14 minute read

LA PRÁCTICA DEL VALOR COMPARTIDO

Lima Compost, abono orgánico, de vuelta a la tierra

Lima Compost, es una de las organizaciones que forma parte de la lista de empresas que transforman el Perú. Raúl Valenzuela, uno de sus fundadores, creó la compañía en cuya esencia se aplica el valor compartido, propuesta admirada por él desde las aulas en la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Pacífico donde estudió a Michael Porter.

Advertisement

Valenzuela en la siguiente entrevista cuenta a la revista Imagen y Comunicación la trayectoria de Lima Compost concebida hace cuatro años, los hitos que han marcado su historia, el potencial que ve a su emprendimiento bajo la convicción de hacer crecer la empresa, mejorar el medio ambiente y a la vez construir una mejor sociedad.

Por: Lillian Zapata @LillianZapata

Lima compost forma parte de la primera lista de empresas que transforman el Perú por la aplicación justamente del modelo del valor compartido, ¿cómo surge la iniciativa de participar en la convocatoria hecha por IPAE?

Nos enteramos de este reconocimiento que estaban haciendo, nosotros somos una pequeña empresa del rubro ambiental, un negocio pero también una vocación, así que cualquier reconocimiento o concurso que veamos que nos puede ayudar a crecer es bienvenido; porque hay que crecer como organización por el impacto ambiental que hacemos.

¿Cómo nace la idea de Lima Compost?

La empresa tiene cuatro años, somos un equipo de 10 personas, nuestro principal servicio por el que nos pagan una mensualidad es el recojo de los residuos orgánicos de los hogares para convertirlos en compost, que es un abono orgánico, y de esta forma evitamos que esos residuos lleguen a un relleno sanitario donde van a contaminar. Ese es nuestro principal servicio y tenemos 600 hogares a los que atendemos.

¿Quiénes son los fundadores?

Nosotros somos dos fundadores, Gonzalo León y yo, vimos que en Lima no se estaba haciendo nada por los residuos orgánicos que es más de la mitad de la basura que se bota diariamente. Es así que años atrás nos dimos cuenta que había una forma de convertir los residuos en abono y empezamos a ver cómo lo hacían otros países, así fue como empezamos a aprender de compostaje.

¿Cuál es la formación que tienen como fundadores para luego escalar este emprendimiento?

Bueno, afortunadamente yo estudié administración de empresas en la Universidad del Pacífico así que me ayudó mucho en darle forma al negocio y mi socio es fotógrafo profesional, así que toda la parte ambiental y técnica la hemos tenido que aprender, claro que en el equipo contamos con ingenieros ambientales. Mirando la historia de la empresa te puedo decir que comenzamos como un hobby y empezamos a dedicarle más tiempo porque cada vez habían más clientes, hasta que llegó a un punto que nos tomaba todo el día y se convirtió en nuestro trabajo, en nuestro medio de vida.

¿Qué ha significado gestionar bajo el modelo de Michael Porter y Mark Kramer?

Por una casualidad yo por mi carrera estudiaba a Michael Porter, para mí lo genial de esto es que una empresa que busca reducir el impacto ambiental negativo va a ser rentable y a la vez puede estar solucionando un problema ambiental.

La gran motivación que tienen es validar en la práctica que es posible generar beneficio económico y dar solución a los problemas que impactan a la sociedad.

Así es, eso es lo increíble, además de validarlo en la sociedad que tiene muchas limitaciones, entonces es genial.

En Perú hay mucho por hacer, ¿qué ha significado ver la realidad y abrir la propuesta de Lima Compost a otros grupos de interés, vale decir: municipalidades, empresas, entre otros?

La experiencia que hemos acumulado de compostaje nos ha permitido ser unos expertos en el tema. Y eso ha hecho que nos contraten municipalidades para capacitaciones, empresas transnacionales para hacer proyectos de compostaje de mediana escala en sus instalaciones. Hemos trabajado con una minera también que tenía sus instalaciones a cero grados centígrados y lo que hicimos fue un compostaje en temperaturas muy bajas. Teníamos que compostar bajo esas condiciones climáticas y se logró

¿Cuál fue el resultado?

