Revista La Piola #34

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May

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CONTENIDO 4.

EDITORIAL.

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NOTICIAS.

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DESTINOS. Puracé, la nueva joya de la escalada caucana.

Revista de Montaña, Escalada y Trekking Edición 34 - Año 9 - Mayo 2019 ISSN 2422-3395 DIRECTOR GENERAL: Luis J. Pardo Orozco

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CULTURA. Libros, roca e historia.

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NATURALEZA. Lítamo Real, la flor del montañismo colombiano.

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Melissa Fernández Saad

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MONTAÑISMO. Paramillo del Quindío, Cresta de arena y roca.

COMMUNITY MANAGER: Diego “Koshi” Restrepo

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MEMORIAS. Siglo XXI, Colombianas en

COLABORADORES EN ESTA EDICIÓN: Julián Osorio. Ana Isabel Bustamante. Laura Campos. Rodrigo Bernal. Carolina Tobón. Alejandra Contreras.

el Himalaya.

22.

OPINIÓN. Perros en zonas de escalada. Decálogo del escalador responsable.

24.

ESCALADA. Mi primer 5.13d.

REVISTA LA PIOLA -

9años

FOTOGRAFÍAS: Ana Isabel Bustamante. Katty

Guzmán. Mónica Bernal. Claudia López. María Ramírez. Mario Ruiz. Javier de la Cuadra. Yohana Alarcón. Colección Alejandra Contreras. FOTO PORTADA: Paramillo del Quindío. 2018. IMPRESO POR: Dos Creativos Ltda.

Los artículos de la REVISTA LA PIOLA son responsabilidad exclusiva de los autores y no necesariamente reflejan las opiniones y juicios de la Revista.

CONTACTO: lapiolarevista@gmail.com @Todos los derechos reservados.

Todos los derechos reservados. Ninguna porción de esta Revista puede ser reproducida o modificada en ningún medio sin consentimiento escrito del Director.

PUBLICACIONES LA PIOLA S.A.S.

Bogotá, Machetá. Colombia – Suramérica

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EDITORIAL

Editorial 34 Desde hace un par de años los montañistas vivimos una crisis generalizada por la restricción de accesos a las Montañas y Parques de Escalada en el país. Las razones son diversas y cubren una amplia gama de intereses privados y públicos en torno a los predios o al control de los sitios donde frecuentamos los escaladores y montañistas. El último caso importante se dio en el reconocido Parque de Escalada de las Rocas del Abra, en inmediaciones de Zipaquirá y Tocancipá, cuando por orden del Instituto Colombiano de Antropología e Historia –ICANH- se decretó la prohibición de la escalada en ese importante lugar. Resulta que esos abrigos rocosos se localizan unos de los vestigios arqueológicos más importantes de la sabana norte de Bogotá y en aras de proteger el arte rupestre se dio el cierre para los escaladores. La lección que seguimos aprendiendo es que para las instituciones de la política pública en Colombia, los escaladores y montañistas independientes e individuales no constituyen una comunidad a la que deba consultarse o hacerla partícipe de las decisiones que de hecho les afectan. El precio de la apatía y rebeldía de los escaladores está siendo bastante alto y la solución no parece estar tan a la mano si no se presenta un cambio significativo en la asociatividad de la comunidad. Durante el año pasado se presentó un gran avance en relacionamiento institucional cuando el Comité Provisional de la Federación FECDME y el colectivo GMEC lograron adelantar un proyecto de reglamentación para el acceso de montañistas en calidad

de deportistas a los Parques Naturales de Montaña del país, pero el proceso quedó en stand by mientras no se alcance la reactivación definitiva de la FECDME. Con este ejemplo se puede entender claramente la importancia y el alcance que podría tener ese grado de representación institucional para la escalada y el montañismo colombiano. La invitación es entonces a dejar de lado la apatía y generar procesos de conformación de Clubes y Ligas deportivas que permitan una rápida y contundente reactivación de la Federación Colombiana de Deportes de Montaña y Escalada, para ver si de esta manera los escaladores logramos ser escuchados en la construcción de políticas públicas de los lugares que tanto queremos y frecuentamos. Recordemos que la unión hace la fuerza!

Luis Pardo Director General Revista La Piola


NOTICIAS

Cierre del Abra Mujer Montaña Colombia 2019 Tras convertirse en un referente del montañismo femenino latinoamericano, la 6ta versión de Mujer Montaña se desarrollará del 17 de agosto al 12 de septiembre en los escenarios de montaña más importantes del país y tendrá deportes de escalada, espeleología, montañismo, bicicleta de montaña y Kayak.

Sebastián Prieto se accidenta El reconocido y fortísimo escalador se vio sorprendido por una larga caída hasta el suelo durante un día normal de escalada, que le ocasionó graves lesiones óseas en varias regiones de su cuerpo. Actualmente se encuentra en recuperación después de las cirugías, apostándole a su retorno deportivo.

Debido a la importancia arqueológica de los abrigos rocosos de El Abra, el parque de Escalada zipaquireño fue cerrado al público con el fin de proteger las pinturas rupestres y demás vestigios arqueológicos. La escalada cundinamarqués sufre un duro golpe para la diversidad de escenarios deportivos.

