar demasiado dinero, en esta época del año deja de ser una utopía. Tres botones sirvan de muestra. Clement, que anuncia la apertura de su departamento permanente de saldos. El reconocido sastre Vicente Argüelles, que se compromete a confeccionar un traje a la medida —tela incluida— por unos accesibles 12.000 bolívares. Y la tienda Casablanca, que, para remozar inventario, liquida la reciente colección de trajes para hombres otoño-invierno 92, del diseñador español Adolfo Domínguez, con sustanciosos descuentos de oportunidad que van desde el 30 hasta el 50 por ciento en toda la mercancía. Lamentablemente, la línea deportiva está casi agotada, sin embargo, como diría recientemente Nelson Bocaranda en un ágape, exhibiendo la marca de la pinta que llevaba, todavía se pueden adquirir —a precios realmente sorprendentes— trajes completos bien cortados, chaquetas, pantalones, camisas y corbatas modernísimas. Avenida principal de La Castellana, entre segunda y tercera transversales. Telf.: 33.3275.
tallas: las de adultos oscilan alrededor de los 4.000 bolívares; las de niños pendulan los 2.500, y las de los bebés, 1.500 bolívares. Av. Principal de La Castellana, con tercera transversal, quinta 3301. Telf.: 33.0123.
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ROSA del SUR Olio di Rosa Mosqueta For Export
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Revlon también ingresa a la onda del dos en uno (champú y acondicionador en un mismo frasco). Al parecer, la opción preferida por personas que llevan una vida muy activa, con el
correlato de escasez de tiempo y a lo mejor viajes frecuentes. Su nombre comercial es Flex and Go y viene en dos fórmulas: normal y extracuerpo, ya disponible en el mercado
* Cuarenta años atrás, el farmacéutico parisino Jean Charles Lissarague se propuso la creación de una línea de cosméticos seguros y eficaces para las mujeres de piel sensible. Nació así RoC, firma que
ha desarrollado una línea de cosméticos hipoalergénicos, sin perfume, de fórmulas puras —cero aditivos superfluos. Comprobó sus cualidades en el planeta y se posa ahora en Venezuela.
* Cuando se habla de las fragancias más universalmente conocidas en productos para el baño y el cuidado del cuerpo, hay que mencionar airean Naté. Primero —hace más de medio siglo— era sólo el
After Bath Splash. Hoy por
* Los hombres de todas las épocas han buscado afanosamente la clave de la eterna juventud y las armas para prevenir o retardar el envejecimiento. Don Diego de Rosales, cronista chileno del siglo XVII, se refiere en sus páginas al secreto de juventud descubierto y revelado a los conquistadores por cierto grupo aborigen. Se trataba del fruto de la Rosa de Mosqueta que crecía en ese país suramericano. Investigaciones realizadas en tiempos modernos por científicos y cosmetó-
logos, especialmente en Alemania, han confirmado el poder benéfico que ejerce sobre la piel sana, previniendo la aparición de arrugas. Pues que Coramodio de Venezuela ya tiene en el mercado el estracto de aceite de Rosa Mosqueta: un pequeño frasquito —color ámbar, para proteger su composición molecular— e identificado con el rótulo de Rosa del sur se encuentra en farmacias, perfumerías y tiendas naturistas.
hoy la firma ofrece toda una gama: talco, burbujas de baño, jabones, desodorantes, sales, de baño, jabón líquido, humectante y loción.
Travesía en puntillas Danzahoy inicia temporada
—del 25 al 28 de marzo— con un nuevo estreno mundial, en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. Travesía es el nombre de la nueva producción coreográfica de Luz Urdaneta, con la cual, según ella misma lo ha
Boleros cinéticos El inefable Jesús Soto recrea las bohemias experiencias de sus primeros años de juventud en París, interpretando el dolor y la dicha del amor que inundan las canciones de Agustín Lara. En la década de los cincuenta, el hoy maestro mundial del cinetismo, se ganaba la vida en la Ciudad Luz cantando acompaña-
Minimal Alle Dinghe es una recopilación
que incluye tres discos compactos del compositor alemán, de tendencia minimalista, Wim Mertens. El álbum fue realizado en Austria por el sello Usura, y en la avenida 24
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anunciado, da pie a una nueva etapa creativa, más sublime, y alejada de la hostilidad exacerbada que caracterizó sus últimos montajes. En esta ocasión, el elenco estará integrado por Noemí Segarra, Bctty Colón, Mariana Tamarís, Judimar Hernández, Raúl Valdez, Félix Oropeza y Jacques Broquet.
do de su guitarra en los principales cabaret-concert de la época; pues ahora, a dúo con Rodrigo Viera, guitarrista clásico tan consagrado, y que también vivió en Europa antes de instalarse definitivamente en New York, graba en disco compacto aquellos recuerdos en una pieza de antología de románticas serenatas. Telf: 91.3703.
Casanova de Caracas, en La Gaceta Lunar, puede conseguirse este incomparable ejemplar por 5.770 bolívares. Los tres discos están identificados como como Sources of Sleeplessness (disco uno), Vita
Circo helado La maravilla del patinaje sobre hielo se combinará con la magia del circo. Payasos deslizándose en la superficie humeante, patinadores artísticos y acrobáticos, malabaristas sobre filosos hierros, ballet folclórico y clásico, y los increíbles osos jugadores de hockey sobre la congelada superficie. En suma, todo el tradicional arte circense de los rusos, unido a la más moderna técnica del holiday on ice, incluyendo hasta la consola computarizada. Una breve temporada, a partir del 18 de marzo, en el Poliedro de Caracas, permitirá al público venezolano asombrarse con este colorido espectáculo ferial de co-
rrectísima ejecución:
el circo raso
Breve (disco dos) y Alle Dinghe
(disco tres). Los músicos que lo acompañan en esta ocasión son: en el violín, Eric Robberecht; Lieven van der Walle, en el chelo, y Etienne Siebens, en el bajo.
Cápsulas de lecitina de soya ricas en Inositol y Colina Protege: su hígado su sistema vascular su cerebro su figura ✓
Remember Chaplin La gloria pretérita de la modernidad ha quedado impresa en la impasible expresión de aquel pequeño vagabundo que provocó la risa unánime de una sociedad sorprendida por la ilusión del cinematógrafo. Hoy, la historia parece estar ocupada en evaluar los hallazgos de un siglo próximo a la muerte y, entre tanto recuerdo, Chaplin se asoma nuevamente al mundo para narrar, desde el lente de Richard Attenborough, los entretelones de 60 años de carrera cinematográfica y las peripecias de un hombre que burló la autoridad con humor absurdo. Este nuevo filme se estrenará los primeros días de marzo y el guión de la película está basado en la autobiografía de Charly Chaplin y en la obra Chaplin: his lile and art de David Robinson. Roben Downcy interpretará el papel protagónico junto a Geraline Chaplin —hija de—, Antony Hopkins, Dan Aykroyd y Diane Lane.
Su salud y su figura son importantes, cuídelas con
MARJO 1993
EXCESO
2;
Ice yogur Se trata de un nuevo concepto en helados cuya receta combina el incisivo sabor del yogur con la frescura de las frutas, en agradable juntura, gracias a un procesamiento de licuado instantáneo que logra la importada tecnología canadiense. Servidos en tinitas —el Yogen Fruz—, barquillas —el Fruzer Cone— y merengadas —las Fruzer Fhake—, y en porciones de diferentes escalas, que van desde el tamaño regular —90 bolívares-7-hasta los recipientes de medio litro y litro completo —250 y 450 bolívares respectivamente—, la ventaja
de este postre es que cada 100 gramos contiene 70 por ciento menos calorías que los equivalentes del mercado. Por lo demás, ofrece un variado surtido de sabores: Yogen Fresh, una especie de yogur que sabe a vainilla, salpicado de frutas frescas en pequeños trocitos; el Yogen Fodge, con barquilla . de wafle, toppin de maní y fodge de chocolate, y el Banana Fruiz, equivalente al tradicional Banana Split pero con helado de yogur. Calle New York, entre París y Madrid, urbanización Las Mercedes. Telf: 91.38.57.
Margarita, a la sazón Historia y antología de la cocina
es, sin lugar a dudas, el más completo compendio de la culinaria isleña —una de las más personales y ricas de Venezuela—, obra de Angel Félix Gómez, bellamente editada por Armitano. La investigación histórica se remonta hasta los cronistas de Indias, explora los ingredientes de esta cocina regional, su origen y utilización y, desde luego, ofrece un repertorio de recetas básicas, aliñado con un glosario de términos y productos. Por aderezo, también se hace un recuento en perspectiva histórica de hoteles, pensiones y restaurantes. Al doblar la última página el lector se preguntará, con justa razón, qué furioso huracán arrasó con buena parte de tanto saber y sabor. margariteña
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26
EXCESO MARIO 1993.
Tamanaco criollo Incluye el programa fiestero, con que el Hotel Tamanaco Inter Continental planea celebrar su 40° aniversario de instalado en aquella loma de Las Mercedes, una alternativa criollísima para los días feriados. Desde las 10:30 de la mañana hasta la 1:30 del mediodía, todos los que así lo deseen podrán complacerse, entre familiares y amigos, con exquisitos brunchs de comida vernácula. Una variada muestra de los mejores platillos de la comida tradicional —arepas, natas, carne mechada—, amenizado con musita en vivo, como postre.
La nouvelle cuisine basque
Nada más El nombre de Alfonso Victoria, indefectiblemente asociado al deporte en serio, avala el último de sus proyectos —y el más ambicioso—: el Sport Center Los Naranjos, un multifacético complejo deportivo. Son 6.000 metros de flamantes instalaciones, en donde —como es natural, tratándose de una estirpe de nadadores— el espacio de las dos piscinas semiolímpicas y climatizadas, con graderías para S00 personas, se erige como soberano. Los demás servicios incluyen tres gimnasios con todo tipo de máquinas; saunas y baños turcos; salón de belleza, masajes y cuidado de piel; farmacia y servicio médico, pista de trote, solarium, restaurante dietético, cafetería y área para bebés con guardería. Funciona por afiliación familiar o individual (un cupo de 500 familias) traspasable y negociable. Telfs: 976. 0888, 985.0115, 985.3563.
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MAR/ O 1993 EXCESO
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Pasarla en Curazao Cuando desembarcaron en las Antillas, los hombres de Colón vislumbraron el Paraíso. El viajero que pisa hoy en día un pedazo de tierra como Curazao, donde se conjuga de manera envidiable el racionalismo europeo con la magia caribe, tiene la impresión de que los habitantes de esta isla son unos seres felices, y en esas casas de fachadas angostas y fantasmales —como transplantadas de Arnsterdan a ese otro gran canal de aguas tibias y sol reverberante— sólo se oculta el gozo de vivir. A todo esto,
Danza en Mónaco El 20 de marzo, como consa gra ción de la primavera, se celebrará, en la Sala de las Estrellas del Sporting Club de Montecarlo, el famoso
Bal de la Rose,
que reúne desde el año 1945 a numerosas parejas amantes del principado. Esta vez,"bajo el destellante motivo decorativo de la Rose du Soleil (Rosa del Sol), se prevé la 28
EXCESO
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y a la políglota cordialidad de sus gentes, se suma una buena infraestructura hotelera que hace de la isla un atractivo destino turístico. Un imponente conjunto, el Sonesta Beach Hotel, con casino y Spa, acaba de ser inaugurado en la apacible Bahía de Piscadera, a sólo cinco minutos del centro. Por la prodigalidad de su arquitectura de indicios coloniales, la belleza de las instalaciones y la excelencia de la cocina, se erige como el mejor. Informes en la Oficina de Turismo de Curazao. Telfs: 952.1415 y 952.7794.
participación de Venezuela, lo que no sólo significa la primera intervención de un país latinoamericano en este exclusivo evento sino que, también, representa un filantrópico
aporte para los bancos de sangre. A través del teléfono 283.2563, pueden los interesados ajustarse al plan de 13 días, que incluye pasajes aéreos, alojamientos, cenas y paseos.
Confort a flote El v elero Club Mcd 1 anuncia su arribo a costas venezolanas para
convidar, a quienes pueda interesar, a que suban a bordo de una aventura romántica y sobre el Caribe, con la medida justa entre lujo y confort. El 5 de abril —por última vez en esta temporada—, zarpará desde Los Roques la embarcación a vela más grande del mundo en un crucero que durará cinco días —de lunes a sábado—, y que incluirá vuelos Maiquetía-Los Roques y Los Roques-Maiquetía; visitas diarias a las islas La Tortuga, Sandy Island, Barbados, Mayereau y Martinica;
desayunos, almuerzos y cenas; todo tipo de deportes acuáticos y entretenidas veladas de discoteca con diferentes shows nocturnos cada noche. El costo mínimo per cápita de la expedición caribeña es de 1.520 dólares en habitación triple. Telfs: 285.0616 o 285.0417.
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Una intrusa en Hollywood Vivianne Schael La asociación entre Marte Televisión de Venezuela y la Distribuidora Internacional de Televisión de Warner Brothers ha excitado la curiosidad en la industria del entretenimiento; sorprende la profusión de anuncios desplegados en revistas y periódicos tales como el Hollywood Reporter —la biblia del cine—, exhibiendo personalidades de telenovelas venezolanas, mitos latinos que el público espera ávido: Piel con José Luis Rodríguez y La loba herida. > En la víspera de la entrega del Oscar, no hay otro asunto que entretenga más al mundillo hollywoodense. Por los corrillos de la Meca del séptimo arte se apuesta a que Clint Eastwood tendrá gran chance de recibir su estatuilla, al cabo de 28 años en la industria. Igual Al Pacino, que compite de nuevo con Jack Nicholson. Siempre ha perdido frente al monstruo de Atrapados sin salida, que ha obtenido notable éxito con Hoffa y, prolífico, pronto filmará Wolf con Michelle Pfeiffer y Mia Farrow. Pacino, por su parte, saltó nuevamente al primer plano en 1992 con su papel en
dos: en el 94 y el 95. > Otra fortuna para Melanie Griffith, que anda buscando cómo salvar su carrera en Hollywood. Baste recordar que durante el estreno de sus dos últimas películas, Shining Through y A stranger among us recibió rechiflas. Por eso mismo, se rumorea que es probable que no asista a la ceremonia de premiación. > En cambio todo Hollywood desea con ansias ver coronada esa noche
del cine inglés, Olivia de Havilland, se encuentra de malas pulgas, furiosa y en trance de demandar al actor Michael Caine. La causa de todo esto tiene que ver con la nueva autobiografía de éste What's it all about? Lo que más la ha irritado tiene que ver con la supuesta confesión que otrora hiciera al actor, en el sentido de que la llamaban la virgen de hierro, por haber sido la única que no sucumbió a la seduc-
a Catherine Deneuve, por su memorable actuación en Indochine. Ya se la compara con actrices como Greta Garbo y Bette Davis. > Y otra estrella que está des-
Sharon Stone a veces usa ropa interior
Scent of a woman. De allí que la
Academia de Artes y Ciencias esté recibiendo en estos días infinidad de cartas de admiradores suyos, que solicitan el máximo galardón para él. Quizá queden complacidos. Pacino mereció el Golden Globe Award, antesala del Oscar casi siempre de resultados coincidentes. 1 Entretanto, para ir sobreseguro, algunos actores y actri-
30
La millonaria Trump busca empleo en TV
lumbrando es Whoopi Goldberg. Su última película Cambio de hábito recaudó más de 139 millones de
dólares. Para su próxima película, Cambio de hábito II, le han fijado
Al Pacino: a la enésima puede ganar el Oscar
cien del legendario Errol Flynn.
Diferente a la nueva diva Sharon Stone, quien no tiene empacho en revelar sus intimidades. En una reciente entrevista comentó: "A mí
ces, comiéndose las uñas, optan por
unos honorarios de siete millones y
consultar mediums para salir de dudas. De acuerdo a un amigo
medio de dólares. Muy cotizada,
me gustan los hombres que me tratan como a una mujer de valores
me enteré, además, de que está sa-
tradicionales". ¿Y que quiere decir
síquico del comediante Robin Williams, este no será su año, en cambio ganará dos Oscars segui-
liendo con el popular actor de serie Cheers de televisión, Ted Danson.
esto? "Que, por ejemplo, en ocasio-
EXCESO MARZO 1993
1 En contraste, la gran dama
nes uso ropa interior". Al parecer le gustan los hombres más jóvenes.
LA PRESIDENCIA DE AEROPOSTAL ha estado recibiendo todo tipo de
presiones —desde las más obvias, a través de infundios en los medios de comunicación, hasta las más sutiles, cifradas en la discreción de amables llamadas telefónicas senatoriales—, como si hubiera interés en no darle la oportunidad a Andrés Duarte de restaurar la empresa aérea. LA INMINENTE AUNQUE IMPRECISA hora final de Fidel Castro es tema a ambos lados del Atlántico. Si
del nuestro, en Estados Unidos primero, ahora aquí, el homónimo libro de Openheimer ha creado un significativo revuelo, las 600 páginas de Fin de siglo en La Habana, de Jean-Franlois Fogel y Bertrand Rosenthal, captan en estos momentos la atención del público francés, que desde hace 30 años mantiene al líder máximo en los primeros puestos del hit parade. En la minuciosa reconstrucción que del juicio al general Arnaldo Ochoa elabora el tándem galo, aparece mencionado Luben Petkoff. El hermano del dirigente masista, quien realiza negocios con Cuba desde varias décadas atrás a través del holding Interpodeco y la empresa Agroindustriales, y tiene una cuenta en el Banco Financiero Internacional, amigo de Fidel, pero también del general fusilado, iba a encargarse de invertir en ese país los dólares producto del tráfico de drogas proyectado por el héroe de las guerras de Etiopía y Angola. Su nombre y apellido fueron editados en el montaje de las sesiones del juicio realizado por los servicios audiovisuales del Consejo de Estado. EL DIRECTOR DEL MIAMI HERALD, David Lawrence,
después del enfrentamiento con el líder cubano en el exilio Mas Canosa —a raíz de una serie de artículos cuestionadores a los que el presidente de la Fundación Cubano-Americana respondió con una violenta campaña de sabotaje con repercusiones en la circulación del diario— instaló en su automóvil un dispositivo de encendido a control remoto y otro para la detección de monóxido de carbono.
111'1,111
"PRAGA ERA UNA FIESTA", podrá escribir algún escritor norte-
americano en el futuro. La hermosa y económica capital checa se ha transformado para "los hijos de la recesión" en una escala obligada, como aquélla lo fue para la Generación Perdida. ¿QUIÉN DIJO QUE LOS BANDIDOS CARECÍAN DE SENTIDO DEL HUMOR? El año pasado, Pablo Escobar —contaba entre amigos el ventrí-
locuo de origen chileno Carlos Donoso en estos días—, contrató a sus muñecos Kini y Lalo para que lo entretuvieran en la cárcel de Envigado. LUEGO DE HABERLE DADO LA ESPALDA a una prometedora carrera como modelo en París, Eva Lisa Young ha regresado a Caracas a la inglesa, sin mucho alboroto, y aspirando a reorientarse profesionalmente en un cargo gerencia'. Queda depositado para siempre, en los arcanos de la posteridad, el porvenir de algo que apenas despuntó. Ni siquiera, en la tormenta de la indecisión, llegaron a publicarse las impúdicas fotos para las que había posado, se dice, en las pirámides de Egipto.
VICTOR HUGO, EL VENEZOLANO QUE HALSTON AMÓ, según titulara Exceso, no cree en
promesas de ultratumba. Quizás sean los aprietos económicos —un connacional asegura haberlo visto hace poco discutiendo un préstamo con un vendedor ambulante frente a Dean & Deliwa cn N9W York—, o más bien el combustible (e inextinguible) afán de gloria, lo cierto es que el ex amante del gran diseñador americano está trabajando en una autobiografía donde contará con pelos y señales la pasión que los unió durante años. Víctor Hugo, antaño motorizado en el Ateneo de Caracas y, más tarde, colaborador de Andy Warhol, rompería así el compromiso de silencio que, contra una buena suma de dinero, contrajera con Halston. El Don Juan criollo lleva grabadas 30 horas de confesiones y está buscando editor. U 32
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probaron y prefirieron la calidad indiscutible de Swift, vehículo Chevrolet que cuenta con el respaldo Total General Motors. Swift es el único caso en el que podemos decir que, de lo bueno, mucho. ¡ Hable con quien ya tiene uno !
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•
EL CARRO QUE RESPONDE
DE "MONO NEGRO Y ESPANTA PÚBLICOS". Así CALIFICA RUBÉN MONASTERIOS A BUENA PARTE DEL TEATRO QUE HACIA LA SEGUNDA MITAD DE LOS AÑOS SESENTA OCUPABA LAS TABLAS VENEZOLANAS.
Se trataba, en su mayoría, de propuestas
que habían absorbido de manera gruesa el lema del teatro experimental europeo. "En cinco meses que llevo aquí", describe para aquel entonces el uruguayo Ugo Ulive, "viendo todos los espectáculos teatrales que he podido, un sentimiento de perplejidad creciente se ha ido apoderando de mí ante la libertad —gratuidad, diría mejor— con que se utiliza el calificativo experimental en el teatro venezolano. Espectáculos donde el texto es despanzurrado alevosamente, actores que se mueven sin ton ni son, dicciones imposibles y ceceos pertinaces, que dificultan toda comprensión, jovencitos que se sacuden espasmódicamente en pseudoprotestas sobre temas que, en el fondo, no parecen interesarles un rábano.
La historia de Carlos Giménez está cosida con la tramoya teatral y cultural venezolana por los hilos del talento, la tenacidad y la megalomanía. Invicto, poderoso y temido durante dos décadas, el primer promotor cultural del país que sedujo a Pérez, el señor presidente, y al público continental en pleno, hace
Este es el balance de algunos de los espectáculos, supuestamente del género, que me ha tocado presenciar". Lo que Ulive registra no es otra cosa que el famoso teatro del aburrimiento imperante en el ambiente escénico, en el cual se
mutis de la escena, en solemne soliloquio, víctima del mal que, por preferencia, se solaza con los artistas.
inserta Carlos Giménez, un muchacho de escasos 20 años "de quien entonces podría decirse que tenía el encanto de un arcángel pasoliniano".
a tabla Avalado por un expediente de éxitos profesionales
1
ada Aquiles Esté
y ciertos coqueteos con el poder, el director de Rajatabla, convaleciente, se guarda desde ya para sí el telón completo de la escena vernácula a la que vino, vio y venció.
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EXCESO
35
Hasta entonces, y salvo algunas pocas excepciones como el Teatro Experimental de Arquitectura (UCV) o el teatro musical de I.evy Rosell, la juventud no se veía reflejada.en el teatro; era la gran ausente. Mas, para esta fecha —1969-- se inicia en el país una transformación que rebasaba con creces los límites de las tablas, incluso, los del arte: la influencia de Carlos Giménez y la compañía que funda dos años más tarde adquiere una dimensión social completa. Rajatabla ha venido a ser, a la postre, buque insignia de la política cultural del Estado venezolano —el
neamente en todos los conservatorios del mundo. Al margen, pues, de las expresiones de elogio y detracción, la más desapasionada especulación apunta, así, hacia el drama que representa la posible desaparición física del principal mentor de Rajatabla. En 1981, al cumplirse los primeros diez años de vida artística de la troupe, Luis Britto García escribiría: "Se trata de un vasto catalizador de voluntades y esfuerzos, una empresa infinita que comprende animadores culturales y público, tramoyistas y críticos, mecenas y diseñadores, fanáticos y enemigos, dramaturgos y adaptadores, un juego cotidiano que ya forma parte de nuestras viPedro J. Díaz, Manuel Poblete y Carlos Giménez: la pluma, el cuerpo y el prodigio
(Pérez, Blanca de Asturias y Giménez: una gala contusa
«Jesucristo astronauta, el dios en su papel
otro pilar, huelga agregar, lo constituye el movimiento de instrumentistas que se generó en torno al proyecto de las orquestas juveniles, la diferencia es que este
proceso
jamás adquirió el renombre internacional del primero; la actividad musical venezolana no consigue superar todavía en el extranjero a, la figura de Antonio Lauro, el único compositor local cuya obra es interpretada espontá36
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das y que damos por descontado hasta el extremo de olvidar a veces su importancia. Para calibrar ésta en su debido peso, basta intentar un pequeño ejercicio: tratemos de imaginarnos estos diez años del teatro venezolano sin la presencia de Rajatabla". Tal es la primera compañía teatral que ofrece un espacio estético e ideólogico coherente, con el cual cierta porción de la población puede identificarse. "El más esencial aporte de Rajatabla", reconoce Monasterios, "fue el de llevar a la juventud al protagonismo del hecho teatral, al mismo tiempo que encaminaba ese teatro hacia una posición inequívocamente contestataria". La fórmula que Giménez en-
saya en los tiempos del candoroso Tu país está feliz (1970) ya contiene, aunque en una propuesta formal muy simple, los valores de la cultura núbil emergente: la protesta política, el erotismo y la libertad sexual, y la música rock. La pieza se escenificaba a medianoche en el viejo teatro del Ateneo. A veces bajaba la policía y detenía a alguno que otro muchacho. Así, el teatro experimental salía del mono negro para entrar en el blue jeans. La presencia de Rajatabla fue decisiva, por otra parte, para modificar la actitud colectiva de estos lares hacia el arte: acercó a la cultura a sectores tradicionalmente indiferentes o incluso enfrentados ante lo que aparecía años atrás como un componente accesorio de la vida patria. Verbigracia los festivales, exitosos y taquilleros, cierto, aunque también un programa contradictorio: encumbraron a Caracas en primer plano dentro del mapa teatral del mundo, sólo que a costa de una sangría económica con su correspondiente endeudamiento. El del año pasado dejó un hueco de más de SO millones de bolívares. La confrontación absurda e innecesaria de compañías extraordinarias, traídas muchas veces en su mejor momento y con un ojo acertadísimo, actuando al lado de una vasta e indiferenciada ripia teatral. El Festival de Caracas era el único en el orbe que pagaba pasaje, estadía, alojamiento y honorarios a los artistas invitados. Y esto no sería tan grave si no contrastara con el tratamiento que recibirían los grupos venezolanos, cuya participación en el evento fue enteramente gratis. Hubo muchas veces un folclor de agradecimientos, como por ejemplo el célebre premio que le inventaron a Tadeus Kantor, el celebrado director de La clase muerta. Esto sucedió en el 81 al montar aquí su Wielepole-Wielepole. Luis Pastori hacía entonces entrega del premio Teófilo Leal afirmando que se
concedería en cada Festival; fue el
único
año que se entregó. La lista de dislates podría ser más extensa y para aumentarla basta consultar la acrimonia crítica desplegada durante los últimos 20 años en torno al asunto. Sin embargo, hay
algo que no puede ser negado: el papel
Fotos: Archivo Bloque De Armas, archivo Rajatabla, Miguel Gracia
dinamizador que, hasta ahora, han cumplido los festivales; inclúyase la participación en su materialización de las Fuerzas Armadas y los bomberos, pasando por la empresa privada y los partidos políticos.
C
arios Giménez conoce el poder,
sabe que es aterrador y fascinante al mismo tiempo; y el poder en su variante perversa —Monasterios fue el primero en observarlo— ha sido siempre una de las claves fundamentales para entender la estética de Rajatabla. Allí está El señor presidente (77), El candidato (78), El héroe nacional (80) y Bolívar (86) para demostrarlo. Carlos Giménez lo estudió, entendió sus cartílagos y los utilizó. Uno de sus movimientos contribuyó firmemente para que hoy la de la cultura sea un área considerada por los políticos y los líderes corporativos tanto en su dimensión
agradable momento que hemos pasado, todos nos hemos reído con la interpretación. Pero tanto usted como yo, y como todos los que aquí estamos presentes, sabemos de esa verdad que está provocando dolor a nuestros pueblos". La frase es de Pérez e iba dirigida a la viuda de Miguel Angel Asturias, Blanca de Asturias, que permanecía atenta al discurso del mandatario. Pérez quería hacer ver que aquello era algo así como una comedia, una pieza mundana y simpática, soportando un mensaje que en nada lo aludía. El señor presidente, para quien recuerda, no se refiere al poder o a los dictadores del subcontinente en una forma apenas anecdótica; especie de Marat-Sade latinoamericano y universal expresa, con la debida belleza, pero sin demasiadas abstracciones, todo aquello que es propio de la liturgia del poder —del poder en cual-
rector y sus actores; el Ateneo de Caracas, con el aparato promotor del diario El Nacional (María Teresa Castillo ha dicho siempre que sus hijos son Miguel, Mariana... y Carlos); y, finalmente, la capacidad del propio Giménez para sumar a líderes políticos de variados frentes a su proyecto organizativo y estético, especialmente, al presidente. La relación entre Pérez y Carlos Giménez es compleja. No se explica con la simple suposición de que haya existido un contubernio político entre ambos. Algo así como si los dos se hubieran dicho: "Carlos, tú tienes algo que me interesa". No. Giménez sedujo a Pérez. Desplegó ante el gobernante un tinglado de maravillosas argumentaciones pasionales y racionales en torno a los proyectos que montarían juntos. Arcangélico, pandórico, derrochó una
La relación entre ambos es complejaNo se explica con la suposición de que haya habido
un contubernio político.
