REVISTA GUATINí

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+INDICE DE CONTENIDO Y Nro. 199 MACHÓN DE LA Revista./ 2 Guía para colaborar y objetivos de la revista./ 3

AAGOSTO-SSETIEMBRE 2019 Nro. 199 AÑO XII Fundada el 19 de Abril de 2007 Fundador Editor General Enesto R. del Valle COLABORADORES, IN MEMORIAM ©Ricardo Sánchez Rivera ©Arturo Potestad Llánes ©Angel (Lucio) Estévez ©Juan Ruiz Gracía. *** PORTADA: ENTRADA A INTERNACIONAL PARK [AAARCHIVOS DE GUATINí] DISEÑO DE PORTADA: ©Ernesto R.del Valle LOGO DE PORTADA: ©Suanmy M. Larisa. R. D. *** TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A LOS AUTORES Y COLABORADORES

ARTÍCULO Mité Glaria. EEl Galeano que yo conocí/ 4 Beatriz Villacañas. Del tiempo y sus caminos/ 7 Adán Hecheverría. Pasos para escribir una novela./ 8 Carlos J. Jarquin. Aniversario del libro azul/ 14 RELATO Basilio Beliard. La bruja/ 6 Silvia M. Váz uw. La viejitaaa de los hilos/ 10 Rosario Solares. Cuando fui ave/ 21 Ana Unhold EEn la Playa/ 24 POEEESSíA. Lucio Estévez. Poema 10/ 12 EEstela García Pérez. Lactancia/ 13 Miroslava Pérez Dopazo. Espíritu de sombra/ 19 Cecilia Zevallos. Prefacio/ 26 Alejandro Iraola Jiménez. 28 Karo Alan. La medida del te quiero/ 29 LIBROS Odalys Leyva Mirabal. Antologia de glosadores cubanos S. XIX hasta la fecha/ 16 Ernesto R. del Valle/ 16 Jesús Alvarez Pedraza/ 17 Nancy Díaz/ 18 CONCURSSO Resultado concurso Cove Rincon/ 20 Certámenes de Octubre 2019/ 30 EEDITORIAL HISPANA Autores destacados/ 27 AL CIERRE Fallce el poeta peruano Elmer Díaz Azula/ 31 LOGO DE GUATINí/ 32

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PARA COLABORAR EN GUATINí Toda colaboración a REVISTA GUATINí es a título gratuito. Ni Ud., ni yo obtenemos as. La REVISTA se edita en secuencia mensual, sin fecha anunciada. ENVIOS ARTÍCULOS: Sobre obras de autores, críticas literarias, presentación de obras ajenas, etc. EXTENSION: Se enviará no más de cuatro, cinco páginas como máximo a 1.5 espacios ENTREVISTAS. A personalidades del Arte y la cultura de cualquier país EXTENSION: Se enviará no más de cuatro, cinco páginas como máximo. CUENTOS, RELATOS CORTOS. EXTENSION: No deben sobrepasar las tres páginas. POESIA, PROSA POÉTICA EXTENSIÓN ; Se enviará una página por poema. Espaciadas a 1.5 FORMATO PARA TODO ENVIO FUENTE: Arial Nro. 12 LINEAS: Espaciadas a 1.15 NOTA IMPORTANTE Es de total responsabilidad del autor revisar con cuidado la Ortografía y el Estilo antes de su ENVÍO. Guatiní no se responsabiliza con las fallas y errores que traigan los textos. En ASUNTO escribirá: “COLABORACIÓN PARA GUATINI” Enviará en Adjunto la colaboración y una foto nítida y ACTUALIZADA, en formato JPG El correo o e-mail del autor En todos los casos, el texto será propiedad del colaborador. E-MAIL PARA ENVÍOS: revistaguatini@gmail.com ASUNTO: PARA GUATINí

REVISTA GUATINí Fundada en Abril de 2007 La Revista Guatiní, ahora con salida BIMESTRALl es un vehículo de promoción cultural y literaria. Todo el material aquí publicado puede ser copiado sin cambio alguno, mencionando autor y fuente y siempre con intenciones educativas, nunca para menoscabar la razón de la existencia ni la labor literaria de sus colaboradores. Guatiní de manera virtual da a conocer a escritores, hombres y mujeres éditos e inéditos, que publican en la Red de la Internet. Y como algo importante, da a conocer a cubanos y cubanas que residen dentro o fuera de la Isla porque entiende que somos una sola raíz, un solo sueño, una sola Literatura. Es una Revista sin ánimo de lucro, es decir, que la plataforma básica de su contenido nunca se rendirá a los intereses de nadie, solamente al respeto de lo publicado y a sus autores. Busca el nido de Guatiní también en Facebook y en issuu. www.facebook.com/revistaguatini https://www.issuu.com/revistaguatini

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EL GALEANO QUE CONOCÍ ©MAITE GLARÍA Cuba-EUA Conocí a Eduardo Galeano una noche que siempre recordaré. Corría el año 1970, inolvidable para mí, pues en mayo nació mi primera hija, Annabelle. En el mes de agosto su padre, periodista y reportero de prensa, me pidió que fuera hasta Amancio Rodríguez, un municipio entonces camagüeyano, pequeño pero memorable porque allí ocurrieAAAAARTICULO Maité Glaria. Elron cosas que hoy recuerdo con gran placer. Pero realmente nos encontramos en Camagüey, cuna del patriota independentista cubano Ignacio Agramonte y Loynaz. Disfrutamos de una de las últimas selecciones de la reina del carnaval, pues a partir de entonces ya no se realizó nunca más esta actividad en mi país. Por esa época, la crisis económica era muy fuerte, no había casi ropa ni zapatos, amén de la escasez de alimentos. Yo tenía un par de “kikos” plásticos como llamaban a unos zapatos de ese material con el cual anduvimos quemándonos la piel por el calor caribeño durante muchos años. En la madrugada nos fuimos en un carro de unos amigos hasta Amancio Rodríguez y al amanecer nos invitaron a un recorrido en yate por las aguas templadas del sur. El hecho, curioso hoy, pero absolutamente aterrador para mí en aquel momento, fue que, sentada en el borde del yate “solté” al agua uno de mis adorados y únicos kikos y me quedé atónita. ¿Cómo iba a caminar a partir de ahí? ¿Descalza? Fue mi primer y triste pensamiento. Luego de las risas y bromas a costa de mi mala suerte, alguien se ofreció a regalarme al regreso unos zapatos. En la tarde fuimos a su casa (descalza yo, obviamente) y esa persona, muy oronda, me entregó un par de botas rusas que, a pesar de ser casi de mi medida y de no tener más que agradecer su oportuna existencia, a mis diecisiete años me parecieron horribles y tremebundas (todavía hoy sigo pensando igual). Pero lo bueno es que, con las terribles, duras y espantosas botas puestas, conocí al escritor y poeta Eduardo Galeano. Mi ex fue a hacerle una entrevista y luego nos fuimos a “cenar”. El maestro hablaba y hablaba y todos con la boca abierta, absorbiendo sus palabras, sabias desde siempre, fascinados con una personalidad única que nos hacía el honor de compartir en aquel pueblito perdido en la hermosa costa oriental. Nadie se atrevía a interrumpir al maestro. Yo, demasiado joven para dejar de ser extremadamente curiosa y, como siempre, muy locuaz, “metí la cuchareta”. Galeano hablaba sobre la ya —a la sazón— universal novela del "Gabo" García Márquez, Cien años de soledad, y ni corta ni perezosa me lancé al ruedo con un escalofriante «Maestro, ¿sabe que Amancio se me parece a Macondo?». convertí al instante en una de las más minúsculas partículas de este mundo apocalíptico. Eduardo, inmenso en su bondad espetó: “Pues no me parece ilógica su comparación, jovencita. Este es un pueblito mágico, un exponente de lo real maravilloso de

