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THE TRAVEL EXPERT

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Raemil Tatis BERLÍN

“Referente cultural, arquitectónico y financiero a nivel mundial. Una ciudad fuera de serie”

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Fotografías JOEL MARTÍNEZ

Para mi, hoy es un día muy especial. Después de varias ediciones ausente de mi artículo “The Travel Expert”, me renuevo y me alegra muchísimo estar aquí y ahora.

Una mudanza desde América hacia Europa, un matrimonio y posteriormente un embarazo y luego, el nacimiento de mi hijo, me mantuvieron muy ocupada y alejada de ustedes, además, el hecho de estar viviendo en otro país tan distante de mi amada República Dominicana, impide a veces, el contacto directo y frecuente que me encanta mantener con nuestros fieles lectores, esos que son amantes de los viajes, tanto o más que yo.

Esta oportunidad que me brinda la vida de poder mostrar ciudades del mundo a las que he visitado, con el firme propósito de enriquecerme de su cultura, su ambiente y sus bellezas arquitectónicas, su historia y sus ciudadanos, y algo muy importante, motivarlos a todos ustedes a viajar, mi pasión más grande en la vida. Viajar nos permite coleccionar momentos y es la mejor y más efectiva manera de aprender geografía, además, nos permite tener un concepto más amplio y claro de las diferencias y características que cada país o ciudad posee, algo que los hace únicos; viajar nos cambia la vida de una manera extraordinaria, nos abre la mente hacia otra dimensión y nos hace mucho mas inteligentes; viajar nos muestra el camino para poder crear

“La creación de la Unión Europea alentó aún más la inmigración en Berlín, de hecho, casi el 15% de los residentes de Berlín son personas con pasaportes extranjeros (una cifra notable para cualquier ciudad). Lo que es más, Berlín tiene a residentes de casi todos los países del mundo con más de 190 países representados en la población de la ciudad.”

“La ciudad cuenta con una buena red de carreteras, la proporción es de cuatro automóviles por cada diez personas, por lo que, es una ciudad con bajas tasas de propiedad de vehículos en comparación con otros países.”

nuestras propias historias y nos facilita el tener puntos de vista muy propios y objetivos, y es que viajar nos hace grandes.

Para retomar The Travel Expert versión revista First Class, ya que mantengo conexión con mis seguidores a través de mis redes sociales en Instagram y Facebook y muy pronto en mi canal de YouTube, en este instante, a través de estas páginas, les presento una ciudad que me dejó sin aliento, les hablo de Berlín, capital de Alemania, no podía reiniciar mi artículo con un mejor destino. Berlín es una de las ciudades más bellas, liberales y cosmopolitas del mundo. Es una ciudad muy grande, habitada por más de tres millones de personas, su población se estima en cálculos reales cerca de cuatro mil habitantes por kilómetro cuadrado, convirtiéndola en una ciudad con las aglomeraciones urbanas más pobladas del mundo.

Es una ciudad muy tolerante con los inmigrantes y esta tendencia se remonta en la historia hasta el reinado de Federico Guillermo en el siglo XVII, época en que se alentó la inmigración en Berlín como una medida de aumentar la población de la ciudad, después de una larga e interminable guerra que costó a la ciudad más de la mitad de toda su población. Su diversidad étnica la convierte en una ciudad muy interesante, a mi en lo personal me encanta y en mi primera visita me interesó grandemente quedarme a vivir aquí. Es que Berlín nos invita, su hospitalidad es mágica. En tiempos recientes, la ciudad ha sido sede de muchos solicitantes de asilo que necesitan refugio por una variedad de razones. La creación de la Unión Europea alentó aún más la inmigración en Berlín, de hecho, casi el 15% de los residentes de Berlín son personas con pasaportes extranjeros (una cifra notable para cualquier ciudad). Lo que es más, Berlín tiene a residentes de casi todos los países del mundo con más de 190 países representados en la población de la ciudad.

En Berlín podemos encontrar algunas de las mejores infraestructuras del mundo en lo referente al transporte, vivienda y recreación. Es

una de las ciudades socialmente más liberales del mundo, con más del sesenta por ciento de la población de la ciudad sin afiliación religiosa. Sin embargo, esto no significa que la religión sea algo sin importancia en Berlín, en la ciudad podemos encontrar más de cien congregaciones de iglesias católicas cristianas, alrededor de ochenta mezquitas y algunos templos budistas. Es la ciudad que cuenta con el mayor número de grupos ateos del mundo. La ciudad cuenta con una buena red de carreteras, la proporción es de cuatro automóviles por cada diez personas, por lo que, es una ciudad con bajas tasas de propiedad de vehículos en comparación con otros países. El tráfico ciclista ha tomado auge en los últimos años, su sistema de carriles para el uso del ciclismo es muy efectivo y notable en la ciudad. Cuenta con dos aeropuertos internacionales: el aeropuerto Schönefeld y el aeropuerto Internacional Tegel, haciendo de esta ciudad un destino accesible, desde ciento cincuenta destinos. Berlín está internamente comunicada por un sistema de autobús y un sistema ferroviario con más de ciento setenta estaciones estratégicamente ubicadas por toda la ciudad y que brinda acceso fácil de sus usuarios. Para poder hablar de la historia de Berlín y sus inicios, en su justa medida y dimensión, necesitamos un libro de varios tomos. La