Primer ascenso femenino a HiTech Una de las rutas más míticas de la escalada deportiva en Suesca recibió su primer ascenso femenino de parte de la escaladora Ola Przybysz. La ruta que cuenta con muy pocos ascensos fue cotada en 5.13d por esta fortísima escaladora polaca. NOTICIAS

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DESTINOS

La entrada a las zonas de escalada se realiza por un camino fácil entre praderas y vegetación frondosa.

PURACÉ La nueva joya de la escalada caucana

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los pies del gran Volcán Puracé se levanta un imponente farallón rocoso al costado oriental de la Quebrada Vinagre, muy cerca al cañón del Río San Francisco. A primera vista sorprende la inmensa Cascada Puracé, o también conocida localmente como Cascada de las Monjas; pero a los ojos de escalador esa imponencia se traslada a las grandes paredes rocosas que a lado y lado forman un gigantesco anfiteatro natural. Además del murallón principal que se forma en la Cascada, existen también varios sectores de roca franca y desprovista de vegetación por los que habrá que pasar cuando se recorre el camino a la Cascada y en los que ya hay varias rutas de escalada abiertas y equipadas completamente. Sin embargo todavía no existen rutas en las paredes de la Cascada. Como destino en nuestro Mountain Rock Trip 2019 de VIAJES LA PIOLA, fuimos a parar a este poco conocido lugar por recomendaciones de Santiago Zuluaga, quien fue el motivado aperturista de la mayoría de rutas que existen. Además también estaba en el plan ascender el Volcán Puracé y hacer la travesía integral de los cráteres volcánicos de Los Coconucos, así que escalar en este lugar era materia obligada.

Saliendo desde Cali, cubrimos los 167 km (32 km desde Popayán) que le distancian del pueblo Puracé, a donde llegamos ya entrada la noche. Nos hospedamos en el Hostal El Jardín del Cóndor, lugar que nos sorprendió gratamente por lo acogedor, amplio, y bien atendido; además la dueña tiene gran aprecio por los escaladores y se ha tomado el trabajo de aprender y así orientar a los huéspedes sobre las zonas de escalada. En su haber reposa un cuaderno donde están anotadas todas las rutas que se van abriendo en el nuevo Parque de Escalada que se está creando.


Cómo llegar. Las indicaciones fueron claras y el camino bastante obvio para llegar a las zonas de escalada. La zona de Las Dos Torres queda dentro del mismo pueblo, pero está ubicado dentro de una finca privada y es necesario anunciarse para no generar conflictos de acceso. No hay cobro de ingreso y los propietarios solo esperan que les compren alguna trucha de las que venden. La otra zona queda localizada bajo el pueblo, saliendo por el camino que rodea el cementerio y bajando hacia la Quebrada Vinagre. En un punto de división de caminos, tomar a la derecha para empezar a bordear el farallón rocoso.

Primer largo de Opera Vertical. 5.10a 120 m.

Al poco centenar de metros ya se ven las rocas, inicialmente con la zona de “Gas”, luego la zona de “El Monolito” y de “El Hostal”, que justo queda debajo del Hostal donde nos hospedamos, pues literalmente, el farallón está debajo del pueblo.

cantidades similares. Predominan las fisuras anchas, largas, incluso chimeneas; y las placas de movimientos técnicos sobre presas pequeñas. Más bien poco desplome y pocos techos. Solamente 2 rutas de multilargo.

Rutas de Escalada.

Qué llevar.

Por estar situada a los pies del Volcán Puracé, obviamente se trata de roca volcánica, muy consistente y franca de fracturamiento irregular, de bordes cortantes y buena adherencia. Existen ya unas 15 vías abiertas y completamente equipadas, desde el 5.7 al 5.12. En promedio cada zona posee 3 o 4 vías, dentro de las cuales hay deportivas y tradicionales en

Chimenea del tercer largo de Opera Vertical.

Rack completo, con piezas grandes (incluido el cam BD#5) y algunas piezas medianas repetidas. Las reuniones están pensadas para escalar con cuerdas de 60 mts. Suficientes cintas largas de 60 y 120 cms. Llevar comida y agua desde el pueblo. A pesar de estar cerca de la Quebrada, bajar hasta allá y volver a la roca puede significar un esfuerzo considerable.

Base de la zona de El Monolito

DESTINOS

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DESTINOS

Zona de Gas iluminada al atardecer, con un alto potencial de escalada deportiva.

Zonas y Rutas de Escalada.

Muro principal cortado por la Cascada de Las Monjas.

1. Zona de Las Dos Torres. •

Pipian: 5.9 Tradicional.

Seguros pequeños y

medianos. •

3. Zona de El Monolito. •

Ruta de Movimientos fluidos sobre la placa y salida por un techo. La Lechuza: 5.10c Deportiva.

Cóndores y Brujas: 5.10d Deportiva.

Linda

ruta con movimientos de equilibrio. • •

Ruta de presas pequeñas y un final explosivo.

Genial ruta de presas grandes y movimientos fluidos.

Por fin alcanzo: 5.11b Deportiva. La Suiza: 5.10a Deportiva.

De Blanco a Negro: 5.9 Tradicional. Ruta clásica por una fisura ancha que finaliza en un Traverso a la estación.

Ruta técnica de potentes movimientos. Seguros medianos y grandes, mínimo un cam BD#5.

Gas Mostaza: 5.12a Mixta.

La Fisura el Míster: 5.11b Tradicional. Ruta téc-

nica con buenas protecciones, recomendada. El final puede estar un poco sucio.

