Educación y las políticas públicas

Es urgente educar en prevención; en represión es fácil, pero socialmente menos efectivo a corto, mediano y largo plazo.

Hay varios conceptos que quiero resaltar en este artículo, la realidad colombiana, la Educación y el desarrollo de Políticas Públicas con responsabilidad social.

La realidad del país nos muestra un panorama de oportunidad para seguir trabajando en proyectos que apoyen el Desarrollo de Políticas Públicas integrales, con Responsabilidad Social y participación ciudadana, en programas efectivos y con resultados medibles a corto y mediano plazo.

En Colombia, es necesario profundizar en las verdaderas causas del comportamiento actual, revisando raíces culturales, nuestro carácter, nuestra personalidad, y nuestros ancestros, características que deben ser evaluadas y analizadas para dar soluciones íntegras. Es posible fortalecer el carácter, la identidad, la autenticidad y el sentido de pertenencia a través de la verdadera educación, con una nueva escuela de formación. La actual no ha funcionado lo suficiente para responder exhaustivamente en las necesidades de nuestra sociedad. La realidad nuestra no es casual, es causal

Fenómenos como: La pobreza, la guerrilla, los paramilitares, la corrupción en todas sus manifestaciones, la ineficiencia en la prestación de servicios públicos y privados, la inseguridad, el caos en movilidad, la violencia intrafamiliar y social, se originan en la brecha que existe entre la teoría académica y la realidad.

Sobre ese diagnóstico-realidad, se debe construir lo social en primera instancia desde lo naturalmente humano y preventivo. Cimentar un país para la paz requiere un análisis profundo desde la educación y

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la cultura que tenemos y la que anhelamos. El ser humano funciona de manera integral cuando su formación para el desarrollo involucra mente y cuerpo.

¿Por qué un país con doctores, especialistas, profesionales, técnicos tecnólogos en todas las áreas, y bachilleres no ha logrado construir una sociedad diferente a la actual?

La educación formal no se puede quedar solo en el análisis del cociente intelectual, la formación también se debe orientar para fortalecer valores, actitudes, comportamientos, emociones tanto en el hacer, como en el ser, a nivel personal, familiar, profesional, laboral, social.

El Estado de Derecho en el marco de ejecución de políticas públicas a todo nivel, debe construir una formación humanista integral, que permita desarrollar una personalidad con actitudes pertinentes en ética y valores que sustenten principios vitales para la sociedad, que su comportamiento construya comunidad. Una Política de Educación preventiva y sanadora, que fortalezca las instituciones mediante la implementación de un sistema de formación holístico. Esto, entregará herramientas efectivas para la construcción de una comunidad sana, respetuosa de los Derechos Humanos, proactiva, generosa, comprometida, conciliadora y compasiva.

La educación está debiendo en muchos casos, escolares y bachilleres con herramientas para la vida, que puedan gestionar desde sus capacidades intelectuales y emocionales soluciones a los problemas cotidianos del ser en sus relaciones consigo mismo, su entorno familiar, escolar y social.

Igualmente la educación nos está debiendo en muchos casos, profesionales y dirigentes competentes, con visión de futuro, sensibilidad social, sentido de pertenencia, equilibrados en el manejo de emociones, dispuestos a gestionar, gerenciar, desarrollar y administrar entidades públicas modernas, eficientes, con dignidad, con respeto a lo que significan los De - rechos Humanos, con principios, ética de lo público, transparencia, objetividad, gestión y liderazgo, comunicación asertiva, inteligencia emocional, trabajo en equipo, autoridad moral, construcción de conocimiento, con la responsabilidad de administrar, ejecutar y entregar al país entidades públicas y privadas competitivas, con cultura organizacional, ordenadas, con rumbo definido, reconociendo las razones de interés en la ejecución de políticas públicas y Responsabilidad Social de lo público y lo privado. Con la seguridad y compromiso de rendir cuentas claras de un servicio requerido por la ciudadanía de un país.

Pol Ticas P Blicas

Los que ostentan el poder entregado por Dios y el pueblo a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial para ejecutar un servicio público o privado, tienen, más que derechos, la responsabilidad, el deber y la obligación de prestar el servicio integral con resultados. Claro, la preparación intelectual es vital, la gran mayoría de dirigentes tienen mínimo un grado universitario. Sin embargo, lo que yo percibí durante 30 años de vida profesional y que seguimos viendo, es que la educación le quedó debiendo a la sociedad, al país, una formación y una práctica profunda en valores como: El compromiso, la autonomía, la identidad, el sentido de pertenencia, la autoestima, el carácter para afrontar sus debilidades y fortalezas, la bondad, la empatía, la autoconfianza, la responsabilidad, herramientas para trabajar en equipo, con liderazgo, en comunicación asertiva, inteligencia emocional, habilidades y competencias que hoy llaman blandas, pero que hace cientos de años se llamaban virtudes, deberes y compromiso con la vida y para la vida.

Seguiremos trabajando en la transformación de paradigmas de la educación y la formación, y en la aplicación de verdaderas políticas públicas con responsabilidad social.