No. Giménez sedujo a Pérez, catártica (el último Festival es el mejor ejemplo) como en su papel esencial en el desarrollo socioeconómico. Giménez fue el primer promotor cultural de este país en conseguir llevar a un ministro a la sala de teatro, y viceversa. Recuérdese la granada presentación de El señor presidente en La Casona en diciembre de 1977, con motivo de la entrega de los premios Critven. Allí estaban Octavio Lepage, Gonzalo Barrios y, por supuesto, Carlos Andrés Pérez. Los artistas y personalidades galardonados ligados al Nuevo Grupo no asistieron, lo que incluye a José Ignacio Cabrujas. "Asistir a La Casona", decía, "es un gesto de regocijo con la nefasta política cultural de los últimos gobiernos. Lo que ocurrió acá con el Conac a mí me parece una burla". Sin embargo, Cabrujas aceptó el premio. Héctor Myerston, Eduardo Mancera, John Lange y Helena Farías lo recibieron en representación de los ausentes del Nuevo Grupo. Rajatabla llegaba, así, al teatro total, a la puesta en escena integral. "En este
quier lugar— en su forma espuria, corrupta y desvirtuada. Luis Herrera Campíns, por cierto, no tenía ese cinismo. Años más tarde se montaría una función en el Nuevo Grupo con una compañía venida de Valencia, dirigida por Torrenze. Era una versión de un clásico griego, una comedia. La representación hacía énfasis de manera crítica en rasgos perfectamente localizables de la realidad social venezolana. Aparecían unos generales espantosos y grotescos, y allí estaba el mandatario, rodeado por sus edecanes y su cohorte de acompañantes, asistiendo juntos a la obra. Aquella gente lo que estaba era colérica, mirándose unos a otros como diciendo, "bueno... ¿y qué vaina es ésta?". En lo que terminó la obra no aplaudieron y se retiraron del lugar. Pérez tuvo siempre mejor movimiento de cintura. Conoce perfectamente el juego político, pero no es sólo eso lo que explica su ligazón con Giménez. El éxito de Rajatabla descansa sobre un trípode: el talento y la disciplina artística del di-
habilidad única para vender su imagen y las de sus empresas. Con respecto a Giménez se puede ser unánime en tres aspectos —y tan sólo uno de ellos ya bastaría para convertirlo en un personaje fascinante—: primero, abordó lo que se propuso con un aliento envidiable —muchas veces, por ejemplo, no conseguía dormir y en la madrugada telefoneaba a algún amigo para anticiparle su más novedosa taumaturgia respecto a un espectáculo por venir ; segundo, su innegable talento, porque alcanzó lo más difícil, lo más urgente y necesario en cualquier arte, ergo, tener una manera propia de decir las cosas, crear un lenguaje; y, por último, su capacidad para enflautar al interlocultor más cáustico y calculador. Entonces, lo del presidente y Giménez no sería pura negociación política. La inquietante vinculación entre el Ejecutivo y Rajatabla genera, en el seno de esta compañía, sin embargo, una enorme paradoja. Rajatabla se ha expresado —
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hasta hoy a través de un lenguaje estético-ideológico crítico del poder político. Pero, al mismo tiempo, se presenta como una organización integrada al establishment y, en buena medida, emblemática del mismo. Aunque, específicamente, no reflejaba los valores del Estado venezolano ni los de Pérez, al contrario, hacía objeciones al modelo, ciertamente se convirtió en grupo estandarte del Gobierno —y de su representante más conspicuo— en todo el mundo civilizado. Cuando era necesario mandar una embajada cultural a algún país serio, allí estaba Rajatabla, y lo hacía muy bien: no es exagerado decir que en determinado momento el elenco rajatablino llegó a ser una de las compañías experimentales más celebradas del
llamado algunos, llegó a montar obras como la vida de Rómulo Gallegos o aquella otra de Andrés Eloy Blanco presentada especialmente durante las celebraciones de un aniversario de Acción Democrática. Los adecos, cuando necesitaban montar alguna cosa que tuviera que ver con el teatro, sabían que podían contar con Giménez. Este venía, armaba el espectáculo —muchas veces un buen espectáculo—, cobraba y se marchaba. Generando, por supuesto, incomodidades en críticos e intelectuales que no comulgaban con esa práctica.
A
utoritario?, no todos coinciden, especialmente los actuantes de aquel grupo vinculado a los primeros montajes:
E3o Ilva r, según Rajatabla, siempre fiel al asunto político
1Giménez o el teatro fui yo
~El director de La muerte de García Lorca en segundo plano
mundo. Cuando llegaba a algún lugar generaba alrededor suyo una respetabilidad inmediata. Ahora, a su prestigio internacional se suma el hecho de constituirse
¿Acaso estas sociedades no están consustanciadas con ese tipo de liderazgo? ¿No ocurrió que mientras Jaime Lusinchi se presentó como un sujeto autosuficiente y
en una
grueso de la población no cuestionó sus decisiones, y luego, al revelarse como varón domado, trasluciendo que en todo aquello era la mujer la que mandaba, las cosas empezaron a descomponerse? También lo autocrático en Gimé-
de las agrupaciones teatrales más bravucón el
antiguas de América Latina. Cabe señalar, empero, que los vínculos con el poder adquirieron en otras circunstancias rasgos menos opuestos. Carlos Giménez, el capo, como lo han 38
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nez es un dato complejo. Sus exageraciones y boutades, especialmente cuando bebía, describían los trazos reveladores de su imputado autoritarismo. Entre tantos exabruptos destaca aquella promesa de retirar a Javier Vidal y a José Ignacio Cabrujas del teatro venezolano. Eso sucedió hace tres años, durante la realización de un cocktail con motivo del estreno de Pavlov, de Gustavo Ott. A Vidal, su institucional archienemigo —gran encontronazo previo; el genio tenía la lengua y las manos sueltas, que viajaban, en el momento climático, a las mejillas de sus contrincantes—, le criticaba sus afirmaciones referidas al Teatro Nacional Juvenil de Maracaibo, del cual Giménez era director. De Cabrujas cuestionaba la fáustica tranquilidad con que escribía sus más recientes y desmejoradas telenovelas. El autoritarismo de Carlos Giménez no es, obviamente, del tipo frío, calculador, sino del tipo tórrido, tempestuoso, apasionado. "Es que sos una mierda, te me vas de aquí", vociferaba alguna vez dirigiéndose a algún actor, con la particularidad de que al día siguiente empleaba una mañana entera en explicarle, a esa misma persona, cómo debía hacer las cosas para que todo saliera bien. Lo tomaba de la mano, lo instalaba en su oficina, y allí conversaba serenamente, incluso con dulzura, como si nada hubiera pasado. A la salida, aquel individuo se sentía fortalecido, lleno de confianza y tomado en cuenta. ¿Qué hubiera sido del teatro venezolano sin un personaje capaz de aglutinar esas fuerzas? La duda incluye movimientos mucho menos aparentes y más delicados que su vinculación; por ejemplo, a personeros emblemáticos del poder político —Pérez, sólo para ilustrar, lo naturalizó por decreto en 1978— que le resultarían útiles para darle cuerpo, con más éxito, a sus intenciones. Desde su arribo al país ya se observan en Giménez los gestos de quien aspira organizar los factores de poder real en torno de su proyecto estético y sociocultural. La transición de los sesenta a los setenta sorprende al Ateneo amarrado a un cierto nerudismo. Horacio Peterson, chileno, ya había cumplido su ciclo como director del teatro; de Fotos: Archivo Bloque De Armas
hecho, sale y se dedica a hacer teatro comercial —sin éxito. Mientras tanto, les ofrecían la vacante simultáneamente a Herman Lejter y a Antonio Costante. Ninguno de los dos acepta. Coincidencialmente, Carlos Giménez está en Caracas dirigiendo su troupe cordobesa en El juglar. María Teresa Castillo lo llama y él le saca de las manos la oportunidad. No perderá tiempo. Desde 1971 hasta 1973 Rajatabla levanta el telón en tres ocasiones: Tu país está feliz, Venezuela tuya y Jesucristo astronauta. Y aún le sobrará empuje a Giménez para marcharse a México y montar El fantoche de Weiss, con los alumnos de la Cátedra de Teatro de la Escuela de Letras de la Universidad Nacional de México. La pieza, adaptada al contexto mexicano, hace alusión a los campesinos de ese país. La versión resulta irritante para las autoridades teatrales de la universidad y el rector pide la deso-
trabajo que permanecería resonando en el resto de la producción del grupo como una gran cuerda armónica; los signos de la dinámica del poder y su vinculación con la realidad del continente se volverán así la única constante del perfil rajatablino.
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1 relevo? Esa es lagran pregunta. Un haz de vectores se encuentra en esta virtual ausencia. Muchos dirían que el principal motivo es el personalismo de Giménez, que donde estaba él no cabían dos personas. Eso es cierto, pero hay otros elementos. El trabajador pertinaz, obcecado, no encontró el material a la mano, porque un individuo como él —artista de grandes capacidades y gran organizador— no nace todos los días. El otro problema es su corta edad: se retira del teatro a escasos 46 años, todavía concentrado en sus propias ideas como creador.
El otro problema es
lado, las cifras no están de su parte: un estudio publicado por la revista Newsweek, en su edición de enero, revela que 60 por ciento de los más notables periodistas, intelectuales y creadores parisinos, entre 25 y 44 años, ha muerto de sida. Y, por el otro, está el talante libertario de los artistas. Más próximos a la acción de los medios de masa y a menudo mejor dispuestos a dar la cara —incluso a usar su popularidad para despertar la concien : ciasobrelpm—,stundilo el que ha promovido el respeto al homosexual y el derecho de éste a manifestarse de las maneras y por los territorios que le plazca. El sida ha conseguido sanitarizar el sexo, hizo del coito un intercambio de credenciales, instaló el miedo en relación con los humores de quien es próximo. Al creador resultan más extrañas estas pautas que a cualquier otro miembro de la sociedad.
su corta edad:
se retira del teatro a escasos
todavía concentrado
46 años,
en sus propias ideas corno
creador
cupación del local donde se estrena la pieza. En protesta, los alumnos toman la sala y se constituyen en el Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística. En cuanto a Carlos Giménez saldrá con las tablas en la cabeza: a los pocos días es deportado. A su regreso, encuentra a Rajatabla desmembrado, estudiando varias alternativas de montaje sin poder optar por ninguna. Ante el imperativo de la crisis del año anterior decide escenificar Fiebre, una adaptación de la novela de Miguel Otero Silva y un poco después, Las lanzas coloradas, de Uslar Pietri. ¿Vocación de titán, de ave fénix? ¿O sólo una jugada política? Es posible. Lo cierto es que algunos convienen en el hecho de que a partir de este momento Rajatabla pierde el rumbo, se vuelve indeciso en su planteamiento estético e ideológico, aunque seguirá recogiendo las mieses de su singular trayectoria. Este período se cierra con El señor presidente, en 1977, un alabado
¿Que por qué el tiempo pretérito? ¿Por qué el tono fatal? Carlos Giménez está enfermo y su debilidad ya se puede sentir reflejada en toda la organización Rajatabla. Esto no es un escándalo, o una polémica más como tantas otras que se sumaron al torbellino de hipérboles que siempre el grupo ha convocado. Fuera de la escena, la trágica posibilidad de la desaparición de Carlos Giménez no dejará inconmovible a nadie. Entre todas los males de este final de siglo, el sida aparece no sólo como la más densa y problemática metáfora sobre las incertidumbres que presionan a la cultura contemporánea, sino también, y consecuentemente, como la mayor amenaza al archivo de juventud y potencial creativo de que dispone la sociedad actual. Esto no significa que la dolencia discrimina a otros gremios: abogados, maestras de escuela o peloteros. Sin embargo, al tratarse de la intelligentzia el fenómeno luce más notorio y preocupante. Por un
El impacto que esto ejerce sobre la cultura —¿hay que decirlo?— ya es incalculable. Sobre todo si se toma en cuenta que la enfermedad ha privado a las artes de figuras que demoran por lo menos una generación en volver a surgir; y en el caso de las disciplinas escénicas, como el teatro o el ballet, una ausencia de este tipo es mucho más dramática, pues exigen la presencia del elemento vivo, materialmente vivo. Sobre todo por el hecho de que no existe riesgo en el arte sin riesgo en la vida. Sería mejor equivocarse, pero, a estas alturas vale la sentencia: la separación de Giménez del teatro abre a la fuerza un compás de espera. Algo apenas comparable con la desaparición de Juana Sujo —otra argentina— a comienzos de los sesenta. El solo es el ocaso de un'movimiento completo, de una referencia obligada, del teatro y de una manera de hacerlo. Habrá que aguardar, entonces, a que se perfile una nueva tendencia.U. MARZO 1993 EXCESO
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anclroses EL COCO DE LA HOMOSEXUALIDAD SE HA DESPERTADO EN LOS CUARTELES
DEL MUNDO. En el fondo de la pesadilla del subconsciente masculino, como vellos erizados, urgentes barricadas se han levantado para repelerlo. Es por ello que, como lo afirma el vicealmirante Wolfgang Larrazábal, resumiendo un pensamiendo hoy día universalmente rumiado por los hombres de armas, "Clinton no se saldrá con la suya". Pero, ¿no serán las Fuerzas Armadas organizaciones patológicamente homofóbicas? ¿O son sólo un clan semiorgiástico, fanático de los juegos de palabras, cuyos miembros adoran disfrazarse de mujeres y liberar las tensiones sexuales mano a mano? ¿Será que el verdadero pecado, más que serlo, es parecerlo? Larry Dolye
espués que Bill Clinton confirmase su intención de permitir abiertamente a los homosexuales servir en las Fuerzas Armadas, la virulenta reacción de la alta oficialidad y grupos de veteranos no se hizo esperar. En Washington coincidieron para decir a coro: "No, sir, esto no nos gusta, sir ". Detrás de las ideas oposicionistas encarnadas en los generales y almirantes, en el fondo de los secos estamentos de la política del Petágono se esconden cientos de miles de efectivos militares heterosexuales, algunos con oscuros temores y sentimientos profundamente asentados en la materia, quizá secuelas de sus particulares experiencias infantiles o adolescentes. Para ellos, el gay es un elemento perturbador que pondría en peligro la alta moral y el espíritu de cuerpo fundamentales para tener éxito en el campo de batalla. Más allá de la obediencia ciega al comandante en jefe, un oficial no identificado capta a la perfección la atmósfera imperante en cierto sector: "Si Clinton se atreve a poner el pie en esta base es hombre muerto". Si, además de esto, el estrenado presidente norteamericano toma en consideración el sorpresivo caso del marinero gay Allen Schindler, linchado a golpes por sus compañeros de armas —a despecho del código de conducta vigente— y en forma tan entusiasta que su familia sólo pudo reconocerlo por los tatuajes, no le será difícil comprender que en el actual estado de cosas en las Fuezas Armadas va a ser más difícil de lo que creía introducir los prometidos cambios. Va a necesitar más que un "proceso de consulta" para reducir el nivel actual de resistencia. Los militares no pueden ser sometidos de golpe y, para hacerlos cambiar de parecer, habrá que, primero, comprender sus sentimientos, para poder superarlos. Bill Clinton podría invitar a Thomas H. Moorer, jefe de Operaciones Navales de la Marina norteamericana, al Salon
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trastabillar, como lo hizo el general Colin Powell, acerca de cómo podrían ser las cosas si se relajaran las reglas: "Un perjuicio al orden y la disciplina", dijo quedando corto. "Yo le aseguro una cosa, los homosexuales harán lo imposible por seducir a nuestros muchachos", tercia el almirante. "Lo hacen todo el tiempo. ¡Diablos!, dejan sus números de teléfono en puertas y paredes de los baños de caballeros de cuanto aeropuerto hay en Estados Unidos, buscando a quien se atreva a sórdidas experiencias íntimas con ellos. Son hábitos ajenos al hombre de uniforme". Ciertamente, para el veterano lobo de mar —45 años de experiencia en lides oficiales—, Estados Unidos perdería la imagen de respeto digna de una gran potencia: ¿quién le temería a un ejército de mariposones? "Así pasa con las Fuerzas Armadas de Europa", desliza. "Yo he estado por allá y los he visto, correteando con zarcillos y con el cabello sobre los hombros; después se meten en problemas y quieren que Estados Unidos salga corriendo a ayudarlos". Ninguna experiencia pasada se muestra más irrefutable que el alistamiento de negros —los argumentos contra los gays son esencialmente los mismos—: hasta la Segunda Guerra Mundial era impensable que los hombres llamados de color compartieran literas con los blancos. Además, se suponía —previo a la asimilación— que "su particular forma de pensar" se oponía a la racionalidad militar. La entrada de la proscrita raza a las Fuerzas Armadas estadounidenses sólo pudo hacerse en forma gradual. Al principio, prestaron servicio como mesoneros, luego como cocineros. El problema, según apunta incisivamente el almirante Moorer, es que a los soldados y marineros de hoy "se lo garantizo, no les gustará probar una comida preparada por homosexuales".
Estados Unidos perdería respeto ¿quién le temería a Oval y preguntarle: "Dígame, almirante, ¿a qué le teme tanto?". Y el almirante podrá responder, como lo hizo el expresidente Wolfgang Larrazábal aquí, que el asunto gay, más allá de una innegable "maldición, una plaga que se extiende como el sida y la fiebre aftosa", no significa ser más o menos liberales o modernos. Moorer explicaría a su presidente el asunto que más le trae de cabeza, tanto como para repetirlo tres veces en una breve y simple conversación registrada por la revista Spy: "A los gay se los ve besándose en todas partes. ¿Se los imagina tomados de la mano yendo a bailar en pareja al club de oficiales? Yo creo que su forma de ser atentaría contra la esencia misma de la vida militar". Moorer podría agregar que él, como el Pentágono, teme que la infiltración gay "debilite, en un grado significativo, la disposición de combate de las
De allí, no es difícil trazar una eventualidad estratégica imaginaria, la pesadilla que despierta a Moorer por las noches, bañado en sudor y lleno de miedo: marineros esgrimiendo con placer los cañones de sus rifles automáticos, agarrándose el trasero, cantando cancioncillas homosexuales y celebrando rituales travestis y sadomasoquistas. Consultado algunos meses atrás sobre un asunto diametralmente opuesto —una investigación sobre la curiosa incidencia de suicidios y muertes en circunstancias no aclaradas entre los soldados que prestan servicio militar— el general venezolano, Jacobo Yépez Daza —militar que para efectos burocráticos se encuentra en situación de retiro, pero cuya jerarquía en el rol de presidente de la organización de oficiales no activos se resiste a los embates de la jubilación— hizo una interpretación, por
Fuerzas Armadas".
demás sorprendente, basada en su experiencia de décadas en la vida castrense, sobre los "aislados episodios" observados en algunos cuarteles: "Las Fuerzas Armadas necesitan hombres de verdad", exclamó. "Machos purasangre, con eme mayúscula. Las consecuencias de los errores de selección son funestas en espacios donde hay tanta concentración de hombres. Conozco
Moorer argumenta sus razones imaginando los equívocos que podrían provocarse en la intimidad de los cuarteles, estropeada con la asimilación de los homosexuales: "A soldados y marineros no les gusta ducharse con aquellos a los que les gusta ducharse con soldados y marineros". Moorer no desea 42
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El vicealmirante Wolfgang Larrazábal: "No podemos negar que hay" (a la izquierda) El general Yepez Daza: "Necesitamos machos purasangre" (arriba) Bill Clinton pospuso por seis meses su pretensión (abajo)
un ejército de mariposones? muchos casos reales. Por ejemplo, llega un tipo débil, o afeminado, unos compañeros más duros, más vivos, vienen y lo convierten en la mujer de la tropa: hace las camas, limpia los baños y hasta lo obligan a hacer cosas más degradantes. Hay algunos que lo soportan y hasta se hacen hombres, o son detectados a tiempo y les damos la baja. Pero también puede haber alguno que pierda el control y se quite la vida... O puede que se vea amanerado y que tenga volumen atrás y se deje agarrar... ¿me entiende?, pero en el fondo resulta ser un macho, sólo que se deja confundir. Entonces, este joven que resulta un macho y no una mujercita, toma un fal y les da plomo a todos, y ocurre una tragedia. Por un error de selección". Una psicóloga adscrita a la dirección de conscriptos asegura que el número de reclutas que dicen ser homosexuales con el fin de evitar el servicio obligatorio es menor que los que objetan por otros motivos, como enfermedades de la vista, respiratorias, del corazón o carga familiar. "Creo que intuyen o han escuchado decir que esgrimir una excusa semejante puede ponerlos en aprietos en la situación de efectiva detención en que se encuentran cuando están retenidos en Conejo Blanco, por
decir un sitio. No es de extrañar que algún sargento ponga a prueba que eres homosexual con métodos no necesariamente clínicos. Y uno tiene que quedarse callado... en general, las recomendaciones del psicólogo no son siempre escuchadas cuando de llenar un cupo se trata. Tú puedes desaconsejar jóvenes con síntomas de trastornos de la personalidad e incluso diversos tipos de psicosis, y de todas maneras les mandan a rapar el pelo y los asignan a un batallón". De acuerdo con los datos suministrados por un psiquiatra militar en servicio dentro del Fuerte Tiuna, la homosexualidad en los cuarteles no es un problema tan frecuente como la cocaína y el bazuco. "Y no lo es porque los pocos homosexuales, que los hay, reprimen en público su conducta. Una situación engorrosa, peligrosa, sí lo representan —psiquiátricamente hablando que, ojo, no siempre es lo mismo qué militarmente hablando— las abundantes evidencias de relaciones sadomasoquistas que son parte de la rutina para hacer efectiva la disciplina, o en algunos rituales aplicados a los novatos o a los efectivos que alcanzan alguna forma de promoción. Parece que mientras resistes con mayor entereza algunos actos de evi-i= MARZO 1993 EXCESO
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dente sadismo eres más hombre. No es lo ordinario, pero sí hay casos de soldados heterosexuales que disfrutan haciendo padecer a los llamados nuevos con actos que simulan o se aproximan a la sexualidad homosexual. Gays gays, muy pocos. Una vez, un oficial amigo me envió uno que había sido acosado por tres compañeros. Es interesante destacar que prevalece la idea del macho penetrador, éste recibe un castigo si es descubierto o es sancionado si ha usado la fuerza; pero no necesariamente se considera a sí mismo homosexual y mucho menos es expulsado. También es curioso el hecho de que muchos oficiales tienen una actitud paternal con sus subaltenos. Los tratan como verdaderos hijos y generalmente les dan oportunidades de enmendarse". Entre oficiales el talón de Aquiles es el whisky. "Si bien el alcoholismo es común, acá he tratado un único caso de la llamada homosexualidad egodistónica, es decir, un hombre que está en conflicto con la orientación de su deseo. Un cuadro complejo, porque se trata de un coronel que bajo efectos del licor ha reincidido en actos homosexuales en los que es quien resulta sodomizado". En todos los tiempos, en todos los ejércitos, ha habido siempre homosexuales. "No podemos negar eso", reconoce Larrazábal. "La homosexualidad no es un asunto exclusivo de la modernidad, no es una cosa que atañe sólo a esta época". A la prueba se remiten los especialistas en historia que parecen tener más que pistas acerca de la ambigüedad de excepcionales estrategas de guerra de todos los siglos: Julio César, Alejandro Magno, el mítico Ricardo Corazón de León, la versión en carne y hueso del cinematográfico Lawrence de Arabia y, más recientemente, Bernard Law Montgomery, quien frenó a Rómmel y tuvo un papel decisivo en el éxito aliado durante la
mente la actividad sexual gay: "El que cometa actos deshonestos con individuos del mismo sexo será castigado con la pena de seis meses y un día de prisión militar". En todo caso, en los corrillos de la historia patria que compete, el campo militar ostenta sus propios héroes en el bando contrario. Tres notables que escaparon a la mojigatería oficial, sostiene el rumor reflejado en las palabras de un académico ilustre: los generales Augusto I.utowski, Vicencio Pérez Soto y Julio Sarría Hurtado. Lutowski, quien fuera compañero de batallas del presidente Guzmán Blanco, fue nombrado por el afrancesado dictador jefe de su regimiento de guardia y comandante de armas del Distrito Federal; durante todo el período de la Restauración, además, fue depositario de la más alta confianza del general, quien lo puso al frente de la Armada y de la Gobernación del Distrito Federal en dos ocasiones. Por su parte, el general Vicencio Pérez Soto, autor del Anecdotario tocuyano, ocupó durante el período gomecista —fue quien acuñó el conocido lema de "¡Viva Gómez... y adelante!"— cargos como los de presidente de los estados Zulia, Trujillo y Lara. En cuanto al general Julio Sarría, cabe decir que aunque fue un guerrero de indudables galardones —perdió una mano en batalla y ostentaba en el rostro una herida que se lo atravesaba endureciéndole notablemente el semblante—, no espantó el estigma de las habladurías. Haciendo oídos sordos de sus consejeros, Guzmán Blanco decía: "Sarría será lo que quiera, pero yo lo vi cortar cabezas en la guerra como el que más". Así y todo, llegó a ser miembro principal del consejo de gobierno del benemérito Juan Vicente Gómez. "Yo mismo he conocido oficiales homosexuales, cómo no", atiza I.arrazábal. "Oficiales en algunos casos brillantes, geniales, y algunos de ellos, mejores que muchos soldados normales.
"¿Un buque de guerra tripulado por gays? es probable Segunda Guerra Mundial. Todos ellos, célebres invertidos. Según la historiografía, el machismo de la sociedad vernácula, aunque lo ha frenado, no ha impedido del todo el ascenso a posiciones de poder de algunos compatriotas del tercer sexo, si bien hay que aceptar que es perfectamente lúcido, Wolfgang Larrazábal, cuando afirma que "ningún presidente, ministro o personaje público ha llegado a donde ha llegado por afirmar que es homosexual, o luego de haber confesado que prefiere tener relaciones con los de su mismo sexo"; salvo algunas contadas excepciones en el escenario de la cultura. En Venezuela —diferente a América Latina donde existen reglamentaciones específicas de repudio al ingreso de gays en casi todos los ejércitos— ningún código militar, o disposición legal expresa, limita el acceso de los homosexuales en las Fuer-
de los últimos 50 años—, señala un estudiante de la Escuela
zas Armadas; aunque para los efectos administrativos ha sido suficiente la norma que exige una "conducta intachable". Yendo más allá, en España, según lo revela una edición reciente de Cambio 16, fue invalidado sin aspavientos, en 1985, el artículo 352 del Código de Justicia Militar que sancionaba singular-
Naval, podría creer que va a bordo de una nave equivocada, cuyo requisito es seguirle el juego a la constante corriente de los doble entendedores, dadas las frecuentes salidas y exclamaciones ególatras como "no sabes cuán maravilloso tengo el glande"; elogiosas como "se me para cuando te veo"; afirma-
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Pero siempre se mantuvieron en secreto. Los homosexuales en las Fuerzas Armadas no son un problema, porque no hay ninguno confeso que siga adentro. Un caso realmente triste que recuerdo es el de un magnífico capitán que se enamoró de un grumete; éste grumete hizo lo que quiso con él. Las aberraciones más espantosas. El capitán murió en el mar completamente consumido por una enfermedad venérea".
uede usted imaginar un buque de guerra tripulado por gays?", pregunta el almirante Larrazábal, "es probable que nunca vuelva a puerto". Un joven marinero en un buque de la Armada venezolana hoy día —al igual que cualquier marine en un barco con el estandarte de rayas y estrellas
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que nunca vuelva a puerto" tivas de la personalidad tales como "marico no, mi amor, más rico"; y las interminables bromas y estribillos que invariablemente se solazan en la sodomía. "Estos juegos de palabras son bastante generalizados en las Fuerzas Armadas, sobre todo en la Marina norteamericana; las insinuaciones homosexuales son más o menos una constante", confía el oficial subalterno de primera clase Keith Meinhold. Este marinero audaz vino a ser una pieza central en la controversia creada en torno a los gays, luego que fuera expulsado de su cuerpo por sus declaraciones en el programa de la ABC World News Tonight (sólo para ser reenganchado por orden de un juzgado federal). Entonces halló curioso el fervor con el cual fue sometido a juicio. Según su experiencia, "los que hacen todas esas insinuaciones son los muchachos heterosexuales". Y muchos de ellos, oficiales. "La interacción básica entre oficiales y marineros consiste en que los primeros les indican a gritos a los segundos qué hacer", reniega Copy Berg, un gay de la era de Vietnam, graduado en la Academia Naval, expulsado
Juegos de machos mide In USA
en 1975, y cuyo testimonio fue recogido en Spy. "La terminología es toda homoerótica. Cuando haces filas por cualquier motivo, se te ordena cerrar la distancia diciendo 'Bolas contra nalgas'; eso, y 'No dejes caer el jabón'. Los oficiales gritan estas consignas cuando vas en masa a las duchas. O sea, siempre. Este tipo de referencias sexuales son constantes". Una frase particularmente favorecida en el lenguaje marcial, según Berg y otros marineros, es "Tu turno en el barril", usada para informarle a un marinero que tiene que hacer una tarea desagradable. También es la clave de la chanza acerca del marinero ingenuo que descubre que los placeres de la barrica tienen su precio. El equivalente para la Armada venezolana sería "pero moño moño primero". (Se trata de una alusión al chiste de los dos náufragos que van a parar a una isla poblada de salvajes que les ofrecen dos alternativas: urca noche de moño moño o la muerte. Uno de los sobrevivientes acepta la humillación, el otro opta por la muerte; la respuesta de los aborígenes para el más macho fue: "bueno, tú morir, pero moño moño primero").
