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Enseñanzas de parejas en la Biblia

Hemos aprendido mucho sobre el amor en películas, libros, obras de arte y teatro, pero la realidad es que el amor es diferente. Dios nos ha dado ejemplos en la Biblia de lo que significa el amor verdadero, comenzando por el sacrificio de Jesús en la Cruz. No hay un amor más grande. Y es precisamente en la Biblia donde podemos encontrar grandes enseñanzas de parejas que nos brindan un nuevo panorama de lo que es el amor e incluso el matrimonio. Compartimos una paráfrasis de M. Tiong, Malasia, sobre las cinco parejas bíblicas y sus enseñanzas.

JOSÉ Y MARÍA

AMOR ES ACCIÓN

Cuando María quedó embarazada de Jesús a través del Espíritu Santo, José quiso evitar divorciarse de ella públicamente para proteger su nombre y su vida. En esa era patriarcal, el hombre comprometido tenía derecho a divorciarse públicamente de su prometida, y la mujer sería apedreada hasta la muerte por cometer adulterio. Pero José no lo hizo porque amaba a María y temía a Dios. María también era una mujer temerosa de Dios y aceptó de buena gana los riesgos que conllevaba su embarazo. Amar a alguien se prueba mediante la acción. José demostró su amor por María respetándola, protegiéndola y casándose con ella. Cuando los hombres malvados vinieron tras ellos para matar al niño Jesús, se apoyaron mutuamente durante todo el camino. Esta es una pareja temerosa de Dios que compartió tanto los buenos como los malos tiempos por la causa de Dios. Compartir la misma fe que nuestro cónyuge y estar dispuestos a comprometerse con Cristo y el uno con el otro es algo hermoso.

ISAAC Y REBECA

EL AMOR ES COMPROMISO Y DECISIÓN

Rebeca era de la misma tribu de Abraham. Fue seleccionada por el siervo de Abraham como esposa para Isaac, hijo de Abraham, después de que el siervo buscó al Señor en oración. Aquí se puede ver un principio muy importante para las relaciones: elije un cónyuge entre el pueblo de Dios. Esta elección no es aleatoria ni debe basarse en sentimientos; debe ser el resultado de una oración fiel. Si nos involucramos con los incrédulos, tendremos que lidiar con las diferencias en creencias y valores, o peor aún, podríamos terminar alejándonos de Dios. Aunque Isaac y Rebeca no se conocían antes de casarse, pudieron amarse durante toda su vida. En ese tiempo, era común que los hombres tuvieran varias esposas, pero Isaac decidió pasar toda su vida a solas con Rebeca. Su relación nos muestra que cuando decides amar a una persona y se ha hecho un pacto santo, puedes confiar en Dios para que los mantenga y ame hasta el final, incluso cuando surjan dificultades.

ZACARÍAS Y ELISABET

SOMETERSE A DIOS, JUNTOS

Según Lucas 1, Zacarías e Isabel sirvieron al Señor fielmente a pesar de su vejez. Zacarías estaba sirviendo como sacerdote cuando el mensajero de Dios se le apareció, diciéndole que su oración había sido respondida y que Dios le daría un hijo. Dios siempre escucha nuestras oraciones, pero que sean respondidas o no depende de la voluntad de Dios. Aunque también vemos las debilidades de Zacarías, esto no impidió que Dios los usara para llevar a cabo sus planes. Cuando nació el niño, obedecieron a Dios y lo llamaron Juan. Después de orar durante tantos años por su propio hijo, Zacarías y Elisabet estuvieron dispuestos a entregarlo a la obra de Dios y obedecer a Dios. Tal entrega es algo que toda relación necesita aprender.

BOOZ Y RUT

EL AMOR TODO LO ACEPTA

Rut era extranjera además de viuda, pero amaba a Noemí, su suegra. Más tarde siguió el consejo de Noemí y le insinuó sus intenciones a Booz y, como todos sabemos, fue un final feliz para Booz, Rut y Noemí. De esta historia, aprendemos que Dios no desprecia a nadie, independientemente de su origen. Lo que le importa es nuestro corazón. Rut decidió creer en Dios, el mismo Dios en el que creía su suegra. Ella también fue obediente a esta amada anciana, por lo que al final fue bendecida e incluso nombrada en la genealogía de Jesús. Dios nos acepta sin importar cuáles sean nuestros pasados.

LA IMPORTANCIA DEL SERVICIO

AQUILA Y PRISCILLA

Aunque esta pareja bíblica no es tan conocida, su compromiso con Dios es de admirar. Aunque estaban ocupados con el trabajo, siempre daban una cálida bienvenida a los siervos de Dios, Pablo y Apolos (Hechos 18). Abrieron su hogar como un lugar de reunión (1 Corintios 16) y buscaron activamente cualquier oportunidad de agregar algo al reino de Dios. Dios no solo quiere que las familias se salven, también quiere que sirvan. Abrir la casa propia no solo genera costos financieros adicionales, sino también mucho tiempo y energía. La Biblia nos habla de cómo debemos tener un ministerio activo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y contodatualmaycontodatumente. Mateo 22:37, y pero en cuanto a mí y a mi casa, serviremos al Señor. Josué 24:15.

Dos son mejor que uno. Además de compartir los altibajos de la vida, una pareja puede orar el uno por el otro, servir a Dios y ministrar juntos a las personas. Solo cuando dos personas tienen una madurez y una mente similares, pueden construir una familia con Cristo a la cabeza.

ADEMÁS DE ESTAS, LA BIBLIA ESTÁ LLENA DE PAREJAS CON GRANDES ENSEÑANZAS QUE PODEMOS TOMAR PARA NUESTROS PROPIOS MATRIMONIOS. LEER LA BIBLIA Y PROFUNDIZAR EN ELLA SIEMPRE SERÁ PODEMOS TOMAR PARA NUESTROS PROPIOS MATRIMONIOS. LEER LA BIBLIA Y PROFUNDIZAR EN ELLA SIEMPRE SERÁ UNA GUÍA PARA TENER VIDAS Y MATRIMONIOS SALUDABLES.

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