EDITORIAL Por cAMILA CADAVID
A quien interese :
créditos Directora Ejecutiva: Maria Paula Suárez
Relacionista Público: Pablo José Torres
Director General: Santiago Álvarez
Editora General: Camila Cadavid
Director de Arte: Juan Rubio Cárdenas
Ilustraciones: Gracenia Samosir
Como humanos somos la única especie que se autodestruye; de alguna forma hemos encontrado la manera de suprimir nuestros instintos biológicos de preservación para matarnos unos a otros. ¿Qué pasa cuando nuestra “naturaleza” es violenta, pero aun así le tememos? Producimos imágenes que aluden a la violencia, sean directa o indirectamente; el mundo de la ficción nos permite consumir violencia sin culpa y sin dolor, pero, estas imágenes son violentas en sí mismas; sin darnos cuenta les permitimos destruirnos para luego rematerializarnos como seres apáticos. La apatía es la génesis de la violencia. En el libro Imágenes de Violencia, del crítico de cine Thomas R. Atkins, se problematizan dos posturas frente consumo de imágenes de violencia en el cine de ficción. La primera es que la imagen, al ser consumida, cumpla su función catártica, brindando una salida aceptable a nuestros impulsos antisociales; la violencia en pantalla se convierte en una forma de satisfacción para nuestro sentido voyerista y odioso, donde todo sufrimiento ajeno se vuelve placentero por simple principio de hegeliano de negación. La segunda es la inminente desensibilización y aceptación social de actos violentos. Estas posturas tienen una tensión aparentemente opuesta, pero me gustaría exponerlas como complementarias. Ambas, son motivadores al consumo y su secuela a la vez, sugiriendo un círculo vicioso que lleva a más consumo, más producción, perpetuando la industria de la imagen violenta.
Jean-Luc Godard asegura que toda decisión en el montaje de una película es una decisión moral: a partir de la forma, el discurso cinematográfico va penetrar perceptivamente al espectador, condicionando su conducta en su propia realidad. La violencia mediatizada, ya sea periodística, cine de ficción o documental, es una construcción ficticia adoctrinante. Esta relación con la ficción crea un distanciamiento entre mi propia experiencia de violencia y la del otro: soy indiferente a ella en tanto no puedo concebir esa realidad como algo más que ficción. El amarillismo mediático y la estetización de la violencia en el cine son dos extremos del espectro de las formas de violencia. Se nos presenta como algo extracotidiano y sensacionalizado, distanciándolo de toda relación con la realidad del espectador. Lo que entendemos como violencia es una ínfima parte de la gama de grises que hay entre estos dos extremos, el tratamiento mediático con respecto a la información, anula todas las otras formas de violencia y las invisibiliza. La apatía producto de la normalización de la imagen violenta nos lleva a la estetización, lo que transforma la imagen vacía en una experiencia sensible: nada nos sorprende y nada nos asusta porque todo lo que le ocurre al otro como partícipe de la experiencia violenta detrás de la pantalla nada tiene que ver con mi propia realidad. ¿Qué pasa cuando me concibo como posible partícipe de esta ficción?: Siento miedo. El miedo empezó siendo la respuesta instintiva a las formas de amenaza. La violencia es la forma más actual de riesgo y el miedo es una ventaja evolutiva que me hace reaccionar frente a la idea de violencia. Por miedo a ser víctima, reacciono violentamente, me convierto en el victimario y se perpetúa el ciclo mientras el otro es indiferente a mi experiencia violenta. El miedo es la reacción a la posibilidad inminente de que mi realidad sea la misma del que está al otro lado de la pantalla. Sentir miedo, es la forma más humana de empatía.
íN DICE A b
pussycat grace
siembra
pag 10 10
c
Miedo
d
pag 3210
FOBOFOBIA
pag 4010
pag 2210
MODULO ROTATIVO
a
cadáver exquisíto
perdiendole el miedo a maria y sus amigas por: joaquin cuneo
acto 1ro
Da
escena 2
trasero ilegal cuatro ra
escena 1
Joaquín. — Antes solo me agradaba el sueño en sí—le comenté a juanca mientras íbamos en su
Noche de dos amantes después de tener sexo en la casa de un amigo
Dos amigos en un carro
Juanca —Washhh, qué video, ¿y qué tal? Joaquín —Pues marica, en realidad no me
carro rumbo a un pueblo fuera de la ciudad—;
pareció nada del otro mundo, pero sí se ven cosas
ahora es más bien una premonición. Como le
raras. Como que uno puede entrar al cine como
conté, ella hoy en día está con el mismísimo
tal, o a unas cabinas personales. Entonces entré
Satanás (nos reímos).Y a la larga creo que la
a la sala y como ya había empezado la peli todo
historia vale mucho más que un corazón roto.
estaba re oscuro y no veía ni mierda; me tocó
Que una muerte que me tiene buscando nuevas
sacar el celular para ver donde me sentaba. Me
cosas, explorando espacios y tratando de vencer
hice en la parte del centro, más bien como lejos
miedos que me han carcomido desde siempre—
de la pantalla, lejos de la gente; aunque en el
esto último me lo guardo para mí mismo, pero mi
proceso un man que estaba en las mismas que yo
amigo muy bien lo sabe—.
me tocó la mano, no sé si me estaba botando una
Juanca. —Que loco parce, —me dice— Sara ha tenido los mismos sueños. Debe ser cosa de esas mujeres que nos
señal ahí, o fue sin culpa. El caso es que me senté y me quedé como una hora en el lugar, mirando a la gente más que todo; la película estaba bien
gustan (a él y a mí), pienso yo. Ambos hemos
aburrida: no tenía historia, los actores iban de
María. — ¿Oye, te cuento una cosa? Mira que más de
muerto por amor, we both have simpathy for
una al acto y rubia tras rubia estándar era follada
una vez he soñado que tengo una presencia extraña a
the devil (the she-devil).
vaginal y analmente, me parece que siempre en
mis espaldas. El lugar no es claro, solo sé que procuro no mirarla (por el miedo), pero finalmente caigo y me doy cuenta de que es un demonio. Joaquín. — ¿Un Íncubo? — pregunto María. — No estoy muy segura, el hecho es que me domina hasta penetrarme desde atrás; y lo raro es que, después de estar asustada en un principio, no tardo mucho en empezar a disfrutarlo.
