Revista Nana #08 Enero-Febrero 2016 by Revista Nana

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Acompañamiento en el

parto

¿Quién? ¿Por qué?

Terapia

craneosacral y lactancia materna

Portabebés La importancia de la ergonomía para el porteador

Año 2  #8

enero / feb. 2016

05 09 12 14 16 18 22 25 30

Sumario

página

Acompañamiento de la mujer en el parto ¿Quién? ¿Por qué?

Masaje craneosacral y lactancia materna “Sacarse leche” Cómo extraer, conservar, descongelar y administrar la leche materna

Pedagogía consciente Programando la vida de nuestros hijos

Crianza Net Criando en la era de las Redes Sociales

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Piel tacto y contaco La importancia del masaje

Crianza y Psicomotricidad Aprender jugando

Porteo ergonómico Para el adulto porteador SEGUNDA PARTE

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Recomendaciones Sugerencias de lectura y App gratuitas

Editorial 2016. Nuevo año. Para estas fechas muchos de nosotros tenemos tendencia a fijarnos nuevas metas, proponernos cambios, entusiasmarnos a cumplir objetivos que venimos posponiendo año tras año. Cuando las hojas del calendario hayan pasado y nos sintamos abrumados por el imparable tiempo que “nos” corre, reflotemos esos buenos propósitos, recordemos esa sensación de euforia, de nueva oportunidad, busquemos en nuestra memoria la emoción que nos daba comenzar un nuevo cuaderno en nuestra época de colegiales. No permitamos que nos pesen. Reacomodemos nuestras prioridades para no frustrarnos. Que ese sea el verdadero propósito de este año.

Colaboran

Es una producción de

Este número de Nana viene cargadito de información para hacerte reflexionar sobre temas tan cotidianos que los pasamos por alto, pero fundamentales para llevar una vida sana, tú, tu hijo, la familia. Intenta mirar con ojos de niño, vive el momento y aprende cada día. ¡Feliz 2016 y feliz lectura!

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Parto

Acompañamiento de la mujer en el parto ¿Quien? ¿Por qué? Hoy en día a nadie se le ocurre cuestionar la gran importancia que tiene el acompañamiento continuo a la mujer durante el parto. Si nos remitimos a la evidencia científica, los estudios realizados en las últimas décadas son concluyentes, demostrando que “el apoyo continuo reduce levemente la duración del trabajo de parto, aumenta las probabilidades de parto vaginal espontáneo y reduce la necesidad de analgesia intraparto. Las mujeres que reciben apoyo continuo tienen menos probabilidades de manifestar insatisfacción con sus experiencias de parto” (1). Como en muchos otros temas relacionados con el parto, la crianza y la maternidad; la evidencia científica no hace sino corroborar lo que en nuestro interior ya sabemos, lo que se ha sabido siempre y se viene haciendo desde hace siglos. Y es que en un momento tan especial como es el parto, vamos a desear estar bien acompañadas emocionalmente, por las personas que nosotras elijamos y que esto, sin ninguna duda, nos beneficia. Pero pongámonos en antecedentes y hagamos un breve repaso histórico; ¿qué cambios ha habido en cuanto a la atención al parto, su vivencia y su acompañamiento a lo largo de último medio siglo? Si volvemos la vista atrás, nos daremos cuenta de que tradicionalmente, el parto ha sido visto, percibido y vivido como un proceso fisiológico del cuerpo de la mu-

jer, un acontecimiento de la vida familiar que sucedía en casa, en el propio entorno, acompañada de otras mujeres, familiares, amigas y/o pareja. A partir de la década de los 60, el parto se fue trasladando progresivamente a los hospitales. Y este hecho concreto, este cambio tan radical en lo que al parto se refiere, tiene repercusiones varias en cuanto al tema que nos ocupa, que es el papel del acompañante de la mujer de parto. Al trasladar el parto al hospital y dejar de producirse en el entorno cotidiano, deja de vivirse como un hecho fisiológico normal de la vida de la mujer (aunque, de hecho, siga siéndolo exactamente igual que lo era hace miles de años). Pero ¿qué relevancia puede tener esto en cuanto al acompañamiento en nuestros días? ¿Cómo afecta a quien acompaña el parto, y qué repercusiones puede tener en la sociedad en general? A mi modo de ver, quizá este hecho ha generado un miedo al proceso, un miedo que se encuentra subyacente, casi diría que en el inconsciente colectivo, que muchas veces crea ansiedad a aquellos que acompañan, aunque esto es una percepción general y no deseo generalizar. Miedo por temor a que algo se complique, miedo a que la salud de la madre o del bebé se vean alteradas, miedo al proceso en sí, al dolor... porque... claro, ¿por qué motivo habría que trasladarse a un hospital para parir, si no hubiera peligro?

(1) Hodnett ED, Gates S, Hofmeyr GJ, Sakala C. Apoyo continuo para las mujeres durante el parto (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.bibliotecacochrane.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2008 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.) Revista Nana •

Parto 6

Hay que tener en cuenta el contexto histórico en el que se produjo este cambio, y entenderemos por qué en ese momento se pudo producir una mejora de las estadísticas en cuanto a salud materna y neonatal. El seguimiento del embarazo no era tan exhaustivo como es ahora, y en ocasiones resultaba más difícil detectar posibles complicaciones, con lo cual el hecho de parir en el hospital podía servir para tratar situaciones de riesgo no detectadas con anterioridad durante la gestación. Sin embargo, actualmente ha habido cambios y el seguimiento del embarazo es mucho más completo que antaño. El tema ha sido estudiado y la evidencia científica vuelve a recomendar que las mujeres con embarazos normales y de bajo riesgo, den a luz en unidades de matronas o en su domicilio, acompañadas por matronas (Guía NICE, National Institute for Health and Care Excellence - Instituto Nacional por la Excelencia en la Salud y el Cuidado, vinculado al Sistema Público de Salud británico). Con esto no quiero decir que todas las mujeres deban parir en casa, ni que todas las mujeres deban hacerlo en el hospital, hay que tener en cuenta el contexto y el entorno en el que vivimos. En un embarazo normal y de bajo riesgo, cada mujer debe elegir parir donde se sienta más segura, y esta es, sea cual fuera, la elección perfecta.

