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Preguntas y respuestas de un corazón roto

Noviazgos hay de todo tipo

Mientras unos florecen, otros son un caos. Hay unos que duran muchos años, y otros terminan en un abrir y cerrar de ojos. Unos lo toman por diversión, otros creen que es la antesala al matrimonio. Unos terminan con madurez la relación, y otros, quedan destruidos. Hablemos de noviazgo, hay mucho que aprender.

La historia de Andrés

Tuve una relación de dos años, muy sana gracias a Dios. Mi propósito fue cuidar el corazón de mi novia; pensé que íbamos a pasar nuestras vidas juntos, pero lamentablemente la falta de comunicación y el silencio destruyeron nuestro noviazgo.

Tengo claro que toda situación buena o mala debe hablarse con amor y verdad, para animar o edificar. Además, debe haber una actitud de cambio para no deteriorar la confianza y eso no pasó. La ruptura fue dolorosa, pero con madurez aceptamos los errores que siempre fueron evidentes. Aproveché para aferrarme a Dios. Mis amigos me han animado y acompañado. En este tiempo he tenido momentos para hablar con ella sin acusarnos. ¡Estamos dispuestos a luchar por la relación y descubrir si es la voluntad de Dios!

La historia de Natalia

Mi relación de noviazgo fue con un muchacho que se veía supuestamente “santo y que, además, no rompía un plato”. Al cabo de 10 meses me di cuenta que salía con otras muchachas y las cortejaba. Lo peor, es que íbamos a la misma iglesia, decía ser cristiano, y ¡no señor!, ¡qué hombre para ser mentiroso! Lo más triste: caímos en fornicación. Me sentí sucia, asquerosa. No tenía cara para pedirle perdón a Dios. Un día tomé la decisión de sacarlo completamente de mi vida.

Pedí consejería, pues no podía salir sola de esto, necesitaba restaurar todas mis áreas. Creo que esto sucedió por no escuchar la voz de mis padres, pues siempre me dijeron que ese muchacho no me convenía, que había algo raro, pero no hice caso. Esta fue la peor decepción amorosa de mi vida, pero la superé. Hoy en día estoy casada con un hombre maravilloso, ese que Dios tenía para mí.

¿Qué tipo de noviazgo tuviste?

Dime con quién te ennoviaste y te diré qué noviazgo tuviste, y de paso, las posibles causas por las que terminaste… Hechos&Crónicas habló con el pastor Luis Alfredo Rodríguez, director del ministerio

Casa2 de Casa Sobre La Roca, quien explica cuáles son los tipos de noviazgos entre un hombre y una mujer que se ven hoy en día.

Noviazgo natural: El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente. 1 Corintios 2:14.

Este tipo de noviazgo tiene apagada su dimensión espiritual. Su relación es carnal, es decir, hace lo que su cuerpo (necesidades fisiológicas) y su alma (mente, voluntad y emociones) le indican. Es guiado por el mundo y Satanás, quien tiene el dominio en la tierra. Quiere que su pareja supla sus necesidades. Esto los convierte en personas sin compromiso, egoístas, faltos de amor, caen fácil en fornicación y tiene mala comunicación.

Noviazgo carnal: Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21.

Terminé con mi novio… ¿qué hago?

1. Si el noviazgo me llevó a crecer, a ser una mejor persona; si la relación fue en el momento adecuado, ayudó a mi crecimiento espiritual, y dijimos: “listo, chévere, pero no me voy a casar contigo”, es una situación más fácil de sobrellevar, no es tan dolorosa. Cuando tienes ese tipo de noviazgo, tienes la perspectiva completa de tu vida.

Dependiendo la relación tengo dos caminos:

2. Si la relación fue tormentosa, tomé las peores decisiones, no crecí en mi carácter, me llevó a pelear con mis papás, caí en fornicación… ahí debemos cortar el noviazgo porque nos lastimamos.

¿Cuál es la solución?

Dios es el único que puede sanar el dolor. Si mi noviazgo fue un caos, es vital tener un tiempo para restaurar las consecuencias de mis malas decisiones. Debo arreglar la relación con mis padres, dejar atrás los pecados en los que caí, por ejemplo, si hubo fornicación debo restaurar mi parte sexual y volverme a encontrar con Dios. Es un proceso que puede tomar meses o un par de años.

Cuando doy fin a una relación, ¿es sano quedar como amigos?

Si el noviazgo terminó en buenos términos, no está mal continuar una comunicación, pero ¡ojo!, no es sano que sean los mejores amigos, que se hablen todos los días, se vean con frecuencia. Hay que marcar límites, poner fin a los ciclos. Ese lazo de novios ya no debe existir. Una cosa es el noviazgo donde hay cercanía, otra es ser amigo. Si la relación terminó mal, es mejor alejarse.

Cuando la relación es traumática, ¿cuáles son los errores que suelen cometerse?

En la mayoría de casos, la terminación de un noviazgo afecta nuestras emociones y se busca algo para calmar el dolor. Por lo general no vamos a Dios porque no nos calma de inmediato “la tusa”, lo dejamos a un lado porque decimos que es abstracto.

Los jóvenes que pasan por rupturas sentimentales buscan como una “droga” para calmar la ruptura. Caen en pornografía, masturbación, alcohol, drogas, y un gran porcentaje de hombres y mujeres terminan buscando a otra persona, como dice el dicho popular: “un clavo saca a otro clavo”. Otros, terminan exponiendo su cuerpo y caen en anorexia, bulimia y otro tipo trastornos.

¿Cuánto esperar para volverme a ennoviar?

Cuando estés restaurado, hayas perdonado a la persona que te hizo daño y te sientas sano en todas tus áreas, puedes pensar en ennoviarte nuevamente.

Si tu relación anterior fue sana, tal vez podrías ennoviarte más rápido, pero ¡cuidado!, eso no significa que te cuadres con otra persona de inmediato. En ambos casos debes cuidar tu corazón y el de tu ex novio/a, guarda un tiempo prudencial para no lastimar al otro y ante todo, ora para que Dios te muestre Su voluntad que es buena, agradable y perfecta.

Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. Proverbios 4:23.

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