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CULTURA
El Palacio de Wilanow
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Fotografías FUENTE EXTERNA | Texto MASVARSOVIA.COM
El Palacio Wilanow es de estilo barroco y fue construido asemejando en cierta forma, al Palacio de Versalles de Francia, para complacer los gustos de la realeza. En la ciudad de Varsovia existe una ruta llamada “Real” que se inicia en el Castillo Real del barrio viejo.
Esta ruta finaliza exactamente a la entrada del famoso Palacio de Wilanow, donde se reciben las más diversas visitas. Este edificio es una de las obras arquitectónicas más representativas de la capital polaca. Su diseño y construcción fueron realizados durante el reinado de Juan III
Sobieski, a finales del siglo XVII, y es conocido como el Versalles Polaco. Este Palacio posee atractivos impresionantes como sus relieves, pinturas y esculturas, hasta sus magníficos jardines. En este espléndido palacio las muestras de arte se manifiestan por doquier, tanto dentro como fuera de la edificación.
Su entrada principal se encuentra orientada hacia el este, precedida por una enorme plaza para recibir los carruajes. Desde este frente, se observan las dos torres que sirven para unir el cuerpo central con las alas laterales. En estas torres podemos observar en relieve los símbolos de Polonia y de Lituania por su historia como mancomunidad. La torre ubicada en el lado norte, posee un alto relieve con el águila, símbolo de Polonia, sobre su entrada. En contraparte, la torre sur de Wilanow, se adorna con un alto relieve del jinete sobre el caballo, símbolo de Lituania. En el centro de estas torres encontramos una bellísima fuente, cuyo fluir serena y encanta a los visitantes.
Las decoraciones interiores son uno de los atractivos más relevantes de este inigualable palacio. En su realización participaron artistas tanto polacos como extranjeros. Pintores como Jan Rayzner, Martino Altomonte y Michelangelo Palloni, fueron los encargados de realizar los frescos. Además de ser famoso por estas pinturas, el influyente político Stanislaw Kostka Potocki, abre en 1805 un museo. Este museo se nutre con su gran colección de pinturas, esculturas y objetos de valor histórico y cultural. En la actualidad, este museo consta de dos secciones: Una sección en la planta baja dedicado en su gran mayoría a los salones y habitaciones reales. Otra en la planta alta principalmente ocupada por el Museo del retrato polaco. En esta sección, figuran los cuadros y retratos de aristócratas y reyes de los siglos más recientes. Se encuentran galerías como la del retrato polaco, de retratos funerarios y del retrato polaco del siglo XIX.
Entre las áreas más llamativas del Museo del Palacio Wilanow, encontramos los salones, salas y habitaciones de la realeza. El salón de banquetes conocido como el Gran salón Carmesí es inigualable por su decoración al rojo vivo. En este, se reunían los miembros de la aristocracia y la realeza, a degustar los más exquisitos manjares. En torno a este gran salón, se encuentra la Sala Carmesí donde se reunían para disfrutar de una tertulia privada y que sigue el mismo estilo de ambos salones contiguos. Se puede apreciar en su decoración la gran opulencia y distinción de las familias reales que allí pasaron sus vidas.
De igual manera, en la planta baja encontramos los aposentos reales, así como la Biblioteca real y la capilla. Paseando por la planta baja se hace obligatoria la visita a los recintos privados de la Reina y del Rey. Estas se diferencian en estilo y decoración del resto de las habitaciones
y salones. Para el Rey, se ofrecían dos espacios privados fundamentales. El primero de ellos, la recámara del Rey, decorada con tapiz de figuras a dos tonos, entre beige y vino tinto. Los relieves del techo, generan una gran sensación de paz y riqueza con su matiz opaco. En segundo término, se encuentra la Alcoba del rey que nos impacta con su maravilloso mobiliario y grandiosa cama real. Este lugar, se convirtió en el lugar de descanso preferido para un gran número de reyes y príncipes, así como miembros de la aristocracia.
También, la Reina, poseía dos espacios privados donde prepararse para los eventos de la realeza y tomar sus descansos. Estos lugares son: la recámara y la alcoba de la Reina. Habitaciones únicas que fueron en su momento centro del deseo para reinas y princesas vecinas. Aleksandra Potocka fue la última residente del grandioso dormitorio.