• Revista Nana

Simplemente hago esta reflexión para explicar por qué el parto se vive y se percibe, hoy en día, de este modo en nuestra sociedad, de forma general; y para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos, y sobre todo, para dejar claro que, si la evidencia científica recomienda el parto en unidades de matronas, o en casa acompañado por matronas para las mujeres con embarazo normal y de bajo riesgo, es porque el parto, tal como repetimos hasta la saciedad, es un proceso fisiológico para el cual el cuerpo de la mujer se encuentra perfectamente preparado, y que en la mayoría de los casos sucede sin complicaciones. Entonces, ¿qué podríamos sacar en conclusión de esta reflexión? La idea clave que quiero extraer para el tema que nos ocupa es: necesitamos confianza. Confianza en el proceso, confianza en la capacidad de la mujer para parir, confianza en la capacidad del bebé para nacer. Hoy día, la mayoría de las embarazadas desean que sean sus parejas las que las acompañen, pero otras pueden preferir a su madre, alguna hermana o una amiga íntima. Es una elección muy personal y debe ser respetada. Sin embargo, quien sea que vaya a acompañar a la mujer durante el proceso, lo más importante que debe tener esta persona es esta confianza de la que hablamos. No una confianza superficial, un “sí pero no”, un “lo intento pero en el fondo no lo creo”. No. Tiene que sentir la certeza y el convencimiento de que la Naturaleza así lo ha diseñado, de que las mujeres llevan milenios pariendo y los bebés naciendo, y que si no, no estaríamos aquí. Es esa confianza profunda la que se debe cultivar. Puede que al principio cueste un poco, debido al contexto social y cultural predominante en la sociedad actual.

Otra cualidad que es sumamente importante que cultive alguien que va a acompañar un parto es la paciencia. La mayoría de los partos suelen transcurrir a lo largo de varias horas, aunque la duración total varíe mucho de una mujer a otra y dependa de diversos factores como, puede ser por ejemplo, haber tenido otro parto, etc. Generalmente, sobre todo si es el primero, será cuestión de unas cuantas horas entre la dilatación y el parto. Las contracciones uterinas o ráfagas, como las llama la comadrona Ina May Gaskin, necesitan, normalmente, mucho tiempo para ir modificando, lentamente, el cuello del útero. Y es durante ese tiempo en el que hay que poner en práctica la cualidad de la paciencia. Entender que el proceso es así, y aceptarlo. Desechar la actitud de “terminar pronto, rápido, cuanto antes”, “que sea una horita corta”- eso que tanto se repite, aun con la mejor de las intenciones, que genera un sentimiento de ansiedad. Hay que aceptar los tiempos de un parto y respe-

tarlos, entendiendo que son complemente normales y que varían mucho de una mujer a otra. Y para esto, sin duda, nos ayudará nuestra paciencia y nuestra capacidad de aceptación.

Parto

Por suerte, el embarazo dura 40 semanas aproximadamente, y durante ese periodo hay tiempo de informarse, de leer, de hablar y compartir con personas que puedan ayudarte a quitar esos miedos, a sacarlos a la luz para luego echarlos fuera. Porque durante un parto, el acompañante tiene que ser como una roca firme a la que sujetarse, un puerto seguro en una tormenta, un refugio, una guía. Y si la mujer de parto en algún momento tiene dudas de su capacidad, son las personas que acompañan quienes deben recordarle que puede, que es fuerte, y sostenerla emocionalmente en el proceso. Puede que la parturienta actúe de forma diferente de lo habitualmente, influida por el flujo hormonal, y que el acompañante se vea desconcertado por ello. Por eso es tan importante que quienes rodean al parto tengan absoluta confianza, permaneciendo como un cálido y sólido apoyo durante el proceso, con tranquilidad, serenidad y templanza, y no se dejen traspasar por los miedos.

También creo muy importante que la persona acompañante se limite a eso, a acompañar. Me explico: lo que debe hacer es “estar ahí”, que no es poco, acompañando emocionalmente, sin intentar dirigir la situación en manera alguna, y sin juzgar. Muchas veces, en diferentes situaciones, intentamos cambiar aquello que nos produce incomodidad, que no nos gusta o que no queremos enfrentar. En un parto, esta actitud no es recomendable, no es una ayuda. El proceso del parto es inevitable, hay que permitir que ocurra, sin luchar contra él. Para esto, nos servirá nuestra capacidad de aceptación. Aceptar lo que es, sin intentar cambiarlo. Y una mezcla de todas estas cualidades permitirán que podamos brindar un apoyo incondicional, y ser un pilar firme durante todo el proceso, la ayuda más importante que necesita una mujer que va a parir. Así que, si próximamente vas a tener el privilegio de acompañar a una mujer en el parto, te invito a que revises tus creencias, reflexiones acerca de lo que sientes en cuanto al proceso, y te trabajes para cultivar estas cualidades y poder ponerlas en práctica el gran día, ya que sin duda contribuirán en grandísima medida a que la experiencia sea maravillosa, disfrutada, mágica y muy emotiva. Y si eres mami que va a parir próximamente, ten en cuenta estas cualidades a la hora de elegir a tus acompañantes, y no dudes en ningún momento en hablar y pedir abiertamente lo que necesitas. ¡Feliz parto, feliz nacimiento!• Sara Barreto Ramos Matrona

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Salud

Los beneficios de la terapia craneosacral en la lactancia materna El bebé busca el pecho no solo para nutrirse sino también para sostener su dolor cuando hay tensiones ocasionadas por el parto. Cada vez que llega a consulta una mamá y le da el pecho al bebé durante la sesión, siempre suelo recomendar lo siguiente: toma aire profundamente y vacíate espirando con fuerza todo el dolor, la tensión y la frustración permitiendo que esa fuente que hay en ti se afloje, relajándose y fluyendo con la vida, para que a su vez esa vida que ha nacido a través de ti se pegue al pecho. Así, en cada inspiración y espiración, la vida fluye en un sentido y en otro, retroalimentándose mutuamente. Empezando por el final podemos entender el principio. Imagínense cualquier posibilidad de parto, ya sea uno largo y duro como uno demasiado rápido, instrumentalizado o completamente natural, cesárea programada o de urgencias. En todos hay una similitud y es que la protagonista es la mamá, un ser humano que se rompe en pedacitos tras el parto quedando todas sus piezas descolocadas, y que solo volverán a su sitio con el tiempo. Esta rotura en las entrañas de la mamá es necesaria para abrirse a la nueva vida que acaba de nacer. No solo llega un bebé, también una nueva madre acaba de nacer. Siento que es muy importante empezar por aquí por la sencilla razón que cuando se amamanta con pecho exclusivo no solo proveemos a nuestro cachorrito de un ali-

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mento físico sino también de uno emocional, y por experiencia en consulta, este último es el que más va a demandar el bebé para sostener su dolor cuando haya tensiones ocasionadas por el parto. En relación a la lactancia materna, la terapia craneosacral puede ayudar principalmente con los problemas de succión y deglución, ya que todo lo demás (cólicos, reflujo, demanda excesiva, etc.) pueden ser problemas derivados de una mala succión y deglución. Cuando el bebé se dispone a mamar, no solo debe abrir la boca, sino también realizar una compleja coreografía para conseguir una succión adecuada y una buena transferencia de leche. Estos movimientos son innatos, pero más adelante veremos que pueden verse afectados por determinados factores.