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Es posible leer esto de muchas maneras. Quizás sólo sea una coincidencia que, para los marines, el baño a bordo de un barco es designado con una expresión que equivaldría a cuarto de felatit, y hay ciertamente irrelatados motivos por los cuales el salón principal de suboficiales es llamado el hoyo de gloria. Además del slang homoerótico, la vida en el mar está salpicada de otros actos rituales de virilidad dudosa, como las afeitadas del pubis y los aretes en las tetillas. "A algunos les rasuran el pecho para escribir la palaba Navy. Incluso hay a quienes los rapan de la cabeza a los pies. Yo lo vi hacer en la cubierta del Annapolis. De lo más homoerótico", dice Berg. "Había un tipo que tenía la espalda peluda y lo afeitaron", recuerda, por su parte, Mark Strubble, un marinero que sirvió en la Guerra del Golfo y no puede borrar la imagen de diez de sus compañeros, cuando estaban en Filipinas: "Salieron juntos una noche y se hicieron agujeros en las tetillas... a pesar de que eran heterosexuales. Había otro muchacho, un negro, tampoco era gay, estaba casado, pero se agujereó el escroto y no paraba de mostrarlo". No falta este tipo de entretenimientos en un barco. Dentro de una tradición teatral, celosamente mantenida en la Marina norteamericana, es usual que se representen actos en los cuales algunos soldados deben hacer el papel de mujeres. Tal es el caso de la coronación de la Reina por un día, ritual practicado en buques de muchas nacionalidades cada vez que se cruza la línea ecuatorial y que es considerado un sacramento en la fuerza naval. Algunos de los hombres se disfrazan de mujer y simulan —a veces sobrepasando la barrera que separa la simple apariencia del realismo— actos homosexuales como la felatio y la sodomía. Una costumbre que, según la historia, desagradaba a Churchill, pero que no ha dejado de practicarse jamás,
dicción con la política militar existente en la materia. Estudios más recientes se desconocen. Dado el estado de cosas en el sector militar americano, aparentemente, lo único que cambiaría si la política actual de las Fuerzas Armadas da un giro en relación a la homosexualidad, es que los marineros gays podrán participar abiertamente en toda la diversión, eso si no les importa recibir una paliza o morir asesinados. Randy Shilts, autor de And the band played on, ha entrevistado unos 1.100 militares activos y fuera de servicio para su trabajo sobre Comportamientos ocultos: gays y lesbianas en las Fuerzas Armadas de los EE. UU. Según el estudio, a ser publicado el próximo mes de mayo, la incidencia de sexo gay entre los heterosexuales, también conocido como "invertidos ocasionales", es muy elevado en el mar y en los sitios donde no es posible hallar mujeres. "En los submarinos es bastante notorio", dice Shiltz. "La gran consigna en el servicio de submarinos es 'un submarino zarpa con 120 marineros y arriba de vuelta con 60 parejas' ". Shiltz estaba sorprendido con su descubrimiento sobre la intensa actividad gay en las junglas de Vietnam, particularmente entre hombres "normales" que tenían miedo de contagiarse de enfermedades venéreas con las mujeres del país. "Yo tengo amigos gays que habiendo servido en submarinos", dice el suboficial Meinhold, "contaban que los tipos normales andaban en permanentes escarceos, mientras los verdaderos homosexuales sabían controlarse". Es el caso de Paul Hardman, cuyo mayor problema era limitarlos: "Ustedes lo llaman sexo gay. Aquello era sexo a secas. Muchos heterosexuales me rogaban ir a la cama con ellos, a veces hasta el punto de la desesperación". Copy Berg está de acuerdo:
"La consigna es: un submarino zarpa con 120 marine: pues alegra las largas travesías con el consuelo de una jornada de completa relajación de las normas militares y morales. El cruce del Ecuador, lo que el almirante Moorer considera una "vieja tradición", se verá arruinado por los malvenidos intrusos homosexuales. "Esto se hace para pasarla bien, para romper la monotonía del océano". Pero con los gays, según Moorer, el juego dejaría de serlo. "El señor Clinton estaría construyendo un infierno para los heterosexuales". Quizás un psiquiatra podría interpretar este tipo de representaciones como un mecanismo de heterosexuales sanos para mantener a raya —o drenar— sus impulsos homosexuales. Esa pudiera se una teoría perfectamente respetable, si no fuera por el hecho cierto de que muchos de estos heterosexuales sanos fornican los unos con los otros. Realmente pasa a menudo que del escenario del flirteo lúdico se pase al teatro de la acción real. La U.S. Navy estimaba en 1957 que un 37 por ciento de sus marineros, los cuales eran heterosexuales de un 90 a un 96 por ciento, habían sido masturbados, practicado la felatio o la penetración anal, con sus compañeros, en otra evidente contra-
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"Si ellos echaran a la calle a todos los que hicieran proposiciones indecorosas tendrían que arrojarlos a casi todos". El general Yépez Daza tenía sus propios métodos para detectar aquí las anomalías en su tropa: "A veces me percataba de que había un problema de ese estilo; llegué a darles cárcel de castigo a los soldados que tenían conductas extrañas, para ver si se controlaban un poco. Siendo yo comandante me escondía en la noche, detrás de las puertas o en un rincón, incluso detrás del calabozo y los escuchaba decir que 'a ese mariquita hay que cogerlo', y disculpe la expresión, pero entonces comprendía que había que botarlos del Ejército. Esto no es fácil de controlar, no se puede desconfiar y espiar a todos los soldados".
Justamente, un punto en común a este respecto entre Estados Unidos y Venezuela es que no expulsan a todos los que hayan copulado dentro de las fronteras de su propio sexo. Sólo sancionan a los gays, y son echados, hayan o no transgredido el código de la decencia en el cuartel. En 1981, el Departamento de Defensa norteamericano intentó hacer más rigurosa la re-
ros y arriba de vuelta con BO parejas" gla, incluyendo homosexuales y bisexuales, al mismo tiempo que estipulando atenuantes a la falta; las regulaciones contienen, curiosamente, la NAVMILPERSMAN 3630400 (2)(a), mejor conocida como cláusula de la Reina por un día: Homosexualidad del efectivo que la practique, o intentara ponerla en práctica, o invitara a otros a cometer actos de este tenor. La permanencia del efectivo puede ser acordada por el Jefe del Personal Naval cuando hay probados indicios de que: (1)Dicha conducta es una desviación inusual de su acostumbrada forma de ser; (2)Dicha conducta resulta improbable que se repita en cualquier circunstancia; (3)Dicha conducta no fue forzada o no estuvo acompañada por el uso de la fuerza, coerción, o intimidación durante el período de servicio; (4)Si bajo las particulares circunstancias del caso, su presencia permanente en el servicio naval es consistente con el interés de la adecua-
Cruzando el Ecuador, derrape a bordo
AR 635-100 de la Armada norteamericana también anexa una lista de oportunas excusas ("únicamente como resultado de inmadurez, intoxicación, coerción, o un deseo de eludir el servicio militar"). El presidente Clinton deberá estudiar estos aspectos cuando trace el "muy, muy estricto código de conducta" que, según le ha asegurado al público, será aplicado para los soldados gays. Independientemente de cuál política diseñe Clinton, es improbable que se produzcan los desastrosos efectos que algunos líderes militares temen. Ninguno de los uniformados gays entrevistados tinía la intención de destaparse públicamente; les sobran motivos para seguir disimulando. Habrá, sin embargo, por lo menos, una inmediata consecuencia positiva a la nueva disposición. Estados Unidos se ahorrará los aproximadamente 50 millones de dólares que gasta para reemplazar el número de gays que son expulsados de las Fuerzas Armadas cada año.U.
da disciplina, buen orden y moral; y (5)El miembro no desea ni pretende incurrir en actos homosexuales".
Cada rama del servicio militar tiene cláusulas similares; la
Versión e investigación adicional: Roger Santodomingo ©Spy . 1993. Publicado con la autorización de United Media.
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La Tierra se estremece. Con sorpresa y recelo escucha el ronco gemido de la bestia dormida, que en medio de la crisis de fin de siglo, tras largos años de hibernación, emerge con dolorosa claridad para desmitificar dogmas y creencias. Estados Unidos y Europa, atónitos aún, la ven moverse felina, entre los rascacielos neoyorkinos, en las viejas calles parisinas, en la televisión, haciendo gala de su instinto, de su sexualidad, de su animalidad y su fuerza. ¿Madonna? ¿Sinéad O'Connor? ¿Hillary Clinton? Sicólogas, Camille Paglia y Clarissa Pinkola Estés estudian el femenino fenómeno e indician a las representantes de la atacada nueva especie: la mujer salvaje.
SALVAJ E Francesca Cordido
O SE TRATA DE UNA NUEVA FORMA DE FEMINISMO; NI SIQUIERA DE UN MOVIMIENTO CON TINTES POLÍTICOS. TAN SÓLO, UN TORRENTE QUE CORRE LIGERO Y —POR AHORA— SUBTERRÁNEO, Y QUE, AZUZADO POR DAMAS CUYA IDENTIDAD SE DEBATE ENTRE LA BELIGERANTE AMAZONA Y LA RADIANTE HELENA DE TROYA, ESTÁ GANÁNDOLE TERRENO AL ENMOHECIDO ARGUMENTO DE LA OPRESIÓN del varón sobre la victimización de la hembra. Con pátina científica, de la mano de Sigmund Freud Y Karl Jung, Camille Paglia y Clarissa
Pinkola Estés —exitosas best sellers de la psicología de las Evas— toman las banderas de un "feminismo antifeminista" que ha calado entre sus compañeras de sexo, aprisionadas durante largo tiempo por las cadenas de la escuela antimacho, socavando subrepticiamente las bases de la doctrina de la igualdad sexual, ahora, pues, en la picota. Sexual personae, el libro que —para sorpresa de ella misma— disparó a Paglia a la cima de la fama y la colocó entre los personajes más odiados del feminismo ortodoxo de Estados Unidos, expone su visión de cómo toda la creación de la cultura occidental es el producto de la guerra que libra el hombre con la naturaleza y, al mismo tiempo, la lucha desesperada que mantiene el ser masculino por vencer y dominar a la mujer como personificación de la indescifrable natura. Publicado en 1991 por la imprenta de la Universidad de Philadelphia, desbordó el ámbito académico y se convirtió en un boom, revelando el ansia de la doncella primermundista por encontrase y provocando los más= Fotografía: Gamma
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dispares sentimientos de amor y odio hacia ella y su teoría. El meollo del asunto —de todos los asuntos, Paglia dixit— está en la diferencia que realmente existe entre unos y otras. Para Paglia, el sexo es lo natural, lo inherente al ser humano. Pero también, el sexo es poder, y sólo en la medida en que ellas lo entiendan podrán asumirse con libertad, sin sentirse culpables por ser bellas, atractivas, eventuales víctimas de ataques; porque la agresión es lo innato, adereza desafiando la idea rousseauniana esgrimida por las feministas de que la naturaleza —y por ende el ser humano— es buena y es la sociedad la que la corrompe. Según su prédica, la ley de la selva, la de la supervivencia del más apto, "es la ley natural". La naturaleza es violenta y volcánica, y el horno sapiens, como parte de ella misma, lo es también. "La sociedad es el dique que contiene la agresividad represada del ser humano", añade. Volver a la naturaleza, parafraseando al Marqués de Sade, daría rienda suelta a la violencia y la lujuria. a esencia de la mujer, íntimamente ligada por su configuración biológica a los ciclos de la madre natura —la menstruación como las mareas mucho tiene que ver con los períodos lunares—, también recoge, por carambola, el intrínseco carácter cruel y brutal de los fenómenos geoatmosféricos. Como un ciclón, un terremoto, tal instintividad escapa al control del hombre, lo margina y lo transforma en un ser indefenso ante su poder. De ahí el miedo y la necesidad de exiliarla de la sociedad, dibujando un parangón entre lo instintivo y lo salvaje, entre lo natural y lo brutal. No es coincidencial, entonces, como señala Clarisse Pinkola en su libro Las mujeres que corren con los lobos, que coyotes, lobos, osos y mujeres salvajes compartan una reputación similar ligada a lo peligroso. Pero la mala reputación no es lo único
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que vincula a mujeres y bestias, cuestionaría
Pinkola. Las mujeres saludables —es decir, aquellas que han rescatado de las profundidades de su psique a la arcaica que las mora— comparten con los lobos ciertas características: "Ambos son sumaSO
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mente sensitivos, poseedores de un espíritu juguetón, intensamente involucrados con sus cachorros, se aparean para toda la vida, se adaptan rápidamente a las circunstancias cambiantes, son ferozmente resueltos y muy valientes". Después de todo, no es tan descabellado el paralelismo: las féminas y los caninus lupus tienen en común la urgencia vital. Fue la naturaleza, acuosa y oceánica, turbulenta y desgarradora, el génesis. La mujer, húmeda, voluptuosa y avasallante, es también el origen del nacimiento. El binomio mujer-naturaleza aparece irrebatible una y otra vez, dotando, en el paralelismo, a la primera de la misma indomabilidad de la segunda. Pero el conferir a la mujer un carácter salvaje no es más que demonizar su sexualidad para neutralizar el miedo que siente el hombre ante el misterio que representa, afirma la psicóloga y profesora de la Universidad Central de Venezuela, Itala Scotto. En contraposición, lo salvaje, desde el punto de vista tanto de Paglia como de Pinkola, está más bien relacionado con lo visceral. Aduce Scotto que más apropiado que salvaje sería el término arcaica, para denominar a esta fémina que atiende al llamado de su cuerpo, que no ignora sus necesidades primarias, mas no primitivas. Es este carácter arcaico —distinto del salvaje, en su sentido negativo— de la mujer el que rescatan Madonna e Hilary: dos Iconos de la hembra actual Camille Paglia y Clarisse Pinkola Estés, para desgracia y desagrado su género. Yo veo el arte y lo que observo de las feministas ortodoxas estancadas en es el poder cósmico de la mujer y, a su las ideas del sufragismo inglés y de la lado, la conciencia del hombre de su propia igualdad sexual. "Es precisamente la viinsignificancia", redondea su descarga. sión mitológica de la mujer como hembra Quizás el éxito de Paglia sea sólo un refatal lo que el feminismo ha tirado por la flejo del deseo de las féminas por deshaventana", desliza Paglia. "Los hombres cerse de las cadenas que le han impuesto han bajado hasta el fondo del océano, se no sólo la cultura y la sociedad construida ahogado buscando perlas, se han so- por el hombre, sino también de aquellas focado en las minas, todo ello para rendir que le han echado encima las defensoras homenaje a la mujer. Han arriesgado y de la tesis del machismo chauvinista como perdido la vida para construir un mundo origen de todos los males del llamado seguro y cómodo para sus compañeras. sexo débil. Ya no es necesario seguir lleLas feministas trivializan la grandeza de vando la pesada carga que impone el tener
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Fotografías: Sygma (cortesía de Rlancica) y Gamma
Scotto: arcaica, que no salvaje
"Veo el arte observo el • oder cósmico de la3nujer la conciencia del hombre que perder el carácter femenino en aras de la liberación sexual; basta tan sólo con asumir la propia esencia, acercarse a lo natural, reconocer que sí existe una diferencia sustancial entre hombres y mujeres y tomar por el mango la sartén del poder que conllevan la belleza y el sexo. Ni débil y discriminada, ni mujer y salvaje. Términos estos últimos, por cierto, asociados con lo feminil a lo largo de la cultura occidental, desde sus cimientos en la antigua Grecia hasta los días que corren. Leyendas y mitos ilustran reiteradamente el miedo ancestral del hombre a esta figura enajenada, carente de humanidad, convulsiva y abrasiva. No pocas veces la mujer encarnó, en la persona de la hechicera, este ser indómito y perverso, presto a arrasar con todo lo que encontraba a su paso. Carácter demoníaco que aparece reforzado tanto en la mitología griega como en la judeo-cristiana. Circe, la maga de La odisea, convirtió en cerdos Fotografías: Juan Orcipeza y Larry Ford
la sociedad, la civilización y la tecnología. Mas, este fin de siglo es el perfecto caldo de cultivo para la fermentación de las ideas de Camille Paglia. El ojo, camino que transita Eros, vive su plenitud. Es la época de los medios audiovisuales, de la televisión, del cine. El culto pagano de la imagen, erradicado por las primeras religiones monoteístas, y luego revivido por el catolicismo que se volcó a lo pictórico para acceder a las grandés masas infieles, vive su momento climático. La devoción por el exhibicionismo donde se fusionan sexo y sadomasoquismo que imperó en la imaginería del catolicismo italiano —la imagen de Santa Lucía que, con las cuencas vacías, asaetada y mostrando sus pechos desnudos porta en una bandeja sus propios ojos— se reproduce, corregida y aumentada, en el sensacionalismo lúdico de los medios de comunicación de masas. A despecho de la máxima cristiana, desapasionada y tibia, de "amaos los unos a los otros" —"el amor cristiano es tan carente de polaridad emocional que el diablo tuvo que ser inventado para canalizar el odio y la hostilidad naturales al hombre", solivianta Paglia—, lo que ha florecido rozagante en los canales visuales es el
Paglia o el nuevo feminismo
ignificancia" a los compañeros de Ulises; Medusa, la de la serpentina cabellera, trocaba en roca a todo aquel que contemplase su horripilante faz; Eva, edén y serpiente a la vez, provocó la expulsión del Paraíso y su mismidad lúdica condenó a la humanidad a nacer en pecado. Ejemplos de la calidad tanática de la feminidad sobran. Sin embargo, aunque el concepto del temperamento emotivo fue desterrado a los más recónditos terrenos de la psique, no obstante, no se logró exterminar a la arcaica que habita aún en las mujeres más reprimidas. En efecto, ante la imposibilidad de descifrar la incógnita que encierra la furtiva dicotomía de vida y muerte que esconde en el vientre, el hombre ha tratado de domesticar el yo instintivo de su opuesto —y complemento— de la misma manera que ha intentado dominar la naturaleza a través de
sexo y la violencia. El invento de los hermanos Lumiére, cual caja de Pandora, dejó libres a los demonios de la imaginación occidental. Con pasmosa rapidez, la industria del espectáculo —que extiende sus tentáculos a todos los ámbitos de la vida, desde la telenovela de penetración doméstica hasta la política— se recicla, produce iconos, algunos permanentes, otros desechables, para la veneración popular. Pocas son las figuras que se mantienen en la palestra, que conservan por largo tiempo la devoción de sus fieles. Madonna, el paradigma del feminismo moderno para Camille Paglia, es uno de estos raros personajes. La explotación del escándalo, encarnado en ella misma, de su sexualidad, de su agresividad angulosa, demuestran —a su decir— la conciencia que posee de su poder para excitar físicamente a los horn-= MARZO 1993 EXCESO Si
bres. En la show-woman convergen sexualidad y erotismo, la intrincada intersección entre naturaleza y cultura. A la par que desenmascara el puritanismo feminista y con su actitud demuestra a las jóvenes mujeres que se puede ser femenina y sexual, sin perder el control de la propia vida, Madonna también se revela —desmontando su autoelaborada imagen de bomba sexy que no conoce límites— como una mujer profundamente arcaica. En.el video documental Truth or Dare: On the road; behind the scenes and in bed with Madonna, otra cara de sí misma emerge para sumarse a su ya polifacética imagen. Madonna corre con los lobos, se desnuda, se desenmascara, rescata de lo más profundo su instinto y lo ofrece para quien quiera contemplarlo. En una entrevista publicada en 1991 por la revista norteamericana Vanity Fair se hace patente el ser interior que la habita y que permanece oculto, mas no desoído. La rubia italoamericana es una mujer acostumbrada a escuchar lo que su cuerpo —un templo que ha construido con dedicación— reclama. Una mujer cálida, distinta de la persona que cabalga el escenario, aparece tras candilejas. La imagen de Madonna se acerca, en el imaginario popular, más a la de la hechicera que a la del hada. Como sus antecesoras, las llamadas brujas quemadas por la Inquisición, que no eran otra cosa que herbolarias conocedoras de los poderes curativos y las propiedades afrodisíacas de las plantas, Madonna enfrenta a los Torquemada de la era actual. Su video Justify my love fue prohibido por inmoral, la letra de The beast within fue tildada por el Simon Wiesenthal Center de antisemita y la guinda fue decir que en la música de esa canción había escondido un mensaje de los adoradores de Satán. Nada muy lejano de la Edad Media. Con otros matices, la historia se repite y la mujer arcaica es acusada de ayuntar con los demonios. Para Paglia, sin embargo, Madonna cristaliza el futuro del feminismo, En ella ve una proyección de la naturaleza desatada, "una mujer atractiva sensual, enérgica, ambiciosa, agresiva y divertida, todo al mismo tiempo". Aduce que mientras el feminismo ortodoxo desea que el hombre 52
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El nuevo hombre ni ni a radicalización del pensamiento feminista ortodoxo, que trastocó el ideal de igualdad política y sexual en ferviente negación de todo lo que tuviera un sello masculino —léase machismo recalcitrante e irrefutable inferioridad de la mujer—, tuvo como consecuencia no sólo el encadenamiento de la fémina moderna a la idea de que para alcanzar una posición respetable dentro de la sociedad debía convertirse en una versión caricaturesca del hombre, sino que también creó un varón domado, temeroso de mostrar su virilidad, so pena de ser etiquetado bajo el rótulo de machista. En su libro XY: sobre la identidad masculina, la escritora francesa Elisabeth Badinter escudriña la ansiedad del sexo fuerte ante la búsqueda de una imagen que cabalga entre el arquetipo del duro, el hombre que castra su lado femenino ligado a la expresión de la emotividad, la afectividad y también de alguna manera la pasividad, y lo asocia con un flirteo con la homosexualidad, y el blando, el que no tiene miedo de su dualidad psicológica pero
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que, temeroso de ser calificado de machista, amputa su virilidad e interioriza el modelo femenino, sin por ello pasarse al banco homosexual. Ante el surgimiento de un nuevo tipo de mujer, identificada con su ser primario, Badinter plantea el nacimiento de un "hombre reconciliado", un caballero que conjugue sin conflicto su naturaleza dicotórnica. Este nuevo hombre es una necesidad: "Las mujeres no quieren copias de mujeres a su lado. Quieren seres humanos completos, machos íntegros y no machos castrados, de su feminidad o de su virilidad. Lento pero seguro, el nuevo espécimen híbrido se abre paso. Incluso en el factor gay. Homosexuales que no requieren ridiculizarse a sí mismos exagerando su lado femenino y exterminando cualquier inclinación asociada a la masculinidad sino que compaginan sin sentimiento de culpa su gusto por parejas del mismo sexo con lado viril, su afición por el boxeo, las armas y cualquier otra cosa relacionada arquetípicamente con el mero macho".