En algún punto, no recuerdo si por primera
un sofá blanco. Las tomas hacían mucho énfasis
o segunda vez, si en el camino de ida o de
en la acción que tenía lugar en los culos de las
vuelta, antes o después de contarle la anécdota,
muchachas; no sé, a mí eso hace rato ya no me
ese día o semanas antes por teléfono (mi amigo
excita. La mejor parte fue cuando el video se
vive en México), le hablo de lo que he estado
paró y salió una imagen que decía algo así como:
haciendo en su ausencia.
ponga el siguiente cd para continuar viendo
Joaquín. — Mire que fui al cine porno del centro parce. Juanca. — ¡Washhh, re looocoo!, ¿con quién? Joaquín. —Fui solo, jaja
trasero ilegal 4 (nos reimos). Juanca —Jajajaja ¿y qué hacía la gente?- me dice Joaquín. —Pues parce como que con el tiempo mis ojos se fueron acostumbrando a la
12/13
acto 2Do oscuridad y empecé a ver sombras. En realidad no
que actúan igual en distintos contextos) me
había mucha gente, veinte personas cuando más.
atendió. El cine cuesta ocho mil pesos, la sala
El caso es que más que estar seguro de haber visto
queda por acá (derecho por donde uno entra).
algo, me quedaron fue sensaciones. Se escuchaban
Tocadita de mano y listo, estaba yo, como
cinturones desabrochándose y vi personas
el sargento Sullivan, sentado en la sección
moviéndose de forma irregular: dos hombres
central de un viejo teatro con capacidad para
en la platea derecha juntos, besándose y a ratos
unas cien personas calculo yo, de pronto un
uno movía su cabeza de arriba hacia abajo; al
poco más.
frente mío, unas filas adelante, un hombre y
Tenía miedo de que me sucediera algo
una mujer temblaban mucho (especialmente la
similar a lo de Sullivan (Matt Damon) en
mujer) luego llegó otro tipo, se les hizo al lado,
Los infiltrados (2006). En un teatro porno
cruzaron algunas palabras y los tres empezaron
parecido, el sargento queda de reunirse con
a temblar; aparte de eso el resto de la población
Frank Costello (Jack Nicholson) para recibir un
eran viejos masturbándose seguramente (no me
sobre con información sobre los miembros
atreví a fijarme si sí) ,ah, y un tipo que contesto
de su organización (la de Costello) y así saber
una llamada-pienso yo que del hijo- y le decía a
quién es el infiltrado de la policía. Sullivan lo
la persona que este fin de semana iban a pasar
espera y luego un tipo con una gabardina de
tiempo juntos; el tipo ni se salió de la sala, y
masturbador público se voltea y le muestra un
los gemidos de la muchacha del trasero ilegal
pene negro gigante, a lo que Sullivan reacciona
sonaban bien duro.
espantado. Al final solo era Costello jugándole
Lo que no le conté a mi amigo fue lo
una broma. Yo no quería que me jugaran esa
difícil que fue para mí entrar. Que duré
broma y en realidad no fue para nada así. Salí
media hora—o quizás un poco más— al
muy contento del lugar, había superado mi
frente, fumando y mirando a las personas que
miedo y aunque estaba solo, triste y sin nada
entraban y salían del Esmeralda Pussycat. No
más que hacer ese día, me sentí orgulloso.
sé de donde saqué fuerzas y entré sin fijarme
Tenía como cuatro mil pesos y me comí una
en la apariencia del lugar, fui directamente a
mazorca por la séptima y me fui a la casa.
la taquilla y una cucha (de esa gama de cuchas
beach patrol 14/15
ra
escena 1
Dos amantes la noche que se conocieron en un bar de la ciudad.
Joaquín. —Película y libro favorito: los míos son Eyes Wide Shut de Stanley Kubrick y Crimen y Castigo. La cineasta. —A mí me gustan mucho los cuatrocientos golpes y no sé cuál es mi libro favorito, pero si tuviera que decir uno sería los detectives salvajes. Joaquín. —Deberíamos salir, hacer algo, ir a cine, no sé. La cineasta. —Sí, vamos a cine, pero a un cine diferente…
Da
E
S
M
E
R
A
L
D
A
p
u
s
s
y
c
a
t
escena 2
Tres amigos hablando a la salida de un cine porno
Joaquín. —Tú no sabrás de qué estoy hablando,
Marty. —Jajajaja ¿Y con qué vieja?
pero Marty sí ¿se acuerda de mi exnovia, no
Joaquín. —Eso es lo que está difícil, ahorita
la de ahorita, sino la que estudia cine? El otro
ando bien solitario… De hecho no sé si logre
día estuve en una fiesta con ella y terminamos
escribir algo que valga la pena a menos de que
dándonos besos. Fue raro porque no pretendía
consiga una chica. He pensado en decirle a la
que eso pasara, solo fui por recuperar la amistad.
vieja con la que perdí la virginidad (con ella no
El asunto es que cuando salíamos quedamos de
terminamos mal) pero no sé, la verdad es que
ir al cine porno, pero nunca fuimos y yo siempre
nunca me sentí muy atraído por ella. Mi mejor
quedé con la sensación de que nos había faltado
opción es una chica que me está medio copiando,
vivir eso; aparte que cuando terminamos fue re
de hecho la primera vez que salimos le propuse que
duro porque habíamos planeado ir a la playa y
fuéramos, pero estaba lloviendo y a ella no le sonó
finalmente las cosas se acabaron unos días antes
mucho como primera cita, entonces terminamos
del viaje (igual yo no tenía un peso) Ella viajó
tomándonos unas polas y yendo a una fiesta.
