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EDITORIAL LA GUERRA ESPIRITUAL DEL AYUNO Dejando a lado el ego pecaminoso FOTOGALERIa
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LAS MARCAS DE UN METODISTA Una tarde un cansado joven ministro de la Iglesia de Inglaterra afanosamente se encaminaba por una brumosa calle de Londres en su camino para encontrarse con unos amigos. Este hombre n estaba muy cansado por largas horas de trabajo físico sino por las largas semanas y meses de búsqueda espiritual. Había algo vital para la vida religiosa que él no tenía en sí mismo; y a diferencia de mucha gente Juan Wesley no estaría satisfecho hasta encontrarlo. Esto a grandes rasgos de su historia. Wesley dice más ampliamente que un metodista no se debe distinguir por alguna manera peculiar de hablar, o alguna brillante o poco común expresión, ni por sus opiniones, ni siquiera debe ser conocido por sus hechos o costumbres que sean de una irrelevante naturaleza. “Nuestra religión no se apoya en hacer lo que DIOS no haya ordenado, o abstenerse de lo que DIOS no ha prohibido” dice Wesley. En otras palabras, el metodismo no debe distinguirse por su forma de culto, o su insistencia en obedecer un cierto tipo de reglas de conducta por todos sus miembros. Entonces ¿Cuáles son las marcas de un metodista? 1.- Un Corazón Ardiente: que es la Experiencia religiosa individual, es decir que no es un nueva doctrina, pero si una nueva vida la que los primeros metodistas buscaron para sí mismos y para otros (Heb 1:7) Es el privilegio de cada alma redimida conociendo que sus pecados han sido perdonados y tener la certidumbre a través del testimonio del Espíritu Santo con su espíritu de que es un hijo de Dios. 2.- El fruto de una fe y certidumbre nacida en la experiencia de un corazón ardiente: es decir la responsabilidad e interés por el bienestar espiritual y material de los otros en una amplia parroquia mundial basada en el éxito final de la oración. 3.- La vida de Santidad: Es decir en la creencia en la perfección Cristiana o Santidad (Mt 5:48) como un valor vital para encaminar todas nuestras energías en la dirección que Cristo había dicho. 4.- Una mente Dispuesta: basado en una fe universal, oblitera todo fanatismo sectario y todo afán exclusivista, una mente dispuesta a todas las cosas religiosas, reconocimiento a lo esencial que es la unidad y el amor “Solo ve que tu corazón es recto hacia Dios y que tú conoces y amas al Señor Jesucristo; que amas a tu prójimo y andas como tu Maestro anduvo, yo no deseo más… denme una religión sólida y sustancial, denme un amante de Dios y de los hombres, manso y humilde, un hombre lleno de misericordia y buenos frutos que este bien cimentando en el trabajo de la Fe, la paciencia, la esperanza y el en amor. Ahora la pregunta es ¿Son estas las marcas que tu llevas?
LA GUERRA ESPIRITUAL DEL AYUNO 2 parte Por la Pastora Giselle Gon Çalves Correa Mateo 4:4 “Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de PAN vivirá el hombre, Sino de toda PALABRA que sale de la boca de Dios.”
Nuevamente estoy con ustedes y expongo aquí una lista de recomendaciones que personalmente, me han dado muchísimo resultado y victorias. Estos son algunos consejos prácticos que podemos aplicar los DÍAS DE AYUNO: 1- Fijar cuantos días vas ayunar, empieza con dos o tres, de pocas horas por día. Repite la rutina y vas aumentando la cantidad de días y las horas que ayunas, gradualmente. 2- Fijar cuantas horas de ayuno vas hacer por día, empieza con unas jornadas cortas de 6, 8, 10 o 12 horas según tu capacidad inicial. Hasta que puedas estar todo el día sin comer, desde que te levantas hasta que te acuestas, cumple dentro de las 24 horas. Ejemplo: Si haces un ayuno de 24 horas y empiezas a las 8 de la mañana, no debes comer hasta las 8 horas de la mañana del día siguiente. 3- Establecer la hora que te levantas y establecer la hora que te acuestas. Definir cuanto tiempo vas a estar despierto/a y cuántas horas de ese tiempo vas ayunar. 4- No desayunes, no comas nada en la mañana, sólo bebe un vaso lleno de agua natural o tibia. Esto te ayuda a aliviar la sensación de hambre y te limpia el organismo, te ayuda a liberar impurezas acumuladas en el sistema digestivo durante la noche, te hará sentir algo “llenito” pero liviano y ágil. Es como cuando te lavas el rostro y te cepillas los dientes cada mañana, así también acostúmbrate a limpiar tu cuerpo interiormente cada mañana. 5- Muchos se abstienen completamente de agua o beben muy poco, pero eso es para los que ya han aprendido a controlarse. Puedes