Carmen Fuemmayor sea como la mujer, asuma su papel, la rubia cantante ama al hombre real: "Ve la belleza de la masculinidad en todo su rudo vigor y su dulce perfección atlética, al tiempo que admira a los que son de verdad como mujeres: los transexuales y las locas, los héroes de la rebelión de Stonewall en 1969 que iniciaron el movimiento gay". Entretanto, en medio del marasmo audiovisual surgen otras imágenes de mujer salvaje. Sinéad O'Connor, la irlandesa
de rapada cabellera, se erige e identifica como una Juana de Arco contemporánea. Como ella, tal vez termine empalada y quemada en las llamas de la desaprobación, de las cuales ya ha probado algunos sorbos. Pero la figura de O'Connor aparece más
bien como la de la Amazona que mutilaba su feminidad para ser más efectiva en las lides guerreras. De rostro dulce, boca carnosa y grandes ojos claros, tomó la decisión de dejar al aire su cuero cabelludo para evitar que su imagen fuese explotada como símbolo sexual. Protestataria, lista para decir y hacer las cosas como las piensa, su voz angelical deviene puntiaguda flecha que da en el
blanco. Consciente de la fuerza de su sexo, del poder que ejerce aún en las sociedades machocentristas —que no patriarcales— afirma que "siento más compasión por los hombres, por el sufrimiento que experimentan. No creo que sean unos canallas y no está bien asustarlos intentando enfrentarse a ellos en bloque. Resulta difícil ser Fotografía: Louis Monier
del país más poderoso del mundo. Desbancando a actores, cantantes y demás
rutilantes astros, Hillary Clinton es el personaje de moda; el nuevo icono de carne y hueso para consumir, que reivindica a millones de sus pares. Dos planos convergen en ella: el de la profesional destacada que no niega los logros del movimiento femenino, por el contrario los exalta en su brillante carrera como abogada, y el de la mujer maquillada con encanto, apegada a los valores convencionales de la familia, comprometida con su maternidad y con su pareja. Si bien su sexualidad no resulta explosiva como la de Madonna, también en ella se hacen presentes las señas distintivas de la mujer-lobo. Hillary se ha transformado en un personaje, hasta cierto punto, temido. Dentro de su empaque tradicionalista, que no conservador, ella encarna el prototipo contrario de la mujer mariana propugnada por el catolicismo romano, revestida de pasividad, imbuida en la resignación; en resumen, santificada. La virtud de Hillary es arcaica, en conjunción con la mítica fuerza femenina de la naturaleza. Si bien a lo largo de la historia las sacerdotisas de Venus disfrutaron siempre de privilegios obtenidos por gracia de su sexo, provo-
"No creo que los hombres asustar os intentan hombre, mucho más que ser mujer". Perceptiva, Sinéad se aproxima de una manera distinta a la esencia femenina, desmitifica a la mujer víctima y asume el poder que durante el curso de la historia occidental las hijas de Eva disfrutaron como privilegio, mas no como ejercicio de autoridad. La posibilidad real, tangible, empero, de que el poder recaiga en manos de una señora es algo que sigue produciendo escalofríos; verbigracia, en Estados Unidos. Una figura femenina que se ha negado a mantenerse a la sombra de su marido, ahora al frente de los asuntos domésticos de la Casa Blanca, también parece colocada a la cabeza de los problemas internos Fotografía: Gamma Su;
de la voz creciente que soterradamente pregunta ¿quién será el que realmente gobierne Estados Unidos? s la toma de conciencia del poder sexual que implica la metáfora femenina de misterio lo que esgrime este novel movimiento aún subterráneo, que toma cuerpo en el primer mundo de la mano de Camille Paglia y Clarissa Pinkola. No se trata de una involución hacia la situación domesticada de la mujer, como tratan de presentarlo sus detractores, ni mucho menos desconocer reivindicaciones. Es la conciliación con la sacralidad del cuerpo femenino, exacerbada y explotada en aras del crecimiento interno de la fémina, deslastrándose de años de castración mariana, asumiendo las deidades paganas que exaltan la fertilidad de la tierra y de la mujer. Dibujar un paralelismo entre las redondeces de la diosa Geo y de la sexualidad de la virgen —en su sentido etimológico de "una en sí misma", es decir mujer completa, no significando "doncella que no ha tenido himeneo"—, es lo que propone esta corriente. Incipiente, todavía no ha trascendido hacia el Hemisferio Sur y la búsqueda de un prototipo de mujer arcaica en Venezuela se torna harto difícil. "Aquí, sólo veo figuras caricaturescas que tratan de alcanzar el arquetipo", afirma convencida Itala Scotto. Pero la búsqueda continúa. Sheela-Na-Gib, la diosa celta de la fecundidad y la destrucción, representa-
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enfrentarse a ellos en bloque" cando guerras y ejerciendo control sobre sus parejas, fueron pocas las que manipularon abiertamente el poder. La relación mujer poderosa-espíritu diabólico, que aparece como una constante del imaginario colectivo occidental —y es difícil escapar a las directrices de una tradición milenaria, mucho más si se ve reforzada a diario por el género telenovelesco—, parece asociada a la nueva primera dama. Así, su imagen ha sufrido una demonización. Luego del ascenso de su marido al frente de la política estadounidense, distintos medios —la revista Newsweek y El País de España, entre otros— se han hecho eco
da como una enorme vulva que ella con sus propias manos lame, "deja de aparecer grotesca y repelente, como la han calificado, y comienza a movilizar a las mujeres hacia sí mismas, conmoviéndolas profundamente ante esa exhibición de feminidad", remata Scotto. Algunas pistas, débiles todavía, se observan, en todo caso, en. las nuevas generaciones femeninas venezolanas, al tiempo que el primer mundo se asombra ante el grito desgarrador de la arcaica que pugna por salir de su confinamiento para tomar las riendas de su vida, de su sexualidad y, en resumen, de su vasto poder natural. L.9 MARZO 1993 EXCESO
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lado de un beato que se reprocha una flojura en el cilicio, y no por un pecado capital de lesa ambición. Entonces, al fondo del laberinto, estaba ella, la muchacha provinciana que conoció en el 57 o 58, años de lo que le parecía la época más feliz de su vida; cuando el Teatro Universitario lo movilizaba con una pasión tan arrolladora que optó por echar al traste la carrera de derecho del génesis de su historia personal. Era Democracia una espigada cumanesa, cuyo nombre rimaba con el zafarrancho ideológico que se vivía en esos tiempos; estudiaba arquitectura y en los ratos de ocio se subía a las tablas para interpretar los primeros esbozos del dramaturgó que se buscaba; debía su peculiar nombre a los afanes libertarios de un padre que pagó con cárcel gomera el jacobino empecinamiento democrático y, en Juan Francisco de León, Los insurgentes, El extraño viaje de Simón el malo —piezas con el retintín encarnado de la época, que usaban la historia para demostrar el porqué de las taras del presente, al más puro estilo Bertolt Brecht—, se conducía como si estuviera representando su realidad de activista clandestina. Pasaron cuatro años desde el momento en que se conocen para que el amor nacido en la Universidad Central encajara en la retícula matrimonial. Será la primera vez del Cabrujas reincidente. Ella, en cambio, reticente, está ahora estragada por el reconcomio y la apoplejía, asándose a fuego lento en una vejez prematura. Había sido linda, de una belleza criolla, una esbeltez que resaltaba su pelo largo y negro, y quedaba en el recuerdo detenida en sepia, empinada en unos altos, gruesos y anacrónicos tacones levemente eróticos. A propósito, dejándose llevar, el escritor siente otro avance en el hipo de recuerdos y de entre tantos se detiene en una noche de ópera en el Teatro Municipal: se presentaba El Trovador, con la participación del excelso Bergonsi, drama que le exaltó una pasión turbulenta vivida en ese momento con una actriz española. A la salida, en el lobby del teatro, conmocionado por el gran Verdi, se encontró con ella, con la muchacha comprometida que lucía descompuesta. Entonces exclamó: "¡Pero Democracia, ¿qué haces aquí a esta hora?!". Para él, era una de tantas chicas de la universidad, distinguida quizá por una tozudez revolucionaria —un carácter férreo y telúrico que, sin duda, le inspiraría años después a la irreductible Constitución Méndez de Señora—, motivo por el cual se encontraba a tan improbable hora en la puerta del teatro: era acusada y perseguida por culpa de una impertinente bomba colocada en el hotel Tamanaco, y ya la Digepol había allanado la residencia de señoritas donde vivía. Cabrujas la llevó presto a su casa, donde la caridad cristiana de un padre excesivamente devoto —
amén de conversador y excelente narrador de cuentos— la acogió por unas semanas, en lo que fue la casuística de su primera precipitación matrimonial: llegaba él de farra, tambaleante de ron, y encontraba la pureza y el rigor revolucionario enfrascados en cuentas de arquitectura. Así cayó en la trampa fácil del amor delirante de tantas parejas de la época, el amor como lazo de compromiso con la revolución, uniones que más tarde habrían de desleírse a la par de la derrota guerrillera. Se casaron, mas, como el dramaturgo en ciernes vivía de una vocación poco rentable, sería ella quien correría con la parte material de la vida en común. Son los años heroicos, se dice, los de la melodía salvaje, del amor nacido al calor del compromiso. Era, al mismo tiempo, un símbolo de los años rudos: la rabiosa pobreza persiguiendo al consorte a todas partes, la corona de espinas del radicalismo adolescente, el martirologio de cuyo nombre era mejor no acordarse. Instalado con ella en un modesto apartamento de la avenida La Salle —es la madre de José Francisco, un hijo del que poca gente conoce la existencia—, tendrían que ir al estreno de En nombre del rey a pie, por no tener ni siquiera para pagar el autobús. Del tiempo de Democracia data también aquel episodio con Román Chalbaud. Puestos a la adaptación de una pieza de Lisiar Pietri, convinieron en un alto para tomar café. El uno supuso que el otro tenía dinero pero, a la hora de pagar, sólo salían disculpas de los bolsillos. Cabrujas vivía, a duras penas, de un sueldo simbólico como integrante del Teatro Universitario. Por todo ello, Democracia lo admiraba. Amaba su cultura, el compromiso irrestricto con el arte, la vocación para tomar posiciones, que él reconocía haber adquirido con los jesuitas. n efecto, su educación había sido forjada bajo el desiderátum de una frasecita que no habría de olvidar en 50 años: In mayor glorian deum. Los jesuitas: ésa era otra memoria recurrente. Estudió la primaria con ellos porque su padre era un católico empedernido, tanto es así que había fundado con otros señores caraqueños una sociedad religiosa llamada la Venerable Orden Tercera de San Francisco, algo parecido a la conferencia episcopal de por estos días. Grandes serían los sacrificios para que su hijo estudiara en el San Ignacio de Loyola, donde, aparte de haber recibido una educación esmerada, se había codeado con gente que le llevaba varias cuartas de abolengo, como I lenry Lord Boulton y los hermanos Dib. En esa escuela elitesca la exigencia, en cuanto a calificaciones, era tan excesiva que los curas solían enrostrarle al alumnado —a través
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Dittinguida por un carácter férreo y telúrico, sin duda, le inspiraría años después a la irreductible Constitución Méndez de Señora
cjemplificantes carteles en los pasillos— copias de las impepinables notas de Rafael Caldera que, a lo largo de su paso por allí, tuvo sólo una mácula de 18 en un interminable calvario de 20. Los jesuitas de aquel tiempo enseñaban, también, una visión de
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tades: Herman Lejter, Nicolás Curiel, Romáñ Chalbaud y, entre la vida machista y excluyente, recia, que sembraba en el discítodos, el gran dramaturgo, cantante de ópera y maestro de toda la pulo una conciencia de ser privilegiado, especie de ángel terrivida: Alvaro de Rosson, con quien habría explorado la vocación de ble que estaba en el mundo para mandar, ángel redentor, Dios actor y profundizado en el conocimiento de la ópera—; las exhibien la tierra. ciones para el Consejo Venezolano del Niño, y uno de los proyecEsa había sido su formación, que hallaría remate al entrar tos más ambiciosos: la revista Etcétera. en el Fermín Toro, cuando se consigue, a contramano, con una Junto a Herman Lejter fragua esa publicación a manera de actividad política efervescente, un universo laico, un centro de modus vivendi, que sólo llega estudiantes donde se hablará desde materialismo, de Marx, de al tercer número. Por un golla redención del pueblo- y de la reconversión del pensamiento pe de mala suerte, el perseidealista de Hegel a la dialéctica comunista. Para un muchacho guido político Pedro Duno de 15 años oír esa monserga un martes cualquiera de 1952 en la avenida Sucre de Catia —dirá el propio Cabrujas cuarenta años después— era salir del horror del conformismo tropical, salvarlo de la provincia, inmunizarlo contra una visión folclórica de la realidad y desencantarlo de esa literatura colorista de Rómulo Gallegos, de un arte de hechura simplona, que inducía a cerveza, pesadez y desidia. Asimismo, aquel corolario educativo era una castración, un tragarse las imágenes de oropel que poblaron su niñez Genio y figura y la contaminación de melodrama que devino más tarde su filón creativo: veinte años después aflorarían en El día que me quieras. Allí, en el Fermín Toro, conoció a Arnaldo Esté, su Pepe Grillo. Era un muchacho de la misma edad, atosigado por una erudición marxista y una especial calidez humana, que impartió una rápida doctrina en el futuro escribidor. ¿Qué era ese gusto pequeñoburgués por Gardel, qué ese afeminado tarareo: "Un rayo misterioso hará nido en tu pelo"; qué la pasión Ideas profundas, voz ronca morbosa por la ópera italiana? Fácilmente, Cabrujas hace una visita a la redacción sería ganado para la causa, vía lectura de Romain Roland, José Ingenieros, El hombre Mediocre, Así se forjó el acero y toda de la revista, y la Digepol, laya de títulos y autores de sulfúrica literatura roja. Arnaldo, atando cabos con ruda lógi- Un bastón con el poder ca, entra en acción siguiéndo¡ah!, su gran amigo Arnaldo Esté. El agente secreto de la NKVD le los talones. Cabrujas, de nuevo —corre el año de 1967— pasa soviética, el que lo conquistó para que participara en la sampablera revolucionaria, aquel que un día organizó una provarios días en la cárcel; esta vez dejarán secuelas. Al salir, escribe testa contra la dictadura en el liceo —700 alumnos toman la su última obra brechtiana, Fiésole, de corte nostálgico y metafísicalle y son reprimidos por la policía y agentes de la Seguridad co que recoge esa experiencia carcelaria. De alguna manera, tal es Nacional—, antes de sortear una barricada —con la misma hala partida de defunción de su creación política. Y, también, el bilidad que años más tarde le granjearía fama de gran soldado, acabóse, otra vez, de un empleo. experto dinamitero e importante jefe de la guerrilla—, siempre Está, nuevamente, cesante y fichado. La ocasión está servisolidario, entonces intentaría salvarlo: "¡Corre flaco, corre!". da para terminar de saltar la talanquera. Todo sea por la necePero el corazón de José Ignacio, tempranamente maltrecho, ya sidad de sobrevivir. Después de un tiempo dando tumbos al daba síntomas de deficiencia, y no pudo escapar de las peinillas garete, barloventeando de aquí para allá, un amigo en Radio y de un encarcelamiento que duró 20 días. Caracas Televisión le habla de una vacante en el canal, y lo De entrada, podría decirse que del Fermín Toro le había quemejor: que para ocuparla, los jefes están dispuestos a hacerse la dado el compromiso, se había convertido en un precoz escritor vista gorda con aquel engorroso asunto del antecedente penal. engagé, y sus primeras obras expresaban un apego a la vanguarAsí entra en la nómina de I3árcenas. Y su primer encargo será dia, un carácter ético a tono con el teatro de militancia finiquitar, en 70 capítulos, la novela La Tirana, su pinito roirrestricta y así habría asumido la pobreza con alegre mueca de mántico. De seguidas, contratado bajo un sueldo de 5.000 booptimismo. Por ello participa en mil proyectos fallidos, como el lívares —una fortuna para la época—, tendrá la fastidiosísima Teatro Arte de Caracas —desde donde cultiva sus grandes arnisobligación de escribir los guiones del programa Las trillizas de
oro: "Cabrujas, hacé algo con esto, que la idea es bonita", le diría el argentino padre de las chicas y su
gador de póker, que le extiende la mano en gesto de bienvenida. El mono gesticula y le susurra: "Yo soy tu
productor. En fin, cantidad de ocupaciones que le proporcionan éxito pero, militante como había sido hasta entonces, le procuran una crisis existencial. No soportará sus propias justificaciones. "Soy una puta,
mundo Cabrujas, la televisión, el mundo de la estupidez que no puedes dejar... El mundo que niega a Joyce, a Rimbaud, que está contra Picasso y el buen gusto...". Sería una imagen nunca olvidada, que lo mantendrá en soporíferas vigilias para hacerle preguntas. Había tomado al simio de la mano para regresarlo al estudio donde el circo de La feria de la alegría tenía sus bestias, y aquello se convertiría en una metáfora: el mono era
me vendí" . Llegaba a su casa a la medianoche y preparaba unas grandes paellas —siempre fue un excelente cocinero— que luego no se podía comer. No digería el nuevo y confuso estatus de izquierdista solvente. Un día el entrañable camarada Esté terminaría por meter el dedo en las dialécticas llagas. Pasó por su casa en uno de tantos rodeos a hurtadillas, en el momento en que Cabrujas estrenaba una gran cama nueva, y le soltó la perla: "No lo tomes como un reproche, es sólo comentario de amigo, pero ¿sabes?, hace diez años que no sé lo que es una cama cómoda y limpia...". Estalla la depresión. En Cabrujas punzan los remordimientos y crece la necesidad de revisarse. Por un lado veía a los amigos políticos en la clandestinidad, derrotados, viviendo a brincos de mata, en una pobreza resentida. Por el otro, a la gente del teatro, a capa caída, humillada, en las mismas. Y él, ganándose cada vez más para la causa de la renuncia al radicalismo político. Tanto es así que, desleído al par de la furia socialista, el matrimonio con Democracia López llega a término, entre un barullo de insultos y tirones de pelos. Es cuando comienza a deambular por tascas y cafés de Sabana Grande en una bohemia desengañada, enarbolando un discurso apocalíptico que escupe en el pasado; una sorda logomaquia de cierre de telón. Bolívar era el grah error, la metida de pata en la historia, era mucho mejor una monarquía; igual la emprendía contra la democracia o el comunismo, embrollado en el corazón de las tinieblas en que se había convertido la imposiblidad de conciliar la apostasía y la adopción de una vida pequeño-burguesa que le permitía la televisión. "El mundo irracional, miserable, palurdo de la telenovela", dirá de aquella época, con la imborrable verdad revelada del marxismo.
la concreción de un ridículo intuido desde siempre, el sentimiento de culpa hecho pelo, dientes, cola. Entonces vislumbra la posibilidad de hacer algo mejor, algo diferente. Quiere convencerse de que, eventualmente, en el género de la telenovela, se podrían operar cambios, dignificar el oficio. ¿Por qué no? Si hasta su teatro había dado un viraje con Profundo, donde deja atrás el afán conceptual y se ubica en un espacio, un estro donde da rienda suelta a cierta mitología provinciana del venezolano, ligada al mundo de su mocedad caraqueña. Es cuando, pues, se terminan los quebraderos de cabeza. Una alquimia novedosa con arreglo a las dictaduras del rating, un proyecto que la gente dio en llamar la telenovela cultural. Dispuesto para la búsqueda del elíxir, la fórmula daría resultados insospechados, amén de lavarle las neuralgias que le quitaban el sueño. Entonces vendría la época cenital de su vida. e ha casado con Eva Ivanyi —antigua mujer de su entrañable amigo Alvaro de Rosson, quien había seguido el camino del alcohol y la derrota— con quien se ha ido a vivir al mismo edificio de la calle Negrín donde Isaac Chocrón, el dramaturgo burgués, tiene un pent-house—, y le llueven los triunfos de La señora de Cárdenas; Silvia Rivas, divorciada;
Soltera y sin compromiso; Natalia de ocho a nueve. Exitos en televisión que corren parejos con los del teatro: ha estrenado El día que me quieras, el apoyo del público ha sido unánime y ha
Esa gran crisis tiene su momento de cristalización en una imagen demoledora que ha quedado en su mente con el troquel que
quedado gloriosamente insertado dentro de una tríada ulteriormente legendaria en el mundo de la cultura en Venezuela: Chocrón, Chalbaud y Cabrujas. Ha soltado, al fin, las historias
valida una nueva etapa de vida. Corría 1972 —ya era un hombre
reprimidas por el compromiso socialista —los demonios de que
acostumbrado al doble juego de pensador progresista integrado a la generación de divisas—, cuando acaece el secuestro de las hijas de Renny Ottolina y en Bárcenas se sucede el caos y la indecisión
hablaba Sartre, los fantasmas de Sábato, es decir, las obsesiones en el lenguaje, según Sigmund Freud— en un progresivo deslastre que comienza a rendir sus frutos.
a la hora de enviar mensajes a los plagiarios. Entonces, Peter Bottome lo llama de madrugada: "Cabrujas, vente, necesitamos gente que aporte ideas". Cabrujas va a la planta y, en un pasillo oscuro y desolado, a esa hora, se le aparece una extraña visión. Un mono trajeado con un chaleco amarillo y una casaca verde de ju-
Reconocido por sus aciertos en el teatro, el cine y la televisión, y sobre todo por su intento de una mejor telenovela, Cabrujas adquiere relevancia, comienza a crecer dentro del medio y su voz empieza a inquietar a los pesados de la acera de enfrente. Incluso, cuando en Natalia de ocho a nueve unos parlamentos del
Escribir los guiones del programa le proporciona éxito pero, militante como había sido hasta entonces, le procura una crisis existencial "Soy una puta, me vendí"
personaje femenino central producen escozor en el gobierno de Herrera Campíns, a los dueños de la planta no les queda otro remedio que recurrir al viejo expediente de Delia Fiallo, quien estrena
La zulianita con asombrosa
aceptación en la teleaudiencia, suceso que por
ntonces, el matrimonio con Palacios no sería más que el colo demás iba en contra de todo lo acordado con los productores. Así rolario de una identidad recién descubierta: ambos tienen que, descompuesto, se da el lujo de la renuncia y se cambia, paradósangre azul. Y desde ese privilegio cromático, le resbalarán jicamente, al canal del Estado; junto con Julio César Mármol, vollas machaconas críticas sobre el tópico de la telenovela, su verá a anotarse unos punticos en el survey de encendido con La fulana conversión o incluso las majaderías de Nuño. El momento dueña, que cautiva, sí, pero tiene el techo creativo impuesto por la peor ya pasó. Mal que bien, el consagrado todero de El país según propia emisora cuando se confrontan sus intereses con los de la paCabrujas, el héroe semanal que aglutina lectores de periódicos y reja de productores independientes. Y cortan el vuelo al proyecto. Y ahora en librerías, regresa al Canal 2. pudo capear el venAllí comienza, entonces, una producción en serie que le vale tarrón. Ni siquiera las críticas de la intelectualidad, que lo colocan en el banquillo unas infelices declade los acusados: él habría cedido a las presiones del medio. Si reraciones dadas a la nunció airado a RCTV, reenganchan a Delia Fiallo y después regresa, debe haber doblegado la cabeza. El se defiende. Célebre será su razonamiento ulterior que arropa a la ex vieja rival: Fiallo sabe lo suyo. El género no es despreciable, depende de cómo se use. Está ganando mucho dinero; paralelamente, el segundo matrimonio se ha ido evaporando, luego de un affaire con Doris Wells y después que, por último, haya conocido a Isabel Palacios, dama de empaque cultivado que podía rastrear sus ancestros arriba de trescientos años, sin equívocos. Quizás eso le habría mune Laso, un rumor hecho despertar un súbito interés genealógico. Así, fue a Barcelona de España y, revisando la guía telefónica, encontraría seis Ca brujas en el directorio con quienes reconstruir un, hasta el momento, modesto pedigree. Por azar, llamó a uno: resultó ser un joyero muy próspero. Concertaron una cita a cenar: sus antepasados 1_1■ ~Mea de rosa y viva España! eran comunes. El joyero le ratificó cosas de la familia periodista Maritza y le reveló que el apellido significa "el que viene de las brujas". Jiménez en donde, Pero la mejor información que le suministró fue la de que su sosteniendo el disbisabuelo había sido el Duque de Valmaceda, el miembro más curso de marras, conspicuo de una poderosa casta española. Con Palacios, un clásico dominical tuvo el infausto desValmaceda, según el pariente joyero, tenía un castillo en liz de decir que la telenovela era para el pueblo llano, pueden ahora haBarcelona. En vista de que las cortinas de la propiedad lucían cerlo tambalear de un pedestal de maestro, oráculo, punto y final. arruinadas, contrata a una costurera para que las repare, con la que sostiene una fugaz relación sentimental. De allí nacería un Nuño —valga la recurrencia temática— le había reprochado bastardito, por quien el padre, contra todo pronóstico, iba a "no el hecho calamitoso de una televisión chabacana entregada a demostrar interés: "Niño, ¿qué quieres hacer en la vida?". El la producción de divisas, sino que además de tener que soportar ese engendro, vengan los ideólogos de la televisión venezolana a pequeño le confiará su preferencia por la música y es así como lo inscribe en el gran Conservatorio de Barcelona, donde se sermoneamos con lo que es cultura, más aún con el deleznable ragradúa de fagotista. Pasan los años y se dan las escaramuzas zonamiento, digno de cualquier patiquín fascistoide, de que ésta que serían los preludios de la independencia de Cuba, a donde es sólo para la clase media". Pero nada. Este llorón confeso, operómano militante, teodorista irredento, sobrelleva muerto de el Duque de Valmaceda es enviado como uno de los capitanes la risa, ahora sí, la última vocación que lo ha encumbrado en el de ocupación, trayéndose como recluta al músico, es decir, al abuelo de Cabrujas. En Cuba queda un dicho, que sólo conopedestal de empresario del entretenimiento, a despecho de los rucen los ancianos: "Más malo que Valmaceda". Es así como el mores que lo ligan al corazón de Mimí Lazo y ahora a la zaga de vástago, en un gesto que lo honra como precursor de los actuasu ex alumno Ibsen Martínez, de quien emulará el estilo en su les balseros, deserta de la isla y llega a puertos de Venezuela en próxima teleboa, ambientada en la víspera del 4 de febrero. una escuálida embarcación a mediados de los ochenta, del siglo Cabrujas —desecho el comunismo se termina la zozobra pasado. Así que su padre, el modesto sastre de la avenida Arculposa— se arrellana en su butaca, afila el tema de una nueva gentina de Catia —y él también— podía presumir, aunque de columna y, acomodado en el rol protagónico de ficcionador manera sesgada, de un origen aristocrático. atrapado por su propia realidad , comienza a segregar bilisL (
60
EXCESO
MAR/0 1993
Dominando el mar y la sierra, el Palacio de Pena, delirante fortaleza erigida a mediados del siglo pasado por el esposo de la reina Maria II de Portugal.
Arnould de tiedekerke desde Portugal Fotografías de Jean du Boisberranger y Robert Tixador
mai A una hora de Lisboa, y en la proximidad del 11~~111111 océano, se halla un inusitado refugio de sueños 111111111m~aw cuyo temple se nombra con una mera palabra: saudade. E9a de Queiroz y Paul Morand amaron
111111111111111111111111111P":" con pasión la vetusta ciudad, casi irreal. Para 711,z` Lord Byron, ésta encarnaba el glorioso Edén. ,
MARIO 1993 EXCESO
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e vende. Las rejas cerradas con candado, carcomidas por musgos sin ternura, olvidado el jardín. Se vende. Una comunicación más que un cartel, borrón y cuenta nueva para esta casa de postigos clausurados, villa, loca y vacía, como tantas otras que se elevaron aquí en el siglo pasado, especie de enorme pastel, coronado por extrañas molduras arquitectónicas, conjugado con volutas en donde el neobarroco viste de mudéjar, y un techo erizado de garitas, pináculos y montones de almenas ficticias, centinelas inútiles que miran la noche apoderarse de Sintra. "Se dice que unos japoneses la van a comprar. ¡Otra más...!". En un pueblecito, en donde la más ínfima bicoca se da aires de castillo manuelino ¿quién podría asombrarse de que los choferes de taxi tampoco tengan ni un asomo de mentalidad parroquial? En una tarde de otoño de las de aquí, cuando el tropel de turistas ha desertado, recorrer los suburbios de Sintra, sumergirse en sus follajes espesos de acuario, pinos color malva, helechos gigantes y oscuros, que apenas dejan colar el día, y sin embargo resultan tan poco opresores, es desviarse, dar un rodeo por un paraje-distraído, perezoso, en donde el kitch y las veleidades de estrella de cine compiten con el anacronismo, la quincalla con el esteticismo, en donde la princesa Marlene se sienta a tomar té con Gloria Swanson. Es viajar en un pañuelo de bolsillo, de porcelana, en un mundo que tiene, a un mismo tiempo, algo del Crepúsculo de los dioses, estilo Visconti, y algo de escenografía de opereta. Sintra, la que amaba con pasión De Queiroz; Sintra, donde Byron, cuya casa se ve allí todavía, escribió Childe Harold. Sintra, donde incluso el oporto tiene sedimentos de saudade, gotas de nostalgia. No será raro entonces advertir, aquí y allá, por las calles traidoras de la vieja ciudad, en los vestíbulos de los hoteles, afiches que anuncian la próxima realización de un Congreso Internacional sobre el Romanticismo. Más que las decanas, Venecia y Viena, viudas nobles de la Europa romántica, Sintra se quita los guantes de entrada, se entrega tal como es, cortesana del recuerdo y de las pasiones de invierno, peregrinaje obligado, a dos pasos de Lisboa, de los hijos de La Belle Dame sans Mercy y de Chateaubriand. Muy simple, por demás, siéntese en una de las terrazas que se hallan en las escaleras del Palacio Real, alias Palacio Nacional, enorme construcción, caja
fuerte de línidus azulejo, de chimeneas monumentales, dignas de las cocinas de Gargantúa. Mientras saborea un helado, mire pasar esos cochecitos de tarjeta postal, góndolas vernáculas, las mismas que quizás lo conducirán hasta allá arriba, a esas ruinas hechas trizas del Castelo dos Mouros, murallas sarracenas, como 62
EXCESO MARZO 1993
Castel Dos Mouros rodeado de torres y murallas sarracenas
I En los linderos de Sintra, Monserrate: en medio de una luminosa vegetación, este capricho oriental que fuera hacia 1780 residencia del escritor Inglés William Beckford ». El claustro del Palacio de Pena, célebre por sus ornamentos moriscos
MARIO 1993 EXCESO
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Vista interior del Palacio Dos Seteais
salidas de una acuarela de Víctor Hugo. O bien, justo en la colina de
Hoteles
enfrente, por los recodos de una ca-
Palacio Dos Seteais
Quinta Della Capela
rretera de ladrillo, en un parque inundado de verde intenso y de quietas humedades, hasta las puertas del
Imprescindible. De lo mejor que pueda haber en el Viejo Continente, a situarse entre los hoteles con encanto. Ambiente, vista, décoración, refinamiento en el servicio: todo, allí, amerita los superlativos. Habitaciones desde 12.000 bolívares aproximadamente. También ofrecen ventajosas fórmulas de fin de semana. Mayores informes en la Oficina de Turismo de Portugal.
Una espléndida morada del siglo XVIII en el flanco de una colina. Vista maravillosa, muebles antiguos. Fuera del tiempo, pero al alcance del bolsillo. Unos 5.600 bolívares la habitación sencilla.
