Considerado y respetado por todos los sectores de la sociedad dominicana por ser el mediador por excelencia en las crisis del poder y el mando, hombre de fe y vocación de servicio a la comunidad, y un sólido puntal en la enseñanza superior; quien a lo largo de su vida y de su ministerio ha hecho gala de temple y sabiduría permanentemente, razón por la que, con suma justicia fue objeto del reconocimiento al mérito en una ceremonia en la que lo nombraron
“Hijo amado de nuestro pueblo”
Por Miguel Vega
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COVER STORY | Monseñor Agripino Nuñez Collado
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icen que cada pueblo ostenta los líderes que se merece, y en la realidad dominicana brillan grandes hombres que, como el monseñor Agripino Núñez Collado, son dignos representantes de esta tierra. El monseñor Agripino es uno de aquellos dominicanos que ha consagrado su vida al servicio de la Iglesia Católica, la educación, el fortalecimiento de la democracia y, en general al mejoramiento permanente de la sociedad. Es rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) desde 1970, institución a la que se integró en 1963 como Vicerrector, y quien recientemente ha sido merecedor del justificado reconocimiento por sus acciones y por haber asumido con responsabilidad un rol protagónico en la vida pública del país, lo que le ha granjeado el respeto y la confianza que diferentes sectores sociales, tanto públicos como privados, han depositado en su persona con la plena voluntad y el respaldo en la toma de decisiones a favor de correcto devenir nacional. Licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y en Teología y Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de Salamanca. Obtuvo grado de Maestría en Administración de la Universidad de Puerto Rico, este intelectual ha abierto un camino amplio en el mundo académico para millares de profesionales y educandos que persiguen la excelencia. Uno de los roles que le ha tocado jugar ha sido el emprendido en el mundo académico como fundador, Vicerrector y Rector, de la PUCMM desde allí ha impulsado y concretado la realización de sus más altos principios filosóficos y educacionales, así ha logrado llevar al más alto estándar y a una calificación meritoria a dicha institución de educación superior en el concierto de las academias nacionales.
Monseñor Agripino Núñez Collado ha logrado justificada trascendencia con sus atinadas intervenciones en situaciones de tensión social en las que ha aportado decididamente a la resolución de graves conflictos.
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Pero además, su rol social ha logrado justificada trascendencia con sus atinadas intervenciones en situaciones de tensión social en las que ha aportado decididamente a la resolución de graves conflictos y de esta manera ha sido una ficha clave a la hora de evitar situaciones incontrolables en las que la tensión social bullía y no aseguraba resultados satisfactorios. Núñez Collado se ha constituido en el conciliador por excelencia entre sectores políticos, el gobierno, la empresa privada, los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil. En múltiples ocasiones ha sido el conciliador que ha pavimentado los caminos del sano entendimientos y ha logrado articular acuerdos para favorecer importantes reformas que se han traducido en el fortalecimiento de la institucionalidad democrática dominicana. Su capacidad de liderazgo y convocatoria para la búsqueda de consenso ha permeado todas las esferas de la vida pública de manera, correspondiéndole de esta manera ser el promotor de una auténtica cultura del diálogo y concertación nacional. Es ampliamente respetado como uno de los más grandes educadores, humanistas, promotores de la inclusión social tanto en República Dominicana como fuera de sus fronteras en América Latina. La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra bajo el liderazgo visionario del monseñor Núñez Collado, ha sido el anclaje fundamental para que en las últimas décadas sea el factor clave por medio del que se maximice el impulso y favorezca la sostenibilidad del proceso de crecimiento y desarrollo de la nación dominicana, además de esto, su trabajo ha incluido el establecimiento de varios centros de
