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EL TIGRE CRISTERO

ALA PERSECUCIÓN realizada contra los católicos por parte del dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, que van desde el encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez – 26 años de prisión--, hasta la expulsión del país y persecución de curas y monjas, se le suma hace un par de días la declaratoria gubernamental de prohibir los eventos relacionados, con todo y persecución policiaca , a quienes salgan a la calle para la celebración de estos días santos a lo que se suma la declaratoria de rompimiento de lazos con el vaticano.Lo que no están viendo estos ataques en Nicaragua es el fragor católico que se está creando en América Latina de cuya población de 640 millones, 425 millones son católicos, incluyendo a México con un 81 por ciento de su población. A diferencia del resto de los países en AL, México vivió en dos etapas una lucha de enfrentamiento entre los católicos y el gobierno, la más fuerte fue de entre 1926-1929 (que ocasionó 250 mil muertes) luchando contra el sistema represor de oficio de misas y demás eventos propios (similar a Nicaragua) y hubo una segunda escala aunque menor en entre 1934-36. Así fue como durante el movimiento cristero –y con más fuerza cuando terminó--, se concretaron diferentes organizaciones que empezaron a manejarse en la secrecía y se les atañe, por ejemplo, el asesinato de Álvaro Obregón el 17 de julio de 1928 aún y cuando los historiadores alegan que los motivos fueron porque el sonorense buscaba la reelección que iniciaría el 1 de diciembre de dicho año y concluiría el 30 de noviembre de 1934.

Hubo un libro denominado “La muerte sintética”, (creo que el autor se apellidaba Valladares o algo así), que según esto la Iglesia Católica justificaba el asesinato del tirano destructor del catolicismo. Lo buscaré. Pero, se dice, fue la justificación de León Toral. Álvaro Delgado, periodista hoy chairo, escribió un libro en 2011 denominado “El Yunque, la ultraderecha en el poder”, prologado por Julio Scherer García en el cual da santo y seña de dicha organización secreta cuya fortaleza se localiza en Puebla. Pero se quedó corto pues la ultraderecha se reforzó en Guanajuato y esos estados del centro –donde la religiosidad es superior al resto del país--, pero además las organizaciones “secretas” nacidas de la lucha cristera fueron varias y variadas agrupando por separados a jóvenes, mujeres y hombres. Seis diferentes en total.

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El estado de Jalisco se siente de la dueña de este tipo de agrupaciones porque es donde recrudeció la pertenencia al catolicismo y la lucha cristera impregnada y culturizada a través de diferentes herramientas como los corridos, ¿alguien recuerda “El martes me fusilan”). Estamos hablando de casi cien años atrás, pero sirve de referente porque López Obrador y quienes conocen la historia oculta de la Iglesia Católica en México saben que esas organizaciones aún prevalecen (pertenecen empresarios, profesionistas de todo tipo, universitarios y una larga lista de etcéteras) y que en la defensa del Cristo Rey pueden llegar a acciones que el mismo clero no podrá detener pues tales organizaciones son autónomas.Por eso, es de llamar la atención el llamado que está realizando el obispo Ramón Castro y Castro con origen en Jalisco y hoy de Cuernavaca, quien está haciendo un llamado a los católicos de México –es un evento abierto aún para quienes no son católicos--, a un gran diálogo nacional por la paz a realizarse en la Universidad Iberoamericana de Puebla del 21 al 23 de este mes. Quesque están buscando establecer mecanismos para inyectar en el gobierno de la 4T la realidad en materia de inseguridad y obvio, están en contra de la política de abrazos a los delincuentes.

Sin embargo, es un propósito que no le creo al señor obispo pues conocido es que la Iglesia Católica mexicana en diferentes ocasiones y distintos foros ha señalado el cambio de estrategias para combatir la delincuencia en México cuyos llamados se incrementaron a raíz del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua. ¿Qué tanto más pueden lograr ante un gobierno golpeador como el de López Obrador?

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