Palacio de Pena, ciudadela fantástica, delirante en sus cúpulas renacentistas y sus bulbos amarillo vivo, su gótico morisco, su gigantismo y sus torreones. Y uno tiene la impresión, detrás de todo eso —los espesos muros, los senderos de ronda de ese buque de cartón piedra, a lo largo de
Tivoli Gran confort moderno en pleno corazón de la ciudad. Práctico y de buena calidad. Precios a partir de 4.200 bolívares la habitación sencilla.
salones en hilera, decorados de reliquias y de retratos
que dar un paseo, sin prudencia forzosamente, pero
de una corte difunta—, de una estética heterodoxa que
sin llegar a perderse, pues aquí es un verdadero goce
mezcla cascos puntiagudos y narguiles. "El castillo del Santo Grial", decía Richard Strauss,
preguntar el camino.
quien no temía a las palabras —¿o a lo mejor estaba embriagado?Eso fue a mediados del siglo pasado. Algunos años más tarde, en Neuschwanstein, Baviera, Louis II no logrará nada mejor. Raymond Queneau, que no tenía sin embargo nada de héroe de Musset, amaba a Sintra "la de los tres castillos escalonados ". Y la dulzura del vivir, teñida de melancolía, que preside estos lugares. Para que no quepa duda, hay que visitar el Palacio Dos Seteais, convertido en hotel del más auténtico lujo, divinamente obsoleto, sin alboroto. Se dará la vuelta por el barrio de Sao Pedro, ámbi-
Si alguna imperfección reina aún en Sintra, más vale cultivarla y dedicarse a gozar del aire, o hacer un voto a su favor: a ella pertenece lo mejor de los viejos muros de la ciudad, sus antiguos pudores, que son también una forma de buena educación, sus quintas y sus gentes, como una página de Pessoa, tamaño natural, la frágil despreocupación, la
saudade nada triste
de esa atmósfera, de ese pasado todavía sin banalizar. Y que uno pase allí tres días, o un mes, no cambia nada. Quien sabe vivir no saldrá indemne. Prisionero de Sintra.
to de los anticuarios, cuyos precios, en lo esencial,
Versión: Valentina Marulanda
van a la par con la cortesía: extremos. Y luego habrá
© Le Figaro Magazine. 1992 MARZO 1993 EXCESO
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recodo sentía la presencia de una energía fortísima, tal vez la mano de Dios, como si de un sueño se tratara. Todo es inmóvil, atemporal, pero a la vez es como si al mismo tiempo el mundo estuviera condensado ahí". Es la primera vez que viene a Venezuela, pero no la última. Tres semanas de rodaje entre verdes infinitos han aportado renovada energía a su alma, para fortuna de los nueve perros y los nueve gatos que hoy conviven con ella en Roma. Isabella Russinova encarna a Carlota —mundana chica que emprende un viaje a la selva profunda tras la pista de su hermano, desaparecido hace 15 años— en la nueva aventura cinematográfica de Carlos Oteiza. Se trata de
Roraima, coproducción ítalovenezolana a estrenarse a mediados de año. Los pinitos de Isabella se remontan a principios de los ochenta, cuando incursionó en el modelaje —importantes fotógrafos la retrataron para
Vogue y Harper's Bazaar. En 1985 debutó en cine y televisión, y su primer trabajo fuera de Europa es precisamente Roraima. Enemiga absoluta de los senos inflados con silicona, su sencillez sorprendió al equipo de rodaje que esperaba
Italiana tropical
66
encontrar los caprichos de una diva. "No podría comportarme así, pues
Bebe un sorbo de café, se acomoda
emociones pero admite que su paso
todo fue muy grato. Pude ver cosas
la falda y, ante el halago, un rubor
por la Gran Sabana la ha transfor-
únicas que poquísima gente en el
—¿verdadera ingenuidad o recurso
mado de plano; ahora es otra,
mundo ha presenciado". Asegura
de actriz?— toma posesión de su
espiritualmente crecida. "Un lugar
que regresará: está empeñada en
rostro inmaculado. Nacida en
mágico como el tepuy me produce
doblar ella misma el texto de
Turín, 34 estelas en la mar atrás,
una gratísima sensación, imposible
Carlota al castellano. MS
Isabella Russinova no se_pierde en
de explicar con palabras. En cada
EXCESO MARZO 1993
de un poco de paz para sus reflexiones, este local ha acaparado en mínimo cronometraje un amplio espectro de asiduos. Acogedor e
íntimo, su interior desdice la primera y ramplona impresión. Concebido por sus dueños —Nicco Scardino, Luis Puchades y Ricardo Quiroz, los mismos del Restaurant Piazza— para ofrecer, todo en uno, cocina decente y rápida atención, sin los rigores del excesivo protocolo, combina en sabroso binomio gastronomía y literatura. Nueva en el país, la idea de poner en la misma vitrina vituallas y libros, ya peina canas en Europa y el Cono Sur, dicho sea de paso, con éxito. Amén del consabido "se reserva el derecho de admisión", el toque de divina juventud de sus propietarios se deja sentir: siguiendo la premisa de Phill Collins, para entrar allí no hace falta chaqueta ni corbata ni almidonados trajes... en fin, informalidad a discreción. FC
un periódico de servicios con información necesaria para el inversionista". La nueva publicación, que cuenta con el periodista Juan Carlos Zapata —en la foto, el de corbata— como editor en jefe, al fomentar y estimular las inversiones financieras, pretende convertirse en mural de lujo de los cambios financieros que dominan la nueva realidad del planeta. Par de coloridos cuerpos tamaño standard —uno full de reportajes, crónicas y entrevistas; y otro atestado con indicadores de las principales bolsas del mundo, de los mercados financieros, de los fondos mutuales y
de cuanta complicada operación bursátil se pueda imaginar; amén de corresponsalías en el exterior, convenios con casas de bolsa y la asesoría de un grupo de economistas, administradores y estadísticos— "sólo periodistas no hubiésemos podido hacerlo", coinciden ambos y distinguen a El Capital de otras tantas propuestas editoriales —léase Economía Hoy o Reporte— surgidas tras la tormenta del viernes negro. "Esos medios", Malaver toma la palabra, "concebidos en términos macroeconómicos, enfocan el comportamiento de los grandes grupos y contribuyen con una visión global de la economía, pero no le dicen al hombre corriente —al pequeño y mediano inversionista— qué va a suceder con su dinero, dónde colocarlo, en el país o fuera de él, a fin mejorar el rendimiento. Este será un periódico de pistas". A seguirlas, pues. MS
No jacket requiered En una populosa esquina de El Rosal, flanqueado por sendos escondites del amor a hurtadillas y al mismo tiempo estratégicamente cercano a la Bolsa de Valores de Caracas —morada y criadero de yuppies de toda monta— se alza, inocua en apariencia dentro de su rigidez frisada de terracota, la fachada del Palio Caffe. Refugio reciente —hace sólo dos meses y medio que está en funcionamiento— de altivos portadores de teléfonos celulares, damas jóvenes que buscan un lugar propicio para sus confidencias, señoras de plateados moños esculpidos a punta de laca, y caballeros de oscuro traje, deseosos
"1011.1« El Capital, un medio Es domingo. Expláyelo y entérese de cómo marchan sus inversiones en la bolsa; averigüe si ese fondo mutual, aquel que le recomendó su padre, realmente garantiza el máximo rendimiento del mercado; y ¿por qué no? satisfaga su curiosidad: ¿en cuánto se cotizan las acciones de la Mitsubishi? Expláyelo e infórmese acerca del movimiento de los números en la rueda financiera —nacional e internacional—, y aprovéchelos a su favor. "Se trata de un periódico herramienta", proclama Manuel Malaver —en la foto, el de bigotes, orgulloso jefe de redacción de El Capital, semanario económico que desde el próximo 14 de marzo (cada domingo es la cosa) abarrotará los kioscos de las principales ciudades de la República. "Más que económico, es
MARZO 1993 EXCESO
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Cómo ganar enemigos IsidroMoralesPaúl
Separados nacer
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Cachicamo trabajando pa' lapa Fidel Castro/Los gusanos
Historias dela locura corriente
Muchacho al horno Zoopsiquis
l'opten Sofia Coppola
Divas de los 90
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Cómo ganar
El episodio
Alfredo Tarre Murzi
Un pase de factura
1989. Su postulación como presidente del CSE parecía gozar de la más amplia aceptación hasta que, desde la talanquera, saltó Alfredo Tarre Murzi. Poniendo el dedo en la llaga, el senador copeyano señaló, implacable, la tibia gestión de Morales Paúl al frente de la Cancillería en tiempos de Lusinchi y su dudosa independencia manchada de blanco. En respuesta, el jefe del organismo electoral denunciaría ser víctima de una retaliación porque con anterioridad le habría negado al legislador verde la solicitud para ocupar un cargo en el Consejo Superior de la Unesco, desde su condición de jefe de la diplomacia nacional.
Felipe Montilla
Yo no me voy, yo me quedo aquí
1989. Desde su puesto al frente del CSE, Morales Paúl decidiría revocar la proclamación de Enrique Mendoza como alcalde de Sucre. El fallo puso en entredicho su imparcialidad y provocó la airada protesta del ex ministro copeyano de Educación, quien solicitó a su partido exigir la dimisión del alto funcionario. El aludido respondería tajante: "Para solicitar mi renuncia, tienen que hacerlo las dos terceras partes del Congreso".
Enrique Salas Rómer
Una maniobra en la oscuridad
1992. Ofendido, Morales Paúl acudiría a la Fiscalía para acusar al gobernador del Estado Carabobo, quien, en declaraciones públicas reseñadas ámpliamente por la prensa, denunció una supuesta maniobra de dicha institución para "provocar la abstención de los votantes". Veladamente, Morales Paúl amenazaría con suspender las elecciones en el estado.
Hilarión Cardozo
Una verde equivocación
1992. Con gruñidos casi imperceptibles, Morales Paúl respondería a los señalamientos expresados por el presidente de Copei acerca de las presiones que estaría recibiendo el máximo organismo electoral de parte de Luis Alfaro Ucero y Eduardo Fernández. Con ácido verbo, Cardozo comentaría la vocación de timbre de algunos funcionarios independientes.
Angel Enrique Zambrano
El desprecio
1992. Ante la protesta del líder de Decisión Ciudadana por la mala ubicación recibida en el tarjetón electoral, el presidente del CSE se explayó en epítetos despreciativos, sacando de la manga su trillado as: suspender las elecciones.
Ramón Martínez
Asesinado en Berruecos
1993. Tras los dudosos resultados de las elecciones en el Estado Sucre, seguidos de la actuación poco certera de las juntas electorales designadas por el presidente del CSE, el candidato a gobernador por el MAS, Ramón
enemigos y conservarlos
Isidro Morales Paúl:
un péndulo
Sendos títulos universitarios, uno de ciencias políticas y otro de economía, amén de una maestría en derecho comparado, lo lanzan a la palestra pública, donde tomaría asiento en un rosario de puestos hasta llegar a su cuestionada presidencia del Consejo Supremo Electoral. De humor harto cambiante, tórnase oscuro personaje detrás de ambiguas y escurridizas actas electorales.
Los detalles
El enemigo
Martínez, rezumando odio por la herida, descargó su inquina contra el alto funcionario y le acusó públicamente
de avalar irregularidades con la intención de
afectar su victoria política. Una demanda civil y penal por difamación e injuria no se hizo esperar y, además de tener que soportar la incertidumbre sobre su elección, Martínez hubo de cargar con el peso de sus palabras.
7O
EXCESO MAR/0 1993
Una frase típica
El pronóstico
"Ojo por ojo, diente por diente" (Del viejo testamento)
En una segunda versión de El vengador, cualquiera de los dos podría hacerse del papel protagónico
"No se pueden tener dudas de la buena fe del CSE"
A la tercera reelección de
"No es una amenaza, sólo una advertencia" (I.M.P.)
Un golpe podría hacer verdad el cuento del lobo de Morales Paúl
"Cuando el río suena es porque piedras trae" (Del refranero popular)
En su casa sólo habrá aldabas. De timbres... ¡ni hablar!
separados Estatua en la cas de la ópera, Vicente Emilio Sojo...
..NAKtuvo su estatus en la cosa después de operado, José Vicente Rangel
Magdalena Sánchez, hizo mutis del joropo...
Blar -iá de Pérez, nadi le quita lo bailao
Jean Carlo Simancas, un partido de ensueño...
...0swaldo Alvarez Paz, la pesadilla de su partido
Contra las cuerdas, Ramón Escovar Salom....
... Fanático de las cuerdas, Alirio Díaz
Mendoza, Morales Paúl no estaría entre los convidados
"Es la clásica apreciación demagógica de una persona que quiere pantallar políticamente" (I.M.P.)
Una extraña reacción hacia las barbas hará que Morales Paúl gaste fortunas en hojillas de afeitar
"Todo lo que diga podrá ser utilizado en su contra" (Cualquier serie policial)
Difícilmente se verán los bermudas de Morales Paúl en Playa Colorada
al nacer MARZO 1993
EXCESO
71
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•
El nombramiento no le vino de sorpresa: ya en febrero de 1979, recién instaurado el gobierno de Luis Herrera Campíns —de quien se confiesa admirador— entre corrillos • copeyanos se murmuraba que él era "el cuar- • to bate para ocupar el cargo". Fue el propi mandatario quien lo designó presidente del • Instituto Nacional de Deportes. Oswaldo Pa- • pelón Borges —hosco moreno cuyo semblante desdice el dulce sabor de su apodo— • se comprometió entonces a popularizar la • actividad deportiva. Instó —inolvidable frase • mediante— a su tren de trabajo a dejar en alto el nombre de la institución que repre- • sentaban: "No quiero que den espectáculos • públicos por excesos de aguardiente o líos • • de falda". • Veinte años atrás, como corolario de un prolífico desempeño al frente de la selección nacional • de volibol —su paso por los Centroamericanos • del 59, los Panamericanos del 60 y el Mundial • del 61 no fue inadvertido, se hizo con el premio Buen Deportista Ymca—, el atleta había decidido dedicarse a la docencia con miras a ocu- . par un futuro cargo dirigencial. La siembra trajo sus frutos —algunos amargos. Un lustro al frente del IND —organizó tres juegos deportivos nacionales y unos Panamericanos— se tornó en fraude. En mayo de 1989 se declaró su responsabilidad administrativa en el uso • indebido de 254 millones de bolívares. Lue- • go de una sonora renuncia, a Oswaldo Pape• lón Borges, otrora figura habitual de la pren• sa, actual presidente de la Federación • Venezolana de Tenis de Mesa, no se le escucha ni el suspiro. Trascendió que en Cuba, donde ahora se recupera de una operación en los pies, prepara un regreso a la patria. Todo en nombre del deporte.
• •
Fidel Castro
Los gusanos
En 1953, el caballo barbudo debutaba con el
De toda esta meresunda, los gusanos —léase
asalto al cuartel Moncada, en lo que sería la pri-
tránsfugas, marielitos y todo aquel cubano que, a
mera demostración de envergadura de su ulterior-
partir de la proclamación sin ambages del carác-
mente afamado savoir (aire en materia de praxis
ter comunista de la revolución, tomó las de Villa
guerrillera. No tardaría en soltar aquella ocu-
Diego, poniendo proa a Estados Unidos—, co-
rrencia —"La historia me absolverá"—, desde su
rrieron con la mejor parte. Desde 1962 han he-
prisión inicial en isla de Los Pinos, al tiempo de
cho de Miami la ciudad donde el sueño latinoa-
ponerse a la obra en un sudoroso afán de cumplir
mericano de progreso material supera incluso las
el oráculo y redimir, jesuíticamente, a la historia,
aspiraciones más ambiciosas y, en sólo una gene-
al pueblo, al comunismo, con la creación de un
ración, la comunidad cubana ha conocido un ni-
hombre nuevo en Cuba. Luego vendría el desem-
vel de vida jamás visto en la isla bajo ningún régi-
barco, desde México, en las pantanosas costas
men y en ninguna época en 500 años de historia,
orientales de la precaria embarcación Granma,
merced a las facilidades y ayudas que el estado
junto al Che Guevara y bajo una lluvia de balas
norteamericano proporciona a toda manifesta-
de la aviación batistera; el control de la Sierra
ción de anticastrismo —conveniencias políticas
Maestra, las sangrientas escaramuzas de la guerra
mediante; los haitianos jamás correrán esa suerte.
de guerrillas, la danza de la muerte y todo el
Actualmente, el ingreso per cápita de los sufridos
sicodrama aquel de un bolívar para Cuba, que
disidentes es siete veces superior al de La Habana
corola en la toma del poder y 30 años de guerra
de Fidel, y su promedio global rebasa los 4,5 bi-
fría, amén de la mucha amargura de un régimen
llones de dólares anuales, más que el de los 10
que está por caer.
millones de cubanos en la isla.
Corte Suprema de Justicia Fue un corte supremo de justicia
Claudio Fermín Llegó a El Junquito por las aceras
Los Navegantes del Magallanes Se los echaron al pico por piratas
Vladimir Cessen Debajo del liquiliqui se ocultaba un camaleón
Bill Clinton Le dio armas a los partidos
•
Cecilia Matos Tenía su pepita de oro
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EXCESO MARZO 1993
,‘i,e rra
deiu e g o
istorlas de la locura corriente
Curas zoológicas ¿Terapias en el reino animal para las dolencias humanas más comunes? ¿Compañeros de especie de la categoría irracional capaces de brindar al horno sapiens lo que a veces no pueden ni los de bata blanca? ¿En vez de cadena alimentaria cadena sanitaria? Un libro repleto de pruebas y recetas al respecto acaba de aparecer en Francia. Para muestra, de seguidas, además de los ayes de asombro producidos en galería, aletas, ladridos y maullidos. El delfín, efectivo antidepresivo El profesor inglés Horace Dobbs recomienda el delfín a las personas con tendencias tristonas. En' el caso de un cara a cara entre el mamífero acuático y el enfermo terrícola, según Dobbs, se producirá de inmediato una especie de electroshock. La teoría: un ser humano es incapaz de ocultarle nada a uno de esos . pecesotes de embuste que emite ruidos cuando tropieza con un obstáculo y percibe el mundo en imágenes acústicas. Su acceso al alma humana es directo, puesto que el sonido ignora las fronteras de la piel. Así, el inteligente animal, único poseedor de un código lingüístico avanzado, envía ultrasonidos a la persona abatida por la depresión, con efectos sedantes. Ello porque profesa, de acuerdo a Dobbs, un amor inexplicable por el ser humano.
7
Perro para los bebés El mejor amigo del hombre comienza pronto su escarceo con los humanos: como ninguna nana tratará los desórdenes de conducta de los infantes. Desde los seis meses, el bebé siente debilidad por la pelambre canina porque le recuerda la de sus peluches —¿o viceversa?. Hubert Montagner, psicofisiólogo de la Universidadd de BesanIon, quiso llegar más allá de la premisa y puso en observación unas cuarenta parejas de niños y perros. Pudo comprobar, entonces, que la comunicación se establece a través de ([
señales acústicas, olfativas y visuales: el perro olisquea al niño, explora su estado emocional, y sabe responder a sus necesidades (amar y ser amado). Como resultado, el niño se tranquiliza, desarrolla su afectividad, incrementa su diálogo con el entorno y sus sentimientos de seguridad. El veterinario André Condoret le atribuye al perro un papel educativo en tanto estímulo lúdico y catalizador de la marcha. Gato erógeno Lynette Hart, directora del Human Animal Program de la Universidad de California, y Cecile Pichel, especialista en el tratamiento de la ansiedad sexual, han estudiado el tema y llegado a la conclusión de que jugar con un gato y acariciar su piel sedosa procura una relajación que reduce la angustia erótica. Esta terapia gatuna se ha aplicado con éxito a parejas en crisis. Con gato encerrado. Pescaditos contra el estrés "II Beck, Segal, Katcher, tres investigadores de la Universidad de Pensilvania, han comprobado que la vieja costumbre de quedarse ensimismado contemplando los peces de un acuario —una costumbre típica en los clientes de los restaurantes chinos— puede ser algo más que un relajante gesto de comensal distraído: el extasiarse frente a los nadadores de colores que suben y bajan, suben y bajan, disminuye la presión sanguínea y el ritmo cardíaco de los hipertensos. Habiendo instalado peceras en consultorios dentales, han podido medir con precisión el efecto tranquilizante sobre las víctimas. Compre, pues, un perro, un gato, una pecera y, con respecto al delfín, videos de Flipper o del Sea World de Miami.
Divas de los 90
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Lady Kier Kirby
o Kim Gordon. Coqueta y agresiva ella, se pasea sobre la tarima mientras golpea 91 bajo en la banda norteamericana Sonic Youth. Mejor que nadie sabe adiestrar al público que delira ante sus bamboleos.
e
Diamanda Galás. Fue María Callas en una vida pasada, dicen. En cada interpretación, al igual que la soprano griega, más que presumir de su técnica vocal, Diamanda desborda verdadero sentimiento cuando de cantar sobre amor o pérdida se trata.
Kristen McMenamy. Unica en su estilo —no luce ni camina como modelo— ha impuesto un estilo que en lugar de complacer, divierte a la audiencia. Hace lo que quiere: una sonrisa aquí proyecta el carisma de una figura de rock'n roll, un mohín allá recuerda a una estrella de cine mudo, y todos volcados a sus pies.
o
Juliette Lewis. Era sólo una quinceañera cuando en la corte manifestó su deseo de independiencia. De pícaro semblante y espíritu inquebrantable, una vez en pantalla es imposible quitarle el ojo. Lo mejor de todo: sólo tiene 19 años...
Animales curativos, Vincent Rousselet-Blanc y Caroline Mangez
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historias de la locura corriente
Italia sin café DIVAS DE LOS 90.CONTINAUCIÓN
Lady Kier Kirby. Luce terriblemente bien entre coloridas pelucas, hot pants y plataformas exageradas. Su intención —y su banda Dee-Lite, house beat mediante, así lo refrenda— es despertar el amor y la armonía entre todas las almas del planeta. "Acudan a votar, usen condones, reciclen". Ann Magnuson. Ejemplo único de feminismo en acción, esta provocadora artista multimedia ha bautizado el último trabajo de su banda Bongwaters con el nombre de The power oí pussy. "Ser diva significa ser tu propio Svengali, soplar con tu propio cuerno y pagar con tu propio cheque".
RuPaul. A hurtadillas —recientemente estrenó un single y pronto lanzará su propio álbum— pretende infiltrarse entre las masas. RuPaul olvidó que un día fue hombre y hoy rechaza cualquier etiqueta. "¿Por qué no hay hombres divas? Quienes hacen lo que desean son inusuales"
Bien decían los izquierdistas románticos que el capitalismo es un sistema cruel. Nada importa la tradición, la historia, la evocación plena de figuras frente al atractivo brillo del vil metal. Hoy, la embriagante Italia, la de las terrazas sobre las que se pone el sol de media tarde, la misma donde se rodaran idílicas escenas de Los amantes deben aprender, ve con tristeza cómo la escalada de los precios del mercado inmobiliario amenaza con hacer desaparecer algunos de sus más elegantes e históricos cafés, restaurantes y hoteles. Toda la bota se ha visto afectada por los precios de los alquileres que se han disparado a niveles siderales. La lista de locales sobre los que pende la democliana espada incluye —sólo para mencionar a algunos— los cafés Florian, en la plaza San Marcos de Venecia —¿y las palomas?—, el Greco, en Roma; el Baratti, en Milano; los restaurantes Del Cambio en Turín y Sabatini en Florencia, y dos hoteles tan renombrados como el Caruso Beldevere, en Ravello, y el Capuccini Convento, en Almafi.
El nm4lAn dnl fuina LI rillbull UGI man
o
Sinéad O'Connor. Voz que devino noticia planetaria, canciones inolvidables y un no muy estético corte de cabello la distinguen, al tiempo que ella ha iniciado su propia campaña por la legalización del aborto, la separación de Irlanda y una cruzada en contra de la iglesia católica —romper una foto del Papa en TV la colmó de detractores. Aún la hieren y ella como si nada.
Tori Spelling. Siendo actriz, vive la cla3e de vida con la que sueñan millones de americanos. Dulce y un poco frívola, malcriada y caprichosa, de una u otra forma llama la atención, como toda diva.
gofio Coppola. Su
rostro cubista no es lo que la hace divina, sino sus agallas y fuerza. Su actuación en la película de su padre El Padrino III reveló una elegancia terrenal que no trataba de ocultar su inexperiencia. Interview 74
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En contrapartida, para paliar los desmanes de los voraces caseros, la Asociación Italiana de Lugares Históricos —que representa a unos 40 cafés, restaurantes y hoteles en peligro de clausura— propuso una ley con la intención de regular las rentas de locales con más de 50 años de fundados. "Lo que no han tomado en cuenta los dueños de los edificios donde funcionan estos establecimientos es que son precisamente ellos los que dan valor a las viejas construcciones. Si cierran el café Florian, la casa donde éste se encuentra será sólo un cuerpo inanimado", sentenció, con las yemas de los dedos unidas en gesto típico, Cesare Stevan, profesor de la Universidad Politécnica de Milán. Y es que el callejero problema para ningún italiano es ajeno. Ahora dicen, mamrna mia, que lluevan cafeterías. Condé Nast Traveler
Eduardo Fernández a Bill Clinton El fusil, el acto de copiar ideas, estilos, frases, reportajes, tendencias, modas o recetas, en fin, todo lo que sea plagiable, no es extraño en el país de Pepeto Caldera López o de Miguel Paquete Rodríguez; aquí se calca todo, desde una cuña de dentífrico hasta las políticas económicas. Y los programas de televisión con más audiencia son los que emulan —caricatura e ironía— la realidad: Por estas calles o Radio Rochela. Es por ello que Eduardo Fernández resolvió, sin rubores, imitar el exitoso estilo de campaña electoral diseñado y puesto en práctica por los asesores de Bill Clinton, quien con su ayuda logró remontar la cuesta de los errores de tierna juventud —fumar marihuana, ser infiel— y alcanzar el codiciado sitial en la Casa Blanca. Tal como hiciera su contraparte estadounidense con Hillary, el ejemplar vernáculo está dando a su inseparable Marisabel la ima-
gen de una mujer con personalidad propia, (aquí, un elemento nuevo en cuanto a futuras primeras damas). Como Clinton, también, tiene dos disfraces: camisa arremangada - cuando se le ofrece dar la estampa del hombre incansa-
ble, asequible y joven o de severo flux oscuro a la hora del discurso. Y el colmo: en su alocución de lanzamiento como precandidato presidencial por Copei, recitó el mismo poema que declamara el demócrata al momento de asumir el coroto en su país.
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historias de la locura corriente
Receta de muchacho Pidieron la carta los ingenuos comensales. El asombro se reflejó en sus rostros al ver aquel platillo registrado en el menú. El maftre —que desde su lugar los observaba—, se sintió entonces en la obligación de abundar en explicaciones respecto de la especialidad de la casa, sugerencia, también aquel día, del chef: carne humana tierna y fresca. No se trata de una negra -chanza. Aunque inusual, la idea no es tan siquiera original. Sin entrar en detalles sobre el canibalismo atribuido a diversas tribus africanas y amerindias, con exclusivos fines rituales, sirva la anécdota como abrebocas al tema de la culinaria antropófaga. La propuesta fue lanzada —por primera vez, que se sepa— en 1729, cuando Jonathan Swift sugirió que los niños pobres de ' Irlanda podrían venderse como comida, aunque Swift, a decir verdad, carecía de imaginación en cuanto al modo de preparación, adornos y aderezos. Señalaba que no había nada más sabroso y nutritivo que un tierno infante —no más de un año— asado, cocido, frito u horneado, mas, nunca ofreció mayores pistas acerca del punto de cocción o las maneras de servirlo. Ante la crisis alimentaria que hoy cunde como el arroz sobre buena parte del planeta —Haití y Somalia, a la sazón—, el concepto de Swift no luce del todo despreciable; de ahí que se ha intentado su rocambolesca reivindicación. Por ello se consultó a algunos de los más prestigiosos chefs en Estados Unidos y Francia, quienes, en un santiamén, y sin ningún tipo de rubores en relación con el ingrediente principal, fantasearon con los calderos. "Yo tomaría los pechos, los rebanaría y en lugar de rellenarlos con siliconas, pondría en el centro queso de cabra", se deleita David Slay, quien dirige los fogones de La Veranda, en Beverly Hills. Por su parte, Claude Alrivy, del Le Chardonnay, en Melrose, aprovecharía la ocasión para quejarse de su adinerada
clientela: no sólo se niegan a disfrutar las salsas preparadas con matequilla y crema sino que, haciendo caso omiso a la oferta de la carta, lo único que ordenarán será Chardonnay de California. Y aun si el plato principal fuese carne humana —la más roja de todas las carnes— "el 80 por ciento de los clientes pedirían vino blanco", expresa despechado. Del otro lado del océano, en la cuna de la alta cocina —París—, Yves Rivoal, al frente de la cocina de la Closerie des Lilas, ofrece como entrada las parties sensibles —los órganos genitales— cocidas hasta que estén blanditas y luego servidas a la vinagreta con espárragos frescos y, como plato principal, un asado de pierna nature en salsa de foie gras. ¡Para chuparse los deditos! Como colofón, la encuesta geogastronómica finaliza en La Tour crArgent, el célebre establecimiento tres estrellas frente a Notre Dame. Allí el informante, un desprejuiciado cocinero, opta por permanecer en el anonimato, tras confesar entusiasmado sus preferencias. "Cocinaría la pierna", confía secundando a su colega de la Closerie. Sin embargo, este caballero rechaza el asado nature. Se inclina por algo más clásico. Un Bourguignon sería delicioso, horneado con vino tinto y cebolla, marinado previamente durante 24 horas y servido con Cate du Rhane y pasta fresca. De postre, propone una vitualla que llama la téte humaine en gelée, es decir, cabeza humana en aspic, tal vez, rostro helado. Peter Greenaway, al recrear la famosa escena del señor horneado en El cocinero, el ladrón, su esposa y su amante habrá sencillamente interpretado el sueño infantil de todo cocinero: congénere en brasas. Cuando el destino nos alcance.
Spy
París
♦ Arizona Dream, el último filme del yugoslavo Emir Kusturica, director de Tiempo de gitanos. En la línea de Bagdad Café. ♦ Leviathan, el más reciente libro de Paul Auster, el escritor neoyorkino que hizo entrar a Kafka en el dominio de la novela policial. ♦ La cocina tex-mex que, rebasando los límites de la cultura bohemia, se multiplica en decenas de restaurantes a ambas márgenes del Sena. ♦ Animalitos de toda índole en corbatas, cinturones, pañuelos, carteras de los más grandes estilistas y firmas. ♦ La caída de los precios del vino, la ropa, las obras de arte, los apartamentos... ♦ Botero, aun después de liberar los Champs Elysées del peso de la broncínéa obesidad de sus monumentales esculturas instaladas entre el Rond-Point y La Concorde, desde finales del año pasado hasta principios de éste. ♦ Yugoslavia y Somalia, en vivo yen directo. ♦ El disco de Soledad Bravo Chants du Ve-
nezuela.
New York
♦ La película Crying Games, cuyo desenlace divide a los neoyorkinos entre los que la conocen y los que no, entre quienes han logrado superar las compactas e interminables colas, y la han visto, y los que no. ♦ Banana café, recomendado por Gael Greene e Isabel Liscano como el restaurante de duende en los albores del 93. ♦ Miami, no la de los corruptos del Caribe sino la de la movida de South Beach y Coconut Grove, la sublime y grotesca, donde se ha instalado Maggie Le Coze, pero ha florecido también la inenarrable Cristina. La nueva capital del talento y la belleza, aquélla a la que Interviewdedicó su edición de febrero. ♦ Los ingleses, como directores de revistas en Estados Unidos: Tina Brown en el New Yorker, Anna Wintour en Vogue; Liz Tiberis en Harper's Bazaar, Andrew Sullivan en The New Republic; John O'Sullivan en National Review y James Truman en.Details.
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Atenci Marilyn y Brigitte levan a hablar También Cristina Onassis y Donald Trump, Madonna y Claus von Bülow, María Callas y Marlon Brando. Ellos se dan cita de lunes a viernes en Boulevard, la revista radial del glamour y el exceso. Sus anfitriones, Alexandra Cariani y Ben Amí Fihman, saben todo lo que hay que saber sobre las biografías de los famosos, los entreveros del poder y la pasión, las nuevas del entretenimiento rutilante.
