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TEDIC
Libertad, comunidad y derechos digitales
Allá por el año 2009, un grupo de jóvenes dio inicio a un colectivo humano que años después se convertiría en Tedic, una organización que promueve los principios de una cultura libre y defiende los derechos civiles en internet. ¿Cómo exactamente hacen todo esto? Te lo contamos en esta nota.
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Por Nadia Gómez | Ilustraciones: Robert Báez
El primer indicio de lo que hoy sería Tedic fue la campaña #NoAlCanonDigital, impulsada por un equipo conformado por Maricamen Sequera, Tomás Cardozo, Alejandro Valdez, Enrique Giménez, Pablo Castillo y Vivian Marandari (miembros fundadores de la organización). El movimiento fue una respuesta al intento del Gobierno de entonces por instalar un impuesto a las importaciones de tecnología, por derechos de autor.
De ahí también nació Creative Commons Paraguay una organización sin fines de lucro que permite el intercambio, el uso de la creatividad y el conocimiento a través de herramientas legales gratuitas.
“Fuimos escalando en otros lenguajes y profundizamos otros tipos de derechos como privacidad, libertad de expresión, neutralidad de la red, entre otros”, comenta Maricarmen Sequera, actual directora ejecutiva de Tedic. En este proceso fueron acompañando las denuncias de las primeras censuras por parte de proveedoras de internet a ciertas páginas web.
Tedic nació como institución en 2012y en 2014 crearon un proyecto que define lo que actualmente hace la organización: defensa activa de los derechos humanos en internet, con la campaña Pyrawebs.
Fue en ese momento que se reconoció a la organización como un proyecto de activistas, dirigido principalmente por mujeres que trabajaban en torno a tecnología y derechos humanos. La organización ganó visibilidad y, en entrevistas con la prensa, los periodistas decían que se encontraban más allá de la innovación. “Éramos como extraterrestres. Nos decían, ‘ustedes están en Marte transmitiendo lo que está pasando en el futuro’. Esto también nos puso el desafío de bajar, de aterrizar nuestro lenguaje con respecto al uso de las tecnologías que usamos las 24 horas del día”, cuenta Maricarmen.
Comprender realmente lo que pasa en internet, las formas de habitarla y por qué tendríamos que reconocernos en estos espacios desde el punto de vista de los derechos; estos puntos fueron y siguen siendo el desafío de Tedic.
Tecnología cívica
La importancia de la tecnología cívica parte de una mirada más inclusiva, un punto que siempre hablan en sus talleres. A la hora de utilizar una tecnología, uno debe estar informado sobre los elementos que la componen, su origen y para qué fue diseñada; entender cómo está construida esta herramienta, quién la creó, desde qué perspectiva; qué ser humano, con qué privilegios (o falta de ellos), desarrolló esta solución tecnológica. Cuando humanizamos nuestra perspectiva, podemos comprender también que esa herramienta, que puede parecer muy interesante, puede tener serios problemas de inclusión.
Estas tecnologías suelen estar desarrolladas por hombres cis género, originarios del norte global, que no siempre tienen en cuenta otras realidades, el acceso a internet y la velocidad del servicio, o ciertos aspectos de conectividad, calidad de conexión. Todo esto, aparte de la inclusión y exclusión a grupos en estado de vulnerabilidad como son, generalmente, las mujeres, comunidades indígenas, campesinas, LGTBQ+, entre otros.
“La tecnología cívica tiene que ver con tecnología para la democracia. No es solo una tecnología que genere lucro, sino también otro tipo de soluciones y que esta sea inclusiva con los aspectos de su realidad local”, agrega Maricarmen. Todo esto engloba la tecnología cívica, una que es cocreada con múltiples miradas, más holísticas, hacia un desarrollo responsable dentro de internet.
Derechos digitales en Paraguay
Los derechos humanos y derechos digitales son lo mismo. Desde Tedic, se utiliza el término “derechos digitales”, un término coloquial que la literatura legal aún no reconoce como figura legal. Existen en Paraguay, como a nivel global, regulaciones que se trasladan a internet de forma mucho más fácil, pero otras que se complejizan (como big data —término que describe el volumen de datos— informaciones de bases de datos, trazabilidad, neutralidad de la red) y que son principios o estándares exclusivos de una tecnología bastante nueva.
La realidad a nivel regional en temas de derechos digitales es la misma que aquí. La tendencia tiene mucho impacto, esto significa que lo que pasa en Brasil también nos afecta, ya que Paraguay copia ciertas regulaciones que pueden afectar la libertad de expresión, censura en internet o también las tendencias de grandes violencias, como discursos de odio, persecuciones a nivel local y regional sobre violencia de género.
Maricarmen rescata que también nacen cosas muy positivas de la ciudadanía misma: “Como ciudadanos podemos exigirles, a las proveedoras de internet, mejor calidad y que respeten nuestros derechos humanos ante posibles censuras o bloqueos al acceso a internet”. La forma responsable de crear tecnología es hacerlo con una mirada más integral para que los usuarios y usuarias puedan actuar de forma libre y segura.
Tedic, hoy
La organización forma parte de ciertos colectivos, como el de Igualdad de Género Sí, que es una coalición de organizaciones que trabajan en incidencia política y activismo con relación a temas de género. Tedic es una de las pocas organizaciones (junto con Panambí, El Surtidor y Reacción de Ciudad del Este) que forman parte de esta nueva ola de iniciativas que trabajan con derechos humanos, democracia y comunicación.
Sus comunidades se encuentran más en las redes, y si bien su público y comunidad de tecnología son muy nerds en algunos aspectos, el trabajo que están llevando a cabo desde la plataforma Cyborgfemistas los ha llevado a ampliarse más, tocando temas más feministas, de inclusión o de ciencias políticas.
Trabajan con universidades y organizaciones como Todo Mejora (It Gets Better) y Amnistía Internacional. “Si bien se da el derecho de trabajar juntos por los temas que tocamos, hay también un ejercicio de acercarse a colectivos diferentes, acercarse a la academia, grupos de base, organizaciones de la sociedad civil, y ver cómo podemos colaborar o proponer nuevas líneas de trabajo”, cuenta Eduardo Carrillo, director de Proyectos de la organización.
Lo que es interesante de Tedic es la visibilidad que tienen y lograron a nivel regional. Tienen mucha presencia en las Naciones Unidas, como en OEA, justamente gracias a su trabajo más de incidencia dentro de las agendas anti-terrorismo, agendas de cibercrimen, que es otro aspecto también muy fuerte, pero también con una tendencia gigantesca a nivel regional, con relación a esas agendas de persecución política a través de softwares de vigilancia y otras tecnologías.
Tedic, hoy, está conformado por Maricarmen Sequera, directora ejecutiva; Luis Pablo Alonzo, director de Tecnología; Eduardo Carrillo, director de Proyectos; Belén Giménez, asistente de Proyectos; Selene Yang, asistente de Comunicación y Comunidad. Sus investigaciones y artículos pueden encontrarse en tedic. org y en cyborgfeminista.tedic.org