con sus amigos y yo siempre pensé que, quizás, si hubiera tenido dinero para viajar las cosas se
Marty. —Eso me recuerda a Travis(Rober De Niro) , el de Taxi Driver.
hubieran arreglado; pero bueno, eso no va al caso,
Joaquín. — ¿Por qué?
lo del cine sí. Ella me dio el beso de la mujer araña
Marty —Se acuerda que el man en un punto,
y no pretendo que me atrape otra vez, sin embargo
antes de hacerse el mohawk, comprar las armas y
quería cerrar un ciclo, la ida al cine representaba
eso, invita a una mona re linda a salir y la lleva a
eso. Le dije que fuéramos y aceptó, pero llegó el día
un cine porno.
y me dijo que “tenía que hacer trabajos”. La vieja
Joaquín. —Jaja no me acuerdo, ¿y qué pasa?
me besa un día, me busca al otro y luego me saca
Marty —Los manes entran y ven una
el culo. Por eso fui solo y por eso voy a ir con otra
porno sueca re rara: aparece un tipo y una vieja
vieja, que se abra. Voy a cerrar el ciclo a las malas.
hablando, luego el tipo le empieza a hablar del
16/17
falo, la esperma y el óvulo; a medida que eso pasa
(una vitrina en el costado derecho del hall que
van mostrando los elementos, pero como desde
está antes de entrar a la sala) estaban dando
una perspectiva científica; luego hay un corte,
un partido de futbol. Además la peli que vimos
aparece un hombre y una mujer follando y luego
era de ese género en que se graba como si fuera
otro corte y una orgía. Es un fragmento re corto
desde la perspectiva de la persona (que en este
pero sí, ojalá no le pase lo de Travis, la vieja se
caso era un fotógrafo que patrullaba la playa en
raya un resto con el man y se abre, toca es que sea
busca de una chica que quisiera tomarse unas
confianza. Como ya había ido, el miedo que me daba entrar
claro con la chica cuando vaya.
fotos en su apartamento).
disminuyó significativamente. Pude detallar más el sitio: ver
Joaquín. —Jaja sí, ¿y qué tal les pareció el Pussycat, ¿Es más bien como casual no? Marty. —Sí resto, me esperaba un sitio más
Marty. —Ese género se llama POV (point of view) Carolina. —Eso, ese es el nombre; y bueno,
sketchy, la verdad, pero sí deja una energía pesada.
como son sobre todo señores los que entran a ese
Carolina. —Oye, y tenías razón, hay tipos
sitio, o al menos los que vimos entrar, el POV les
que están dentro de la sala pero no se sientan, se
genera la sensación de que ellos son los que se
dedican a rondar y mirar a las personas.
follan a la chica que acepta ir al apartamento.
Joaquín. —Sí, no sé si se cercioran de que
Además que el tipo es como: “qué tal si ahora
nadie esté teniendo sexo—cosa que no creo— o
me muestras tus tetas” “¿en que piensas al estar
más bien lo que les gusta es mirar a los demás. Por
arrodillada cerca de mi pantalón?”. Todo súper en
eso fue que yo me paré e hice lo mismo, tratando
función del hombre.
de meterme en su papel, pero francamente no vi nada raro. Lo más raro que pasó fue cuando tú viste al tipo masturbándose. Carolina. —¡Sí! Además que siguió como
Joaquín. —A mí me encanta ese género. Siempre que veo porno me gusta mucho ese punto de vista. Sobre todo cuando se mezcla con la categoría Cash y también con otra que se llama
si nada, se quedó mirándome…A mí me llamó
Casting. Me encanta sentir que le doy dinero
mucho la atención que desde lo que proyectan
a viejas que van re casuales por la calle, o que
hasta los elementos del sitio en sí están muy en
van a una entrevista, y me empiezan a mostrar
función del hombre. No sé si notaste pero en
su cuerpo y luego me las follo. Ojalá en la vida
el televisor que tienen en la parte de sexshop
real fuera así. Me gustaría resto poder hacer eso
cuando vea una vieja linda en la calle, o jugar a eso con mi pareja. Marty. —Jajajaja , Oiga, ¿y a usted qué tal le pareció esta vez el sitio? Joaquín. —Me gustó que entré re relajado, como con
que tiene un sexshop, entrar al baño y notar que hay una cafetería (por cafetería me refiero a una vitrina donde venden papas y cosas por el estilo). Además que hay cuadros eróticos repartidos por todo el hall, y en los baños. Carolina. —A mí me parecieron lindos. Joaquín. —Sí a mí también, además que están firmados. No recuerdo el nombre del autor, pero debe ser un buen tipo.
acto 3Ro
batman xxx 21/21
ra
escena 1
Un bus de regreso a la ciudad
La periodista. —Yo siempre he pensado que la vida es como una parada de autobús. El clásico cliché de life is like a bus stop. Joaquín. — Qué triste, a mí me gusta pensar que hay gente que permanece. Yo tengo un círculo cercano que trato de mantener pequeño, y del que entra y sale gente, sí, pero me gusta pensar que algunos no se irán… La periodista— ¡El muerto al hoyo y el vivo al baile, papá! Ten siempre presente que yo me voy a ir, que todas se van a ir.
Por momentos mirabamos al Guason, a Batman, al acertijo y a Robin hacer de las suyas.
Da
escena 2 Joaquín. —No le he contado a nadie, no
Tres amigos hablando a la salida de un cine porno
Las del pussycat son distintas: Me recuerdan
esa mujer sí que tiene un trasero ilegal. Pero
dejaba metérselo? ¿Si no me dejaba ni poner mi
como en el pasado, ella no me dejó, por eso digo
mano dentro de su pantalón? ¿Que esperaba?
que medio me copia. Siempre me calienta y no
¿Qué maravilla podía hacer yo?...Creo que ella
me deja concretar la vuelta.
juega un poco conmigo, ella también hace
Joaquín. — ¿a ti te gusta mamarlo?
parte de los súcubos con los que siempre me
La chica. — Sí, pero depende del tipo.
meto. Sin embargo no está dentro de la triada
Joaquín. —Qué tal si me lo mamas ahorita
que, de una u otra forma, es responsable de que
La chica. — No sé, es que el lugar está un
yo haya querido explorar este sitio.
por pena sino porque son pocas las situaciones
más a un pequeño depósito de apartamento.
en las que uno habla de esto. Al fin logré que
Es chistoso que el asiento es una silla Rimax
la chica que medio copia fuera conmigo a las
—tuve que pedirle al señor que me trajera
que me venga, lo que siempre hace. La primera
cabinas personales. En el lado izquierdo del hall,
otra, solo había una y no estaba seguro de que
destruirme, y que independientemente de lo
vez fue divertido, y aceptable supongo, pero
justo antes de la “cafetería”, están las escaleras
la chica se fuera a hacer en mis piernas—. Yo
que sea hemos compartido algo. Que hermosos
lo que yo ya quiero es devorármela (la pianista
que conducen a las cabinas. La entrada cuesta
no sé de medidas, pero el cuarto tenía más o
demonios me ha dado la vida; me han
por lo menos se lo mama al tipo de la película).
cinco mil y en pareja diez mil. El segundo piso es
menos dos sillas Rimax de ancho por dos o
enseñado mucho, siempre los amaré mucho.
Sin embargo acepto, es lo mejor que tengo a mi
pequeño, lo primero que uno se encuentra es un
tres de largo. La película era proyectada en un
La más antigua de ellas—la que me da rabia
disposición, agarro ese hermoso culo mientras
área de videoteca donde un cucho, que ese día por
televisor gris muy pequeño, solo un poco más
solo habérmela comido una vez— me dejó su
me masturba hasta venirme en su mano, en mi
alguna razón estaba de traje, lo atiende a uno y le
grande que esos que la gente tiene —o solía
lema, que ha probado ser cierto; no vivir así
mano, en mi pantalón y en mi saco… En esas
pasa unos fólderes con el catálogo de películas que
tener— en las cocinas. En la pared derecha
me ha hecho muy triste. Ella es mi mentora
putas cabinas no hay ni con que limpiarse, toca
ofrece el lugar. Cuando llegamos había otros dos
había un botón, que solo al rato descubrimos
por excelencia. La cineasta propuso la ida al
ir preparado, sin embargo a ella se le ocurre que
viejos de traje escogiendo su película y bueno, justo
servía para parar y adelantar la película.
cine porno, lástima que nunca hubiéramos ido,
esparzamos el semen por las paredes, cosa que
al lado hay un pasillo con unos cuantos pequeños
Tratamos de evitar las mamadas (justo lo que la
pero bueno igual el sitio es medio aburrido.
hacemos. Que linda idea, que buena forma de
cuartos a los que les llaman cabinas.
pianista escoge ver en la cabina) y ver un poco
Finalmente, María, la más reciente de mis
cagarse en ese sitio tan chabacano.
amores; fui muy feliz con ella, sé que le hubiera
poco incómodo. ¿no quieres morirte? Por morirme se refiere a masturbarme hasta
Ya afuera, caminando por la séptima con la chica, pienso en que a ella le será bien difícil
Joaquín. — Buenas tardes, para ver una película.
de los preludios a la acción, a ambos nos gusta
Cucho de traje. — Uy se le llenó el chuzo
conocer las razones por las cuales las personas
escaleras uno se encuentra con un cuadro de
Cucho de traje que atiende. — ¿Cualquiera?
se follan.
por sus mamadas y sus folladas. Y bueno no sé
un tipo musculoso sosteniendo su pene, es el
si después de esto la chica en cuestión tenga
único que vi de un hombre en el lugar. Uno
momentos mirábamos al Guasón, a Batman,
sexo conmigo (ojalá sí, ella me parece súper),
sale del hall, el camino se bifurca y justo en
al acertijo y a Robin hacer de las suyas. Por
pero francamente ya no me importa, ya no me
el medio, detrás de la gata esmeralda hay un
momentos nos besábamos y tocábamos,
importa nada de lo que pasó atrás.
cartel que anuncia que venden dvds originales
frustrados un poco por la incomodidad del
baratos, desde ocho mil pesos.
¿O quiere escoger?- me dice el que atiende Joaquín. —Déjeme escoger. (Miran un rato y piden una porno de Batman, porque les da risa). Joaquín. —La próxima vemos una de Superman—dice y los cuchos se ríen. Siempre me imaginé las cabinas al estilo de
No duramos mucho en sillas separadas. Por
espacio y las voces de los cuchos hablando
las de tomarse fotos, al estilo de a la que va la
y riéndose en la parte de afuera mientras
pianista (Isabelle Huppert) de Michael Haneke.
escogían su puta película. Yo quería follármela,
Luego nos fuimos, justo antes de bajar las
Ella quería estar un rato más en el sitio, me dijo que había quedado iniciada ¿pero si no me
encantando ir conmigo. A todas doy gracias
22/23
SEMBRAR ALGO MaS QUE MIEDO Reseña de la película Siembra (2015) de Ángela Osorio y Santiago Lozano
Por: Felipe Sanchez Villarreal estimadofelipe@gmail.com
“La muerte a mí me escribió y la carta aquí la tengo”
u
- Doña Celina
Un torso húmedo se estremece al compás de
a la ilusión del retorno y lidiar con
un agresivo beat. El sudor barniza la piel. Dos
la dolorosa inercia del cuerpo de su
cadenas golpean con fuerza ese pecho sobre el
hijo. El terror del cuerpo insepulto
cual se insinúan varios tatuajes desgastados.
riñe con la precariedad en que
Yosner baila. El contraste y la ausencia de
viven Turco y su comunidad. Hay
color componen un marco violento: el de
que vestir la tumba. Hay que hacer
un desarraigo que solo se combate ‘tirando
procesión y duelo. Pero no hay
pasos’, dislocando el cuerpo, tensando hasta
dinero, ni suelo donde enterrarlo.
el límite las bisagras entre músculos y huesos.
Doña Celina entona un rumor de
Esa primera secuencia de Siembra (2015) —la
canto: “Mañana por estas horas, ¿quién
ópera prima de Ángela Osorio y Santiago
se acordará de mí? Se acordará la
Lozano— marca el tono de una película que,
quebrada porque del agua bebí”.
a modo de rito sanador, se articula en torno al destierro, el duelo y la muerte en una
***
26/27
desemboca en el precario altar que se hace
tras la oración solemne, se ve arrastrado por
al muerto—. Pero la película también es un
una comparsa carnavalesca. El dolor contenido
intenso baile. Baile como contienda, como
desemboca en máscaras, música y movimiento. “Ay, alma, cuando te vayas al cuerpo dale
comunidad afrodescendiente asentada en
territorio de guerra y de sanación. Los cuerpos
Cali, luego de su desplazamiento forzado. Y
La película es un largo alabao:
se destiemplan en clave de salsa choke y
en las grietas del dolor y el exilio se filtra el
canto triste, oración entonada que
hip-hop. Los
miedo. Miedo de la ausencia, miedo por la
evoca dolor pero sutura. A través
adversarios se
violencia, miedo de la muerte.
de los alabaos las comunidades
infunden entre
afropacíficas honran y recuerdan,
sí un miedo
causa de los remezones del conflicto, debe
hacen llorar y conmemoran. Estos
rítmico. Yosner
establecerse en los márgenes de Cali junto
cantos fúnebres se deslizan entre
y los jóvenes
a su hijo, Yosner. Mientras el padre anhela
la vida y la muerte. Proscriben el
se cortejan,
regresar a esa tierra que abandonó tres años
miedo. Le hablan al difunto, le
desafían y aúnan por la vía del movimiento.
sociales concretas. Detrás del tono litúrgico
atrás, el hijo ve en el intenso presente de
susurran: “Mañana vas a dormir en
Velorio y baile arman el contrapunto simbólico
y musical se cuelan las violencias y terrores
aquella deslucida urbe la posibilidad de una
el centro de la tierra”. La cinta está
de la película. Los personajes se deciden a
de la Colombia reciente. Turco huye por
vida. Yosner es un hábil b-boy, diestro en el
atravesada por escenas funerarias
cantar a la muerte o a desafiarla con el “Ras tas
miedo. A Yosner lo asesinan. El espectro del
—desde la construcción del ataúd
tas” en el asfalto. La visita de Turco a la iglesia
desplazamiento forzado, con énfasis en el
hasta la procesión musical que
condensa esta tensión: a la salida del templo,
Pacífico y sus habitantes, está revestido de
Turco es un pescador del Pacífico que, a
hip-hop y el krump. Pero la muerte envía su correspondencia. Así, Turco debe renunciar
la mano”, cantan las mujeres en el velorio. El
“Mañana por estas horas, ¿quién se acordará de mí? Se acordará la quebrada porque del agua bebí”
registro ritual que compone Siembra también dialoga con un registro histórico, de condiciones culturales y
cuerpos que sufren sus consecuencias. “¿En manos de quién quedó mi tierra?”, pregunta Turco desesperado. Las tierras están en pocas manos y hay violencias que arrancan cuerpos de ellas. La falta de recursos impide al padre enterrar dignamente al hijo. La muerte cuesta. Y la película lo pone de manifiesto: de trescientos cincuenta a seiscientos mil pesos; treinta mil con misa. Es más barato morir en tumba compartida. “Eso es polvo”, dicen a Turco. Él responde: “Eso es mi herencia”. El trabajo fotográfico, los blancos y negros que tejen a los personajes y sus entornos en proceso de duelo, reviste de pulcritud este velorio. La imagen entona también el alabao, estremece la contención del llanto en la despedida definitiva. No hay regreso pero tampoco asiento concluyente en el nuevo territorio. Turco quiere volver al lugar de donde fue arrancado; Yosner, echar raíces en suelo nuevo. Pero su muerte, paradójicamente, impide y obliga a la residencia en el margen caleño. ¿Cómo sembrar de nuevo en un territorio árido, adverso e impropio? ¿Cómo apartar el miedo?
*** Yosner encara a su padre y rechaza cualquier posibilidad de regreso a su lugar de origen: “¿Usté cree que esa gente le va a devolver lo suyo? Vea, le voy a hablá bonito: ¿quiere sembrar?, ¿quiere sembrar? Allí hay tierra,
28/29
***
véala. Pero yo de acá de donde estoy no me voy a pasar trabajo a ese pueblo. Mire a ver si se va solo”. Turco, impotente, debe aceptar
Suelo gris, estéril, casi seco. Ese es el suelo
y vivir en el recuerdo de un territorio al que
sobre el cual se debe sembrar. Yosner
no le es posible volver. Según informes de
encuentra esos otros zapatos para caminarlo,
ACNUR, en lo que va corrido de 2016 al menos
semillas diferentes para rehacerse. El baile, el
486 familias indígenas y afrocolombianas han
swing, el trabajo del cuerpo, los círculos de
tenido que dejar sus tierras por miedo. Miedo a
breakdance en las calles, parecen ser un brote
los combates entre el ELN y el Ejército. Miedo
de vida en ese lugar que parece inhabitable.
a las bandas criminales. Miedo a los pequeños
Pero en ellos también acecha la violencia y
patrones que se disputan los territorios. El
la muerte. Turco no encuentra las semillas.
Pacífico sigue siendo el mayor foco de esa
Su siembra es una siembra del recuerdo o del
marcha silenciosa escoltada por el terror.
porvenir. El canto fúnebre ablanda el terreno.
El desplazamiento no solo abre grietas
Las voces en coro que despiden al muerto y
entre las personas y sus tierras, sino que
sacuden las almas se vuelven suturas para esos
desgarra a los sujetos por dentro. La metáfora
sujetos quebrados.
que usa Antonio Cornejo Polar es dolorosa:
Al final, este cine opera del mismo modo:
el sujeto migrante es un sujeto roto. Se
la imagen hace las veces de sutura sanadora
quiebran con violencia sus espacios de anclaje
de esos cuerpos desencajados, ungüento
identitario. Se fisuran los recuerdos. Cuesta
para formar la cicatriz y aplacar el dolor de la
hacer nuevas trayectorias. Se dislocan las
herida. Ángela Osorio y Santiago Lozano, en
familias que habitan un suelo que les es
ese largo alabao que es Siembra, recuperan
ajeno, un entre lugar entre la nostalgia y
el poder terapéutico del cine. Conmueve
el quehacer cotidiano, sobre el cual debe
pero ayuda a dar nuevos sentidos a las grietas
articularse la vida. No hay una resolución
sociales, corporales y territoriales. Devuelve el
armónica entre el sujeto y su lugar de llegada,
rostro a un problema que ha calcificado como
ni en el interior mismo de su comunidad
cifra o estadística. Intercala el baile y el llanto,
o de sus símbolos. Esa identidad se vuelve
evoca la posibilidad de reconstruir lo que la
algo radicalmente heterogéneo, beligerante.
violencia ha roto. Y, casi como una orden,
Estamos frente a sujetos descentrados y
como un imperativo que conjura el duelo,
rotos que se enfrentan a la supervivencia
señala su nombre: Siembra.
diaria: a pesar de la nostalgia deben hurgar los resquicios del nuevo destino para llevar comida a la casa o celebrar un funeral digno.
“Dejé mi tierra, dejé mi gente, dejé mi río, deje mis hijos, mi mujer y mi bohío…” Alabao fInal y levantamiento de tumba
30/31
? O D E I M O H C U M
?
QUIEN DIJO MIEDO por: Mauricio Duran
miedo ?
?
Quizá a lo desconocido o a la reacción que
guardándonos el gran misterio. Nuestros
podamos tener frente a lo desconocido, es
hábitos modernos nos han permitido confiar
decir, a nosotros mismos. A toda experiencia
en la oscuridad de las salas de cine, lugares de
y espacio que pueda propiciarnos el mismo
diversión por excelencia, donde incluso nos
miedo: miedo a tener miedo (diría algún
divertimos burlándonos de nuestros propios
personaje de Wim Wenders). Miedo a mirar
miedos. En estas se proyectan sombras en los
nuestro reflejo en un espejo y ver como vamos
espejos deformantes de las pantallas, donde
siendo otro; como en la superficie del rio,
sobreviven los motivos de tantos miedos: otras
pues todo espejo termina siendo deformante.
oscuridades, fantasmas, seres indefinidos. Y
Los espejos también muestran a la muerte
el temor a las multitudes en la oscuridad, solo
trabajando, afirma Jean Cocteau en su película
superado al aislarnos en la oscuridad donde cada
donde Orfeo atraviesa uno, sumergiéndose en
uno esta solo frente a la pantalla. Puede ser que
sus aguas para ir en busca de Eurídice.
vayamos al cine acompañados, también para
Da miedo no reconocerse en las imágenes
darnos valor al reconocer y compartir nuestros
que se reflejan, o peor, reconocerse en lo más
miedos comunes, convirtiéndolos en leyendas y
extraño, lo indefinido, lo monstruoso, en “eso”
mitos colectivos: fantasmas que emergen de la
que no acaba de tomar una identidad. Miedo a
oscuridad de la sala tomando extrañas formas de
dudar de nuestras pequeñas certezas: de quienes
muertos vivientes, momias, vampiros, engendros
somos, del mundo en que habitamos, o de como
prefabricados. En fin, la imagen de otros o del
se constituye y asegura nuestra permanencia.
otro que habita en uno mismo.
Por que solo tenemos una sola certeza,
Cortázar fue prolífico al instruirnos en
sabemos que la muerte vendrá y que de “esa” no
las diferentes formas de tener miedo, pero
regresaremos al mundo que conocemos. Miedo
se le escapó una que se hizo realidad en una
al momento en que no reconozcamos todo esto,
sala oscura. Una noticia digna del horror y
a que alguien no nos reconozca.
la imaginación de su admirado Edgar Allan
Son lugares propicios para el miedo: la
Poe: en el Teatro Teusaquillo de Bogotá fue
oscuridad (es decir la falta de luz), la noche y
estrangulada una espectadora mientras veía
su silencio, las sombras, la muerte, siempre
una película. Puedo imaginar en sus ojos
desorbitándose el reflejo de la película que se
y su pantalla un hueco sin fondo, un “tragaluz
proyectaba: probablemente no era el rostro
del infinito”, como diría Baudelaire sin haber
de Bela Lugosi exhibiendo sus colmillos, sino el
conocido estos paraísos artificiales. Por eso
Pájaro loco riéndose al final de un corto animado.
se convirtió rápidamente en un rito social,
Esta terrorífica anécdota, que coincide por estos
antes que la experiencia individual que fue
mismos años ochenta del siglo pasado con la de
en sus inicios bajo la forma del kinetoscopio.
una novela de Hugo Chaparro y la de un guión de
Hoy se vuelve a las primeras prácticas de ese
Mauricio Durán, fue un “hecho real”. Quizá no
fetichismo solitario, al mirar en las pequeñas
se ha indagado lo suficiente sobre este habitual
pantallas digitales de computadores y celulares.
habitáculo del horror, del miedo y de la fobia,
Otros hemos preferido atrevernos a ir
que acecha en una calle de barrio o en un centro
solos, quizá por que ya nos sabemos solos
comercial. El miedo a la oscuridad compartida
ante las sombras proyectadas y la proyección
que debió haber vencido aquella mujer al
de nuestras obsesiones en la misma pantalla
decidirse correr la cortina y entrar a la sala del
centellante. Quizá también por que la cinefilia
teatro Teusaquillo.
solo es posible compartirla a la luz y el calor
Por eso se prefiere ir acompañados: las
de un café y una torta después de haber visto
salas de cine han sido para tantos adolescentes
la película, para poder confrontar las distintas
el lugar de iniciación a las aventuras eróticas
películas que cada uno vio en la única pantalla.
o de sus prácticas para otras parejas de
Christian Metz dice que se “asiste” a una película
adultos o “viejos verdes”. Para sus censores,
como se asiste a un parto, y que el espectador
el cine ha sido la escuela donde se aprenden
hace las veces de partero en este alumbramiento.
colectivamente vicios y artimañas: “el cine
Sí el cine representa nuestros modernos sueños
corrompe” –dicen-. Temiendo a todos estos
colectivos, también sabemos que cada uno sueña
oscuros habituales, las familias prefieren
solo, en el dormitorio comunal de la sala. Como
acompañar a los niños, acercándolos
en Inception de Christopher Nolan, la proyección
y familiarizándolos con películas mas
física y exterior de los estímulos sensoriales de
edificantes. La sala oscura no ha dejado de
sonidos e imágenes intermitentes, genera en cada
pensarse como una especie de “horror vacui”;
espectador su propio sueño o pesadilla.
36/37
EL iconofóbico Platón
La pantalla es el espejo de la Medusa en
denunciaba el engaño de las
el que tememos reconocernos en el rostro
imágenes proyectadas al fondo
horrorizado y enfurecido que se devuelve al
de la caverna oscura, invitando
mirarla. En ella tienen vida los fulgurantes
a salir a la luz del día para que,
vampiros que la luz del día disuelve y hace
después de deslumbrarse, los
desaparecer; la momia que no debe ser
ojos de la conciencia alcanzasen
despertada de su sueño eterno la oscuridad
al conocimiento verdadero. Es el
de su cripta; las monstruosidades creadas por
método de la luz: desaparecer todo
el hombre a partir del montaje de diferentes
tipo de fantasmas y misterios. Por su
miembros y órganos de otros muertos, y
parte los fotofóbicos, encontramos en el agrandamiento de las sombras móviles y en la danza de infinitas
que cobran vida gracias a la electricidad del proyector; los hombres que en las pálidas noches de luna llena se convierten en
variaciones del fuego, las imágenes de todo lobos y las mujeres que sacian su hambre “eso” que alimenta sus temores. Sí a la luz del sol se encuentra la Verdad eternamente inmóvil
convirtiéndose en panteras; las hordas de muertos vivientes y usurpadores de cuerpos,
y cegadora; a la sombra de la inmensa noche
que nos esperan a la salida del cine, para
acechan otras realidades, no por difusas,
cobrarnos la tranquilidad y el confort en
cambiantes y efímeras, menos significativas. que vivimos; y el hombre que ha perdido Estas innumerables y viejas sombras
la visibilidad de su cuerpo para poderlo
persisten en el arte de los miedos y
ver todo, especie de metáfora del mismo
las fantasmagorías que vislumbró el
espectador. Debemos procurar que la luz y la
expresionismo alemán al descubrir la
razón no destruyan la esencia de estos seres que
belleza en lo más temible. En las actuales persisten en darnos otra imagen de nosotros salas de cine -como en la primitiva caverna o en la maloca del chamán-, han ido a refugiarse los fantasmas que continúan alimentando los miedos con que el hombre moderno se reconoce en los antiguos mitos que buscaban explicar su lugar y sentido en el mundo.
mismos. Su hábitat debe ser la sala oscura, ojalá con las pantallas mal templadas y la luz centellante del proyector de cine, pues en las frías pantallas tocables no logran aparecer estos inconsistentes seres de luz y sombras.
38/39
Puede ser que vayamos al cine acompaĂąados, tambiĂŠn para darnos valor al reconocer y compartir nuestros miedos comunes, convirtiĂŠndolos en leyendas y mitos colectivos
Fobofobia, incertidumbre y performance “El miedo es como el Demonio. La buena noticia es que no existe, la mala noticia es que ésta es precisamente la razón por la que no podemos librarnos de él.” -D. Donellan
Por: Laura Monroy
E
n 1925, el físico austriaco Erwin Shrödinger formuló la ecuación que describe el estado potencial de las cosas. A diferencia de las ecuaciones de la física clásica, la función de onda de Shrödinger está compuesta por la sumatoria de las probabilidades que describen las posibilidades que tiene una situación para desenvolverse, materializarse. En otras palabras, Shódringer señaló ese nivel de realidad en que la materia aun no es materia (sino onda) y una situación aún no es real (actual), sino potencial; ese nivel de realidad en que las posibilidades coexisten y se sobreponen. Para explicarse planteó la paradoja del gato: un gato se encuentra dentro de una caja de cartón donde hay veneno para beber. Hasta el instante en que se remueva la caja y se observe el estado del gato, éste está potencialmente vivo y potencialmente muerto a la vez. Este estado es el que describe su ecuación. En el momento en que se levanta la caja, la ecuación colapsa y la situación pasa de ser una superposición de posibilidades a converger en un estado de actualidad: el gato está de hecho vivo o de hecho muerto. Es en este estado de potencialidad, aquel que solo puede ser descrito en la sumatoria de probabilidades; en la incertidumbre, donde habita el miedo. El miedo que, como el Demonio, no existe de hecho, es experto en hacer espejismos de la actualidad. Sin embargo, cuando las cosas suceden de hecho, éste queda anulado, al igual que la incertidumbre.
Hoy en día lo entiendo en términos de física cuántica y me gusta re lacionarlo con el Demonio, o mejor dicho, el daimonion, pero recuerdo que cuando era pequeña simplemente temía. La premeditación no era una opción, el juego y la acción sí; entonces el miedo se sentía latente, justo en el límite intuitivo entre la potencialidad y la actualidad. En la infancia el temor no se
prolongaba en el pensamiento, simplemente se vivía. Yo temía a la oscuridad, temía crecer, y cuando tenía miedo buscaba compañía; así que temía quedarme sola, temía tener miedo. Ahora veo a la oscuridad, al igual que al silencio, como la manifestación sensorial del suspenso, de la incertidumbre, y puedo perder la noción del tiempo contemplándola; pero ante la premisa de la independencia al crecer, lidiar con el miedo a tener miedo se convirtió en algo necesario; después de todo, parte de cierto miedo a la soledad y ésta se ha tornado dulcemente inminente. Ante esta necesidad, crecer nos
Ahora veo a la oscuridad, al igual que al silencio, como la manifestación sensorial del suspenso, de la incertidumbre, y puedo perder la noción del tiempo contemplándola
brinda nuevas maneras de lidiar con el miedo; el consumo cultural es una de ellas. La industria cultural produce formas de compañía de todo tipo, para todos los gustos y todas las medidas. En Bogotá encuentro una industria cultural proliferante. La movida alternativa local se consolida a paso firme, y aunque la oferta de productos culturales que pueden ser consumidos en soledad, como libros, fanzines, álbumes, etc. es amplia y generosa, mi vicio está en otro lado; se localiza en los eventos escénicos. Dentro de éstos, hago la salvedad, me referiré a continuación en particular al performance teatral y dancístico. Inherente a ellos encuentro una característica bastante particular: son un producto cultural que no puede ser de ninguna manera consumido, presenciado o experimentado en soledad. Implican el encuentro con otro en un espacio particular; implican presencia, y la presencia implica estar a merced de nuestra espontaneidad, nuestra sensatez, y nuestras imperfecciones. Entonces, como en la infancia, no hay espacio para la premeditación. Dado que un evento escénico no es un registro, en él se da la disputa dinámica entre lo potencial y lo actual, a cada instante cualquier cosa puede pasar y luego se materializa en decisiones dramatúrgicas, estéticas e interpretativas que convergen súbitamente justo ante nuestros ojos. El miedo que habita en la potencialidad se niega a sí mismo a cada micro segundo y se pone en escena la incertidumbre para que de ella emerjan las vísceras del producto cultural, o en este caso artístico.
44/45
Puede parecer
contradictorio, pero hay
quienes dicen que la mejor
manera de deshacerse de la sombra es apagando la luz.
?
47/47
Crecer hace que el miedo de la infancia se transmute y se complejice, como dice Steven Berkoff en KVETCH: el arte de quejarse:
“Vivimos todos bajo la amenaza del cáncer, de los agentes cancerígenos, de la enfermedad, del desempleo, de la impotencia, de la policía, de las regalías, de los impuestos, de las multas, de perder la memoria, perder plata o hacer demasiada; de perder el pelo, volverse gordo, volverse feo, ser estúpido, caerse con todo, ser tímido, ser bobo, preocuparse por los parlantes que habría que comprar, por cómo arreglar un carro o una bicicleta, por aprender a tocar piano; el miedo al fracaso, a no causar buena impresión; el miedo a la fuerza de los demás, a la debilidad, a ser descubierto; a no llegar a tiempo al trabajo, no tener pensión, no tener seguridad; a la vejez, a morir, a la guerra, estar herido en un accidente de tráfico; el miedo de ser ciego, ser sordo, a no entender el chiste; el miedo a la gente dura, a tomar riesgo; el miedo a nadar, a saltar, a clavarse de un trampolín; el miedo a la enfermedad, a mudarse, a vender, a comprar; el miedo obsesivo a las arañas, a los armarios obscuros, a los cuchillos, a los atracadores; el miedo a las fiestas, a la multitud, a la gente inteligente; el miedo a afirmar sus opiniones; el miedo a las mujeres, el miedo a los hombres; el miedo al miedo”
¿Por qué no volver a los miedos de la infancia? Las artes escénicas son un producto cultural que nos permite reconciliarnos con el miedo y la incertidumbre. Nos llevan al encuentro con el miedo que se vive; el miedo daimonion latente en la potencialidad, el de la incertidumbre que constituye la naturaleza vital; no aquel miedo que se justifica en inseguridades o se disfraza de preocupaciones, sino el que realmente vale la pena. Mi búsqueda es la de un arte escénico que permita el encuentro con la incertidumbre, que me plantee sensaciones, contradicciones, preguntas. Ante este tipo de arte escénico cualquier pretensión panfletaria queda desenmascarada.
Una afirmación impositiva de una verdad unívoca simplemente deja de ser interesante; corresponde a preocupaciones como “¿será que al de al lado le está gustando?,” “¿habrá sido la mejor elección?,” “¿estaré entendiendo la historia, el mensaje?”… Son cuestiones que pasan a un segundo plano. Quedan subordinadas ante la sensación de haber corrido el riesgo de estar presente y salir del teatro con la incertidumbre a flor de piel, aquella ya no es el miedo que habita en la potencialidad, sino la inquietud, el entusiasmo, o como diría Lorca, el duende que emerge al permitirnos estar a merced de la espontaneidad, el juego del que proliferan nuestras humanas imperfecciones.
RRECTO
INCORRECT
NCORRECTO
NRRECTO
INCORREC
INCORRECTO INCORRECTO
NCORRECTO
ÂżHaces lo correcto incorrectamente?
Detox - Rehab - Codependencia. Info: (57) 320 838 2079 • www.staorg.com
inicio
espacio
publicitario
cadaver
exquisito