tomar agua durante el día pero sin aderezos de jugos ni azúcares porque eso estimula el paladar y el apetito. Si te propones beber algo además de agua, debe ser amargo y liviano, nada de sabores fuertes ni líquidos cargados, pesados. Lo ideal es agua pura, y sólo cuando tienes sed o coincidir con la hora de las comidas para controlar la sensación de hambre. 6- Aquí algo para los más débiles. Puede suceder que los primeros días te sea imposible tomar sólo agua. Entonces haces una dieta de licuados para ir acostumbrando el cuerpo. Cada día le vas agregando más agua y pones menos comida. Hasta que llegas a sostenerte sólo con agua. Sugerencia: Caldo de verduras, hiervas hervidas, jugos de frutas. Trata de colarlo para que no digieras pedazos sólidos de comida, nada que sea para masticar. El acto de masticar incentiva el paladar y la producción de saliva, y esto provoca aumento del apetito. Sigue esta dieta de líquidos los primeros días, a medida que te vas acostumbrando verás que cuanto menos comes y bebes también te sentirás mejor. 7- Mucha ORACIÓN y LECTURA de la Biblia. Proponte 15 minutos mínimo de oración al despertar, al acostar, y en los horarios que acostumbras comer. Cada vez que el cuerpo te pida comida, tú le das Palabra. Esto ayuda a aprender a controlar y oponerte a las ganas de comer. Si es durante la jornada, haces “una merienda”: eliges un versículo y lo repites varias veces. 8- La Palabra de Dios es el Alimento para el Alma. La lectura bíblica los días de ayuno es muy importante. Si no alimentas tu alma con el alimento espiritual, tampoco vas a lograr soportar el hambre físico, pero si te alimentas de la Palabra verás como Dios te sostiene y te hace sentir bien. 9- Escribe en varios papeles la palabra AYUNO junto con un versículo relacionado. Y los colocas en varios lugares de la casa, donde sabes que te hará recordar y frenar a tiempo antes de caer en tentación. Ejemplo: en el espejo del baño, heladera, armarios de la cocina, cartera, ventana del carro, tapa de la Biblia, pantalla de la computadora, la puerta del armario donde guardas tu ropa y te tienes que vestir, puertas, etc.
10- Atas en tu muñeca una cinta, sin apretarte obviamente, (esto las primeras veces hasta que te acostumbras a obedecer la rutina), con la palabra AYUNO y una cita bíblica que tienes que memorizar. Esta molestia te hará recordar y aprender a mentalizar que ese día no es para agradar la carne, sino para sujetarla. Cada vez que te moleste, das gracias a Dios, te pones a orar y pides fuerzas para soportar la prueba (esto no tiene nada que ver con las cintas de brujería ni auto-flagelo, esto es una disciplina mental y de dominio propio). 11- Elije una cita bíblica para memorizar el día del Ayuno, y escríbela en un papelito y la llevas contigo todo el día en el bolsillo o algún lugar fácil que la puedas tener rápido a la mano y a la vista. Todo el día vas a estar leyendo y practicando esa cita bíblica del Ayuno hasta tenerla bien de memoria. Otro día practicas con otra cita. Eso hace que te vayas fortaleciendo en la Palabra, “afilando la espada” para las próximas batallas. 12- Esto es un ejemplo práctico de la lucha del hombre exterior (la carne) con el hombre interior (el espíritu): Cuando ores y siempre que sientas ganas de comer, debes reprender la sensación de hambre. Tú puedes controlar tu cuerpo, así que puedes decirle a tu estómago que se tranquilice, que no se haga el caprichoso y que se aguante sin comer hasta la noche, nadie muere por quedar sin comer un día; Jesús estuvo 40 días y le fue bien, Daniel estuvo 21 días y Dios lo respaldó; así que dile a tu barriga que no sea floja cobarde, que tú eres un/una guerrero/a en espíritu y verdad, y que te vas aguantar firme, y tu carne se va a tener que aguantar también. Pon tu mano sobre tu cuerpo, sobre tu cabeza o sobre tu estómago y dile al Espíritu Santo que tome control y se sobreponga a la carne. Sujeta tu carne al Espíritu. Supera tus debilidades. Toma el dominio de ti mismo/a. 13- No mires televisión ni salgas a pasear porque la tentación de la comida anda en todos lados. Si vas al Súper de compras, lleva una LISTA de lo que vas a comprar, y no dejes que tus OJOS compren NADA de lo que NO está en la lista. Recuerda que no debes dar lugar a los deseos de la carne, así que no le obedezcas, debes conformarte a la lista. Si no te previenes y detienes, tu cuerpo comprará una cantidad de cosas que no necesitas.