Tipos de succión en la lactancia materna Nutritiva y no nutritiva La succión nutritiva es la que utilizan para comer. Se trata de una succión profunda y rítmica que suele durar unos minutos y da

Salud

paso a la succión no nutritiva, la que realizan hacia el final de la toma. Madura e inmadura La succión madura se caracteriza por un ciclo de 10 a 30 succiones sin pausas para respirar, puesto que el niño coordina a la perfección ambos procesos, succión-deglución y respiración. La succión inmadura se caracteriza por un ciclo de 3 a 5 succiones, seguido de una pausa de la misma duración en la que el bebé respira, ya que no es capaz de succionar y respirar al mismo tiempo de forma coordinada. Correcta o incorrecta La succión correcta es aquella que permite al bebé alimentarse de forma óptima y

eficaz sin dañar al pecho ni provocar ningún tipo de molestias a la madre. La succión incorrecta es aquella susceptible de causar problemas a la madre (dolor, traumatismos, infección), al bebé (poca ganancia de peso, irritabilidad) o a ambos. Algunos bebés son más susceptibles de succión incorrecta como por ejemplo los bebés prematuros, los que tengan algún tipo de patología en la cavidad oral (anquiloglosia, paladar hendido, labio leporino, etc.). También son susceptibles de tener succión incorrecta aquellos bebés que han sido separados de sus madres, los que han nacido en un parto con anestesia, con oxitocina artificial y también que, por un motivo u otro, están estresados o han sido muy manipulados.

David Claudio García Martín

Fisioterapeuta - Especialista en Terapia Manual Infantil Terapia Craneosacral para Bebés: Reﬂujo gastroesofágico: buches, cólicos, estreñimiento, gases, hipo persistente. • Problemas para succionar en lactancia materna. • Tortícolis congénita. • Problemas para dormir. •

Irritabilidad, inquietud, agitación. • Diferencia de fuerza o movimiento entre los dos lados del cuerpo. • Problemas intestinales o gástricos. • Alteraciones en la forma del cráneo. • Infecciones repetitivas, otitis. • Lagrimal obstruido. •

www.terapiacraneosacralparabebes.es

Centro Biodrago C/ Veinticinco de julio, 47 - Gáldar Tfno.: 654 855 744 Horario: Lunes de 9 a 14 h. y de 16 a 21 h. Jueves de 16 a 21 h. Martes y viernes de 9 a 15 h. Blossom Centro Maternal C/Peregrina, 16 Las Palmas de Gran Canaria Tfno.: 654 855 744 Horario: Miércoles de 9 a 17 h.

Salud

Tratamiento La terapia craneosacral es especialmente útil para tratar dificultades derivadas de traumas en el momento del paso del bebé por el canal del parto, con o sin uso de instrumental. El cráneo de un bebé es distinto al de un adulto y se caracteriza por una gran plasticidad. Si se produce una compresión excesiva de la cabeza, puede llegar a provocarse una disfunción intraósea de los huesos del cráneo de un bebé, especialmente el occipital, los temporales y la mandíbula, así como el esfenoides, algo que puede afectar a los nervios y a la musculatura relacionados con la succión y la deglución. Los tres pares de nervios craneales que pueden afectar la lactancia materna son el glosofaríngeo (controla los músculos de la faringe), el nervio vago (controla los músculos del paladar blando) y el nervio hipogloso (controla los músculos de la lengua). La compresión de alguno o todos los nervios, puede causar una disfunción en la succión-deglución de un bebé. Estas disfunciones a su vez causarán tanto en la madre como en el bebé una situación de estrés por no poder alimentarse correctamente. En el bebé nos podemos encontrar que muerda y haga grietas en el pecho materno, llanto e irritabilidad, que coma desesperado y que esto genere a su vez cólicos por no digerir correctamente, además de pasarse prácticamente todo el día al pecho. La mamá, que está pasando por una etapa normal de susceptibilidad emocional tras el parto, se encontrará agotada, cansada, estresada, retroalimentándose tanto ella como su pequeño en este círculo vicioso. Con el tratamiento conseguiremos, que deje de doler la succión, que mejore la técnica, que el bebé succione con más fuerza y presente un mayor aguante succionando.

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Consecuentemente, esto acarreará que el tiempo de succión disminuya y que las tomas se distancien más.

Otras situaciones Hay situaciones donde se está produciendo una correcta lactancia materna pero debido a compresiones que pueda estar sintiendo el bebé en su cráneo presente una demanda excesiva para calmar esas tensiones durante la succión, ya que ello puede generarle alivio movilizando los huesos de la cabeza. Esto a su vez puede provocar reflujo, ya que aún no teniendo hambre el pequeño sigue solicitando la succión para sostener el dolor. Bebés que presenten tortícolis tendrán dificultades para succionar en uno de los dos pechos debido a la dificultad y el dolor de rotar la cabeza a un lado, por ejemplo cuando al bebé le cuesta girar a la derecha tendrá dificultades en el pecho izquierdo. También he podido comprobar, con mi propia experiencia, cómo problemas emocionales de diferente índole en la mamá pueden influir en el funcionamiento idóneo de los pechos, pudiendo estar el bebé más incómodo e irritable en un pecho con respecto al otro; a causa de problemas como la ausencia de la figura maternal, desencuentros con la pareja o una infancia difícil. Sea cual sea tu problema a la hora de darle el pecho a tu hijo, busca ayuda porque siempre tendrás: grupos de apoyo a la lactancia, matronas, asesoras en lactancia y otras terapias alternativas. La clave está siempre en pedir ayuda cuando se necesita.• David C. García Martín Fisioterapeuta Experto en terapia manual en pediatría

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Lactancia

“Sacarse leche”

Cómo extraer, conservar, descongelar y administrar la leche materna. Sacarse la leche es un arte. Puede que te cueste un poco aprender, así que conviene que empieces un par de semanas antes si tienes una fecha estricta en la que no podrás estar presente durante unas horas para darle el pecho a tu bebé. Puede hacerse a mano o con un sacaleches. Hacerlo a mano tiene la ventaja de no tener que comprar un sacaleches, ni lavarlo, puedes sacarte la leche en cualquier sitio. Las madres que conocen los dos métodos suelen decir que a mano es más fácil y duele menos, el único inconveniente es que hay que aprender.

