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Máskara: Año 3, Número 14, Septiembre 2022

Oscar Heeren Massa y la Quinta Heeren

Jesús Vidaurre Castillo

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Médico Anestesiólogo

Corría julio del año de 1872 y el Perú se vio envuelto en un problema diplomático muy serio. Un barco peruano, el “María Luz” trasladaba hacia el Perú a 225 trabajadores chinos (“coolies”), cuyo destino eran las haciendas costeñas, donde en realidad eran tratados como esclavos. Este barco, por desperfectos mecánicos atracó en el puerto japones de Yokohama y allí uno de estos ciudadanos chinos se escapó e hizo la denuncia ante las autoridades japonesas de los abusos y maltratos que recibían por parte de los peruanos. El barco fue retenido, los trabajadores chinos liberados por orden de un juez nipón y se estableció una disputa legal entre el Imperio Japones y el Perú. (1)

Vista parcial de la Quinta Heeren

El Perú envió una misión diplomática a cargo del marino Aurelio García y García a fin de resolver el problema; este incidente fué resuelto y concluyó al año siguiente con el establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Perú con China y Japón, además de la firma de los Tratados de Amistad, Comercio y Navegación con ambas naciones.

El éxito de estas negociaciones contó con el decidido apoyo de un ciudadano alemán establecido en Japón, cuya madre era española, Oscar Augusto Heeren Massa. En recompensa a sus servicios, el gobierno peruano lo nombró Cónsul Honorario del Perú en Japón y lo invitó a hacer una visita al país con la finalidad de explorar las posibilidades de hacer negocios.

Fue así que este ciudadano alemán llegó al Perú en 1874, acompañado de un grupo de ingenieros y empresarios japoneses, hizo un viaje de prospección hacia Cerro de Pasco fundando unos años más tarde la “Japan– Perú Mining Company” con el fin de explotar minas de plata haciéndolo en sociedad con el financista Korekiyo Takahashi quien más tarde sería primer ministro de Japón. También hicieron una visita a Chanchamayo, donde Heeren compró una hacienda. (2)

Establecido ya en el Perú, se casó con la señora Carmen Barreda y Osma cuya hermana estaba casada con Manuel Pardo y Lavalle, primer presidente civil del Perú. Una de las hijas de Heeren, Carmen, se casó con su primo José Pardo y Barreda, quien ocuparía la presidencia del Perú en dos oportunidades. De esta manera quedó emparentada la familia Pardo Heeren.

Ubicada en el Jr. Junín N° 1201, la Quinta Heeren es un hermoso condominio de 6 residencias que nos transportan a un paisaje europeo y en el que parece que el tiempo se hubiese detenido.

El arquitecto Hernán Velarde decía de ella “Parece no haber en Sud América un pequeño conjunto urbano de mayor pureza y evocación poética de los fines del siglo XIX ...su excepcional aislamiento es un sombreado remanso de la vieja Lima, se ha conservado intacto como un pequeño barrio de los tiempos victorianos… La arquitectura es de un neoclasicismo muy fino con paños lisos y claros.” (3)

Fue diseñada y construida por el ingeniero Oscar Heeren; este inicia su proyecto a partir de la propiedad de su esposa Carmen, comprando los terrenos adyacentes que pertenecían a los conventos Del Prado, Del Carmen y Mercedarias y un gran terreno cuyo dueño era un italiano llamado Pietro De Negri, llamado “el jardín de los remedios”. Sobre este último se cree que allí los naturales del lugar, en la época prehispánica, sembraban plantas de propiedades medicinales al considerarlo un lugar sagrado por estar rodeado de varios adoratorios. La propiedad al final llegó a tener una extensión de 40,000 m2.

Su construcción se inició en 1880, concluida en varias etapas hacia 1940, comprendía varias residencias de estilo Austro-Húngaro con una gran plazuela central con jarrones y esculturas que evocaban las cuatro estaciones del año. Admirador de la cultura japonesa, contrató al jardinero nipón Tatsuguro Matsumoto quien diseñó y construyó un jardín japonés realizando el embellecimiento de los jardines de la Quinta. Este jardinero, unos años más tarde, desarrollaría una exitosa carrera en la ciudad de México.

Tsubaki o Rosa del Japón, en una de las rejas de la residencia en la que habitó Seiguma isutani. Un vestigio de la presencia japonesa en la Quinta Heeren.

La Quinta fue ocupada inicialmente por la familia Heeren y algunas familias adineradas, pero al iniciar el siglo XX se instalaron allí las embajadas de Estados Unidos, Bélgica, Alemania, Francia y años después la del Japón. Por aquella época se construyó una cancha de tenis y una de Polo, siendo las primeras en el Perú.

Cuando las embajadas fueron trasladándose a otros lugares, la Quinta comenzó a ser residencia de importantes comerciantes, sobre todo japoneses. Destacaba entre ellos Seiguma Kitsutani, quien fuera el principal promotor para que la colonia japonesa done el monumento a Manco Cápac con ocasión del Centenario de la Independencia. Este personaje fue actor de un hecho de sangre en una de las residencias; al ver que uno de sus negocios en el cual había comprometido el dinero de muchas personas había fracasado y tratando de salvar su honor, se suicidó mediante un ritual japones llamado el Sepukko.

Con el correr de los años y coincidiendo con el desplazamiento de las familias adineradas a otros lugares de Lima, la Quinta fue ocupada por familias de clase media, primero y, finalmente por la clase popular, llegando en algún momento a tugurizarse.

La belleza de la Quinta fue fuente de inspiración para varios artistas, entre ellos Teófilo Castillo destacado pintor que residió allí un tiempo y donde instaló una academia de pintura al aire libre. Allí comenzó a gestarse con el Sr. Carlos Einfeldt la Sociedad Filarmónica de Lima. Otro pintor que era asiduo visitante fue Víctor Humareda, justamente, su última obra antes de morir fue “La Quinta Heeren”, que la realizó por encargo del Banco Central de Reserva y en cuyo museo se le puede apreciar.

“La Quinta Heeren de noche”. Óleo de Víctor Humareda.

Otro pintor que era asiduo visitante fue Víctor Humareda, justamente, su última obra antes de morir fue “La Quinta Heeren”, que la realizó por encargo del Banco Central de Reserva y en cuyo museo se le puede apreciar.

Oscar Heeren falleció en 1909 y la propiedad de la Quinta continuó en manos de la familia Pardo hasta la actualidad.

Desde el año 2006, la Quinta está desocupada. Por su valor artístico y monumental fue declarada Monumento Nacional y Patrimonio en riesgo por la UNESCO.

Pasaje de entrada a la Quinta, al fondo el Jr. Junín.

Actualmente luce en sus interiores un gran deterioro producto del uso y el tiempo. Solo algunos grupos de voluntarios apoyados por los dueños hacen campañas de limpieza y mantenimiento de los exteriores, además de grupos interesados en dar a conocer la historia de la Quinta organizan recorridos culturales los fines de semana.

Y allí está la Quinta Heeren, con su belleza y decadencia, esperando que en algún momento se ejecute algún plan de recuperación y puesta en valor de un patrimonio tan valioso que podría estar al servicio de la comunidad. Un espacio que no debe perderse y que es ejemplo de la gran diversidad de la ciudad de Lima. (7)

La belleza de la Quinta fue fuente de inspiración para varios artistas, entre ellos Teófilo Castillo destacado pintor que residió allí un tiempo y donde instaló una academia de pintura al aire libre.

Allí comenzó a gestarse con el Sr. Carlos Einfeldt la Sociedad Filarmónica de Lima

Las fotos son propiedad del autor y fueron tomadas con una cámara compacta Sony Cybershot DSC-WX350, algunas con retoque digital empleando Adobe Photoshop 2022 y LIghtroom Classic.

Referencias

1. Perú contra el Imperio del Sol Naciente, Angel Horna Chicchon. Revista Política Internacional, 2009.

2. Pasado y presente de la inmigración japonesa en el Perú. Isabelle Lausent-Herrera. Instituto de Estudios Peruanos. 1991.

3. Itinerarios de Lima. Héctor Velarde. Asociación Cultural Jueves. 1971.

4. Sucedió en el Perú (TV Perú) - La Quinta Heeren - 22/10/2018 - YouTube

5. Quinta Heeren | Blog de Marco Gamarra Galindo (pucp.edu.pe)

6. Lima la Única: La Camelia y la Quinta Heeren (limalaunica.pe)

7. Renovación urbana y espacio público en la Quinta Heeren, distrito del Cercado de Lima. Laura Manzano Espejo. Rev.de Arquitec. UNIFE.

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