14- Si tienes que estar en la calle o vas algún lugar, cúbrete y fortalécete mucho más en oración para estar atento/a y firme contra toda tentación. Practica actividades organizadas que no te distraigan de tu día de Ayuno y no te salgas de tu propósito. 15- Los colores fuertes y cálidos estimulan el apetito, principalmente el blanco, amarillos, naranjas, rojos. No te vistas esos colores esos días. 16- Sabes que los demonios van a tratar de molestarte, desanimarte y distraerte para que no llegues a la meta, para que falles y te sientas muy mal con Dios y contigo mismo/a. Eso hace que tus oraciones pierdan todo efecto. Los demonios saben que si te fortaleces, tú ganas y ellos pierden, se tendrán que ir. Así que no aflojes la batalla, no abandones la guerra, al final del día tienes que proclamar VICTORIA. 17- Nada de derrotas y de “no puedo”. A las tinieblas y a la carne hay que darle duro con la disciplina, hay que reprender los malos pensamientos y todo lo que te quiera alejar de tus propósitos con Dios. (2 Corintios 10:5 "Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.") 18- Puedes agregar o adaptar algunas reglas o métodos que sabes que te ayudan y te funcionan. Estas son para que tengas una idea de cómo hacerlo y una base por dónde comenzar. Cada persona reacciona diferente a cada disciplina, lo importante es que hay que hacerlo. Si no le exigimos a nuestro propio cuerpo, no podemos imponer hábitos nuevos. El cuerpo es perezoso y se resiste a las disciplinas y a los cambios, pero también se adapta rápidamente. Al principio cuesta, pero luego ya se acostumbra y después es fácil y placentero hacerlo. En la próxima publicación les daré algunos textos bíblicos, hasta entonces.
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Dejando a un lado… El ego pecaminoso Publicación escrita en el Facebook de la Conferencia Anual Septentrional
El peor enemigo de Dios no es el diablo ni el mundo, es un ego marinado en pecado. No nos debemos extrañar de tal declaración, ya que precisamente esto fue lo que hizo caer al diablo de la presencia de Dios. La Biblia relata la historia en Isaías 14:13-14: Tú que decías: ―Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios, y allí pondré mi trono. En el monte del concilio me sentaré, en lo más remoto del norte; subiré hasta las altas nubes, y seré semejante al Altísimo.‖ Esto es un ego sin control. La Biblia nos enseña que todos nacemos con pecado heredado desde Adán (Romanos 5:12, Efesios 2:3) y que este pecado siempre está en enemistad con el Espíritu (Gálatas 5:17), así que tenemos un ego cuya naturaleza pecaminosa no se lleva bien con Dios. Pero al entregar la vida al Señor Jesús uno nace de nuevo, no de vientre materno, sino de Dios (Juan 3:7, 1 Pedro 1:3). En este momento, el pecado deja de ser nuestro amo. Mira lo que Pablo escribió: Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado, (Romanos 6:6). A pesar de tener esta nueva naturaleza, todavía existe dentro de nosotros el elemento humano. Aunque el pecado fue derrocado como número uno en nuestra vida, este quiere pelear para ocupar su antiguo lugar. Es ahí cuando se define la victoria o derrota de nuestras batallas en el largo trayecto de la vida cristiana.
Pablo nos da un consejo en Colosenses 3:5 para cuando nuestro ego pecaminoso quiera salir de la tumba y armar un pleito: ―hagan morir en ustedes todo lo que sea terrenal‖ ¿cómo se hace esto? Con una simple oración que Jesús nos enseñó: ¡Abba, Padre! Para ti, todo es posible. ¡Aparta de mí esta copa! Pero que no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú. (Marcos 14:36). Eso, amigos míos, es poner a Dios como número uno, y no nuestras demandas, exigencias y expectativas. Noten que Jesús le expresa al Padre su petición, enseñándonos a pedirle al Padre y a la vez buscar que se haga su voluntad. Cuando aprendamos a hacer esto, nuestra vida espiritual se elevará por las nubes.