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nuestros países de América Latina.” Y se rió con su risa enorme, campechana y encantadora que disipó las sombras que pudieron ser mi trauma para siempre. Al siguiente día fuimos a la playa del Guayabal, un rinconcito más perdido todavía pero con un mar exuberante. Varios hicimos el recorrido en un jeep Willys descapotado, pero el Maestro, fascinado con el paisaje único que ofrecía el camino, pidió ir a caballo y así se fue recorriendo los kilómetros desde Amancio Rodríguez hasta Guayabal acompañado por el periodista y otro compañero. Los tres llegaron exhaustos pero radiantes. Pasamos un día imborrable, hablando de las maravillas de Latinoamérica y de mil cosas más, pero yo ni chistaba. Me apenaba todavía mi torpeza no obstante la gentileza de Galeano de sacarme de aquel momento fatal. Él percibió mi pesar y me dijo al oído, “Niña, no se sienta avergonzada, aquí muchos no han leído la novela y ni imaginan qué es Macondo”. He vuelto muchas veces a exponer abiertamente mi opinión, en numerosas ocasiones he tornado a interrumpir a muchos, hablando de cosas que a tantos no les gusta oír. Pero siempre he recordado al Maestro Galeano, y no me siento avergonzada porque aquí o allá, la verdad, es que muchos no han leído esa novela ni muchas otras, no se imaginan que viven en un Macondo real, o sobreviven con una ignorancia supina.

Un silencio lleno de voces críticas invadió por un momento el local. Todos se quedaron boquiabiertos. ¡Qué osadía! ¡Qué enorme metida de pata! ¿Qué pensará el Maestro? Yo me

EDUARDO GALEANO EN 1977

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No sé si, a la distancia de tantos años distorsioné las palabras de Don Eduardo, ya no sé si fue real o fue un sueño macondiano. Perdón, Eduardo, por soñar con lo que quizás ni sucedió de la manera como lo cuento, pero me precio de haberlo conocido calzando yo unas botas rusas, grandes y feas, pero que cubrieron mis pies, todavía adolescentes, en un Macondo nunca olvidado porque usted estuvo allí. Y como el Melquíades centenario, usted me enseñó a empezar a disfrutar de la alquimia de la vida. Gracias, Maestro, donde quiera que usted esté.

LA BRUJA

por BASILIO BELIARD Era más de medianoche, caminaba de regreso a casa acompañado de mi madre, una lechuza nos sobrevoló soltando graznidos, mi madre se persignó y bajo la mirada —Es solo un animal— dije con tono escéptico —¡No la mires!— contestó ella sin levantar la cabeza —Está en el árbol— sin reparar lo que hablaba levante la mirada y la vi, la mujer enfundada en prendas blancas escondida entre las copas de los árboles, llevaba el cabello tan largo y negro que se mecía a merced del viento, comenzó a graznar y salió volando —¡Baja la cabeza!— ordenó mi madre — Tiene hambre.

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ABC Cultura - Toledo DEL TIEMPO Y SUS CAMINOS (11) ANTONIO MINGOTE Y LA LIRA JUANANTONIANA POR BEATRIZ VILLACAÑAS Actualizado:01/07/2019 21:55h Es algo bien sabido, y desde hace tiempo, que Juan Antonio Villacañas, en la última década de su larga y prolífica trayectoria poética, rescató la lira del olvido escribiendo gran parte de su obra en esta forma clásica que estaba prácticamente en desuso. Y, haciendo esto, convirtiendo a la lira en compañera de su verso y su palabra, hizo que ésta cobrara una nueva vida gracias a él. Nueva vida dotada de nueva fuerza, pues el poeta, respetando la forma y con su total dominio de la misma, se mostró a la vez magistral logrando con ella giros absolutos, desde el registro más coloquial al ámbito más abstracto, desde una lúcida crítica que pone en evidencia falsedades e injusticias a la emotividad más conmovedora, desde el humor, que viene en estas liras a menudo de la mano de la ironía, al ámbito de lo espiritual y metafísico. Son muchos los conocedores de la obra de Juan Antonio Villacañas los que, por tanto, llaman a su lira Lira juanantoniana. Autor de obras definitivas, muchas de ellas mayoritariamente en verso libre como Marcha destriunfal, Rebelión de un recién nacido o Cárcel de la libertad (Premio Ausias March año 1969), gran sonetista igualmente, como pone de manifiesto en Los vagos pensamientos y en otras creaciones, Villacañas abrió las puertas a la casi olvidada lira, tanto es así que, además de escribir liras él, son varios los poetas que han escrito liras celebrando las suyas. Y alguien, además, le escribió liras con dibujo incluido: el genial Antonio Mingote. Con un hermoso dibujo de una mano sosteniendo una flor como ofrenda, Mingote escribe esta lira, llena de gracia e ingenio, a Juan Antonio: Estaba yo leyendo los versos que me mandas, Villacañas,/ y al de Yepes oyendo. ¿Cómo te las apañas para hacerlo tan bien? ¿Con qué artimañas? También dedica Mingote al poeta un dibujo en el que aparece un hombre quitándose el sombrero, una manera llena de dinamismo para decir ¡Chapeau! a Villacañas con un exclamativo ¡Felicidades ya! Ambas aportaciones del gran Mingote pueden verse en la página web de Juan Antonio Villacañas,http://villacanas.webcindario.com/index.htm sección «Epistolario», números 17 y 18. Felicidad siento yo con estos inolvidables recuerdos.

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PASOS PARA ESCRIBIR UNA NOVELA. ADÁN ECHEVERRÍA.