El Crucifijo: 5.12a Deportiva.

Ruta técnica

muy recomendada.

2. Zona de Gas. •

Ópera Vertical: 5.10a Tradicional. 4 largos. L1 por la fisura hasta la chimenea, L2 sube por la chimenea y al final salir un poco a la derecha para llegar a la terraza, L3 subir por la segunda chimenea hasta el balcón, L4 seguir los bolts hasta el fin de la roca bajo la vegetación. Descenso en 2 rapeles.

Frenesí Místico: 5.10a Tradicional. Ruta Clásica de seguros grandes y medianos. El Tope rope se puede montar desde el segundo largo de Ópera Verical.

4. Zona de El Hostal. •

Ruta clásica de dos largos. L1 con vegetación y roca evidente hasta el estación, L2 pasa por debajo del techo y continúa la fisura hasta la estación.

A los 33: 5.10b Tradicional.


ALTA MONTAÑA

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CULTURA DE MONTAÑA

Libros, Rocas e Historia Cultura entorno a la escalada y el montañismo en Colombia Dr. Julian Alejandro Osorio Osorio. Este articulo para la Piola hace parte de mi investigación de doctorado sobre cultura y aventura en Colombia. Historiador Universidad Nacional de Colombia, Magister en Patrimonio Natural e Histórico Universidad de Huelva España. Especialista en Turismo Sostenible y Patrimonio Cultural UNESCO

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ara hablar sobre la cultura de montaña y la roca en Colombia desde la perspectiva de las actividades deportivas de exploración o aventura, afrontamos un obstáculo, y es la reducida masa documental y referencias bibliográficas que nos hable de una historia de la escalada y el montañismo en Colombia. La lista de publicaciones seriadas y de literatura, se puede resumir en breves líneas, aquí mencionaré algunos textos, pero hay otros más que en próximos artículos desarrollaremos. Todo se inició cuando el pionero de la escalada y montañismo en Colombia Erwin Kraus comenzó su etapa de exploración de las montañas del país, entre las décadas de 1930 a 1950, salieron muchas crónicas y artículos de él en revistas y periódicos del país. Durante más de 40 años las fuentes para una historia de la escalada en Colombia han sido producidas de manera dispersa y en breves series. Los varios intentos de la organización del montañismo y la escalada han permitido la creación, desapa-

rición y reactivación de la federación de montañismo, la cual ha dejado una secuela de revistas y folletos donde, de forma fragmentaria, se ha escrito la historia de los deportes de montaña en el país. La publicación inaugural fue Altius, durante la primera temporada de la federación, distribuida durante toda la década de 1980. Con el resurgir de la federación a finales del siglo XX se creó La Revista Expedición publicada por la Liga de montañismo y escalada de Santafé de Bogotá. En la década de 1990 e inicios del siglo XXI, el pionero en escalada y la comercialización de equipos y ropa de escalada y montañismo en Colombia, Gonzalo Ospina, en su almacén Aventura y su marca Spigo, hizo una serie de folletos divulgativos. Entre Ospina y Monique Savdié, quien fue editora, hicieron uno de los más remarcables esfuerzos por la divulgación de la escalada nacional. Sobre libros, el mayor interés ha sido narrar los procesos deportivos, económicos y anécdotas de expediciones colombianas al Himalaya. El primero en esto fue José Fernando Machado, quien escribió “Himalaya en los límites del oxígeno” (1986), que cuenta el primer ascenso exitoso de un colombiano a un pico de ocho mil metros en Pakistán en 1984. Una década después, Carlos Mauricio Vega escribió una biografía de Erwin Kraus, libro inédito en la literatura de montaña de Colombia al ser el protagonista una persona y no una cordillera o pico nevado. Marcelo Arbeláez y Juan Pablo Ruiz, organizadores de varias expediciones al Himalaya y otras montañas del mundo, fundaron una empresa de coaching: Epopeya, de la cual ha salido el grueso de publicaciones sobre montañismo en Colombia. Casi media docena de libros relatan las experiencias y visiones de las diferentes expediciones que Epopeya organizó en su proyecto de 7 Cumbres. Además, en este breve recuento bibliográfico merecen atención dos títulos, “Los Hijos de la Roca” de Luis González Sarmiento (2011) único libro, hasta ahora, sobre historias de vida de esca-


Ahora tomando a la aventura como concepto e interés académico, es aún una excéntrica temática por desarrollar, y la mayoría de las veces por no decir que la única forma que la aventura encuentra eco académico es a través del turismo. Como antecedente, en octubre de 2018 se hizo el primer congreso de turismo aventura en el país, en San Gil organizado por el SENA. Otro obstáculo que hay que sumar, es el carácter de nicho o guetos que tienen las zonas de escalada y las comunidades de escaladores que se concentran en cada lugar. En Colombia hay aproximadamente 50 zonas de escalada repartidas mayoritariamente en la región andina, todos son micro territorios asociados a una prominencia geológica donde hitos y hechos relevantes para una historia de la escalada y el montañismo en el país, quedan confinados en los grupos de escaladores locales.

ladores y escalada en Suesca; y La Piola, revista editada por Luis Pardo desde mayo de 2010, quien se ha encargado de hacer la única publicación vigente de actualidad, cultura, noticias de escalada y montañismo en Colombia.

