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Relaciones Públicas: más que un tema de imagen

Esta disciplina, no es el boom del momento ni un tema de moda. Líderes babilónicos, egipcios y persas utilizaron las RR.PP para promover su derecho divino a liderar; y filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles crearon las primeras teorías de la retórica y la persuasión.

Erradamente se tenía el concepto de que en relaciones públicas el tema no era ser, sino parecer; y que, de acuerdo a la asistencia en actividades sociales para hablar entre cocteles y pasabocas de una empresa, eran los resultados de producción o venta de una marca. Aún hay empresarios que ven las RR.PP como un conjunto de labores superficiales que no le aportan a la compañía.

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Es necesario resaltar que las relaciones públicas no venden, ni generan directamente beneficios económicos. Su propósito es crear, reafirmar o ampliar la credibilidad de la empresa con sus públicos.

Las relaciones públicas tienen otros campos de acción como:

• Asesorar y estudiar la reacción de las audiencias ante decisiones internas, ejemplo: Alianzas estratégicas; reducción de personal; expansión de departamentos, sedes o puntos; rumores infundados, etc.

• Idear estrategias de comunicación y planes de relaciones corporativas.

• Implementar tácticas para la resolución de problemas en forma preventiva y/o correctiva ante la resolución de problemas en diversas instancias que alteren negativamente la imagen interna o externa.

No corresponde a un departamento aislado; de hecho, todos los involucrados en una compañía la desarrollan, desde la persona encargada de la portería, pasando por recepcionistas, secretarias, asistentes, vendedores, jefes, directivos hasta el gerente general y propietarios. Todos son parte de este departamento o dependencia para que no sea una actitud de cliché, utilizada para la buena imagen, sino formadores de un posicionamiento serio, atractivo, ejemplar e influyente.

La correcta implementación y puesta en marcha de las relaciones públicas internas fortalece el buen ambiente laboral, ayuda a la integración y sociabilización de sus miembros, y a la fidelidad de los colaboradores. De esta manera, el resultado se verá reflejado en el público externo para forjar los lazos ya descritos anteriormente.

Es por esta razón, que este ejercicio profesional de las relaciones públicas, beneficia directamente tanto al empresario como al cliente final, ya que es el cliente quién se mantendrá y se identificará con una marca, y el empresario potenciará su negocio con la fidelización de los que adquieren el producto o servicio.

Cuando Jack Welsh era CEO de General Electric decía: "Ejecución… el truco está en la ejecución".

Pero de poco o nada sirven la planeación, la estrategia o las ideas más innovadoras, si al momento de ejecutar se llega es a improvisar.

En relaciones públicas se necesita de estrategia y conocer el entorno en el cual se mueve la organización. Una estrategia que se lleve a cabo con disciplina y orden logrará sin duda alguna la realización plena de los objetivos propuestos.

Muchas agencias de comunicación se enfocan en el manejo de esta disciplina sin lograr las metas requeridas por el cliente, y es cuando se analiza el contexto de lo que sucedió, finalmente se entiende que, para lograr la eficiencia, hay que ir mucho más allá del evento o de los medios de comunicación. Para ello debemos entender que las acciones hacen parte de una real estrategia de comunicación, con un propósito definido hacia los diferentes públicos objetivos, para que el trabajo realizado logre el impacto deseado.

Es necesario saber que las relaciones públicas en el ámbito profesional de la comunicación no es una ciencia, ya que no cumple con las condiciones empíricas de contrastabilidad, falsabilidad y refutabilidad, como lo señala el libro "90 técnicas de relaciones públicas, manual de comunicación corporativa", pero sí hace uso de la ciencia, ya que se aplican métodos para formular la teoría y para resolver problemas al momento de la práctica.

Lo que sí hay es una voluntad constante de caracterizarse por sí misma y mantenerse al margen de otras disciplinas de la comunicación como la publicidad, el marketing, o la información periodística, aunque éstas tengan puntos en común.

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