Acá en el mundo no supimos cómo, ni cuándo, pero nos catalogaron como “pacientes” desde el momento en que nos parieron. Como que teníamos algo malo, qué cosa era, no lo sabíamos realmente. Entonces, inventaron los seguros, las leches falsas, las vacunas, las medicinas, los sueros, las clínicas, porquerías para engordar, para adelgazar, para ver “mejor”, para oir “mejor”, para ser “normal”, para lo que usted quiera.
Al final hemos despertado: nos dimos cuenta de que la verdadera enfermedad que teníamos era un montón de parásitos: un montón de Matasanxs a sueldo.