investigación social y de apoyo al desarrollo en áreas como medio ambiente y uso racional de los recursos naturales, salud, mejoramiento de la educación básica y media, prevención en el consumo de drogas, estudios políticos y sociales, programas de apoyo a iniciativas democráticas y una amplia gama de acciones vinculadas directamente al mejoramiento de la calidad de vida y del desempeño social del país. Una de sus labores que superan el ministerio sacerdotal de su iglesia es que fue el pionero en abrir un espacio de participación a las iglesias evangélicas entre los miembros de la sociedad civil, lo que le granjeó gran admiración por su labor. Humilde, libre de vanidades, soberbia y poses, es un hombre sencillo, servicial, inteligente y responsable, que no descuida la amabilidad en el trato igualitario a todo ser humano. Su temperamento es enérgico cuando asume con responsabilidad las innumerables mediaciones para las que es convocado. A la par que no descuida sus labores como sacerdote, guía espiritual y educador. Al hacer algo de historia, es bueno conocer los orígenes de este gran roble, referente incuestionable en la vida nacional para la ciudadanía dominicana. Agripino Núñez Collado nació el 9 de noviembre de 1933 en la Galeta, Santiago de los Caballeros, es el mayor de los diez hijos del matrimonio entre don Efraín Núñez y doña Ozema Collado. “Provengo de una familia muy católica, pese a que en la Galeta no había templo. Íbamos a misa todos los domingos y los viernes primeros de cada mes, a la Parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes en Jánico, distante unos diez kilómetros, cuyo párroco era el Padre Victorino, de los Misioneros Canadienses del Sagrado Corazón. Aprendí a admirar el trabajo de los misioneros pero nunca pensé que podría algún día ser sacerdote” Pero la vida da vueltas y por el azar del destino sus pasos lo llevaron a consagrar su vida al sagrado oficio de pastor de la Iglesia de Cristo, gracias a lo que en junio de 1963, Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito decide nombrarlo Vicerrector de la Universidad Católica Madre y Maestra. El monseñor Núñez Collado, como hombre que promueve los valores más profundos y firmes del ser humano, es un entusiasta que cree que la voluntad y determinación son escaleras para el cambio en el ser humano, así manifiesta que: “Para tener éxito es indispensable asumir un compromiso irrenunciable, mucha perseverancia y fe para no rendirse. El cristiano exitoso debe tener plena confianza de que nunca está solo, por eso, tengo la costumbre de decir a los jóvenes:
Historia de sus mediaciones
1985 Contribuye al inicio del Diálogo Tripartito en el mes de marzo entre empresarios, sindicatos y gobierno. 1986 Participó por la Iglesia junto a una comisión de notables designada por el presidente Salvador Jorge Blanco, para asesorar a la Junta Central Electoral en la organización de los comicios de ese año. 1988 Primer acuerdo del Diálogo Tripartito que logró extender la seguridad social a las familias de los trabajadores; revisión de la Ley 5911 del Impuesto sobre la Renta y el aumento a los salarios. 1990 Coordinó el diálgo entre el gobierno y el sector privado, para superar la crisis cuando en el país había desabastecimiento de productos de primera necesidad y de combustibles. Logró consensos importantes entre los tres sectores que firmaron el Pacto de Solidaridad Económica: gobierno, empresarios y dirigentes sindicales. 1991-1992 En el Diálogo Tripartito se logró el consenso de los 736 artículos del Código de Trabajo, promulgado por el presidente Balaguer en junio de 1992. 1994 Firma del Acuerdo de los Partidos Políticos “Por una campaña electoral en un clima de paz”; además del Pacto por la Democracia, para superar la crisis post-electoral. Coordina una comisión integrada por dirigentes políticos, senadores y empresarios, para la integración de la Junta Central Electoral que debía estar consensuada antes del 30 de octubre, de conformidad con el Pacto por la Democracia. Luego de varios encuentros le correspondió la tarea de convencer al doctor César Estrella Sahdalá para que acepte la Presidencia de la Junta Central Electoral. 1996 Pacto por el Respeto a la Constitución y por la Gobernabilidad, firmado por los principales partidos, por los dirigentes empresariales, sindicales y otras organizaciones de la sociedad civil y representantes de las iglesias evangélicas. 2001 Es designado por el Presidente de la República, Hipólito Mejía, para coordinar los trabajos del Consejo Nacional de Desarrollo, como Coordinador de la Comisión para la Reforma de la Constitución. 2004 Su postura es determinante al pronunciarse en favor de la democracia y anunciar al triunfador de las elecciones presidenciales que llevarían por segunda vez al Palacio a Leonel Fernández
