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SUMISION LEGISLATIVA
En una democracia verdadera, las minorías son escuchadas no desdeñadas. Las mayorías buscan el consenso a través del dialogo, la negociación, siempre respetando las ideas y posturas. En México, eso no lo estamos viviendo. Morena, el partido oficial, donde un solo hombre toma las decisiones y no admite replicas, se está excediendo a un grado tal que pone en riesgo la estabilidad política y social, además de la económica, de un país que, aunque lentamente, venía transitando por un sistema democrático cada vez más sólido. Ahora, con el desgastado discurso de combate a la corrupción, la cual se mantiene igual o peor, se están destruyendo organismos autónomos que tanto se luchó para conseguirlos.
Y quienes fueron sus promotores en el pasado ahora son quienes los destruyen porque se niegan al rechazo de sus decisiones y la obligación de transparentarlas, de respetar la Ley y el mandato supremo de la Constitución. Ya no es un secreto para nadie, el Presidente AMLO no acepta observaciones, ni críticas, mucho menos un rechazo a sus disposiciones. Él ordenó a sus secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública, no contestar las llamadas de la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, solo porque le rechazaron su plan B electoral. La Ministra Norma Lucía Piña Hernández solo actuó con base a lo que expresa la Constitución. Pero eso, al parecer, no es suficiente para el Mandatario (absoluto respeto a la Constitución), quien cada vez que le es pertinente recalca: "a mí no vengan con que a ley es la ley".
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Y con asombrosa facilidad, califica de adversarios, neoliberales, conservadores, fifís o traidores a la Patria a quien se ose decirles no a sus propuestas. Lo ocurrido la semana pasada en el Congreso de la Unión, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República, evidencia la sumisión de los legisladores de Morena y sus aliados (PT, Verde, PES) que aprobaron "de volada" sin siquiera saber, al menos su mayoría, el contenido de las iniciativas. Votaron a favor por el solo hecho de acatar una instrucción venida de Palacio Nacional. Rápido desaparecieron el Insabi, la Nacional Financiera, el Canacyt y dejaron en parálisis al INAI (a este gobierno no le gusta la obligación de transparentar acciones y recursos) al rechazar nombrar al menos un comisionado que se requiere para hacer legales la sesiones y determinaciones de este órgano de transpa- rencia que tanto le está molestando a la 4T.
Las criticas negativas por estos hechos no se hicieron esperar, y no únicamente de los opositores de Morena, sino de muchas otras voces y claro, los dirigentes partidistas no iban a dejar pasar esta situación para emitir su postura. El PAN, por ejemplo, en voz de su presidente nacional, Marko Cortés, recalcó que el Presidente "López Obrador exhibió su autoritarismo para anular la división de poderes y convirtió a sus senadores en lacayos descarados que sólo saben cumplir sus órdenes".
Agregó que "la desaparición de la Financiera Rural y del INSABI tienen por objeto encubrir la corrupción de la cúpula y fomentar la corrupción como herramienta política para sostener el gobierno. Anular las funciones del INAI indica que los ataques a la corrupción son simple propaganda política mientras la cúpula del gobierno roba a manos llenas".
Y anunció que Acción Nacional a través de su Grupo Parlamentario "habrá de impugnar el desaseado proceso legislativo a través del cual la mayoría bruta aprobó leyes de manera ilegal".
• Francisco Rodríguez es periodista sonorense. Columnista, director general y fundador del portal de noticias Kiosco Mayor, el 20 de octubre de 2003.