El siguiente método fácil ha hecho a muchos de mis alumnos construir sus proyectos de novela, novelar sus historias, y obtener satisfactorios trabajos, desde que daba clases en la Escuela de Escritores, hasta ahora que doy talleres a distancia o presenciales. Espero te sirvan: Partamos siempre de que para todo escritor se necesita talento y dedicación. La dedicación tiene que estar acompañada de la disciplina; esto implica que uno tiene que tener la disciplina para dedicarse a valorar el oficio de escritor. Hay que tener horarios para escribir y horarios para leer. Pues buscar y encontrar el tiempo para leer es lo más importante en esta carrera de escritor. Uno debe leer al día, lo menos unas 50 cuartillas, esto implica al menos un cuento largo, o un buen fragmento de novela. Para escribir una novela puedes seguir los siguientes pasos. 1. Apunta las ideas que tengas para contar una historia. Todo lo que vives, escuchas, piensas, te cuentan, observas, te dará las ideas necesarias. Se escribe para llenar esos vacíos de lo que tú mismo gustas de leer. Por ello cuando lees, cuando alguien te cuenta algo, cuando vives algo, vienen a ti ideas que te hacen pensar: Quisiera escribir esto. Apunta la idea en un cuaderno, graba la idea como una nota de audio en tu móvil. Apunta cuantas ideas vengan a tu mente. 2. Una vez tengas la idea que quieras novelar, harás un argumento, en una sola cuartilla. Busca no pasarte de las 27 líneas que forman una cuartilla. En ella vas a desarrollar el argumento. Dirás de qué trata la novela. Te lo contarás a ti mismo. Te dirás qué pasará. (Tú aún no sabes cómo la vas a contar, pero dirás todo lo que quieres que ocurra). Lo harás para que tú mismo sepas qué es lo que pasará en tu novela. Buscarás que todo aquel que lea tu argumento tenga ganas de leer la novela. 3. Ya que tengas el argumento, éste te hará desarrollar los capítulos de tu novela. De esta forma lo que harás será capitular tu novela. Piensa en esto: para que tengas un libro necesitas al menos 60 cuartillas, menos de 60 cuartillas forma un cuadernillo (plaquette). Considerando que necesitas 60 cuartillas, entonces dividirás el argumento que has escrito en 6 capítulos de 10 cuartillas. Necesitas escribir los títulos de cada uno de esos capítulos. Tu plan ahora será escribir 6 capítulos de 10 cuartillas cada uno. Recuerda que para ser breve se necesita un gran esfuerzo, no creas que escribir poco es fácil. Se dice que un padre quiso escribirle una carta a su hijo. Cuando el hijo leyó la carta, esta constaba de 18 páginas. Al final de la misma el padre le decía: Te he contado todo esto porque no he tenido tiempo para sentarme a escribirte a conciencia. Apenas tenga tiempo te escribiré solo una cuartilla.

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4. Una vez que tengas el argumento de la novela, y tengas los seis títulos de tus capítulos, entonces harás el argumento de cada uno de esos capítulos. Buscarás responder: ¿qué pasa en cada capítulo? Harás lo mismo que al inicio del ejercicio, harás que el lector tenga ganas de leer ese capítulo. De esta forma tendrás toda tu novela bocetada. Sabrás qué ocurre en cada capítulo, y lo que vaya ocurriendo en cada capítulo será lo que dará luz a la historia de toda tu novela. Recuerda que cada argumento apenas debe estar contado en una sola cuartilla. De esta forma tendrás una cuartilla del argumento general, y tendrás igual 6 cuartillas extras de los argumentos de cada capítulo. Como es muy seguro que desde el primer argumento general hayas soltado el nombre de algunos personajes, la capitulación te podrá hacer contar cada capítulo desde la mirada de un solo personaje, o ser más creativo y contarla desde la mirada de varios personajes. Cada capítulo podrá ser contado por un diferente personaje. 5. Una vez que ya tengas esas 7 cuartillas, ya tendrás el esqueleto completo de tu novela. Puedes con cada idea que tengas armar los proyectos de novela que quieras, y tener esas 7 cuartillas para cada una de tus novelas. 6. Siempre ten cada capítulo de tu novela en un archivo separado. Esto para que te dediques cada que puedas a escribir y mejorar cada uno de tus capítulos. Luego escribirás 10 cuartillas para contarnos lo que dijiste en los argumentos que pasaría en cada capítulo. Cada vez, y para cada capítulo, vos podrás dedicarte a sólo 10 cuartillas (quizá te pases de cuartillas, eso no importa, lo que no debes hacer es escribir menos de 10 cuartillas, a menos que tengas más capítulos). 7. Una vez que tengas esos 6 capítulos, si la historia lo requiere, construye los argumentos para los capítulos extras que necesites y requieras. Primero el argumento, y luego escribir las 10 cuartillas. 8. Una vez que ya tienes toda la historia contada en tus capítulos, entonces quitarás los títulos que creaste para ellos y podrás cambiarles el orden, el capítulo que antes era uno podrá ser el seis, o el diez, dependiendo de cómo quieres que el lector la conozca en su versión final. Y sólo tendrás que escribir los conectores necesarios. Puedes suprimir o dejar los títulos, puedes incluso no tener capítulos. Una vez con todo el esqueleto, la ventaja será que tú tendrás la decisión final. Te deseo suerte. Ya quiero leer tus argumentos, como también leer tus novelas.

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LA VIEJITA DE LOS HILOS ©SILVIA MABEL VÁZQUEZ1 NUEVA EN GUATINí Enhebraba la aguja sin lentes. Asombroso, para alguien de su edad. Se sentaba todas las tardes debajo del árbol añoso que estaba a la salida de la galería y se dedicaba a reparar la ropa que le llevaban. Estaba entretenida con eso y con algunos restos de lana que tenía en una bolsa. Tejía acolchados para bebés, alfombritas, bufandas.La llamaban “la viejita de los hilos”. Su habilidad con las agujas era conocida por muchos de los visitantes domingueros. A ella nadie la visitaba. Decían que estaba sola en el mundo. Parecía ser verdad, ya que las veces que iba a visitar a mi abuela, nunca la vi con alguna persona de la familia ni amigos.Ensimismada en sus labores, jamás dejaba de sonreir. Quien sabe de qué cosas se acordaba…y tenía muchos años para recordar. Una tardecita de sol, dejé a mi abuela en compañía de mi hermana. Aunque no podía caminar, disfrutaba del cálido atardecer en el patio y nos instruía a las dos acerca de los “muchachos” . La abuela pensaba que las épocas no habían cambiado mucho y nos daba consejos realmente graciosos.Me senté al lado de la viejita de los hilos, para que no se sintiera tan sola. Me miró y me preguntó mi nombre. “Hola”, me dijo, y me hizo un lugar en el banco de madera donde estaba acomodada, junto a la bolsa de lanas y algunas prendas ya terminadas. “Recién terminé de coser estos botones de los trajes de las enfermeras, siempre los llevan desabrochados por falta de tiempo y como a mí me gusta hacer estas cosas,...” y mirando hacia abajo, le sacó de la boca un ovillo celeste al gato gris que estaba sentado debajo del banco. “Mire ud, que lindo queda esto”, le dije, señalando un chaleco multicolor que estaba tejiendo. “¿Hace mucho que teje, abuela?” Dejó de lado su labor y me volvió a mirar. “Sos muy linda vos, ¿sabías?” 1

