El día en que nos congelaron los sueños

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¿Cómo destruir un país?

El día en que nos

CONGELARON los sueños

El 8 de marzo del 2017, se cumplieron 18 años de la peor crisis económica del país. Antes de eso, la banca fue dueña del Ecuador por más de dos décadas. Lo fue; lo dicen la historia, los documentos, las investigaciones y los juicios. Los banqueros llegaron a ser los amos absolutos de un país que no supieron manejar y al que exprimieron casi hasta su extinción; y luego, tranquilamente, se fueron Por: Juan Carlos Ortiz / juan.ortizmendoza@gmail.com

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llá, por el inicio de los años ochenta, mientras los ciudadanos seguíamos festejando el regreso a la democracia, los banqueros ya estudiaban las formas de enriquecerse usando el poder político y las leyes. Fue, justamente, nuestro desconocimiento de temas legales, económicos y políticos, lo que, como pueblo inocente y bonachón, nos llevó a creer una y otra vez en los rostros repetidos de la política ecuatoriana; los que en un contubernio permanente con la banca, gobernaron para su beneficio, usando a la población como una máquina de hacer dinero para cubrir sus grandes ambiciones. Los ciudadanos, todos y cada uno, fuimos estafados permanentemente, y pagamos las cuentas de políticos y banqueros, que, voraces, nunca tuvieron límite en su codicia. Porque, les cuento, que el feriado bancario no fue la única vez que nos robaron.

Sucretización y el FMI Los pasos del desfalco eran siempre los mismos: los banqueros pedían y el gobierno de turno les daba. ¿Y cómo recuperaban ese dinero? Sencillo, 22

Febrero 2017

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con medidas económicas que afectaban directamente al pueblo. La sucretización fue el primer gran atraco de los años ochenta. Los protagonistas fueron los mismos de siempre: los de la partidocracia y los de la bancocracia. Fue en el gobierno de Osvaldo Hurtado donde se instrumentó el mecanismo con el cual el Banco Central del Ecuador asumió la deuda externa que mantenía el sector privado nacional con la banca privada internacional. El Estado pagó las deudas en dólares con los organismos internacionales y cobró esas deudas a largo plazo y en un devaluado sucre. Entre los grandes beneficiados de este astuto método, figuran el Banco del Pichincha, Filanbanco y Finansur, entidad financiera gerenciada -en esa época- por Guillermo Lasso Mendoza. Según el Informe de la Comisión de Auditoría del Crédito Público, Finansur se benefició por US$13’271.180,34 por el método de compensación de deuda. Además, este informe señala a personas naturales que se habrían beneficiado de la sucretización; como el actual Alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y el exvicepresidente Alberto Dahik.

Obviamente, el Estado, para compensar el déficit, emitió papeles de deuda que favorecieron -una vez más- al sector privado. Los banqueros y empresarios adquirieron la deuda ecuatoriana en el mercado secundario, a precios que fluctuaban entre el 30 % y 40 %; y, posteriormente, fueron vendidas al BCE, en la mayoría de los casos, al 100 %. Con este mecanismo, se redujo la deuda privada por un total de US$626.538,77. Ocasionando un enorme perjuicio al estado. Pero, ¿cómo se recuperaría este déficit presupuestario? Sencillo: el FMI impuso la enfermedad, pero también tenía la cura. En la primera carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI), firmada el 24 de marzo de 1983, ya estaba sentenciada la sucretización; pero también estaba la receta para recuperar los recursos; era tan sencillo como aumentar el precio de la gasolina al 100 % y que la moneda se devaluara en un 254 %. Eso solamente en el gobierno de Hurtado. Es decir, el pueblo pagó la sucretización, engañado -como siempre- por una supuesta necesidad social que nunca se suplió. ¿Si ven que nos vienen robando desde hace décadas y ni nos hemos dado cuenta?


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