Y
lo cuentan
t3011LEUARD Una hora de glamour y exceso, con Alexandra Cariani y Ben Amí Fihman
De lunes a viernes entre 6:30 y
7:30
pm
Por Ritmo 95 FM
De Jekyll Fernando O choa Antich "Actuó como un grosero, un malcriado",
"Es ecuánime e inteligente", según Héctor Tarchette
según Humberto D'Ascoli "Ochoa Antich es un hombre altamente conocido, un militar excepcional, digno hijo del embajador Ochoa Briceño. Además, ecuánime e inteligente". (Héctor Tarchette, El Universal, 16.06.92). "El general Ochoa es un militar democrático que, en momentos muy peligrosos para el país, supo dar demostraciones de lealtad y, al mismo tiempo, con mucho tino, para evitar que los acontecimientos del 4 de febrero pudieran desembocar en enfrentamientos estériles, que hubiera lamentado la familia venezolana". (Humberto Calderón Berti, El Universal, 16.06.92). "Es proverbial el respeto del general Ochoa Antich por sus compañeros de armas y su vehemente defensa del sistema democrático, de la institucionalidad y del honor personal". (Cristóbal Fernández Daló, El Nacional, 29.02.92). "El general Ochoa Antich defendió el sistema democrático". (Reinaldo Leandro Mora, El Nacional, 29.02.92). "Le hicimos una entrevista de más o menos una hora en su despacho y él fue muy agradable. Está muy enterado en cuestiones de economía y de cultura". (Marcella Smocovich, periodista italiana, Ultimas Noticias, 03.11.92). "Los militares son personas que a lo largo de toda su carrera se encuentran en proceso de formación. Si a ello se le agrega una clara inteligencia y una fuerte instrucción democrática, el resultado es un hombre particularmente calificado para el ejercicio de un alto cargo público. Fernando Ochoa Antich es una de las mentes más articuladas de la actual hora venezolana y, en tal sentido, un excelente canciller en potencia". (Alfredo Toro Hardy, El Nacional, 15 .06.92).
"La actitud de Ochoa Antich en la Interpelación del Congreso fue de persona malcriada, grosera y poco madura". (Humberto D'Ascoli, El Universal, 04.02.93).
"Esta comisión rechaza en forma categórica, por irrespetuosa e indelicada, la actitud del señor ministro de Relaciones Exteriores, Fernando L, Ochoa Antich, por no estar acorde con su alta investidura y por representar, la misma, un irrespeto a la majestad del Congreso de la República". (Comisión Permanente del Ambiente de la Cámara de Diputados, El Universal, 04.02.93). "El canciller de la república, Enrique Ochoa Antich, debería ser más prudente y cuidadoso con sus expresiones, porque, en
definitiva, constituye parte de la voz oficial del gobierno venezolano". (Luis Emilio Rondón, El Universal, 04.10.92). "El ministro de la Defensa de Venezuela aseguró ayer, en Bogotá, que su país no cederá en el diferendo limítrofe. Esta declaración constituye una bofetada a los gestos del buena voluntad del presidente César Gaviria". (La Prensa, Bogotá,
16.10.91). "La posición venezolana impidió la reincorporación de Perú al Grupo de Río. Pérez y su canciller Ochoa Antich son enemigos del actual régimen peruano y de ellos puede esperarse cualquier cosa". (Manuel D'Ornellas, director del diario peruano Expreso, El Nacional , 05.12.92). "El ministro de la Defensa de Venezuela vino con pistolas". (La Prensa, Bogotá, 16.10.91).
El secreto de Paracelso Rafael Sylva Moreno
-I 4
os médicos farmacéuticos y apotecarios sólo recetan porquerías, pues su meta es la de enriquecerse a costa del dolor humano. He visto que de tan nefasta profesión sólo resultan dolores, invalidez, miseria y muerte, pues los pacientes rara vez sanan. Esos sabios taumaturgos, al quitar su dinero a los dolientes, les dan a cambio brebajes, laxantes, jarabes y yerbas inútiles disfrazándolo todo con ridícula palabrería". Tras haber pronunciado tan incendiarias palabras ante sus alumnos en la Universidad de Basilea, el airado personaje, calvo y de baja estatura, apilonó un montón de libros clásicos de medicina, así como tratados de farmacia y anatomía en el centro del salón de clases y mientras les prendía fuego prosiguió con su furibunda diatriba no sólo contra el rector y facultad de la universidad sino contra todas las autoridades en general. De aquella manera diaria inició Teofrasto Bombasto von Hohenheim (nacido en Suiza en 1493) y mejor. conocido como Paracelso, su primera clase en la augusta casa de estudios suiza. Durante la Edad Media, ciencia, religión, astrología, magia y medicina darían a luz a una rara criatura: la alquimia y ésta, a su vez, destinada a ser antecesora de la química y física nuclear, incubó a todo tipo de personajes fuera de lo común. Pero ninguno corrió Teofrasto Bombasto von Hohenheim o Philipo Aureolo Paracelso, como se hacía llamar aquel genio fanfarrón, insolente, intui78
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tivo, egoísta y vanidoso. Hereje y practicante de artes ocultas, así como dueño de arcanos secretos para sanar, ya desde temprana edad había provocado asombro por sus intuitivos diagnósticos y casi milagrosas curas al punto de que muchos opinaban que semejantes habilidades se debían a su equívoca relación con una extraña criatura, mitad hombre y mitad mujer, de quien obtuvo la piedra filosofal. Según las consejas de la época, una vez logrado aquel objetivo, habría repudiado a la ambigua amante cuyo despecho fue tal que, transformándose en cerdo, lo castró de un mordisco. En busca de solución para semejante problema, y según lo relataría posteriormente uno de sus discípulos, Paracelso viajó al Asia donde convivió por algún tiempo con gitanos y tártaros nómadas. Evidentemente, no logró mejorar su condición, pero obtendría aún mayores conocimientos sobre alquimia, medicina y sugestión hipnótica. Habilidades que pondría en práctica después de su regreso a Europa, llevando a cabo tratamientos y curaciones tan sensacionales que gente de todas partes acudía a su consultorio. Como es de suponer, aquello no era bien visto por el gremio médico de entonces, que le declaró la guerra con la acusación de pactar con el demonio y de que sus prácticas taumatúrgicas se apoyaban en la intervención de íncubos y súcubos. En la actualidad, emplazamientos de este tipo nos hacen sonreír, pero el hecho concreto y basado en testimonios escritos de la época es que Paracelso sí
realizó asombrosas curaciones, así como proezas quirúrgicas, devolviendo la vista a ciegos y el andar a paralíticos. Junto con su pericia en medicina y cirugía, parecía albergar un profundo sentimiento de ira hacia sí mismo que por cierto extendió a sus colegas en medicina, pues recorrió toda Europa denunciándolos como ¡farsantes! Uno de sus muchos discípulos, quien le seguía a todas partes,
aseguraba que el maestro se encontraba continuamente borracho y en cada pueblo desafiaba a los bebedores del lugar a que lo igualaran. Por otra parte, y a pesar de su brillante personalidad, no mostraba el menor interés por la infinidad de mujeres que irresistiblemente atraídas, literalmente, se arrojaban a sus pies, cosa que dio fuerza a la leyenda de que era impotente o había sido castrado. El hecho de que jamás se quitara la ropa o se bañara ante otros y dormía abrazado a una espada en cuya empuñadura (supuestamente) ocultaba la piedra filosofal, no hizo más que reforzar la leyenda de su rareza. Lo más probable es que fuera una droga, pues con sólo inhalar de una sustancia que portaba en aquella empuñadura, Paracelso parecía recobrar pleno vigor y juventud. Brillante e intuitivo, se anticipó en siglos a otros científicos al plantear que el aire era necesario para la vida y la combustión. Fue el primero en utilizar el mercurio para el tratamiento de la sífilis y en desarrollar fórmulas químicas, descubriendo el zinc e identificando el hidrógeno. En su obra De Natura Rerum suministraba la receta para crear homúnculos utilizando los principios de lo que hoy se conoce como inseminación artificial. Allí profetizó también la radio, televisión y aviación, al proclamar que mediante la magia natural, el hombre podría ver y oír más allá de las montañas y océanos, y algún día volaría más alto y con mayor comodidad que los pájaros. Aquel personaje conflictivo, brillante y en cierto modo profético, murió en 1541, a la temprana edad de 48 años, durante una pelea callejera. Enterrado en Salzburgo, su fama de mago y alquimista no le permitió descansar ni después de muerto, pues la tumba fue violada por colegas y rivales, ansiosos de robar la famosa espada con el secreto de la piedra filosofal.
Transcurrirían varios siglos, sin embargo, antes que se descubriera el verdadero secreto de Paracelso. Aun cuando la
Martin, nacido en Amboise el 18 de enero de 1743 y fallecido en Chátaney, cerca de
París, en 1803, dejando una Orden Martinista que ha dado mucho que hablar.
leyenda quiso hacer ver que tanto su cadáver como la mítica espada habían desaparecido, la verdad es que el esqueleto de aquel "héroe maldito", como le denominó uno de sus biógrafos, sí fue preservado, gracias al examen que le practicaron expertos del Instituto Médico Forense de la Universidad de Viena a fines de 1992, como se supo a ciencia cierta cuál era la causa de aquella rabia existencial que le atormentaba: aquel personaje insólito, y en cierta forma heroico, en realidad era un hermafrodita. Es decir, que compartía en su organismo los atributos sexuales del hombre y la mujer. No sorprende, por lo tanto, su extraña modestia al no querer desnudarse ante otros y su desinterés por las relaciones sexuales. Según el antropólogo Herbert Krisher, del Musco de Historia Natural de Viena, tanto la calavera como la pelvis de Paracelso muestran una serie de rasgos típicamente femeninos. La pelvis se caracteriza por lo que científicos forenses califican de síndrome adrenogenital, un trastorno genético cuya frecuencia en Europa central es de uno en cada 5.000 individuos. Quienes lo padecen no suelen alcanzar más de 1,60 metros de estatura y sufren, a partir de los tres años de vida, una calvicie prematura en la frente. Por otra parte, sin embargo, suelen estar dotados de una inteligencia muy superior a lo normal, aunque su carácter es difícil e irascible. Con los atributos sexuales que poseen no pueden fecundar y tampoco se interesan por el otro sexo. De aquel personaje diría Henry M. Pachter, el famoso biógrafo científico: "No fue de quienes crearon y se mantuvieron en la luz; pertenece a una tercera clase de genios. Los que se adentraron por los oscuros precipicios de la paraciencia, manteniendo en alto una antorcha para que el resto de la humanidad atravesara los valles. Fue de aquellos que se enfrentaron con la verdad antes que el conocimiento hubiese madurado lo suficiente para formularla; de aquellos que intentaron descorrer el velo aun sin saber de la deidad que se ocultaba detrás". L
Mito, esoteria, antropología luan Liscano
E
, vastísimo campo de los mitos arcaicos, las leyendas del origen 'en la an-
tigüedad, el hermetismo en todas las épocas, las escuelas esotéricas, el ocultismo decimonónico, imaginan siempre una edad inicial de donde procedemos y procede la cultura. El Génesis no escapa a esa inmensa analogía. Platón divulgó en dos obras suyas el relato que sabios del Antiguo Egipto hicieran a Solón, sobre la existencia de una enorme isla o continente, situado más allá del Estrecho de Gibraltar, en pleno Atlántico, donde floreció, entre palmeras y fauna africana, una cultura refinada y erudita de la cual procedieron la mediterránea y la griega. El esoterismo, desde mediados del siglo dieciocho hasta finales del siglo diecinueve, trasmitía leyendas y mitos barrocos como el de la raza boreal, la raza roja, la raza negra, los lemurios o habitantes de otro continente desaparecido en el Pacífico, la historia de Ram, los druidas y druidesas, y sus errores y poderes, la leyenda del Zodíaco hasta llegar a nuestros días condenados si no se restablecía el imperio del Espíritu. Historiadores fascinantes de esa mitología esotérica fueron y siguen siendo Fabre d'Olivet, Sait-Yves d'Alveydre, Stanilas de
Guaita, Eliphas Leví, Papus, Ivon Leloup llamado Sedir, Eduard Shuré, autor de un libro que leí hace años y que me motivó profundamente: Los grandes iniciados. Propulsores de ese florecimiento esotérico fueron, desde un punto de vista misterioso, el conde de Saint-Germain, según Voltaire "el hombre que sabe todo y que no muere jamás". Su actuación más evidente aparece entre 1750 y 1760. La otra personalidad, ésta con biografía y fechas de nacimiento y muerte, fue el marqués Louis-Claude de Saint
En el siglo diecinueve, se propagó en Francia e Inglaterra un poderoso movimiento teosofista, magicista, ocultista, esotérico, francmasón, diversificado en centenares de grupos, órdenes, escuelas e iglesias. El sincretismo entre todas esas tendencias movió a René Guenon (1886-1951), después de
recorrer muchos de esos grupos y órdenes, a rescatar la auténtica tradición iniciática, mediante estudios incansables, una vida órganizada y rica, la adhesión al sufismo y al islamismo, y la publicación de una decena de obras fundamentales en las que oponía la iniciación tradicional rigurosa al sincretismo existente contrainiciático, según él. En esa explosión de esoterismo muchas veces • distorsionado y hasta adulterado,
advino un descubrimiento antropológico sorprendente: en 1910, en el país de los Yorubas, Leo Frobenius encontró una cultura arcaica a la que bautizó de poseidónica y atlántida, anterior a la cultura helénica y extendida en la cuenca del Mediterráneo. Acumuló analogías con la civilización del Antiguo Egipto y la prehélénica en objetos, cerámicas, utensilios, tallas en madera, terracotas, ánforas de cabeza de mujer, tatuajes, arquitectura de la vivienda, festividades, jerarquías sociales, mitos, panteón de los dioses y manejo del Oráculo de Ifá, la ciudad sagrada, compendio mántico mágico-religioso. La mitología yorubana situaba el lugar de los 16 dioses eminentes (el ritmo de todo respondía al cuaternario) allende el océano, en el horizonte. La Atlántida, el continente perdido, encajó en este descubrimiento cultural. Los nigerianos y dahomeyanos eran los herederos de esa cultura que se virtió por el Mediterráneo, antes de las invasiones arias. Pues bien, los yorubas, últimas víctimas de la Trata, fueron trasladados a Cuba y Brasil tardíamente e implantaron su antiquísima religión fundada en el cuaternario, en aquellos países. Tales son la santería cubana y la macumba o candomblé brasileños. Ilustre prosapia de una religión arcaica confundida sin cesar por la ignorancia en truculento tema de brujería y magia negra. Y después se habla, en Iberoamérica, de búsqueda de la identidad cultural. ig MARZO 1993 EXCESO
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Temporada de engaños Otrova Gomás
fuerza desgarradora y frené intempestivamente montándome en la acera. Cuando el instructor volvió a decirme que me relajara sonreí y le dije que esta vez sí lo iba a intentar. Simulando más tranquilidad empecé a manejar con la naturalidad que me dan mis treinta y cinco años de conductor. Mostrando el placer que me producía haber entendido su lección empecé a metérmele a otros carros agresivamente pasándolos con naturalidad. Entré por la cota mil aceleré a 80 kilómetros por hora cambiándome dos veces de canal, cuando ya el profesor nervioso me dijo que no fuera tan rápido. Yo, aún con las dos
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abiéndose decretado mil novecientos noventa y tres como el año electoral propiamente dicho, es decir, la apertura formal del concurso de mentiras más importante del país, he decidido abrir mi programa particular de bromas para sorprender la buena fe de mis semejantes. Arranqué a fines del mes de enero con varias escuelas ,.:. , -- ,, .- . de manejo, a las cuales les achaco la culpa de preparar y tramitarles la licencia a los millares y millares de bárbaros del volante que amenazan por todas nuestras avenidas y autopistas. Haciéndome pasar por un alumno adulto intentando aprender a manejar, mostré el mayor interés posible en las enseñanzas teóricas de los profesores. La broma propiamente dicha comenzó el día que iniciamos la clase práctica; al entrar al vehículo con el instructor simulé a la maravilla ese temor e inseguridad de los aprendices, agarrando fuertemente el volante con las dos manos apretadas y el torso muy tenso colocado hacia adelante. Al arrancar, miré asustado hacia los dos lados y por el espejo retrovisor y corcoveé el carro mal sacando el embrague. Apenas vi a un vehículo que se me acercaba, frene violentamente y puse cara de horrorizado. El profesor me tranquilizó pidiéndome que me relajara y a pesar de que lo hice por unos segundos, apenas vi a otro carro en la distancia volví a apretar el volante con 80
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manos al volante para disimular que era un aprendiz, h.' :regunté que cual era el freno, pasando a 100 kilómetros en la bajada de La Castellana cambiando) de canal a cada instan con una maestría sin igual. El hombre con los pelos de punta me pidió que detuviera el carro, pero le dije que me sentía seguro y aceleré aún más comiéndome dos semáforos que sabía que no representaban peligro. Esta vez el profesor me ordenó que parara en el acto, pero yo simulé que no lo oí y soltando el volante grité levantando las manos al techo: ¡Ya sé manejar! ¡Ya sé manejar! Al llegar a la avenida Francisco de Miranda la cola me obligó a detener el carro, lo que n„. apagó el vehículo. Ahí se bajó el hombre, lo vi alejarse como un desesperado corriendo con las manos en la cabeza. Otra forma de jugar con la creduli-
dad de los otros la puse en práctica la semana pasada. Compré cinco kilos de sal de higuera, los molí finamente simulando el diabólico polvo de cocaína y, luego de empaquetarla en bolsitas plásticas transparentes de a kilo, la envolví cuidadosamente en un periódico de Medellín. Las metí en una bella bolsa de una de esas tiendas de lujo y coloqué el paquete descuidadamente al lado dL. una caseta de teléfono público en la Calle Real de Sabana Grande. Me puse a esperar, y a los cinco minutos un grupo de tres muchachas, luego de cruzar una mirada pícara entre ellas, lo tomó con disimulo dirigiéndose rápidamente hacia un edificio donde abrieron el paquete. Al hacerlo, las tres se quedaron sorprendidas. Viéndolas de cerca pude notar que una de ellas, llevándose las manos a la cara, dijo que allí había una fortuna, y cuando estaban aún bajo el efecto del asombro me les acerqué con mi pistola colocada debajo de la hebilla del cinturón. Las muchachas asustadas no hallaban qué hacer cuando les dije con tono de Disip: "Jóvenes, están arrestadas, no hagan resistencia que afuera hay dos patrullas, hace meses que las estamos siguiendo". No voy a describir los rostros que pusieron las pobres, ni los términos que usaron para convencerme de que se habían encontrado los paquetes en la calle, ni mucho menos cómo se pusieron de felices cuando las perdoné y les permití que se fueran bajo la condición de que salieran del país en las próximas veinticuatro horas. Prefiero contar la fatídica broma que pondré en práctica la próxima semana. Ya he hablado con una extraordinaria maquilladora que me va a simular varios tumores y pedazos de carne desgarrada en la oreja derecha y, una vez que estén terminados, me pasearé por las distintas avenidas, en los restaurantes de lujo y en la Bolsa de Caracas, hablando sin parar con mi celular pegado de la oreja del lado de los tumores. Estoy seguro de que al menos ese día bajarán las acciones de Telcel.
14.
East-end Frank Baiz Quevedo
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aracas torna melancólico al extranjero que se ha acostumbrado al ruido constante de las grandes ciudades. Un silencio mortal reina en la ciudad..." (Pal Rosti. Memorias de un viaje por América. 1861). A los ignotos confines de Petare llegaba el tren: la línea bordeaba el río Guaire, discurría a un costado del pequeño poblado colonial y, a su alrededor, la vegetación prodigaba sus verdores y sus frescos. Más abajo, se esparcía el bullicio de la redoma y, hacia el Este, las montañas y la soledad. Hasta fines de los años cincuenta, Petare era un pueblecito foráneo, conectado a la metrópoli a través del único cordón de la avenida Miranda. La autopista Francisco Fajardo, primera incursión de la urbe por construir, le daba la espalda a la altura de La California, dejando intocado a ese pedacito de la Caracas futura, metido en sus alturas, pobre pero honrado. Después, el tiempo se hizo crecimiento, cerros que cedían los verdores a un sinfín de luces, barrios que nacían y crecían ininterrumpidamente, rostro doble de pueblerinos y gente pobre a quienes todavía no se les llamaba marginales. Petare era todavía eso, el confín de la ciudad, su extremo de modestia y esperanza, nunca el pandemonium en que la han convertido los últimos veinte años de implacable democracia. En su acrópolis, el corazón del pueblito acogía un concejo municipal corrupto, sí, desde tiempos inmemoriales (cuna, incluso, de un suicida, descubierto en medio de sus dolos, cuyo pundonor lavó con sangre la angus-
tia, para escándalo o disfrute de sus habitantes), pero ceñido discretamente a la apariencia y el recato de una maña tolerada. Alrededor de la iglesia (cuyo campanario, hoy en día exhibe la oquedad de un reloj desmontado por la abulia), las comanditas del Sagrado Corazón de Jesús recogían óbolos, casa por casa, y velaban el Santo Sepulcro. Petare, en fin, era un reducto del tiempo que, en su orgullo, mostraba su estampa de calles empinadas y convivía con sus recuerdos: cuna de Bárbaro Ribas, del maestro Lira, del doctor Rodríguez. Los petareños existían y tenían un pueblo donde habitar. Hoy en día, Petare es el infierno, el apocalipsis in vitro, un avance de lo que será de esta ciudad cuando la fatalidad se haya cernido sobre ella: Petare es lo peor de Barranquilla, un extracto de Bucaramanga trasplantado a la Venezuela presente, sin solución de continuidad. Decenas de miles de emigrantes costeños inundan las avenidas en una confusión de serial americano, fermentan desde el puente de Baloa (articulación roída de un infinito proyecto vial) hasta La Urbina y se pierden en confusión hasta las cercanías de Palo Verde. Buhoneros y viandantes se confunden en su inacabable ebullición, invaden las aceras fracturadas, o eluden sin demasiada preocupación las ostentosas incursiones de la policía. Hasta el Metro sobrevive en el east-end: en Petare la ciudad vive en plena sobrevivencia. Y, sin embargo, es como si nada hubiese pasado. Los viejos petareños asisten a su rutina como fantasmas de un pretérito desahuciado, a través de las ruinas del casco colonial. Aquí y allá, un muro derruido ostenta los frisos que un lamentable mecenas forjara para una fallida candidatura a la alcaldía. Y las dos únicas salas de cine son ahora cubículo de comerciantes una, y la otra templo de fanáticos brasileños. Petare, a punto de morir, es una región invadida por lo peor posible, suerte de concreción inopinada de tantas estadísticas que hablan de la fatalidad como una hipótesit. No solamente sirve para revivir nostalgias sino para comprender qué acontece en una ciudad cuando se la deja sola.L
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<5Vzi:V."
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Esplendor y fatalidad: el matrimonio de Ann y Billy Woodward ASESINA O SUICIDA, CULPABLE O INOCENTE... LA INCREÍBLE HISTORIA DEL ASCENSO Y OCASO DE LA ACTRIZ ANN WOODWARD CONMOVIÓ A LA OPINIÓN PÚBLICA NORTEAMERICANA POR ESPACIO DE MÁS DE DOS DÉCADAS. ESTE SONADO CASO ES SACADO NUEVAMENTE A LA LUZ POR LA AUTORA EN SU RECIENTE LIBRO
THIS CRAZY THING CALLED LOVE 5 E INSPIRÓ A TRUMAN CAPOTE LA NOVELA TITULADA ANSWERED PRAYERS,
IN-
CONCLUSA E INÉDITA CON EXCEPCIÓN DE UN CAPÍTULO.
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cierre de algunas casas en la isla de Cerdeña. Su cabello estaba reonocí a los hijos de Ann Woodward a comienzos de los cogido en un moño, con la frente despejada, y sin ningún propósetenta. Poco después, un amigo común me contó un sito de favorecer los rasgos de su rostro. Sus únicas joyas eran un chisme: Parece que su madre "una corista común y ex prostituta" asesinó a su padre, a causa de un "supuesto anillo de matrimonio y un par de pequeños zarcillos de oro. Su trato era agresivo y cortés. Pronunciaba algunas vocales con acenamorío con Marilyn Monroe". Pensé en obras de ficción de la to inglés, aunque no cerrado. Nada en su persona inducía a penbuena y de la mala —tragedia griega y películas de poca monta. sar que la inmaculada dama de sociedad podría haber asesinado Más sorprendente aún, en la posibilidad de que fuera cierto. Real padre de sus hijos. Por la expresión de sus ojos y el rictus de su sultó ser uno de los muchos mitos tejidos en torno a los boca entendía que mi forma de mirar empezaba a molestarle. Su Woodward— con algo de verdad distorsionada. cara se convirtió en una máscara taciturna. Hay, en el departamento de archivo de The New York Times, un destacado artículo sobre la familia de marras, relativo a la muerA pesar de la sentencia judicial, te, a tiros, del notable deportista nora Ann Crowell Woodward teamericano William Woodward Jr. se la juzgó culpable de asesinato a manos de su hermosa esposa Ann —antes Angeline Crowell. El Tien las sobremesas de las cenas de sociedad, mes identificó a Ann como una ex en los bailes de caridad bailarina de Copacabana—, otro y en las carreras de caballos purasangre hecho sesgado. El artículo de diez páginas, publicado en Life en noviembre de 1955, llevaba como título El asesinato del siglo. Lo que se evidenciaba a lo largo de estos recortes era que la mayoría de los Momentos más tarde, Jimmy se acercó a nosotros, agachado y estadounidenses creía que Ann Woodward era culpable, aunque mirando fijamente la alfombra. Comprendí que Ann Woodward le hubiera sido absuelta por un gran jurado del Condado de Nassau, eximía de la misma corrección que yo me esforzaba en entender. tres semanas después del incidente. No resultaba claro, sin embarSonrió cuando reconocí el Modigliani sobre la chimenea. Empecé go, por qué la historia de los Woodward había merecido tanta publicidad. a sentirme menos tensa, y a la vez estimulada por estar en compaEstuve con Ann Woodward solamente una vez, después de ceñía de personas tan elegantes, portadoras de un estruendoso y púnar con su hijo menor, Jimmy. El dijo que necesitaba recoger una blico secreto. carta en el apartamento de su madre. Ann se encontraba realizanAnn Woodward me dijo que había tomado nota hasta el detado un viaje de tres semanas a Australia. Evitó el vestíbulo de su edille de una visita realizada en 1955 a la duquesa de Windsor en su ficio en Park Avenue, abriendo él mismo su pequeña casa de dos casa de París. Le pregunté qué había servido para la cena. A mepisos desde la puerta de acceso directo de la calle. dida que relataba el menú, describiendo hasta los entremeses, Su madre había regresado inesperadamente del Pacífico Sur; ni parecía más sencilla, y entendí que la duquesa le resultaba un perella ni Jimmy parecían complacidos de encontrarse. Cuando Ann sonaje tan exótico como lo era ella para mí. "La cena terminó con Woodward fijó sus ojos en mis rodillas descubiertas, me di cuenta helado de Camembert", dijo Ann. "Se llama savory". de que estaba vestida en forma inadecuada —y eso tenía importancia. Me tomó años comprender que Ann me estaba tratando a n 1975, leí el obituario de Ann Woodward en The New York la manera de los Woodward. Era la forma como la familia de su Times y, una semana más tarde, el apenas disimulado relato de esposo la había tratado a ella. ficción que hacía de ella Truman Capote en un capítulo de su Me quedé mirando a la mujer de ojos verde-azulados desanovela en preparación, Answered Prayers (Deseos cumplidos), pacibles. Jimmy pasó al lado de su madre, mascullando entre publicado por la revista Fsquire. En la obra, Capote había descrito dientes algo relacionado con una postal. Fui invitada a pasar al a Ann Hopkins como bígama y asesina a sangre fría. Varias persosalón, donde un baúl abierto de Louis Vuitton mostraba ordenas de la sociedad me dijeron con gran autoridad que el relato del esnados montones de ropa y una fotografía enmarcada de Ann critor estaba basado en "hechos concretos". Durante los cinco años posando con un rifle al lado de un tigre muerto. que antecedieron al inicio de mi investigación para This Crazy Thing Ann Woodward se sent(i en el borde de un sofá de seda junto Called Love: The Golden World and Fatal Marriage of Ann and a la chimenea. La habitación se asemejaba a un decorado de Billy Woodward*, estaba convencida de que Capote había descuBroadway. Los adornos, cuadros y sillas estaban colocados sibierto los secretos de Ann Woodward. "Hace mucho tiempo", emguiendo patrones poco usuales. Un espejo curvo evocaba los años pezaba Capote, "una chispeante pelirroja aterrizó en la ciudad". cuarenta, y Francia. La frágil alfombra de seda brillaba. Tenía aspecto de "una Betty Grable maliciosa", una joven de 18 años En su conversación, Ann Woodward empezó por lamentar el que había sido criada "en alguna barriada rural".