SILVIA MABEL VÁZQUEZ

Docente, periodista, escritora- Directora Cultural de UMECEP Buenos Aires- Editora del blog lasmusasdespiertas.blogspot.com Trabajos publicados: 4 libros: Rocío de palabras (2012), Abraxas (2013), Contraluces (2015), Aceptalo, tenés 50 (2017). Participación en varias antologías en Argentina y España. Personaje de cultura Senado de Montevideo, 2019 en 2da Cumbre de UMECEP, Premio Cuna de la tradición 2018, Premio Estrella del sur (Uruguay) 2019. Mail smv1109° hotmail.com

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Yo quería agradecerle el elogio, pero ella siguió hablando: “Y muy joven. Debés tener la edad de mi hija, más o menos. Ella es así, tan linda como vos” En ese momento se desdibujó la hermosa sonrisa. A pesar de haberse dado vuelta, vi que corría una lágrima por su carita arrugada. Ella se volvió y me preguntó “¿Qué edad tenés nena?” Le conté algo de mi vida, luego se su breve interrogatorio. Me di cuenta que estaba muy sola. Una enfermera que pasó detrás del banco, hizo una seña como que no le hiciera mucho caso, no obstante seguí con mi charla. La hija había desaparecido un fin de semana, cuando fue con su flamante marido a disfrutar de una casa en las sierras. Aquella tarde no quiso salir porque se sentía mal y se quedó descansando. Cuando él regresó no la encontró en la casa. Desde aquel momento la están buscando. Bueno, la estaban buscando. Pasaron diez años y la policía ya no se ocupa, según me contó la enfermera. Se quedó sola hasta que un hermano la internó en ese lugar porque ya no podía soportar la ausencia de su hija. Todos los domingos esperaba su visita y acomodaba los tejidos en una bolsa para dárselos y que ni bien comenzara el otoño, pudiera usarlos. De ese modo acumuló muchas prendas en un placard de su habitación. Cada tanto lo ordenaban y enviaban una tanda a hogares, cercanos a este y le decían que su hija había pasado a buscar la ropa cuando ella dormía.Aunque me pareció una mentira cruel, era la única

forma de hacerle menos dolorosa su desaparición. Había sido idea de su hermano, quien pasaba mensualmente a pagar los gastos de internación y a llevar la ropa para repartir. Ella seguía sonriendo y apuraba sus manos para terminar el chaleco multicolor antes del próximo fin de semana.Volví con mi abuela y mi hermana. Tan diferente era la vida de aquellas mujeres… Nosotras a pesar del poco tiempo que teníamos libre, pasábamos los domingos a verla, estaba lúcida y no reclamaba nada, sabía que allí estaba bien cuidada y que todo lo que hacíamos era por su bien. No podía arreglarse sola. Necesitaba ayuda que nosotras no podíamos ni sabíamos darle. Adelle estaba en la pieza contigua a la de mi abuela. Unos meses más tarde de mi primera charla, sonó la alarma de las enfermeras. Estaba tirada en el piso del cuarto, con los ovillos de lana en la mano, sonriendo, pero sin vida. Días después, entre las cosa que le entregaron a su hermano, había una caja marrón de madera, cerrada con un candado. La llevó a su casa y la abrió. Se llevó las manos a la cara y pegó un grito de espanto. Dentro de la caja, estaba guardada la bufanda que llevaba puesta su sobrina cuando desapareció… debajo de unos papeles amarillentos, envuelto en un trapo multicolor prolijamente tejido a mano, uno de los dedos con la alianza de bodas, y un papel que decía “Hija, de nuevo en casa con mamá”. San Martín, 11 de setiembre de 1963

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Poeema 10

LUCIO ESTEVEz Cuba-EEEEUAA

Ha pasado el tiempo en que turbado por sus ojos confundí el itinerario de mis viajes y fascinado por sus cantos de sirena embalsamé mis credenciales y llené con castillos de arena mis poemas. Tiempo en que mis brújulas guiadas por sus manos ar rugaron mis sueños y la vaguedad de las mieles sediciosas de su lengua me llevaron al cataclismo de las dudas, celos y mentiras. Tiempo con falta de comunicación con las estrellas marcó las horas del inviernoy congelada en el icebergde las dudas se marchó a la bolina. Del libro Diálogo con la al,ohada II

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LACTANCIA ESTEELA GARECIA Cuba-EUAA

Infancia lugar donde el cálamo Fue un dedo untado de cenizas Y quimeras que se aferraban a la tierra La niña con retazos de ápex en la yema de los dedos Castillos de la fantasía con ascenso a rascacielos blancos La burbuja del pez bonanza panegírico La fronda en la sonrisa del lago complicidad de los reflejos La hoja haciendo caligrafías en su caída Puericia de trayectos soñados ida y regreso a la rosa Reminiscencias Infancia vuélvete que la distancia malogra el tiempo Lloró la noche El adiós dejó su huella En el cristal

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NUEVO EN GUATINÍ ANIVERSARIO AZUL...

DEL

LIBRO

CARLOS JAVIER JARQUIN2 NICARAGUA-COSTA RICA 30 de julio, fecha memorable para los lectores y escritores del resplandeciente idioma español, especialmente seguidores del maestro nicaragüense Rubén Darío. El 30 de julio de 2019 se conmemora el 131 aniversario de la primera edición del libro azul… Azul recopila una serie de poemas y textos que ya habían aparecido en la prensa chilena entre diciembre de 1886 y junio de 1888. El libro se edita el 30 de julio de 1888 por la imprenta Excélsior de Valparaíso (Chile). Rubén Darío pensó titular su obra “El año lírico” e incluía solamente poesía. Luego prefirió el título de uno de sus cuentos: “El rey burgués”. Finalmente se decidió por Azul... El arte es planetario, el arte es azul, es el color que universalmente vive luminoso continuamente, tan solo hace falta una mirada para el cielo o mar, para teñirnos de inspiración indefinida, las montañas de lejos se ven encantadoras y todo porque se ven azul. Significado de Azul Coincido con mi amiga poetisa salvadoreña. Diana Portillo (La poeta Azul). “Azul el cielo y su eternidad, azul el mar y su profundidad, la poesía es azul e infinita, porque infinita es la palabra”. Según el Tarot: azul es meditación, el color azul marino representa a todas las cabezas pensantes, a la mente, la inteligencia, la madurez, es un color fresco y tranquilizante. Significado de azul: “estabilidad, profundidad, lealtad, confianza, sabiduría, mente, inteligencia, fe, verdad, eternidad”. “Azul, color del arte” CARLOS JAVIER JARQUÍN, Managua, Nicaragua, vive en Costa Rica. Ha publicado en diversos medios, nacionales e internacionales, revistas literarias y periódicos. Ha participado en tres Antologías poéticas internacionales. Es columnista de varios periódicos y revistas, en especial del Periódico El Sol de Cartagena, Colombia. 2

