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CLAUDIA, BOURS NI PADRES
En buen plan y sin aspavientos, ya se les acabó”, dijo el 15 de noviembre del 2020 el entonces candidato a la gubernatura, Alfonso Durazo, en alusión a los que según sus propios dichos saquearon a Sonora. “Vamos a romper con ese grupo de poder que ha subordinado históricamente al PRI y al PAN, y no nos hagamos, todos sabemos que esa es una lamentable realidad que ha vivido Sonora por décadas”, remachó. Más-menos y en declaraciones complementarias, el de Bavispe ubicó entre los depredadores a quienes detentaron el poder los últimos 30 años. Estaríamos hablando entonces del periodo que abarcaron las gubernaturas de Manlio Fabio Beltrones y sus sucesores Armando López Nogales, Eduardo Bours Castelo, Guillermo Padrés y, por supuesto, Claudia Pavlovich.
De acuerdo a los señalamientos de Durazo, deberíamos concluir que esas fueron 3 décadas nefastas, malditas y desperdiciadas para el estado por la forma en que esos 5 gobernadores utilizaron el poder para su beneficio propio, el de su parentela y el de las camarillas que los rodearon y se sumaron al manoteo de cuanto pudieron. Convencido de eso fue que Durazo les lanzó la tajante advertencia de que hasta ahí les había llegado el corrido -el “ya se les acabó”-, para marcar un antes y un después entre el manejo corrupto y corruptor del poder y la absoluta moralidad que entrañaba la 4T. Históricamente queda-
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rían proscritos y apestados, pues, porque el sólo recuerdo de su paso por el poder despedía un tufo pestilente que jamás debería volver. Sin embargo, y a la luz de hechos recientes, parece que por lo menos a tres demonios de ésos ya se les extendió extraoficialmente la amnistía o una constancia de que no fueron tan corruptos ni tan corruptores.
Sobre su inmediata antecesora Claudia Pavlovich –a quien Durazo consideraba ultra corrupta- no hay mucho qué decir: el perdón de sus pecados le llegó directamente desde el Palacio Nacional y hasta con tintes de beatificación, porque ni siquiera había tentado la fría banca cuando ya la habían nombrado Cónsul de México en Barcelona. Los milagros del poder, pues, aunque aquí más de cuatro Morenistas se quedaron rumiando su coraje porque ya la veían tras las rejas. Ni modo: el dueño del bat y las pelotas dijo que siempre no…y a agacharse. Bueno, diría el benevolente, la decisión de purificarla no provino de Durazo. Sin embargo, dos hechos más recientes hacen pensar que el de Bavispe está reconsiderando seriamente su clasificación sobre los entes infernales que tanto daño le hicieron a Sonora. Uno de ellos es el caso de Eduardo Bours, que hasta de chofer le sirvió a Durazo en su camioneta durante una visita a Cajeme, lo que desató mil y una especulaciones sobre la automovilística encerrona. No quedó de otra que explicar el motivo del encuentro, porque el Gobernador dijo –palabras más, palabras menos- que él no hace nada en lo oscurito que no anda “cascareando” nada porque por encima de todo está el interés de Sonora y los sonorenses y que por ello es capaz de entrevistarse hasta con el mismísimo chamuco si le puede sacar provecho.
Fuera de mitotes y elucubraciones, lo toral, dijo, es que se reunió con Bours para pedirle una especie de asesoría, porque entre las plantas para generar energía solar, planea construir una en Cajeme y en ese contexto se dio el encuentro: fue a preguntarle al ex gobernador ¡sobre tierras! dónde instalarla. La explicación sonó cándida, si no es que infantil. ¿Será como admitir que Bours es dueño de toooodo Cajeme? ¿Será porque nada más en las tierras de su poderoso clan sale el sol? ¿No tendrían la misma información a la mano –sobre terrenos disponibles- el alcalde Javier Lamarque Cano o Bienes y Concesiones del Estado? ¿O los pequeños propietarios, ejidatarios o comuneros? ¿O los propios yaquis, a los cuales se chipilonea como nunca en la 4T? ¿Por qué pedir una información tan baladí a uno de los personajes que el propio Durazo enlistó entre los depredadores del PRIANato?
A vuelo de pájaro, la única explicación es que la causa real del cuchupo fue otra, y aunque se disfrace ahora como asesoría de escaso monto (¡por Dios: Bours recomendando terrenos idóneos!) lo que deja ver es que el señor ya no apesta a azufre. No era tan malo, pues, cuando el gobierno de la 4T recurre ahora a su valiosa asesoría. En un descuido lo veremos más adelantito por el palacio de gobierno, pero ya con los planos bajo el brazo. Y no nada más para la planta de Cajeme, sino hasta para la de Navojoa, porque acá también son ley los Bours. El segundo caso más reciente ligado a uno de los exgobernadores apestados es el de Guillermo Padrés, otro de los que Durazo echó en el mismo saco de los depredadores, pues aunque no se ha subido a una camioneta con el panista, sí empezaron a resurgir nombres de quienes fueron sus allegados (¿o cómplices de sus tropelías en el gobierno?), listos para clavar la uña sobre jugosos negocios en la moralizante era de la 4T. Mientras se da el encuentro Padrés-Durazo para éste fin o cualquier otro, lo que puede deducirse es que el ex gobernador panista o sus ex colaboradores muuuy allegados a los grandes negocios, ya no apestan. Pueden seguir “bateando”, pues. Nada más falta verlo en alguna camionetota echando la conversa con Armando López Nogales o con (¡Ave María Purísima!) Manlio Fabio Beltrones, el demonio favorito a la hora de personificar al mal absoluto. En serio, en serio, “ya se les acabó”? ¿Para qué tanto brinco, pues, estando el suelo tan parejo? ¿Se trata de cambiar, para que todo siga igual?
• Víctor Fausto Soto es periodista con 50 años de experiencia Cel. 6421166611