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(
Una locura llamada amor. El mundo dorado y matrimonio fatal de Ann y Billy Woodward)
Según la versión de Capote, "Ann Cutler" se transformó rápidamente en una prostituta de Manhattan, que logró incursionar en los grupos de la sociedad ociosa y elegante por haber sido "el entretenimiento favorito de uno de los picapleitos de Frank Costello", y a quien se fotografiaba a menudo en poses que tenían como telón de fondo las banquetas con rayas de cebra del famoso club nocturno El Morocco, propiedad de CosteIlo. Fue en ese local, según versión de Capote, donde Ann Cutler atrapó a "David Hopkins", un joven rico de la alta sociedad quien, al igual que su adinerado padre, era "un episcopalista de
se había enamorado de una aburrida prima lejana, el tipo de mujer que su familia hubiera querido para su esposa desde un principio. Según Capote, Ann decidió lucubrar su propio plan. Empezó a robar varias propiedades vecinas para poder sustentar la existencia de un intruso. Por último, la Ann de Capote mata a su marido de un disparo —con la presunta convicción de estar disparando "al intruso". A pesar de la sentencia judicial, a Ann Crowell Woodward
se la juzgó culpable de asesinato en las sobremesas de las cenas de sociedad, en los bailes de caridad y en las carreras de caballos purasangre. Para la madre de Billy Woodward, Elsie, y su círculo, la culpa de Ann era una afirmación de su propia superioridad. Para nosotros, los demás, el que Ann fuese asesina demostraba que nuestra falta de posición social era señal de virtud.
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acia 1920, los padres de William Woodward habían alcanzado la elevada posición que sus familias buscaron con empeño desde finales del siglo diecinueve. Después de graduarse en Choate (1898) y en Harvard (1902), William Woodward padre se convirtió en secretario del embajador Joseph H. Choate en la Corte de St. James, donde perfeccio. Truman Capote intentó convertir en novela negra el sonado caso, aunque nó la práctica de toda una vida "actuando sólo escribiría un capítulo, situado como británico". En 1910, después de reen el famoso restaurante neoyorkino La ate Basque, frente al que posa /a gresar de Inglaterra y casarse, heredó el madre de Billy Woodward en 1975. Hannover Bank de su tío y padre. Los acAnn murió días antes de su publicación. tivos del banco ascendían en ese momento orientación anal". "Ella sabía que había atrapado a un pez grana 200 millones de dólares. William heredó igualmente Belair Farm, de, aunque fuese solamente un muchacho, de manera que dejó lo la granja más antigua en Estados Unidos, con criadero de caballos que hacía y consiguió un trabajo en el departamento de ropa íny sementales de pura raza, fundada en el siglo dieciocho por el pritima de Saks. De hecho, ya estaba preñada de él". mer gobernador de Maryland. Hasta su muerte, William Mediante astutas maquinaciones, Ann logró que David se casa- Woodward se dedicó con obsesión a los caballos de paso. Tuvo ra con ella y empezó a transformarse: "Aprendió a montar a cabaenorme éxito en Norteamérica, si bien no logró ver realizado el suello, y se convirtió en la más asidua de las aficionadas ecuestres en ño de su vida, a saber, ganar el Derby inglés. Newport. Estudió francés, tenía un mayordomo galo, y se puso en Su esposa, Elsie Cryder Woodward —una de las pobres pero campaña para figurar en la Lista de las mejores vestidas, mediante al- famosas trillizas Cryder— sacó provecho de la personalidad públimuerzos con Eleanor Lambert e invitaciones para los fines de semaca y algo fulgurante de su esposo. Había usurpado el lugar de su na. Aprendió lo relativo a muebles y telas de la Hermana Parish y de rival como anfitriona, Grace Vanderbildt, quien una vez le reproBilly Baldwin, mientras al pequeño Henry Geldzahler le gustaba ve- chó que fumara en público. A pesar de Grace y del puñado de munir a tomar el té con ella (¡Té! ¡Ann Cutler! ¡Oh, Dios!) y hablar de jeres con esposos más adinerados que William, Elsie logró impopintura moderna". nerse a la sociedad de la Vieja Guardia. Hacia los años veinte, su Según la imaginación de Capote, la mujer de David, Ann, salón reinaba en New York. Los Iselin, Goelet, Astor y Vanderbildt pronto adquirió "reputación a lo largo de la Riviera francesa por olvidaron que los Woodward no habían estado en la lista muy su peculiar manera de practicar el sexo oral, aderezado con topublicitada de Ward McAllister con los Cuatrocientos de New ques de mermelada". Su exasperado marido finalmente la amenaYork en 1892. zó con revelar su "zarrapastroso lugar de nacimiento" y su "biTreinta años les había tomado a los Woodward convertirse en gamia" —hubo un primer marido (de su pueblo rural natal), de líderes visibles de lo que Joseph Alsop recuerda como el "ascenquien nunca había tomado la molestia de divorciarse. diente WASP"* cuyas enormes mansiones familiares en ManhaPara ese entonces, David la consideraba un error de juventud; ttan, Newport y Maryland, y en la Costa Norte de Long Island te-= * WASP, Protestante Anglo-Sajón Blanco, integrante del grupo dominante de la clase social alta
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nían un personal de 12 o más criados y un aroma de pulitura de atravesaba dificultades. Al igual que muchos estadounidenses de la época, a Ann parecía satisfacerle aparentar éxito y dinero. Pero muebles de cera de abeja, rosas y crisantemos frescos de sus jarlos esfuerzos que tenía que hacer para mantener las apariencias dines. terminarían destruyéndola a ella, e incluso tal vez a la dinastía Si bien hacia 1955 la gran dama Elsie Woodward, viuda para entonces, tenía todavía el control de aproximadamente 20 millo- Woodward. Billy y Ann se casaron en marzo de 1943, pero rápidamente nes de dólares en acciones del Banco Central Hannover, su hijo, empezaron a distanciarse. Billy tuvo un largo amorío con la prinBilly, ya había heredado importantes porciones del imperio de su cesa Marina Torlonia, esposa de la estrella internacional del tenis padre. Su fortuna personal sumaba más de diez millones de dólaFrank Shields. A finales de septiembre de 1948, Billy y Ann se res, y era el inexperto propietario del establo de caballos de carrehabían separado oficialmente, y Ann había contratado los servira supuestamente más exitoso de Estados Unidos e Inglaterra. Su gran potro bayo, Nashua, resultaHacia finales de septiembre de 1948, do de 50 años de ingeniería genética por parte de su padre, había Billy y Ann se habían separado oficialmente, ganado dos tramos de la Triple y Ann había contratado los servicios Corona y se había convertido en uno de los animales más rentables de un detective privado en la historia de los purasangre.
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y de un abogado, especializado en divorcios de la alta sociedad
129 de octubre de 1955, la noche de la muerte de Woodward, la programación vespertina de televisión incluía The Honeymooners de Jackie Gleason, el show de Perry Como, el espectáculo de variedades de Jimmy Durante, con el invitado Peter Lawford y, naturalmente, Gunsmoke. El país se sentía reconfortado por la noticia de que el presidente Eisenhower se recuperaba de su infarto. Los Yankees, con el manager Casey Stengel, ganaron su vigésimo primer banderín. Un jurado de 12 vecinos blancos absolvió en Chicago a dos hombres de su color de la muerte de un joven negro de 14 años de edad de nombre Emmett I.ouis Till. Rebelde sin causa había salido al aire esa semana, convirtiendo a James Lean en una superestrella póstuma. The New York Times, de octubre 30, traía un artículo y fotografía en primera plana con la leyenda: "Esposa mata a Woodward, dueño de Nashua; afirma haberle disparado pensando que era un maleante". Como suele suceder con la mayoría de las personas ambiciosas, la carrera de Ann siguió las tendencias de su época. Hacia el final de los años treinta se había lanzado en Manhattan como modelo de la revista Powers y como actriz radial. Su vida parecía una película de Joan Crawford, en la cual la pobre empleada de la tienda se casa por amor con un hombre rico (de hecho, por espacio de varios meses, Ann estuvo saliendo con el actor Franchot Tone, antes que éste se divorciara de la Crawford). Angeline Luceil Crowell surgió de un medio rural pobre de Kansas para incorporarse a la alta sociedad internacional. Mujer autodidacta, se modeló según las expectativas de los mitos clasistas. Su voluntad y capacidad de autocreación resultaban impresio-
cios de un detective privado y de un abogado, especializado en divorcios de la alta sociedad, Sol Rosenblatt, quien le ayudó a definir sus costosas exigencias: otra oportunidad, o dos millones de dólares. En diciembre de 1948, Billy solicitó formalmente el divorcio y poco después contrataría su propio detective privado. Entre tanto, Ann tuvo un amorío con el príncipe Aly Khan, cuyo padre, Aga Khan, era el líder espiritual de 15 millones de musulmanes. En ese entonces, Aly estaba a punto de casarse con Rita Hayworth. Sin embargo, al cabo de un mes, Grenville Bean Baker, el más cercano amigo de la infancia de Billy, murió a causa de un disparo accidental en la cabeza. La conmoción por la muerte de Baker unió de nuevo a los Woodward, y las peleas de otrora parecían ahora divertidas anécdotas. Billy llegó a decirle a Ann que se sentía halagado de haber sido seguido por su detective privado. Ann se reía de las fotos borrosas que el investigador había tomado a Billy y Marina, y juró sobre la vieja Biblia de Kansas de su madre que Billy era el gran amor de su vida. El supo que decía la verdad. Ann asumió un papel protector. "No puedo hablar ahora", solía decirles a las amistades que llamaban por teléfono, "Billy me necesita". En la primavera de 1955, Billy y Ann fueron invitados a la India para a una cacería de tigres. Horas antes de salir el avión, Billy declaró que no podía abandonar las negociaciones relativas a una
nantes, aunque nunca podría llegar a ser tan buena como hubiera querido. La Némesis de Ann fue su suegra, Elsie Woodward, quien decretó que a su nuera le faltaba estilo —y eso significaba clase. Hacia los años cincuenta, la situación de Ann no era tan sólida, aunque se había convertido en una presencia bastante familiar en la televisión y en el círculo de los triunfadores. Su matrimonio
carrera de desempate entre Nashua y Swaps, que acababa de ganarle a Nashua por un cuerpo y medio en el Derby de Kentucky. Insistió para que Ann fuese sin él, y entonces ésta sospechó la existencia de una nueva amiga. Pero Billy lo negó todo. A la mañana siguiente, al saludar Ann a sus compañeros de viaje, los Russell Havenstrite, hizo comentarios en forma muy
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abierta y poco habitual en ella acerca de su marido y de otras mujeres. Era evidente que las cosas entre ellos no marchaban bien. "Quédate en casa", dijo la señora Havenstrite. Pero Ann decidió volar a Karachi, Pakistán, sin Billy, con la esperanza de que la extrañara. Dejó instrucciones a su detective privado, Walter Kerr, para que lo siguiera. "Amo a mi marido", afirmó. Kerr pronto confirmó las sospechas de Ann. Una semana antes, Billy había entrado casualmente a un cocktail ofrecido en New York por un amigo, y se había enamorado locamente de una bella
Ann fue actriz de radio a comienzos de los cuarenta (izquierda); menos de una década más tarde, por obra y gracia matrimonial, se codeaba en Cannes con Aly Khan y Rita Ilguarth
divorciada de la alta sociedad, llamada Sally Parsons Oriel. Al igual que otras mujeres a las que Billy admiraba, a Sally se la conocía por sus entradas electrizantes a las fiestas. Provenía de una antigua familia de (sentada a la derecha). New York. Robert Livingston, uno de sus antepasados, había juramentado a George Washington. Dos días después de que se encontraran de nuevo, en mayo de 1955, Billy llamó a Sally a altas horas de la noche. "Estoy sentado al lado de Elsa Maxwell, y estoy aburrido". También le dijo que su mujer tenía a sus pies a un maharajá, y que se hallaba en la India. Esa semana, Sally y Billy pasaron por casa de éste en la calle 73, donde ella conoció a sus hijos. Mientras tanto, en Jaipur, Ann pasaba una hora entera antes de acostarse llamando a Billy y a su detective. Estaba a punto de un colapso mental, no dormía, y pedía repetidamente té helado, cerveza, y jugo de lechosa dulce a su séquito de sirvientes. Ann y los Havenstrite habían planeado ir de cacería a un campo selvático por 12 días. Los enormes tigres de Bengala tenían aterrorizadas a las poblaciones vecinas. Hambrientos, se estaban comiendo indistintamente a la gente y a los otros animales. Los cazadores blancos dormían en suntuosas tiendas de campaña con adornos en la pared. En la noche, Ann paseaba nerviosa por las alfombras de seda, preocupada por su esposo. Había sobrado espacio en la tienda para una amplia cama, varias cómodas, un escritorio, y un armario para la ropa. Nichos en la tienda albergaban
el sanitario y la bañera. Cuatro sirvientes se ocupaban de los cinco norteamericanos. Fortalecida gracias a los tranquilizantes, Ann partió de cacería. La primera tarde, el grupo estuvo matando aves desde una camioneta. Pero los fusiles deslumbraron a Ann. Russell Havenstrite estaba aterrado con su afán por disparar y su falta de pericia. Y aunque al grupo de cazadores le inspiraba un temor creciente la actitud de Ann, se pasaron seis horas cazando tigres en Cooch Behar. Durante el vuelo, Ann cavilaba: "Debería estar al lado de Billy. Me preocupa que quiera divorciarse". Los Havenstrite le insistieron en que regresara al lado de su esposo. Al aterrizar, el grupo viajó unas doscientas millas por carretera hasta el campamento, al pie de las laderas del Himalaya. A la mañana siguiente, recibió una breve carta de su detective privado con la descripción de una de las salidas de Billy con Sally Parsons Oriel. Perturbada, Ann se preparó para la cacería. A pesar de la humedad y de una temperatura de casi 49 grados a la sombra, enfundó un traje adecuado para clima frío, de Abercombie & Fitch, en lana y con forro de chinchilla blanco. Estaba demasiado absorta en sus problemas para disfrutar el aroma de las flores de mostaza y la vista del semicírculo blanco de los Himalaya. Una mañana, cerca de una manada de faisanes, Ann dio un giro rápido y disparó demasiado bajo, alcanzando por error a cuatro elefantes con una ráfaga de perdigones. Los acompañantes hindúes se horrorizaron ante el espectáculo de los animales ensangrentados y mugiendo desesperados. Ann estuvo a punto de causar una estampida mortal. Los Havenstrite trataron de consolarla. Le dijeron que la cacería mayor requería más experiencia. Derrotada, accedió regresar a casa. Pero después de una noche en vela, insistió en que tenía que matar un tigre para Billy. Después de varios días más practicando puntería en blancos colocados en árboles banianos, finalmente lo logró. A las seis de la mañana, su guía la despertó de un profundo sueño y la condujo a través del campo. Amarró una cabra a un palo como carnada. Después de escasos diez minutos, Ann disparó y mató un leopardo. Havenstrite escribió más adelante: "Era muy errática con un rifle en la mano, casi no tenía noción de lo que hacía. Se ponía muy nerviosa y tensa cada vez que había disparos de cualquier índole. No me parece que sea una persona muy estable en presencia de armas de fuego". 119 de octubre de 1955, Billy llamó por teléfono a Stewart Clement, un antiguo conocido de Groton, para pedirle consejo relacionado con la compra de un nuevo avión. Clement recomendó un Helio, modelo que acababa de ser inventado por un profesor de aeronáutica de MIT. Solamente había disponibles en ese momento unos pocos de los más pequeños, de cuatro puestos y 1.360 kilogramos. Su costo era de 10.000 dólares.=
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"Se llama el avión para cancha de tenis, porque puede despegar
¿Qué diría su madre? Billy decidió preguntarle a su ahogado si
y aterrizar en áreas muy reducidas", explicó Clement. Cuando ca-
esto podría ser causal de divorcio.
minaban lentamente por Wall Street para ir a almorzar, admira-
De regreso al hotel, Billy llamó a Ann. "Aquí también se ríen
dores de las carreras, ataviados con trajes de tres piezas, felicita-
mucho cuando hablan", le dijo. Acostumbraba decirle que le en-
ron a Billy; a todos les encantaba su caballo Nashua.
cantaban sus grandes sonrisas de Kansas. "Tengo datos compro-
Durante el almuerzo, Billy se enteró de que se fabricaba únicamente un Helio al mes. "¿Dónde los hacen?", preguntó.
metedores acerca de ti para mis ahogados", añadió enseguida. "Oh, Billy, en Pittsburgh nadie me recuerda", respondió Ann. "Acabo de enterarme de que mi suegro está vivo y es conduc-
"En Pittsburgh, Kansas", dijo Clement. Riéndose, comentó Billy: "Mi mujer también fue fabricada
tor de tranvía en Detroit. Nunca fue un coronel", dijo Billy. "Me mentiste
allí". Esta coincidencia le pareció a Billy una señal de que el avión le estaba destinado. Se hallaba impaciente por contarle la sorprendente
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historia a Ann. Ella lo escuchó sin alterar el semblante mientras le explicaba que el Helio se construía en la calle 4 Oeste de Pittsburgh. "A dos millas de nuestra gran-
No había ningún noviecito de la secundaria que se hubiese convertido en policía en Oakland (como escribió Capote), y Ann no era "una bígama de poca monta" de quien Billy podía divorciarse sin pagarle una pensión
ja", dijo. Ann no había regresado a Pittsburgh desde que tenía 11 años. "Tal vez me acerque allá para recoger uno", dijo Billy bromeando, "y conoceré la verdad acerca de ti". Billy Woodward se bajó de un avión en el Aeropuerto Municipal de Atkinson, en Kansas. Vernon Marsh, el gerente de planta de Helio, condujo a Billy por entre granjas deterioradas y campos fangosos. Billy dijo a Marsh que su esposa, Ann Eden
"Mi madre me dijo que era viuda", respondió Ann. "Creeré que está muerto cuando vea su tumba". En el cementerio de 33 acres no había guardián, y Billy no pudo encontrar las tumbas de los Crowell. Por último, desistió.
Crowell, era oriunda de Pittsburgh, el tipo de pueblo del cual
Truman Capote aseguró a algunos amigos que Billy fue a
podrían haber salido los criados de Billy. Miró fijamente los por-
Pittsburgh porque su detective había encontrado al verdadero
ches abiertos con sus viejos columpios y mecedoras. Había pocas
esposo de Ann; no sabía que Billy estaba comprando un Helio.
aceras. Los cables del teléfono sobresalían en las calles sin árbo-
No había ningún noviecito de la secundaria que se hubiese con-
les. Billy se enteró de que el viejo rancho de Crowell todavía esta-
vertido en policía en Oakland (como escribió Capote), y Ann no
ba en pie cerca de algunas canteras y minas de carbón abandona-
era "una bígama de poca monta" —ni una esposa "ilegítima"—
das, pero no pidió que se lo mostraran.
de quien Billy podía divorciarse sin pagarle una pensión.
Después de dejar su maletín Vuitton en el Hotel Bessie, se diri-
Poco después, Billy Woodward volaba de Pittsburgh hacia el
gió con Marsh hacia el occidente del pueblo, a una milla de distan-
oeste, a bordo de su nuevo avión, no sin antes haber sembrado
cia, a la fábrica de bloques de cemento con su pista de aterrizaje de
uno de los numerosos mitos que rodearon su extraño asesinato.
grama. Marsh llevó a Billy a un tour de 30 minutos por la planta, en la cual 125 obreros especializados habían estado trabajando toda la semana para terminar su nuevo avión. Ya en el hotel, Billy fue a la recepción y pidió indicaciones para llegar al drugstore de Paul Crowell, primo de Ann. Se sentó en la fuente de soda a tomar una Coca-Cola. El encar-
C
onstruido por los herederos de la familia Woolworth, el Teatro Woodward en Oyster Bay Cove tenía el aspecto de una casa de campo romana, ubicada entre cuidados céspedes, esculpidos jardines de rosas, estatuas, y una majestuo-
sa piscina. A media milla del tranquilo Long Island Sound, esta-
gad() le dijo que no deseaba repetir "chismes de mujeres" acerca
ba rodeado de bosques de pinos. Pelotas de tenis del Club Cam-
de Ethel Crowell, madre de Ann, pero Billy insistió y se enteró de
pestre Pine Hollow adyacente rodaban por los prados. Por moti-
los dos matrimonios fracasados de Ethel. Una vez había persegui-
vos fiscales, los Woodward alquilaron su enorme cancha de tenis
do al señor Jordan por la calle, dijo el joven, pegándole en la ca-
cubierta con vidrio a la Corporación Cinerama para grabar el so-
beza con una olla. Ethel también le había dicho a una señora que
nido de películas como La vuelta al mundo en 80 días. En algu-
el señor Jordan le había "pegado una gonorrea". La señora
nas ocasiones se podían contar hasta cien músicos paseando en
Crowell había desaparecido del lugar, adeudando dinero a varias
sus predios.
personas. Con algo de estímulo, el joven dependiente dijo a Billy
El 28 de octubre, mientras Billy y Ann dormían en sus habita-
que Jesse Claude Crowell era un chofer de tranvía retirado y que
ciones separadas en la planta baja, cuatro detectives del cercano
probablemente estaba vivo. Esto era peor de lo que Billy temía.
Brookville echaban un vistazo a la propiedad, tratando de seguir
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la pista a un intruso que venía robando comida y carros en el área desde hacía varios meses. A las cuatro de la mañana, el detective Ray Soper del Condado de Nassau aminoró la marcha en Berry Hill Road, la vía que conducía a la casa, y vio a la policía local corriendo. Al igual que ellos, había sido informado a través del radio de que el merodeador se encontraba en un cobertizo vecino. El guardia de noche de Cinerama, Steve Smith, señaló al detective Soper el lugar por donde el posible pillo había entrado al garaje. El maletín de Billy Woodward se encontraba en el suelo. Cerca de la cabaña de la pis-
cina, Soper vio estuches de municiones vacíos. "El maleante tiene una escopeta", dijo. Soper llegó en su carro hasta el cobertizo, que se encontraba ya rodeado por la policía local. Otros policías buscaban entre los arbustos y matorrales. Sin que ellos lo supieran, el ratero, Paul Wirths, estaba oculto bajo un gran matorral cerca del cobertizo. Un policía de Brookville casi le pisa una mano. Cuando Billy despertó, el chofer Lee Príncipe le dijo que un extraño había pasado la noche en la propiedad. Le mostró a Billy que el hombre había irrumpido en el garaje y robado latas de sopa de la cabaña. Billy llamó por teléfono al jefe de la policía de Oyster Bay Cove, quien dijo que la Policía del Condado de Nassau sospechaba de un joven alemán desempleado que ya había sido arrestado con anterioridad por robos en el vecindario. Nashua, una de las cabalgaduras de Billy, quien celaba el pedigree de sus pura sangre, pero tuvo poco cuidado, y menos suerte, con Ann.
l adjunto principal del fiscal de distrito de Long Island, Edward Robinson: "Me parece que usted ha dicho que durmió hasta mucho más tarde que el señor Woodward". Ann Woodward: "Sí, pero no sé exactamente cuándo me levanté. Ahora recuerdo que mi esposo entró a mi habitación sonriendo y diciendo que le alegraba que estuviese despierta (el testigo sollozaba)... (Mi esposo) me dijo que alguien había forzado su carro la noche anterior... la guantera, y el jardinero había escuchado —o alguien le había dicho— que el intruso había estado fisgoneando por el vecindario durante la semana anterior... Yo estaba aterrada, y él también, porque habíamos regresado a casa la noche antes. El había salido al garaje y guardado el auto, y el hombre, sea quien fuere, hubiera podido estar allí mismo".
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Edward Robinson: "¿Qué observó usted, entonces, cuando salió con el señor Woodward?". Ann Woodward: "Bueno, buscamos por toda la propiedad. Bajamos hasta la piscina, y vimos que la cabaña había sido forzada —no el vestier de los hombres ni el de las mujeres, sino otra habitación en la cual hay una nevera y como un pequeño bar y una especie de salita adentro. Y vimos que la ventana también había sido forzada. Yo dije: `¿No podríamos pagar para que venga alguien a vigilar la casa por unas 24 horas hasta que se localice a la persona?' Porque habíamos visto hasta la cama que se había preparado el hombre ese, sirviéndose de unas sillas de piscina, ¿sabe?, esas sillas' largas donde se colocan las piernas, y las metió en la cabaña, y había comido todo lo que estaba en la neverita, con excepción de una lata de jugo de toronja... Estábamos tan horrorizados que nos sentamos allí a hablar en francés. Es decir, yo temía hablar inglés. Pensaba que el intruso estaba allí, detrás de mí o sobre mi hombro, prácticamente. Y seguía hablando francés a mi marido, porque pensaba que él podría estar escuchando, así de cerca. Pero nos quedamos allí y encontramos una caja frente a la cabaña con algunas latas que el hombre había utilizado y que venían de la nevera. Y en ese momento yo estaba muy asustada. Dije a mi esposo: Regresemos a la ciudad. No nos quedemos aquí. Llevemos a los niños y regresemos a la ciudad". Edward Robinson: "¿Qué otros lugares de la propiedad revisaron?". Ann Woodward: "Bueno, revisamos todo, y vimos que habían roto las dos ventanas del garaje. Y también vimos que habían halado una caja entera de municiones hacia la ventana, sobre la repisa, y tomado una piedra que tanto mi esposo como yo vimos fuera de la ventana, y mi esposo me dijo que pensaba que probablemente la utilizó para tratar de romper la tapa de la caja de municiones, porque la parte de madera había sido violada. Así.que el susto fue aun mayor, porque nos dimos cuenta de que el intruso seguramente andaba armado".
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129 de octubre, Charles Wacker y Billy hablaron por teléfono durante una hora acerca de una inversión petrolera, y de caballos. Billy le mencionó: "Oh, Ann está muy alterada; cree que hay un intruso, ¿sabes?". Ann Woodward: "(Billy) llevó su rifle consigo (esa noche) cuando salimos a cenar. Nos sentíamos muy nerviosos, y él dijo: 'Debe estar muy desesperado y seguramente es un hombre peligroso'. Y añadió: `no podríamos ni pensar en salir a cenar sin llevar un rifle con nosotros' ". Edward Robinson: "Bueno, ¿qué precauciones tomó para el cuidado de los niños en vista de esa situación?". Ann Woodward: "Pues bien, dimos instrucciones claras y tajantes a la cocinera, en el sentido de que debía esperar a los niños y cerciorarse de cerrar la puerta principal cuando ellos entraran". Edward Robinson: "Esta es una pregunta muy personal, señora Woodward, pero tengo que hacerla. ¿Tuvieron ustedes relaciones sexuales esa noche?". MARZO 1993 EXCESO
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Ahora, el vigilante apareció debajo de una sombrilla y llevó a Ann Woodward: "Sí". Costello hacia una botella de leche, un sandwich comido a meEdward Robinson: "¿Ha dicho usted sí?". dias, y un envoltorio desechado de comida que se encontraban en Ann Woodward: "Sí. Antes de la fiesta". una banca a unos cien pies de allí. Costello había llegado apenas La fiesta había sido organizada por la señora de George Baker una hora después del ladrón. "No hay nadie aquí", dijo. No enen honor del duque y la duquesa de Windsor. Pero antes de salir, vidiaba al bandido. Era una noche de perros. Billy emprendió una búsqueda para hallar al bribón. El ánimo obAnn siguió a Billy mientras éste recorría la casa. Sosteniendo su sesivo de Billy era contagioso. La presencia de alguien al acecho parecía unirlos a él y a Ann como en equipo. Podían visualizar los ti- revólver, Billy abrió la puerta de cada closet. Ann revisó la nevera. Susurró: "Creo que ha estado aquí". Billy decidió que ambos tulares: "Deportista millonario mata a intruso en su propio hogar". Pasaron una hora inspeccionando los closets, las habitaciones in- debían ir a dormir armados y disparar en caso de que el ladrón utilizadas, y los corredores vacíos Corrió descalza y cayó de rodillas del Teatro. Ann estaba segura de que el malhechor los observaba. al lado del cuerpo yacente. Sollozó. Ann y Billy buscaron en las inmeAunque estaba boca abajo, diaciones del bosque, y Billy llevaba un rifle. Por primera vez, Billy no se se percató de que su mejilla burló de su acento. De hecho, no era una pulpa ensangrentada había mencionado a Kansas ni asu padre desde hacía un buen tiempo. A la hora del cocktail, Ann sedujo a Billy. Sabía que la idea del ladrón lo había excitado. Mientras pudiera llevar a Billy a la cama, era porque todavía la quería. entrase a la casa. Amarró a Sloppy, el viejo poodle miniatura, en Cuando salían del Teatro hacia la fiesta de los Baker, sus tacones puntiagudos resbalaron en las hojas húmedas. Puso atención la cocina, para que vigilase. esperando oír otras posibles pisadas. Llovía levemente. Se sobreEdward Robinson: "¿Sacó usted misma el rifle de su estuche?". saltó como si alguien hubiese gritado "¡Buu!". "Qué es eso?", Ann Woodward: "Sí, saqué un rifle y lo coloqué sobre la silla dijo. Delante de ella, Billy apuntó su revólver. Luego alumbró el en mi dormitorio". auto con una linterna. Manejó despacio por el callejón de su casa Edward Robinson: "¿Lo cargó usted allí?". y guardó el revólver en la guantera. Acelerando el auto, pasó por Ann Woodward: "No recuerdo si lo cargué . Sí, creo que lo hice. las arenosas ensenadas a 75 millas por hora, en su ruta especial a La verdad, no recuerdo...". través del adormecido Norwich Este, bajando una empinada coEdward Robinson: "Bueno, ¿sabe usted si lo cargó antes de ir lina por Skunk's Misery Landing Road. a dormir, antes de acostarse?". Poco después Billy aminoró la marcha, al visualizar a través Ann Woodward: "¿El rifle? Sí, definitivamente estaba cargade la niebla el familiar aspecto de Peacock Point, la mansión do cuando lo coloqué al lado de la silla". georgiana cubierta de hiedra, perteneciente a la madre de Bean Ann se cepilló los dientes en su baño, tomó una pastilla para Baker. Miró su Omega de oro: eran justo las ocho de la noche. dormir, y se acostó en la amplia cama de su dormitorio. Billy se La duquesa se hallaba en el piso de arriba con el duque. La paduchó en su baño, y se acostó en una angosta cama en su habitareja real había traído tres perros falderos, muchos baúles y ma- ción. No se puso la pijama; prefería dormir desnudo. letas grandes, así como una empleada personal que limpiaba lo Edward Robinson: "¿Qué recuerda usted después de haberse que ensuciaban los perros. El duque de Windsor se negaba a so- dormido?". portar otra cena de tedio suburbano. Quería estar en cama al Ann oyó pisadas en el techo de su dormitorio. Luego escuchó lado de la pequeña muñeca de trapo que su difunta madre, la un estruendo arriba, en el corredor. Se quitó la máscara de dormir Reina Mary, le había bordado. y agarró el rifle del lado de su cama. El perro ladraba, como soA medianoche, mientras Ann y Billy regresaban a su casa, un lía hacerlo en presencia de extraños. La culata se ajustaba perfecauto de policía de color negro patrullaba la húmeda propiedad, tamente a su axila. El incremento de adrenalina no logró disipar cubierta por la neblina del Club Campestre Pine Hollow. El vigilos efectos del calmante. Caminó directamente hacia la dirección
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Isnte nocturno labiá reportado la presencia de un hombre que se alejaba corriendo de un puesto de venta de refrigerios. El patruIleroThomas Costello puso en marcha el limpiaparabrisas, bajó el vidrio, y dirigió el haz de su linterna hacia allí. El ladrón había despertado la alerta de una operadora al tumbar el teléfono del mostrador. 90
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del ruido que había escuchado. Al abrir la puerta de su habitación vio una sombra. Ann Woodward: "¡Oh! No se imagina (La testigo solloza y se pone incoherente antes de continuar). Me dirigí de inmediato hacia la puerta, para abrirla y luego retrocedí de nuevo y disparé hacia una sombra".