El resultado fue bueno, a la minera le interesaba compostar, a cualquier empresa le interesa compostar porque es una forma más rentable de gestionar sus residuos orgánicos. Una empresa no es que bote sus residuos orgánicos y la municipalidad se los lleva, sino que tiene que pagar a otra empresa para que lo recoja y destine a un relleno sanitario. Entonces revalorizar sus residuos orgánicos le cuesta menos, cualquier empresa como el ejemplo de la minera lo que quería era que sea posible en sus condiciones climáticas poder compostar para a través de eso tener una mejor forma de reutilizarlos y que a la vez sea amigable con el medio ambiente. Por eso te digo que el resultado fue compostar, fue una capacitación que hicimos al personal acompañada de la implementación de una compostera de madera con capacidad de una tonelada.

Has hablado de empresas como el ejemplo de la minera, pero también compostan con el sector público como es el caso de las municipalidades, ¿cómo se está haciendo esa labor?

La labor ha sido capacitar en compostaje a los vecinos y a sus trabajadores a mediana escala por dos años. Nosotros hemos hecho las capacitaciones a tres o cuatro municipalidades. También una municipalidad nos compró composteras, ya que tenemos unos productos de arcilla para que se pueda compostar.

Digamos que poco a poco se ha ido diversificando la oferta del servicio.

Sí, ahora damos varios servicios, por ejemplo con el tema de que cada vez se exige usar menos plástico en los negocios ya entra el tema de empaques compostables, varias empresas nos han llamado para comprobar la compostabilidad de su producto, ese es un servicio que es nuevo para mí y me parece genial. Estas empresas importan productos de otros países que son empaques compostables y lo único que quieren es que nosotros validemos que son compostables en las condiciones de un hogar.

Por una casualidad yo por mi carrera estudiaba a Michael Porter, para mí lo genial de esto es que una empresa que busca reducir el impacto ambiental negativo va a ser rentable y a la vez puede estar solucionando un problema ambiental.

Hoy las empresas se encaminan a definir o redefinir su propósito, ¿cuál dirías que es el propósito que inspira tu gestión?

El compostaje es muy importante para solucionar el tema ambiental. Lo que nosotros buscamos es hacer más accesible el compostaje para todos los usuarios. Por ejemplo, que sea barato para que pueda ser más llevadero, eso digamos es lo que tenemos en mente. Hemos hecho proyectos sociales en un asentamiento humano, les enseñamos a compostar a los vecinos para que ellos puedan hacer su propio abono, creen su huerto y puedan autoabastecerse, lo hicimos en 2018 y el huerto está en Puente Piedra es de 40 mt2 y beneficia a 25 familias, nosotros lo que quisiéramos es escalarlo pero se dificulta porque nos falta tiempo y recursos. Siempre nos llaman de zonas vulnerables para aprender a compostar porque saben que el compostaje les ayuda a tener abono, a gestionar sus residuos orgánicos y a tener un huerto.

¿Es un servicio gratuito?

Es gratuito, de hecho cualquier persona puede aprender a compostar y al ver nuestros videos las personas aprenden y le quedan unas pocas dudas que se responden.

La labor ha sido capacitar en compostaje a los vecinos y a sus trabajadores a mediana escala por dos años. Nosotros hemos hecho las capacitaciones a tres o cuatro municipalidades. También una municipalidad nos compró composteras, ya que tenemos unos productos de arcilla para que se pueda compostar.

¿Cuál es el impacto que vienen generando con el trabajo emprendido?

El impacto más tangible es la cantidad de residuos que gestionamos que no llegan al relleno sanitario a contaminar al degradarse, en promedio suman unas 16 toneladas al mes. Pero otro impacto que he visto que hemos logrado es que el compostaje es más popular hoy en día en el Perú, cada mes aumentamos alrededor de 25 nuevos hogares. De hecho hablando de impacto, pusimos el indicador de árboles y agua para que se puede analizar el efecto que tiene cuando evitamos generar esa cantidad de CO2 al no permitir que esos residuos orgánicos vayan a la basura.