Este articulo es una insinuación para hacer una serie de reseñas bibliográficas de los libros que he leído y tengo conocimiento sobre la escalada y el montañismo en Colombia, muchos pero no tantos, como los que he nombrado anteriormente. También es un llamado a que otros escaladores, montañistas, si entre ellos hay escritores, antropólogos, historiadores o interesados en no dejar marchitar y olvidar la memoria y legado de los pioneros, la vieja guardia y otras personas que han hecho de la escalada en Colombia una historia y cultura que debemos conocer, apropiarnos y defender.

CULTURA DE MONTAÑA

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NATURALEZA

Pequeño racimo de flores de Lítamo encontradas en la laja del Pan de Azúcar en la Sierra Nevada del Cocuy y Güicán, aproximadamente a 4500 metros de altitud

Lítamo Real La Flor del Montañismo Colombiano Hace unos años, cuando las Montañas de Cocuy y Güicán eran libres y hacíamos de ellas nuestro segundo hogar (o el primero??), vagábamos entre picos, lagunas y morrenas para explorar caminos de ascenso a las cumbres nevadas de la maravillosa Sierra. Muchas veces la oscuridad se cernía sobre nosotros sin haber llegado a la comodidad de la carpa, así que pasábamos la noche al raso, en algún cómodo vivac de un millón de estrellas. Amaneció y con los primeros rayos de luz vi el pequeño jardín de flores que antecedía nuestra pequeña repisa. Eran minúsculas florecillas amarillas en un ramillete que crecía en el interior de una grieta de la roca, todas erguidas recibiendo el sol aún cubiertas de delgado rocío congelado. Se trataban del Lítamo Real y pensé: Es increíble que en el ambiente tan agreste de la alta montaña, un ser tan frágil logre sobrevivir. Los montañistas debemos ser como esa flor; frágiles y sensibles a las benevolencias de la Montaña, pero a la vez, rudos y resistentes a las inclemencias y hostilidades que nos aguardan en ella. Luego, en otra oportunidad de aventuras verticales por esas mismas Montañas, volví a

encontrarme a la pequeña florecilla. Esta vez me miraba intrigada cuando aparecí por debajo de un exigente techo en los últimos largos de escalada a la pared oriental del Ritacuba Norte. Y por última vez, logré verla en las altas morrenas del glaciar sur del Ritacuba Blanco cuando nos dirigíamos a escalar el olvidado Cerro Muela. Hoy, esa florecilla conocida como Lítamo Real merece ser llamada “La Flor del Montañismo Colombiano”. Por su belleza, por su fragilidad y rudeza, por haber encontrado hábitat entre rocas y glaciares, por ser la flor que a mayor altitud ha sobrevivido, por ornar repisas de vivacs, por alegrar instantes de exigentes escaladas, por agradecer al sol y a la montaña cada nuevo amanecer, por ser promesa de longevidad y la vida eterna; porque también los montañistas viviremos en esas Montañas, Para Siempre


Florecillas de Lítamo Real encontradas en la pared oriental del Ritacuba Norte, a casi 5000 metros de altitud

Draba ritacuvana Al-Shehbaz FAMILIA: BRASSICACEAE El lítamo (Drava ritacuvana) es una hermosa planta de flores amarillas que crece únicamente en las pendientes agrietadas y rocosas de los Ritacuba en la Sierra Nevada del Cocuy y Güicán; puede crecer incluso entre morrenas y nieve permanente. Es una de las poco más de 200 especies de plantas con flores que crecen en Colombia a 4500 m de altitud, y no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Es una hierbita de unos 5 cm de altura, que se adaptó a las fuertes condiciones ambientales de la alta montaña, con estrategias como, presencia de pequeñas hojas pubescentes dispuestas en varias rosetas densas, coronadas por vistosos racimos de pequeñas flores amarillas, de cuatro pétalos. A pesar de ser una planta exclusiva de un área tan aislada, el nombre común lítamo, con el que se la conoce, tiene una historia que se remonta hasta la antigua Grecia. Lítamo es una alteración del nombre díctamo, con el que se conocen en España varias plantas medicinales, y se deriva del vocablo griego que se usaba para nombrarlas hace más de 2000 años. En América, el vocablo díctamo y algunas de sus variantes (lítamo, bítamo) pasó a aplicarse a diversas especies medicinales, entre ellas algunas especies de Draba. Laura V. Campos PhD. Rodrigo Bernal PhD. Botánicos, investigadores de la flora colombiana de alta montaña.

Canción. EL LÍTAMO REAL, DEL GRUPO PROFECÍA. Es florcita que florece, donde no se ven más flores, Es muy bella entre las bellas, la mejor de las mejores, todos la van a buscar pero nadie sabe a donde y cuando ya está muy cerca es seguro que se esconde. Flor de Lítamo Real sé que tienes la virtud del elixir de la vida y la eterna juventud. Respeto su sortilegio flor de Lítamo Real solo se puede encontrar en los riscos de las cumbres del Nevado de Güicán. No florece en el jardín tampoco se ve en el parque no se deja cultivar si la cojen se deshace ojo con este misterio quiéranla de corazón si la quieren cautivar háganlo al rayar el sol. Quien la quiera con fervor no la pensará arrancar esa flor tan especial no se dejará imitar de ritos que le atribuyen algunos son un decir pero lo que sí es muy cierto es que se puede extinguir. NATURALEZA

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MONTAÑISMO

Paramillo del Quindío Una cresta de arena y roca

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esde que vi el Paramillo por primera vez en las fotos de un amigo, no pude evitar pensar en tener mis botas impregnadas de tierra color ocre; y los arenales que visten este hermoso lugar no dejaban de atraer mi atención desde hacía tiempo. Por fin iba hacia él en esta aventura.