Apuntó el arma a través de la puerta entreabierta y apretó dos veces el gatillo. Los perdigones se dispararon estrepitosamente a través del pasillo de 18 pies que conducía hacia la habitación de Billy y la escalera. El olor acre de la pólvora le picaba la nariz. Un instante después de accionar el arma, la asaltó un terrible pensamiento. "¡No, Dios, no!". La pálida forma en el suelo del pasillo oscuro era su esposo desnudo. Corrió descalza y cayó de rodillas al lado del cuerpo yacente. Sollozó. Aunque estaba boca abajo, se percató de que su mejilla era una pulpa ensangrentada. Bajó corriendo al sótano y devolvió
na más cercana a ella, la despertaron. Según amigos, Tommy nunca olvidó esa primera expresión de conmoción y de dolor cuando le dieron la noticia de la muerte de su hijo. Tommy siempre creyó —al igual que Elsie-- que Ann había asesinado a Billy a sangre fría. La policía investigó las circunstancias materiales de los disparos seis horas antes que Elsie se enterara de la muerte de su hijo, y sin interferencia ni sobornos de Elsie o sus representantes. Y si bien Elsie creía que Ann estaba encubriendo un asesinato, no tenía pruebas. Al ladronzuelo, Paul Wirths, se le arrestó pocos días más tarde, pero lo único que admitió fue haber robado en la propiedad de los La pareja fatal en el baile de disfraces de Southampton en 1955 y ella (primera de
izquierda a derecha), en un partido de polo en West Palm Beach, el mismo año. Ann cavilaba: "Debería estar al lado de Billy".
un montón de municiones al armario de los rifles, temiendo disparar contra sí misma si las tenía al alcance de la mano. Regresó hacia donde se hallaba Billy y dejó caer el fusil. Tal vez no estaba muerto; simplemente podría haberse caído. En cualquier momento le diría algo. Tomó sus hombros con ambas manos. No había mucha sangre en la alfombra. Era sólo una herida en la cara. Los perdigones no son municiones potentes. Ann Woodward había asesinado a su esposo a las 2:07 am. Habían estado parados en los dos extremos opuestos del oscuro pasillo. El segundo disparo del rifle rebotó en la puerta del dormitorio de Billy y lo alcanzó, causándole heridas superficiales en el costado derecho de la cara y el cuello. Billy había volteado la cabeza, tal vez como reacción a algún ruido en la parte de arriba. Un pequeño proyectil le entró al cerebro. Del impacto de los disparos, Billy cayó de bruces en su habitación. Diez minutos más tarde estaba muerto. Ann se había dormido pensado en el intruso; había sentido su presencia a su alrededor. Cuando levantó el rifle y disparó, estaba convencida de que ayudaba a Billy.
A
las nueve de la mañana, Tommy Bancroft, nieto de Elsie, llegó a su mansión de piedra en la calle 86 Este. Su familia había decidido dejarla dormir. A Elsie se la conocía por su fortaleza y excelente ánimo, pero tenía 72 años y todavía estaba de duelo por una de sus hermanas trillizas. Además, si bien Elsie a menudo calificaba a Billy de "imposible", era su único hijo, y la familia Woodward veía en las peleas de Billy con su madre la prueba de un estrecho vínculo. Tommy Bancroft y Putz, el mayordomo y, posiblemente la perso-
Woodward 24 horas antes de los hechos. Una noche, un detective condujo nuevamente a Wirths a su celda de detención. Le dijo, "Paul, sé un hombre. Está involucrada una mujer con dos niños pequeños". Wirths no respondió. Estaba mirando un ejemplar del JournalAmerican en la que aparecía su foto, sonriendo desdentado, bajo el titular: "Intruso de Woodward a millas de distancia en el momento de los disparos". A la mañana siguiente, Wirths admitió haber entrado al segundo piso del Teatro minutos antes que Ann le disparara a Billy. El registro de la prisión revela que Wirths no tuvo visitantes que le ayudasen a cambiar de opinión. Wirths admitió que la noche del asesinato trató de mirar hacia adentro por la ventana de Ann. Estaba lloviendo. Decidió entrar para estar con ella. Empezó a escalar el árbol de nuevo para alcanzar el tejado bajo sobre el techo de su dormitorio. Llevaba el arma bajo su brazo. Caminó sobre el tejado hacia una ventana larga, rompió un vidrio con la culata de su rifle, y metió la mano para abrir la ventana desde adentro. Cuando entraba, su pie se enredó en las cortinas. Perdió el equilibrio, se cayó su rifle y escuchó disparos del interior. Sintió el olor a pólvora y escuchó gritos. Pensó que lo habían herido. Salió rápidamente por la ventana, descendió deslizándose por el tronco del árbol y llegó al suelo. Tras su confesión, la policía encontró una enorme huella de zapato en la base del árbol.
M
ientras planificaba la lucha por la custodia de los muchachos, Elsie envió a Woody de 11 años y a Jimmy de nueve al Doctor's Hospital en la Avenida East End entre calles 87 y 88 para visitar a su madre. Les advirtió que no le preguntaran nada. "Se siente demasiado mal", les dijo. :21 MARZO 1993 EXCESO
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El 4 de noviembre, Elsie y Jim Farrel, inspector en jefe adjunWoody y Jimmy capearon el asedio de los fotógrafos camino to, se reunieron en su casa. Admitió que Billy y Ann "habían tehacia la habitación de Ann en el décimo piso, junto con una tía. nido pequeñas diferencias" hace unos diez años, "pero que luego Jimmy arrastraba un ramo de flores a lo largo del piso del corredor. "No llores, mami", dijo Jimmy, estallando en lágrimas y habían sido muy felices"."Culpo a mi hijo", dijo la señora Woodward, "por darle a su esposa un rifle para mantenerlo en su ocultando su cabeza en el regazo de la madre. Después, un médico les dijo a los'reporteros que "la señora Woodward y los niños habitación, sabiendo cuán nerviosa se encontraba. Sé que Ann amaba mucho a Billy, y los disparos no pueden haber sido nada habían tenido expresiones de profundo afecto". Cuando los muchachos se fueron, "todo qu'edó triste", y "la señora Woodward diferente a un accidente". Terminó la entrevista de cinco minutos afirmando: "Nunca he senlloró largo rato". tido en toda mi vida mayor tristeza de la que siento por Ann, una muCada día ofrecía un nuevo giro. Los servicios noticiosos hicieron de las suyas cuando se enteraron de que el padre de Ann WoodEl 25 de noviembre, ward, Jesse Claude Crowell, de 64 los miembros del jurado escucharon años de edad, vivía en una casa nueve horas y media móvil en el Lago Otsego en Michigan y era un conductor de tranvía los testimonios de 31 testigos. retirado que durante los últimos 30 Después de deliberar durante 30 minutos, años había ansiado hablar con su única hija. La prensa estaba igualdeclararon en forma unánime mente fascinada con la convicción de la inocencia de Ann Woodward Crowell en el sentido de que Angeline se había transformado en Eve Arden. "Siempre creí que mi pequeña Ann había ido a Hollywood y se había convertido en Eve Arden", jer consciente de haber matado a un marido al que tanto amaba". Veinte años después, el retirado juez estatal de la Corte Suprele dijo a un reportero. Le gustaba Eve Arden porque tenía mucha ma, Frank Gulotta, fiscal de Distrito en el momento del incidenvida, al igual que su primera esposa, Ethel Crowell. "Después de todos estos años es un poco difícil recordar mu- te, dijo que el apoyo de Elsie a Ann fue importante: "He aquí una cho acerca de mi hija", dijo Crowell. "Pero nunca olvidaré cuánto gran dama, su hijo muerto, y ella sale en defensa de esta mujer". Sin embargo, Gulotta comentó también que, en última instancia, le gustaban los caballos. Le enseñé a montar, llegando a convertirse en buen jinete. Estoy seguro de que eso le fue muy útil cuan- el aspecto jurídico de la culpa de Ann quedó dirimido por la confesión de Paul Wirths. do empezó a frecuentar la alta sociedad". "Supongamos que Ann y Billy sentían el mayor desagrado La brecha que separaba a padre e hija parecía una indicación más del vertiginoso ascenso de Ann para dejar atrás su pasado de mutuo. De cualquier manera, la confesión del ladrón demuestra que su presencia fue el hecho desencadenante de los disparos y clase obrera. Diana Vreeland recordó una conversación en la cual Elsie había dicho: "Hubiera preferido que Billy se casara con una prueba que fue un accidente". de nuestras atractivas criadas. Así por lo menos habríamos sabil ., 1 de noviembre, los dos muchachos Woodward fueron redo de dónde salió". Elsie seguía negándose a hablar del incidente con la prensa. tratados cuando entraban al hospital a visitar a Ann por terPero cuando se enteró de que Ann pensaba asistir al funeral, imcer día consecutivo. Las visitas formaban parte de la campapuso su criterio. La presencia de Ann convertiría una ceremonia ña de Elsie para demostrar que no tenía ningún deseo de religiosa en un circo. A la prensa se le informó que Ann había rehacer daño a Ann. De regreso a su casa esa tarde, en la Calle 86 cibido instrucciones de su médico impidiéndole asistir. Tempra- Este, Jimmy insistía en ir al cine. Elsie revisó su peinado y su cueno en la mañana, el día del funeral —el más grande de New York llo blanco almidonado. Luego, ella, su hija Ethel de Croisset y los desde el de Babe Ruth, según dijo después un policía— Ann supliniños salieron sigilosamente de la casa por la puerta de servicio y có al médico que le diese un sedante a fin de poder asistir. Pero el tomaron un taxi. En el cine de la Calle 42, los chicos rogaron ver doctor se negó. la película por segunda vez. Elsie, aunque renuente, accedió. Las cosas se inclinaron ligeramente a favor de Ann cuando Después, los muchachos arrastraron a su abuela y a una tía a
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Plsie supo que un reportero venía siguiendo la pista a las visitas de Billy a un burdel en la Avenida West End en Manhattan. Elsie razonó que si expresaba apoyo a Ann, la prensa estaría menos interesada en los chismes sucios. Después de cinco días de silencio, Elsie dio su opinión oficial: "Siento la misma tristeza por Ann que por mi propio hijo". 92
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una galería de juegos contigua. Los herederos Woodward se turnaban un rifle para disparar repetidamente'contra blancos en movimiento. De repente, Lisie miró horrorizada a su alrededor viendo a los otros chicos. Supongamos que alguien los reconociera. Si algo no quería Elsie era una foto de los muchachos Woodward disparando con rifles. Regresaron rápidamente a casa.
El 25 de noviembre, los miembros del jurado escucharon nueve sus invitados. Una noche, Eline Lorillard advirtió a su esposo, horas y media los testimonios de 31 testigos. Después de delibe- Pierre, "digas lo que digas, no menciones rifles". Elsie les dijo, rar durante 30 minutos, declararon en forma unánime la inocen- "¡Oh!, admiro tanto lo que hicieron en Newport con el Festival de cia de Ann Woodward. Jazz". Y Pierre replicó, "Pero nuestros vecinos casi nos matan a tiros por eso". Elaine se atragantó. Después de un viaje a California en 1966, a los 85 años, Elsie entabló amistad con Frank Sinatra, con quien coqueteaba por teléfono. Semanalmente, él le enviaba flores y lo que ella llamaba "notas de amor" . El parecía estar fascinado con su estilo eduar) diano y su mítico papel en el encubrimiento del asesinato de Billy. Elsie escondía las cartas bajo su ropa íntima. "Ojalá mi hija las encuentre después de que yo ya no esté aquí y que sospeche lo peor", le dijo a una amiga. Elsie había cambiado su opinión con respecto a la publicidad. Durante las primeras ocho décadas de su vida, se había regido por la regla de las damas del siglo diecinueve: "El nombre de una dama aparece en los diarios en tres oportunidades: cuando nace, cuando se casa y cuando muere". Pero ya estaba bien entrado el siglo veinte, y a Elsie le gustaba figurar como estrella; enviaba halagadoras notas de agradecimiento a la columnista de sociales Aileen Mehle, quien las reseñaba en Suzy. En el otoño de 1963, Elsie había invitado a su nueLa habitación, tal como quedó ra a una concurrida cena. "Ann se ha apersonado", despedís del dispasuspiró Elsie para ser oída por unos pocos invitados ro mortat y el cuerpo de Billy. solamente. Ann acababa de regresar a casa para un visita después de cazar aves cerca de Madrid. Los invitados la miraban con asombro, mientras comentaban cómo un asesino había podido matar a John F. Kennedy en un carro en movimiento. "¿Han disparan New York, a la edad de 83 años, Elsie era ahora la señora Wi- do alguna vez a un blanco en movimiento?", preguntó Ann. Hubo lliam Woodward reinante. Famosos invitados acudían a co- un expectante silencio. "Pues bien, yo lo he hecho", dijo Ann, nocer a la gran dama de la edad de oro, de quien se decía que consciente de la conmoción que había creado. "Es mucho más había encubierto un asesinato. Elsie revoloteaba por todo fácil de lo que piensan". Nueva York luciendo vistosos trajes de Pucci y joyas de fantasía. Poco tiempo después de la fiesta de Elsie, se hallaba Ann en Irónicamente, su vida se estaba pareciendo a la que había llevado Venecia, paseando en una góndola. Se entretuvo conversando a su nuera. Las veladas dominicales de Elsie en su amplio aparta- solas en un extremo del bote con un noble italiano. Su esposa mento de Waldorf Towers empezaban a las cinco de la tarde, e in- irrumpió de pronto y dijo en voz alta: "Una cosa es coquetear, cluían prácticamente a todos los miembros de la escena política y querido, pero ¿por qué habrías de hacerlo con una asesina?". del arte del espectáculo. Los Windsor conocieron allí a Andy En Nueva York, Truman Capote aparecía en el Tonight Show Warhol, quien enviaba rosas amarillas a Elsie todos los años por y en cenas de sociedad, hilando relatos condimentados con malicia Navidad, y Adlai Stevenson conoció a Joan Fontaine. Rosalind e ingenio sobre estrellas de cine y miembros de la alta sociedad: Con Russell tocaba el piano y cantaba. Elsie leía las líneas de la mano ayuda de un amigo de The New York Times, reunió recortes sobre a sus invitados y nunca dejaba que la conversación decayera ha- el incidente Woodward. Un policía del Condado de Nassau copió cia temas sombríos. "Creo que el dinero es más importante que la el informe contenido en un microfilme que había estado acumulansalud, ¿no les parece?". Era una de las preguntas que Elsie solía do polvo en una gaveta de archivo metálico en Mineola. Capote se hacer mientras tomaba la sopa. A A rlene Francis, Kenneth Lane deleitó con los informes del detective privado sobre la princesa May Bill Blass les decía en tono de queja: "Estoy cansada de gente rina Torlonia. aburrida". Cuando Merle Oberon se casó con un hombre muy joA Capote le gustaba hablar de su "encuentro" con Ann. Afirven, Elsie, de manera conspicua, se abstuvo de hacer comentarios. maba que él y Ann habían coincidido en una oportunidad, sentaAceptaba a la gente del cine "si tenían buenos modales en la mesa dos en mesas separadas en un bar de Biarritz, cuando alguien sey no le pegaban a los niños en público". ñaló hacia el hombro de Ann y dijo: "Allí está Truman Capote". El incidente de la muerte de Billy estaba en la mente de todos Ann preguntó, "¿Dónde está ese marico?". Desafortunadamen-:::
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te, dijo Capote, me encontraba apenas a dos pies, oculto tras una columna. Ann le dirigió un gesto de disculpa, pero Capote la miró fijamente. La noche siguiente, alzó una copa en silencio desde el bar. Después levantó el pulgar y le apuntó con , el índice, diciendo: "Bang, bang, bang, bang". Capote se sintió fascinado por Ann. Bastaba que algún amigo le dijese "Ann Woodward", para que actuara como una máquina dispensadora a la que le colocan una moneda. Podía contar relatos de ella por horas, embelleciendo sus detalles con el paso de los años.
había bastado para visitar todas las iglesias y sinagogas ubicadas en las dos millas adyacentes a su apartamento en dirección sur. Apesadumbrada, Ann refirió a la joven coreana que llevaba consigo una cápsula de cianuro. De regreso a la casa, Ann la invitó a cenar. Kim accedió a entrar sólo por unos minutos. El apartamento duplex parecía vacío. Esa noche, Ann no pudo comer, pero le pidió a su empleada Reever Paige que la abrazara y rezara con ella. Llamó a Kim por teléfono para suplicarle que regresara. Kim se negó. Cuando Jimmy llegó a la casa, Ann le reprochó su aspecto, y él la tildó de mujerzuela. "Tu padre solía pegarme", le dijo . "No
"Pues bien, ella asesinó a mi hijo, eptiembre de 1979 fue un mes desastroso. Robaron en y Truman Capote acaba de asesinarla a ella, el penthouse de Ann en Marde manera que supongo que ahora bella. Ella voló a hacer cambiar las cerraduras y contratar una ya no tendremos que preocuparnos firma para que erradicase cientos por ese asunto" de polillas. Mientras se encontraba allí, la llamó una amiga desde New York para contarle acerca de una obra breve de ficción de Truman Capote que, al parecer, trataba de ella. La acusaba de asesinato. Estaba previsto que apareciese en el núera un santo", Jimmy, alterado, le gritó: "Lo asesinaste a propómero de noviembre de Esquire. sito" y huyó del apartamento. Ann, inconsolable, regresó a New York bajo los cuidados de Cuando Sudduth regresó, a las 10:30 de la noche, Ann estaba en una enfermera graduada. "Debo irme lejos". En su pequeña casa cama; llevaba una vaporosa camisa 'de noche azul. A las once, esde la calle 94, cerca de la Quinta Avenida, Ann le comentó a su buen amigo Bill Sudduth lo del artículo en Esquire. En pocas se- taba bajo las cobijas. Sudduth le dijo: "Vamos Ann, ahora toma tu medicina y duérmete". Buscó a tientas entre las veinte botemanas, todo el mundo hablaría del relato de Capote, en el cual alllas de pastillas en la gaveta de su mesa de noche, ingirió una guien muy parecida a Ann Woodward resulta ser bígama y la sola con agua y luego tomó la mano de Sudduth, diciéndole, antigua amiguita de un gangster, que logra entrampar a su adine"Bill, estoy en paz con Dios". Sudduth la besó en la frente y salió. rado marido de la sociedad dejándose embarazar. "Truman Capote y yo nunca nos hemos conocido", dijo Ann A las 9:30 de la mañana siguiente, al llegar, Bill Sudduth pidió a Paige que entrase a despertar a Ann. Estaba de lado, con las maa Sudduth. Lo único que había sucedido entre ellos era el desagradable episodio del bar de Biarritz. Sudduth empezó a abrir las cornos agarradas bajo la cabeza. Habitualmente dormía con crema tinas, pero ella lo detuvo. "Quiero la oscuridad". Y agregó: en la cara. Esa mañana, llevaba base de maquillaje, lápiz labial, "Debo irme lejos. Los muchachos se sentirán aliviados si me voy". sombra en los ojos y máscara verde. Como la actriz que fue antaEn su agenda de bolsillo anotó la fecha octubre 25 —en la que el ño, parecía estar en pose para una hermosa escena de muerte. artículo de Capote aparecería en los kioscos. "Debo estar lejos", es"Ann se ha dormido para siempre", dijo Sudduth. cribió. Llamó a su secretaria a medio tiempo, una estudiante coreana Pocos dolientes asistieron al funeral de Ann el 14 de octubre. El de nombre Chayan Kim, y dijo: "Vayamos a Africa". A medida que amigo de la infancia de Billy, Ned Patterson, vino a dar el pésame. se acercaba a la fecha de la publicación, Ann se consumía de ansiedad. Lee Príncipe, su esposa, y otros criados de Oyster Bay se acercaron En la mañana del nueve de octubre de 1975, Ann y la señorita a la ciudad. Drew Dudley, el relacionista público amigo de Elsie, Kim caminaban por la Quinta Avenida. Ann le pidió que visitaran las acompañó a ella y a su hija Libby Pratt. Bobo Rockefeller asisun momento una iglesia católica. La segunda parada fue en el Temtió con Barbara Rosenwa Id, una heredera de Sears Roebuck. plo Emanuel en la Quinta Avenida con Calle 65. Ann abrió las Woody colocó algunas fotos de su madre, tomadas en los tiempos
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puertas del santuario principal, se acercó al altar e inclinó la cabe- de Broadway y de la radio, en la pequeña sala de la funeraria za. La señorita Kim se mantuvo alejada para no interferir ese ges- E. Campbell. to de intimidad. Luego se detuvieron durante media hora en otra iglesia. En la Iglesia Episcopal de St. James, Ann permaneció en la parte trasera. Miró todo el recinto como si tratase de visualizar algo. Era el lugar donde se había realizado el funeral de Billy. Una tarde le
Frank
Después de la breve ceremonia en la Iglesia de St. James casi vacía, Sudduth ayudó a Elsie a subir a su limusina. En el terreno de la familia Woodward (cerca del de los Vanderbildt) en el Cementerio Woodlawn, Elsie y Libby se detuvieron ante la tumba. Lisie, de 93 años, se mostró animada.
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Seis semanas después, Elsie explicaba su reacción ante la muerte de Ann: "Pues bien, ella asesinó a mi hijo, y Truman Capote acaba de asesinarla a ella, de manera que supongo que ahora ya no tendremos que preocuparnos por ese asunto".
E
l testamento de Ann dejaba sentado un deseo: quería reposar al lado de Billy en el terreno de los Woodward. Solicitó que se la enterrara al lado de "mi difunto marido William Woodward Jr. si es posible y aceptable por parte de quienes tienen interés en su terreno". Al Museo de Arte Metropolitano dejó sus cuadros y su colección de objetos chinos antiguos con la prescripción de que fueran exhibidos con una placa en la que se leyera: "Donado por la señora de William Woodward, Jr." El MAM rechazó los cuadros y fueron vendidos finalmente en Parke-Bernet, incluyendo un pequeño Manet, un cuadro dé Pandora y su caja, obra de Redon, un óleo de Bonnard de una mujer y un sensual óleo de rosas blancas pintado por Fantin-Latour. De una cabeza de muchacho realizada en tiza se dijo que era un falso Watteau. Una semana después de la muerte de Ann, Kim se encontraba en la casa marcando las pertenencias de la difunta para la subasta de Parke-Bernet cuando repicó el teléfono. Era Truman Capote. Estaba tratando de convertir su artículo para Esquire en una novela, y buscaba información adicional."¿Cuánto hace que la conocía?", le preguntó a Kim. "Solamente tres o cuatro años". "¿Cómo era en realidad Ann Woodward?", preguntó. "Era una persona triste, muy triste". "Era más que eso. Provenía de una barriada rural", dijo, como si hubiese conocido a Ann de toda la vida. "Querida, ¿fue suicidio, o simplemente una sobredosis?". En un comienzo, Capote se encontró con una Kim dispuesta a hablar. Siempre había sido demasiado locuaz. "Pobre Ann. La gente siempre fue mala con ella. Ya no quería vivir". "De acuerdo, pero apuesto a que se mató por un hombre". "No, no por un hombre", dijo Kim, sintiéndose presionada. "Estaba demasiado triste". Capote preguntó: "¿Más de uno?". "No, pero los hombres la buscaban solamente por dinero", dijo Kim. "¿Estaba tomando drogas, verdad?" Kim admitió haber oído mencionar a Ann la palabra cianuro. "¿Dónde lo escondió?", preguntó él. "Simplemente no lo sé". Capote insistió: "¿Cuándo fue la última vez que la vio?". Entonces Kim le relató con lujo de detalles el peregrinaje por las iglesias. "Dígame todo", exigió Capote, "todo lo relacionado con su último día". L Traducción: Mónica Ramler Vaisberg © Alfred A. Knopf Inc. 1992.
Es muy probable que cuando salga este artículo ya se hayan realizado las elecciones para escoger la nueva junta de la Federación Venezolana de Bridge. Hasta el momento hay una sola plancha encabezada por Attilio Botto, gran apasionado del juego-ciencia y varias veces jugador internacional representando a Chile antes y últimamente a Venezuela. Espero que, de resultar electo, la comunidad bridgística del país colabore con los integrantes de la nueva junta para difundir siempre, y más, nuestro deporte. Faltando dos sesiones para que finalice el torneo nacional de pareja libre, la dupla Vernon-Mendoza lideriza la competencia. Otras parejas que tienen opción a la victoria final son Pasquini-Bianchedi y OnoratiDhers. Si me equivoco no me vayan a fusilar. La siguiente mano fue jugada en la final de la Copa Dunhill en Bonn, Alemania, entre los equipos de Polonia y Bélgica. La mano en sí tiene algunos aspectos humorísticos y tácticos al mismo tiempo.
4 A96 I. 1043 ♦ J5 4 AKJ82
4
+ J10 gO KQJ72 ♦ A98 + 1043
Q7 le 986 ♦ K1043
4 Q765
4
K85432 g. A5 ♦ Q762 +9 SUR PASO PASO
OESTE 1 ,0l 2 4 (1)
NORTE PASO DOBLO
2 gOl
PASO
PASO (1)
ESTE 1 4 (1)
PASO (!) PASO
En el otro cuarto, la pareja polaca N/S declaró tranquilamente 4 4 e hizo 11 bazas. El jugador belga en sur no consideró sus cartas aptas para abrir y el jugador polaco Kascmerek abrió de 1 ,.. La respuesta 1 4 de Starkowsky es natural o muestra una mano mínima con apoyo a I.. Kascmerek áhora "inventó" un color cuarto de 4, lo que permitió que norte doblara para enseñar su color. Starkowsky ahora sabía que los oponentes tenían por los menos 8 4 y, en vez de corregir a 2 410, pasó dando la impresión que él tenía 4 y 4. Pobre sur, no queriendo pasar quiso hacer una cue-bid, pero desafortunadamente norte "sabía" que éste tenía 4 y 4, por lo que pensó que el compañero tenía los gO y pasó. Podrán imaginarse la sorpresa de sur cuando vio el muerto. Después de una defensa poco inspirada el carteador logró hacer 8 bazas pero su equipo perdió 11 IMPs. Polonia terminó ganando el match por 45 IMPs. La mano de hoy nos muestra que también los grandes jugadores pueden aterrizar a contratos increíbles siempre y cuando los adversarios los "ayuden" con declaraciones no del todo ortodoxas.
Steve Hamaoui M.I.
4•4•1/4, 441/41•4•1? MARZO 1993 EXCESO
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