EN ESPIRITU Y EN VERDAD Dios nos diseñó para adorarlo con nuestra vida entera y, de hecho, existen hábitos espirituales que podemos fomentar en nuestra vida y que nos ayudan a adorar a Dios a un nivel más íntimo A continuación encontraras algunos hábitos que nos ayudara a adorar a Dios diariamente. Adoración a través de la oración A menudo perdemos de vista este importante componente de nuestra vida de oración. Pensemos en aquellos asuntos por los que generalmente oramos. No cabe duda de que Dios quiere que le compartamos todo lo que ocurre en nuestra vida. Pero también quiere que lo conozcamos mejor. Cuando nuestras oraciones afirman quién es Dios, ubicamos nuestra vida de oración en una perspectiva apropiada. Eso es exactamente la forma en que Jesús nos enseñó a orar. Leemos el Padre Nuestro en el Evangelio según Mateo (6.9–13). Jesús empieza la oración declarando: «Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre». Con esta oración, Jesús nos enseña una importante lección. La oración comienza con Dios. Cultivemos el hábito de leer la Biblia La Biblia afirma que al adorar a Dios debemos hacerlo «en espíritu y en verdad». ¿Cómo podríamos adorar a Dios sin un claro entendimiento de quién es él? La verdad acerca de Dios es esencial para adorar. Prestemos atención al libro de los Salmos. Ningún libro en la Biblia invierte tanto tiempo describiendo cuidadosamente a la persona de Dios. Obedezcamos a Dios Rick Warren menciona en Una vida con propósito que adoramos a Dios cuando lo obedecemos. Todos nosotros necesitamos fomentar el hábito de la obediencia en nuestra vida. En cualquier momento que sintamos que Dios nos habla, no dudemos en responderle de inmediato. Diezmemos Si deseamos saber qué es lo que ahora adoramos en verdad, echemos un vistazo a nuestro registro bancario. La Biblia nos enseña esta importante lección: «Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Mt 6.21 - nvi). Dios quiere
que le rindamos todo nuestro ser. Una forma de mostrarlo es dejando que él sea el Señor de nuestro dinero. Desarrollemos relaciones profundas con otros cristianos La Biblia enseña que Dios nos diseñó para vivir en comunidad con otros cristianos. Agradamos a Dios cuando conocemos a otros y permitimos que otros nos conozcan. En mi iglesia, la forma más práctica y favorable que usamos para conocernos es a través de los grupos pequeños. Compartamos la fe Tomemos tiempo durante esta semana para compartir con alguien más nuestro peregrinaje espiritual. Platiquemos cómo empezó nuestra fe en Cristo. Servir a los demás Jesús nos aclara que «en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25.40). Cuando nos servimos unos a otros, Jesús nos asegura que realmente lo estamos sirviendo a él. Si creemos que no hemos recibido ningún don que sea útil para servir, nos equivocamos. Dios nos favoreció con talentos y dones que él especialmente nos dio para servir a los demás. Desarrollemos en nuestra vida un espíritu de gratitud Esto requiere que veamos el mundo a través de un par de lentes diferente. Cuando vemos a través de los lentes de gratitud, vemos nuestra vida —y todo lo que hay en ella— como un regalo de Dios. Viva una vida con propósito Dios sostiene una razón para su existencia. De hecho, él piensa en cinco: comunión, discipulado, servicio, evangelización y adoración. Tú agradas a Dios cuando vives según sus propósitos. Dios no quiere que desperdiciemos nuestra vida.
BROTE DE MALARIA EN ZIMBABWE Se han alcanzado niveles epidémicos de un brote de malaria en los últimos meses en Zimbabwe y el Comité Metodista Unido de Auxilio (UMCOR) está apoyando la oficina de campo allí con una ayuda de emergencia para ayudar a mitigar el impacto. UMCOR distribuido miles de mosquiteros para proteger personas en sus hogares, pero la mayoría de los casos que están impulsando la epidemia se producen mientras se trabaja en el campo o cerca de ríos en las actividades agrícolas y de oro paneo o mientras se cocina fuera de sus hogares.
Metodista respuesta en desastres Como consecuencia de los tornados mortales en el Medio Oeste de EE.UU. que culminó con fuertes tormentas en Moore, Oklahoma, Thomas Kemper , director de la Metodista Junta General de Ministerios Globales Unidas, se refirió a la respuesta de UMCOR para los desastres y ofreció base teológica a quienes ayudar. "La respuesta a desastres de la iglesia y sus miembros es una expresión de fe, una confirmación del discipulado, y testimonio de amor a los vecinos de todo el mundo", dijo. No se centra en "otros conversión", sino "como la práctica de un ministerio de presencia que requiere pocas palabras." Por favor, te pedimos que en ores por aquellos que han sido afectados por estas tormentas de primavera y por todos los que comparten el amor de Dios con ellos en el proceso de recuperación y reconstrucción por delante.
DONACIONES UMCOR proporciona ayuda de emergencia en muchas zonas del mundo. Para saber más acerca de los ministerios de UMCOR, por favor visite umcor.org .
¿Qué son las epístolas? Las esposas de los apóstoles.