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LUXURY CAR

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CULTURA

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Audi Grandsphere

Anticipa como serán sus berlinas del futuro.

Fotografías FUENTE EXTERNA

El Adelanto de la futura berlina de lujo de Audi, fue presentado por la marca de Ingoldstadt; este espectacular concept de 5,35 m. Eléctrico, con conducción autónoma de nivel 4 y centrada en el bienestar de sus ocupantes, cuenta con 720 CV y una autonomía de más de 750 km.

Audi está presentando tres prototipos que, bajo la denominación común de Sphere, adelantan cómo serán sus modelos de lujo a corto plazo. Así, si a comienzos de agosto mostraba en sociedad un automóvil deportivo, ahora ha hecho lo mismo con el prototipo correspondiente a una berlina de lujo: el Grandsphere. Pero ojo, no será el último, ya que en este año 2022, la marca presentará el prototipo Urbansphere, que mostrará el futuro de sus vehículos urbanos.

El concepto del Grandsphere, se trata de una berlina de gran tamaño, pero con aspecto de un “GT clásico” (tal y como lo describen sus diseñadores) de cuatro puertas y disposición 2+2 plazas. El último prototipo de la marca mide nada menos que 5,35 metros de largo, por 2 metros de ancho y tan sólo 1,39 metros de altura. Si a ello unimos un diseño agresivo y con estilo, pero con las ruedas cerca de las esquinas de la carrocería, obtenemos una distancia entre ejes de nada menos que 3,19 metros, más que la que ofrece la versión de la carrocería limusina del actual Audi A8. Audi Grandsphere: tecnología al servicio del espacio y el diseño interior. Ese notable espacio interior tiene su razón de ser. Y es que si bien en todos los prototipos Sphere, toman como elemento especial la ‘esfera’ de su interior; en el GrandSphere este concepto pasa a un siguiente nivel, tanto es así que desde Audi reconocen que la prioridad con este vehículo de alta gama, tecnología y diseño vanguardista, que ha sido el espacio para los ocupantes, en el que quieren lograr “el lujo y el confort de los viajes privados con una amplia oferta de experiencias a bordo”. Para ello, nada mejor que puertas de apertura opuesta y sin pilar B para acceder al interior de este prototipo, que ha sido diseñado para dar el mejor confort a cuatro pasajeros. Pero, ¿cómo lo logra?

Este prototipo aglutina soluciones de futuro que, al día de hoy, asombran. De entrada, el auto es capaz de reconocer a su propietario y usuarios habituales mientras éstos se acercan… a través de su forma de andar. Así, abre automáticamente las puertas y, para cada uno, establece de forma individual no sólo la posición del asiento (los respaldos se pueden reclinar hasta 60º) sino los ajustes de climatización, pero también tanto la luz ambiental como el contenido de las pantallas multimedia. Y es que el vehículo, de forma automática, podrá acceder a los servicios o productos que los ocupantes han utilizado más recientemente y podrá reproducirlos en su interior (por ejemplo: si un pasajero estaba viendo un vídeo o leyendo una noticia en su teléfono móvil o tableta desde una plataforma, podrá seguir consumiendo este contenido desde las pantallas del vehículo). Además, y como en cada reposacabezas existen altavoces integrados inaudibles para el resto, cada ocupante podrá escuchar lo que quiera sin molestar a los demás.

Por otro lado, y gracias a la integración de estos servicios digitales, desde los futuros modelos de Audi, los ocupantes podrán reservar un restaurante, un hotel o, incluso, optar por seguir una ruta panorámica específica. Pero es que, además todas las pantallas disponibles, en las que se pueden consultar las informaciones del conductor o, como ya hemos indicando, multitud de contenido multimedia, el Gransphere cuenta, en los revestimientos interiores de las puertas, con elementos de control, denominados MMI touchless response, que responden a los movimientos de la mano del conductor (siempre que este esté conduciendo). Pero si el vehículo funciona en conducción autónoma y el conductor está reclinado en el asiento, la cosa… mejora. Y es que el Grandsphere reacciona a una combinación de miradas y gestos para activar las distintas funciones y menús, gracias al sistema de seguimiento ocular que incluye este prototipo. Además, ya sea por control gestual o seguimiento de la mirada, el Grandsphere va aprendiendo las preferencias de cada usuario y los menús a los que accede con más frecuencia, llegando incluso a realiar propuestas individualizadas a cada ocupante. ¿Un par de detalles tecnológicos más? Los paneles de control están integrados en los reposabrazos de las puertas, de forma que los pasajeros pueden interactuar con ellos a modo de pantallas táctiles invisibles. Y para que no falte de nada, en los reposabrazos de ambas puertas se ubican sendas gafas de realidad virtual que se pueden utilizar para disfrutar de forma inmersiva los contenidos multimedia que reproduzca el automóvil.

Pero, sin lugar a dudas, lo que caracteriza al interior del Audi Gransphere es que el conductor puede optar por conducir o no. Y si su decisión es esta última, el propio vehículo será quien lo haga por él, gracias a su nivel 4 de conducción autónoma (el vehículo es capaz de funcionar completamente autónoma, de forma que no ha de solicitar al conductor que tome el control en ningún momento; de hecho, si el vehículo considera que no puede seguir conduciendo por una avería, por ejemplo, se detendrá y estacionará de forma segura). Ahora bien, en los prototipos Sphere, Audi aprovecha al 100% esta característica y, si el conductor delega el manejo al vehículo, el Grandsphere retira en el salpicadero tanto el volante como los pedales, dejando así una superficie completamente lisa y más espacio al conductor. Además, y dada su capacidad de conducción autónoma, está previsto que cuando los conceptos de

este vehículo pasen a producción (la marca indica que podría hacerlo a partir de 2025), los vehículos de Audi puedan recoger y dejar a sus pasajeros utilizando información sobre su destino, así como aparcar de forma autónoma o, incluso, de recargar automáticamente su batería cuando sea necesario.

Más de 750 kilómetros de autonomía, dos motores y 720 CV. El Audi Gransphere ha sido desarrollado sobre la futura plataforma PPE (Plataforma Eléctrica Premium) desarrollada por Audi y Porsche, una plataforma que no usa ni el Taycan ni el Audi e-Tron GT, pero que ha sido concebida para vehículos eléctricos. Lo más importante de ella es que, al carecer de caja de cambios y de túnel central, permite un gran espacio entre ejes para colocar baterías planas y, así el Grandsphere puede contar con un sistema de almacenamiento de hasta 120 kWh. Junto a este equipo de baterías, el Grandsphere equipa dos motores eléctricos, uno en cada eje que, en conjunto, entregan 530 kW (720 CV) y un par motor de nada menos que 960 Nm, manteniendo además la tracción total quattro, emblema de la marca.

Traducido en cifras, este prototipo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de 4 segundos, mientras que su velocidad máxima se ha autolimitado “para lograr una mayor autonomía”, que Audi calcula en más de 750 kilómetros. Pero casi más importante que la autonomía es el hecho de que el sistema eléctrico de este Grandsphere permite recargar a 800 voltios, lo que supone que, en estaciones de recarga rápida, este Audi podrá recargar hasta 270 kW. Así, podrá recargar el equivalente a 300 kilómetros de autonomía en tan sólo 10 minutos y, en menos de 25 minutos, recargar su batería del 5 al 80%. Este sistema de propulsión va unido, en el Grandsphere, a un sistema de ruedas posteriores direccionales y una suspensión que garantizan el máximo control, gracias a su configuración de cinco brazos (en el eje delantero) y a su sistema de regulación neumática. Por ende, la suspensión también es activa, esto es, que cada rueda puede subir o bajar si es necesario en milisegundos para adaptarse al firme y reducir los movimientos de la carrocería. Pero lo mejor es que lo hacen, de forma predictiva, gracias a la información que registra una cámara frontal que reconoce los desniveles del pavimento.

Por último, los datos del recorrido facilitados por el sistema de navegación GPS también se utilizan por el sistema de amortiguación, de forma que, tiene en cuenta tanto el radio de giro de las curvas o las pendientes.

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