8 minute read

CULTURA

Next Article
LUXURY HOTEL

LUXURY HOTEL

El Palacio de Fontainebleau

Un libro abierto sobre la Historia de Francia que refleja la esencia de su pasado imperial.

Advertisement

Fotografías FUENTE EXTERNA

Fontainebleau es una de las grandes obras de la arquitectura civil francesa en el estilo del Renacimiento, ya que se trata de un gran palacio estilo castillo, que hizo construir el rey Francisco I (1494 – 1547).

Un monarca que tenía dos pasiones, la caza y las artes. El palacio de Fontainebleau (o castillo de Fontainebleau) se encuentra en la ciudad de

Fontainebleau, a unos 67 kilómetros al sur de

París, en Francia. Antiguamente fue utilizado como un pabellón de caza, así como una casa.

El entorno de Fontainebleau, es el único palacio tipo castillo en el que han habitado todos los monarcas franceses desde el siglo XII hasta el XIX. Es, además, el castillo real francés más ricamente decorado. Formando parte desde 1981 de la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, el palacio de Fontainebleau ha sido utilizado por todos los soberanos importantes de Francia. Algunos de los habitantes más famosos del Palacio de Fontainebleau son Madame de Maintenon (la amante y más tarde la segunda esposa de Luis XIV), María Antonieta y Josefina de Beauharnais (primera esposa de Napoleón Banaparte).

Napoleón fue el gran responsable de la restauración de Fontainebleau, pues lo renovó por completo inmediatamente después de la Revolución Francesa. Tras insuflar nueva vida al palacio, fue en él donde abdicó en 1814. En sus memorias, no dudó en describirlo como «la verdadera morada de los reyes» y «un palacio intemporal». “La historia del Palacio de Fontainebleau y sus interiores, inicia con el primer castillo levantado en los terrenos de Fontainebleau, el cual fue construido a principios del siglo XII y ampliado por Luis IX un siglo después.”

El castillo ha sido telón de fondo en numerosas reuniones internacionales. Existen cinco tratados de Fountaineblue, siendo el primero, firmado en 1785 por el emperador José II y la República holandesa, y el último, la abdicación de Napoleón el 11 de abril de 1814.

Hoy en día, sus aposentos privados y el museo dedicado a su memoria reflejan la esencia de ese pasado imperial. Fontainebleau alberga obras maestras del Renacimiento encargadas por el rey Francisco I, así como los refinadísimos interiores de María Antonieta, las dependencias de Estado de Napoleón I y una decoración que nos recuerda los gustos de Napoleón III y la emperatriz Eugenia. Además, en tanto que el pabellón de caza y lugar de retiro, ha sido testigo de las vidas públicas y privadas de numerosos

“Napoleón fue el gran responsable de la restauración de Fontainebleau, pues lo renovó por completo inmediatamente después de la Revolución Francesa. Tras insuflar nueva vida al palacio, fue en él donde abdicó en 1814.”

soberanos y jefes de Estado y es un perfecto ejemplo del arte de vivir tal como se entiende en Francia.

Para su ceremonia de coronación, Napoleón hizo que el Papa Pío VII acudiese al castillo de Fontainebleau. Aquí tenía un departamento listo para él lleno de arte robado del Vaticano. Sin embargo, no era su intención que el Papa le coronara; Napoleón se puso la corona sobre su propia cabeza y luego coronó a Josefina. Con este acto, quiso indicar que no estaba subordinado al Papa.

Posteriormente Bonaparte estableció su propia sala del trono con impresionantes águilas doradas en el interior del castillo. También el final del reinado de Napoleón tuvo lugar en el Palacio de Fountainebleau. Aquí firmó su abdicación y se despidió de sus tropas desde las escaleras del palacio El Palacio de Fontainebleau ha sido residencia de 34 reyes y 2 Emperadores, Fontainebleau fue el único palacio habitado por

todos los soberanos franceses durante unos 8 siglos, aproximadamente.

Con 1500 piezas, es uno de los más grandes palacios de Francia, y el más amueblado de Europa. Testigo de la vida de la corte oficial e íntima de los soberanos a lo largo de los siglos, encarna, mejor que en otros lugares, el arte de vivir a la francesa. Descubra las obras de arte del Renacimiento, encargadas por el rey Francisco I, las grandes obras de Henri IV, los interiores refinados de Marie-Antoinette, el apartamento de Napoléon l, los fastos de Napoléon III y Eugénie. Escaleras desde las que Napoleón se despidió de sus tropas.

Ubicado en un parque de 130 hectáreas, el palacio extiende su arquitectura entorno a cuatro patios principales y a tres jardines históricos,

entre los cuales el Grand Parterre, el más amplio de Europa (11 hectáreas), obra de André Le Nôtre.