El jeep se detuvo justo en la entrada del Valle del Cocora a las 7 de la mañana. Sus calles normalmente concurridas por visitantes se mostraban en la soledad de la madrugada. Empezamos a recorrer el camino en dirección a la Finca La Argentina con destino al Paramillo del Quindío, primer objetivo de Montaña y parte del Mountain Rocktrip de VIAJES LA PIOLA con el que pretendíamos hacer un recorrido hacia el sur entre rocas y volcanes. El tendido camino hacia la Finca nos llevaba serpenteando el río entre el bosque, ascendiendo gradualmente en un clima húmedo y fresco. Doña Gloria muy amablemente nos recibe en la finca con un delicioso tinto campesino, de

esos que me es imposible rechazar en las alturas y que por alguna razón (sin gustarme el tinto en absoluto) mi cuerpo lo disfruta y agradece por ayudarme a mantener el calor. Luis Pardo y yo montamos campamento en el potrero donde nos indica la señora. Un hermoso atardecer en el Cañon de la quebrada Cárdenas ameniza la hora antes de dormir, permitiéndonos capturar los diversos colores del cielo,


palideciendo gradualmente en sus tonos hasta desaparecer con la oscuridad de la noche. Al día siguiente estamos listos para continuar nuestro camino hacia el campo base. En el fondo se asoman tímidamente los glaciares del Nevado del Tolima al lado oriental de nuestro camino. Nunca me he podido acostumbrar a la primera vista de los valles de frailejones cuando entramos al páramo. Me emociona tanto ver el paisaje entapetado de miles de ellos, en pie, en silencio, con sus hojas peludas y su cuerpo abullonado cubierto por lo biomasa que se va secando. No puedo evitar emocionarme, un paisaje que he visto muchas veces pero que su magia anestesia mi mente fotográfica para disfrutar como si fuera la primera vez. Tomamos el camino más largo por la Cuchilla Berlín para poder apreciar la inmensidad del paramillo desde la salida del cañón. Desde ese punto se puede divisar el medio cono invertido formado por lo que antes sería el cráter de un volcán, cuya forma quedó reducida a una hermosa media luna y cuyo filo nos atraía de MONTAÑISMO

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MONTAÑISMO

punta a punta. Los colores amarillentos en ese día soleado brillaban en sus diferentes tonalidades como sacados de una pintura y cada vez que nos acercábamos tratábamos de detallar el camino a recorrer por su cresta. La madrugada fría del día siguiente nos sorprendió buscando el ascenso a las paredes de roca del extremo sur para comenzar la travesía de la cresta. Su textura firme y color grisáceo junto con la niebla mañanera, daba una lúgubre sensación de película de terror pero a la vez de firmeza al toque. Tras superar este tramo y

luego alcanzar la cumbre del primer picacho nos percatamos que en este punto la roca era descompuesta y empezaba a entrelazarse con la arena color ocre como pegamento. El segundo picacho, cumbre Principal y la más alta de la travesía, a 4.834 msnm, nos puso en aprietos para descender. Buscando el camino terminamos en un filo de rocas descompuesta donde devolverse ya no parecía una buena opción. Cada vez que tocaba una roca para sujetarme, se deshacía en mis manos. Un rato después de tantear las rocas, un rapel improvisado con un


stopper en un pequeño rincón aparentemente firme, nos permitió descender rápidamente por la pared que da hacia el cañón. A partir de aquí la travesía continúa por los hermosos arenales coloridos, el sol acariciaba el ventoso filo que atravesamos rápidamente para llegar a la cumbre del Edén -4710 msnm-, punto más visitado del Paramillo. Pasado el medio día llegamos al extremo norte de la cresta donde se observan corrales de piedra como vestigios de campamentos y frente a este una pared de roca grisácea, parecida a la del principio cuya visual nos incitó a soñar con algunas aperturas de vías deportivas pero no teníamos material para hacerlo en ese momento. Unas 3 horas después terminamos el recorrido completo y llegamos a campo base. No dejaba de pensar en lo gratificante de haber completado la travesía integral de la cresta del Paramillo del Quindío. Había querido ir hacía tanto tiempo y obtuve mucho más que solo visitarlo, recorrer toda su cresta paso a paso, observar desde todos los ángulos la belleza de esta joya natural,

mirar de cerca cada uno de sus rincones y volver a sentir esa paz indescriptible que las montañas comparten conmigo. Pág 14: a. Vista de la cumbre norte y cumbre El Edén desde la base de la cumbre mayor del Paramillo del Quindío. Pág 15: a. Cresta integral del Paramillo desde el camino que lleva a los Pantanos del Quindío. b. Extremo sur de la cresta del Paramillo. A la izquierda el picacho rocoso que conforma la cumbre máxima. c. Vista de madrugada desde el extremo sur donde iniciamos la travesía de la cresta. d. Cumbre El Edén y cumbre máxima desde el extremo norte de la travesía. e. Ana en el Campo Base del Paramillo después de realizar la travesía. f. Luis Pardo descendiendo el tramo más descompuesto y delicado de toda la travesía, justo debajo de la cumbre mayor. Pág 16: a. Ana Bustamante disfrutando el atardecer sobre la Quebrada Cárdenas desde la Finca La Argentina. b. Ana desescalando un delicado tramo de arena y roca descompuesta. c. Luis escalando el último largo vertical de la cumbre norte del Paramillo.

