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CULTURA

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LUXURY CAR

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El Palacio Garnier

“Edificación de estilo neobarroco que impone su magnificencia por su belleza y por la historia que representa”

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E

l Palacio Garnier es la sede de La Ópera Nacional de París, definido como un imponente edificio de estilo neobarroco del siglo XIX que inspiró la conocida obra “El Fantasma de la Ópera”. Junto con la Bastilla, conforma la Ópera Nacional de Paris.

Tras la decisión de Napoleón III de crear un nuevo edificio para la ópera, se organizó un certamen en el que más de 170 arquitectos presentaron sus proyectos. Finalmente, el joven arquitecto Charles Garnier fue el que logró llevar a cabo el diseño del edificio.

Antes de que el edificio fuera finalizado, Napoleón decidió que era necesario construir Fotografías FUENTE EXTERNA una avenida que uniera la ópera con el Palacio de las Tullerías, por lo que decenas de familias fueron expropiadas de sus casas para que su ambición se viera satisfecha. Paradójicamente, el emperador nunca utilizó la avenida que había ordenado construir.

Los trabajos de construcción del edificio comenzaron en 1860, pero no se verían finalizados hasta el año 1875, debido a diversas complicaciones como la falta de estabilidad del terreno, la guerra de 1870 o la caída del régimen imperial.

Finalmente, después del elaborado trabajo realizado por catorce pintores y artesanos y setentitrés escultores, en 1875 tuvo lugar la inauguración del edificio, a la cual el propio arquitecto no fue invitado por haber tenido trato con Napoleón, por lo que tuvo que costearse una entrada y colocarse en un segundo plano.

Durante el recorrido por el Palacio Garnier es posible contemplar el lujo y la opulencia que rodeaba a las personas que acudían a la ópera, no sólo para disfrutar del espectáculo, sino para ver y ser vistos.

Algunos de los puntos más llamativos del edificio son los “foyers”, vestíbulos en los que los espectadores paseaban durante los entreactos, los cuales están ricamente decorados con

pan de oro y preciosos mosaicos. La sala de espectáculos, decorada en tonos rojos y dorados, está iluminada por una enorme araña de cristal que ilumina el curioso techo que parece

“La Ópera Garnier es un edificio espectacular capaz de transmitir la riqueza y la magnificencia que lo acompañaron en el pasado.”

“Durante el recorrido por el Palacio Garnier es posible contemplar el lujo y la opulencia que rodeaba a las personas que acudían a la ópera, no sólo para disfrutar del espectáculo, sino para ver y ser vistos.”

decorado por las extrañas pinturas realizadas por un niño pequeño.

Resulta llamativo el pequeño tamaño de la sala, que sólo cuenta con 1.900 asientos de terciopelo rojo, si lo comparamos con las vastas dimensiones del edificio, que ocupa 11.000 metros cuadrados.

Probablemente uno de los elementos más

llamativos del edificio sea la gran escalera de

mármol blanco con una balaustrada de mármol

verde y rojo que une los dos niveles.

La Ópera Garnier es un edificio espectacular capaz de transmitir la riqueza y la magnificencia que lo acompañaron en el pasado.

Es posible visitar la ópera de manera personal, o bien hacer una visita guiada. Las visitas guiadas sólo se realizan en inglés y en francés y duran noventa minutos, por lo que es más práctico hacer la visita individual para una mayor libertad de tiempo y disfrute.

MARSELLA

“La segunda ciudad francesa más grande después de París, y la puerta de la Provenza”

Fotografías FUENTE EXTERNA

Marsella es uno de los ejemplos más claros de que Francia es mucho más que París, y es la capital de la región francesa de Provenza-Alpes-Costa Azul, una de las zonas más bellas e interesantes que visitar del país galo. Es la segunda ciudad más poblada de Francia, una urbe rica en cultura, historia, gastronomía y que se beneficia de un agradable clima mediterráneo. Marsella es una ciudad de

gran atractivo para el turista, con barrios repletos de lugares pintorescos que visitar. Marsella posee una fachada litoral extraordinaria y una ensenada envidiada por todos los marineros del mundo, el sol sale casi todo el año. Marsella fue fundada hace dos mil seiscientos años

por griegos procedentes de Focea. Marsella

“Marsella es un destino elegido por muchos aficionados al turismo costero, que ocupan de manera masiva todos los años.”

