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Recalculando La Ruta con el GPS del Espíritu Santo

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El puesto perfecto

El puesto perfecto

En el artículo ¿Sin rumbo? La tenaz historia de los instrumentos de navegación, el periódico La Vanguardia, describe como: “Antiguamente los navegantes se guiaban de día valiéndose de sus conocimientos empíricos de los vientos y las corrientes marinas y de su pericia para reconocer los puntos de la costa y el movimiento del Sol. Con buenas condiciones de visibilidad, podían saber qué distancia les separaba de la tierra calculando la altura de una señal terrestre o del Sol respecto al horizonte. De noche, los faros y la estrella polar (útil como referencia del norte) les trazaban el camino”.

GPS, clave en la navegación moderna

El hombre lleva miles de años perfeccionando los instrumentos de la navegación, gracias a los avances tecnológicos, se ha modificado la forma en que los navíos se desplazan por los océanos, estos sistemas de navegación desarrollados han mejorado la seguridad, precisión, eficiencia de los recorridos y es más confiable y autónoma. Uno de los inventos más destacados en la navegación moderna, es la implementación del GPS (Sistema de Posicionamiento Global), el sitio web, GPS.GOV: lo describe como: “Un sistema de radionavegación de los Estados Unidos de América, basado en el espacio, que proporciona servicios fiables de posicionamiento, navegación, y cronometría gratuita e ininterrumpidamente a usuarios civiles en todo el mundo, el sistema le proporcionará su localización y la hora exacta en diferentes condiciones atmosféricas, de día o de noche, en cualquier lugar del mundo y sin límite al número de usuarios simultáneos”.

El altavoz de Dios

A propósito de viajes y navegación, la Biblia narra cómo, Dios le dio una orden a Jonás, indicándole el punto, que debía dirigirse: La palabra del SEÑOR vino a Jonás, hijo de Amitay: “Levántate y vea la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia”. Jonás 1:2. Pero Jonás huyó del SEÑOR y se dirigió a Tarsis. Bajó a Jope, donde encontró un barco que zarpaba rumbo a Tarsis, pagó su pasaje y se embarcó con los que iban a esa ciudad, huyendo así del SEÑOR. Jonás 1:3. El profeta trató de irse lo más lejos posible, para no cumplir la orden del Señor. Pero el SEÑOR lanzó sobre el mar un fuerte viento y sedes encadenó una tormenta tan violenta que el barco amenazaba con hacerse pedazos. Jonás 1:4. La Biblia de Estudio de la NVI reseña: Los vientos son “sus mensajeros, (Salmo 104:4). Vientos y tormentas suelen ser teofanías o manifestaciones de Dios. Él ejerce su soberanía y utiliza los fenómenos de la naturaleza para guiar a Jonás en el cumplimiento de su misión”. El SEÑOR, por su parte, dispuso un enorme pez para que se tragara a Jonás, quien pasó tres días y tres noches en su vientre. Jonás 1:17. Esto indica que Dios tenía el dominio de la situación.

Hay que prestar atención a su voz

Cuando activamos, la navegación del GPS por voz, y cambiamos el trayecto, nos dirá: “recalculando, recalculando”, nos dejará modificar uno de los puntos de la ruta, arrastrándolo a una nueva ubicación, las direcciones cambiarán y cualquier ruta alternativa sugerida desaparecerá del mapa.

En el trayecto de la vida de los creyentes, el GPS es el Espíritu Santo, que recalcula la ruta y guía por el camino marcado por Él, así como lo hizo con Jonás y Balán. “Nosotros podemos escoger seguirle o trazar nuestro propio destino. Ser guiado por Él significa practicar los preceptos de la Escritura y escuchar activamente su voz en los momentos decisivos. El Espíritu Santo guio a Jesús, tanto en los tiempos de soledad y tentación en el desierto: Jesús, llenodelEspírituSanto,volviódelJordány fuellevadoporelEspíritualdesierto. (Lucas 4:1) Como en su pujante ministerio público en Galilea: JesúsregresóaGalilea enelpoderdelEspírituyseextendiósu famaportodaaquellaregión.Enseñaba enlassinagogasytodosloadmiraban. (Lucas 4:14-15) Él confío en Su Padre y le obedeció en todas las circunstancias.

La palabra del SEÑOR vino a Jonás, hijo de Amitay: “Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia”. Jonás 1:2.

Él desea guiarnos a nosotros. Es un guía fiable, en cualquier circunstancia. Podemos confiar en su dirección, porque en el futuro redundará en beneficio nuestro y gloria suya. A veces recibimos claras instrucciones del Espíritu Santo, antes de emprender un proyecto, como le sucedió a Pablo en su primer viaje misionero (Hechos 15:36). Cuando su intento de predicar en Asia y Bitinia se vio frustrado, reconoció que Dios quería que fuera a otro sitio. (Hechos 16:6). Él y Silas, respondieron inmediatamente cuando el Señor les dirigió hacía Macedonia, donde fundaron la primera iglesia Cristiana de Europa”. Biblia de Estudio Misionera NVI.

“Dios mío, dame voluntad para empezar mi viaje, fuerzas para resistirlo y humildad para terminarlo”: Rodrigo Sampablo.
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