Por: Ana Isabel Bustamante

MONTAÑISMO

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MEMORIAS Mónica Bernal durante la apertura de “Matando Bacterias” una ruta de gran pared en la Sierra Nevada del Cocuy y Güicán.

Katty Guzmán en Yosemite durante su ascenso a “The Nose”, 2004.

SIGLO XXI

COLOMBIANAS

EN EL HIMALAYA

Katty Guzmán aplicando técnicas de Big Wall en Yosemite

Claudia López en su intento por la cumbre del Manaslu


Claudia López en el Campo 2 en su intento a la cumbre del Lhotse

Mónica en el corredor del Gasherbrum 1.

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a década del noventa finaliza con una intensa actividad femenina en la montaña, con proyectos ambiciosos como el de Expedición Colombianas en el Himalaya, la primera vez que un grupo de mujeres colombianas pretendía embarcarse en un proyecto de tal magnitud. En esta última entrega de historia de mujeres y montañas colombianas traemos a cuatro sobresalientes montañistas colombianas que durante los últimos veinte años han realizado diferentes ascensiones en Colombia y Suramérica y cumbres e intentos en las más altas montañas del planeta, en el Himalaya.

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ara comienzos de siglo, Katty Guzmán y Carolina Vallejo habían comenzado a escalar

María Isabel en la Cordillera Blanca del Perú.

Katty Gusman disfrutando de Astroman en el 2007.

en Suesca y en la Sierra Nevada del Cocuy y en un comienzo formaron parte del grupo de la expedición al Cho Oyu, sin embargo decidieron cambiar los planes y emprender un largo viaje de escalada por Suramérica escalando paredes y montañas en Brasil, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, entre otros el volcán Tupungato (6,570 m). Katty comienza una intensa carrera deportiva que la lleva a realizar importantes ascensiones en alta montaña y en grandes paredes de roca en Colombia y fuera del país. Además de sus escaladas en las Rocas de Suesca su actividad roquera se concentró por varios años en el Valle de Yosemite. Escaló en El Capitán: La Nariz, Salathé, Triple Direct e intentos a Lurking Fear y Golden Gate. Encadenó la mítica AstroMEMORIAS

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MEMORIAS Claudia López en la cumbre del Dhaulagiri, su primera cima de 8000.

man en compañía de Gabriel Rubiano-Groot y con Jim Madore escaló la Direct North Buttress al Middle Cathedral (21 largos, 9 horas).

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n alta montaña su actividad también es destacable; en el Cocuy: las paredes de roca del Ritak’uwa blanco y negro, Toti, Campanillas Blanco y Negro y Pan de azúcar (apertura con Taylor Anderson y repetición). Escaló el Aconcagua e hizo parte del proyecto 7 cumbres en expediciones al Elbrus y al Denali. En la Patagonia ascendió a la aguja Guillaumet e hizo dos intentos al Fitz Roy y en la Cordillera Blanca en Perú realizó también varias ascensiones en compañía de María Isabel Ramírez, Alex Torres y Luis Felipe Ossa (Ishinca, Huamashraju, San Juan y Shaqsha). Fue una de las tres mujeres colombianas en conquistar la cumbre del Everest (8848 m) en 2007 junto con Ana María Giraldo, Mónica Bernal y un nutrido grupo de fuertes montañistas colombianos.

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ónica Bernal también se ha destacado en los últimos años por su actividad deportiva en altas montañas; ha alcanzado alrededor de once cumbres en la Sierra Nevada del Cocuy (entre las más destacadas El Castillo-2001 y

Ritak’uwa Blanco-2010 en solitario) y participó además de aperturas en vías de roca en el Pan de Azúcar, en el Cóncavo y en el bosque de piedra Huayllay en Perú. En Ecuador, escaló los Illinizas Norte y Sur, Cayambé, Chimborazo y Cotopaxi y en la Cordillera Blanca Yanapacqcha, Vallunaraju, Urus e Ishinca. En el Himalaya alcanzó la cumbre del Everest en 2007 y en 2010 realizó un intento al Gasherbrum I (8068 msnm) junto a Hernan Wilke. Mónica, además de ser una apasionada por la montaña también es una activa participante en organizaciones como la Corporación de Turismo de Suesca y la Asociación Colombiana Mujer y Deporte.

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aría Isabel Ramírez ha sido reconocida también como otra de las fuertes montañistas colombianas. Escaló con Katty varias montañas en la cordillera Blanca y ha realizado múltiples ascensiones en Colombia en la Sierra Nevada del Cocuy, el parque de los Nevados y en el nevado del Huila (5364 m). Fuera del país también ha escalado montañas en Ecuador (Cayambe), en la cordillera Blanca (Alpamayo y Chopicalqui) y en la cordillera Karakorum en Pakistán en 2010 realizó un intento al Gasherbrum I junto a


Luis Felipe Ossa y Darwin Bravo.