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El gran crítico español Juan Valera afirma: que “azul” significa para Rubén “lo ideal, lo etéreo, lo infinito, la serenidad del cielo sin nubes, la luz difusa, la amplitud vaga sin límites, donde nacen, viven, brillan y se mueven los astros”. Y el propio Darío escribió en Historia de mis libros (1913): “El azul es para mí el color del ensueño, el color del arte, un color helénico y homérico, color oceánico y fundamental”. Joya literaria Esta obra es una joya literaria que siempre debe de recomendarse a los adolecentes y jóvenes que no han tenido el placer de leer este grato e histórico modelo. Cuando Darío publica Azul... apenas tenía 21 años, pero la eminencia intelectual es elogiada por sus colegas e intelectuales de la época y desde entonces nace su huella artística que lo convierte en extraordinario e inmortal. La elegancia de describir sus experiencias es la magna grandeza de su brillante talento nato, muchas de sus composiciones en esta obra son sus propias experiencia vividas y desde luego influencia de sus maestros clásicos y esta es una señal viviente de que Darío desde que aprendió a leer (3 años de edad), quedó fascinado con el hábito de enriquecerse intelectualmente a través de la formidable lectura. Darío en su propia Patria fue despreciado y aún lo sigue siendo, en Nicaragua ningún gobierno le ha rendido homenaje con honores como se lo merece. En Nicaragua debería existir una Universidad que lleve su nombre, después de 103 años de fallecido su nombre y legado vive en tenebrosidad. Teatro Nacional Rubén Darío El Teatro Nacional Rubén Darío se comenzó a planificar en 1964 por un grupo de personas asociadas en el Instituto Pro arte Rubén Darío encabezado por Hope Portocarrero Debayle (nació el 28 de junio de 1929, y murió el 5 de octubre de 1991). Es la primera dama de Nicaragua más recordada por su labor social, su belleza y elegancia. Fue esposa del dictador Anastasio Somoza Debayle (1925-1980). Doña Hope Portocarrero, se interesó para que Nicaragua tuviese un edificio dedicado a las artes en memoria del poeta Rubén Darío, cuyo centenario natal se celebraría el 18 de enero de 1967. Su grandioso legado es por haber dado la iniciativa de construir el imponente Teatro Nacional Rubén Darío, que el periódico The New York Times calificó como el mejor centro para las presentaciones escénicas en Latinoamérica; quienes hemos tenido el privilegio de estar presente en primera fila, en tan bella mansión del espectáculo con mucha firmeza aseguramos que es un galardón de los patrimonios culturales destacados de Centroamérica. Fue construido entre 1966 y 1969 e inaugurado el 6 de diciembre de ese año.

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ODALYS LEYVA ROSABAL. Cuba Libro compuesto por 150 glosadores cubanos del siglo XIX hasta nuestros días, publicado por Ediciones Endymion, Madrid, 2019. Este libro reúne creadores que viven dentro de la Isla y fuera de ella, con un respeto total al arte y a la décima escrita como estrofa nacional, el libro ha recibido un reconocimiento por el Centro UNESCO de Cultura (Asociación Puertorriqueña de la UNESCO) (Federación Mundial de Centros y Clubes de la UNESCO de París, desde 1973), firmado por Antonio J. Molina (Presidente). Disfrutamos este momento por el impulso del Frente de Afirmación Hispanista de México y la revista Oriflama de España.

ERNESTO R. DEL VALLE (Camagüey, 1940) AMANECE Cuando se apartan las brumas del llano y del cañadón salta el reloj del piñón con un timbrazo de plumas.

RICARDO SÁNCHEZ RIVERA (Mariel, Cuba, 1923 ─EUA, 2013)

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Homenaje octosílabo a este viejo repentista pinareño I Cuando en el campo amanece y el sol saluda el conuco brilla en el simple bejuco el rocío que embellece. Se van las sombras, ya crece la luz en nubes de espumas y, en una ecuación de plumas vuelan desde mi bohío las aves en su albedrío cuando se apartan las brumas. II Una lluvia majadera va humedeciendo lo ocioso del surco. Hay un silencioso festín de arado y mancera. Pero la lluvia es viajera y se marcha. ─Madrugón de machete y azadón─ Mudo es el monte pues tiene sed de silencio que viene del llano y del cañadón

RICARDO SÁNCHEZ

ERNESTO R. DEL VALLE


Despiertan en el corral las gallinas veteranas y hasta un concierto de ranas se atreve en el manigual. Allá en el cañaveral el campo es un aluvión de ruidos. Como un sermón canta el gallo al horizonte y en esa alarma de monte, salta el reloj del piñón.

IV Aún el sueño me tienta a continuar con su gana pero voy a la ventana a observar ¡cómo de lenta la luz de albores se asienta entre las sombras y brumas! Parece magia, te esfumas en ese batir de sueños del que el gallo hace empeños con un timbrazo de plumas.

JESÚS ÁLVAREZ PEDRAZA (Calimete, Matanzas) Dice un silencio barroco que el diálogo no se entable no quiere que la voz hable pero la mano tampoco. Edel Reverón

NOCHE DE RESACA Penumbra, tu voz se raja, regálale una semilla, otro tiempo, alguna hebilla. Entra en la nube que baja, que nos convierte en baraja una tiniebla que toco, que la noche apaga un foco, todo se vuelve dilema, se va meciendo el poema dice un silencio barroco. Oscureció. Van silentes las golondrinas opacas. Vuelven solas. Hay resacas de noches sobre los puentes. Convergen aires urgentes con una ventisca afable, diosa de hielo, culpable relampaguea en lo humano y escribe en el Fa de un piano que el diálogo no se entable.

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Cierra la luz su abanico, los puños se estrujan solos, están pariendo los polos la tristeza por el pico. Hago rondas. Me salpico de la soledad curable de otras lunas. Alzo un sable como se empuña la suerte, y una migaja de muerte no quiere que la voz hable.

Y asoma en lo gris del paso el blanquecino carbón, el humo es una ilusión, suda la sombra en un vaso. Cierro los ojos, repaso el ayer por donde choco. No lo sabe el viejo foco confidente de los miedos, no lo saben ni mis dedos

LÁZARA NANCY DÍAZ GARCÍA ( Matanzas) “¡Oh! Viejo sillón lejano. ¡Oh! mi nostalgia de mimbre, déjame sentir el timbre de tus bostezos de piano.” Jesús Álvarez Pedraza

DONDE LLORAN LOS PECES Regreso madre, regreso al sollozo de la sala, donde la memoria exhala toda la angustia de un beso. Se me rompe el embeleso, en la línea de la mano, Se amanece, es verano, y en la pupila que arde, ¿quién balancea la tarde? “Oh! Viejo sillón lejano.” Se ha desvelado la silla, extraña tu cabellera, hasta el sol de la pradera tiene una sombra amarilla. Amo el silencio que anilla tu mirada, vieja urdimbre para que la noche cimbre encima de aquellas calles ¡Oh, mi nostalgia de mimbre

