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EL TELÉFONO DE LA ABUELA RUFINA
INGRID AMAYA, ANY VIANEY, ANY JAQUELINE; PEQUEÑAS LECTORAS DE LA SALA DE LECTURA EUREKA ZUMPANGO, ESTADO DE MÉXICO
Todo empezó cuándo lo compraron en el aparador de las tiendas de teléfonos, ese día la señora Rufina estaba muy emocionada con su nuevo teléfono celular; al siguiente día se lo pidió prestado su nieta Mayita y ¡ZAZ! Lo tiró en un descuido y se rompió, el teléfono lloró y lloró pues le dolían las grietas en la pantalla, además le afeaban.
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La niña se sentía triste y apenada por el accidente. No te preocupes, el teléfono funciona perfectamente.
Entonces se le ocurrió una idea a Vianey la prima de Mayita: hagamos un vestido como el de mis muñecas para vestir al celular. Yo corto la tela dijo Jaqueline su gemela de Vianey, y manos a la obra en su máquina de coser que le trajeron los Santos Reyes, hizo una bolsita con faldita para el celular. Así la abuela Rufina y las tres chiquillas cuidaron muy bien a Deysi (el celular) y cada vez que alguien les llamaba con cautela lo sacaban de la bolsita en forma de muñeca de trapo.
Todo marchaba bien hasta que Deysi dejo de llamar.
El doctor de teléfonos lo fue a ver por qué un buen día amaneció apagado totalmente, nos dijo el doctor que ya no viviría porque su fabricante le programó su vida hasta septiembre de 2023.
Así fue como el teléfono murió en la tristeza.