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laudia López, montañista bogotana radicada en Boulder, Colorado, comenzó a escalar a principios de los años noventa gracias a su tía María Victoria Gutiérrez, “Vicky”. Fotógrafa y amante de las montañas, ha dedicado su vida a la fotografía, a la escalada en hielo y en altas montañas y ha concentrado su actividad en el Himalaya escalando el Ama Dablam (6812 m) en 2006, el Baruntse (7.129 m) y el Cholatse (6.440 m) en 2013, intentos al Manaslu (8156 m), al Cho Oyu (8021 m) y al Lhotse (8516 m) en 2015 y 2016 y en mayo del 2017 logra alcanzar su primera cumbre de más de ocho mil metros con el Dhaulagiri (8167 m). Claudia se ha especializado en la alta montaña y en la escalada en hielo y en la actualidad se encuentra trabajando en un gran proyecto con su compañera polaca Iza Smolokowska, con quien escaló el Dhaulagiri, en el proyecto “Leopardo de las Nieves”, que consiste en escalar las cumbres más altas de la antigua Unión Soviética (actualmente el reconocimiento lo otorga la Comunidad de Estados Independientes).

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esde los años cuarenta hasta la actualidad las mujeres han jugado un papel importante en la práctica del montañismo y la escalada en roca a nivel nacional e internacional. Fueron mujeres extranjeras las primeras que recorrieron y escalaron nuestras montañas y hemos sido mujeres colombianas quienes hemos escalado en Colombia y en otras latitudes y en montañas pero con seguridad la semilla para realizar estos proyectos ha germinado en nuestro país. Me invade un profundo sentimiento de impotencia y tristeza de ver cómo ahora los conflictos de intereses rodean algunas de nuestras montañas y no es posible visitarlas ni ampliar en nuestro país la preparación física y mental que exigen los proyectos deportivos que nos proponemos. En la historia encontramos inspiración y motivación y esperamos con esta recopilación contagiar a nuevas generaciones de montañistas (hombres y mujeres) para que emprendan sus propios retos de escalada y montañismo y se propongan cosas mucho más ambiciosas que lo que hasta ahora se ha logrado en el país.

-Carolina Tobón Ramírez-

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OPINIÓN

PERROS EN ZONAS DE ESCALADA DECÁLOGO de un escalador responsable

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a satisfacción de tener un compañero perruno trae una gran responsabilidad para el dueño, ya que es éste quien debe educar y mantener a su perro en las condiciones ideales para que pueda estar en las zonas de escalada sin incomodar a otras personas y sin generar mayores impactos en el lugar. Por esta razón hemos preparado un “Decálogo del Escalador Responsable de su Mascota”:

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Solo llevo mi perro si el ingreso de mascotas es permitido.

Mi perro siempre está vacunado y desparasitado.

Nunca abandono a mi perro.

Antes de viajar a un nuevo Parque o sitio de escalada debo indagar sobre las regulaciones locales acerca del ingreso de animales domésticos. Parques Nacionales, Reservas Naturales o Predios Privados tienen su propia reglamentación al respecto.

Los sitios de escalada suelen estar en áreas naturales con fauna silvestre que podrá resultar contagiada de alguna enfermedad canina. De igual manera, mi perro podría adquirir alguna enfermedad trasmitida por insectos o heces de fauna local.

Mi mascota deberá tener vigilancia permanente y no dejarla a su voluntad por los sitios de escalada. Si el plan del día incluye escalar multilargos, no debo ir ese día con el perro para evitar abandonarlo en la base de la roca.

Pág 22: a. Pacífico frente a las Rocas de Suesca. Foto: Javier de la Cuadra b. Lucy en Suesca. Foto: Yohana Alarcón


4.

Mantengo a mi perro siempre con correa. La regla máxima de este punto es “Respeta el espacio de los demás”; no tenemos por qué obligar a todos los escaladores a que se aguanten las ocurrencias de nuestro perro. Por cuestiones de seguridad es primordial evitar que caminen sobre las cuerdas o que puedan enredar o hacer tropezar a algún asegurador en acción.

6.

Recojo o entierro los desechos de mi perro. Debo darle manejo a los desechos de mi perro. Lo mejor es recogerlos en bolsitas biodegradables y luego tirarlo a la basura; pero en muchos lugares de campo abierto es aceptable enterrarlos.

7.

Corrijo las prácticas de impacto ambiental de mi perro.

5.

Controlo el temperamento de mi perro. Si sé que el temperamento de mi perro es difícil de controlar, lo mejor será pasearlo por el parque del barrio en vez de la roca. No hay nada más fastidioso que un perro escandaloso y agresivo rondando el sitio de escalada.

Siempre debo corregir a mi perro cuando realiza actividades que impactan al lugar, como escarbar la tierra con sus patas, halar y destruir ramas y raíces, cazar fauna silvestre y/o corretear animales de granja, masticar quiches u orquídeas, entre otros.

8.

Mantengo a mi perro en un lugar seguro. El mejor lugar para mi perro es el suelo, por lo tanto evitaré al máximo subirlo a repisas o llevarlo por zonas expuestas donde podría caerse o tirar piedras.

9.

Comparto tiempo con mi perro. A menos que mi mascota esté muy acostumbrada a visitar sitios de escalada conmigo, por lo general requiere tiempo y esmero especial, por lo tanto debo destinar un corto rato para jugar juntos y restar la demanda de atención del perro.

10.

Proporciono cuidados a mi perro. Durante un largo día de escalada, mi mascota también necesitará alimentos, agua y cuidados para las contingencias climáticas, especialmente sombra durante los días muy calurosos.

Pág 23: a. Maní en El Cocuy b. Malvo en la sombra de Machetá. Foto: Mario Ruiz c. Zorro perruno visto en las Rocas de Suesca. Foto: Hernán Wilke d. Boxter en Suesca. Foto: Javier de la Cuadra.

OPINIÓN

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ESCALADA

MI PRIMER

5.13D

Entrenamiento y dedicación

Y

o soy una escaladora muy motivada y la mayoría del tiempo entreno por el solo gusto de entrenar, sin proyecto o motivación alguna más que el solo hecho de intentar mejorar cada día un poco más. Sin embargo, en el 2018, cuando me encontraba viviendo en Ecuador, decidí ponerme un “gran” proyecto de escalada: hacer un viaje de escalada al Salto - México a principios del 2019 con el objetivo de escalar mi primer 5.13c y convertirme en la primera colombiana y tercera venezolana en alcanzar ese grado. Hace algunos años fui entrenadora de selecciones juveniles en Venezuela, Alemania y Canadá, lo cual me permitió aprender mucho sobre entrenamiento, por ello, a partir de ese momento decidí ser mi propia entrenadora. Sin embargo, el año pasado quería probar nuevos métodos que me ayudasen a superar mis debilidades por lo que acudí a mi amigo venezolano Jesús Lobo, de quien yo hace algunos años fui entrenadora. Él es ahora un excelente entrenador y juntos comenzamos la tarea de diseñar un plan de entrenamiento que me ayudase a mejorar. Jesús fue quien planificó mi entrenamiento base para mi proyecto y luego yo le añadí partes de mi conocimiento, sobre todo en lo que a la preparación física respecta.

Alejandra Contreras durante su escalada a “El Infierno de Dante” 5.13d. Sector de escalada Las Ánimas, El Salto, México. Foto: Sara Mcfadden

En todo este proceso descubrí que no me conocía tanto como escaladora como yo pensaba. Yo siempre he pen-


sado que no soy muy fuerte pero me di cuenta de que el problema no era la falta de fuerza sino saber aplicar eficientemente la fuerza que tengo. Así que decidí también acudir al entrenador venezolano Vicente Calles, quien se encuentra en Ecuador. Con él entrenaba una vez a la semana consciencia corporal y técnica. Decidí no escalar los sábados en roca para poder llevar a cabo estos entrenamientos pues estaba consciente de lo importante que era para mí contar con todo el conocimiento de Vicente y estoy segura de que esos entrenamientos fueron determinantes en el progreso que tuve el año pasado en mi escalada.

Ruta “Ayotzinapa! 5.13b, sector La Boca, El Salto. Foto: Mateo Nuñez.

En general el 2018 fue un año de mucho entrenamiento y poca roca, pero yo tenía una meta y estaba trabajando en pro de ella y cuando estás enfocado en lograr algo, el esfuerzo no se considera sacrificio, sino una parte muy normal del proceso pues para lograr grandes resultados se requiere de grandes esfuerzos. Ruta “Hijo de Puta” 5.12c, sector La Boca, El Salto. Foto: Mateo Nuñez.

Fue una satisfacción increíble llegar a México y ver cómo cada proyecto que me ponía salía después de pocos pegues, uno tras otro. Comencé con 5.13a para “aclimatarme” pero rápidamente pude explorar grados más altos. Mi plan era estar dos meses en México para tener el tiempo suficiente de buscar un 5.13c de mi estilo y poder trabajarlo, sin embargo sorpresivamente, con tan sólo tres semanas en México, después de sólo 8 intentos pude lograr la ruta El Infierno de Dante 5.13d, que

Ruta “Tú Fanático” 5.13ª, sector La Cueva de la Cumbia. Foto: Serra Barron.

ESCALADA

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ESCALADA

Alita tuvo una fuerte rutia de entrenamiento en muro y resina para alcanzar su objetivo en la roca. Aquí escalando en el muro de Monodedo Quito. Foto: Alkhemist Creative Studio.

era un grado que ni siquiera estaba en mis planes y mucho menos lograr un 5.13d antes que un 5.13c. Dante es una ruta de fuerza resistencia, que te puede tumbar en muchos pasos, lo cual me generaba muchísima ansiedad, pero después de lograrla, la satisfacción fue tan grande y la confianza aumentó tanto que pude encadenar rápidamente dos rutas de grado 5.13c (Abducción Anunnaki y Sound of the Second Season) e incluso

llevarme la sorpresa de escalar mi primer 5.13a a vista. Queda aún mucho por mejorar, pero ahora más que nunca estoy convencida de que la constancia, la dedicación y el amor por lo que uno hace son la clave para lograr lo que uno quiere, sea lo que sea. Yo soy una persona afortunada pues he encontrado en el camino gente que me apoya, lo cual también me da fuerza para continuar. Así que agradezco a quienes creyeron en mí y en este proyecto:

Dafrud, Zona de Bloque, Taniamujeres, Joker Holds, So iLL y Energy Nutrición deportiva, ellos fueron claves en la consecución de esta meta. Se vienen ahora nuevos proyectos deportivos personales - individuales, pero también proyectos de carácter social, porque más allá de mis logros deportivos quiero ser embajadora de este hermoso deporte y ayudarlo a crecer en mis dos amadas patrias Colombia y Venezuela. POR: ALEJANDRA “ALITA” CONTRERAS


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