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A veces busco en el cuarto el eco de algún acorde, una luz que se desborde mientras de noches me harto. Tomo tu risa, la parto, la eternizo de curtimbre. Y aquella fibra de bimbre que llora con mi canción , escribe en mi corazón, "déjame sentir el timbre"

Hablo con las hojas secas, le pregunto por los días, por las viejas melodías que se van de las arecas. ¿Dónde estarán las muñecas y las aves del manzano? ¿La flor de loto, el pantano, el que se asustaba a veces, cuando lloraban los peces "de tus bostezos de piano"

ESPÍRITU DE SOMBRA MIROSLAVA PÉREZ DOPAZO. Cuba ¿Qué hago con este verso que se espanta en mi cabeza? ¿Quién puede con la torpeza que me ha apagado el reverso de renglones (universo inhabitable en el día)? ¿Qué hago con la poesía en el borde malherido de aquel fantasma prendido a mi página vacía? A veces tomo renglones como puños, y los cargo de rebeldía y amargo rictus de tinta y perdones. En la página estaciones anímicas van cayendo mientras yo voy diluyendo pesadumbre a las costillas en las nítidas orillas del verso que va naciendo. Del decimario AMNESIA EXTERIOR

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MENCIÓN Y GANADORES CONCURSO 24 ANIVERSARIO DE THE COVE/RINCON *Paty Garza POESÍA GANADORA: Lecciones de Vida, México *Delia Marina Sánchez

MENCIÓN POESÍA: Poema

Clorofila,

Colombiana/Americana

* Amanda Patarca NARRATIVA: A LOS TRES GAUCHOS DE RENCA, Arrecifes, Argentina *ENGLISH Winners/

Inglés ganadores:

* Kurt Svatek POETRY (inglés) Over the rainbow, Austria * Lillian González NARRATIVE (inglés)

Life Lessons

NY (Nicaragüense/Cubana/Americana)

ESTE AÑO LOS PREMIOS SE LOS LLEVARON: Argentina, México, Austria, una Colombiana/Americana y una Nicaragüense/Cubano-americana de NY  Se entregó cheque y certificado y serán publicados en la próxima revista

Nuestro agradecimiento por su trabajo al Jurado: Norberto Erasmo Almara. Abogado, profesor y licenciado en Filosofía, Licenciado en Gestión Educativa, Director de escuela Córdoba, Argentina María Elena Sancho. Programa radial Poesía y Algo Más. Argentina Yamilet Hernández. Prof. de español y francés en Immaculata/La Salle H.S., Miami.

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CUANDO FUI AVE POR ROSARIO SOLARES. Cuba-EUA Toda la vida las vi pasar por mi ventana. Las palomas se posaban un rato y aceptaban mi humilde donación de unas migajas de pan un poco viejo. Desde chiquita las esperaba cada mañana. En el parque ellas eran mis compañeras de juego y durante los recreos en el colegio, los mansos jilguerillos me hacían confidencias de su mundo y de sus cuitas. Todas las aves se comunicaban conmigo de forma natural y simple para mí. No entendía cómo las otras niñas no hacían igual. Me miraban asombradas y confundidas al verme conversar libremente con las palomitas. Ellas también deseaban tenerlas entre sus brazos, como hacía yo, pero al tratar de hacerlo, las aves volaban asustadas al verlas. Luego los pájaros me confesaban que les tenían miedo a los humanos, tanto grandes como chicos. Yo escuchaba a mis cinco años asombrada sus relatos de la naturaleza humana ante sus ojos. Sobre todo me contaban asustadas de los cazadores, que con unas armas que hacían mucho ruido, apuntaban a sus hermanas, y por deleite les quitaban la vida. A veces iban acompañados de perros que se encargaban de recoger el cuerpecillo ya sin vida entre sus garras y llevarlo al perseguidor. Entre las avecillas se corría la voz de alerta, y las que podían escapaban aterradas para evitar tan violento fin. Tenían depredadores naturales, por supuesto, pero al que más temían era al humano. Las personas, me contaban, mataban muchas veces por deporte, para ellos una vida tan gloriosa como una avecilla era solamente un trofeo para exhibirlo con orgullo. Destruían la Naturaleza cortando arboles a su antojo. Se odiaban entre sí y si algo no les gustaba, entablaban guerras entre ellos, asesinando a los que se le cruzaran en su camino. Se decían dueños de las tierras que conquistaban con sangre, cuando la Naturaleza está hecha para el disfrute de todos y no debe pertenecer a nadie. Qué pena, me decían, que el ser humano tuviera tan poco de eso, en vez de ser compasivo y misericordioso y de respetar esta gran casa que todos deberíamos compartir y disfrutar que es la tierra. Nunca entendí por qué era yo la única a la que le confiaban estas cosas, lo cual me llenaba de orgullo y satisfacción. Ya a mis ocho años, y como continuaba mi amistad tan estrecha con los pajarillos, mis padres se empezaron a preocupar. En vano me traían niñitas para que yo jugara con ellas. A todas las veía vanas, tontas y superficiales. Un día mi madre me llevó obligada a visitar a una familia que tenía una chica de mi edad. Renuentemente accedí. Al llegar a la casa de aquella familia, me presentaron a la hija. Tenía unas trenzas rubias y

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mi antigua vivienda, oí un estruendo que me sacudió totalmente. Fue un ruido atronador que me hizo descender en una caída vertiginosa. llevaba puesto un vestido azul. La seguí para su cuarto donde ella tenía los juguetes. Era una habitación amplia, con paredes pintadas de rosa y muñecas por doquier. De pronto, oí una vocecilla que me suplicaba ayuda. Dentro de una preciosa jaula de barrotes dorados se hallaba prisionera una avecilla con un plumaje precioso. Me le acerqué. Dentro de aquel encierro lujoso, aquel pajarito se moría de pena. Con lágrimas en los ojos escuché su ruego. Volví mi mirada hacia la niña que me empezaba a hablar de su pajarito tan bonito, que cantaba una melodía tan bella. No pude comprender cómo ella no entendía nada. Que su ave lo que hacía era llorar cada vez que abría su piquito….que su sinfonía no era sino una queja, una oración desesperada de una pobre avecilla que moría de dolor en aquella cárcel, privada de libertad, de su bosque y de su vida. Sin poderlo evitar, con un movimiento certero, le abrí la jaula. Corrí hacia la ventana para propiciarle la salida. El pajarillo huyó, no sin antes darme las gracias con una sonrisa en su carita, que solo yo vi. La niña empezó a gritar desquiciada en lo que se acercaba hacia mí dispuesta a agredirme. Me quedé sentada en una esquina tapándome la cara, preparada para los golpes. De pronto por la ventana entraron volando una multitud de pajarillos, de todas clases y colores. Se interpusieron entre la niña y yo, formando una barrera impenetrable. Luego se volvieron las aves hacia mí, y entre todas me llevaron cargada en su vuelo, ante la mirada atónita de la niña. Volamos por el bosque, arriba, casi tocando el cielo. Vimos paisajes preciosos, montañas y praderas. Yo entre mis pájaros, me sentía feliz. Me depositaron en un monte precioso, lleno de flores multicolores. Me invadió una modorra intensa y ahí mismo quedé profundamente dormida. Tuve un sueño extraño y maravilloso en el que yo podía volar libremente igual que mis amigas las aves. Desperté con un picor en el cuerpo. Me fui a rascar y comprobé que ya no tenía manos…sino alas. MI cuerpo se había vuelto pequeño y frágil y estaba totalmente cubierto de plumas.