La extracción Lávete las manos, no hace falta lavarse el pecho. Conviene hacer un masaje suave por todo el pecho. Tocándose el pezón con el dedo, por encima de la ropa, se estimula el reflejo de eyección. Tanto si lo haces a mano o con sacaleche, es normal que el primer día no saques nada o solo unas gotas. Esto no quiere decir que no tengas leche sino que no sabes sacártela. No te machaques el pecho, es preferible hacerlo varias veces al día, las que puedas, 5 o 10 minutos, que estar una hora seguida. ¿Cuándo hacerlo? En el momento que te sea más cómodo. Si lo debes hacer en el trabajo, asegúrate de tener una nevera donde guardar la leche que te saques y una nevera portátil con una bolsa de hielo para llevarla a casa. Es indiferente que sea antes o después de mamar el niño, o entre toma y toma. Si ya dominas la técnica, lo más fácil puede ser sacarse de un pecho mientras el niño mama del otro, así se aprovecha el reflejo de la oxitocina y la leche sale más rápido. Puedes darle a tu hijo del pecho que 12

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te acabas de sacar, siempre queda algo y es la leche más calórica. Puedes también intentar sacar algo del pecho que tu hijo acaba de mamar, igualmente puede salir algo. Si te sacas leche justo después de mamar el bebé, seca primero la saliva del pecho. Sacarse la leche funciona exactamente igual que dar el pecho; cuantas más veces lo hagas, más leche saldrá. No es necesario hervir o esterilizar el sacaleches o los recipientes donde la guardes. Límpialos normalmente como haces con el resto de la vajilla, mejor inmediatamente después de su uso para que no queden restos de leche seca en los recovecos.

La Conservación Puedes utilizar envases de vidiro o plástico. Es importante que sean de fácil limpieza, con tapa y en caso del plástico que sean de uso alimentario. Conviene que el tamaño sea suficiente como para una toma (150-200 mililitros) pero que no sean demasiado grandes, porque no los llenarás y ocuparán demasiado espacio en la nevera. No olvides ponerles una etiqueta con la fecha de extracción. La leche materna se puede guardar en la nevera hasta 5 días. De hecho, conviene tenerla un par de días en la nevera antes de congelarla así las inmunoglobulinas y otros factores van atacando a los microbios. Si te sacas leche varias veces al día, puedes juntarla en el mismo recipiente añadiéndola a la que ya está en la nevera. Empieza un recipiente nuevo cada día. Si es para congelar, conviene guardarla en recipientes de no más de 100 ml. para no tener que tirar mucho si tu hijo no la acaba.

La descongelación Llena un recipiente grande de agua caliente del grifo, sumerge el frasco con la leche y déjalo hasta que el agua se enfríe. Cambia el agua cuantas veces haga falta. Una vez descongelada se debe usar antes de 24 horas.

La administración Es normal que la leche materna se separe y la nata quede flotando. Basta con agitarla bien. Algunos niños toman pecho y biberón sin problemas. Otros, incluso después de tomar el pecho durante meses, se malacostumbran al biberón y empiezan a mamar en mala posición pudiendo producir rechazo del pecho, dolor en los pezones, grietas. Y muchos otros, acostumbrados al pecho, no quieren el biberón y lo rechazan de entrada. El biberón no es la única opción. Probablemente sea más fácíl darle la leche en vasito, aunque esto suene raro en nuestra cultura. Lo ideal sería un recipiente pequeño con pico curvado. Sino un vasito de los de licor puede servir. Lo primero es sostener al bebé bien vertical. Si eres diestra, lo más práctico será que lo sujetes sobre tu muzlo izquierdo y lo sostengas con el brazo izquierdo mientras le das la leche con la mano derecha. El vasito, medio lleno, se mete bien en

la boca del bebé, tocando las comisuras. Una vez bien colocado, levántalo hasta que el nivel de la leche llegue al borde. Algunos bebés beben como una persona mayor; otros beben como los gatos, con la lengüita. La cantidad es la que el bebé quiera. La cantidad que sobre en el biberón o vasito está mezclada con babas y es un cultivo de microbios, así que mejor no guardarla. Es conveniente darle de a 50 ml. y si se lo acaba darle otros 50 a descongelar 200 y tener que tirarlos. SI el niño no quiere ni vaso ni biberón, pero tampoco parece hambriento, recuerde que es normal, y que no hay que preocuparse ni insistir.

Lactancia

La duración de la leche congelada depende de la potencia del congelador. Como norma, dura más de lo que duraría un bistec de ternera en el mismo congelador. La leche de algunas mujeres se altera cuando lleva unos días congelada, y tiene un olor extraño, rancio. Se debe a que la lipasa actúa sobre las grasas de la leche y empieza a digerirlas. Eso no es malo pero puede que al bebé no le guste. El problema se puede evitar calentando la leche justo después de sacársela, hasta cuando empiece a hacer burbujitas pero sin llegar a hervir (a unos 80°C).

Del libro “Un regalo para toda la vida” de Carlos González Pediatra Fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM)

Consulta los Grupos de apoyo a la lactancia de las Islas Canarias AQUÍ

www.revistanana.com/apoyo_lacta ncia.php

Los Grupos de apoyo a la lactanci a materna están formados por madres y profesionales de la salu d voluntarios. Ofrecen información y ayuda a madres lactantes y su entorno, en todo el archipiélago; aclarando dudas y resolviendo problemas. Son abiertos y gratuito s.

Revista Nana •

Crianza

Pedagogía consciente Nuestra mente es como un ordenador muy sofisticado que desde el nacimiento va instalando programas para funcionar. Los padres somos los programadores en la vida de tus hijos. Hay actitudes que interfieren negativamente en la crianza de nuestros hijos y que debemos replantearnos. Muchas de estas cosas, en ocasiones, se hacen en el marco de la broma y el juego, y realmente son pocas las veces que se cometen con la intención de dañar. Pero que ese no sea el propósito, no impide que terminen siendo perjudiciales para el desarrollo emocional positivo de los niños. Cuando cometamos algunas de estas acciones, debemos tener seriamente en cuenta que el subconsciente no tiene sentido del humor, y que todo lo que almacena es una orden directa y precisa. Los niños son grandes receptáculos de información. Todo aquello que nosotros, sus cuidadores, hemos vertido

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desde distintos marcos emocionales, por acción u omisión, lo terminarán utilizando en su vida adulta. Nuestra mente es un ordenador tan sofisticado que desde el nacimiento, más específicamente los primeros 7 años, descargará los programas que luego terminará ejecutando en el transcurso de toda la vida, o sea que tú eres un programador en la vida de tus hijos. Por ello es importante tener en cuenta que hay una serie de comportamientos que alejan a tu hijo de desarrollarse, empoderarse y mantener una actitud creativa que le permita acercarse a su propósito de vida. Entre las más importantes podríamos destacar:

Cuando no le escuchas: para tu hijo tú eres su foco, pocas personas hay más importantes para contarle aquello que es tan especial para ellos, escucharles es brindarles el escenario necesario para expresar sus emociones y enriquecer su autoestima. Cuando le avergüenzas en público: en ocasiones puede parecerte divertido contar alguna intimidad de tu hij@ en su presencia, pero este hecho, puede dañar muchísimo su autoimagen y la forma en la que se relacione con otras personas. Es importante que tengas en cuenta que algo que para ti puede ser gracioso, para ellos puede resultar incómodo y avergonzante. Cuando subestimas sus emociones: las emociones están para ser expresadas y todas tienen una función importante que nos ayuda a desarrollarnos personalmente. No subestimes sus miedos, su tristeza, su rabia, enséñale a gestionarla y a utilizarla para su autoconocimiento, de esa manera, criarás seres poderosos que no se amedrenten ante los problemas ni sean adictos a vivir en estados de euforia para ser felices. Cuando no respetas sus orientaciones: los niñ@s hasta los 3 años, tienen muy viva la conexión espiritual con su memoria ál-

mica, y recuerdan mejor que los adultos quienes han venido a ser a este mundo, estar permeable a sus gustos y orientaciones nos ayudará a guiarles hacia su verdadero propósito de vida. Recuerda que tus hijos no han venido a ser aquello que tú no pudiste, ellos son una vida con una misión marcada y diferente, tú serás su faro, no quien decida su viaje.

Crianza

Cuando le gritas: gritarle a un niñ@ es encarcelar su alma, hacerle pequeño en el tamaño más importante, el del corazón.

Cuando lo comparas ó criticas: es probable que creas que provocar la competencia con otras personas haga que tu hijo saque su máximo potencial, pero esto es bastante incierto a largo plazo. Posiblemente veas que conecta con sus dones, pero lo único que estás consiguiendo es avivar la llama de su ego, que estará cada vez más hambriento y le exigirá más, haciéndole estar inconforme la mayoría de las veces, creyendo que nunca es suficiente y buscando formas de agradar basadas en la sumisión y la rescisión de su verdadero Yo. Entonces, la pregunta que sirve que te hagas es ¿qué actitudes te gustaría que tus hijos desarrollen? Así te será más fácil saber qué cosas son convenientes evitar para no impedir que ocurra la manifestación de su máximo potencial.•

Eva Salgado y Natalia Salinas Especialistas en la comprensión y gestión emocional de niños y adolescentes

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Reflexiones

Crianza NET EL uso cotidiano que se hace hoy día de internet y las redes sociales influye en nuestra percepción de la vida y afecta a la crianza de nuestros hijos. Una de las realidades de nuestro tiempo es la accesibilidad a la información. Ya es muy común seguir de cerca las opiniones de los clientes de un hotel antes de hacer una reserva. También es habitual estar al día de la experiencia compartida en las redes sociales. Todo esto hace que nuestra perspectiva de las cosas y de la vida en sí misma sea cada vez más virtual. La crianza de un niño no escapa a este influjo de información. Los temas más buscados son la lactancia materna, el contacto piel con piel, las vacunas, la homeopatía infantil, los foros, etc…

res que, una vez resolvemos, solo somos capaces de compartir con aquellos más allegados. No nos resulta fácil reconocer nuestra inseguridad y mucho menos cuando esta se debe a las conjeturas de una señora de Río de Janeiro sobre su experiencia desagradable con el sacaleches.

A medida que nuestros hijos crecen las preocupaciones son también mayores y nos comienza a pasar factura con preguntas existenciales acerca de cuándo hablará, cuándo caminará, cuándo dirá su primera palabra… y como siempre nos resulta difícil no hacer la consulta al Dr. Google; el “Pediatra” más solicitado de todos.

También, a la moda de opinar alegremente sobre las experiencias vividas en la crianza de nuestros hijos, se suman los padres, abuelos, hermanos, amigos/enemigos, cuidadoras de guardería y profesores. Los unos hablan en pro de su experiencia que, dicho sea de paso, en algunos casos son tan lejanas en el tiempo que casi no tienen validez. Y en otro caso, cuando se trata de profesionales, también lanzan globos sonda que insinúan cierta hiperactividad, déficit de atención, altas capacidades… Lo cierto es que lejos de ayudar a dar sentido común, más bien añaden leña al fuego de la confusión.

Cuando buscamos responder a estas preguntas coincidimos en encontrar experiencias y opiniones que no necesariamente se ajustan a cada caso en particular. Si además a esto sumamos que los temas que consultamos en internet los ponemos en común con otros padres en los eventos tipo BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones) y cumpleaños, comenzamos a ser más aprensivos sobre las “diferencias” de mi hijo/hija.

Parece que lo que empezó por ser una iniciativa sana por cuidar la calidad de vida de tus hijos se convierte en una odisea de sinrazones y temores irracionales. Como popularmente dice la gente joven de esta década “nos rayamos”. Vivimos una tensión impropia del momento en el que vivimos. Cuando deberíamos disfrutar de nuestros hijos, lo cierto es que se apodera de nosotros una sensación de eterna incertidumbre.

Poco a poco la información excesiva nos hace perder el rumbo del “sentido común” y comenzamos a ver riesgos y tener temo-

Cuando nos juntamos con otros padres en los BBC y cumpleaños también llegamos a ese momento de hastío y desespera-

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Menos mal que los niños son inteligentes y no nos ponen mucho asunto a los adultos. Ellos se encargan de disfrutar mientras nosotros los llevamos al pediatra; allí juegan con otros niños ya que las consultas son casi ludotecas a pequeña escala. Ellos ven a Peppa Pig mientras nosotros navegamos por la red en busca de respuestas. Y así, una vez más, la inocencia es un bálsamo que los niños explotan en pro de su bienestar y que los adultos no somos siempre capaces de poner en valor.

Ahora estoy a puntito de dar la bienvenida a una niña y me he comprometido conmigo mismo a no ir más al Dr. Google. Creo que no me va bien. Voy a dejar que sea lo que quiera ser y hacer. No me voy a obsesionar si no camina justo al año de edad, no me voy a preocupar si dice una, dos o dos mil palabras con 2 años y así me voy a ahorrar un millar de preocupaciones. Por el contrario voy a creer más en el lógico devenir de las experiencias, en la presunción de normalidad y en la única experiencia subjetiva que vive uno mismo con respecto a su familia; nada de experiencias intersubjetivas con señoras de Río de Janerio. En definitiva, creo que me va a ir mejor.•

Reflexiones

ción en la que se nos ocurre repetir frases como “¡yo jugaba en la acequia y no pasaba nada!, ¡a mí me cuidaba en el cole una prima de 12 años!”, entre otras aseveraciones que expresan la indignación sobre lo complejo que es hoy en día la crianza.

Javier Santiago Quintana Un padre

¿?

Se trata de creer en el desarrollo de nuestros hijos conformes a sus ritmos, se trata de ver con sentido común lo que pasa a nuestro alrededor, se trata de hablar de otros temas en los BBC y cumpleaños, se trata de ser simplemente espectadores en primera línea de un maravilloso espectáculo; nuestros hijos.

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Crianza

Piel, tacto y contacto El masaje es una práctica muy beneficiosa para la salud, tanto física como emocional. Ofrecérselo a nuestros hijos desde bebés es un medio ideal para transmitirles nuestro amor. La piel es una parte de nuestro organismo muchas veces olvidada, sin embargo es el mayor órgano de nuestro cuerpo. Cumple una serie de funciones indispensables para nuestra supervivencia como el mantenimiento de la temperatura corporal, regulándola; la protección, funcionando como barrera para la pérdida de agua y penetración de factores ambientales perjudiciales; nos ofrece sensaciones e información sobre el entorno, el calor de los rayos del sol, la presión de una caricia… Además, la piel cubre una serie de necesidades básicas tales como apego, contención-seguridad, amor…

En la actualidad hay diversos estudios que reflejan la importancia de la piel y el contacto no solo a nivel físico sino también a nivel emocional. Un ejemplo de ello es el estudio realizado en la Universidad de Montreal y publicado por la revista Nature Neuroscience en septiembre de 2002 según el cual existe una red de neuronas que interpretan la comunicación emocional del tacto (amor, cariño, etc.) y que son las que permiten a un bebé, por ejemplo, percibir el amor de sus padres. Ya en 1986 una investigación llevada a cabo por Tiffany Field (pediatra, psicóloga y psiquiatra infantil) en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami y el Instituto de Investigación del Tacto (Touch Research Institute, TRI) demostró los beneficios del contacto para los nacidos prematuros. Se les ofreció masajes a 20 de ellos durante quince minutos, tres veces al día. Estos bebés estaban más activos, tenían mayor regulación de su ritmo cardíaco y sistema respiratorio, y mejor desarrollo neurológico en comparación a otro grupo de prematuros que no había sido masajeado. Según la misma Tiffany Field “Un tacto amoroso produce cambios fisiológicos y neurológicos que ayudan a los bebés a crecer y desarrollarse, estimula el

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En nuestra sociedad no le damos a la piel y al sentido del tacto la importancia que se merecen, sino pensemos ¿normalmente, cuándo vamos a darnos un masaje?, pues suele ser cuando tenemos alguna dolencia, en raras ocasiones lo hacemos por puro placer. En cambio, existen sociedades como la india, en la que se utiliza el contacto como un medio para ofrecer amor y respeto. En dicho país se le practica un masaje al recién nacido y a su mamá en el mismo instante del nacimiento y a partir de este momento se le seguirá realizando al bebé diariamente. En occidente, poco a poco, le vamos dando mayor relevancia al contacto físico después del nacimiento, por ello podemos ver con más frecuencia el “piel con piel” entre la mamá y su hijo tras el parto. El masaje, al no formar parte de nuestra cul-

tura, pues ni siquiera nos lo planteamos aún. Pero intentemos por un momento cambiar el chip, imaginemos que cuando nace un nuevo ser comenzamos a practicarle un masaje de forma diaria. Este tiempo que se le dedica va a crear una relación profunda entre la persona que da el masaje y el bebé. Estamos dedicándole un espacio en exclusividad que también hará que aprendamos a identificar los mensajes no verbales del bebé, lo que nos concederá mayor autoconfianza a la hora de atender sus necesidades.

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sistema nervioso central y mejora el funcionamiento del sistema inmunitario”.

Que sea el padre, que en ocasiones no sabe cómo relacionarse con su hijo recién nacido, quién de ese masaje, puede generar un momento especial que le facilite la relación con su bebé que, por naturaleza, pasa la mayor parte del tiempo con su mamá. Además de este fuerte lazo que se crea con la persona que da el masaje, tiene

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otros múltiples beneficios a nivel físico y emocional, sobre todo si se comienza a dar sobre las cuatro semanas de vida. A nivel físico: - Estimula el sistema inmunológico y circulatorio del bebé. - Fomenta la coordinación, relaja y tonifica la musculatura. - Contribuye a un adecuado desarrollo psicomotor. - Alivia gases, cólicos y estreñimiento. - Mejora el descanso y el sueño. - Alivia la congestión y la mucosidad en el pecho. - Permite conocer los límites corporales. - Contribuye a tener una buena conciencia corporal. A nivel emocional: - Permite al bebé relajarse. - Permite al bebé liberar tensiones. - Favorece la liberación psicoemocional. El masaje es una forma de decirle a nuestros hijos que les queremos sin usar las palabras, solo con nuestras manos, nuestra mirada y nuestro corazón. Una caricia puede transmitir confianza, seguridad, amor; así que ¡nunca olvidemos acariciar a nuestros hijos y a nosotros mismos!• Yaiza Ramírez Valentín

Shantala Con este nombre se conoce al arte tradicional del masaje para bebés de la India, traído a occidente por el médico ginecólogo y obstetra francés Frédérick Leboyer, en los años cincuenta, después de haber estado allí y observado cómo una joven madre masajeaba a su bebé. El nombre de esa mujer era Shantala. El masaje Shantala se basa en una presión suave, en un tacto profundo pero amoroso. Palabras de Leboyer: “Quedé mudo. Bebía en silencio lo que veía. Era como un ballet, tanta armonía en ello, tan justo era el ritmo, tan soberano, aunque de gran lentitud. Era como amor, ternura”.

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Crianza y Psicomotricidad “El niño no juega para aprender, sino que aprende porque juega”. La práctica psicomotriz es un proceso de ayuda que acompaña al niñ@ en su propio crecimiento madurativo. Ell@s nos muestran a través de su expresividad motriz cómo viven en su cuerpo, si tienen miedo, el deseo por descubrir... Vivencias corporales que en los primeros años de vida les permiten expresarse de la mejor manera que saben: jugando. De una manera innata, las madres siempre realizan juegos corporales con sus hijos (balanceos, caballitos, etc.) que ayudarán al niño a hacer un análisis de las cualidades de los objetos que le rodean, del espacio en el que vive, de las nociones del tiempo, y más adelante, a realizar asociaciones, comparaciones, agrupamientos de objetos según diferentes criterios y categorías, a crear espacios mediante estrategias, acercándose así a la propia capacidad de pensar como personas únicas y al poder comunicarse desde esa primera identidad, la corporal.

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La sala de psicomotricidad es un lugar privilegiado donde los niños pueden mostrarse como son. Un espacio preparado para experimentar con materiales duros y blandos que se acomodan a sus necesidades y momentos. La/el psicomotricista observa la manera en la que se relaciona el niño, entiende sus movimientos y le acompaña con su intervención, siempre respetando su individualidad y su ritmo. No se centra en las dificultades, los déficits o trastornos de comportamiento, por el contrario, se interesa especialmente en aquello que ‘es’ y ‘sabe’ según su momento madurativo y afectivo, desde una actitud no directiva, de escucha y empatía, permitiéndoles hacer y experimentar en un entorno de seguridad física y afectiva. En este marco, pueden expresarse a través de una gran variedad de canales de comunicación, de creación, de los cuales el principal es el de la motricidad.

El proceso de convertirse en persona pasa por la transición de la vivencia corporal. Es producto de una compleja transformación evolutiva. El contacto, las manipulaciones, las caricias, los cuidados, la contención y esa ‘envoltura‘ que llega directamente a su piel y a las distintas partes de su cuerpo, van haciendo que interiorice ese sentimiento de unidad corporal. Desde lo biológico se forma la base material para las relaciones adaptativas con el mundo externo y el entramado social y familiar donde se desenvuelve. El proceso de construirse un cuerpo, de vivirlo y habitarlo termina, teóricamente, en la infancia, pero vivir de verdad unifi-

cados es un proceso de crecimiento personal que no termina nunca. Las personas que trabajamos con pequeños tenemos la responsabilidad de mirarnos para poder, después, observar a ese niño que espera una mirada que sepa descubrir quién es, que lo respete, que le permita experimentar y sentirse acompañado en sus descubrimientos. Comparto aquí parte de un artículo escrito por Bernard Aucouturier, creador de la Práctica Psicomotriz, para comprender mejor que es la psicomotricidad y la importancia en el desarrollo: “La seguridad afectiva, una verdadera necesidad como la de alimentarse moverse, jugar o comunicarse. El regalo más bonito que pueden darle los padres a sus hijos es el afecto, la ternura y también un contexto vital decente. Que posibilite, por lo tanto, que viva con un sentimiento de seguridad, indispensable para desarrollarse en las mejores condiciones y progresivamente abrirse al mundo de la realidad. Desde el nacimiento, el bebé necesita ser protegido contra las agresiones internas y externas. Los padres quieren a sus hijos. Les aseguran también una calidad en los cuidados y en el acto de presencia, que se repite hasta tal punto que ocurre en un mismo lugar, en un mismo tiempo, con un mismo ritmo asociado a las palabras, todo ello ajustado al cuerpo y a las emociones del niño.

Crianza

El niño no utiliza su motricidad solo para moverse, coger objetos y desplazarse, sino también, y fundamentalmente, para ‘ser’ y para ‘aprender a pensar‘. La exploración del medio y de los objetos que le rodean es lo que le posibilita apropiarse y vivir el entorno, y construir así las matrices de su aprendizaje. Esta vivencia corporal le permite tener conciencia de sí mismo, de su propio Yo. Un cuerpo que funciona, un cuerpo como imagen y lo que percibe de él mismo, en conjunto, es lo que forma su ‘identidad corporal‘, que se va construyendo desde los elementos más externos y superficiales hacia el interior. Cuando nace no tiene conciencia de sí mismo, ni siquiera de que su cuerpo está separado del otro. Es lo que llamamos etapa simbiótica: la madre y el niño son uno.

Crianza

La actitud atenta, las manipulaciones regulares, los contactos, las miradas, la solidez del apoyo postural, son como las palabras de ternura que abren la vía del diálogo tónico-emocional (relación que se establece entre el bebé y la madre a partir del contacto corporal) y de la calidad de las interacciones. El bebé vive, entonces, en un contexto maternal seguro que le permite memorizar las sensaciones agradables, así como los objetos buenos, que regresan con regularidad por la calidad de las interacciones. Todo esto actúa como atenuante de las sensaciones desagradables inevitables, así como aquellas sensaciones de espera de una respuesta a una necesidad. Tanto la madre como el padre, pese a sus diferencias en el tono, el contacto, la mirada, la voz, los ritmos, la protección, el habla, aseguran con una cierta permanencia los rituales de cuidado y de presencia afectuosa. El niño tiene rituales que se repiten, vive protegido del interior y amado. Entonces, acepta mejor y sin temor la autoridad de los padres. El niño con seguridad afectiva crea vínculos más fuertes con sus padres y se desvinculará mejor a pesar de los riesgos que siempre existen. Más tarde, el niño apreciará que las rutinas diarias como el despertar, el baño, las comidas, la hora de acostarse, el cuento antes de dormir, se desarrollan según ciertos hábitos que conoce y que puede anticipar y por lo tanto, puede pensar la forma de atenuar sus miedos que siempre son posibles y sobre todo aquellos de no retorno. A pesar de estos hábitos que dan seguridad al niño, éste demanda siempre la seguridad dada por otro, porque a veces es invadido por el miedo a perder a sus padres. Un miedo vivido en el cuerpo bajo la

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forma de tensiones inhibidoras de las funciones somáticas y físicas. Cuando los padres dan al niño el afecto que tanto necesita para desarrollarse, sin olvidarse de la autoridad (reglas para vivir con los demás y consigo mismo), es decir: cuando los padres están ahí para decir “no”, un “no” que contiene sus pulsiones y sus descargas emocionales excesivas, el niño encuentra la confianza en sí mismo porque confía en que sus padres le ayudan a hacerse mayor. El niño se siente protegido, está más seguro de sí mismo, progresa sin quejarse de la vida pese a las dificultades e, incluso en los momentos dolorosos, no tiene miedo de distanciarse de sus padres, de ir hacia los demás, de establecer relaciones, de encontrar otros placeres como el de descubrir y aprender el mundo actual. Es verdad que es verdaderamente difícil vivir hoy en día. Pero si los padres no dan el afecto, o dan demasiado afecto (permisividad o autoritarismo) el niño no encontrará en su familia los apoyos seguros y tranquilizadores necesarios en su desarrollo: entonces experimenta una regresión, una agresión, oscilara entre la inhibición y la revuelta, y sabemos todos que las manifestaciones de inseguridad pueden tener consecuencias desastrosas en el plano social y cognitivo”. Así, la importancia de comprender al niño globalmente, desde su nacimiento, como un constructor activo de sus relaciones en cada uno de sus momentos evolutivos, y no sólo un proyecto de futuro a construir o destruir. Para que pueda ser autor de su propio desarrollo y creador de sus interacciones comunicativas con el mundo, es condición indispensable concebirle como a un ser activo, autónomo, competente y consciente de lo que le rodea y acontece.• Cira Rodríguez Jorge Psicomotricista y Logopeda Facebook lalepsicomotricidad

Ergonomía para el adulto porteador

Para poder hablar de porteo ergonómico también tenemos que tener presente la ergonomía del portabebé para el adulto que portea.

• Un ajuste adecuado que permita adaptarse al cuerpo del adulto para poder conseguir la tensión necesaria y no desplazar el centro de gravedad.

Primero, habrá que valorar si hay alguna característica especial a tener en cuenta, por ejemplo haber tenido una cesárea o padecer algún problema de espalda, rodillas, etc. Si así sucede, se requerirá una búsqueda del portabebé que sea más adecuado para minimizar el impacto sobre el cuerpo de ese adulto y/o incluso mejorar la condición física del mismo, siendo el portabebé el que se adapte a esa característica particular y no a la inversa. En el caso de padecer alguna dolencia recomendamos consultar con su especialista médico.

• Una tensión adecuada. El tejido del portabebé debe estar bien tensado, evitando el rebote que puede dar un portabebé mal ajustado y/o un tejido no adecuado para el peso de nuestro bebé.

Como norma general, sin tener en cuenta la singularidad de cada caso, el portabebé deberá ofrecer:

Porteo no ergonómico

• La posibilidad de regular la altura a la que llevamos nuestro bebé para poder colocarle a la altura en la que nuestro centro de gravedad no se vea desplazado. • A partir de 6 meses, la opción de portear a la espalda.

Al colocarnos el portabebé es importante también tomar conciencia postural, corregir nuestra posición para que la tensión del portabebé y el peso del bebé favorezca la alineación de nuestra columna y no al contrario.

Los portabebés no ergonómicos pueden ir con indicaciones comerciales sobre su ergonomía debido a que no hay una normativa que regule la utilización de este concepto, por lo que se requieren de algunas indicaciones para poder determinar si es o no ergonómico.

Crianza

Porteo

SEGUNDA PARTE

Crianza

Un portabebé no será ergonómico cuando tenga una o varias de estas características: • No son adaptables al tamaño del bebé. • No llegan de rodilla a rodilla, recayendo el peso del bebé en su zona genital. • No permiten una correcta sujeción de la cabeza del bebé. • El respaldo es rígido. No permite que se adapte a la fisiología del bebé debido a su tejido y acolchados. • No permite la tensión necesaria para dar la sujeción óptima. Al agacharnos el bebé se separa de nuestro cuerpo. Es importante tener en cuenta que un portabebé puede ser ergonómico para una etapa concreta del desarrollo pero no para etapas anteriores y/o posteriores, y también que el uso incorrecto de un portabebé ergonómico puede hacer que éste deje de serlo. Asegúrate de utilizarlo de manera adecuada.

Porteo seguro Siguiendo unas sencillas pautas podrás comprobar si estás porteando de forma segura y ergonómica, tanto para el bebé como para el porteador. • La altura adecuada a la que tenemos que llevar a nuestro bebé es ‘a la altura de los besos’. Debes poder besarle su cabeza pero sin darle con la barbilla cuando mueves la cabeza. • Las vías respiratorias del bebé siempre son visibles para el porteador, podemos verle, bajando la cabeza, rápidamente la nariz y la boca despejadas. La barbilla del bebé no está tocando su propio pecho, en caso contrario comprometería la correcta oxigenación. Si las vías respiratorias son visibles para el porteador es un indicativo de que la barbilla del bebé está separada del pecho, asegurando una correcta saturación de oxígeno. 26

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• La pelvis del bebé está correctamente basculada, apoyando en el cuerpo del porteador su periné y no la zona del pubis. • La espalda está redondeada, formando la característica ‘C’. • Las rodillas quedan más altas que el culo, formando una ‘M’. • La tensión del portabebé permite mantener toda la posición de forma correcta. Si el portabebé no tiene una tensión correcta no se mantendrá la posición ergonómica y de porteo seguro. El punto de tensión tiene que ser el que permite ir muy pegaditos, sin oprimir. Una forma de comprobarlo es pasando la mano entre el cuerpo del bebé y el portabebé, la presión debería ser similar a la de un calcetín que queda ajustado. Otra forma de comprobar esa tensión es agachándote hacia adelante sin sujetar el cuerpo del bebé, no debería separarse de tu cuerpo. • Cuando el porteador, debido al tamaño del bebé, ve su campo de visión reducido es recomendable considerar la opción de portear en la espalda, por seguridad y para conseguir un mejor reparto del peso. • No de cara al mundo. Siempre debe portearse al bebé de cara al porteador, evitando la posición mirando hacia afuera que no es ergonómica para el bebé ni para el porteador. Consulta con una asesora de porteo para encontrar la mejor opción para ti o si tienes dudas en el uso de tu portabebé.•

Jeni Rodríguez Serra Asesora de Porteo Co-fundadora de Escuelas Canguro Co-propietaria de Monetes

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Parir sin miedo El legado de Consuelo Ruíz

Los enemigos del parto son cuatro: la ignorancia, el miedo, el dolor y la impaciencia. Nunca antes se consideró el parto como una enfermedad, por lo que jamás se asistió en los hospitales, sino en maternidades, para las embarazadas que no disponían de un hogar adecuado. En las maternidades no se admitían enfermos, ni en los hospitales, parturientas. Antes se paría, se comía, se padecían y se curaban las enfermedades en casa... Hasta la última y definitiva actividad humana, morir, transcurría en el hogar, y la compañía de familiares y amigos estaba asegurada, para reír o llorar juntos. En la vida moderna, la casa es sólo el lugar donde se duerme, donde todos están de paso y donde, a veces, la reducida familia son verdaderos desconocidos, y los acontecimientos más importantes de la vida, nacer y morir, se ejecutan fuera del hogar y de la familia, entre aglomeraciones de desconocidos. Consuelo Ruíz Vélez-Frías (Madrid, 1914-2005). Fue comadrona, periodista y escritora. Vivió entregada a la mujer en todas sus facetas, transmitiéndole el derecho y saber natural de concebir, dar a luz y criar, así como la toma de responsabilidad en el íntimo acto de parir. Decía que su buena madre le había enseñado a arreglar las cosas, y, con el paso de los años, se dispuso a “arreglar” el parto.• AUTOR: CONSUELO RUÍZ | EDITORIAL: 4a Edición OB STARE, 2010

App educativas gratuitas de Kids&Us Una buena opción para apoyar el aprendizaje de los peques angloparlantes. Seguro que alguna vez has buscado aplicaciones para que tus hijos utilicen en el móvil, y te has encontrado seleccionando, entre las miles que hay en el mercado, aquellas más educativas o que les aporten algún extra de conocimiento. Con estas aplicaciones podrán practicar y mejorar sus idioma inglés, reforzar su vocabulario o las estructuras gramaticales, mientras se divierten. Tanto desde Google Play para Android, como desde App Store para IOS, puedes descargar las aplicaciones creadas por esta innovadora academia de idioma para niños. En todos los casos juegos muy bien logrados, con atractivas imágenes y sonido de buena calidad que invitan a los pequeños usuarios a seguir actividades para ejercitar la memoria y el oído, escuchando las consignas en inglés e interactuando con los objetos que aparecen en pantalla. Nos ha gustado especialmente iDod, una aplicación que sumerge al usuario en las aventuras de Dod, un entrañable alienígena que visita la tierra. Es una historia interactiva en inglés que involucra a los pequeños lectores y les permite jugar con los objetos que aparecen en cada página. Excelentes Android IOS gráficos, sonidos y diálogos.• 30

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