es la decana de las ciudades francesas y la segunda en tamaño después de París, la capital de Francia. Un millón de habitantes residen en sus dieciséis barrios que, en su gran mayoría, han sabido conservar un carácter auténtico de pueblo, manteniendo su tradición ancestral. El patrimonio natural de Marsella es excepcional: numerosos parques, verdaderos pulmones verdes se encuentran situados en pleno centro y se convierten en un oasis lleno de frescura, contrarrestando el sol que pega demasiado fuerte sobre la ciudad. A unos kilómetros del Viejo Puerto, se encuentra el macizo de las Calanques, declarado Parque Natural Nacional, y que permite practicar deportes durante todo el año en plena naturaleza. A lo largo de más de veinte kilómetros, se suceden las célebres Calanques; calas que en algunas de sus áreas se encuentran habitadas, y en otras, todavía mantienen su estado salvaje donde el agua color turquesa, invita al descanso.

Marsella cuenta con una docena de museos, en los cuales son presentadas colecciones variadas, desde la antigüedad, pasando por los diferentes tipos de influencias hasta llegar al arte contemporáneo; numerosas galerías exponen colecciones de artistas de reconocido talento

o jóvenes en ascenso. Marsella fue la Capital

Europea de la Cultura en el año 2013. Caminar por Marsella es enriquecedor culturalmente hablando, a lo largo de íntimos paseos por sus calles, descubrimos el sorprendente patrimonio de esta ciudad mediterránea, del barrio histórico del Panier a los edificios del Segundo Imperio o las iglesias

“En Marsella abundan las tradiciones culinarias. En primer lugar, citaremos la imprescindible bullavesa: la especialidad a base de pescado, más célebre del mundo, es indisociable de la imagen de Marsella.”

“Marsella cuenta con una docena de museos, en los cuales son presentadas colecciones variadas, desde la antigüedad, pasando por los diferentes tipos de influencias hasta llegar al arte contemporáneo; numerosas galerías exponen colecciones de artistas de reconocido talento o jóvenes en ascenso.”

“La viticultura es también una importante actividad de la zona, pues Marsella conserva los restos más antiguos de la viticultura de Francia, introducidos en el siglo IV a.C.”

románicas. Marsella tiene más de un secreto

a revelar a quien sabe observar. Esta ciudad se impone también, gracias a su dinamismo económico, en especial, a través del proyecto Euroméditerranée en el que los más importantes arquitectos como Zaha Hadid, Kengo Kuma o

Stefano Boeri, entre otros, han plasmado su arte y creación. Por su parte, el Viejo Puerto ha sido totalmente rediseñado por los arquitectos del estudio de Norman Foster. Admirar las vistas desde la Basílica de Notre-Dame de la Garde. Descubrir los puertecitos pesqueros, las Calanques, el Castillo de If y el archipiélago del

Frioul. Los mercados, ver una exposición en la Vieille-Charité y pasear por el antiguo barrio del Panier, tomarnos un pastis (anisete) al atardecer en el Viejo Puerto, ver un partido de futbol en el Estadio Vélodrome, practicar el jogging en la cornisa que bordea el litoral, visitar el Museo de Las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo de Marsella (MuCem), probar las especialidades gastronómicas: la bullabesa, los pieds et paquets (receta a base de cordero), las nevettes (panecillos), son cosas que no debemos dejar de experimentar en nuestro viaje a Marsella.

En Marsella abundan las tradiciones culinarias.

En primer lugar, citaremos la imprescindible

bullavesa: la especialidad a base de pescado, más célebre del mundo, es indisociable de la imagen de Marsella. La viticultura es también una importante actividad de la zona pues Marsella conserva los restos más antiguos de la viticultura de Francia, introducidos en el siglo IV a.C.

La Catedral, el llamado Vieux Port, La Villa L’Estanque y el cementerio Saint-Pierre son algunos de los espacios que conviene ver de cerca si se desea conocer el pasado, y las tradiciones de esta bella ciudad francesa, que suele ser sede durante el mes de julio, del Mundial de Petanca.

Por sus agradables condiciones climáticas y su geografía, Marsella es un destino elegido por muchos aficionados al turismo costero, que ocupan de manera masiva todos los años, sus hoteles, aunque no se puede dejar de destacar que en ella también es posible descubrir riquezas históricas y numerosas propuestas culturales.

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