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Fui hacia un estanque a observar mi reflejo en sus plácidas aguas. Una preciosa paloma de gris plumaje me devolvió la mirada. Traté de batir mis alas, y ante la alegría de mis amigas las avecillas, emprendí el vuelo. Torpe al principio, ágil después, surqué las alturas y me deslicé contra el viento, pasando entre las nubes y retornando a la tierra, logrando alcanzar velocidades vertiginosas. Me alimentaba de pequeños gusanitos y semillitas, encontrando refugio en las noches en el pequeño hueco de un árbol. Pasado un tiempo, a pesar de mi felicidad, comencé a echar de menos a mis padres. Decidí volar por mi antigua casa. Me posé en la ventana y pude ver a mi madre. La vi triste y traté de comunicarme con ella con mis gorjeos, asegurarle que yo estaba bien. Pero ella no me vio. Comprendí que en su triste mirada tan solo era capaz de ver a una paloma…le era imposible, pensé con tristeza, ver más allá de mi piel y mis plumas. No me podía conocer. No comprendía que a pesar de mi nueva apariencia, era yo quien estaba allá…era mi alma. Comencé a visitarla con asiduidad. La veía preparar la comida en silencio y al llegar mi padre, comentaba los acontecimientos del día. Entonces vi a mi padre dirigirse hacia mí. Cerró la ventana con repugnancia y le dijo algo a mi madre que no logré entender. ¡Tampoco me conocía! Volví con las demás palomas, que me advirtieron alejarme de las casas de la gente, que era peligroso, según ellas. En vano traté de explicarles que esa vivienda era diferente, que era mi antigua casa, que allí vivían mis padres…seguían con su eterna letanía de que era arriesgado estar muy cerca de los humanos. Les agradecí su consejo, pero continué rondando mi antigua morada. Volaba siempre cerca de la casa y a veces encontraba el sueñ en un árbol vecino. Una mañana mientras hacía mi ronda diaria cerca de El tiro que terminó con mi vida no me destrozó tanto como dolió mi alma segundos antes de cerrar mis ojos para siempre, al ver la imagen del cazador con la escopeta aún humeante… Mi padre.

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EN LA PLAYA ANA UNHOLD3. Argentina Llevaba una semana en el balneario La Paloma del Uruguay. Inigualable placidez de las costas orientales. Amplias, abiertas al océano, despejadas de ruidosas muchedumbres, con la nostálgica presencia de viejas barcazas pesqueras, naufragadas en el tiempo, visitadas por gaviotas, fotógrafos y artistas. Hasta hoy, mis vacaciones transcurrían de acuerdo con lo previsto. El hotel Portobello, con reminiscencias de construcciones en puertos italianos. El ambiente, familiar, parejas maduras, pocos niños ruidosos y ausencia de aparatos de TV en las salas comunes. Dichosa al pasar largas horas al sol, tendida como un lagarto, contrariando los prudentes consejos sobre rayos UV y otras radiaciones, con el afán de una planta tropical, captando la energía en brazos y piernas extendidos. Estaba seducida y enfrascada en el segundo volumen de la trilogía de Stiegg Larsson, haciendo el cálculo que, los tres libros de ochocientas cincuenta páginas cada uno, me alcanzarían hasta el fin de mi estadía, cuando el imprudente graznido de una gaviota en vuelo rasante me hizo levantar la vista. Ahí estaba él, apenas a unos metros, mirando el mar. No podía dejar de llamar mi atención: alto, musculoso, con un cuerpo bien trabajado en gimnasios, aunque sin exagerar. Bronceado, por supuesto, facciones masculinas, de rasgos bien marcados. Resultaba atractivo sin ser hermoso. Lo que más llamó mi atención, era su cabellera: pelo dorado, largo hasta los hombros, brillante, ondeando al compás de la brisa marina. ANA UNHOLD. Nacida en Bella Vista, provincia de Buenos Aires. Profesora en Ciencias Naturales. Escritora. Artista plástica. Doce libros editados a la fecha en Argentina, Colombia, España y Rumania. Exposiciones de pintura: Argentina, Colombia, Paraguay, EE.UU., Panamá, China, Bolivia, México, Chile. Otros datos de interés: Premios y menciones en diversos certámenes de prosa y poesía nacionales e internacionales. 2014. Fundadora y Consejera de la Corporación Internacional por la Identidad de los Pueblos y la Paz. Chiloé, Chile. 2018. Williche de Honor, por el Consejo Mayor de Caciques y Comunidades de Chiloé. 3

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Estábamos a corta distancia, ya que a mí me gusta disfrutar del hipnótico vaivén de las olas y del peligro de una mojadura cuando el viento encrespa el agua. Nuestras miradas se cruzaron y hubo aquel brillo de empatía que auguraba algo más. Bueno – pensé- tal vez mis vacaciones no sean tan apacibles. Al día siguiente se repitió la escena. El misterioso adonis practicó surf con su tabla y conversó brevemente con otro muchacho. Por lo que se veía, no tenía pareja ¿Por qué será que las vacaciones con su desmadejado tiempo nos vuelve mirones, curiosos y aventureros? Me sumergí nuevamente en “La niña con la caja de fósforos y el bidón de gasolina”, que me tenía atrapada, hasta que al levantar la vista descubro que el musculoso muchacho de rubia cabellera me estaba mirando. Parece tímido —pensé. Otro ya se hubiera acercado al verme sola. Unos amigos lo llamaron, supe que le decían Nacho. El nombre le queda justo — pensé. Se fue, despidiéndose con un gesto. Qué bueno —me dije— mañana hablaremos. Si él no se acerca, lo haré yo. El día siguiente amaneció un poco nublado y ventoso ¡No dejaría de ir a la playa aunque nevara! Disfruté de un pantagruélico desayuno, retiré el periódico en la recepción y me instalé en el lugar de todos los días, decidida a no abandonar la oportunidad. Cercano el mediodía, él llegó, con un pantalón bermudas estampado y una remera oscura. Me saludó con una seductora sonrisa que preludiaba algo mejor, mientras apartaba un mechón que el viento se obstinaba en echar sobre sus ojos. En ese momento ocurrió lo que, al decir de los adolescentes “se pudrió todo”. El adonis se preparaba para hacer una demostración de sus habilidades como surfista. Una ráfaga como un remolino que llegaba del mar, arrancó la dorada cabellera y la arrastró mar adentro. Angustiado, el exrubio, nadaba con desesperación. Brillaba su calva mojada mientras la peluca se alejaba flotando como una hermosa medusa.

