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Mercaderes de la fe
¿MANIPULACIÓN EN BUSCA DEL ‘MILAGRO’?
Norteamérica, América Latina y África son regiones donde pululan todo tipo de sectas y creencias erróneas, entre ellas la teología de la prosperidad. Esta falsa doctrina y sus predicadores, llevan décadas engañando y haciendo estragos en las creencias, corazones y en los bolsillos de miles de personas alrededor del mundo.
Lebo Diseko, periodista de la BBC Mundo, es la autora de un reportaje publicado en Marzo del 2023 y titulado: “Me ahogué en deudas tratando de comprar un milagro”: los religiosos que abusan del “evangelio de la prosperidad”. En su investigación recoge el relato de Evarline Okello, una creyente que fue engañada por un pastor de la teología de la prosperidad para que orara por ella con el objetivo de que su vida mejorará un poco.
“Evarline Okello rompe a llorar cuando me dice que tiene una deuda de cientos de dólares, después de pagarle a un pastor para que orara por ella. Vive en una pequeña choza en Kibera, un vasto barrio pobre en la capital de Kenia, Nairobi, y ya no puede mantener a sus cuatro hijos. Evarline no gana nada desde hace meses, me dice mientras hablamos por teléfono. Entonces, me cuenta que cuando acudió a un pastor cuyas oraciones podrían mejorar su vida le pidió US$115 (15.000 chelines kenianos). Esto se conoce como "ofrenda semilla": una contribución financiera a un líder religioso, con un resultado específico en mente”, detalla la periodista.
A lo que agrega: “Evarline tomó prestado el dinero de un amiga, que pidió un préstamo en su nombre. Le habían dicho que las oraciones de este pastor eran tan poderosas que vería un retorno de su dinero en una semana. Pero el milagro nunca llegó. De hecho, las cosas empeoraron aún más, dice ella”.
Así como el caso de esta creyente africana
Unidos, distintos países de América Latina, Centroamérica y de África, donde decenas de líderes religiosos se aprovechan de las personas con algún tipo de necesidad con el fin de lucrarse y llenar sus bolsillos.
¿Qué es la teología de la prosperidad?
Una definición general ubica a la teología de la prosperidad como una forma y expresión religiosa errónea donde hay un énfasis desmedido en el individuo y donde El Señor es un puente o medio para la prosperidad individual. Este está basado en interpretaciones erróneas de distintos pasajes de la Biblia que tiene que ver con el manejo del dinero, las riquezas, la bendición y la prosperidad junto con la estrategia engañosa de que al dar dinero se obtiene algún tipo de beneficio o milagro.
En este sentido, el pastor Darío Silva-Silva en su libro “El reto de Dios” explica: “Bajo la influencia directa de la sociedad de consumo ha tomado mucha fuerza la llamada “teología de la prosperidad”, por una irresponsable acomodación de la perspectiva bíblica sobre los bienes materiales. Según la Palabra de Dios, el dinero no es bueno ni malo; el dinero es neutro: bueno o malo es el corazón del hombre que utiliza el dinero para bien o para mal”, explica el reverendo de la iglesia cristiana Casa Sobre la Roca. El libro “Del monopolio católico a la explosión pentecostal: pluralización religiosa, secularización y cambio social en Colombia” escrito por el sociólogo y máster en Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, William Mauricio Beltrán Cely, señala que “Los nuevos pentecostalismos urbanos consideran que la prosperidad económica es expresión por excelencia de la providencia divina. Por esta razón, los pastores pentecostales exhiben consumos ostentosos como señal de la gracia divina que reposa sobre ellos. Esta doctrina es conocida en los círculos pentecostales como «teología de la prosperidad». El ritual mágico que ha gozado de mayor acogida entre los pentecostales latinoamericanos con miras a buscar la prosperidad económica se conoce como «la siembra». Según esta práctica, la bendición de Dios es proporcional a las donaciones económicas de los fieles”.
En la actualidad, hay megaiglesias e iglesias pequeñas en todo el mundo que difunden este tipo de doctrinas engañosas a “diestra y siniestra” engañando a todo tipo de personas. Esto deriva en un problema serio de la cristiandad en general, ya que con el paso de los años la corriente de la prosperidad va evolucionando en sus formas de cautivar a los incautos.