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COVER STORY | Monseñor Agripino Nuñez Collado ‘Yo elegí confiar a Dios lo que es imposible para mí’. Recuerda que Dios nos ha dado talentos y espera con paciencia y amor que reconozcamos humildemente que hemos llegado a nuestros límites. Me identifico con una frase de la madre Teresa: ‘A veces siento que lo que hago es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota’.” Al rector de la PUCMM le ha correspondido además promover, como representante de la Iglesia Católica, una auténtica cultura del diálogo para la concertación nacional, así impulsó y dirigió desde 1985 el Diálogo Tripartito que hizo posible la promulgación del nuevo Código de Trabajo, en 1992 y que puso fin a una situación de conflictos permanentes entre trabajadores y empleadores. En múltiples ocasiones, ha sido requerido para propiciar entendimientos y articular acuerdos encaminados a lograr importantes reformas institucionales. Su capacidad de convocatoria para la búsqueda de consenso ha permeado a los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones empresariales, las organizaciones de base comunitarias y las agencias internacionales. Algunas muestras de la eficacia de la labor de monseñor Núñez Collado, para superar situaciones de confrontación han sido, entre otros, el Pacto de Solidaridad Económica de 1990, el Acuerdo de la Comisión de Educación que puso fin a una huelga de maestros y representó importantes conquistas para el Magisterio en 1991, la Agenda Nacional concertada entre la sociedad civil y los partidos políticos en 1993, el Acuerdo por una Campaña Electoral en un Clima de Paz, el Pacto de Civilidad y el Pacto por la Democracia en 1994, que posibilitó la superación de una crisis política que mantenía al país al borde de la ingobernabilidad y de caer en un vacío institucional. Otros logros de la concertación social fomentados por el ilustre santiaguero son las reformas al sistema electoral y los códigos arancelarios y tributarios, ambos en 1992; y el acuerdo entre los partidos políticos mayoritarios para superar una crisis política al rededor de la Junta Central Electoral en marzo de 1999. A inicios del 2001 fue designado por el Presidente de la República para coordinar e iniciar los trabajos del Consejo Nacional de Desarrollo. Entre lo más destacado fue su participación como Coordinador de la Comisión para la Reforma de la Constitución nombrada por el Ejecutivo de la nación, mediante el decreto No. 410 del 21 de marzo de 2001, integrada por representantes de los partidos políticos y de la sociedad civil.
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Núñez Collado es el conciliador por excelencia entre sectores políticos, el gobierno, la empresa privada, los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil Tres momentos traumáticos de la historia política reciente en los que su sobresaliente faceta de mediador brindó luces y propició la solución de conflictos, propiciando un clima de consenso son las elecciones de 1986, tras las de Jacobo Majluta reclamaba el triunfo sobre el Partido Reformista. Las de 1994, amenazadas por el anuncio de una posible guerra civil, con el Partido Revolucionario Dominicano y el PRSC acusándose mutuamente de fraude, y las de 2004 cuando desde las seis de la tarde del 16 de mayo, César Pina Toribio, del Partido de la Liberación Dominicana, le llamaba angustiado para informarle de la presencia de civiles armados, los ciudadanos detenidos, las urnas secuestradas, en unas elecciones que avivaban la rivalidad entre los seguidores de los candidatos Hipólito Mejía y Leonel Fernández. Afortunadamente, para todos, gracias a su sabia guía se encontró una salida airosas que, a juicio de muchos analistas, salvó al país de una catástrofe. Monseñor Núñez Collado es miembro activo de la Comisión de Educación para el Desarme, la Resolución de Conflicto y la Paz, de la Asociación Internacional de Presidentes Universitarios, y del Consejo Asesor Internacional de “Latinobarómetro”, organización que agrupa expertos de América Latina sobre opinión pública, ciencia política y otras disciplinas, que se reúnen anualmente en la CEPAL. La Fundación Internacional para Sistemas Electorales –IFES- con sede en Washington, otorgó al monseñor Agripino premio Charles T. Manatt a la Democracia “por su esfuerzo, dedicación y logros en la construcción de una sólida democracia en la República Dominicana”. El último reconocimiento del que sería objeto el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, se motivó por su trayectoria de cincuenta años, como mediador y propiciador de diálogos en tiempos de conflictos en República Dominicana, el acto que tuvo el lema “Hijo amado de nuestro pueblo”, en el que personalidades notables de la vida nacional elogiaron el protagonismo histórico del sacerdote y académico, y su impronta en episodios trascendentales, en este punto se puede afirmar con toda firmeza que, “Honor, a quien honor merece”.