Si tuvieras que hacer una línea de tiempo, ¿cuáles crees que serían los hitos que ha ido marcando la empresa?

Comenzamos vendiendo composteras de arcilla y esto era un hobby, hasta que cada vez más hogares comenzaron a pedir las composteras y luego empezamos a ofrecer el servicio de recojo porque cuando uno composta en casa, cuando uno decide voy a convertir los residuos orgánicos en abono, toma tiempo, hay que cortar los residuos, hay que limpiarlo con hojas secas, revolverlo cada dos días, eso toma aproximadamente 3 horas a la semana. Como todo el mundo no tenía ese tiempo, porque las personas que compostan en Lima son de todos los perfiles que te puedas imaginar, de todos los distritos, de todas las edades, entonces fue como surgió el servicio de recojo. Se recoge el residuo y nosotros lo compostamos. Creo que es un hito que el compostaje se hizo tan popular en Lima por la alta demanda en los hogares.

El compostaje es muy importante para solucionar el tema ambiental. Lo que nosotros buscamos es hacer más accesible el compostaje para todos los usuarios. Por ejemplo, que sea barato para que pueda ser más llevadero, eso digamos es lo que tenemos en mente.

En toda esta historia empresarial hay optimización e innovación del modelo de negocio, ¿cómo han hecho con el terreno para compostar, en qué área trabajan y cuál es la proyección?

Bueno, solamente nuestro centro de compostaje es de 200 m2, justamente uno de nuestros logros es que optimizamos cada metro cuadrado, nuestra vía de compostaje es rápida. Imagínate que compostas todo tus residuos orgánicos para que se conviertan en compost, eso puede demorar medio año, nosotros lo hacemos en 3 meses, es decir lo redujimos a la mitad, no podemos disponer de tanto espacio ni podemos pagarlo.

De ahí lo siguiente que queremos es invertir en una planta de compostaje ya industrial que pueda proveer a las municipalidades, ese es el siguiente paso. Cabe señalar que también hay un punto importante que nos ayudó mucho, y es que el 2017 nosotros tuvimos un reconocimiento de un programa de emprendedores del gobierno estadounidense, postulamos, me eligen y como parte del premio era llevarme a EE.UU. para ver que empresas similares habían. Eso también me ayudó a ver mejor el modelo de negocio y cuando vine a Perú pude mejorar lo que estábamos haciendo.

Esto fue en el 2017, ¿qué concurso era?

“Young Leader American Initiative” no sé si tú te acuerdas cuando Barack Obama vino a Lima, él una de las cosas que hizo fue promover esta iniciativa. La iniciativa es “Los jóvenes líderes de América”, entonces concursamos y ganamos porque el modelo de negocio alrededor del compostaje en algunas ciudades ya existe, nosotros estamos haciendo una especie de benchmarking y adaptándolo a Lima, lo que queremos es expandirlo a otras ciudades en el Perú, queremos irnos a Arequipa, Piura y Trujillo.

¿Tienen un plan de expansión territorial?

Si ya hay un plan de expansión territorial, muchas familias demandan el servicio en sus hogares y nos sentimos en la obligación de hacerlo. Además, hemos trabajado con empresas y municipalidades desde el 2017, ha ido como una línea parelela a lo de Lurín. El 2017 Procter and Gamble nos pide que le hagamos unas composteras de metal para sus fábricas del Callao, y luego Parque Araujo nos solicita el mismo trabajo, lo mismo la empresa Ferreycorp, Sodexo y las municipalidades también nos convocan para capacitar a su gente.

El impacto más tangible es la cantidad de residuos que gestionamos que no llegan al relleno sanitario a contaminar al degradarse, en promedio suman unas 16 toneladas al mes. Pero otro impacto que he visto que hemos logrado es que el compostaje es más popular hoy en día en el Perú, cada mes aumentamos alrededor de 25 nuevos hogares.