ESTRAGOS DE ESTA CORRIENTE TEOLÓGICA
El libro “¿Salud. Riqueza y felicidad?
Los errores de la teología de la liberación”, escrito por David W. Jones y Russell S. Woodbridge, señalan “con el paso de los años, el mensaje predicado en algunas de las iglesias más grandes en el mundo ha cambiado. Hoy en día se enseña un nuevo evangelio. Este nuevo evangelio es desconcertante porque omite a Jesús y deja a un lado la cruz. En lugar de prometer a Cristo, este evangelio promete salud y riquezas, y ofrece consejos tales como: dígase a sí mismo que todo lo que toque va a prosperar”.
El panorama actual de este evangelio, que podría considerarse “el sueño americano de la fe”, es cada vez más engañoso y peligroso. En la actualidad, los predicadores de este tipo de doctrinas usan el internet, redes sociales, radio y televisión para seducir a creyentes y no creyentes con este mensaje tipo transacción.
El libro de Jones y Woodbridge advierte “El atractivo de esta enseñanza traspasa las barreras raciales, de género, de religión, así como los límites internacionales.
El evangelio de la prosperidad está creciendo, no solo en los Estados Unidos, sino también en África, América del Sur, India y Corea, entre otros muchos lugares”.
En este sentido, el caso de Inés nos muestra como la teología de la prosperidad está engañando a miles de personas en Estados Unidos.
“Inés, una contadora en Florida, escuchó atentamente a los predicadores de la prosperidad por televisión. Oyó su mensaje: “Sé fiel en dar dinero y Dios te recompensará económicamente”. Ella interpretó que podría tener éxito financiero como los heraldos del evangelio de la prosperidad. Inspirada por su mensaje y por su ejemplo, Inés enviaba dinero a los ministerios de Joyce Meyer, Paula White y Benny Hinn, con la esperanza de verse recompensada por su fidelidad. Esperó y esperó, pero la recompensa financiera nunca llegó. Como muchos otros, pensó, al principio, que no tenía suficiente fe para recibir la bendición financiera de Dios.
Más tarde, se dio cuenta de que las promesas de los predicadores de la prosperidad eran totalmente falsas. En vez de mejorar su situación económica, los escarceos de Inés con el evangelio de la prosperidad hicieron que empeoraran sus problemas financieros. Ella acabó pidiendo dinero prestado para comprar alimentos.
Inés está comprensiblemente enojada, amargada y desilusionada”.
¡De eso tan bueno, no dan tanto!
¡DE ESO TAN BUENO, NO DAN TANTO!
Las Sagradas Escrituras es clara en afirmar y advertir: Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. 1 Timoteo 6:10.
El poder y amor de Dios no está sujeto a ninguna transacción y la Biblia condena a quienes intentan convertir la piedad en fuente de ganancia. “El Evangelio de la prosperidad es una tendencia muy peligrosa, pues tampoco dice la Biblia que hacerse cristiano es un buen negocio para la vida económica” reseña el pastor Darío Silva.-Silva.
A lo que agrega “la verdad inalterable está en la ética cristiana del trabajo y en el concepto de mayordomía enseñado, en general, por el protestantismo: si nos esforzamos con diligencia y cumplimos las leyes económicas de la Biblia, nunca nos faltará lo necesario y podremos obtener prosperidad, porque el Señor bendecirá toda obra de nuestras manos e inteligencias. Es lamentable que algunos hayan transformado la cruz en el signo matemático de la suma” sostiene el reverendo Silva –Silva en su libro “El Reto de Dios”.
Es necesario remitirse e investigar en la historia bíblica para evidenciar que la predicación de Jesús, de los profetas y apóstoles está muy lejos de lo que se vende en la teología de la prosperidad. Es allí donde precisamente está el ejemplo de todo lo contrario, como lo recuerda el teólogo Alfonso Ropero en su libro “Mártires y perseguidores”: “La historia de los mártires, con su lección de desprendimiento voluntarioso, puede ayudar a corregir una tendencia cada vez más peligrosa en una cristiandad que ha confundido el brillo del éxito con la gloria de la cruz, y que ha olvidado la vieja máxima de que “sin cruz no hay corona”, seducidos por una mal llamada “teología de la prosperidad”.