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SUCESION 2024

LaCuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador no termina de cuajar su transformación, y ya se ha abierto el proceso de busca del sucesor para el 2024. Los cuadros de Morena saben que, con una oposición desarticulada, sus posibilidades de retener la presidencia son muy grandes y, sobre todo, con los resultados de la elección intermedia.

Los programas sociales del bienestar han favorecido a un amplio sector del electorado, por ejemplo, el apoyo universal a los jóvenes y a los adultos mayores. Lo anterior tiene al presidente con históricos niveles de aceptación. Así que bastaría un llamado del presidente para volcar su popularidad a algún personaje que le garantice al electorado la continuidad de programas sociales sin aumentar los impuestos o endeudamiento. Otra ventaja que tiene la actual administración es la relativa a los indicadores macroeconómicos, que muestran una gran estabilidad a pesar de las turbulencias internacionales derivadas de la pandemia. Con un tipo de cambio estable, inflación controlada y aumentos de salarios hacen soñar con la idea de que, algún día, esos indicadores se reflejen en los bolsillos de los mexicanos con una mayor calidad de vida. En definitiva, la mano del proceso electoral 2024 la lleva la Jefa de

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Gobierno de la Ciudad de México, quien es la receptora de la mayoría de los halagos presidenciales, cobijo del gobierno federal y, por ende, se arrima a muy buena sombra. A pesar de los descalabros de las alcaidías en las elecciones intermedias, el gobierno federal se ha avocado a apoyar con diversos programas para recuperar el bastión electoral y de paso favorecer a la probable candidata al 2024 Sin embargo, el 2024 aún es lejano y algunas variables pudieran inclinar a la balanza rumbo al actual Primer Canciller o rumbo al Senado de la República. Hay que recordar que la competencia está muy cerrada, porque los otros dos grandes contrincantes para la interna de Morena traen bastante experiencia y, sobre todo, saben leer la realidad de la política para tratarla de modificar a su favor. El actual presidente ha dicho en repetidas ocasiones que no tendrá injerencia en el proceso de designación del candidato o candidata, pero su liderazgo y buena aceptación en el electorado será un factor decisivo para que las bases de Morena establezcan los mecanismos de elección del próximo, al menos, candidato a la Presidencia de la República. No hay que perder de vista el tema en los próximos meses porque será algo muy recurrente.

Recuperando la soberanía energética. La anterior reforma energética de

Enrique Peña Nieto se realizó so pretexto de inyectarle una mayor competitividad al sector, que buscaba reducir los costos de los energéticos para los hogares. Pero, al tiempo, nos dimos cuenta de que fue un rotundo fracaso, porque los bolsillos de los mexicanos no sólo no se beneficiaron, sino que se vieron perjudicados por los efectos de la mencionada reforma. En días pasados se presentó la iniciativa al sector energético, que busca dar marcha atrás a la fracasada reforma anterior, y que básicamente quiere retomar el camino de la soberanía energética fortaleciendo a las empresas paraestatales y asegurando que los recursos energéticos estratégicos sean explotados principalmente por y para los mexicanos.

En inviernos pasados hemos sido testigos de fallos en el suministro de energía eléctrica por las ondas gélidas que azotaron a nuestro país vecino, quienes con la mano en la cintura cerraron la llave del flujo de suministros energéticos ocasionando un gran caos en nuestro país, y qué decir de los constantes apagones que cada verano son más constantes en nuestra región. Todo lo anterior, nos debe de hacer conscientes de la importancia de la energía para mover a México, es decir, el tener el poder garantizar el la producción y suministro de energía a los mexicanos debe ser una tarea del Estado. Otro aspecto importante y trascendental para recuperar la soberanía energética es el tema de la explotación de las reservas de litio. El litio es un mineral que se utiliza en la producción de acumuladores de energía para una gran cantidad de electrodomésticos y de productos electrónicos. En nuestro país se han descubierto reservas de ese mineral de gran tamaño, por lo que abren la esperanza de que una explotación en donde los mexicanos se queden con gran parte del valor de agregado pudiera ser el gran detonante para que nuestra economía llegue a ser de Primer Mundo.

A final de cuentas estamos frente a una interesante propuesta de reforma energética, que seguramente levantará ámpula en las discusiones en el congreso, por lo que no es tiempo de echar las campanas al vuelo, sino de esperar que los actores políticos se comporten a la altura de las circunstancias y aprueben el sentido de la reforma energética que es el de recuperar la soberanía. La oposición política no tendría cara de votar en contra de una reforma energética, ante su evidente fracaso en el tema y los dejaría como apátridas a la vista de los mexicanos.

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