primera vez que se cita en la historia a la ciudad de Berlín en 1230, año en que era una pequeña colonia de cazadores y pescadores, y cuya población se mantuvo relativamente independiente durante los siglos XIII y XIV. En 1415, la familia Hohenzollern que gobernaba en el estado de Brandeburgo, estado que formaba parte del Sacro Imperio Romano Germánico, se instala en Berlín y unos años más tarde, al final del siglo XV, declaran a Berlín capital de Brandeburgo. Durante el siglo XVI Berlín conoció las luchas que recorrieron Europa tras la Reforma. Las guerras trajeron a Alemania una grave crisis económica que perduraría siglo y medio. Durante el siglo XVI se produjo una espiral continua de subida de precios que favoreció a la burguesía y empobreció a la pequeña nobleza y luego, en el siglo XVII. Durante la Guerra de los Treinta años (16181648) Berlín fue semidestruida; su recuperación se inició a finales del siglo XVII y continuó en el XVIII; en este último siglo se convirtió en una de las capitales más hermosas de Europa. En el año 1788, se construyó la célebre Puerta de Brandeburgo.

La ocupación de Alemania por las tropas napoleónicas hizo surgir la conciencia nacional y Berlín se convirtió en la sede del movimiento nacionalista alemán. En 1871 Prusia derrotó a

“En Berlín podemos encontrar algunas de las mejores infraestructuras del mundo en lo referente al transporte, vivienda y recreación.”

los franceses en la Guerra Franco-Prusiana. El Estado de Brandeburgo pasó a formar parte de Prusia y Berlín se convirtió en la capital del nuevo Imperio Prusiano. La capitalidad del Imperio hizo que Berlín experimentase un fuerte crecimiento demográfico pasando de 825.000 habitantes en 1871, a casi 2.000.000 en 1900 y a 4.000.000 en 1925. La ciudad se convirtió en referente cultural, arquitectónico y financiero a nivel mundial. El nacimiento del Imperio alemán dio paso al llamado periodo de La Paz Armada, este periodo de la historia de Berlín fue convulso, ya que las potencias europeas se dividieron en dos bandos, la Triple Entente y la Triple Alianza que acabarían enfrentándose en la Primera Guerra Mundial. En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial cuyo detonante fue el enfrentamiento entre el Imperio Austrohúngaro y Serbia. Alemania se integró en la coalición de las Potencias Centrales formada por los Imperios Austrohúngaro y Otomano y el reino de Bulgaria.

El Bloque Central fue derrotado por las Fuerzas Aliadas en 1918. Tras la derrota, en la Primera Guerra Mundial en Alemania se proclamó la República de Weimar que perduró hasta 1933. En ese mismo año Adolf Hitler es nombrado Canciller iniciando una política que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial.

El 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia y con ello estalló la Segunda Guerra Mundial. Al final de la guerra, los bombardeos aéreos realizados por ingleses y americanos y el avance del ejército ruso arrasaron con Berlín. El 8 de mayo de 1945, se firmó el acta de rendición. Alemania, tras la conferencia de Potsdam, se dividió en cuatro partes administradas por cada una de las potencias vencedoras. Berlín quedó dentro de la zona administrada por la URSS y también se dividió en cuatro zonas.

Luego de un letargo, el día 3 de octubre de 1990, casi un año después de la desaparición

“Es una ciudad muy tolerante con los inmigrantes y esta tendencia se remonta en la historia hasta el reinado de Federico Guillermo en el siglo XVII, época en que se alentó la inmigración en Berlín como una medida de aumentar la población de la ciudad, después de una larga e interminable guerra que costó a la ciudad más de la mitad de toda su población.”

de la RDA, anexionada de hecho por la RFA, nació la Alemania unificada, trasladando su capital de Bonn a Berlín. Tras la unificación, los alemanes occidentales comenzaron una lenta asimilación de sus hermanos excomunistas, con un coste aproximado de 6.275.000.000 euros mensuales y así durante veinte años. Al día de hoy, la asimilación-compra ha terminado y las diferencias de derecho entre los ciudadanos de ambas partes han desaparecido.

En los últimos años la ciudad se está transformando casi por completo con la construcción de grandes avenidas y en ellas edificios vanguardistas, obra de los mejores arquitectos del mundo. Berlín ha ido recobrando su esplendor poco a poco, y se ha preparado magníficamente para convertirse en una de las capitales más importantes de Europa, de hecho, ya lo es. Es una ciudad con historia, con edificaciones antiguas y a la vez modernas, una ciudad abierta, con una población joven, culta y tolerante, y donde están surgiendo muchos nuevos movimientos juveniles europeos.

Hoy en día, Berlín cuenta con más de cuatrocientas galerías de arte y varios conservatorios de música, de hecho, la Orquesta Filarmónica de Berlín es una de las más famosas del mundo.

En resumen, Berlín es una ciudad que enamora desde la primera vez que ponemos la vista en ella. Para mi ha sido un privilegio conocerla y descubrir algunos de sus secretos, sentir en mi mirada las cicatrices de sus rincones más recónditos, sus triunfos, fracasos, penas y glorias. Me quito el sombrero ante ti Berlín, superaste mis expectativas.

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