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PREFACIO DE LA AUTORA4

CECILIA ZEVALLOS. Ecuador

Llego por decirlo así en la primera caravana Zigoto expulsado de su más cálida crisálida. Me veo . . . Aquí en tus brazos espirales traspasando el túnel Alcanzo tu pura esencia Agua floral para tu inercia Soplo tardío se hiela a dos segundos de tu cuerpo Divortium aquarium entre dos mundos. “Y de mi aliento tu alma” Soñabas mundos subyacentes —Un vapor se instala en tu claridad astral. De Eva me forjaron las entrañas Mas el rostro infantino no conozco Nació adulta acostillada Desde su brazo rodó la fruta apetecida Y el mundo se esparció en cristales rojos. A sus pies. Entre tu mano y mi distancia caben todos los océanos Una eternidad de soles . . . Se instala el miedo Ruedan dinosaurios alados acuáticos Gimes hacia adentro “De barro será tu carne”.

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Del libro OH, KEMPIS.

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AMAPOLA ALEJANDRO IRAOLA. Cuba5 NUEVO EN GUATINÍ Pensativa en la ventana, como un rastro perdido, amanece una joven abrazada a un abrigo. De sol unos ojos bañándola a ella, un espía que llena el cielo de estrellas. Puede ser que la luz ilumine a esta triste amapola, pero no se da cuenta que alguien la observa a solas. Estribillo: Y así va escapando el calor, rechazando la idea de sentir otro ardor. No quiere mirar el arcoíris por mirar otro color. Suele quedarse en casa sin luz ni corazón. Suele quedarse, quedarse en casa oyendo esta canción. Y no entiende que las alas de las mariposas no sobrevuelan la misma flor van volando, golosas, hacia otro rincón. Una mano toma a la dulce joven del hombro y la invita a bailar una danza divina a la orilla del mar. Puede ser que la luz ilumine a esta triste amapola pero no cae en cuenta que alguien la observa a solas. Estribillo: Y así va escapando su olor, rechazando la idea de sentir otro ardor. No quiere mirar el arcoíris por mirar otro color. Suele quedarse en casa negando otra pasión. Suele quedarse, quedarse en casa oyendo esta canción. Y cierra la ventana con un gesto travieso... El espía aparece y le da finalmente ese beso.

5

ALEJANDRO IRAOLA . Poeta y canta-autor. No ha publicado.

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¿LA MEDIDA DEL TE QUIERO? KARO ALAN. México ¿Que cuánto te quiero? En ello me puse a pensar, y quiero medir mi amor por ti... Dirige tu mirada al firmamento: Primero cuenta las estrellas en invierno, luego trata de medir el cielo infinito y bello. Cada milímetro multiplicarlo por un millón, y agrega otro millón por cada estrella, y así, así es la medida en que te quiero yo... ¿Que cuánto te quiero? Cuenta los pétalos de las flores más bellas y sus hojas también. Mira aquellas diminutas pero igual de bellas flores, Cada hoja de los árboles que gozan con su vaivén, y cada gota de la lluvia al caer. Viaja por las playas del mar y cuenta su arena, y cada ola que llegue a ti, y multiplícalas por un millón y así... Así es la medida en que te quiero yo.

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Certámenes OCTUBRE 2019

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III PREMIO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN DEL FLAMENCO "CIUDAD DE JEREZ" (España) (01:10:2019 / Investigación / 3.000 € / Abierto a: sin restricciones) II BIENAL DE POESÍA "ASOCIACIÓN DE ESCRITORES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN" 2019 (España) (01:10:2019 / Poesía / 1.500 € / Abierto a: autores nacidos o residentes en la provincia de Castellón) I CERTAMEN LITERARIO CENTRO BURGALÉS DE BILBAO (España) (01:10:2019 / Relato, ensayo / 700 € y diploma / Abierto a: sin restricciones) I CONCURSO INTERNACIONAL DE CUENTOS ON-LINE "OSCAR WILDE" (Canadá) (01:10:2019 / Cuento / 500 dólares, diploma acreditativo y publicación en antología / Abierto a: sin restricciones) 6º CONCURSO DE CUENTO Y POESÍA DE CIENCIA FICCIÓN "JOSÉ MARÍA MENDIOLA" 2018 (México) (01:10:2019 / Cuento, poesía / Paquete de tres libros y publicación / Abierto a: sin restricciones) II PREMIO DE POESÍA SOCIEDAD ARGENTINA DE ESCRITORES Y NARRADORES ORALES DE RÍO CUARTO SADE (Argentina) (01:10:2019 / Poesía / $ 15.000, edición y 20 ejemplares / Abierto a: sin restricciones) XXXIV CONCURSO DE CUENTOS VILLA DE ERRENTERIA 2019 (España) (01:10:2019 / Cuento / 950 € y publicación / Abierto a: sin restricciones) PREMIOS LITERARIOS DE BERTSO, NARRATIVA Y POESÍA IPARRAGIRRE SARIA 2019 (España) (04:10:2019 / Relato, poesía, infantil y juvenil / 650 €, publicación y 20 ejemplares / Abierto a: sin restricciones) XXIII PREMIO NACIONAL DE ENSAYO LEONOR DE GUZMÁN (España) (04:10:2019 / Ensayo / 2.000 € y edición / Abierto a: sin restricciones) PREMIO DE INVESTIGACIÓN "FELIPE ABAD LEÓN" 2019 (España) (04:10:2019 / Investigación / 1.500 € / Abierto a: sin restricciones) 24º CONCURSO DE CUENTOS DUOC UC (Chile) (04:10:2019 / Cuento, infantil y juvenil / gift card de $150.000 / Abierto a: alumnos 

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AL CIERRE DE LA EDICIÓN

ELMER DÍAZ

AZULA

Charlando con la poetisa holguinera Odalys Góngora nos enteramos de la fatídica noticia: el poeta y maestro peruano Elmer Díaz Azula había fallecido. La revista Guatiní acogió en su nido el poema AMOR DE MADRE. En su homenaje, dejé este comentario en su página de Facebook: ¿De qué misteriosa enfermedad morimos los poetas? ¿Cuál es ese designio fatal que nos emboscaron y ultima de un solo golpe con la última de nuestras palabras? Somos como todas las personas, padecemos y disfrutamos la vida que sentimos. Solo nos difiere el cristal del alma. Ya tú sabes el secreto, querido Elmer. Ya cruzaste la linde del misterio y te lo guardas en secreto. Hasta pronto, hermano. No tengo otras palabras o quizás sí las tenga. Nunca serán suficientes. NOTA: Su poema AMOR DE MADRE fue publicado en la página 15 del nro. 197 de la revista Guatiní.

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Revisaste Lite eraria Guatiní 32

PARA ACECATE AL ARTE Y LA LITERATURA


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