Ser parte de la lista de empresas que transforman el Perú muestra a organizaciones que tienen esta visión transformadora, innovadora y escalable. ¿Qué les generó lograr este reconocimiento?

Nos generó gran satisfacción porque reconocen el trabajo que hemos hecho. Nosotros primero creemos que el tema de residuos orgánicos es importante porque es al menos la mitad de la basura y a veces sentimos que no se le da la vitrina adecuada o no lo suficiente. Así que cuando ganamos nos gustó que se reconociera, que se valorara el trabajo que venimos haciendo con los residuos orgánicos y que se le dé exposición al tema. La gente se entera y entre muchas cosas dice: “no puedo creer que en un departamento de dos habitaciones se puede compostar”, y sí lo hicimos, compartimos el know how, ahora hazlo.

¿Cómo te sientes de haber aplicado la teoría de Porter y saber que funciona?

La verdad es que me emocioné, recién tomé conciencia de que esta era la teoría de Porter el día que vi los premios, dije no puedo creer que esta teoría que tanto admiré yo mismo lo esté validando.

Ahora la idea es crecer como organización, seguir escalando a través del modelo, ¿empezarían desde Lima?

Sí, empezaría desde Lima pero luego se podría expandir. En el tema de compost se puede diversificar otras unidades de negocio. Por ejemplo, el producto final que nosotros obtenemos, este abono tiene un potencial económico muy alto, que ya se usa en otros países como EE.UU., grandes construcciones, edificios y estadios utilizan una buena porción de compost en el subsuelo porque el compost permite reducir el agua. Entonces, cuando tienes un centro comercial que ha usado una buena cantidad de compost en sus áreas verdes, pero un compost orgánico como el que hacemos, va a gastar mucho menos en agua. En el tema inmobiliario y de edificaciones el compost es también un componente importante, y yo me imagino que vamos a llegar a eso y ahora esto que yo estoy contando no lo estoy inventando ya existe, es como funciona en EE.UU. y en la China. Obviamente yo sé que esa es la curva en la que vamos a llegar, más bien el trabajo de Lima Compost o de empresas privadas pequeñas es acelerar esta curva de aprendizaje.

¿Han pensado en hacer alianzas estratégicas para lograr la ruta trazada?

Hemos tenido la suerte de ser elegidos por una aceleradora internacional, esta suerte de incubadoras y pues esa incubadora de hecho es la más importante en Latinoamérica, confiamos que nos va a ayudar a ordenarnos, nos va a exponer a inversionistas y es a ellos a los que les queremos decir que tenemos una idea de una planta de compostaje industrial que pueda atender empresas, que pueda atender municipalidades, que pueda generar el compost como insumo para áreas verdes, en eso nos estamos apoyando cuando me preguntaste sobre alianzas estratégicas, te diría necesitamos más know how, más financiamiento.

En suma, Lima Compost, de vuelta a la tierra, es un modelo de negocio de valor compartido, rentable, escalable, sostenible y de beneficio conjunto.

Es importante hacer ver a la gente que esto puede ser una actividad rentable y justamente aquí viene el tema de Porter, porque él en su teoría de valor compartido dice que las empresas pueden solucionar problemas sociales y ambientales porque la empresa lo incorpora a su modelo de negocio, lo hace rentable y al ser rentable lo hace sostenible. Entonces, cuando nosotros como negocio hemos logrado hacer rentable el compostaje en ciudad, que da trabajo a 10 personas, hacemos que su solución sea sostenible, no es una caridad, no es una ONG, es un negocio y eso lo va a hacer más perdurable en el tiempo.

Nos generó gran satisfacción porque reconocen el trabajo que hemos hecho. Nosotros primero creemos que el tema de residuos orgánicos es importante porque es al menos la mitad de la basura y a veces sentimos que no se le da la vitrina adecuada o no lo suficiente.

This article is from: