Esgrima
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En el país hay diferentes temas de coyuntura política que discuten el gobierno y los opositores. Aquí un asambleísta y excandidato vicepresidencial opinan
JUAN CARLOS SOLINES Excandidato a la Vicepresidencia Sobre las salvaguardias
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Sobre las salvaguardias Las salvaguardias se aplican solo al 22 % del total de bienes que se comercializan en la economía. Ese porcentaje ha impactado apenas a la tercera parte (32 %), es decir, la salvaguardia afectó al 7 % del comercio. En número de ítems o partidas arancelarias, la medida se aplicó a alrededor de 2.800 subpartidas. Otros habrían subido el IVA, -cada punto nos da 600 millones de dólares-, nosotros buscamos la protección de la producción nacional. Es incomprensible que sectores sindicales se pronuncien en contra de esta medida que defiende el empleo. Según el Ministerio Coordinador de la Política Económica, el nivel de importaciones se reduciría en $2.000 millones.
Sobre Hacking Team y la Senain
Sobre Hacking Team y la Senain
Más allá de las relaciones directas o indirectas que tendría la Senain con empresas como Hacking Team y otras para la compra de equipos o para recibir servicios, lo preocupante son las órdenes que pudiera recibir del presidente o su círculo cercano para recolectar información, investigar, vigilar y hasta espiar a ciudadanos por ser opositores, activistas o personas influyentes, aunque no hayan cometido delito alguno ni sean parte de ninguna investigación de fiscalía. Los servicios de inteligencia son necesarios y siempre han existido, pero frente a reales amenazas internas y/o externas contra el Estado y sus ciudadanos. El ciudadano común opina, comenta, genera y circula información a través de redes sociales, pero eso no justifica que sea vigilado y monitoreado.
El Presidente de la República y el Secretario Nacional de Inteligencia han negado absolutamente que el Ecuador tenga contratos con la empresa Hacking Team. Además, han señalado que en los casos determinados por el juez competente, se actúa con la presencia de un fiscal y no puede ser de otra manera porque el Ecuador debe respetar los Convenios Internacionales de Derechos Humanos y los señalamientos de la Constitución y la ley que garantizan el derecho a la privacidad de las comunicaciones personales. Cualquier persona que incumpla quedará incriminado en las sanciones establecidas en el Art. 178 del Código Integral Penal que castiga con tres años de cárcel.
Las manifestaciones y protestas en todo el país son una expresión de descontento y desacuerdo con un origen esencialmente ciudadano, aunque partidos, gremios, sindicatos y actores políticos se hayan sumado con sus respectivas demandas y agendas. Si el gobierno quiere propiciar un diálogo debe empezar por reconocer la naturaleza de las protestas y dejar de fustigar, minimizar y atacar esas expresiones legítimas y democráticas. Luego debe enfocarse en dialogar con quienes tiene desacuerdos en lugar de limitarse a ampliar apoyos políticos a sus tesis, proyectos y posiciones. El diálogo debe arrojar frutos concretos.
Agosto 2015
Asambleísta por Alianza PAIS
Las cifras del Banco Central no reflejan un mayor impacto de las salvaguardias en la balanza comercial, ni evidencian que se hayan reducido las importaciones. Lo que si se empieza a experimentar es un ajuste y paulatino aumento de precios en los bienes importados. En los países vecinos los supermercados y comercios están mucho más abastecidos y ofrecen una mayor variedad de productos nacionales e importados que compiten sanamente en beneficio del consumidor. En todo caso, son medidas de naturaleza temporal que requieren ser complementadas con medidas estructurales que sean más prácticas y eficientes hasta que el pretendido cambio de la matriz productiva rinda sus frutos.
Sobre un diálogo del gobierno con la oposición
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VIRGILIO HERNÁNDEZ
Sobre un diálogo del gobierno con la oposición El diálogo es un proceso de doble vía y para que pueda desarrollarse requiere de voluntad política por parte de los diferentes actores, es necesario que tengan propuestas y planteamientos para ser debatidos. La propuesta de diálogo busca acordar políticas públicas, reformas legales u acciones concretas del poder público pero tampoco es ingenua y no pretende que coincidamos en todo, si hay voluntad democrática, incluso se podría acordar los desacuerdos porque pueden existir diferentes visiones y perspectivas que dependen de distintas posiciones políticas e ideológicas. La derecha y oposición tienen que decirle su proyecto al país, para que sea el pueblo el que decida en las urnas. Eso es lo democrático.
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