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Le urge a México restablecer el balance democrático

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Cuarto Poder

Cuarto Poder

URGE UN BALANCE EN FAVOR DE LA DEMOCRACIA

POR JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ PRATS

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Me encanta el verbo deliberar, las naciones que saben hacerlo le imprimen mayor racionalidad a la política. Bien dice el estudioso de Maquiavelo, Forte Monge: “La política es siempre un espacio de sombras, pero la renuncia a un mínimo grado de saber significa ponerse enteramente en manos del azar y el caos: un suicidio político”.

En Europa se decía que había cinco instituciones perfectas: el ballet ruso, la ópera italiana, la curia católica, el Estado Mayor alemán y el Parlamento inglés. Este último perdió una gran batalla cuando, vía referéndum, se decidió algo que era del ámbito de su competencia. Por razones electorales la democracia directa se impuso a la representativa en una victoria pírrica. La decisión del Brexit pasará a la historia como un gran desacierto político.

Uno de los escasos beneficios que la pandemia puede propiciar es, en lugar de mutuamente insultarnos y descalificarnos, mejorar nuestra capacidad para deliberar, entendida como un proceso que concluye, balanceados pros y contras, con la liberación de un pensamiento del cual emanan deberes asumidos por gobernantes y gobernados.

Esta función le corresponde al mal llamado Poder Legislativo, al que se le dieron también atribuciones para hacer leyes durante la República romana y se le ratificaron en Inglaterra (siglo XV), provocando que se soslayara su tarea más trascendente: controlar el poder, ser contrapeso, acotar al Poder Ejecutivo. Las leyes se discuten, se legitiman en el proceso legislativo, pero son, o deben ser, de la autoría de juristas. Cuando a una iniciativa le meten mano las cámaras, por lo general la distorsionan. Un refrán lo dice: “un dromedario era un caballo antes de pasar por una comisión legislativa”. La evidencia más palpable es el grave deterioro de nuestro Estado de derecho con la diarrea de leyes que hemos padecido, consecuencia de nuestra frustrada transición democrática. Hicieron más por la democracia y en el cumplimiento de su deber los 13 legisladores de oposición que evitaron el periodo extraordinario de sesiones para aprobar una iniciativa notoriamente anticonstitucional, que las cámaras aprobando normas que sólo han engrosado el mamotreto de papeles inservibles. La interlocución entre Poder Ejecutivo y el Legislativo está en el centro de la teoría política y del derecho constitucional. Si ese diálogo se pervierte, falla la democracia. Analicemos a los protagonistas. El presidente López Obrador es el único que no percibe la ostentosa incompetencia de un gabinete desarticulado, agazapado, pasmado. Los titubeos del secretario de Hacienda lo reflejan todo. Grave que el responsable de la política económica y el jefe de gabinete transmitan incertidumbre e incurran en incongruencias. Para infortunio de los mexicanos, esto se co

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