Por otro lado, aunque el Palacio de Versalles es más famoso que el palacio de Fontainebleau, la historia francesa realmente cobra vida en el último. Versalles fue el hogar de «solo» tres reyes franceses, mientras que durante ocho siglos todos los monarcas franceses estuvieron conectados con Fontainebleau. Por lo tanto, vale la pena visitarlo. La historia del Palacio de Fontainebleau y sus interiores, inicia con el primer castillo levantado en los terrenos de Fontainebleau, el cual fue construido a principios del siglo XII y ampliado por Luis IX un siglo después. Sólo una sola torre medieval sobrevivió a la enérgica reconstrucción de estilo renacentista llevada a cabo por Francisco I de Francia, cuyos magníficos artesanos, muchos de ellos traídos desde Italia, mezclaron estilos italianos y franceses para crear lo que se conoce como la Primera Escuela de Fontainebleau. La Mona Lisa alguna vez se llegó

“Palacio de Versalles es más famoso que el palacio de Fontainebleau, la historia francesa realmente cobra vida en el último. Versalles fue el hogar de «solo» tres reyes franceses, mientras que durante ocho siglos todos los monarcas franceses estuvieron conectados con Fontainebleau.”

a albergar en el castillo entre otras bellas obras de arte de la colección real.

Durante la segunda mitad del siglo XVI, el castillo fue ampliado por Enrique II de Francia, Catalina de Médici y Enrique IV de Francia, cuyos artistas flamencos y franceses crearon la Segunda Escuela de Fontainebleau. Incluso Luis XIV se unió al acto: fue él quien contrató al paisajista André Le Nôtre, famoso por su trabajo en Versalles, para rediseñar los jardines. La espectacular Chapelle de la Trinité, cuya ornamentación data de la primera mitad del siglo XVII, es donde Luis XV se casó con María Leszczyńska en 1725 y donde el futuro Napoléon III fue bautizado en 1810.

La galería Francisco I, una joya de la arquitectura renacentista en el castillo de Fontainebleau, fue decorada desde 1533 hasta 1540 por Il Rosso, un seguidor florentino de Miguel Ángel. En los paneles de madera, el monograma de Francisco I, aparece repetidamente junto con su emblema, una salamandra de aspecto de dragón. La

«Salle de Bal», un salón de baile de 30 metros de largo que data de mediados del siglo XVI y que también fue utilizado para recepciones y banquetes, es famoso por sus frescos mitológicos, suelo de marquetería y artesonado de inspiración italiana. Sus grandes ventanales ofrecen vistas al Cour Ovale (patio oval) y a los jardines.

La cama dorada de «Chambre de l’Impératrice» de los siglos XVII y XVIII nunca fue utilizada por María Antonieta, para quien fue construida en 1787. La dorada «Salle du Trône», que era el dormitorio real antes del período Napoleónico, está decorado en tonos dorados, verdes y amarillos. A medida que los sucesivos monarcas añadieron sus propias alas al castillo, se crearon cinco patios de forma irregular. El más antiguo e interesante es el Cour Ovale (patio oval), ya no ovalado pero en forma de U debido al trabajo de reconstrucción de Enrique IV. Incorpora un torreón, el único remanente del castillo medieval. El patio más grande es el Cour du Cheval Blanc (Patio del Caballo Blanco), desde donde se ingresa al castillo. Napoléon, a punto de ser exiliado a Elba en 1814, se despidió de sus guardias desde la magnífica escalera de doble herradura del siglo XVII. Por esa razón, el patio también se llama Cour des Adieux (Patio del adiós).

Patio y jardines abiertos todos los días de las 9h a las 17h (noviembre a febrero), de las 9h a las 18h (marzo, abril y octubre), de las 9h a las 19h (mayo a septiembre). El parque abre todos los días, las 24 horas. El acceso es gratis. Los terrenos del palacio ocupan 53 hectáreas (130 acres) con parques y jardines. Cuenta con más de 1500 habitaciones excepcionalmente adornadas y amuebladas, así como con tres capillas y un teatro. Hoy en día, el Palacio de Fontainebleau alberga cuatro museos, que son: Museo chino: con tesoros del Lejano Oriente. El museo incluye regalos diplomáticos del Embajador de Siam cuando visitó Fontainebleau en el año 1861. Museo de Napoleón I: donde se pueden ver todo tipo de artículos relacionados con la familia imperial. Galería de pinturas. Galería de muebles.

Sin lugar a dudas, el Palacio de Fontainebleau es un ícono de opulencia y majestuosidad; visitarlo nos transporta a épocas de impactantes revelaciones. Su vasta e importante trayectoria en la historia francesa es un libro abierto hacia un pasado de hechos relevantes, eventos grandiosos, escenificados dentro de sus espacios espectaculares una edificación con una arquitectura impresionante.

This article is from: