Patrimonio 76

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10 € MAY-AGO 2022

76 Revista de patrimonio y turismo cultural

LAS PIEDRAS CANTAN música en el Camino de Santiago

LA MÚSICA

EN LA FESTA DE LA MARE DE DÉU DE LA SALUT DE ALGEMESÍ



Edición: Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico Dirección de la revista: Lucía Garrote / Carmen Molinos Consejo editorial : Víctor M. Álvarez, Jesús Allende, Maximiliano Barrios, Zoa Escudero, Jaime García, Carmen Molinos Redacción: Maximiliano Barrios, Zoa Escudero, Pedro Luis Huerta, César del Valle, Jaime García, Carmen Molinos, Jaime Nuño, Cristina Párbole Colaboraciones: Fundación Anastasio de Gracia, Paloma Gutiérrez del Arroyo, Cristina Martí y Pau Llorca, Miguel Sobrino, Sonia Sánchez, Marina Gurruchaga, Daniel Rodríguez Fotografías: Centro Documental Fundación Anastasio de Gracia, Archivo Lorenzo Cantero, Biblioteca Real de San Lorenzo del Escorial, Biblioteca Nazionale Centrale de Firenze, Museo Altamira, Archivo Museu Valencià de la Festa, National Gallery of Art. Washington D.C., Christian Abend (CC BY-SA 2.0), Elena Aranda Vázquez, Maximiliano Barrios, Barnyz, BeardyRob, Bernard Blanc, Pablo Castro Ruíz, Silverio Cavia, Roberto Chaverri, Paco Donderis, eakmoto271 (del Banco CrushPixel), Víctor Gascón, Chuchi Guerra, Vicente Manuel Granell, Sara Irazabal, Noelia Jiménez, Ramón López, Juan Antonio Olañeta, Gaetano Richelli, Antonio Roig, Elena Tornero, Alberto Uyarra, , Pet_r, Tom Parnell, Leo Reynolds, Miguel Sobrino, Javier Velasco Maquetación: porENDE estudio gráfico Impresión: Gráficas Eujoa ISSN: 1578-5513 versión impresa ISSN: 2386-5741 versión electrónica Depósito Legal: P-62-2015 Foto de portada: España, Algemesí (Valencia). Fiesta de la Mare de Déu de la Salut: grupo folk de la Muixeranga. Realy Easy Star / Alamy Foto de stock Foto interior portada: Puerta norte de la Colegiata de Santa María la Mayor, Toro, Zamora Peter Eastland / Alamy Foto de stock

De música y patrimonio o viceversa A primera vista, quizá, no lo aprecies, pero este número de Patrimonio es muy especial, por muchos motivos. El primero es que el alma mater de la revista, nuestra compañera Lucía Garrote, quien siempre la ha guiado y dirigido, se ha tomado un merecido tiempo de descanso, y nos ha encomendado la grata y a la vez difícil tarea de llevar la nave a buen puerto en su ausencia. ¡Ojalá cumplamos la misión! Lo intentaremos de corazón y con sus enseñanzas muy presentes.

La segunda es que coincide con un nuevo ciclo de Las Piedras Cantan, otro programa que alumbró e iluminó Lucía durante años para unir música, talento y patrimonio. En estas páginas, tratamos de seguir su estela. Por eso, al leerlas, encontrarás mucha música y muchas viejas piedras En estas páginas llenas de vivencias y de magia. Escucharás encontrarás los susurros de la naturaleza con Silverio Cavia, Neønymus, un auténtico trovador mucha música neandertal del siglo xxi. Viajarás a los y muchas viejas paisajes sonoros de Escocia. Recorrerás piedras llenas el románico del Camino de Santiago. Vivirás la Festa de la Mare de Déu de de vivencias la Salut de Algemesí en Valencia. Con y de magia. un poco de suerte, oirás las notas de las cantigas de Santa María y entenderás que los espacios sacralizados, a veces, esconden cierto punto de teatralidad. Quizá, por un instante, desees ser el protagonista de una película con ambientación medieval o, tal vez, de pronto, pienses que hubiera estado muy bien poder conocer a la gran María Callas. Sumamos a nuestro elenco de colaboradores dos nuevos fichajes, que llegan cargados de ganas e ilusión y que nos aportarán una visión renovada, fresca y diferente de algunos personajes y acontecimientos históricos a través de una nueva sección «Historias detrás de» en la que, en esta ocasión, descubrimos a Hildegarda de Bingen. Y, como sabemos que el patrimonio es cosa de todos y los peques también cuentan, en las últimas páginas hay un guiño para ellos con «es divertido restaurar».

Aguilar de Campoo Centro Tecnológico del Patrimonio Avenida de Ronda, 1 // Aguilar de Campoo (Palencia) 979 125 000 Madrid C/ Infantas 42 // 28004 Madrid 915 221 262 Valladolid Casa Luelmo // C/ Ancares s/n // Valladolid 983 219 700

www.santamarialareal.org

Sin más, ¡qué la música y el patrimonio alegren tu alma con la lectura de estas páginas!

Carmen Molinos


LA MÚSICA EN LA FESTA DE LA MARE DE DÉU DE LA SALUT de Algemesí

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DE LAS LANDAS AL PIEDEMONTE PIRENÁICO Un viaje por el románico y los Caminos de Santiago

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LOS INSTRUMENTOS MÁS GRANDES DEL MUNDO Música en los templos

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HILDEGARDA DE BINGEN La voz femenina de la música medieval

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ESCOCIA SONORA

PATRIMONIO DE CINE

LAS PIEDRAS CANTAN

Silverio Cavia

Las huellas de la música en el patrimonio monumental

Bandas sonoras: acordes y desacuerdos

Música en el Camino de Santiago

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NEØNYMUS


LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO Leonardo Cantero Cortés. El médico que dominaba la cámara

APUNTES SOBRE LAS CANTIGAS DE SANTA MARÍA

LA TEATRALIDAD EN LOS GRANDES CENTROS DE PEREGRINACIÓN

en el VIIIº centenario del nacimiento de Alfonso X El Sabio

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EL CAMINO DE SANTIAGO

FUIMOS ROMA

Crisol de visiones y valores

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NOTARIOS DEL TIEMPO Mùsica en la arena. María Callas y el Festival de Verona

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La huella de Roma en Castilla y León

PATRIMONIO DE CANTABRIA

ES DIVERTIDO RESTAURAR...

Del dicho al hecho

...el patrimonio

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LA MÚSICA en la Festa de la Mare de Déu de la Salut de ALGEMESÍ

Espacio y tiempo de afirmación colectiva 4 | La costa amalfitana


Cristina Martí Morell Pau Llorca Ulzurrun de Asanza

Patrimonio Inmaterial de la Humanidad (UNESCO) La costa amalfitana | 5


Danza de «Els bastonets». Foto: Vicent Granell

«Els bastonets». Foto: Antonio Roig

Las nuevas generaciones en la danza de «Pastoretes». Foto: Vicente Manuel Granell

El hecho de que la música es la lengua franca por excelencia y que, junto a la danza, se convierten en un poderoso medio de integración social se hace muy patente en la Festa Major de Algemesí, celebrada los días 5, 6, 7 y 8 de cada mes de septiembre representando una de las secuencias rituales más significativas del territorio valenciano. Su continuidad ha permitido que los hilos que conectan los diversos componentes —la religiosidad oficial, la devoción popular, las diversas músicas, los bailes y las danzas, las alegorías dramatizadas y los personajes bíblicos, la iconografía, la imaginería, la indumentaria etc.— dibujen nítidamente un sistema de relaciones multidireccionales y multidimensionales que ha favorecido el desarrollo de una serie de propiedades, tanto concretas como abstractas, que se han afianzado como los pilares que permiten mantener su vigencia actual y, sobre todo, la proyección hacia el futuro. A lo largo de los siglos, los rituales asociados a la Festa de la Mare de Déu de la Salut se han ido modificando y constituyendo como un factor identitario que incide y se manifiesta de diferentes maneras. La relación de unas músicas con una serie de rituales es tan sólida que hace casi imposible su disociación, estableciendo una conexión que ha contribuido a fortalecer los diferentes elementos de identificación. Y el músico —con especial relevancia de los tabaleters y dolçainers— ha logrado una serie de funciones como agente comunicador y transmisor que van más allá de su contribución por lo que respecta al acompañamiento de un séquito, a la simple amenización sonora de un acontecimiento:

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La música tradicional y folklórica valenciana se tiene que ver más bien como un proceso en actividad constante en el cual los interlocutores —usuarios naturales, público, músicos— inciden activamente en el vínculo que los une, la música (Reig, 2011: 15). La música tradicional resulta fundamental en la dinámica identitaria y en las relaciones sociales. Suscita un intenso sentimiento de pertenencia a un pueblo, a un sujeto colectivo, que se convierte en el actor imprescindible para el desarrollo del rito y en el que la individualidad queda difuminada en favor de la dimensión colectiva del pueblo de Algemesí. En este proceso de afirmación colectiva cabe considerar la importancia del espacio pero también, de forma más profusa, el tiempo. Simon Frith expone la organización de nuestro sentido del tiempo como una de las funciones sociales de la música. Esta tiene la capacidad de «detenerlo», de hacernos sentir que el presente no es fugaz, que estamos viviendo un momento diferente al presente real, en el cual se desvanece cualquier ansia respecto al pasado o al futuro, que «nos libera de las rutinas y las expectativas de la vida cotidiana que pesan sobre nuestras identidades sociales» (Frith, 1987: 144). Por esto, cuando el engranaje de la Festa empieza a girar, se establece un tiempo ritual diferente al del tiempo real, distinto a lo que sucede fuera. Y este hecho lo podemos relacionar estrechamente con la creación de una memoria colectiva: la idea de conexión con los ancestros a través de la música, lo que genera también la responsabilidad de considerarnos paladines de la tradición.


Otra cuestión importante a la hora de descifrar la concreción de este fenómeno colectivo y las aportaciones bidireccionales que se establecen con su música es el análisis de la figura de los intérpretes y la evolución que ha sufrido en las últimas décadas. Históricamente, la participación de los dulzaineros en la Festa de Algemesí apenas divergía respecto a otras manifestaciones festivas del territorio valenciano: cuando entre los habitantes del pueblo había alguien que tocara la dolçaina y el tabal con mayor o menor pericia, eran contratados para la fiesta; cuando no lo había o el número resultaba insuficiente, se recurría a la contratación de dulzaineros foráneos. Hablamos, por tanto, de profesionales del oficio que percibían una remuneración por los servicios prestados. Esta circunstancia se mantuvo inalterable hasta la década de los años 70 del siglo xx, cuando aconteció un hecho inédito hasta el momento para intentar paliar la falta de músicos que cubrieran las necesidades del ritual: la creación de la Escola Provincial de Dolçaina, por parte del mismo Ayuntamiento de Algemesí. Fue la primera escuela pública de nuestros instrumentos tradicionales y también el embrión que daría lugar al reconocimiento de los estudios oficiales en el ámbito del conservatorio. Tarea realizada principalmente por el dulzainero local y profesor del conservatorio municipal de Valencia «José Iturbi», Xavier Richart. Durante los actos de la Festa, la dolçaina y el tabal hacen sonar alrededor de 100 melodías diferentes que forman parte de la historia musical de los habitantes de la ciudad y del patrimonio inmaterial valenciano. Estas

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«Muixerangues» en la entrada de la Virgen. Foto: ArchivoMuseu Valencià de la Festa. Algamesí

Dulzainas y tambores en la entrada de la cruz a la basílica. Foto: Paco Donderis.

músicas responden a diferentes géneros musicales y se pueden clasificar de la siguiente manera: Bailes de calle o plaza / En este género se enmarcan las Danses d’Algemesí. Es, posiblemente, la danza más popular en las comarcas valencianas. Pasacalles rituales y de acompañamiento / Se realizan tres pasacalles: la Cercavila de l’antevespra, la Plega —para recaudar dinero— en el día de la víspera y la Despertà —diana— en el día de la Patrona. Procesiones / Se celebran tres procesiones entre los días 7 y 8 en las que los instrumentos tradicionales suenan delante de la cruz procesional —entre la parte profana y la religiosa— y la banda de música interpreta su música detrás de la imagen de la Santa. Danzas rituales / En este orden encontramos los bailes de la Muixeranga, Bastonets, Pastoretes, Carxofa i arquets, Llauradores, Gegants i cabuts y los Tornejants.

También se realiza un concierto, la noche del 6 de septiembre, por parte de la banda de música de la localidad. Es el llamado Concert de la nit del retorn. La mayor parte de las melodías y ritmos de las músicas que suenan en la fiesta son anónimas y de transmisión oral pero, recientemente, se han incorporado obras de autores conocidos como ocurre en el caso del Ball de llauradores, el dels Gegants y, en su gran mayoría, la música de los pasacalles y las procesiones —las melodías de la cruz—. Así pues, las fiestas en honor a la Mare de Déu de la Salut de Algemesí son la muestra palpable de como la comunidad encuentra el equilibrio el mantenimiento de la distinCada manifestación entre ción individual y la fusión mutua. humana tiene su Cada manifestación humana tiene su propia dinámica propia dinámica de organización y de organización cada individuo conoce perfectamente tarea a realizar. Incidimos en la reley conoce la vancia de las actividades colectivas perfectamente la como mecanismo de creación de identarea a realizar. tidad y del ejemplo de tolerancia que se Las actividades vive en Algemesí. Pero también es resaltar la trascendencia y colectivas son importante la necesidad de mantenerse firmes en el mecanismo la defensa de los valores que emanan de creación de la Festa para vivir en una sociedad de identidad y mejor. Estos principios, junto a la cade seguir la tradición sin inteel ejemplo de pacidad rrupción, han logrado el reconocitolerancia que se miento mundial y la posibilidad de vive en Algemesí engrandecer y visibilizar la cultura tradicional valenciana, uno de los paradigmas del progreso actual. Algemesí se ha consolidado como un lugar donde la cultura popular se mantiene muy viva gracias al esfuerzo constante y consciente de las instituciones y, sobre todo, por la perseverante implicación que históricamente ha mostrado la sociedad civil. 10 | La Festa de la Mare de Déu de la Salut


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DE LAS LANDAS AL PIEDEMONTE PIRENÁICO UN VIAJE POR EL ROMÁNICO Y LOS CAMINOS DE SANTIAGO Pedro Luis Huerta


En el siglo XII la peregrinación a Santiago de Compostela había alcanzado un auge extraordinario y desde todos los rincones de Europa gentes de toda condición emprendieron un largo viaje hasta la tumba del apóstol en Galicia. Aquellos peregrinos que iniciaban su ruta desde los lugares más alejados del continente se fueron agrupando en torno a cuatro vías o rutas principales que recorrían toda Francia y que recibían su nombre de la ciudad donde radicaba el santuario más importante de la ruta. Estos cuatro itinerarios ya estaban perfectamente consolidados a mediados de dicha centuria pues los recogió Aymeric Picaud en su guía del peregrino, incluida en el famoso Codex Calixtinus. Eran la Vía Turonense que pasaba por Tours, la Lemovicense que visitaba la ciudad de Limoges, la Podense que partía de Le Puyen-Velay y la Tolosana que tenía su centro principal en Toulouse. Las tres primeras se juntaban cerca de Ostabat y cruzaban los Pirineos por Roncesvalles, mientras que la última lo hacía por Somport. Todas ellas confluían en Puente la Reina en un solo itinerario conocido como Camino Francés.

En sus tramos más meridionales estas cuatro rutas discurrían por tierras Vista de San Justo de Valcabrère y la catedral de Saint-Bertrand-de-Comminges. de Gascuña y del Béarn, regiones históricas Foto: Roberto Chaverri del suroeste francés donde el arte románico está perfectamente representado por una serie de monumentos de las más variadas Ábside de Saint-Paul-lès-Dax. Foto: Elena Aranda Vázquez tipologías, desde catedrales y monasterios a antiguas iglesias destinadas a fines funerarios o al cuidado de peregrinos. Los caminantes procedentes de los Países Bajos, del norte de Europa y de París seguían la Vía Turonense que transitaba, entre otros lugares, por Orleans, Tours, Poitiers y Burdeos. Tras abandonar esta última localidad y antes de llegar a Ostabat, los peregrinos afrontaban la árida y peligrosa travesía de las Landas, «región falta de cualquier recurso» en opinión de AyLos caminantes meric Picaud. Antes de enprocedentes de los Países trar en Dax, donde había dos Bajos, del norte de Europa hospitales, los peregrinos y de París seguían la Vía hacían una parada en la igleTuronense que transitaba, sia de San Pablo, levantada entre otros lugares, por en la primera mitad del siglo Orleans, Tours, Poitiers y xii. Allí podían contemplar Burdeos. Tras abandonar su magnífico ábside románico, decorado con arquerías esta última localidad y de bellos capiteles y relieves antes de llegar a Ostabat, marmóreos con animales y los peregrinos afrontaban pasajes evangélicos que en la árida y peligrosa forma de friso recorren todo travesía de las Landas el perímetro exterior. Un ejemplo único en el románico francés. Más adelante, y hacia el sur, se encontraban con algunos ríos, como los Gaves Réunis, el Gave de Pau y Gave d’Oloron, que tenían que sortear en toscas embarcaciones manejadas por crueles y despiadados barqueros que en ocasiones las hacían zozobrar para desvalijar a los pobres caminantes. Cerca de estos cursos fluviales se encontraban importantes mo-

nasterios que servían de refugio a los peregrinos, como los de Arthous y San Juan de Sorde. El primero fue una abadía premostratense fundada en 1167, convertida hoy en un importante centro cultural en el que se realizan conciertos, exposiciones y reuniones científicas. Destaca su iglesia románica de tres ábsides, con una prolija decoración figurativa en sus capiteles y canecillos. El segundo fue fundado a finales del siglo x por monjes benedictinos sobre el solar de una antigua villa galo-romana de la que se han conservado magníficos mosaicos. Del viejo conjunto monacal destaca la iglesia con su cabecera románica y algunas dependencias reformadas en siglos posteriores. Su hospital ofrecía asistencia a los peregrinos, en ocasiones durante todo el invierno, antes de enfrentarse a la dura travesía de los Pirineos. En Sauveterre-de-Béarn los que transitaban por esta vía se unían a los que venían de Limoges a través de la Vía Lemovicense y un poco más adelante, cerca de Ostabat, con los que procedían de Le Puy. La Vía Lemovicense partía de Vézelay, en Borgoña, y a través de Nevers o de Bourges llegaba hasta Limoges, ciudad que daba nombre a la ruta. Pasaba luego por Périgueux, Bergerac y tras cruzar el Garona se adentraban en la temida región de las Landas. La bastida de Roquefort y la ciudad de Mont-de-Marsan daban refugio a los peregrinos antes de llegar a la abadía beneDe las Landas al Piedemonte pirenáico | 13


dictina de Saint-Sever, uno de los hitos más importantes de este itinerario. Según la tradición fue fundada hacía el año mil por Guillermo Sancho, duque de Gascuña en el lugar donde fue martirizado san Severo, un príncipe escita de principios del siglo V que había sido enviado por el papa Siricio para evangelizar las Galias. El edificio sufrió un incendio en 1060 y tras su reconstrucción en tiempos del abad Gregorio Montaner (1028-1072) se convirtió en un gran centro cultural donde trabajaron grandes artistas, como el miniaturista Stephanus Garsia que iluminó el famoso beato de Saint-Sever, hoy en la Biblioteca Nacional de Francia. Aunque sufrió los desastres de las Guerras de Religión y de la Revolución Francesa, su iglesia, de extraordinarias dimensiones, conserva todavía buena parte de la estructura románica, con siete ábsides escalonados y una abundante decoración escultórica distribuida en más de sesenta capiteles adornados con motivos vegetales, animaLa Vía Lemovicense partía lísticos e historiados. de Vézelay, en Borgoña, Tras abandonar y a través de Nevers o de Saint-Sever, los peBourges llegaba hasta regrinos seguían su Limoges, ciudad que daba marcha por distintas nombre a la ruta. Pasaba localidades hasta luego por Périgueux, llegar a la abadía Bergerac y tras cruzar el de Saint-Girons, en Garona se adentraban en Hagetmau, de la que la temida región de las se ha conservado su Landas. impresionante cripta románica con capiteles de exquisita labra. Desde aquí llegaban a Orthez, donde eran atendidos en varios hospitales regentados por órdenes religiosas, y a Sauveterre-de-Béarn, lugar en el situado en la colina de Le Mas. Todavía se que se unían a los que caminaban por la Vía conserva su iglesia románica en cuya cripta Turonense. Más al sur el grueso de peregrise guarda un bello sarcófago paleocristianos se incrementaba con los procedentes de no de mármol en el que según la tradición la Vía Podense. estuvo enterrado el cuerpo de la santa. Más Esta última vía recibía su nombre de adelante podían detenerse en el monasterio Le Puy, centro de una importante peregride Sauvelade, fundado en 1128 por Gastón nación mariana desde época altomedieval. IV el Cruzado, vizconde de Béarn, del que Aquí se levantó una gran catedral a lo largo todavía se conserva su iglesia de triple ábside los siglos xi y xii, así como una capilla de semicircular. dedicada a San Miguel en lo alto de una La Vía Tolosana o Via Arletanensis reaguja volcánica, mandada construir por el cibía estos nombres de sus dos hitos más obispo Godescalco. Su tradición jacobea se importantes: Toulouse y Arlés. Era el itineincrementó, precisamente, a partir de la rario predilecto de los peregrinos que llegaperegrinación a Compostela de este prelado ban desde Italia y desde Provenza, aunque en el año 950. La ruta, que luego siguieron en sentido inverso también era utilizada muchos peregrinos, pasaba por lugares por los viajeros que acudían a Roma y que tan emblemáticos como Conques, Cahors enlazaban en territorio italiano con la Vía o Moissac, antes de cruzar el Garona para Francígena. Después de recorrer la Provenadentrarse en tierras de Gascuña y Béarn. za y el Languedoc, el camino penetraba en la Aire-sur-l’Adour era lugar de parada obliregión gascona y en las tierras del Béarn. En gada para visitar las reliquias de la mártir las inmediaciones de Pau los peregrinos haQuiteria, custodiadas en un monasterio 14 | De las Landas al Piedemonte pirenáico

cían un alto en la ruta para visitar Morlaás, antigua capital del vizcondado entre 1080 y 1260. Allí se conserva todavía la iglesia de Santa Fe, levantada por el vizconde Céntulo en las últimas décadas del siglo xi, con tres naves rematadas en ábsides semicirculares y una soberbia portada occidental cargada de abundante decoración escultórica. El tímpano se decora con un Pantocrátor en el centro –copia del original que se guarda en el interior– y dos timpanillos más pequeños con la Matanza de los Inocentes y la Huida a Egipto. El ornato se completa con figuras de atlantes, santos, ancianos del Apocalipsis, animales, motivos vegetales, etc. En el interior destacan los capiteles de la cabecera y el mosaico de la capilla mayor. Rodeando Pau por el norte el camino llegaba a Lescar, la antigua Beneharnum de los romanos que dio nombre a la provincia de Béarn, de la que también fue capital. Fue destruida por los vikingos en el año


La Vía Podense recibía su nombre de Le Puy, centro de una importante peregrinación mariana desde época altomedieval. Aquí se levantó una gran catedral a lo largo de los siglos XI y XII, así como una capilla dedicada a San Miguel en lo alto de una aguja volcánica, mandada construir por el obispo Godescalco.

Capitel de la abadía de Saint-Sever. Foto: Juan Antonio Olañeta Portada de la catedral de Oloron-Sainte-Marie. Foto: Elena Aranda Vázquez

Mosaico de la catedral de Lescar. Foto: Elena Aranda Vázquez De las Landas al Piedemonte pirenáico | 15


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L’Hôpital-Saint-Blaise. Foto: Elena Aranda Vázquez Capiteles de Saint-Gaudens. Foto: Roberto Chaverri

841 y reconstruida un siglo después con el nombre actual. Allí se levantó una catedral en 1062 y más tarde otra iniciada en torno a 1120 por orden del obispo Guy de Lons, si bien no se culminó hasta la centuria siguiente. Se trata del templo románico más grande de la región y, aunque muy restaurado, todavía conserva importantes La Vía Tolosana o Via muestras escultóricas Arletanensis recibía del siglo XII, así como estos nombres de sus dos un magnífico mosaico hitos más importantes: del mismo momento Toulouse y Arlés. Era encargado por el preel itinerario predilecto lado ya mencionado. de los peregrinos que Destaca la represenllegaban desde Italia y tación de un arquero desde Provenza, aunque cojo –probablemente en sentido inverso también musulmán– y varios era utilizada por los animales en lo que parece una represenviajeros que acudían a tación fabulística. Roma y que enlazaban en Esta misma catedral territorio italiano con la sirvió de lugar de enVía Francígena. terramiento para los reyes de Navarra en los siglos xv y xvi. Hacía el sur se encontraba la encomienda de Le Faget d’Aubertin, fundada por el vizconde Gastón IV el Cruzado, que dio lugar al actual pueblo de Lacommande, con su iglesia románica de San Blas. El siguiente hito jacobeo era Oloron-Sainte-Marie fruto de la unión de dos núcleos surgidos en el siglo xi que representaban al poder episcopal y al poder vizcondal: Santa María,

donde el obispo Esteban de Lavedan levantó una catedral dedicada a la Virgen, y Oloron, fundado por el vizconde Céntulo V el Joven sobre el promontorio donde estuvo la antigua Iluro. De la catedral románica se ha conservado su portada occidental que repite el esquema compositivo de Santa Fe de Morlaás, aunque con diferente decoración. Destaca el ornato de su tímpano con el tema del Descendimiento y de sus arquivoltas, especialmente los veinticuatro ancianos del Apocalipsis y las figuras dedicadas a diferentes faenas relacionadas con los preparativos de un banquete. Llamativos son también los dos cautivos encadenados que a modo de atlantes sostienen la columna del parteluz. La iglesia de Santa Cruz, en la parte alta de la población, presenta como mayor singularidad una bóveda de nervios de inspiración musulmana, similar a la que se puede ver en l’Hôpital-Saint-Blaise o en Torres del Río (Navarra). Al salir de Oloron los peregrinos emprendían los tramos finales de esta ruta antes de internarse en las montañas. Primero encaminaban sus pasos hacía varias poblaciones, como Arros, Saint-Cristaud, Escot o el monasterio de Sarrance, para más adelante ascender por el Summus Portus (Somport) y penetrar en territorio aragonés. Desde allí, se dirigirían a Jaca, el punto más importante de esta ruta en territorio hispano, y más adelante a Navarra para unirse en Puente la Reina con los viajeros llegados desde Roncesvalles. A partir de aquí el itinerario hasta Compostela será el mismo para todos.

A lo largo de estas cuatro grandes rutas se encuentran desvíos y atajos que a veces tomaban los peregrinos para dirigirse a otros santuarios o simplemente para acortar las jornadas de marcha. En el caso de la Vía Tolosana, algunos caminantes que llegaban a Lacommande se desviaban hacia el suroeste hasta l’Hôpital-Saint-Blaise donde se encontraba la encomienda y hospital de la Misericordia. Hoy queda una magnífica iglesia románica con una bóveda de nervios como la de Santa Cruz de Oloron. Algo similar ocurría también con un ramal secundario que discurría desde Carcassonne hasta Saint-Gaudens, con una gran colegiata románica, y desde aquí a Valcabrère, con la iglesia funeraria de San Justo y a Saint-Bertrand-deComminges cuya catedral todavía conserva su portada románica y su claustro.

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LOS INSTRUMENTOS MÁS GRANDES DEL MUNDO MÚSICA EN LOS TEMPLOS Cuando entramos en una catedral, la impresión es muy distinta si en ese momento se escucha la música de un órgano. Vemos esos instrumentos aupados sobre altas tribunas, y nos parece obvia la correspondencia entre la proporción colosal de sus castillos de tubos plateados, su volumen sonoro y la vastedad de los espacios que los albergan; pero entonces suena la voz de una sola persona, expandiéndose por las naves, y se iluminan nuevos matices de esas pétreas cajas de música que son los antiguos templos cristianos. Yo tuve la suerte de

Miguel Sobrino González

Coro de la catedral de Ávila. Foto: Javier Velasco

asistir al ensayo de una cantante, que debía intervenir más tarde en una celebración, enfrentándose sin ayuda de megafonía al espacio inmenso de la catedral de Bourges, una de las más grandes de Francia. Bastaba una sola voz humana bien educada y proyectada para que la catedral la arropara, como si reconociese en su capacidad de multiplicar los ecos una de sus funciones más íntimas y genuinas. En todas las catedrales había un coro, un espacio acotado y dedicado expresamente al rezo cantado. Aunque ese espacio fuese


único, en realidad deberíamos hablar de dos coros, pues la polifonía desarrollada al calor de algunas escuelas catedralicias, como la de Notre Dame de París, tuvo su expresión física en la posibilidad de estructurar las sillerías corales en dos mitades enfrentadas, que se respondían entre sí; en medio de ellas, diversos atriles y el poderoso mueble llamado facistol servía para apoyar los libros de canto, cuyo enorme tamaño no se debía a una indiscriminada afición por el colosalismo, sino a la distancia a la que los cantores debían seguir las partituras. Las fachadas exteriores del coro, verdaderas obras de arquitectura dotadas de altares y de escaleras y tribunas, comenzaron a servir a partir del siglo xvi para que se situaran sobre ellas los ministriles, músicos a sueldo que acompañaban el canto de los canónigos, un elemento secular que era, no pocas veces, el origen de disputas y desórdenes. Y es que no debemos imaginar el coro solo como un lugar de recogimiento y unción: el profesor Antonio Cabeza nos cuenta, en su magnífico estudio La vida en una catedral del Antiguo Régimen, que muchos miembros del clero catedralicio fumaban en sus sitiales, cuando no se ausentaban de sus obligaciones en el coro; sobre todo en el invierno, cuando los braseros, las alfombras y los tapices apenas bastaban para mitigar el frío. A los ministriles se sumaban a veces cantores profesionales, y para que hubiese voces blancas se contaba con niños, normalmente alojados en las escuelas catedralicias, que sufragaban su formación a cambio de esa contribución a la riqueza tonal del canto. Los órganos, que ahora vemos instalados cómodamente en estructuras dispuestas sobre las sillerías corales o en otros lugares señalados (por ejemplo los extremos del crucero, como ocurre en Toledo, Barcelona o Plasencia), empezaron siendo instrumentos portátiles para ir fijándose y agrandándose según se acrecentaba el boato de la liturgia catedralicia. Muchos de estos instrumentos acabaron siendo por sí mismos, en una feliz expresión de Fernando Chueca Goitia, verdaderos «monumentos a la música», objetos que proclamaban con su sola presencia la riqueza y magnificencia de su contenido, antes incluso de que saliese una sola de las notas que esperaban en el interior de sus tubos y trompetas a ser propulsadas por los fuelles. Hay muchas pruebas del aspecto simbólico de estos instrumentos: en la catedral de Almería no hubo dinero para disponer sendos órganos en los lados del coro, como sí tenían otras sedes más ricas, por lo que se hizo un órgano real para uno de los laterales y frente a

La destrucción de muchos de nuestros coros catedralicios (producida no por guerras o vandalismos, sino por la estúpida idea de vaciar el interior de los templos, robándoles así gran parte de su sentido) se llevó a veces los órganos por delante

Interior de la catedral de Oviedo, antes de la destrucción del coro y los órganos (MSG)

él se colocó un mueble parejo pero vacío, un simple adorno para lograr la simetría; en Plasencia, flanquean al órgano dos personajes muy significativos, Iubal y Orfeo, los inventores de la música según la tradición bíblica y según la mitología clásica. La destrucción de muchos de nuestros coros catedralicios (producida no por guerras o vandalismos, sino po la estúpida idea de vaciar el interior de los templos, robándoles así gran parte de su sentido) se llevó a veces los órganos por delante, como ocurrió en Oviedo; en otras ocasiones se dio la situación, aún más absurda, de dejar colgados en el vacío a estos instrumentos, huérfanos de los espacios corales a los que debían acompañar, como ocurre en las catedrales de Granada y Santiago

Los instrumentos más grandes del mundo: música en los templos | 19


Órgano de la catedral de Plasencia (MSG)

Salón con balcón de ministriles en la casa de Jacques Coeur en Bourges (MSG)

Balcones de ministriles Los espacios para la música no eran ajenos a la antigua arquitectura civil. Algunos palacios y castillos contaban en sus salones con tribunas o balcones destinados a alojar a los músicos que amenizaban encuentros, bailes y celebraciones. En la sala de las Camas de la Alhambra, los espacios altos estaban reservados a los músicos que acompañaban el descanso del rey nazarí; el salón principal de la mansión gótica de Jacques Coeur, en la nombrada ciudad de Bourges, posee uno de esos balcones de ministriles; en nuestro país se conserva uno muy bello en el palacio ducal de Peñaranda de Duero. En Medina del Campo, el palacio de Dueñas conservó su balcón de músicos hasta los años sesenta, cuando, según me informa Antonio Sánchez del Barrio, fue destruido al reformar el edificio como sede de un instituto de enseñanza media.

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Los instrumentos más grandes del mundo: música en los templos

de Compostela. Hay también órganos que han sufrido, por la vía de intervenciones equivocadas, pérdidas más sutiles, pero no menos significativas. Hasta 1970, el órgano renacentista de la catedral de Barcelona conservaba en su lugar las puertas, grandes sargas pintadas que acompañaban plásticamente a la música gracias a un juego de imágenes y colores muy meditado: cuando estaban abiertas, las puertas mostraban pinturas a todo color, y cuando estaban cerradas (mitigando el sonido de los tubos para acompañar el carácter sombrío de la liturgia de Semana Santa) dejaban a la vista pinturas en grisalla. En esos mismos años se eliminó del órgano barcelonés su componente más popular, la carota o carassa que pendía de su pinjante central y que era en realidad un autómata, la cómica cabeza de un árabe con turbante que, al pulsar las notas más graves, abría los ojos y la boca. En ciertas fiestas, los niños esperaban ansiosos ese momento, pues antes se había llenado la carassa de golosinas y, al abrirse su bocaza, los dulces caían sobre los pequeños. La ausencia de una verdadera actividad musical, fuera de la celebración ocasional de conciertos o de la casi siempre odiosa megafonía, es uno de tantos aspectos que han empobrecido la percepción actual de estos edificios, concebidos en su día como verdaderas cajas de resonancia para la música, donde importaba más lograr un efecto majestuoso que la inteligibilidad de las palabras. Por eso, en los lugares en que se necesitaba que esas palabras fuesen llanas y comprensibles, como los templos de las órdenes predicadoras, las iglesias solían tener una sola nave y las techumbres eran casi siempre de madera, menos dadas por tanto a la reverberación y los ecos. Las catedrales como verdaderas cajas de resonancia de la música (más que como lugares donde interpretarla) hacen pensar en otra faceta de esos templos: su relación con la medida del tiempo, pues no en vano fue en ellas donde se instalaron los primeros relojes públicos de nuestras ciudades (un tema del que se hablará en otro artículo). No haría falta subrayar la relación directa que existe entre la música y el tiempo, pero es una excusa como otra cualquiera para volver de nuevo los ojos hacia el más célebre de los autómatas españoles, el Papamoscas de la catedral de Burgos. Dispuesto, como la carassa barcelonesa, con un mecanismo que hace mover su mandíbula al sonar las horas, no está de más que nos fijemos en lo que ese personaje burlesco, pero sometido al fin a la obligación de comunicar la medida del tiempo, sostiene en su mano: no es un texto satírico ni un pasquín, sino una partitura.


HISTORIAS DETRÁS DE...

Estas revelaciones llevaron a que sus coetáneos se referirán a ella como la «sibila del Rin». Es más, personalidades como Leonor de Aquitania o Federico Barbarroja acudían a Hildegarda buscando en sus palabras consuelo y consejo. Pero, es su aportación a la música lo que centrará nuestra atención en este artículo. Sí, Hildegarda también cultivó un campo para el que no estaba formada, otra prueba de su carácter excepcional. Sin una formación previa, creó «Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestes», que consta de 78 composiciones entre antífonas y responsorios. En tiempos de Hildegarda era el canto gregoriano el que resonaba entre los muros de los monasterios, un canto monódico donde la música estaba supeditada Cristina Párbole al texto, ella creó una melodía que abarcaba dos octavas, algo nunca visto entonces. TamIlustración de Daniel Rodríguez bién escribió «Ordo Virtutum», una obra de teatro creada para ser cantada, que constituye una de las piezas más conocidas de Hildegarda. Sus objetivos con tales creacioUna mujer sin duda alguna extraordinaria, nes eran alabar a Dios y cubrir cuya sabiduría, valor y talento sobrepasan de lejos los las necesidades litúrgicas de límites impuestos por la costumbre a su condición femenina su comunidad, ella entendía la música como un instrumento de Ángeles Caso cohesión social y un vehículo de conexión entre el ser humano y la divinidad. Escuchar su música es acercarnos a su carácter, pues los estuMucho se ha contado sobre esta mujer diosos de su obra dicen que las piezas que que sobresalió por sus múltiples dotes en escribió denotan una fuerte expresividad y un mundo marcado por los designios de originalidad. los hombres. Visionaria, innovadora, Renovación y creatividad son dos palaautodidacta, Hildegarda de Bingen bras que pueden resumir el legado musical es una mujer que a través de los de Hildegarda. El conocimiento de sus comsiglos sigue inspirando. posiciones viene dado por el propio interés A muy temprana edad que ella mostró en que sus creaciones fueran Hildegarda fue entregada a la reconocidas como tales, lo que nos ha permivida religiosa y bajo la tutela tido muchos siglos después saber con detalle de Jutta de Spanheim, pasó a cuál fue su producción, algo difícil en la ocupar el monasterio dúplice música de la Edad Media donde muchas veces de Disibodenberg situado en desconocemos la autoría. Renania-Palatinado, en Alemania. La vista al pasado nos permite conocer Allí fue instruida y empezó a tener figuras masculinas que fueron prolíficas en visiones, que se acentuaron cuando alcanzó el mundo de la música, cuyas obras hoy en la edad de 42 años. La monja decidió poner día son conocidas y escuchadas, pero las vopor escrito aquellas revelaciones que conces femeninas apenas resuenan y se han conformarán su obra «Scivias», que comienza vertido en un eco difuso. En este mundo tocon estas palabras: davía por explorar y donde debemos conocer más en profundidad el papel que la mujer «Y he aquí que, a los cuarenta y tuvo en el desarrollo de la música medieval tres años de mi vida en esta tierra, despuntó una figura única en todos los aspecmientras contemplaba, el alma trémula tos de su vida. Un foco de luz y sabiduría que y de temor embargada, una visión desde su monasterio nos dejó un inmenso celestial, vi un gran esplendor del que legado que es de justicia dar a conocer. surgió una voz venida del cielo...».

... HILDEGARDA DE BINGEN La voz femenina de la música medieval

Esta Hildegarda está inspirada, tanto en el atuendo como en el color, en las ilustraciones del Liber divinorum operum de la Biblioteca estatal de Lucca, ms. L, 1942, fol. 121v. Principios del siglo XIII.

Ilustración: Daniel Rodríguez Redondo Historiador del Arte y Máster en Cómic y Educación (@drartista) https://drartista.com/ Hildegarda de Bingen | 21


ESCOCIA SONORA

LAS HUELLAS DE LA MÚSICA EN EL PATRIMONIO MONUMENTAL César del Valle

No hay estampa más sugerente que recorrer las calles de Edimburgo, Glasgow o cualquiera de sus pequeñas poblaciones y deleitarse, a las puertas de las muchas tabernas, con los cantos de sus parroquianos glosando las hazañas nacionales, narrando la severidad de la vida cotidiana o, también, entonando éxitos actuales. Escocia, heredera de su origen gaélico, mantiene una indisoluble unión con la música. En un mundo en el que los estereotipos nacionales siguen teniendo una gran vigencia, todavía recuerdo cómo un amigo estadounidense me comentaba con sorpresa, en su primer viaje a España, no haber visto a nadie vestido de sevillana o torero, nuestra imagen del escocés se manifiesta ataviado con el «kilt» y haciendo sonar su gaita ante las ruinas de un viejo castillo de las Highlands. 22 | Escocia sonora


Castillo de Eilean Donan (Dornie). Foto: Pet_r. CC BY-NC-S.A 2.0

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Primeras representaciones musicales en el medievo

Tondo (Stirling Head) con notación musical en el extremo exterior. Palacio Real del Castillo de Stirling. Leo Reynolds © CC BY-NC-S.A 2.0

Cerdo gaitero. Abadía de Melrose. Foto: BeardyRob CC BY-NC-S.A 2.0

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Lo cierto es que no será la gaita el primer instrumento representado de la cultura escocesa. De hecho, debemos avanzar, como luego veremos, hasta la Baja Edad Media para localizarlo. Será el arpa, o clarsach en su variante escocesa, el emblema musical durante el final de la Antigüedad y la Alta Edad Media. En este periodo el territorio escocés estuvo ocupado por los pictos, una confederación de tribus de origen celta asentada en el área nororiental, y los escotos, con raíz celta irlandesa, que ocupaban el espacio occidental. Aunque, en los inicios, los primeros poseían la preeminencia militar, serán los escotos los que se vayan imponiendo, sobre todo, en el aspecto cultural, al sembrar el terreno con una semilla de tradición gaélica. Los bardos, que actuaban como músicos, poetas o historiadores, recorrían las poblaciones narrando fantásticas leyendas siempre con un arpa en sus manos. En la actualidad conservamos tres arpas medievales, dos depositadas en el Museo Nacional de Escocia y la tercera en el Trinity College de Dublín. Sin embargo, aparecen representaciones de arpas desde mucho antes, la mayoría de ellas localizadas en territorio escocés. Muy interesantes son las cruces pictas de Dupplin, fechada hacia el 800 d.C., donde aparece la imagen de un arpista, y de Nigg, de la misma época, con la figuración de un arpa rodeada por otros motivos diferentes. En los albores del siglo xv, el arpa será sustituida por la gaita como el instrumento nacional de Escocia. Páginas más cercanas a la leyenda que a la realidad

describen cómo eran utilizadas en la guerra por los soldados para atemorizar al enemigo a causa de su gran potencia sonora. Lo cierto es que se convertirá en un icono que perdura en la actualidad y tiene su reflejo en los principales monumentos del país. Otro emblema nacional y visita obligada para todo aquel que se sumerge por las Highlands es el castillo de Eilean Donan. Una galería de gaiteros, desde donde se amenizaban las reuniones, preside su Gran Salón. La imagen nos retrotrae a la época de esplendor de los clanes escoceses, aunque hay que señalar que el castillo estuvo en ruinas hasta el siglo xx cuando se convirtió, mediante una profunda restauración, en el jardín de las esencias de las tradiciones nacionales. A continuación, nos dirigimos hasta la región de los Borders, concretamente a la abadía de Melrose, famosa por cobijar una excepcional gárgola con la imagen de un cerdo tocando una gaita. Los orígenes del monasterio se remontan al año 1136 cuando fue fundado por una comunidad de monjes cistercienses a petición del rey David I. Como la mayoría de los cenobios escoceses, fue objeto de una turbulenta historia que provocó su destrucción en el año 1385 por las tropas del rey inglés Ricardo II. Reconstruido de manera inmediata, a ese preciso instante se asocia la realización de la escultura. Podemos encontrar ejemplos con una iconografía similar en Inglaterra. A pesar de no conocer la intención del artista, no es extraña la representación de animales musicales en el medievo habitualmente ligados a canecillos, gárgolas, misericordias de sillerías corales e iluminaciones en manuscritos. Seguimos nuestro camino por las representaciones musicales del patrimonio escocés hasta la Capilla


Ángeles músicos situados en los nervios de la bóveda de la Capilla de la Dama. Capilla de Rosslyn (Roslin). Foto: Bernard Blanc CC BY-NC-S.A 2.0

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Rosslyn. Mundialmente conocida desde que formó parte esencial de la trama del «Código da Vinci» de Dan Brown, dando origen a multitud de teorías por parte de todo tipo de investigadores que, en ocasiones, han desarrollado interesantes aportaciones. Durante la década del año 2000 varios equipos de expertos musicólogos anunciaron que habían descubierto un secreto melódico en las tallas de la iglesia. Concretamente en los nervios de las bóvedas de la Capilla de la Dama aparecen unas figuras de 13 angelillos que entre sus manos sujetan instrumentos musicales, pero también un pentagrama que daba la clave para interpretar musicalmente 213 cubos allí esculpidos siguiendo un fenómeno denominado como cimática o patrón de Chladni, que desembocó en la conocida composición del denominado «Motete Rosslyn». No es objeto de este artículo juzgar su veracidad o el exceso de imaginación de los autores, pero sí señalar su interés musical, al menos, con la aparición de los numerosos instrumentos en unas figuras del siglo xv.

Auge y caída de la música en el Renacimiento Durante el Renacimiento la música se desliza entre las arenas movedizas del esplendor y la promoción, pero también del rechazo provocado por la iglesia reformada escocesa, de corte calvinista, empeñada en acabar con los cantos y bailes propios de la música tradicional, así como con eliminar la música de los templos. Por el contrario, la casa de los Estuardo, muy aficionada a las artes, ejerció un importante mecenazgo. Jacobo V decidió obsequiar con un imponente Palacio Real en el castillo de Stirling a su futura esposa María de Guisa. Entre las diferentes salas destaca el Salón Real Inferior, cuyo techo estaba decorado por unos espectaculares tondos decorados con bustos denominados Stirling Heads. Cuenta la tradición que en 1777 uno de ellos cayó sobre un soldado motivando que fuesen retirados; aunque también se dice que un dignatario local los rescató de ser utilizados como leña por esos mismos militares. Si antes mencionamos la supuesta aparición de una secuencia musical en las bóvedas de Rosslyn, aquí ocurrió algo similar. El escultor John Donaldson recibió el encargo de reproducir varios de los tondos, observando que en el exterior de uno de ellos aparecía una misteriosa secuencia de 0, I y II. Tras un largo estudio, se concluyó que correspondían a una primitiva notación musical, convirtiéndose en el ejemplo más antiguo de partitura escrita escocesa. Ana de Dinamarca, esposa del rey Jacobo VI, construyó a finales del siglo xvi un Palacio Real en la abadía de Dunfermline. La reina fue una entusiasta mecenas del arte y adoraba las fiestas y el baile, gustos que nos pueden ayudar a entender la conservación de una gárgola cantando y tocando lo que parece ser una vihuela. Sorprende su representación en piedra, siendo uno de los pocos ejemplos conservados, pero sobre todo su aparición nada habitual en Escocia, ya que el instrumento tuvo su principal ámbito de acción en España, Portugal y, en menor medida, en Italia. No podíamos cerrar el periodo renacentista sin hablar de María Estuardo, la reina trágica. Educada en el amor a las artes, llena de buenos propósitos pero rodea26 | Escocia sonora

da de ambiciosos consejeros. David Rizzio, descrito por las crónicas como buen músico, excelso cantor aunque feo, bajo y jorobado, se convirtió en uno de sus principales asesores, provocando los celos de unos cortesanos protestantes (la reina era católica), a los que se unió su propio marido Lord Darnley. La noche del 9 de marzo de 1566, Rizzio fue asesinado brutalmente en los aposentos privados de la reina en el Palacio de Holyrood de Edimburgo, iniciando, según señalan los expertos, el principio del fin de la soberana escocesa. Los ingredientes pasionales y políticos del crimen, así como la popularidad de la reina, posibilitaron que el suceso fuese fuente de inspiración de literatos y compositores.

La atracción escocesa durante el Romanticismo El Romanticismo provocó una exaltación de los sentimientos nacionalistas que afectó a la exótica herencia gaélica escocesa. Fue el momento en que llamó la aten-


ción de importantes compositores europeos y también en el que los grandes literatos nacionales trabajaron por el redescubrimiento y la codificación del folclore escocés, siendo el caso de Robert Burns y Walter Scott. Ambos se esforzaron por reunir y difundir las antiguas canciones de su país, e incluso desarrollar la canción tradicional de Escocia. Walter Scott sembró sus novelas de canciones e inspiró a grandes compositores como Schubert y Mendelssohn. Tan grande fue la atracción de Scott por el recuerdo del esplendor de su país que eligió al monasterio de Dryburgh para su descanso eterno. Esta antigua abadía premostratense fue fundada en 1152, momento en que se inició su construcción en estilo románico normando. Atesora un sugestivo devenir histórico y es uno de los centros de referencia del rey Robert the Bruce, cuyo corazón está enterrado aquí. Tuvo una participación crucial durante los enfrentamientos entre escoceses e ingleses, que desembocó en un profundo incendio en 1385, aunque se pudo sobreponer y fue resistiendo incluso a la reforma luterana hasta que, a finales del siglo xvi, fue abandonada, iniciándose su ruina.

Scott, atraído por la importancia del sitio y su romántica estampa eligió el brazo norte del transepto de la iglesia para disponer su tumba junto al corazón del más grande de los reyes escoceses. Otra abadía que sirvió como fuente de inspiración fue la de Holyrood en Edimburgo, en este caso para el compositor alemán Félix Mendelssohn. El músico había comenzado su viaje por Escocia en el año 1829 y no fue especialmente receptivo a la música tradicional escocesa, más bien todo lo contrario, manifestó cierto desprecio. En verano del mismo año se acercó hasta el palacio de Holyrood, atraído por la historia del asesinato de David Rizzio. Mendelssohn, falto de inspiración, aquí tropezó con las musas para escribir su «Sinfonía Escocesa», como el mismo relató: «en el profundo crepúsculo fuimos hoy al palacio donde la Reina María vivió y amó… La capilla de abajo ahora no tiene techo. La hierba y la hiedra prosperan allí y en el altar roto donde María fue coronada Reina de Escocia. Todo está arruinado, decaído, y los cielos despejados se vierten. Creo que he encontrado allí el comienzo de mi Sinfonía Escocesa».

Restos del transepto de la iglesia en cuyo interior se sitúa la tumba de Walter Scott. Abadía de Dryburgh. Barnyz © CC BY-NC-S.A 2.0

La costa amalfitana | 27


La música religiosa y la Reforma

Interior de la Catedral de Dunblane. Tom Parnell © CC BY-NC-S.A 2.0

La iglesia católica escocesa, al igual que la sociedad civil, otorgaba a la música un importante valor en sus celebraciones. Existían escuelas de canto, coros o libros de música. La Reforma acabó con todo esto; se destruyeron libros y se eliminaron órganos. En un primer momento, el cariz luterano de la Reforma posibilitó la convivencia musical en el culto, pero con la llegada del calvinismo y su postura mucho más intolerante, desembocó en su supresión de los templos, a excepción de la interpretación monofónica de los salmos. Ni siquiera el apoyo decidido de los Estuardo en favor de la música consiguió mover un milímetro la posición reformista. En el siglo xviii se sucedieron unos débiles intentos de apertura musical en las catedrales, permitiendo el canto coral a cuatro voces, abriendo escuelas musicales o creando escuelas de canto. No será hasta el siglo xix cuando se reintroduzca la música en la Iglesia de Escocia. Los órganos volvieron a ocupar sus antiguas ubicaciones, aunque todavía con cierta timidez y rechazo, que hacía que no fuesen utilizados en todas las catedrales. La mayoría de los actuales son de construcción muy moderna, lo que nos permite comprobar las reservas a la hora de instalarlos. Podemos destacar el bonito órgano de la iglesia de Holy Rude de Stirling, construido en el 1939 por la casa inglesa Rushworth and Dreaper. Este instrumento sustituyó a otro más antiguo de finales del xix pero que era demasiado sencillo para las nuevas necesidades musicales. El actual, que fue restaurado en la

28 | Escocia La costasonora amalfitana

década de los noventa, está diseñado en madera y metal, y presenta un estilo neorromántico en el que destacan las tallas de ángeles músicos. Es uno de los mejores instrumentos del país que ha posibilitado la realización de múltiples conciertos y grabaciones discográficas. También son interesantes los órganos de las catedrales de Edimburgo o de Dunblane, aunque sean ejemplares modernos.

Escocia en la actualidad Comenzábamos este artículo señalando el estereotipo de las tabernas musicales y de los grupos de gaiteros que, obviamente, forman parte de la cultura nacional. Allí todo género de música es esencial y goza de un enorme peso social. Una población que no llega a los seis millones de habitantes, disfruta, sin embargo, de una gran representación de músicos de repercusión internacional. Desde el rock alternativo, donde destacan grupos como Franz Ferdinand o Travis, hasta el pop de Annie Lennox pasando por el folk rock de The Waterboys, quienes exploran la tradición céltica mezclándola con los nuevos ritmos, consiguiendo un característico estilo de gran éxito. No hay mejor final para este artículo sobre la representación musical escocesa en el patrimonio que rememorar la mítica secuencia de la banda sonora de Carros de Fuego con los atletas deslizándose, a ritmo de la música del griego Vangelis, sobre la arena de la playa de West Sand en Saint Andrews.


PATRIMONIO DE CINE BANDAS SONORAS: ACORDES Y DESACUERDOS Sonia Sánchez Recio Doctora en Comunicación Audiovisual y Periodista

En 2001: una odisea en el espacio (1968), Stanley Kubrick optó por piezas musicales clásicas para realzar su película más trascendental. Si bien al comienzo del proyecto había acordado con Alex North, compositor de la banda sonora de Espartaco (1960), que éste elaboraría varias partituras para el largometraje, finalmente prescindió de sus propuestas y mantuvo las composiciones con las que había diseñado el «tempo» de las escenas de su epopeya espacial; se decantó por obras clásicas como el poema sinfónico «Así habló Zaratustra» de Richard Strauss; el «Requiem» de György Ligeti; la suite «Gayaneh» de Aram Khachaturyan y el vals «Danubio Azul» de Johann Strauss. De este modo, la «música provisional» quedó como definitiva y, hoy en día, sería difícil imaginar a la azafata de la nave espacial Orión desplazarse por las cabinas con un compás distinto al 3/4 del vals de Strauss.

La selección de Kubrick constituye un perfecto engranaje entre las notas musicales de corte clásico y las imágenes interestelares que se repetirá en la mítica saga Star Wars. Para La guerra de las galaxias (1977), George Lucas barajó como referencia el cómic «Flash Gordon», que habría llevado al cine si hubiera contado con los derechos. En ese universo pop, Lucas concibió su saga galáctica con la idea de que en la banda sonora tuvieran protagonismo los sintetizadores por tratarse de una ópera espacial y por el prejuicio de creer que la música clásica no atraería al público juvenil. Afortunadamente, escogió una banda sonora sinfónica compuesta por John Williams. Éste había recibido en 1976 una copia de la primera entrega de la saga con fragmentos de música clásica como mera indicación -los «temps tracks», como en el caso de Kubrick- y no dudó en que su

Fotograma de Lady Halcón (Richard Donner, 1985)

partitura seguiría esa estela, dotando a los personajes de un «leit motiv» que los identificase. Williams mostró su trabajo a Lucas, que quedó impresionado por la espectacular propuesta sinfónica, inspirada en composiciones como «La consagración de la primavera» de Stravinsky; la suite «Los planetas» de Holst, especialmente el movimiento dedicado a «Marte, portador de la guerra»; la Sinfonía n.º 2 de Mahler y la «Marcha fúnebre» de Chopin, entre las más conocidas. La adecuada sincronización entre la acción y la banda sonora, de la que surge la magia del cine, no siempre sucede. En ocasiones, en largometrajes bien realizados hallamos «disonancias» por culpa de un mal ensamblaje o una pésima decisión en cuanto al tono musical. Es el caso de Lady Halcón (Richard Donner, 1985), una película dotada de enorme belleza visual, que pierde solemnidad por una desacertada elección de la partitura. La historia de amor imposible entre el capitán Navarre y la dama Isabeau de Anjou, que por culpa de un hechizo sufren la condena de no poder estar juntos en su forma humana, requería un envoltorio musical diferente al estilo de rock progresivo de Alan Parsons Project. Uno de sus colaboradores, el productor Andrew Powell, compuso una obra sinfónica de excepcional calidad, que incluía pop/rock mezclado con coros; brillante, pero inapropiada para esta trama que se desarrolla durante la baja Edad Media en el norte de Italia -con el trasfondo de las espectaculares fortalezas de Rocca Sforzesca en Soncino (Lombardía), Rocca Calascio en L´Aquila (Abruzzo), Torrechiara en Parma y Castell´Arquato en Piacenza (Emilia-Romaña)-. El riesgo de conflicto interno o disonancia entre las imágenes y la música es que, sin proponérselo, la película pueda interpretarse como una parodia del género. Un camino que inició, en torno a los cuentos románticos, La princesa prometida (Rob Reiner, 1987) con su irónico guion y música de Mark Knopfler y Willy DeVille y que continuó la saga de animación Shrek (20012011) dinamitando el género para siempre. La cuestión, en cualquier caso, no es la elección instrumental de sintetizadores, sino más bien el estilo dotado de narratividad propia como el pop y el rock. Algo evidente en El nombre de la rosa (Jean Jacques Annaud, 1986) para cuya trama en torno a los crímenes de una abadía italiana, también en la baja Edad Media, James Horner compuso una banda sonora electrónica sugerente y misteriosa que se relaciona con las «micropolifonías» de Ligeti en 2001: una odisea en el espacio, y encaja. Patrimonio de cine | 29


Las piedras cantan

Foto: Pablo Castro Ruíz

música en el Camino de Santiago El ciclo Las Piedras Cantan llega de nuevo para llenar de vida y música las viejas piedras de Castilla y León. Este año lo hace «a lo grande», con una edición Jacobea en la que cuenta con la financiación de la Junta de Castilla y León y la colaboración de la Fundación Banco Sabadell. Hasta mayo de 2023, 40 artistas de diferentes estilos y formatos ofrecerán 70 conciertos gratuitos en diferentes localizaciones de los Caminos a Santiago que atraviesan la Comunidad. Una edición especial con la que el festival busca acercar la música y el patrimonio a residentes, turistas y peregrinos; mejorar la calidad de vida en los pueblos y reforzar la identidad de los castellanos y leoneses. Ya se conoce la programación del primer trimestre de conciertos, que se ha inaugurado el pasado 29 de abril con un recital del grupo Siloé en la iglesia del Monasterio de San Zoilo en Carrión de los Condes, Palencia. Allí más de un centenar de personas vibraron con las pegadizas melodías del dúo de moda y pudieron conocer una de las joyas de la arquitectura cluniacense de nuestro país y parte principal del Camino.

30 | Las piedras cantan


Un auténtico repertorio de talento

Jaime García Prado

Una imagen del concierto de Siloé del pasado 29 de abril en la iglesia del Monasterio de San Zoilo, de Carrión de los Condes. Imagen de Pablo Castro.

De la música clásica a la arqueomúsica

Las próximas citas, ya a finales de mayo, seJunio vendrá cargado de propuestas que rán un auténtico repertorio del talento y la van desde la música clásica al folk, jazz, variedad de estilos que imperan hoy día en indie o la «arqueomúsica» que propone el el panorama musical de Castilla y León. Es personalísimo proyecto musical de Silbeel caso del Ensemble Alfonsí, la agrupación rius de Ura. El primero de los conciertos de encabezada por Jota Martínez, que el 21 de este mes será el de Atlantic Folk Trío, uno mayo interpretará las Cantigas de Alfonso de los grupos revelación de la escena folk X «El Sabio» con los mismos instrumentos internacional que fusionan «las seductoras que las vieron nacer. El concierto será en el y rústicas melodías de Castilla con la energía Seminario de Astorga y vendrá acompañay espontaneidad de la música escocesa». Será do de una muestra de ese instrumentarium el 5 de junio en la iglesia de Santa María del musical alfonsí que se han reproducido fielCastillo en Frómista, Palencia; actual sede mente a través de los códices medievales. del montaje multimedia «Vestigia», que El contrapunnarra la historia del Camino to lo dará el día 27 y el papel que este jugó en el Hasta mayo de la banda de rock desarrollo de la villa. indie The Son of El siguiente fin de sema2023, 40 artistas Wood, que llega na será el turno de Couleur de diferentes a una ciudad tan Café Quartet, una banda estilos y formatos cargada de histoclásica de jazz formada por ofrecerán 70 ria como Arévalo, tres músicos y una cantante «la Ciudad de los curtidos en los locales y conciertos gratuitos Cinco Linajes», festivales de jazz más embleen diferentes para hacer escumáticos de la Comunidad. localizaciones de los El viernes 10 llenarán de char sus crudas Caminos a Santiago letras «que narran ritmo la Iglesia gótica de realidades cercaSanta María la Blanca en nas, frustraciones Fuenterroble de Salvatierra, y miedos con un mensaje inconformista». una localidad salmantina de importante Una apuesta joven, fresca y dinámica para tradición peregrina. Repetirán el día 23 en una villa medieval que se ha caracterizado la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por la convivencia de culturas. en Mombuey, Zamora, conocida por su esLos conciertos de mayo se cierran el dopectacular torre románica atribuida a los mingo 29 con Vandalia Trío, otra formación Templarios. muy joven que mezcla sus raíces clásicas e También harán doblete, en esta ocasión, instrumentos sinfónicos con otros estilos la banda salmantina The Son of Wood, que como el jazz, rock, funky o el flamenco. Esta el 11 de junio recalará en la Iglesia de Santa fusión de tradición y vanguardia, con la María del Castillo, en la localidad palentina que ellos quieren «reivindicar el patrimonio de Cervera de Pisuerga. Este templo destaca inmaterial», sonará en la localidad leonesa por su rico interior en el que, entre otros de La Bañeza, junto a la Iglesia del Salvador, muchos elementos, se puede admirar la cuyos orígenes se remontan al siglo ix. tabla flamenca «La Adoración de los Reyes», Las piedras cantan | 31


que, según cuentan, Juan de Flandes presentó a los Reyes Católicos para solicitar el puesto de pintor de la Corte.

Remover la tradición y el folclore castellano Tan solo unos días después llegará a Boadilla del Camino, también en Palencia, una de las propuestas más especiales del ciclo, la de Dulzaro, que busca «remover la tradición y el folclore castellano» para generar emociones a través de la música electrónica y la poesía de Federico García Lorca. El concierto tendrá lugar el lunes 13 en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El último fin de semana de la primavera —el que va del 17 al 19 de junio— contará con tres propuestas diferentes, de viernes a domingo. La primera será «un cruce de caminos entre lo clásico, lo moderno y lo popular” y vendrá firmado por Zaruk, el dúo musical que forman la violonchelista Iris Azquinezer y el guitarrista Rainer Seiferth. La cita será en el espléndido palacio renacentista de Los Serrano en Ávila. El sábado 18 de junio Las Piedras Cantan se desplazarán a Espinosa de los Monteros, en Burgos, concretamente a su Iglesia de Santa Cecilia, de estilo renacentista, que acogerá un concierto de Neønymus (ver entrevista en la p. 35), un artista singular donde los haya y que ha querido vivir la experiencia de cantar y escuchar su música «en un lugar tan especial».

The Son of Wood

«Un día con el abuelo», canciones para niños y nostálgicos El fin de semana lo cerrará el grupo de folk castellano Triguiñuelas con una propuesta muy especial en el Archivo General de Simancas, Valladolid. Dedicado fundamentalmente al público infantil, pero también a los nostálgicos, su espectáculo «Un día con el abuelo» permite a los más pequeños conocer sus raíces a través de las canciones que cantaban sus mayores. El primer trimestre de conciertos lo cerrará un proyecto musical atípico, Huckleberry, caracterizado por las armonías vocales y el empleo de instrumentos como el clarinete, la guitarra, el bajo o el ukelele. Un grupo joven, original, en el que se fusionan diferentes estilos con otras artes y lenguas, como la poesía. Será el sábado 25 de junio en el Centro Cultural San Benito de Sahagún, una localidad que destaca por el rico patrimonio y por su vinculación con el Camino Francés. 32 | Las piedras cantan

Vandalia Trío Couleur Café Jazz


PROGRAMA

11 DE JUNIO

THE SON OF WOOD

Entradas gratuitas hasta completar aforo

Iglesia de Santa María del Castillo 20:00 h Cervera de Pisuerga / PALENCIA

29 DE ABRIL

13 DE JUNIO

SILOÉ

DULZARO

Iglesia del Monasterio de San Zoilo 20:00 h Carrión de los Condes / PALENCIA

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción 20:00 h Boadilla del Camino / PALENCIA

21 DE MAYO

17 DE JUNIO

ENSEMBLE ALFONSÍ

ZARUK + ARTISTAS INVITADOS

Claustro del Seminario 20:00 h Astorga / LEÓN

Palacio de Los Serrano 20:00 h Ávila / ÁVILA

27 DE MAYO

18 DE JUNIO

THE SON OF WOOD

NEONYMUS

ABRIL-MAYO-JUNIO / 2022

Teatro Castilla 20:30 h Arévalo / ÁVILA

Iglesia de Santa Cecilia 20:30 h Espinosa de los Monteros / BURGOS

29 DE MAYO

19 DE JUNIO

VANDALIA TRIO

TRIGUIÑUELAS

Plaza de San Salvador 20:15 h La Bañeza / LEÓN

Archivo General de Simancas 20:30 h Simancas / VALLADOLID

5 DE JUNIO

23 DE JUNIO

ATLANTIC FOLK TRIO

COULEUR CAFÉ JAZZ QUARTET

Iglesia de Sta Mª del Castillo Museo Vestigia 20:00 h Frómista / PALENCIA

Iglesia de Ntra Señora de la Asunción 20:30 h Mombuey / ZAMORA

10 DE JUNIO

25 DE JUNIO

COULEUR CAFÉ JAZZ QUARTET

HUCKLEBERRY

Iglesia Parroquial de Sta. María 20:00 h Fuenterroble de Salvatierra / SALAMANCA

Centro Cultural San Benito 21:00 h Sahagún / LEÓN

Las piedras cantan | 33


34 | Silverio Cavia «Neønymus»


«La música está escondida en muchos sitios y se puede hacer incluso con las pajitas del Cola Cao»

SILVERIO CAVIA «NEØNYMUS»

Foto: Sara Irazábal

Carmen Molinos

Su porte, enjuto, cargado de experiencia, con ese punto de locura que ya quisieran para sí muchos cuerdos, me recuerda al ingenioso hidalgo de Cervantes. Algo de Quijote, sí tiene. Es de esas personas con las que da gusto charlar. No tiene pelos en la lengua y, aunque se confiesa un tanto decepcionado hacia el género humano, disfruta cuando se sube a un escenario. Ha cumplido buena parte de sus sueños y tiene claro que su misión en la vida es acercar la música a los coles con sus conciertos didácticos. La entrevista es una excusa para seguir compartiendo y aprendiendo con Silverio, la persona que está detrás de Silberius de Ura, un artista integral o, como él mismo precisa, “sin refinar”. Charlamos de todo y de nada con este trovador neandertal del siglo XXI.

Silverio Cavia «Neønymus» | 35


Nos conocimos hace más de 15 años, se dice pronto, por aquel entonces diseñaba páginas web, se presentaba por su primer nombre, Jesús; formaba parte de un grupo folk, «El espíritu de Lúgubre» y gestionaba una gran comunidad virtual, Celtiberia. Hoy, cuando le leo, le escucho o le veo, tengo la sensación de que ha pasado más de una vida desde aquello, algo que él mismo corrobora, «efectivamente, en esta vida hay muchas y desde la primera vez que nos conocimos hasta ahora, ha pasado una entera, sí». Para quien no te conozca, ¿quién o qué es Neønymus? Silberius de Ura es el artista y Neønymus su proyecto musical. Hago música, sobre todo polifonía vocal, asistida con tecnología y, en ocasiones, instrumentos prehistóricos. Pero va un poco más allá, es un intento de despertar emociones desconocidas en el oyente, utilizando para ello una música que no ha escuchado nunca. Algo nuevo y vivo a la vez.

«No tengo ninguna esperanza de que el mundo rural sea capaz de reinventarse»

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Tras Neønymus está Silverio, que heredó el nombre de su abuelo y que, aunque nació en Bilbao, ha convertido Covarrubias y Ura, tierras del Arlanza, en su centro de acción, cuéntanos. Sí, mi madre es de Ura y mi padre de Burgos. Yo me crié en Bilbao hasta los cinco años y después regresamos a Ura. Siempre pensé que toda mi vida viviría allí, pero cometí un gran error que fue ser el alcalde de esta pequeña aldea. A los dos años dimití, estuve unos cuantos sin volver, y tuve claro que no era mi lugar. Ahora vivo en Covarrubias y me cuesta verme lejos de aquí; pero hay momentos en los que sufro tanto por cómo es la mentalidad de las personas del entorno y por cómo lo tratan, que pienso que quizá, sí puedo vivir lejos, en algún lugar donde sufra menos. Sin embargo, me consta que también hay personas con las que te encuentras muy a gusto allí.

Claro, aquí hay gente muy bonita, es verdad. Hay gente que no soporto y otra muy bonita y, bueno, por ahora está compensado. Pero, este año ha muerto alguna de esas personas con las que he compartido tanto, con las que he pasado tantos ratos. Desaparecen, ya no están más y no hay nadie que les pueda reemplazar, porque son ellos, sus conocimientos, sus vivencias…, en fin — suspiro—. Parte de esas vivencias se quedan contigo y se plasman en tu música, siguen viviendo en ti. Supongo que es como cuando lees un libro y crees que estás viviendo en él. Me trasladan sus vivencias, las asimilo e imagino que luego eso se refleja en las canciones que hago, sobre todo, cuando son más folk. A mí me enriquece mucho y me permite ver que ahora somos unas personas mucho más blandas de lo que han sido nuestros abuelos. Los pastores de antes, por ejemplo, les tocabas y parecían de madera, ¡qué duros!


Foto: Autorretrato

Si no recuerdo mal, allí, en Covarrubias, pusiste en marcha un proyecto cultural… El problema de Covarrubias es que se ha convertido en un auténtico parque temático. Aquí se encienden las luces el viernes por la tarde y se apagan el domingo por la noche. Habitualmente, no se piensa en la gente que vive en el pueblo. Todo o casi todo lo que se hace va enfocado al turista. Por eso nos juntamos tres artistas del pueblo y montamos Búnker Cultural, pensando en hacer actividades para la gente que vive aquí. Estuvo funcionando muy bien, hicimos muchas cosas, pero con el cambio de corporación, a algunos de los que hay ahora

«Cuando algo deja de apasionarme huyo de ello y me invento otra cosa que me llene»

no les caemos nada simpáticos y nos quitaron el espacio. Algunos de ellos me parecen orcos, lo puedes poner en la entrevista, no me importa — y lo pongo, pero conste que cuando él lo dice suena mucho más sútil que cuando yo lo escribo y tú lo lees—. ¡Qué poca sensibilidad, qué poco mundo! Viven con el complejo de pueblerinos, quieren parecerse a la ciudad y, no, esto es un pueblo, no lo perviertas. Ese espacio ya no existe, pero sí el colectivo que lo formó y alguna vez seguimos haciendo cosas. Quizá, ese sentimiento de decepción con el entorno que expresas hacia Covarrubias, con honrosas excepciones, se podría extender a todo el mundo rural. Se habla mucho de la España vaciada, pero yo conozco tanta gente en estos pueblos que no quiere que venga nadie a vivir aquí, porque les molestan, porque hay más ojos en el campo mirando. Así que, sí, es España vaciada, pero, en gran medida, porque

Foto: Chuchi Guerra

Ahora somos más blanditos y tiernos, todo nos afecta. Tenemos que vivir a 22 grados porque si no pasamos frío, creo que nos estamos volviendo muy frágiles. Hay gente que dice que ahora vivimos mucho mejor que nuestros abuelos, pero no sé si mi abuelo cambiaría su vida por la mía.


Foto: Noelia Jiménez

tampoco dejamos que venga nadie nuevo y si llega se le mira con recelo. ¿Qué podemos hacer para cambiar esta tendencia? ¿Educación? ¿Cambio de tendencia? No veo que haya opción. Tengo la desesperanza que habita en mí. Puedes pensar en las nuevas generaciones, pero, como en todo, hay jóvenes que tienen una visión más contemporánea del mundo rural y otros que viven en la dinámica heredada de sus padres y abuelos y, no, no tengo ninguna esperanza de que el mundo rural sea capaz de reinventarse. Cambiando de tercio. Cantas, tocas diferentes instrumentos, grabas documentales, le das a la fotografía, a las redes sociales, decir que eres polifacético es quedarse corto… Jo, ¡es que hay tantas cosas interesantes por hacer!. Bueno, ya sabes, está ese dicho de «aprendiz de mucho, maestro de nada», pues un poco, a mí, me pasa eso. Toco muchos palos, en nada soy un especialista, pero disfruto mucho creando, experimentando, aprendiendo nuevos lenguajes de comunicación. Mira, recuerdo que en el cole cuando a mis hijos les preguntaban «¿tú padre qué hace?», su respuesta solía ser «mi padre hace muchas cosas» y me encan38 | Silverio Cavia «Neønymus»

ta, porque parece que has de estar toda tu vida dedicado a una única profesión y no tiene por qué ser así. Se pueden hacer cosas muy diversas y que te aporten un nivel de felicidad muy grande. No sentirte estancado, poder experimentar, no solo me gusta, sino que no me da ningún miedo. De hecho el cambio ha sido, es, una constante en tu vida e implica cierta valentía. Tengo un amigo que, no sé si en plan de coña o no, me decía «oye, tú no te creas tan valiente por hacer esto que haces. En realidad, el valor está en aquellas personas que viven una situación que no les gusta y se quedan ahí aguantando y pensando que algo cambiará en el futuro». No sé, al final, igual, lo mío es una huida. Cuando algo deja de apasionarme huyo de ello y me invento otra cosa que me llene. Por ahora, he tenido suerte, porque siempre me han funcionado estas huidas mías, no me puedo quejar, la verdad. Acumulas muchos kilómetros, varios premios e incluso has llegado a grabar la banda sonora de una serie internacional. Conquistadores Adventum, una serie sobre los descubrimientos de América. Hice

Foto: Alberto Uyarra


una parte de la banda sonora, me descubrieron a través de un vídeo que compartí en redes sociales y me ofrecieron hacer la música de lo que yo quisiera. Me pasaban los capítulos y yo decía: quiero intervenir aquí y aquí. Fue una experiencia muy bonita, porque me dieron total libertad para crear. Además, creo que quien trabaja en esto, siempre tiene el sueño de poner música a una película, así que para mí fue algo muy grande. Me abrió muchas puertas. En tus conciertos y actuaciones propones un viaje desde nuestro pasado Neanderthal hasta hoy, ¿qué hemos perdido y qué hemos ganado por el camino? Es que yo creo que en realidad a lo largo de toda la historia de la humanidad, tan solo ha habido dos grandes bloques: el Paleolítico de aquellos cazadores recolectores y luego el Neolítico y ahí seguimos viviendo. Lo que nos hace evolucionar como sociedad y económicamente, también nos hace decadentes. Aún estamos en ese Neolítico del siglo XXI donde no ha cambiado nada, donde seguimos amurallando nuestras posesiones y cada vez queremos acumular más. En algunas cuevas neandertales se ha hallado a individuos que, pese a haber tenido algún

accidente o malformación, fueron cuidados por sus congéneres durante muchos años. Lo que habla de la ternura de aquellas personas y de su empatía hacia familiares y amigos. Esto, quizá, sí lo hemos mantenido, pero, por otro lado pienso que en estos doscientos mil años de historia, podríamos haber avanzado más en el modelo de convivencia, siendo más pacíficos, con más armonía, comunicándonos con más claridad y transparencia y lo que veo, el mundo a mi alrededor, me vence, por momentos pienso que no hemos aprendido nada.

«Seguimos viviendo en un Neolítico del siglo XXI»

Foto: Alberto Uyarra

Emulando a Tolkien, has inventado tu propio idioma, que puede escucharse en tus recitales y en tus discos y que quiere recordar al lenguaje de nuestros ancestros neandertales. En realidad, no construí ningún lenguaje. Lo que sí hice fue descubrir a unos lingüistas rusos que trataron de encontrar el primer lenguaje de la humanidad. Aquello que podía hablarse en el Paleolítico o en el Neolítico. Investigaron las lenguas más antiguas de las que tenemos conocimiento, indagaron en ellas y empezaron a preguntarse cuáles podrían haber sido las primeras palabras que pronunció o inventó el ser humano. A partir de ahí, viendo que había muchas comunes, empezaron a construir un diccionario de lo que ellos llamaron «nostrático», algo así como «nuestra lengua» y elaboraron un compendio extensísimo que solo entienden los lingüistas, yo no, pero ahí lo tengo y lo consulto mucho en mis canciones. Muchos expertos opinan que esto es una tontería y no le dan ningún valor, pero otros sí valoran ese proceso de investigación y compilación de vocablos e incluso hay quien piensa que, efectivamente, se podría parecer bastante a aquella lengua primigenia. Así que yo uso estas palabras en mis canciones. Es posible que si algún día las escucha un paleolítico no entienda nada, pero mientras yo sea feliz haciéndolo, ya está… Hablas, conectas con las almas de cada lugar, de cada espacio, de cada rincón y nos ayudas a los demás a escucharlas, ¿qué te cuentan? ¿qué te susurran? Me rescatan de esa sensación que te estaba describiendo, de esa tristeza y esa decepción. Cada vez que conecto con la Naturaleza, donde voy casi a diario, siempre hay un regalo para mí, un «bienvenido por volver». Tiene su miga la pregunta que me haces, la puedo responder con música, pero con palabras, no sé si me saldrá. Me obligo a contar mis salidas al campo, porque muchas personas me escriben y me dicen lo agradecidas que están por esa foto que comparto o por lo que cuento. Viven en entornos urbanos, sin posibilidad de hacer esto que yo hago y me doy cuenta de que las redes sociales, al margen de lo malvadas que puedan llegar a resultar porque nos utilizan, también son una maravilla. Me permiten a mí, pobre hombre, que vive en un pueblecito de nada, publicar algo y resulta que estoy alegrando el corazón a alguien que vive a 500 o 3000 kilómetros de distancia. Todo tendría que basarse en una inspiración mutua. Veo a gente haciendo Silverio Cavia «Neønymus» | 39


cosas bonitas y me inspira, pero también quienes hacen cosas chungas, porque pienso «uff, así no». Cuanto más compartamos, más nos ayudaremos unos a otros. Has actuado en muchos lugares mágicos e imagino que cada uno de ellos te aporta algo y que son experiencias imborrables para el público y para tí. Cuando comencé a inventarme Neønymus, uno de mis sueños era hacer conciertos en lugares muy especiales, para grupos reducidos de personas, con grandes intereses culturales y artísticos, con una sensibilidad especial. Desde hace unos años, eso está ocurriendo. Actúo en yacimientos arqueológicos, en bosques, en ruinas… Es

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como si todo lo que proyectas al futuro desde el corazón, al final, si te esfuerzas, te lo encuentras. Y me hace muy feliz, porque cuando empecé contactaba con arqueólogos y muchos me miraban con cierto recelo, pensando, «quién es éste que se mete aquí en nuestro mundo a soltar sus historietas sobre neandertales». Ahora esto ha cambiado mucho y se asume que es la visión de un artista sobre estos temas. Ya no me miran con ese recelo inicial Conectas con los sitios en los que actúas, ¿recuerdas alguno en especial? Pienso que un trocito de mi alma se ha quedado en muchos de los lugares en los que he actuado. Es difícil la pregunta por-

que llevo 500 conciertos de Neønymus, más los didácticos y ¡han sido tantos los lugares! Mira, el año pasado me impresionó mucho un concierto en la catedral de Palencia con motivo de su 700 aniversario. Fue espectacular que la organización se fijase en mí y me invitase a cantar en ese espacio, en un momento tan especial. Yo que siempre voy por ahí pensando que no soy digno de todo lo que me pasa, aquello fue espectacular, disfruté mucho. Pero también me acuerdo de otro hace unos años, aquí, en un pueblecito muy cercano a Covarrubias, donde la gente quiso escucharme en el antiguo muladar y fue una noche mágica. En muchos lugares he sentido una conexión increíble con el lugar y con las personas. Neønymus es un regalazo para mí.


«Todo lo que proyectas al futuro desde el corazón, al final, te lo encuentras»

fundos en lugares mágicos o los didácticos, mi ego interior se quedaría con los primeros, pero sé que mi misión en la vida son los didácticos, en los coles y con los chavales. Aquí también tendrás miles de anécdotas Como he viajado tanto por toda España, me doy cuenta de que hay lugares en los que los niños tienen un sentido de la musicalidad y unas ganas de hacer música mucho más grandes. Me viene a la mente, por ejemplo, Valencia, porque es increíble cómo se implican. Al más mínimo patrón rítmico que les entra, ya están aplaudiendo. Hay veces que elijo a niños voluntarios, para que improvisen y te sorprenden por su capacidad de imaginación. Viajo con

Foto: Autorretrato

Foto: Autorretrato

Otro aspecto importante de tu trayectoria son los conciertos didácticos, ¿es muy diferente actuar ante este público? Llevo un tiempo pensando que los didácticos son mi misión principal en esta vida. Neønymus me aporta mucho, pero lo más importante son estos conciertos tan divertidos e interactivos con los chavales, porque es la oportunidad de sembrar en ellos. A lo mejor en el momento no son conscientes de lo que les cuento o lo que ven, pero algo se queda ahí y, quizá, germine. Les hablo de dar un valor inmenso a la fantasía y a la capacidad de imaginar, porque es lo que te va a ayudar a superar problemas y a resolver cosas. Si ahora mismo me dijesen que solo puedo hacer un tipo de concierto: o los pro-

Silverio Cavia «Neønymus» | 41


un todoterreno y en coles rurales, como la Montaña Palentina, es lo habitual, pero en los urbanos, cuando meto el coche en el patio para descargar o cargar, y los niños lo ven arañado y lleno de barro, se quedan alucinados. Es como si viniese alguien de un mundo muy lejano al suyo. Es algo muy especial. Les hago ver que la música está escondida en muchos sitios y que se puede hacer incluso con las pajitas del Cola Cao. Los didácticos son útiles para ellos, pero también para mí, me llenan de alegría.

Foto: Adolfo Lacunza

Le dejamos preparando la maleta, rumbo a Córdoba, donde llegará con su todoterreno y donde actuará en la conocida como «cueva de los murciélagos», un lugar mágico que pervive desde el Paleolítico. Nos queda la promesa de un reencuentro y un café. Una nueva charla en la que seguir compartiendo y encontrando inspiración, ¡ojalá sea más pronto que tarde! Mientras tanto, nos vemos en las redes.

42 | La costa amalfitana

Foto: Ramón López

Ya para terminar, ¿qué supone para ti formar parte de esta nueva edición de Las Piedras Cantan? Me hace muchísima ilusión, de verdad. Actuaré en Espinosa de los Monteros, en la iglesia, un lugar que ya conozco y que tiene una resonancia espectacular. Llevaré algo no centrado en la prehistoria, sino más vinculado a los anhelos del ser humano. Estoy preparando el repertorio con mucha ilusión y, además, haré un didáctico por la mañana en el cole, tengo el pack completo, lo cual es genial.


Esta es la historia de un fotógrafo que ha permanecido oculto durante cien años, porque se equivocó de profesión y se hizo otorrino. Nacido cuando el arte de la fotografía comenzaba a popularizarse, Leonardo Cantero Cortés (Miranda de Ebro, 1872-Madrid, 1955) fue uno de los primeros 1.000 aficionados con cámara de la capital. Aunque también hizo sus pinitos profesionales en la prensa, publicando varios reportajes en la revista Actualidades en los primeros años del siglo xx. Su amor por la imagen latente y el arte, le llevó a trabar amistad con el pintor Cecilio Pla, cuya relación se testimonia por la existencia de retratos de ambos, que se cruzaron como regalo, cada uno en su técnica: Pla pintó a Cantero y Cantero fotografió a Pla. Además, el médico transmitió su pasión por la fotografía a su hijo Leonardo Cantero Rodríguez (1907-1995), cuyo trabajo alcanzaría una gran calidad profesional y artística, pues fue miembro fundador del grupo La Palangana junto a Ramón Masats o Gabriel Cualladó. A la muerte de Cantero Cortés, su archivo de negativos en vidrio, de 9 por 12 centímetros, quedó arrumbado en la casa familiar, hasta que un día, su nieto José María Cantero lo descubrió mientras limpiaba el hueco de una escalera. Consciente del valor que tenía aquel legado icónico de su abuelo, se puso a trabajar para asegurar su

LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO

Leonardo Cantero Cortés El médico que dominaba la cámara Fundación Anastasio de Gracia

conservación y difundirlo. En función del contenido geográfico de las imágenes, hizo varios lotes y los donó a archivos públicos y privados. De esta manera fue como llegaron 405 fabulosas imágenes al Centro Documental de la Fundación Anastasio de Gracia. Fotografías con un gran valor documental, antropológico y artístico, que retratan la vida familiar, las fiestas de carnaval en Madrid, los puestos de El Rastro, el mercado de la Ribera de Bilbao, el juicio de la «asesina de la plancha», o los bailes populares de las fiestas de Sajarraza, en La Rioja —que retrata la imagen que aquí publicamos—. En colaboración con el Máster de Documentación Fotográfica de la Universidad Complutense de Madrid, la Fundación Anastasio de Gracia ha coordinado un proyecto para el estudio y digitalización de este singular e interesante archivo, que ha sido realizado por la documentalista Sonia Garrido López, cuyo trabajo ha permitido contextualizar y sacar a la luz estas joyas fotográficas, que serán puestas a disposición pública en el Archivo Digital de la Fundación, en los próximos meses. Por otro lado, otras 76 placas negativas que retratan la vida en Miranda de Ebro, fueron depositadas por el nieto del otorrino en el Archivo de dicha localidad, donde han sido digitalizadas y puestas a disposición pública en la web municipal.

Imagen de las fiestas de Sajarraza (La Rioja). Centro Documental Fundación Anastasio de Gracia. Archivo Leonardo Cantero. Signatura 6.10.0095

La mirada del fotógrafo | 43


APUNTES SOBRE LAS CANTIGAS DE SANTA MARÍA EN EL VIIIº CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ALFONSO X EL SABIO Paloma Gutiérrez del Arroyo González Directora de la Escuela de Música Medieval y de Tradición Oral (Institución Libre de Enseñanza, Madrid) www.palomagutierrezdelarroyo.com

Figura 1. El rey trovador rodeado de sus ajudadores (San Lorenzo de El Escorial, Biblioteca Real, Ms. T-I-1, f. 5r).

44 | Apuntes sobre las Cantigas de Santa María

El pasado noviembre se celebraba el octavo centenario del nacimiento de Alfonso X de Castilla, «el rey Sabio» (23 noviembre 1221- 4 de abril de 1284). El apelativo se lo ganó en vida por la intensa labor cultural que realizó a lo largo de su reinado, especialmente como promotor de obras enciclopédicas que pretendían plasmar el estado del arte, en su tiempo, del conocimiento en muy variadas disciplinas (derecho, historia, astronomía, juegos, minerales...). Como vehículo principal de ese legado (y

como lengua oficial de la cancillería real) eligió la lengua vernácula, concretamente el castellano, y ya no el latín empleado exclusivamente hasta entonces. Para la lírica, sin embargo, eligió otra lengua romance: el gallegoportugués, la más reputada en la época para este género. Dentro de las Siete Partidas, en el capítulo sobre «De qué alegria deve el Rey usar a las vegadas, para tomar conorte en los pesares e en las cuytas» se incluye la música (la escucha de «cantares y sones de estrumentos»), como una de las formas (junto con el juego del ajedrez y de las tablas, y la lectura) de obtener conorte (consuelo), y se añade más adelante «ca los cantares non fueron fechos sinon por alegria, de manera que resciban dellos plazer et pierdan los cuydados». Así, la lírica gozó de muy alta estima en la corte alfonsí. El rey hizo llamar a grandes poetas y músicos, y varias miniaturas lo representan en posición de «compositor» rodeado de sus «ajudadores»: trovadores, cantores e instrumentistas, escribas y notatores (escribas musicales), cf. Fig. 1. Efectivamente, en toda Europa la lírica había saltado ya a la lengua vernácula. Además, en el siglo xii, el culto a la figura de María había experimentado un auge sin parangón, y uno de los lugares en los que más se la ensalzó fue la Escuela de St. Martial de Limoges. Allí surgió la Nova cantica, un estilo nuevo y extremadamente refinado tanto a nivel musical como poético, que se


expandió por todo el territorio de la actual Francia llegando a lugares como la Sicilia normanda. En los códices religiosos de esta escuela encontramos añadidos puntuales de temáticas profanas, pero con idénticas características musicales (monodia, a una sola voz, y diafonía, a dos) y poéticas, y también en latín. En el mismo contexto espaciotemporal (i.e. principios del siglo xii, en Aquitania) floreció el concepto del amor cortés de los trovadores, que alabaron el amor terrenal con un refinamiento comparable al de la Nova cantica, pero en lengua vernácula, la lengua de oc, y únicamente en monodia. Esa lírica fue saltando en el siglo siguiente a otras lenguas, a la lengua de oïl de los troveros del norte, al alto alemán de los minnesingers, al italiano de Dante, al gallegoportugués de las cantigas de amigo... y volvió a dedicarse en ocasiones a María, con el mismo código del amor cortés y en lengua vernácula. A su vez, las polifonías que brotaran en la Escuela de St. Martial tuvieron continuidad en París, con la Escuela de Notre Dame, donde se generó polifonía durante casi dos siglos (desde finales del siglo xii), polifonía que se extendió por gran parte del continente... Éste es el contexto en el que surge la obra cumbre de la lírica alfonsí: las Cantigas de Santa María, más de cuatrocientas cantigas conservadas en cuatro códices en cuyo prólogo se dice que Alfonso «hizo este libro a honra y loor de la Virgen Santa Ma-

Figura 2. Dou ao demo os outros amores. Cantiga 10, Rosa das rosas (San Lorenzo de El Escorial, Biblioteca Real, Ms. T-I-1, f. 17v-18r).

La lírica gozó de muy alta estima en la corte alfonsí. El rey hizo llamar a grandes poetas y músicos, y varias miniaturas lo representan en posición de «compositor» rodeado de sus «ajudadores»: trovadores, cantores e instrumentistas, escribas y notatores

ría, que es Madre de Dios, en la que él confía mucho» (en que ele muito fía) y que «por ello, de sus milagros hizo cantares y sones sabrosos de cantar» (cantares e sões, saborosos de cantar). La idea de dejar de trovar a las mujeres para dedicarse exclusivamente a alabar a la «Dama entre las damas» (a Sennor das sennores) aparece repetidamente al final de la Edad Media. Así lo expondrá en el siglo xiv el gran Guillaume de Machaut, y así lo deja expresado el propio Alfonso X en el segundo prólogo de las Cantigas, éste ya sí musical: «Quiero ser de hoy en adelante su trovador y le ruego (...) que quiera recibir mis cantos ya que a través de ellos quiero narrar los milagros que Ella hizo, y, por tanto, me querría dejar de trovar desde ahora por cualquier otra dama, y pienso que obtendré por Ésta cuanto perdí por las otras» (e ar querrei-me leixar de trobar des i por outra dona, e cuid’ a cobrar per esta quant’ enas outras perdí). Retoma esta idea en la cantiga de loor Rosa das rosas e flor das flores, y el encargado de representar un resumen de la cantiga en viñetas escoge iluminar justo la última estrofa, que dice así: Esta dona que tenno por sennor e de que quero seer trovador se eu per ren poss’aver seu amor dou ao demo os outros amores. A esta dama a quien tengo por señor y de quien quiero ser trovador si yo de alguna manera puedo tener su amor doy al Demonio los otros amores (cf. Fig. 2)

Figura 3. La «cantiga del filete» (San Lorenzo de El Escorial, Biblioteca Real, Ms. T-I-1, f. 214v-215r). Apuntes sobre las Cantigas de Santa María | 45


En este inmenso corpus, las ya mencionadas cantigas de loor (de alabanza) de la Virgen, se alternan con las cantigas dedicadas a la narración de los milagros marianos (mucho más numerosas) a las que aluden los dos prólogos. Faltaría por comentar un pequeño grupo de cantigas que aparecen precedidas por la rúbrica: As festas do anno, compuestas para fechas específicas del calendario litúrgico (Nacimiento, Virginidad

Figura 5. Juglaresa tañendo un salterio. Cantiga de loor Maldito seja quen non loara. (San Lorenzo de El Escorial, Biblioteca Real, B. I. 2, f. 260r). Figura 4. La «cantiga de los gusanos de seda» (San Lorenzo de El Escorial, Biblioteca Real, Ms. T-I-1, f. 30v)

46 | Apuntes sobre las Cantigas de Santa María

y Asunción de la Virgen; Navidad; Epifanía; Anunciación; Pascua; etc.). Haciendo honor a su espíritu enciclopédico, el Rey Sabio debió de hacer acopio de muchos libros de milagros marianos locales procedentes de los rincones más insospechados, para luego reflejar en las cantigas historias sorprendentes como las que siguen: Archiconocida es la melodía de la cantiga 159 (Non soffre Santa María) que se suele interpretar instrumentalmente, y mucho menos popular es la historia que narra: La sirvienta del alojamiento de unos peregrinos que llegan al santuario de Rocamadour (Francia) roba uno de los filetes que éstos compraran para el almuerzo, y ellos no dudan en invocar a Sta. María de Rocamadour para que les ayude a encontrarlo. Milagrosamente, el filete monta un gran estruendo y aparece, saltando «dacá e dalá», dentro de un arcón. Como agradecimiento, los peregrinos llevan el filete al santuario y lo cuelgan de un hilo de seda ante el altar de la Virgen (que faz miragres fremosos). (Cf. Fig. 3) Otro milagro curioso es el de la cantiga 18 (Por nos de dulta tirar), en que una mujer de Extremadura pide ayuda a la Virgen para que sus gusanos de seda (os seus babous de seda) vuelvan a ser productivos y, a cambio, le promete una touca de su seda

«para honrar la imagen que estaba en el altar de la Virgen, sin par» (per’a omagen honrrar que no altar siía da Virgen, que non ha par). El milagro es obrado, pero la mujer olvida hacer la toca y un día en la iglesia, al percatarse de su ingratitud se arrepiente hasta tal punto que la Virgen se apiada de ella y obra un segundo milagro: al regresar a su casa encuentra a los gusanos tejiendo dos tocas… El Rey don Affonsso se lleva una de ellas a su capilla… y aparece representado, como en tantas otras cantigas en las que participa, recibiéndola de manos de unos monjes y rodeado por nobles de su séquito (cf. Fig. 4). De la época de Alfonso o muy poco posteriores, conservamos cuatro fuentes de las Cantigas, tres de ellas con música (Madrid, BNE, ms. 10069, o «Códice de Toledo»; San Lorenzo de El Escorial, Biblioteca Real, B. I. 2, o «Códice de los músicos», el más completo; y San Lorenzo de El Escorial, Biblioteca Real, Ms. T-I-1, o «Códice Rico») y una cuarta preparada para contenerla, pero que quedó con los pentagramas vacíos (Firenze, Biblioteca Nazionale Centrale, Banco Rari, 20 o «Códice de Florencia»). Respetando un proyecto editorial muy riguroso, las Cantigas de loor se sitúan en las decenas y, de las cantigas de milagros, las más extensas aparecen en posición quinquenal y los dos manuscritos con cada cantiga iluminada –el «Códice Rico» y el «Códice de Florencia»- les dedican una doble página, es decir doce viñetas en lugar de seis. La notación musical en la época en que se produjeron estos códices se encuentra en plena transición entre dos tipos de notación mensural: la «modal» (acuñada en la Escuela de Notre Dame a finales del siglo xii o principios del xiii) y la «franconiana» (descrita por el teórico Franco de Colonia en su tratado Ars Cantus Mensurabilis, de ca. 1280). Esto convierte a los códices de las Cantigas en un testimonio valioso del cómo afrontaron los notatores aquellos tiempos bisagra y, al mismo tiempo, acentúa la complejidad de la descodificación del ritmo de muchas cantigas. Observamos que usan ambas notaciones de forma indistinta y poco rigurosa, y que las hacen coexistir con la notación no mensural del canto llano (puesto que ciertas piezas están compuestas no mensurales, i.e. fuera de un tactus). Observamos también cómo las adaptan para codificar ritmos para los que no fueron concebidas (como los ritmos de 5 que muchos musicólogos reclaman propios de la península). Cuando una misma cantiga aparece copiada en más de una fuente, de la comparación se puede, en ocasiones, concluir su ritmo con certeza, y, en otras, obtener


una versión lo más respetuosa posible con todas las fuentes, pero sin certeza de que fuera el ritmo que pretendían codificar. El intérprete se convierte en estos casos en un detective que debe conocer a la perfección los tres tipos de notación (y los repertorios que codificaron) para poder armar el puzle rítmico de la cantiga y probar a entender al «aturdido» notator que la transcribió. La iconografía de las tres fuentes iluminadas (sólo el «Códice de Toledo» carece de iluminación) constituye un testimonio igualmente precioso en tantísimos aspectos para todo estudioso de la época: edificios de toda clase; murallas y puertas de las ciudades; escenas de la corte y de las plazas; atuendos y moda; costumbres culinarias; reboticas de los «físicos» de la época, con sus frascos coloridos ordenados en anaqueles, y el tipo de curas que aplicaban los susodichos «físicos»; instrumentos musicales (especialmente el «códice de los Músicos», que encabeza cada cantiga de loor con una miniatura de uno o dos músicos, a modo de catálogo del instrumentarium de la época (cf. Fig. 5); y un largo etcétera de detalles que incluye hasta los tipos de brocados en almohadas y cortinas. Sobre la autoría de las Cantigas se ha especulado mucho. Algunas están escritas en primera persona, en voz del propio rey, sea o no éste su autor… En otras, participa activamente... En un magnífico artículo, Pepe Rey expone cómo, conforme van avanzando en número, las llamadas y ruegos de atención al público se vuelven más frecuentes en las cantigas, como si la corte ya estuviera aburrida de tanta producción1. En la cantiga 300 (Muito deveria home sempr’a loar), Alfonso lamenta que sus contemporáneos, «a maa gente, de felões corações», no entiendan su trovar a María y que «tan mal me agradezcan mis cantares y mis sones» (que me tan mal gradecen meus cantares e meus sões). Otra imagen, para mí indeleble, es la evocada por Benjamin Bagby2 en una clase en la que describió una escena hipotética que probablemente se repitiera con cierta periodicidad: varios trovadores en conciliábulo la víspera de la entrega al monarca de una nueva cantiga, exprimiendo su creatividad y su memoria para dar con la melodía adecuada para el nuevo texto. Y es que la calidad de la producción musical es desigual, y contiene guiños y reciclajes (contrafacta) internos y externos al corpus. Muchas de las melodías están inspiradas, si

no directamente calcadas, de otros repertorios como son: el gregoriano, los de las Escuelas de Notre Dame o de St. Martial, los de trovadores y de troveros... seguramente aportadas por los músicos invitados a la corte de Castilla... Aunque de la sabiduría del rey no se puede dudar, sí, quizás, de su capacidad creativa o, en todo caso, de que dispusiera del tiempo para acometer en solitario la totalidad de semejante obra. La confección de una cantiga pasa por traducir y resumir un milagro y por ponerlo en ver-

La iconografía de las tres fuentes iluminadas constituye un testimonio precioso en tantísimos aspectos para todo estudioso de la época so, y simultáneamente o a posteriori, según el caso, por asociarle una melodía. Luego ya la labor recae en escribas, notatores e iluminadores, un equipo que deberá coordinarse con el autor o los autores de texto y música... En alguno de esos pasos, puntualmente para algunas cantigas, pudo intervenir el monarca, en calidad de autor, de asesor o de

supervisor. Si, buscando indicios de autoría de Alfonso de las cantigas de Santa María, inspeccionamos las cantigas de escarnio e maldizer a él atribuidas, podremos extraer pocos resultados: los manuscritos que las han conservado hasta hoy son muy tardíos (ya de principios del siglo xvi) y carecen de música. Aunque sí están compuestas en gallegoportugués y muchas de ellas también en primera persona, se sabe que las de escarnio proceden de otra época de su vida, la principesca, y es difícil establecer correlaciones entre ambos corpus. En cualquier caso, tenemos constancia de que Alfonso valoraba sobremanera el arte del trovar y de que reconocía su dificultad («porque para trovar se requieren: entendimento y razón», dice en el prólogo musical), y, también, de su aprecio por las Cantigas de Santa María, puesto que se hacía acompañar por un ejemplar de éstas en sus viajes. De hecho, el propio libro favoreció su sanación en cierta ocasión en que se hallaba muy enfermo en Vitoria, según cuenta el milagro de la cantiga 209 (Muito faz grand’ erro). Así reza la rúbrica de esta cantiga: Como el rei Don Afonso de Castela adoeceu en Bitoria e houv’ ũa door tan grande que coidaron que morresse ende, e poséron-lle de suso o livro das Cantigas de Santa María, e foi guarido. (Cf. Fig. 6).

Figura 6. «Cantiga de la sanación del rey por el libro de las cantigas» (Muito faz grand’ erro). Viñeta cuya cartela reza así: Como abriron o libro de Sancta Maria e llo poseron sobelo door (Firenze, Biblioteca Nazionale Centrale, Banco Rari, 20, 119v).

1 Rey, Pepe, El trovador Don Alfonso X, Revista de Occidente, vol. 43, 1984, p. 166-183. 2 Director del Ensemble Sequentia(https://www. sequentia.org/). Apuntes sobre las Cantigas de Santa María | 47


El caso del convento de San Agustín de Burgos y de la Catedral de Santiago Jaime Nuño

Para vender bien hay que impresionar, y para comprar con gusto hay que admirar. Esta regla sirve para casi todo, también para adquirir un intangible como es la ayuda de los dioses, la salvación. Saber despertar el entusiasmo es la mejor receta para el éxito comercial. Claro que si hablamos de «comercio» y a la vez de «salvación» hay quien puede rasgarse las vestiduras, al considerar que estamos cayendo en un oxímoron, empleando términos contrapuestos. Pero cuando nos hallamos ante un templo, sea de la religión que fuere —activa o extinguida—, a nadie se le escapa que la monumentalidad y la teatralidad forman parte de la liturgia, en su sentido más amplio, es decir, de la imagen que ese culto presenta al mundo, tanto a sus seguidores como a los que no lo son. Esto ha sido y es una constante, y podemos encontrar buenos ejemplos en algunos centros de peregrinación. Pero no vamos a hablar del presente —que no queremos entrar en controversias— ni tampoco de proyectos o programas artísticos, sino de teatralidad, es decir, de escenografías pensadas para llamar la atención, en este caso para promover la devoción, un aspecto menos conocido que la creatividad artística, pero que seguramente contribuía igual —e incluso mejor— a exaltar la santidad y la fe. Como decimos, ningún culto de las grandes religiones ha rehuido las liturgias teatrales, en las que desde la arquitectura hasta la iluminación o desde las vestiduras de los oficiantes hasta el propio desarrollo de los oficios se han utilizado para exaltar la fe de los creyentes y para tratar de estimular la de quienes no lo eran tanto. Durante siglos, la competencia por atraer peregrinos a los distintos santuarios cristianos fue muy reñida y cada cual buscaba los mejores recursos que estaban a su alcance para im-

presionar al fiel y captar a nuevos devotos. Los milagros hechos por el santo titular eran sin duda el mejor activo, pero a veces podía mostrarse un tanto remolón y entre milagro y milagro pasaban muchos años,

Santísimo Cristo de la catedral de Burgos. Grabado.

de modo que la instalación de un ambiente inspirador para el prodigio podía aumentar las expectativas de que ocurriese. Especialmente en un tiempo en el que la pobreza estaba generalizada —como ha sido gran parte de la historia— el uso de recursos que no estaban al alcance de la inmensa mayoría de la población, por muy sencillos que ahora nos parezcan, podía causar efectos sorprendentes. El Códice Calixtino, escrito a mediados del siglo xii, así como otras

48 | La teatralidad en los grandes centros de peregrinación

fuentes antiguas, ya nos cuentan el amplio repertorio de ritos que, aunque no eran obligatorios, cumplían los peregrinos en Santiago, desde quemar las ropas del viaje ante la Cruz dos Farrapos o bañarse en la Fuente del Paraíso, hasta colocar la mano derecha sobre la columna del Árbol de Jesé o abrazar la imagen del apóstol dentro de la catedral. El aspecto que para estos devotos visitantes debía ofrecer el interior del templo compostelano tenía que ser necesariamente impresionante, con sus exvotos, tapices, ricas esculturas, rejas y sitiales; un espacio repleto de lámparas —la iluminación era uno de los bienes más preciados—, donde se exhibían reliquias del santo, como su bordón y la hoz con la que supuestamente fue martirizado, pero también donde colgaba el gran olifante o cuerno de Roldán, presidido todo por el magnífico altar de plata, con su gran baldaquino, que habían sido donados por el arzobispo Gelmírez. En medio de este extraordinario envoltorio se desarrollaba un rito continuo, que alcanzaba su máxima expresión el 25 de julio, festividad del martirio del apóstol, o el 30 de diciembre, la conmemoración de su translatio. Sabemos que esos días se limpiaba y decoraba especialmente la iglesia, colgándose «paños, sedas, tapices y demás ornamentos» como alusión a la «fe, esperanza y caridad y demás virtudes con que debemos adornar el tálamo de nuestro pecho», dispersándose por el suelo «juncos y otras hierbas», una práctica que ya en siglo vi le parecía a san Martín de Dumio propia de paganos, pero que el Calixtino justifica como significación de «la soberbia que, con los otros vicios que la siguen, debemos hollar con nuestras plantas obrando bien». La noche previa a tales fiestas una multitud de fervorosos se congregaba en el interior, en vigilia, con velas encendidas en sus manos, de pie y en continua oración, luchando contra el sueño, esperando los oficios del gran día. Cuenta el mismo Códice que en estas veladas «toda la iglesia se ilumina como con el sol en un día claro», congregando a gentes de todas las procedencias y lenguas: «unos tocan cítaras, otros liras, otros tímpanos, otros flautas, caramillos, trompetas, arpas, violines, ruedas británicas o galas, otros cantando con cítaras, otros cantando acompañados de diversos instrumentos, pasan la noche en vela; otros lloran sus pecados, otros leen los salmos, otros dan limosna a los ciegos». La descripción es de un verdadero ambiente de catarsis común que debía culminar con la confesión, la misa y la comunión, donde el prelado compostelano y su colegio de canónigos harían una puesta en escena que todo el mundo recordaría por el resto de sus vidas como lo más grande jamás visto.


Daniel Vierge (1851 - 1904). Les Fêtes de Sainte-Jacques de Compostelle: La Procession des Réliques. National Gallery of Art, Washington, D.C.

Un verdadero éxtasis al que contribuía sobremanera los continuos sahumerios del Botafumeiro, ese gran incensario que fue creciendo con el tiempo y volando cada vez más lejos y más alto: ultreia et suseia. Compostela es un buen ejemplo de esas puestas en escena al servicio de la piedad, porque la riqueza y la grandiosidad en el culto eran trasunto del poder del santo, cuya gloria así manifestada potenciaba su veneración y atraía, en consecuencia, ofrendas, limosnas y donaciones. Todos los centros de peregrinación eran muy conscientes de ello y a largo del Camino de Santiago —pero también fuera de él— los ejemplos se multiplican. Uno muy significativo fue el del Santo Cristo de Burgos, conservado desde finales de la Edad Media en el convento de San Agustín de esa ciudad castellana y ahora guardado en la catedral. La talla, atribuida —como otras muchas— a Nicodemo, el rico judío que se hizo seguidor de Cristo, se dice que fue hallada en el mar y llevada hasta la ciudad en el siglo xiv por un comerciante que regresaba de Flandes. De un crudo realismo, la tradición decía que sudaba cada viernes y que en Viernes Santo lo hacía con sangre, que se recogía en ampollitas para su

venta. Se aseguraba que periódicamente le cortaban el pelo y las uñas, una creencia que el propio sacristán del convento desmintió —«yo no se las he cortado nunca, ni mucho menos se las he visto crecer más de lo que están»— al padre italiano Cristóbal Monte Maggio, también agustino, uno de los múltiples peregrinos que se hicieron eco de todas estas historias y visitaron el convento. A pesar de todo, algunos, como el sastre francés Manier, lo vieron sudar y son muchas las descripciones que hay tanto de la imagen como de la capilla en que se hallaba. Una de las más detalladas es la de la condesa D’Aulnoy, publicada en su Viaje por España, hecho en 1679. Dice esta noble señora que la capilla está en el claustro, «tan profunda y oscura que no se apagan nunca sus lámparas, las cuales pasan de ciento, y son unas de plata y otras de oro, de un tamaño tan extraordinario que cubren toda la bóveda de la capilla. Hay también sesenta candeleros de plata, más altos que un hombre de buena estatura, y tan pesados que para moverlos se necesita el esfuerzo de dos o tres obreros… El altar [está adornado] con cruces y coronas de rica pedrería, donde abundan los diamantes y las perlas. La capilla está ricamente tapizada

de tisú, y tan cubierta de ofrendas y exvotos, que no hay lugar para todos… El Crucifijo, de tamaño natural, está colocado sobre un altar y oculto bajo tres cortinas bordadas de perlas y pedrería —[«la primera, negra, donde estaba estampada la imagen de un crucifijo; la segunda, de seda de color rojo jaspeado, y la tercera, de una gasa muy clara que permitía ver a trasluz el Crucifijo», especifica a su vez Manier]—; cuando se descorren, lo cual no se hace más que para recibir la visita de personas de elevada jerarquía o en las grandes ceremonias, repican las campanas y todo el mundo se pone de rodillas». Algunos años más tarde, en 1704, otro viajero francés, esta vez militar, hizo la obligada visita a este Cristo de Burgos, aunque parece que movido más por la curiosidad que por el fervor: «Los españoles dicen que hace muchos milagros, y el que me parece más grande es que este convento sea tan rico, pues se ven en la capilla más de doscientas grandes lámparas de plata y altares también todo de plata. Los frailes son grandes, gordos y muy ignorantes, pues casi no saben una palabra de latín». Estaban empezando ya los tiempos de la Ilustración y apuntaban nuevas teatralidades.

La teatralidad en los grandes centros de peregrinación | 49


NOTARIOS DEL TIEMPO MÙSICA EN LA ARENA MARÍA CALLAS Y EL FESTIVAL DE VERONA

Representación de Aida en 1953 en la Arena de Verona. En la imagen aparece María Callas acompañada por Mario Del Monaco y el director de la orquesta, Tullio Serafin. Foto: Gaetano Richelli.

50 | Notarios La costa amalfitana del tiempo

Música en espacios patrimoniales, esta exitosa conexión tuvo siempre muchos ejemplos, pero si nos atenemos a lo primero que nos viene a la memoria como inicio de la modernidad y la cultura de masas, hay sin duda un punto de partida evidente, el Festival de Música de Verona.

Maximiliano Barrios Felipe


Nacido en los albores de la I Guerra Mundial, esta exhibición del bel canto recuperó un monumento mítico, la Arena de Verona. Este anfiteatro romano en el que se derramó la sangre de gladiadores y fieras ahora recogería las lágrimas emocionadas de los amantes de la ópera, conmovidos ante los dramones decimonónicos interpretados por figuras legendarias, pero ninguna como la primadonna María Callas, la Divina. Nadie como ella para elevar sobre el cielo veronés una coloratura sublime y unos registros imposibles. Su flechazo con Italia fue inmediato, no solo tras ser reclutada por el tenor Giovanni Zenatello, director artístico de la Arena para iniciar un idilio con el Festival desde 1947, sino también porque el amor llamó a su puerta de la mano del adinerado Giovanni Battista Meneghini, el potentado que la sufragó sus difíciles comienzos y la introdujo en el mundo del lujo y la ostentación, un mundo que se vería reforzado años más tarde con una nueva pareja, Aristóteles Onassis, de la que dicen acabó con su carrera al abandonarla, postrándola en el dolor y la depresión. Callas flotaba en la escena con un aurea de otra época, nadie como ella para ponerse en la piel de Aida, la ópera más representada en la ciudad de Romeo y Julieta. La representación de esta obra faraónica dio comienzo en 1913 a este festival de música cuya motivación fue celebrar el aniversario de Verdi, el otro gran protagonista de esta historia, pareciera que el genio italiano hubiera pensado en este escenario para acoger el universo de sus libretos, hasta ese momento los papeles pintados y los trampantojos de toda suerte no hacían justicia a la desbordante exuberancia que demandaba una representación de este calado. La Arena revolucionó las representaciones operísticas, el continente calzó como un guante en la esencia de estas obras y a partir de ese momento la puesta en escena alcanzó otra dimensión con la anuencia del público. Desde entonces, salvo los paréntesis obligados por las guerras mundiales y un incendio en 1962, se reúnen cada año medio millón de espectadores, a la ópera se unieron otros espectáculos de danza y conciertos clásicos. Desde mediados de los 70 estas manifestaciones musicales se trasladaron al Teatro Filarmónico rehabilitado después de ser destruido por los bombardeos aliados en la II Guerra Mundial, dejando la Arena preferentemente para la ópera. Aquí la atmosfera que se crea los días de representación es cuasi mágica, las velas que los espectadores encienden al atardecer se mezclan con el sonido que emerge de la escena y mientras la noche gana terreno convierten a la Arena en

Producción de 2007 de Aida en la Arena de Verona. Foto: Christian Abend (CC BY-SA 2.0).

Arena de Verona. Exterior 2022. Foto: Maximiliano Barrios

un templo ancestral donde la comunión entre público y artistas se hace mística. Acabamos este relato como empezamos, la Callas y el Festival de Verona fueron el maridaje perfecto, se alimentaron mutuamente para entrar en la leyenda, la Arena se catapultó a los altares por presencias como la de Callas y los inicios de la soprano estuvieron lejos de ser glamurosos hasta su primer gran éxito en 1947, en su debut en la Arena de Verona. Aquel día

triunfó cantando un suicidio en su inolvidable aria de La Gioconda de Amilcare Ponchielli y moriría, quizá arrebatándose la vida, aquel fatídico 16 de septiembre de 1977, algo que nunca pudo probarse. Un insondable misterio que la acercaba al enigma que fue su propia existencia. Para los espectadores de hoy su alma inunda todavía la Arena de Verona, luchando y triunfando frente a la adversidad, como la Medea que tantas veces interpretó­. Notarios del tiempo | 51


EL CAMINO DE SANTIAGO Crisol de visiones y valores Zoa Escudero Navarro A todos nos resulta evidente que el Camino de Santiago es un bien cultural en sí mismo; un fenómeno singular convertido en algo que va mucho más lejos de la persistencia de una ruta de peregrinación de origen medieval, y también más allá de una iniciativa individual, religiosa o espiritual. Sea el itinerario tradicional, el que se conoce como Camino Francés, o bien la multiplicidad actual de otros recorridos a Santiago, algunos también identificados y catalogados oficialmente, lo cierto es que mencionar la ruta Jacobea es evocar implícitamente una pluralidad enorme de aspectos; humanos, morales,

culturales, artísticos, históricos, económicos….por citar solo unos pocos. El Camino no sería hoy el que ha llegado a ser sin entender las aportaciones de peregrinos, comerciantes, religiosos, historiadores, ciudadanos e instituciones. Su valor y su singularidad descansan, hoy, en todo ello y en un conjunto de aspectos tan amplios como difíciles de acotar y de reducir a una lista de definiciones. Como todo aquello que es trascendente, el Camino ofrece distintas perspectivas a todo el que se acerque a intentar comprenderlo. Algunas, nacidas desde el esfuerzo de quienes lo recorren; otras desde la admiración y la necesidad de gestión de lo que ya es hoy también un recurso de los territorios y para sus gentes. Por eso, la Carta de Valores que proponemos precisamente pretende condensar todas estas claves y concretar una serie de principios-guía para entender hoy lo que el Camino es y lo que no es, conceptos perdurables en el tiempo, genuinos y transversales, que seguirán siendo distintivos de este bien único en la medida en la que también puedan convivir con el presente. Este ensayo, realizado en el marco de las acciones del proyecto Europeo RURITAGE (Heritage for Rural Regeneration), con la participación de algunos de los miembros de su hub, está lejos de perseguir dogmas y verdades universales, solo pretende aportar claridad sobre los valores que hoy dan y continuarán dando sentido al Camino ante los retos del futuro.

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VALORES SINGULARES DEL CAMINO DE SANTIAGO: Una experiencia humana personal en Comunidad; Solidario, Voluntario y Transformador El Camino es un trayecto de peregrinación individual, originada por distintas motivaciones, hacia un destino o meta que ofrece beneficios espirituales. El Camino es un recorrido para llegar a un destino: el valor del propio trayecto aporta al peregrino la experiencia vital, sustentando contenidos culturales, patrimoniales, estéticos, religiosos, turísticos o económicos, que lo convierten en recurso para toda la sociedad y los territorios que atraviesa. Hacer el Camino supone un esfuerzo personal y una aventura emocional, con capacidad transformadora y de aprendizaje para quienes lo realizan. Se apoya en y construye actitudes de compañerismo, empatía, respeto y generosidad hacia los demás (otros caminantes, voluntarios, hospitaleros, población local, etc.) Promueve la colaboración, la solidaridad, la fraternidad y las capacidades para compartir con desconocidos. Ello hace que el El Camino sea un trayecto seguro. El voluntariado es una de sus claves; es la forma tradicional de atención y acogida. La hospitalidad es uno de sus valores fundamentales por su espíritu de acogida y de aceptación a todos los interesados. Está abierto y es accesible a todos con la existencia de infraestructura de espacios comunes y alojamientos económicos, y de una red asistencial, en gran medida, de naturaleza altruista y benéfica. Constituye una experiencia distinta a las rutinas cotidianas; puede vivirse de distintas formas y ofrecer múltiples lecciones y vivencias, supone un ejercicio de autoconocimiento, reflexión,

52 | La isla de Pascua


Carta de Valores del Camino de Santiago vas; promueve las artes, la música, la literatura, la fotografía, las tradiciones, la investigación y otras muchas iniciativas culturales y educativas.

alejamiento y desafío individual, con objetivos enriquecedores para las personas, las comunidades y los territorios. Es un fuerte incentivo para el asociacionismo, el desarrollo de iniciativas de cooperación y de aportación voluntaria y colaborativa de trabajo y auxilio.

El Camino de Santiago Francés está consolidado como el trayecto tradicional preferido para la peregrinación. Su repercusión e importancia han tenido un efecto multiplicador, impulsando la recuperación de antiguas rutas o inspirando la formalización de otros trayectos, que constituyen conjuntamente una red de peregrinaje e interacción cultural que comparte buena parte de sus principios y valores, con la denominación de Los Caminos a Santiago.

VALORES CULTURALES DEL CAMINO DE SANTIAGO Vía de intercambio, de mantenimiento y creación de arte y cultura, con efectos multiplicadores El Camino ha sido, es y será un elemento vertebrador del espíritu y la convivencia de los pueblos de Europa y una vía de intercambios culturales, de carácter internacional y transcontinental. Es un fenómeno que intenta preservar prácticas, tradiciones y manifestaciones espirituales con origen en la Edad Media, adaptadas a lo largo del tiempo, y es en sí mismo un bien cultural con valores universales, materiales e inmateriales reconocido nacional e internacionalmente. Ha generado extensivas manifestaciones históricas, artísticas y patrimoniales que constituyen hoy una de sus mayores riquezas y atractivos más relevantes, cuya conservación, protección y acrecentamiento son esenciales para su continuidad, siendo un fuerte impulsor de la protección y conocimiento de su legado cultural. Propicia la mejora de la imagen y embellecimiento de los núcleos de población que atraviesa. El Camino da lugar a todo tipo de manifestaciones artísticas y creati-

Es un recurso turístico de proyección nacional e internacional que atrae a numerosos interesados de concocerlo y vivirlo dadas distintas posibilidades que ofrece.

El Camino es un espacio de interacción social, de conexión entre los ciudadanos locales y quienes lo recorren y lo atienden, y un recurso con proyección a todos los niveles (local, nacional e internacional) que constituye una seña de identidad y genera un sentido de pertenencia.

Hacerlo promueve actitudes solidarias y compromwidas, despierta el interés por el entorno, el aprecio por el arte, la cultura y la naturaleza, aporta conocimiento y atrae oportunidades para la mejora de las personas.

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el establecimiento de instalaciones requeridas para su atención.

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VALORES MATERIALES DEL CAMINO DE SANTIAGO Desarrolla los territorios potenciando su economía a través del turismo, y atrayendo inversiones y apoyos públicos y privados El Camino de Santiago es una fuente importante de recursos económicos directos e indirectos para los territorios que atraviesa. Aporta capacidad de desarrollo al tejido empresarial, al de infraestructuras y servicios, creando o manteniendo puestos de trabajo, e impulsa el establecimiento de nuevas empresas y pobladores, de especial relevancia en territorios rurales Atrae fórmulas de apoyo institucional a las localidades y lugares que atraviesa. Aporta actividad y dinamismo a las economías locales a través del gasto y consumo locales del creciente número de peregrinos y por

Dicho interés turístico ha propiciado la modernización y actualización de muchos de sus servicios, aumentando su accesibilidad online a través de nuevas tecnologías, con los consiguientes beneficios para la comunidad en general. Estas mejoras contribuyen a la proyección turística de sus recorridos y recursos. La favorable experiencia del peregrino propicia un posterior retorno.

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VALORES MEDIOAMBIENTALES DEL CAMINO DE SANTIAGO Conecta con la naturaleza y enseña respeto, responsabilidad y atención al entorno Las formas tradicionales de hacer el Camino favorecen la conexión con la naturaleza y el medio ambiente potenciando el acercamiento sostenible, respetuoso con el entorno y generando impactos moderados en el trayecto. Estimula las buenas prácticas para un consumo responsable y limitado, y muestra el valor de lo indispensable, favoreciendo la cultura del esfuerzo ante las dificultades. Ofrece al caminante la posibilidad de conocer y reconocer los elementos del paisaje natural y sus características, los valores ambientales y las formas de antropización del territorio, contribuyendo a la conciencia y el aprecio de los mismos y genera nuevos intereses culturales y turísticos que revalorizan el territorio. Propicia la aplicación de normas, directrices y de modelos de ordenación y anima las estrategias públicas de conservación y regeneración de los entornos del Camino.

El Camino de Santiago, crisol de visiones y valores | 53


FUIMOS

ROMA LA HUELLA DE ROMA EN CASTILLA Y LEÓN

Maximiliano Barrios Felipe

54 | Fuimos Roma


La Fundación Santa María la Real, con el apoyo de la Junta de Castilla y León, ha acometido en los últimos meses un ambicioso proyecto educativo y de divulgación del pasado romano de Castilla y León. A la sombra de otros recursos patrimoniales más conocidos en esta región, el legado de más de cinco siglos de romanización enriquece con innumerables ejemplos la comunidad autónoma más extensa de Europa.

Panorámica de Las Medulas. Foto: Maximiliano Barrios

Descuellan por su importancia y reconocimiento dos Patrimonio Mundial de la UNESCO: Las Medulas y el Acueducto de Segovia, pero junto a estos testimonios hay otros recuerdos de ese pasado que mantienen después de casi dos milenios un enorme atractivo, ciudades como Astorga, León o los restos de algunas que lo fueron, Clunia, Uxama o Numancia; villas romanas como La Olmeda, Almenara-Puras, La Dehesa en Cuevas de Soria o Aguilafuente; vestigios de la antigua explotación aurífera en El Cabaco o Pino del Oro; campamentos militares, puentes, calzadas…y una gran variedad de piezas recogidas en los distintos museos provinciales.

Fuimos Roma | 55


Rescatar para el gran público estos espacios y acercarlo a los más jóvenes, para ayudar en su reconocimiento y salvaguarda, es la misión a la cual se encaminaron las distintas actividades celebradas en colaboración con los gestores de los distintos sitios y algunos de los investigadores y estudiosos de este mundo. Catorce talleres pedagógicos han enseñado distintos trabajos cotidianos, desde escribir a la manera de los romanos en la tabula cerata, sustituyendo la cera por plastilina para servir de improvisado pizarrín donde «inmortalizar» nombres y saciar la curiosidad de los niños que también tuvieron la oportunidad de garabatear paredes, siguiendo el ejemplo de los grafitis que decoraban habitualmente muchas edificaciones romanas. Más sabroso desde luego fueron los talleres de mosaicos comestibles, recrear la musivaria a partir de teselas de chocolate de colores elaborados por las mujeres de Herrera de Pisuerga. Aprender a elaborar mosaicos ha sido tema recurrente no sólo en el aula arqueológica de Herrera, sino también en La Olmeda, Almenara-Puras, Aguilafuente o en la villa de La Dehesa. También en algunos de estos centros los pequeños pudieron disfrutar diseñando y fabricando el casco y escudo que acompañaban a las legiones en sus campañas. Para fomentar la participación en las actividades y mejorar la comprensión del mundo romano en el entorno educativo se realizaron varios concursos: dibujo, relatos cortos, comic e incluso uno de fotografía acomodado a las Redes Sociales y que contó también con la participación del gran público. Otros colectivos en riesgo de exclusión social tuvieron especial protagonismo en algunos de estos talleres con actividades adaptadas para ellos, como un taller sensorial donde los discapacitados visuales pudieron aprender jugando a través de juegos de tablero romanos y la labor de un ceramista que hizo participes a los alumnos de su trabajo. Hacer de las visitas algo lúdico y divertido aportó un enfoque diferente y un punto de vista novedoso de alguno de los pasajes de esta historia. Las visitas teatralizadas cumplieron ese papel recreando personajes y momentos, volviendo a la vida estancias y lugares, como si la distancia en el tiempo se hubiera volatilizado de repente, togas, lorigas, caligae…el susurro de nombres latinos que hace siglos no se escuchaban entre esas paredes. Astorga, el entorno del lago de Carucedo o el campamento romano de Petavonium aunaron el rigor con el divertimento, acompañando de risas cómplices unos relatos no tan diferentes de 56 | Fuimos Roma

nuestro devenir diario, los monumentos entendidos como algo vivo, dejando atrás la frialdad del panel explicativo. También hubo tiempo para la formación, la discusión y el análisis. Un curso sobre ingeniería y minería romanas descubrió algunas de las técnicas y sorprendentes avances para su época que hicieron de este pueblo un referente que ha permitido perdurar hasta nuestros días infraestructuras inverosímiles para los medios con los que contaban. Como no podía ser de otra forma las visitas han sido el alma del proyecto, sin ellas los museos, yacimientos arqueológicos, monumentos, etc., estarían irremediablemente muertos. Más de medio millar de viajeros han recorrido nuestro patrimonio

Dos niños durante la visita a la cripta arqueológica del Palacio Episcopal de Gaudí, en Astorga. Foto: Maximiliano Barrios.

romano en visitas explicadas y comentadas por el personal encargado de la custodia de los lugares, sin duda quien mejor conoce sus espacios y al tanto de los últimos descubrimientos de arqueólogos e investigadores. Especial atención a la población local que alberga estos testimonios, era un objetivo primordial. Su concienciación y compromiso se hace cada vez más necesario cuando menguan los recursos y la atención, la identificación con su pasado, haciéndolo propio, es la primera piedra para lograr que esta herencia tan preciada que recibimos de nuestros antepasados llegue en las mejores condiciones a las próximas generaciones, para que en un futuro todos sepan que un día Fuimos Roma.


Representación teatral en la Domus Procuratoris de Carucedo. Foto de Maximiliano Barrios.

Taller de Mosaicos Comestibles en el Aula Arqueológica de Herrera de Pisuerga. Foto: Carmen Molinos

Fuimos Roma | 57


Patrimonio

de Cantabria Del dicho al hecho Marina Gurruchaga Sánchez Profesora agregada de Educación Secundaria en el IES Villajunco y doctora en Historia por la Universidad de Cantabria

58 | Patrimonio en Cantabria. Del dicho al hecho


Desde el punto de vista de una historiadora profesional y vocacional, cuando en el año 2018 surgió la oportunidad de impartir la nueva materia optativa de Patrimonio de Cantabria (una más de entre las Asignaturas de Libre Configuración Autonómica que se ofertaron en el BOC de junio de 2018), no es difícil imaginar la ilusión con la que me involucré en el proyecto. Un auténtico «caramelo» para cualquier docente ilusionado con las diversas disciplinas abordadas en nuestro área que suponía una atención globalizada, tanto desde un punto de vista transversal como de interrelación entre todas ellas. El IES Villajunco fue el primer centro público de Secundaria, en nuestra comunidad autónoma de Cantabria, que ofreció esta nueva materia a sus alumnos.

Un centro santanderino señero, de muy larga trayectoria (fundado en 1970), que en la actualidad ofrece la posibilidad de realizar los estudios de ESO en la modalidad bilingüe en inglés. El primer año de impartición registramos una matrícula de en torno a diez chicos y chicas interesados en dicha temática. Con una carga de dos horas semanales, planteamos un exigente programa, aunque no imposible de impartir, cuanto menos en sus elementos más significativos, agrupados en varios bloques, que son, grosso modo: conceptos generales sobre Patrimonio; Patrimonio Arqueológico; Patrimonio Edificado; Patrimonio Mueble, Archivos y Museos; Patrimonio Natural; Patrimonio Etnográfico; Patrimonio Inmaterial; Patrimonio Científico y Tecnológico.

Un auténtico reto docente Uno de los principales problemas con los que tuvimos que lidiar fue, en nuestra experiencia concreta, la dificultad de interesar a alumnos de tercero de la ESO que ya venían de tener dificultades académicas (no todos, pero sí en un número importante) dado que la materia no podía ser «elegida» por los alumnos de la modalidad del Programa Bilingüe, que suelen registrar mejores resultados académicos (en general, por supuesto). En este sentido, se daba también la circunstancia de que los alumnos del mismo nivel pero integrados en el Programa Bilingüe del centro, por la configuración de materias propia de esta modalidad, no podían, aunque quisieran (y en muchas ocasiones se

La asignatura optativa de Patrimonio de Cantabria (una más de entre las Asignaturas de Libre Configuración de la comunidad autónoma) supone un auténtico «caramelo» para cualquier docente ilusionado con las diversas disciplinas abordadas en nuestro área

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ha manifestado este deseo) matricularse en la asignatura. Además, en años posteriores otras materias, sumamente atractivas para los alumnos del Programa No Bilingüe, como Robótica, han convertido, en ocasiones, esta asignatura en una elección de «segunda opción» para muchos chicos y chicas, lo que ha convertido el lograr interesarles en un auténtico reto docente. Aún así, con estas dificultades, la matrícula ha seguido creciendo, siendo durante este curso 202122, cuando hemos alcanzado un máximo de 21 alumnos. Quizás estas carencias y dificultades podrían subsanarse con el ofrecimiento en el esquema de asignaturas de Libre Configuración del Bachillerato, de una segunda versión o profundización en los contenidos de la asignatura de la ESO, con cuatro horas semanales de docencia, esta vez abierta a todo el alumnado y no solo a los alumnos de la modalidad de Letras y Ciencias Sociales. Con más razón teniendo en cuenta que existen en la actualidad diversos itinerarios universitarios y profesionales relacionados con esta materia, para los cuales podría resultar una magnífica propedéutica. Se añade que los elementos valorados en el programa son, podríamos decir, de uso y consumo para la

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ciudadanía en general, que debería estar informada desde la Educación Secundaria Obligatoria y Post-obligatoria respecto a los elementos patrimoniales de su territorio de referencia, con el fin de valorarlos y salvaguardarlos.

Metodología y evaluación En cuanto a la metodología y los instrumentos de evaluación, desde el comienzo nos propusimos no sobrecargar al alumnado con deberes y hacerle responsable de su propio itinerario de aprendizaje, articulado en torno a una serie de materiales de muy diversa índole (escritos, icónicos, audiovisuales, experienciales, etc.) que se ofrecían en el blog privado de la asignatura mediante la proyección, explicación y trabajo sobre dichos recursos, ordenados en los bloques prescriptivos del curriculum. En este sentido las herramientas TIC han sido providenciales, tanto durante el período de confinamiento, como para ahorrar el gasto al Banco de Libros de Texto del centro de un manual que, por otro lado, es inexistente hoy por hoy (si bien sí se han

publicado diversidad de libros y textos, que abordan de forma parcial diversos elementos del curriculum) en cuanto a la materia concreta en su desarrollo. Además consideramos que la riqueza ofrecida en cuanto a los diversos soportes y lenguajes a través de los que vamos desgranando los contenidos, es un elemento positivo para el aprendizaje de los contenidos prescriptivos. Dicha selección de materiales genera una serie de actividades de refuerzo sobre los anteriores que vamos evaluando cada cierto tiempo, observaciones que, junto con la actitud respecto a la asignatura, así como con las que suscitan las salidas didácticas, componen la nota de evaluación de cada trimestre y la final del curso. Dichas salidas didácticas, articuladas en tres momentos del curso, coincidentes con períodos de poca densidad académica durante los trimestres, han sido también un eje fundamental en el desarrollo de los contenidos, dado que nuestro centro se encuentra enclavado en una zona equidistante de la costa (en un tramo de belleza e interés geológico y paisajístico singular) y


del centro histórico (lo que pudimos conservar de él tras el incendio de 1941). Esto ha hecho posible que, en muy poco espacio y tiempo, desplazándonos a pie —con lo que esto supone para la educación en la salud de los alumnos—, tengamos a nuestro alcance elementos interpretables de la máxima significatividad relacionados con el Patrimonio Natural (las Playas del Sardinero, la punta de Piquío, fallas y playa de marea del Chiqui, diapiro de la Bahía de Santander, afloramientos de rocas secundarias en la Plaza de Miranda, arenales del Parque de los Pinares…, etc., que analizamos en la salida) y el patrimonio tanto arqueológico (restos de la muralla foral de Santander en la Plaza Porticada, termas romanas en la Iglesia del Santísimo Cristo, Museo Arqueológico de Cantabria…) como etnográfico (Museo Marítimo del Cantábrico). Durante los años de escenario COVID, pudimos respetar la salida relacionada con el Patrimonio Natural, y, gracias a la entidad como «grupo burbuja» de los alumnos de la materia, visitar algunos de los centros de

La matrícula ha seguido creciendo, siendo durante este curso 2021-22, cuando hemos alcanzado un máximo de 21 alumnos. Quizás estas carencias y dificultades podrían subsanarse con el ofrecimiento en el esquema de asignaturas de Libre Configuración del Bachillerato

interpretación mencionados sin mayores restricciones. A posteriori de las salidas, ya en el aula y en casa, los alumnos y alumnas han venido realizando una actividad puntual, por trimestre, vinculada a los elementos analizados durante el itinerario, en diversas modalidades (realización de trípticos informativos, microinvestigaciones sobre elementos patrimoniales, encuestas etnográficas, etc.). Como balance general, creo que estoy satisfecha y sigo ilusionada con este proyecto como docente, aunque solucionar los problemas que he comentado podría mejorar los resultados y, especialmente, al hacerla accesible a un mayor número de alumnos, alcanzar el objetivo general y deseable que guió la decisión en su día de impartir esta materia en Educación Secundaria: aprender a apreciar y proteger el patrimonio local y regional en sus diversas modalidades.

Museo Altamira Foto Victor Gascón ©Museo de Altamira

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Actividades de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico CURSOS

XXIII LAS CLAVES DEL ROMÁNICO Románico y reliquias. Arte, devoción y fetichismo. Aguilar de Campoo / Palencia Del 22 al 24 de julio No te pierdas la segunda edición de una de nuestras citas más esperadas: Las Claves del Románico, que este año se centra en el mundo de las reliquias. Siete reconocidos expertos abordarán asuntos como la invención y adquisición de estos vestigios sacros, el traslado de los restos, los estuches que los contuvieron o el espacio destinado para su exhibición. Matrícula reducida para Amigos del Patrimonio. Información e inscripciones en nuestra tienda online (tienda. santamarialareal.org) o en el 979 125 000.

PUBLICACIONES

TALLERES

Durante el mes de julio, te ofrecemos la posibilidad de participar en nuestros talleres prácticos, en los que te sumergirás en la cultura medieval de forma amena y divertida.

FOTOGRAFÍA DEL PATRIMONIO Del 8 al 10 de julio

VIAJES

PALENCIA ESENCIAL El auge del arte medieval entre campos y montañas Del 31 de agosto al 4 de septiembre

CALIGRAFÍA MEDIEVAL Del 15 al 17 de julio

El objetivo de este viaje es recorrer el excepcional patrimonio de la provincia de Palencia, la gran desconocida. Visitaremos mosaicos de ensueño en La Olmeda y uno de los pocos templos visigodos conservados: el de San Juan de Baños. El broche de oro llegará con el arte románico, que explicarán profesionales de la Fundación Santa María la Real. ¡Jugamos en casa!

TALLER DIDÁCTICO DEL ROMÁNICO 18 al 21 de julio

Descuento de 30 € para Amigos del Patrimonio. Información y reservas en culturviajes.org

MÚSICA MEDIEVAL DEL 15 al 17 de julio

Matrícula reducida para Amigos del Patrimonio. Información e inscripciones en nuestra tienda online (tienda. santamarialareal.org) o en el 979 125 000.

ORNAMENTOS ARQUITECTÓNICOS EL PATRIMONIO EN TUS MANOS Un trabajo artesanal, de principio a fin, hecho a mano en nuestros talleres de Aguilar de Campoo. Pequeñas y grandes maquetas, piezas únicas, exclusivas, que representan los principales monumentos del patrimonio nacional e internacional. Te invitamos a consultar el catálogo de nuestra tienda online y elegir la pieza que más te guste… 15 % de descuento para Amigos del Patrimonio. Consigue tu maqueta en: www.tienda.santamarialareal.org o llamando al teléfono 979 125 000.

SANTA EUFEMIA DE COZUELOS El primer convento santiaguista femenino: puertas adentro De la mano de la historiadora María Ferrer-Vidal, nuestra última publicación “te invita a entrar” en el desaparecido monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos, la primera casa femenina de la Orden Militar de Santiago. Cerca de 300 páginas en las que la autora hace un ejercicio de reconstrucción histórica para recuperar del olvido este espacio monástico. Todas nuestras publicaciones tienen un descuento exclusivo del 5% para Amigos del Patrimonio. Consíguelas en nuestra tienda online (tienda.santamarialareal.org) o llamando al 979 125 000

TE ESPERAMOS EN LA FERIA DEL LIBRO Un año más, Fundación Santa María la Real estará presente en la Feria del Libro de Madrid que este año se celebra del 27 de mayo al 12 de junio en el Parque de El Retiro. Te esperamos en la caseta nº 334 para que conozcas todas nuestras publicaciones y puedas beneficiarte de un exclusivo 10% de descuento en todas ellas. Además, si eres Amigo del Patrimonio, con tu compra recibirás un obsequio. ¡Ven a visitarnos!


Es divertido restaurar...

divertidas actividades con las que jugar a ser restaurador del patrimonio

el patrimonio Estrenamos sección con la que queremos acercar a los más pequeños de la casa al mundo del patrimonio, la historia y la resturación. Porque, como bien sabemos en la Fundación Santa María la Real, solo aquello que se conoce y se valora, se respeta y se protege.

Descubrir obras ocultas Escondido entre las páginas de un libro antiguo, apareció un misterioso documento con puntos.

¡Ojalá, a través de estos juegos y actividades logremos despertar tu curiosidad e ingenio!

Une los puntos en orden y descubrirás dos siluetas que puedes colorear como más te guste.

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Es divertido restaurar...

Reintegrar ¿Ves que falta el color en muchas partes?

Restaurar una pintura mural románica Todas las iglesias románicas estaban pintadas con dibujos de colores muy vivos, pero como han pasado casi 800 años la mayoría se han estropeado y han quedado muy poquitos restos. Aquí tienes un ejemplo. Son Adán y Eva en el paraíso.

Complétalas con mucho cuidado buscando los colores que más se parezcan al original. Así es como lo hacen los restauradores de pintura románica. ¿Te gustaría intentarlo? Es preferible usar acuarelas, pero si te sientes con más seguridad usando pinturas o los rotuladores, puedes hacerlo.


Únete al programa

Amigos del Patrimonio No te quedes en las palabras. Colabora en la conservación del Patrimonio Cultural a través de la Tarjeta de Amigo del Patrimonio de la Fundación Santa María la Real. Puedes deducirte hasta el 80% de tu aportación y además recibirás gratuitamente la revista «Patrimonio» así como descuentos en todos nuestros viajes, cursos y actividades. Museos, empresas, y más de 2.200 personas colaboran ya con nosotros. Súmate a la iniciativa. Puedes solicitar tu tarjeta en el teléfono 983 219 700, en amigos@santamarialareal.org, o mucho más rápido, en nuestra tienda online: tienda.santamarialareal.org

Las ventajas para los Amigos del Patrimonio de las entidades colaboradoras se publicarán en la web y se remitirán a los nuevos usuarios

SOLICITUD DE TARJETA DE AMIGO / MECENAS DEL PATRIMONIO Rellene con LETRAS MAYÚSCULAS el cupón con sus datos, recorte por la línea de puntos, dóblelo con el cupón hacia dentro, humedezca la zona engomada y péguela sobre esta parte del folleto. No necesita franqueo.

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Provincia:

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Correo electrónico: Fecha de nacimiento:

Cuota mínima anual amigos: 50 € Cuota mínima anual mecenas: 150 € Otras cantidades € (mínimo 50 €) Quiero que la Fundación Santa María la Real me informe acerca de sus actividades: Consiento No consiento Quiero que las empresas de la Fundación (Cultur Viajes, Ornamentos Arquitectónicos, MHS) me informen sobre sus actividades: Consiento No consiento

Fecha:

Firma (imprescindible):

A Domiciliación bancaria Código IBAN

Entidad

Oficina

D.C.

Número de cuenta

Ruego atienda con cargo a mi cuenta el recibo que anualmente le llegará a mi nombre, procedente de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.

B Ingreso en efectivo o transferencia la cuenta de la Fundación Se deberá acompañar el resguardo del ingreso con la solicitud de la Tarjeta

Nº de cuenta: ES04 2103 4506 1900 3325 2668


Y tú, ¿cuándo vienes? Esta temporada descubre el lugar que combina patrimonio cultural y tradición.

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Y

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