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HACIA UNA AGENDA DE SEGURIDAD HÍDRICA
La Seguridad H Drica
es la capacidad que tiene el Estado y la sociedad para proteger el acceso sostenible al agua con el fin de preservar los medios de vida, el bienestar y el desarrollo socioeconómico. En ese sentido, la seguridad hídrica se sostiene sobre cuatro pilares: garantizar a la población el acceso al agua en condiciones adecuadas de cantidad y calidad; contar con la disponibilidad física para asegurar un desarrollo productivo y sostenible; conservar y proteger los cuerpos de agua de la contaminación, y reducir los riesgos asociados con la falta o exceso de agua. Teniendo en cuenta estos pilares sobre los que se asienta la seguridad hídrica, América Latina y el Caribe deben resolver una serie de problemas que son clave para su desarrollo: el nivel de pobreza que todavía existe, la brecha de infraestructura, la baja productividad, y por último, el bajo acceso a servicios de agua y saneamiento en las áreas periurbanas y rurales.
Al respecto, múltiples instituciones y expertos del sector estiman que, al ritmo actual, la mayoría de los países de América Latina y el Caribe no podrán alcanzar las metas del ODS 6 en el 2030.
Del lado de la demanda, el consumo de agua de las familias representa entre el 11 % y el 15 % de la demanda total de agua fresca. Los mayores consumos de agua se hacen a través de la actividad agrícola y ganadera, cercana al 70 %, y el restante 15 % - 19 % corresponde a usos industriales.
Desde la oferta del recurso, América Latina y el Caribe representan el 15 % de la superficie terrestre del mundo y poseen cerca del 30 % de los recursos hídricos. La disponibilidad volumétrica total per cápita no debería ser un problema, sin embargo, un análisis más específico permite reconocer que la distribución de esa dotación no es uniforme a lo largo de la región y, a su vez, dentro de cada país existen fuertes disparidades. A la distribución asimétrica de los re- cursos hídricos, se agregan dos problemas: el cambio climático (EM-DAT, 2021) y la calidad del agua disponible (IANAS-IAP, 2019, 2021). De ello surgen preguntas: ¿cómo se pueden obtener más recursos para el sector del agua?, y, ¿cuáles deberían ser las mejoras legales, institucionales y de gestión necesarias para que las fuentes de esos recursos tengan los incentivos adecuados para la toma de decisiones de financiamiento?
Con alrededor de un tercio de los recursos hídricos del mundo, América Latina tiene la mayor dotación de agua per cápita, que casi cuadruplica el promedio mundial. No obstante, 150 millones de personas, o alrededor de la cuarta parte de la población en América Latina y el Caribe, viven en zonas donde el agua es escasa, y más de 400 millones carecen de servicios de saneamiento seguros.
Cuestiones que probablemente puedan ser respondidas en la conferencia mundial de agua organizada por la ONU este 2023.
El consumo de agua actual es 6.5 veces superior al que había a principios del siglo XX y se prevé que continuará subiendo de manera significativa.