Durante la época invernal, el palacio ofrece a los visitantes un espectáculo nocturno en el que sus jardines y exteriores, brillan desde lo lejos por un maravilloso sistema de iluminación. A este grandioso espectáculo constituido en miles y miles de luces, le han dado el título de Jardín Real de la Luz. El cual, permite observar la grandeza de los maravillosos jardines y áreas que rodean el Palacio de Wilanow. En torno al hermoso Palacio, se encuentra el Parque Wilanow, constituido por 45 hectáreas de maravillosos ornamentos naturales. En él se concentran jardines de diversos estilos como el asiático, inglés, y el barroco, así como diversas construcciones como monumentos, esculturas y fuentes.
Éste se encuentra frente a la terraza posterior del palacio, y se extiende hasta la orilla del lago de Wilanow. El jardín cuenta con variedades de plantas como narcisos, begonias, tulipanes, dalias y muchas otras plantas florales. Las figuras geométricas dibujadas en el suelo con gravillas de colores, adornadas con plantas y fuentes, forman su estilo Barroco. Lo componen dos terrazas de diferentes niveles, y es el área más antigua del Parque Wilanow. Este pequeño jardín fue mandado a hacer por Izabela Lubomirska en 1784, en el lugar donde se encontraban unas granjas. Encontramos allí un obelisco donde reposa la urna del Gobernador del Gran Ducado de Lituania, Ignacy Potocki. La colina del jardín chino-inglés, erige una Victoria con alas, acompañada por la Cruz de la Orden de Malta. Cerca de esta colina se disfruta del sonido emitido por una bellísima cascada que da el toque final al jardín. Este exclusivo jardín cuenta con bellos estanques adornados por puentes que los cruzan, dando el toque británico deseado.
El hermoso jardín fue concebido por Stanislaw Kostka y su compañera Aleksandra Lubomirska. Su estilo refleja la afición por los trazos ingleses de moda durante finales del siglo XVIII. Las entradas para el palacio y el parque están diferenciadas. Sus precios pueden variar dependiendo de la temporada en que desee visitarlo. El precio de la entrada al Palacio Wilanow con acceso regular es de 4.66 euros. La entrada reducida es de 3.50 euros. El precio para acceder al parque es de 1.17 euros, la general, y de 0.70 euros, la mínima. El horario de funcionamiento del Palacio de Wilanow y del parque es: En invierno desde las 09:30 horas hasta las 16:00 horas. Y cierra los martes. Durante el verano funciona en dos horarios: lunes, miércoles, sábados y domingos desde las 09:30h hasta las 18:00h. Los martes, jueves y viernes, solo hasta las 16:00h. La historia del Palacio Wilanow de Varsovia, inicia en el año 1677, cuando el Rey Juan III Sobieski, adquirió
un conjunto de terrenos en esta área. Su decisión de elegir este específico lugar, tuvo que ver con la particularidad de encontrarse alejado de lo que era el centro. Esto motivado a que deseaba establecer en un lugar tranquilo y cómodo, su lugar de residencia personal y familiar. El distinguido Rey dio por nombre a esta zona Villa Nova (italiano), que más tarde se fundiría con el polaco como Wilanow. Sirvió como residencia a la nobleza Polaca hasta el año 1945. En 1805 fue inaugurado el Museo del Palacio de Wilanow como lugar de descanso para la herencia artística y real del país centro europeo. Con lo cual permite recordar la grandeza de la cultura polaca antes de los infortunios del siglo XVIII.
Afortunadamente, por su ubicación a las afueras de la capital, el Palacio Wilanow ha pasado desapercibido en momentos difíciles. Así, ha logrado salir ileso de la separación del Estado polaco y de ambas guerras mundiales. Para su diseño, Juan III Sobieski, contrató al arquitecto Augustyn Locci quien elaboró un diseño de una sola planta. Este diseño se compone de un edificio construido entre la entrada, tipo corte y el jardín. Muy particular del estilo barroco y cargado con muchos detalles distintivos de la arquitectura polaca.
Después de la muerte de Juan III, el castillo de Wilanow permaneció bajo la mano de sus hijos hasta 1720. Fecha en la cual pasa a ser propiedad de Elzbieta Sieniawska, un importante representante de la familia de magnates polacos. A los cuales sucederían otros grandes poderosos como los Lubomirskis, Potockis, Czartoryskis y Branicki bajo el escudo de armas Korczak. El Palacio de Wilanow es una parada obligada a la hora de visitar Varsovia. Es un palacio bellísimo que representa el poder y la opulencia de una época dorada en Polonia.